"Pelea en la taberna". Pintura de José Arrue |
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
29 de abril de 2019
28-A: DERROTA DEL BLOQUE DE LA TABERNA, EL PP SE DESPEÑA POR EL CAMINO DE LA UCD. LA HORA DE LOS MODERADOS, “MA NON TROPPO”
Por
Marat
El
cadáver aún caliente del PP se lo disputan las hienas de Ciudadanos
y los buitres de Vox, mientras el muñeco de las sonrisas, Pablo
Casado, yace inerte hecho un guiñapo. Se inicia la descomposición
del PP, siguiendo la estela de la extinta UCD. La desbandada,
que comenzó antes de las elecciones, se hizo chorro en la campaña,
será torrente incontenible a partir de mañana en dirección hacia
ambos depredadores.
Hablar
de refundación del PP es ilusorio espejismo. Casado, el títere del
derrotado sin comparecer electoralmente, Aznar, ha sido pulverizado y
quienes fueron defenestrados por aquel ya están más fuera que
dentro, muchos de ellos ocupados en los viejos asuntos mercantiles de
la derecha clásica. Una hipotética renovación no parece que pueda
venir de jóvenes o no tan jóvenes cuadros políticos porque los
bandazos desde el aznarismo de campanario y rapiña fueron
sustituidos primero por el sablista pragmático de Rajoy luego por
una vuelta a las esencias de la dehesa de un Casado empeñado en
disputarle a Abascal el espacio de la extrema derecha eterna de dios
y cierra España. Tanto bandazo ha terminado por emborrachar a la
parroquia, una parte de la cual ha salido en espantada hacia el
nuevo PP que hoy representa Ciudadanos y hacia el original de ese
viaje a las esencias ultras que es Vox. No les queda credibilidad
para más maniobras, ni se vislumbra en el horizonte la existencia de
un equipo capaz de renovar la dirección de un buque a la deriva que
hace aguas por sus dos costados.
Sin
embargo, la mejora electoral de los de Rivera y la irrupción con
fuerza de los requetés de Abascal en el circo estatal parlamentario,
no debe nublar el hecho de que Ciudadanos, en su intento acariciado
con la punta de los dedos pero no rematado de sorpasso al PP, ha
limitado por el centro su posibilidad de expansión, al escorarse
hacia una derecha patriótica, ruda y esencialista y desbaratar su
performance, siempre mal ejecutada, de moderación y de que el
“éxito” esperado de la extrema derecha estaba claramente inflado
desde las tabernas físicas y las virtuales de las redes, así como
desde la Brunete mediática y la interesada colaboración de la
progresía que, al grito de que viene el lobo, utilizó la amenaza
ultra, que antes estaba pastoreada dentro del redil del PP, logrando
captar el momento anímico de buena parte de la ciudadanía, asustada
ante una deriva, más inducida que espontánea, confrontacional entre
patriotismos de aldea que pudieran acabar con el ideal moderado de
convivencia.
Sabe
Sánchez y su equipo de asesores que España, educada en el
conservador axioma de que en el centro está la virtud, es ese país
que tras 40 años de miedo y sumisión a la dictadura se despertó un
día “demócrata” y mesurada en sus posiciones políticas, no
queriendo dejar memoria ni de su pasado “falangista” ni de la
resistencia antifranquista de un socialdemocratizado y claudicante
eurocomunismo. Eso explica tanto el inicial éxito de un partido
creado desde el poder político por los posibilistas del franquismo
que fue la UCD como de un resucitado, a pachas entre Berlín y
Washington, con la colaboración de un sector de los fontaneros del
Estado postfranquista, PSOE. Y Sánchez y los suyos se han aprestado
a representar el papel que en si día encarnó Felipe González como
gran modernizador centrista y “centrado” ante una España ovejuna
y obediente a la que ni mil políticas de desposesión de los
derechos sociales harían cambiar su resignado amén al virgencita
que me quede como estoy.
Patético
ha sido el espectáculo en estos años de un Podemos y compañía que
pasaron de citar, sin nombrarle porque les avergüenza, a Marx en su
alusión al asalto a los cielos de la carta del revolucionario alemán
a Kugelmann en referencia a la Comuna de París y de “romper el
candado constitucional” a blandir como catecismo del Padre Ripalda
un ejemplar Constitución como garante de derechos sociales. Años
antes el telepredicador Anguita exhibía el mismo texto al estilo del
catecismo del padre Astete, clamando porque se cumpliesen los
derechos al trabajo, la vivienda, la sanidad, las pensiones o la
educación y mintiendo a sabiendas de que dichos derechos son
meramente enunciativos, papel mojado en suma en un código cuyo
modelo económico consagra el capitalismo y cuyo añadido por
Zapatero artículo 135 elevaba a categoría superema el concepto de estabilidad
presupuestaria y la preeminencia del pago de la deuda pública frente
a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales;
artículo que no será derogado por el futuro gobierno de centro
progresista que formará el PSOE, con el apoyo de Podemos y otros
socios de conveniencia.
La
fuerte caída electoral de Podemos y socios, compensada por su más
que probable papel clave en el apoyo a la formación del segundo
gobierno Sánchez, salva a Iglesias de su defenestración política,
hace de él tabla de salvación y lastre a su vez de un partido sin
cohesión y con crisis permanente. En cualquier caso, habrá ajustes
de cuentas menores, probablemente con Echenique, el Richelieu
disminuido, como cabeza turco.
De cualquier manera, con casi 5 años de retraso se cumple el pronóstico que hice de Podemos como depositario guardían temporal de los votos del PSOE que más temprano que tarde volverían a éste
Les
espera un largo purgatorio, apoyando a un gobierno que, tras los
aguinaldos por segmentos sociales de los Consejos de Ministros de los
viernes pasados, no será un paréntesis de estabilidad social sino
el nuevo brazo ejecutor de recortes sociales, más reformas laborales
y de pensiones, mayores privatizaciones de servicios, en cuanto a las
grandes corporaciones empresariales, el FMI y el capital europeo de
Bruselas se lo dicten en esta nueva fase de la crisis capitalista
mundial que ya asoma en el horizonte. Pero el cinismo de los
electores, que hacen como que creen que el voto encumbra gobiernos
con poder real y autónomo del auténtico poder, el del capital, lo
aguanta todo. Y la falacia del voto como acto soberano con efecto
real sobre la política también. Como no hay dos sin tres, tras las
políticas reaccionarias de Felipe González, las reformas laborales
y de pensiones de Zapatero, Sánchez continuará por la misma senda
porque hoy es el caballo de refresco del capitalismo, que necesita
cierta estabilidad política, ante el hundimiento del PP y la
fragmentación de la derecha, mientras ésta analiza cómo se
recompone y bajo que siglas lo hará predominantemente.
Mientras
tanto, la no necesidad de Sánchez de recurrir al apoyo parlamentario
de los independentistas de Puigdemont favorecerá la desinflamación de las tensiones en Cataluña y de
ésta con el resto del Estado español.
Está
por ver si la entrada en escena de la extrema derecha se consolida o
o si, por el contrario, es un breve paréntesis que se limite a cubrir
el tiempo de costuras en la recomposición de la derecha. Mi
hipótesis es que ha venido para quedarse. El triunfo de los
pragmáticos de ERC y la pérdida de papel en el sostenimiento del
gobierno PSOE del independentismo unilateral le quitará una de las patas de su
triunfo actual. Pero no le faltarán medios económicos, tiempo y
cuadros afluyentes de diversas procedencias para fortalecerse. Cuando
vuelvan mal dadas en la economía, la rabia social que ya no canaliza
Podemos y que no puede organizar ni dar dirección política una
opción de clase porque ya no hay comunistas, si tienen la habilidad
para abandonar la línea liberal de la extrema derecha austriaca o
brasileña que hoy les inspira, y optan por la social de Marine Le Pen, ahí sí que estaremos ante un auténtico problema porque, entonces
lo que hoy es ultraderecha puede pasar a ser fascismo organizado y
escuadrista realmente peligroso. Al fin y al cabo, extendiéndose la
mancha parda por toda Europa nada puede vacunarnos contra ella, a
menos que seamos tan cínicos y estúpidos como para creer que al
fascismo lo derrotan las papeletas electorales y no una organización
de la clase, consciente y con proyecto, lo que hoy no existe ni
parece que vaya a asomar por el horizonte en muchos años.
Vendrán
tiempos peores y nos harán más necios.
17 de abril de 2019
LOS LOBITOS TE VAN VACILANDO, LOS IMBÉCILES VAN VOTANDO, RA,RA,RA,RA
Por Marat
Un PP cuyo objetivo es impedir ser
sobrepasado por la ultraderecha de VOX tratando de convertirse en
ella. No porque intente pararla sino porque su intención es salvar
al aparato de profesionales de la política que viven de ella.
Un partido que se arrepiente de su
pasado más glorioso, aquél en el que Marinano Rajoy demostró ser
el mejor presidente posible para su clase, la capitalista, en el
período más álgido de la actual crisis, que volverá pronto a ser
agudo, y que quiere envolver la realidad presente de millones de
personas en la pobreza en un discurso patriótico y antinacionalista,
haciendo nacionalismo.
Un C´s cuyo “mejor” logro es haber
sido el puente necesario para entendimiento entre la derecha clásica
y la ultraderecha en Andalucía y cuyo destino decreciente es el de
sumar, en lo posible, al intento de reeditar el mismo pacto a nivel
nacional.
Un C´s cada vez más liberal en lo
economíco, mientras juega a “progre” en cuestiones, que también
son liberales como los vientres de alquiler o la “muerte digna”,
seguramente su más decente y compartible posición política.
Un VOX de Don Pelayo, la Reconquista,
la unidad de la patria, los cazadores, los toreros y alguna otra
tontería eficaz en la taberna y twitter, mientras está dispuesto a
acabar con conquistas sociales tan básicas como las pensiones y la
sanidad públicas y pretende dar ventajas a la educación privada
mediante el cheque escolar a la concertada, de interés privado para
los padres pero pagado públicamente.
El VOX de un ser coherente como
Abascal, partidario de la economía privada que siempre ha vivido de
la pública, el patriota del “novios de la muerte” que se escqueó
de la mili a base de prórrogas.
El PSOE, el de la revonversión
industrial de Felipe González, que destruyó gran parte del tejido económico del país para ser admitido en la UE y asumir el papel de
España dentro del marco capitalista europeo -país de camareros-, el
mismo presidente que aumentó los años de cotización de las
pensiones, de lo que ustedes ni se acuerdan ni queren. El mismo PSOE
que, con Zapatero, aplicó dos reformas de las pensiones y una de la
reforma laboral que dejó la indemnización al empleado en 20 días
por año trabajado y facilitó el concepto de los “despididos
objetivos”. El PSOE de Sánchez, que ha logrado la aprobación de
muchos decretos pero se ha reído de las pensiones, no revolviendo su
futuro, pero vendiendo una “actualización” de las mismas.
Podemos y su miniyo IU. El primero
pregonaba la democracia de base y digital, y demostraró que se
carcajeaba del primer concepto y que de las primarias 2.0 hacía un
tongo habitual.
Podemos, la gente que nunca fue clase,
pero ahora quiere quiere disfrazarse de tal, que iba de ciudadana y
que veía “empresarios patriotas”, que enarbolaba la idea de
patria pero que tiene un lío impoortante con el concepto en Cataluña
y en Canarias, que iba a asaltar los cielos pero ha decidido destruir
las calzadas en las grandes ciudades con cráteres inmensos, que iba
a romper el candado constitucional pero ahora tiene a un cómico
presentando un librito tamaño mini diciendo que hay que cumplir la
Constitución, al estilo Anguita, aunque lo que reivindique sean
artículos meramente declarativos pero no obligatorios. Iglesias, el
que exigíó no se cuantos ministerios para impedir un gobierno de
colación de progres y acaba tratando de convencernos de que lo que
mejor que puede pasar a no se sabe qué cosa (¿la clase, la gente,
los ciudadanos?) es votarle.
En medio de todo esto, ni los que
sobreviven en la desesperación, ni los que cobran algún tipo de
ayuda pública, ni los que aún no llegan a ser mileuristas, ni los
que sobrevivimos dentro de la oscura economía del búscate la vida,
ni los que rebuscan en la basura, ni los pobres de toda condición,
vamos a mejorar ni un ápice de condición si esperamos de todos
estos canallas (incluidos los corruptos de PNV y los sinvergüenzas
indepes de Cataluña, los peores recortadores sociales) algo que nos
dé un solo minuto de esperanza.
La única que nos queda es organizarnos
como clase, pegarnos al que anda tan doblado como nosotros, organizar
la solidaridad desde lo más inmediato y necesario de cada uno, no
fallar al de al lado, consttruir organización, plantear la batalla
allá donde nos afecte, ver que cada lucha concreta debe mirar más allá de esta.
Labels:
C´s
,
elecciones
,
generales
,
Podemos. PP
,
PSOE. trabajadores
,
votantes
,
VOX
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)