SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
Mostrando entradas con la etiqueta Pedro Sánchez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pedro Sánchez. Mostrar todas las entradas
1 de agosto de 2019
EL VÉRTIGO POLÍTICO DE UNOS PACTOS QUE NO FUERON
Por
Marat
"Quien
con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo.
Cuando miras largo tiempo al abismo, también éste mira dentro de
ti" (Friedrich Nietzsche. “Más allá del bien y del
mal”)
A
estas alturas explicar cómo fueron los juegos florales que
precedieron a las dos últimas sesiones fallidas de investidura del
candidato Sánchez o cuáles fueron los pasos que condujeron al doble
fiasco sería ocioso. Quienes hayan seguido el proceso ya tienen sus
propias configuraciones de los hechos en sus cabezas.
Me
parece mucho más interesante tratar de entender cuáles fueron las
motivaciones -frenos en realidad- que llevaron a los dos
protagonistas, Sánchez e Iglesias, principales del frustrado pacto
de investidura a hacerlo fracasar.
El
argumento aireado desde ciertos columnistas de la prensa de derechas
de que Iglesias podría merendarse cuando quisiera a Sánchez en un
gobierno de coalición, dada su supuesta mayor altura política, es
pintorescamente falaz, dado que el Presidente del gobierno tiene
siempre la potestad de nombrar y, sobre todo, de cesar ministros y
hasta vicepresidentes del mismo. Recuérdese el caso de Alfonso
Guerra y de su salida del gobierno González. Lo del menos sería la
argumentación de los motivos, dado que en política, algo que
debiera saberse, las decisiones preceden a las justificaciones.
En
cualquier caso, las crisis de gobierno para cambiar a miembros o
partes del ejecutivo son situaciones que los Presidentes de gobierno
prefieren no verse en la necesidad de afrontar, mucho más en una
situación como la que nos ocupa en la que la derecha y sus medios se
han ocupado de anunciar como de administración débil, dado los
apoyos que necesitaría para su constitución.
Tampoco
parece que el argumento sostenido por Podemos y su entorno,
“reconocido” por el propio Sánchez en noviembre de 2017 en el
programa “Salvados”, espolón de proa televisivo de as progresía,
de presiones por parte del IBEX (parece no haber otro capitalismo que
el que representan estas empresas cotizadas para los progres) para
que Podemos no entrase en el gobierno.
Es
obvio que el capital tratará siempre de potenciar las posibilidades
para formar gobierno a las opciones políticas que más le aseguren
la continuidad en la realización de sus beneficios y de poner
obstáculos a su logro por aquellos que puedan poner en peligro su
acumulación de capital. Pero éste, el de Podemos, no es el caso.
No
lo ha sido en el caso de la Comunidad de Castilla-La Mancha, no lo ha
sido en los gobiernos municipales de Barcelona o de Madrid. En el de
Madrid, la dedicación de la hasta hace muy poco socia de Podemos,
señora Carmena, a reducir el gasto, también sus partidas sociales y
a apoyar el pelotazo urbanístico del plan Chamartín no parecen
medidas que amenacen demasiado los intereses del capital.
Por
otro lado, la constante rebaja programática de Podemos desde su
constitución en marzo de de 2014 indica una constante e incansable
busca de la respetablidad burguesa dentro del supermercado de marcas
electorales.
Si
esto no fuera suficiente, el ejemplo del león griego (como le
denominó Pablo Iglesias en el cierre de la campaña de Syriza en
septiembre de 2015) Tsipras deja claro lo que cabe esperarse de la
denominada “izquierda alternativa”.
Podemos
es, como Iznogud, el califa en lugar del califa. Para entendernos la
socialdemocracia que viene a llenar el hueco dejado por el
social-liberalismo del PSOE, como la llamada izquierda radical
europea hace con respecto a los partidos socialistas. Esto, y no otra
cosa, es la izquierda de la izquierda. Y a estas alturas de la
historia ya debiera quedar claro cuál ha sido el papel histórico de
la socialdemocracia y su desfase actual respecto a un capitalismo que
ya no necesita pacto social alguno, que da por superada la etapa del
Estado del Bienestar y que en realidad es el que gobierna con títeres
interpuestos, sean estos del color asumido que sean.
Al
menos a Podemos, a pesar de la puesta en escena gritona e
hiperventilada de sus huestes (radicales de salón), cabe admitirle
una mayor dignidad que la de la Izquierda Unida de antes de Garzón y
con Garzón, muchos de cuyos miembros se autodenominan comunistas,
insultando a tan digna ideología, al igual que hacen los cabestros
de la extrema derecha cuando tildan de comunista a Podemos. Una
formación cuya autodenominación es la de “la izquierda” no es
otra cosa que socialdemocracia mal disfrazada que intenta legitimarse
desde el voto y su presencia en el circo parlamentario del Estado
burgués. A la altura del siglo XXI los intentos de justificar su
“parlamentaritis” (cretinismo parlamentario para Marx) con el
recurso a la presencia de los bolcheviques en la Duma rusa
prerevolucionaria indica que ni han aprendido las elecciones
posteriores de la historia en cuanto a la “utilidad” que dan las
lecciones a los comunistas y que ellos de tal no tienen nada.
Así
pues, el argumento de las presiones de la CEOE que dio Sánchez para
la no presencia de Podemos en un hipotético gobierno PSOE hace algo
más de año y medio suena a cuerno quemado y a anticipación de la
fase de disculpas cambiantes de estos meses para no integrarle en el
mismo.
En
realidad, los ataques mediáticos a Podemos y a Iglesias desde los
medios de la derecha y la extrema derecha no son tan diferentes a los
que le hacen al PSOE y a Sánchez, a pesar de que este partido y la
izquierda no son otra cosa que una de las patas de la legitimación
del orden político y económico de la burguesía y Sánchez un
cínico sin escrúpulos ni ideología pero con una autoconfianza
digna de mejor causa. Y es que para que la ficción de un pluralismo
real funcione es necesaria una apariencia de tensión sistémica
donde todo es consenso respecto al sistema de dominación del
capital, cuyo instrumento de legitimación es la democracia burguesa,
que cada vez se niega más a sí misma.
El
motivo por el que Sánchez y el PSOE han hecho todo lo posible para
evitar un auténtico gobierno de coalición no es otro que el de
cobrarse la pieza de Podemos y de su dirección, acabando con este
partido, al arrastrarle a unas nuevas elecciones generales.
Unas
elecciones generales que le pueden costar al PSOE y a su secretario
general la presidencia del gobierno, al desmovilizar a parte de su
electorado, harto del espectáculo de estos meses. Pero Sánchez,
animado por esa especie de Rasputín palaciego que es Iván Redondo,
ha visto la ocasión para que los votos perdidos primero por
Zapatero, un patético correveidile de las izquierdas, y después por
el fallecido Pérez Rubalcaba, y guarecidos en Podemos durante estos
años, vuelvan ahora a lo que en el pasado llamaban “la casa común
de la izquierda”, el PSOE. Podemos
ya cumplió su papel de guardar los votos del PSOE y ahora Sánchez
pasa a recogerlos....si le sale bien la operación.
Luego
habrá factores coadyuvantes y añadidos a la decisión de frustrar
el pacto de gobierno de coalición por la dirección “socialista”,
tales como el carácter errático e inestable de Iglesias o la imagen
que pueda contaminar a un gobierno el tener un socio en
descomposición política. Pero todos ellos son de orden menor y no
la razón principal de la teatralización del desencuentro desde el
PSOE.
Asistimos
a una lenta recuperación del bipartidismo, no por la confianza en
los dos grandes partidos (PP y PSOE) sino por la creciente decepción
que van generando los ya no tan nuevos partidos (C´s y Podemos). La
dirección del PSOE añora los viejos tiempos sino de las grandes
mayorías de González sí al menos la del último Zapatero y sabe
que la estabilidad la logrará en buena medida, aunque no en
exclusiva (vuelve a a amenazar una nueva fase de la ya eterna crisis
capitalista en el horizonte, lo que acabará con cualquier veleidad
de incremento del gasto público) mediante mayoría absoluta o
suficiente para gobernar cómodamente. Es la hora de que los votos
del PSOE, guardados durante estos últimos 5 años en Podemos vuelvan
a casa. E Iglesias también lo sabe.
Desde
la actuación de Podemos la razón principal del fracaso de las
negociaciones ha estado en la tensión entre la necesidad de ocupar
“poder” para parar la hemorragia en sus filas y retener el máximo
posible del voto que se le escapa como arena entre los dedos, por un
lado, y por el otro, la intuición de Iglesias de que por mucho
ministerio social que lograse, con contenido o sin él, la podadora
de Bruselas iba a recortar el gasto al máximo -y sin él no el no
hay política social ni reversión de anteriores recortes que valgan-
y los pocos éxitos que el gobierno pudiese materializar los iba a
capitalizar Sánchez y el PSOE y no el coletas ni Podemos, pues el
primero sería el Presidente (él concentra la valoración de una
administración) y el PSOE, por conformar la mayoría de los
ministerios.
Como
la Penélope de la Odisea, que deshacía por la noche lo que tejía
por el día, el Podemos negociador, favorable al pacto y hasta
contemporizador, mostrándose flexible y haciendo concesiones una
detrás de otra (el sacrificio del Mesías redimiendo a los suyos)
era saboteada por poner la entrada en el gobierno muy por delante del
acuerdo programático, las exigencias en público de ministerios
concretos, la demostración ante su auditorio de la desconfianza en
el candidato a socio y la actitud de vigía receloso que exhibe sus
exigencias como modo de control al gobierno, papel que le está
encomendada a la oposición en una sistema de democracia formal.
Ingenuo
papel este último pues no hay mayor vigilante sobre el gobierno, sea
monocolor o compuesto, que el poder fáctico del capital, de sus
medios de opinión, de las instancias judiciales del Estado y de los
poderes en la sombra de los altos estamentos del funcionariado.
La
realidad es que Iglesias temía que, al asumir Podemos sus parcelas
de gobernabilidad adquiriese también la factura del coste social de
carecer de autonomía de lo político para llevar a cabo políticas
sociales con presupuesto real y suficiente en un país
semiintervenido en lo económico desde las altas instancias de la UE
y del capital.
Como
el asno de Buridán que muere por inanición al no saber elegir
entre un montón de avena y un cubo de agua (la versión dominante
habla de dos montones de heno), Iglesias (el “negociador”
Echenique fue solo su brazo tonto o chico de los recados, lo que ha
sido siempre) entró en catatonía y finalmente implosionó en un
fracaso de unas negociaciones (ahora sigue atrapado en el bucle del
gobierno de coalición sin encontrar la puerta de salida) que el
tahúr Sánchez jamás se planteó llevar a buen puerto, pues solo
ganaba tiempo para agotar los plazos y convocar nuevas elecciones,
que ya veremos si no son un fiasco, no solo para Podemos sino también
para el PSOE y el propio Sánchez.
En
realidad, ninguno de los dos actores, Sánchez e Iglesias, cada uno
por distinto motivo, tenía intención real de un pacto de coalición
de gobierno pero, como son malos actores y abusaron de la
sobreexposición de su teatro de vodevil, se les notó demasiado, lo
que ha acabado con la paciencia de un tipo de votante que oscila
entre el cinismo y la penosa ingenuidad de creerse que hay
diferencias reales entre los gobiernos de derecha y de izquierda,
máxime en tiempos de crisis capitalista, en la que el gasto es
absolutamente antagónico con el beneficio y la elevación de la tasa
de ganancia.
Otras
consideraciones de carácter más psicológico, como la mala sintonía
entre los dos machos alfa, la desconfianza mutua, la torpeza de los
negociadores y otros “relatos” queden para los Peñafieles de la
opinión publicada y el chascarrillo fácil.
7 de noviembre de 2018
TRIBUNAL (T) SUPREMO (S), TEATRO (T) DE SABANDIJAS (S)
Por
Marat
El
Tribunal Supremo, una auténtica timba de sabandijas, ha dictaminado
que será finalmente el cliente, como sucedía con anterioridad,
quien pague el impuesto de hipotecas.
Dicen
los mercenarios de la prensa y otros medios de intoxicación que la
decisión ha sido reñida -15 a 13- y para ello han extendido sus
deliberaciones durante 2 días tras el amago de un si pero luego no,
pero después quizá. Toda una representación de una opera bufa.
Lo
que parecía una gracia de las instancias judiciales del Estado
capitalista no ha sido otra cosa que una impostura de “buena
disposición” ante un gobierno de la progresía del hagocomo
quequieroynopuedo, voyperonodemasiado, un interregno entre el PP y
quién sabe qué después. Todo el lío de la tensión en el Supremo
sobre dicho dictamen no ha sido más que una teatralización de una
decisión previamente esperable.
Decían
Marx y Engels, esos revolucionarios “añejos” para los progres
posmodernos y odiosos fracasados para los turboliberales, que “hoy,
el poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de
administración que rige los intereses colectivos de la clase
burguesa”. Y lo decían, refiriéndose al Estado burgués y sus
aparatos de dominación de clase, nada menos que en 1848 en “El
Manifiesto Comunista”. Para
ser unos pensadores y revolucionarios tan desfasados parece que lo
clavaron y que son mucho más modernos y actuales que los progres de
izquierda y los liberales.
En
realidad, como sugerí anteriormente, el debate sobre quién debía
pagar los impuestos hipotecarios era artificial, alimentado de manera
interesada. No nació de una reivindicación sostenida sobre la
musculatura de organizaciones poderosas, ni de un potente movimiento
social, ni de un debate colectivo que permease a la sociedad. Más
bien diría que el hecho de que el Supremo plantease esta cuestión
fue uno de esos globos sonda lanzados para hacer de termómetro del
clima social y, de paso, convertirse con el aldabonazo anunciado en
uno de los más importantes jalones de la frustración del aventurero
“proyecto Sánchez”. Un breve período de desintoxicación de la
basura gubernamental del PP pero sin calado realmente transformador
ni posibilidad de serlo porque no se sustenta en una fuerza social
movilizada que impulse dichos cambios, si es que hubiese habido
interés en hacerlos, cosa que el reformismo nunca ha pretendido. El
objetivo era la mera oxigenación del régimen de partidos, que no
del 78, porque es todo el parlamentarismo el que está afectado en su
credibilidad.
En
cualquier caso, la posibilidad de reformar legalmente el impuesto
hipotecario nació muerta. Es evidente que no existió voluntad de
que fueran los bancos quienes lo pagasen en lugar de sus hipotecados
desde el mismo momento en el que se señaló un límite temporal para
la reclamación del montante económico a las entidades en 4 años
¿Cómo es posible argumentar que si el beneficiario de la hipoteca
es el banco debe ser éste el encargado de pagar dicho impuesto y
limitar temporalmente su aplicación? ¿Puede cesar en el tiempo la
motivación del fallo judicial? ¿En base a qué? El derecho burgués
de propiedad, porque de eso hablamos, el de la vivienda, no es
conculcable en un momento dado. Tampoco las obligaciones que
conlleva. Hacerlo significaría una arbitrariedad y tal cosa por
parte del poder judicial significa nada menos que la prevaricación
de cada uno de los jueces del Tribunal Supremo y del órgano en su
conjunto. Sería el Estado, porque el Supremo es Estado, el
responsable de una arbitrariedad que habría abierto las puertas del
infierno bajo los píes de la banca.
¿Entienden
ahora todo el ruido y la fanfarria mediáticos de estas semanas? El
problema no hubiera sido de 5.000 millones que hubiera supuesto
indemnizar a los hipotecados de los últimos 4 años, una cantidad
asumible por las marcas de la usura, sino el hecho de retrotraer
dichas devoluciones a todos los que pagaron un impuesto hipotecario
¿Imaginan?
La
tentación para muchos puede ser la de decir: “el Supremo la ha
cagado”. No. Esa pandilla de tahúres no da puntada sin hilo. En
una sociedad inerme, desmovilizada, desorganizada, desinformada, una
decisión como la de mantener el “statu quo”
del régimen hipotecario es un clavo más que se introduce en el
ataúd de su derrota y un pasivo terrible en la cuenta del gobierno
Sánchez, por mucho que se diga que el poder judicial es
independiente, que será solo el breve paréntesis entre el PP y lo
que ha de venir. Aunque fuera reelegido Sánchez (ya no hay PSOE sino
Pedro), lo haría con un gobierno, que no programa, porque nunca
existió, mucho más “realista” y dócil con el capital, si es
que no lo era ya bastante.
Mientras
la clase trabajadora no se organice autónomamente frente a todo
intento de venderle siempre el mismo producto, con mejor o peor
maquillaje, no se forme políticamente para no ser víctima de la
mentira, y carezca de proyecto, nos las seguirán metiendo dobladas.
22 de mayo de 2017
GANÓ PEDRO SÁNCHEZ. HAY JUEGO
Por
Marat
Como
estaba cantado, incluso para los medios que afirman que lo hizo
contra todo pronóstico, ganó las primarias del PSOE Pedro Sánchez.
El 50% de los votos que ha obtenido y un 10% sobre el “susaparato”
le permiten, si quiere, la limpieza de la gestora, los desleales y los barones del felipismo no tanto
por necesidad para afianzar su secretaría general -no le creo tan
inteligente- sino por venganza política, esa pasión de la que tanto
sabemos desde Shakespeare.
El
terremoto más importante que ha sucedido desde que Rajoy ganó las
elecciones ha sido el triunfo de Sánchez.
Todo
el espacio mediático, político y económico se había conjurado
contra Sánchez. Era de esperar. Y no lo ha hecho porque sea un
peligroso izquierdista. No llega ni a opositor a aspirante de
ayudante de primero de socialdemocracia. Pero es un tipo que puede
crear inestabilidad política, algo tan nefasto para la reproducción
del capital. Ya se sabe que el dinero es cobarde y necesita de la
tranquilidad que da un gobierno y un parlamento convertidos en algo
tan plácido como una mesa camilla con brasero incorporado. Y esa
tendencia de Sánchez a la contradicción, el arrebato Braveheart,
seguido luego discursos que apuntalen la paz social, a decir una cosa
hoy, otra mañana, y todo lo contrario a las dos afirmaciones
anteriores al día siguiente, es sobradamente conocida por los medios
de comunicación, los aparatos de los partidos del sistema -todos los
parlamentarios- y por el capital.
Sánchez
no es un tipo fiable. Eso es lo que me gusta de él. Es un sujeto
que pasó de admirar a Valls a declararse socialista, luego
socialdemócrata, que ha cambiado su programa tantas veces como ha
creído conveniente, que carece de otra ideología que no sea su
oportunismo y que es un tipo muy a gusto con el estado actual del
capitalismo.
No
voy a entrar en que Susana Díaz estaba aún más de derecha, una
individua folklórica que en el PP estaría como pez en el agua ni en
el papel de patético susanista bajo cuerda hecho por López para
restar avales y votos a Sánchez.
¿Por
qué me alegro del triunfo de Sánchez?
La sociedad española,
especialmente la clase trabajadora, ha perdido la
esperanza. Vota por inercia y a la contra, más que por convencimiento en los elixires que le ofrecen los vendedores de peines para
calvos. Sabe que gobierne quien gobierne, seguirá padeciendo
recortes, limitaciones en su nivel de vida, pobreza en amplios
sectores sociales, miedo al futuro de sus pensiones. Ya hubo una
Syriza en Grecia y un Hollande en Francia. A los Moises de pegote Varoufakis y Melenchon, que vagan en un desierto hacia la nada, hay que darles de comer aparte.
Pero
es necesario, desde una perspectiva revolucionaria, ver cómo afecta
la vuelta de Sánchez al centro del juego político del supermercado de marcas electorales.
Podemos,
como la purrela de Ciudadanos, es un elemento más del sistema
político de la burguesía. Eso independientemente de lo que algunos
hemos dicho desde hace mucho tiempo sobre dicho partido o respecto a
cómo fue aupado Pablo Iglesias por sujetos como Julio Ariza, en su
televisión, Intereconomía, durante todo un año.
La
realidad es que vivimos bajo la dictadura “democrática” de la
burguesía. Ningún partido cuestiona el sistema económico de
dominación, ni la necesidad de acabar con la Unión Europea por
irreformable, ni la broma de un sistema político que jamás legisló
ni legislará contra el capital, porque defenderlo está en su
Constitución y en el código genético de todos los partidos
parlamentarios. Todos ellos forman parte del bloque de partidos de la burguesía.
Pero
el momento político actual pone en cuestión no solo al gobierno del
PP y su corrupción sino la credibilidad del conjunto de los
partidos parlamentarios.
Pedro
Sánchez dijo no a Rajoy y a lo que su partido significa. Él o el
PSOE no son mejores pero su campaña para volver a la secretaría
general de su partido se basó en el “no es no”. Pedro
Sánchez es cautivo de su palabra. Si la traiciona hundirá al PSOE
definitivamente. Si la mantiene y hace oposición parlamentaria real,
la inestabilidad de este gobierno en minoría estará asegurada.
El
problema para Sánchez es que la oposición parlamentaria como
partido “serio y solvente” del sistema no le será suficiente.
Enfrente tiene a una partida de cómicos dirigidos por un showman de
la política que empieza a flaquear (6.000 asistentes a su happening
en Sol el sábado 20 de Mayo no son demasiados, por muchos autobuses
a Madrid que fletes) pero que no dudará en hacerle una guerra no declarada, poniéndole ante sus propias contradicciones de oposición limitada. Y las de Sánchez son muchas. No le bastará con
proponer derogar las medidas antisociales del PP sino las de
Zapatero, si quiere ser creíble en su supuestas medidas
antiausteridad. Y además, aunque las traiciones y puñaladas de
pretendidos aliados que decían quererle como Presidente de gobierno, imponiéndole su parte ministerial en una falsa propuesta de pacto, enseñan más que las victorias, lo
cierto es que El Coleta no maneja mal del todo su capacidad de
condicionarle y de situarle entre la espada y la pared.
Veremos
que eso acabará afectando a los sindicatos del régimen, que se
verán forzados a aparentar cierta voluntad de calle, como siempre la mínima que
puedan y con sordina, pero que contribuirá a generar ruido en el contexto de un gobierno que puede acabar con sus máximas cabezas encausado
penalmente. Y ello podría suceder en un momento en el que las luchas de
colectivos de trabajadores al margen de los dos sindicatos verticales
está cogiendo velocidad y fuerza. No es el mejor escenario de paz
social y estabilidad política que necesita el capital para continuar
ejerciendo su vuelta de tuerca contra la clase trabajadora y para
recuperar su tasa de ganancia.
Pero
además, como las direcciones de CCOO, UGT, PSOE (independiente de la
que se conforme a partir de ahora), Podemos e IU están compuestas,
desde la cúspide hasta los comités locales, por un atajo de
oportunistas prosistema sin escrúpulos, por mucho que cacareen otra cosa, el hipotético adelanto de unas elecciones que perdiera el
PP y que permitiera formar gobierno al PSOE y a sus “aliados”
potenciales, solo traerá más deslegitimación de la farsa democrática y del sistema de
dominación burgués. El hundimiento posterior a un gobierno de
progres sería un mazazo sobre los partidos que lo conformasen, una vez que continuasen con las políticas de recortes sociales y de conquistas de la clase trabajadora. Esto permitiría cierta
posibilidad de construir organización propia y autónoma desde la clase trabajadora con un proyecto claro de clase contra clase.
Un añadido positivo a la competencia de los dos partidos progres por
ocupar el espacio del PSOE del 77, y colarnos una segunda transición, es que el discurso neofalangista de un
Podemos al que se le llena la boca de patria, pueblo y acusaciones
de vendepatrias, sería frenado en seco. A poco que Sánchez se viera obligado a parecer lo que no es, un socialista, volveremos a escuchar
otra retórica política distinta a la que hace un Podemos que está
alfombrando el campo semántico de un fascismo que aún no ha
aparecido como amenaza organizada y potente en España pero que pugna
por asomar su cabeza a través de grupúsculos cada vez más
extendidos y activos por todo el país.
Sí,
la victoria de Sánchez puede abrir juego para la clase trabajadora,
especialmente por la contradicción entre las palabras y los hechos.
11 de julio de 2016
LOS POLÍTICOS DEL RÉGIMEN SE BURLAN DE LA SOBERANÍA NACIONAL EN LA BASE USA DE ROTA
Por
Marat
Ayer Mariano Rajoy tuvo su media hora de "gloria" en la TVE con su amado
dueño, Barack Obama, en una escena del sofá presentada en directo
para todos los españoles, y Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro
Sánchez fueron a rendir pleitesía a su Emperador en suelo
americano, la base Militar de Rota.
Las
bases norteamericanas en España son una cesión de soberanía
nacional ante la que los patriotas de hojalata que afirman que
Gibraltar es español no sienten el peso de la humillación. Tienen
tan interiorizada su perenne genuflexión ante una OTAN agresora de
pueblos y ante un Imperio, en decadencia pero aún fuerte, que debe
parecerles de lo más normal ir a llevarle oro, incienso y mirra a
uno de los mayores genocidas de la historia del imperialismo
norteamericano.
En
total, el Emperador dedicó 10 minutos al trío de la infamia
-Iglesias, Rivera y Sánchez-, los candidatos a pajilleros
eggggpañoles del próximo César.
Sé,
por una cocinera española infiltrada en la base, que se venga
patrióticamente del desdén USA, echándoles a los soldados en la
paella [me ha contado que les gusta mucho] tropezones de cazcarrias
que se extrae su marido de la nariz, y que ella acumula
cuidadosamente dentro de cajas de Starlux, que la recepción debió
de ser algo así:
-Bueeeeeenasssss
(ante la puerta de la base, recibidos por un marine de aspecto
gorilesco y cara de buen comedor de hamburguesas MacDonald´s),
venimos a saludar a Barack Obama [la frase seguramente fue dicha por
Pablito Iglesias, alias PIT, que no Brad, que es el que más
desparpajo, ansia de protagonismo y menor sentido del ridículo tiene
de los tres]
-Vayan
pasando por el arco detector de metales con los brazos en alto,
pollos, y dejen sus pertenencias en estas bandejas, diría el marine
con cara de desprecio indisimulado.
-Pero
es que yo le traigo como presente un libro dedicado por mí sobre la
Brigada Lincoln en nuestra guerra -aduciría Pablito, iniciando un
mohín de tímida y ahogada protesta-.
-Bueno,
déjelo ahí -respondería el marine encogiéndose de hombros,
señalando un contenedor de basura, mientras arrancaba la hoja de la
dedicatoria para llevársela a su jefe-. Ramires -diría el marine,
por el walkie talkie que descolgó de su cinturón-, te mando para
allá tres pollitos mexicanos-, dejando claro que andaba un poco
desorientado geográficamente respecto a la ubicación del conato
frustrado de país que rodeaba la base-. Pásalos por la sala de
desparasitación -añadió, mirando de reojo con cara de desconfianza
al de la coleta que, para la ocasión se había puesto un bonito
coletero morado- antes de llevarlos al jefe, ¿okay?
Del
resto de la recepción no me ha pasado datos mi infiltrada en la base
militar, ya que no tiene acceso a la sala noble de la misma, pero
seguramente transcurriría en un ambiente de feladoras palabras al
Emperador, competencias por ser elegido el más lameculos de la
comitiva por parte del mismo y empalagosos tonos vocales destinados a
llegar a su corazón.
El
Presi, tras dedicarles 10 minutos entre los tres, concluiría,
asqueado de tan bajo pelotilleo, con aquello de “Sea cuál sea el
Gobierno [entrante], España seguirá siendo un aliado sólido”…y
una provincia más de nuestro Imperio, habitada por gilipollas [la
palabra la conocen bien los yankees; es La Macarena internacional del
insulto] sin dignidad, que creen que estamos en él para protegerles
de unas guerras que provocamos por nuestra cuenta y en nuestro
beneficio y en la que ponen los muertos los atacados y la población
civil de los pseudopaíses que nos acompañan en nuestra empresa.
No
soy en absoluto nacionalista ni patriota, sino un español menos que
tibio que se considera internacionalista. Por tanto, nadie busque en
este exabrupto de urgencia otra cosa que el asco más infinito contra
sus cuatro primeras espadas políticas y contra un pueblo con alma y
cerebro de esclavo que, en lugar de manifestarse contra la OTAN, sus
guerras y sus bases militares en territorio cedido por el dictador
Francisco Franco a otro Emperador norteamericano para protegernos del
“peligro comunista” de la Unión Soviética, ha preferido seguir
mirando para otro lado y congratularse de que, posiblemente aumente
la afluencia de turistas USA al país, para que haya más empleos de
camareros, mientras los sucesivos “políticos” de los “gobiernos
democráticos” herederos del franquismo hacen de croupiers en las
mesas de la ruleta del deshonor y la indignidad.
Afortunadamente,
ni los podemitas, que han nombrado al bombardero y amigo de los
intereses de EE.UU., Julio Rodríguez, su responsable de asuntos
militares, ni sus patéticos socios de IU aparecieron por Serrano
mientras unos pocos nos manifestábamos en defensa de la dignidad
antiimperialista. Sólo andaba por allí el imbécil de Jaime Pastor
y cuatro pipiolos de la UJCE en su indigno papel de soplar y sorber a
la vez. Si llega a aparecer alguno más conocido de ellos, como
Garzón o Monedero, igual se habían llevado un par de hostias.
Labels:
Albert Rivera
,
base militar norteamericana de Rota
,
burla
,
imperialismo
,
indignidad
,
Obama
,
Pablo Iglesias
,
Pedro Sánchez
,
soberanía nacional
23 de enero de 2016
TRAS LA OFERTA DE GOBIERNO DE PODEMOS AL PSOE A USTEDES AÚN LES PARECE QUE SON DISTINTOS, ¿VERDAD?
Por
Marat
1.-"Descastizando
y desmierdizando" al PSOE que es gerundio
No
es que el PSOE haya sido de un plumazo definitivamente “descastizado”
por el acto de autoproponerse Pablo Iglesias como vicepresidente de
un gobierno presidido por Pedro Sánchez; es que en ese mismo acto ha
sido literalmente “desmierdizado”¿Recuerdan aquello de “PSOE y
PP la misma mierda es”? ¡Ah que eso lo gritaba el 15M! Pero ¿no
se reivindicaban tanto Podemos como IU, cuyo candidato Garzón ya ha
respondido positivamente a la propuesta de Iglesias, del 15M? ¿Acaso
los líderes de Podemos y Garzón no estuvieron en el 15M?
Y
lo más divertido de todo es que el señor Pablo Iglesias presentó
esta propuesta a Felipe VI de Borbón antes que al principal
interesado, Pedro Sánchez, lo que debiera despejar toda duda acerca
de que se trate de una “jugada maestra” para que el invitado a
ser Presidente con sus votos se sienta tan presionado que lo rechace
por forma e intenciones. No parece en absoluto que esa sea su
intención ni por la forma (presentar la propuesta al rey y luego, al
salir del encuentro, anunciarlo ante los medios de comunicación ni
por los intereses que se dirimen en tal apuesta.
En
primer lugar, el interpelado Sánchez ha demostrado sobradamente sus
esfuerzos, contra buena parte de sus barones, por encabezar ese
gobierno, arriesgando incluso su propia cabeza (que solo puede salvar
siendo Presidente del Gobierno o ganando una próximas elecciones si
las hubiera y llegase a ser candidato) y la unidad del partido,
bastante quebrada.
En
segundo lugar, si Iglesias tensase demasiado la cuerda del acuerdo,
de modo que lo hiciese imposible, mientras Sánchez ha mostrado desde
el primer día su intención de negociar, y ello provocase unas
nuevas elecciones, puede que los resultados no le fueran tan
favorables y que los beneficiados de ellas fuesen el PP, al demostrar
la oposición su falta de capacidad para entenderse, y el PSOE, al
transmitir la idea, muy bien trabajada por Sánchez, de que no fue
por ellos por lo que fracasó tal intento.
En
tercer lugar, las confluencias con sus socios actuales no han sido
precisamente una balsa de aceite, especialmente en el caso de
Compromís que no se ha integrado en la disciplina del grupo podemita
del Congreso. Posiblemente, unas nuevas elecciones sólo pudieran
acentuar esa tendencia “disidente”, aun cuando se volviesen a
presentar unidos.
En
cuarto lugar, nada asegura que Podemos no haya alcanzado su techo.
Les sugiero que no hagan demasiado caso a las encuestas que puedan
afirmar que sí porque ya quedaron desacreditadas suficientemente en
su momento. Quienes piensan que podría comerse todo el espacio de IU
deben tener en cuenta lo siguiente:
-
Para ello, IU debiera en primer lugar no presentarse a las elecciones. Y no es seguro que tomase tal decisión porque sería negativo para las intenciones de casi toda su dirección federal y de la del PCE de encontrar un sitio calentito y seguro en la dirección de Podemos dentro de unos meses. Si uno quiere venderse por un buen precio ha de demostrar que lo vale y eso pasa por darse a valer, lo que unas elecciones que volviesen a darles representantes, por pocos que estos fuesen, reforzaría tal intnción.
-
De no presentarse a las elecciones no es seguro, ni mucho menos, que los votantes de IU en las pasadas elecciones dieran su voto a Podemos. Demostraron entonces que no se reconocían en tal formación, ello a pesar de la voluntad de su candidato, de la dirección de la organización y de los organizadores de su campaña de vestirse de podemitas en sus formas y en la elección de un ropaje (Unidad Popular) absolutamente desideologizado. Los raptos de “izquierdismo” de Garzón en la pasada campaña eran sólo modos de buscar el voto entre los sectores que pudieran votarles: los más ideologizados dentro de unas bases sociales muy desideologizadas en general. En una nueva convocatoria electoral gran parte de los votos que tuvo IU podrían irse a la abstención y ella beneficia sobre todo a los partidos más votados. Recordemos que los asaltacielos sólo asaltaron el tercer puesto en la carrera por la Moncloa.
Pero
volvamos a la cuestión de si el PSOE y Podemos son, de verdad, dos
opciones ideológicas distintas.
En
julio de 2014 escribí un artículo titulado "Guárdame
los votos, Pablo, que en unos meses pasaré a recogerlos. Pedro
Sánchez". En
dicho texto venía a sostener la tesis de que Podemos era un granero
para guardar los votos del PSOE, no para quitárselos, y que
posteriormente dichos votos volverían al PSOE. Lo cierto es que no
ha ocurrido de un modo directo, si bien Podemos no supero al PSOE
sino que quedó en tercer lugar. Pero lo cierto es que la propuesta
de investir Presidente a Pedro Sánchez mediante los votos
parlamentarios de Podemos viene a parecerse mucho a esa tesis, aunque
para ello hubiese de pactarse algunas condiciones de Podemos y muchos
cargos, que de eso se trata antes que de cualquier otra cuestión.
Desde
Julio de 2014 a hoy mucho agua ha corrido bajo los puentes de Podemos
y del PSOE.
En
primer lugar, las veleidades de sorpasso quedaron atrás en el mundo
podemita.
En
segundo quien compare al Podemos reformista de entonces, y no digamos
nada si lo hace con el de las elecciones europeas, con el de ahora y
su programa creerá estar ante dos partidos distintos. Pero son el
mismo. Las diferencias ideológicas entre un reformismo del sistema
vía Podemos y las de un Podemos absolutamente entregado a los
mercados, el IBEX35, la OTAN, la UE y la monarquía son las mismas,
lo que garantiza sus proximidades al PSOE, que no sé porqué es
PPSOE para los podemitas, cuyos votos vienen sobre todo de allí, y
no es PSOE2 su partido.
Al
fin y al cabo, en el paso de las posiciones contrarias a la OTAN,
favorables a la República y al derecho de autodeterminación de
Cataluña y de Euskadi, el PSOE hubo de invertir varios años y para
cambiar alguna de esas posiciones hubo de llegar al gobierno.
Podemos, por su parte, ha renunciado a todas ellas (sí, ya no hay
líneas rojas, ni siquiera la del referéndum) en cosa de unos meses
(en la cuestión el referéndum en un mes) y por supuesto sin
llegar al gobierno, ni siquiera acercarse por méritos propios que no
fuesen una coalición postelectoral con el PSOE.
Conviene
ver algunas de las personas propuestas por
Pablo Iglesias para formar
parte del gobierno de coalición PSOE+Podemos+IU, que Garzón ya ha
dicho que sí, mediante el procedimiento que toca: twitter. Los
órganos de dirección de IU ya tal. Lo importante son los del
candidato.
-
Julio Rodríguez; Mr. OTAN, señor JUJEM y bombardero sobre Libia. Fue máximo jefe del ejército español con Chacón, durante el gobierno de Zapatero. Imaginen para qué Ministerio le propondrá Iglesias.
-
Carolina Bescansa: próxima al PSOE en el pasado, a través de su pertenencia al grupo demoscópico dirigido por Julián Santamaría, máximo sociólogo de este partido.
-
Íñigo Errejón: máximo exponente de las tesis partidarias de pacto con el PSOE dentro de Podemos e hijo de José Errejón, hombre que ocupó altos cargos con el PSOE, que también con la UCD.
-
Victoria Rosell: Miembro de Jueces para la Democracia, entidad próxima al PSOE. Pareja del ex jefe de prensa del PSOE en Canarias, Carlos Sosa Báez
-
Pablo Iglesias Turrión: Partidario cuando era asesor, cobrando, de IU de acuerdos postelectorales PSOE+IU. Hijo de un ex reconocido miembro del FRAP, que tras su detención fue defendido por José Bono, alto jerarca del PSOE en los gobiernos González y Zapatero y propiciador de la famosa cena entre Iglesias y Zapatero.
2.-¿Qué
significado tiene esta propuesta de acuerdo?
El
PP y Mariano Rajoy son dos opciones quemadas para el capital. Su
gestión la crisis capitalista ha sido enormemente útil a su opción
de clase pero no está acreditado ni
legitimado socialmente para
continuar con una vuelta de tuerca que hoy piden tanto Bruselas como
el FMI.
Su
gestión de las tensiones territoriales ha sido nefasta. Su
papel de partido nacionalista español y su negativa a actuar en
algún sentido, fuere el que fuere, ante el órdago secesionista en
Cataluña, es una auténtica fábrica de independentistas en
distintos territorios del Estado.
El
momento económico español aún mantiene inercias de crecimiento que
son antagónicas con la tendencia mundial hacia una gran segunda
depresión dentro de la crisis capitalista mundial. La insistencia de
los medios de desinformación del capital (todos los medios no
alternativos) de culpar a la demora de los políticos en formar
gobierno en cualquier posible efecto negativo de la política en la
economía tiene un doble objetivo:
-
Negar que las políticas económicas procíclicas tengan algo que ver en el próximo impacto de la crisis capitalista, en un Estado con una deuda cercana al 100%.
-
Favorecer la imagen, más que real, de desgobierno por parte de un PP incapaz de encontrar socios que favorezcan la investidura de Rajoy, que ya ha desistido.
El
capital necesita una opción de gobierno que le permita continuar
en su intento
de
recuperar su tasa de beneficio, más que afectada en sentido global,
a pesar de los beneficios de ciertas grandes compañías y sectores.
Para
ello necesita lograr varios objetivos:
-
Un gobierno estable, capaz de garantizar la paz social, ante la inminencia del recrudecimiento de la crisis. Que ésta es inminente lo podemos ver en 3 ejemplos concretos: el despido de Tragsa (gigante en el mercado medioambiental) de 555 de sus trabajadores mediante ERE, el hundimiento de Abengoa, gigante del sector energético, afectado por la suspensión de proyectos internacionales en un mercado contractivo, la suspensión de actividades por tiempo indefinido de la planta de producción de acero de Arcelor Mittal de ACB (Acería Compacta de Bizkaia) -335 trabajadores- debido a la contracción mundial de la demanda de productos semifacturados, crisis agravada por la fuerte competencia China y la guinda del pastel: próxima reestructuración del sector bancario español que prevé reducir su plantilla en 35.000 empleos.
-
Asegurar la desmovilización social y política, hasta hoy asegurado por el sindicalismo sistémico de CCOO y UGT, y que, la inclusión de Podemos en el gobierno potenciaría en grado extremo, dado el “sentido de Estado” manifestado en varias ocasiones por su líder Pablo Iglesias.
-
La continuidad de la unidad del mercado español, lo que significa dar una solución “relativamente” satisfactoria a los sectores soberanistas, en primer lugar en Cataluña, lo que reconduciría significativamente al situación, especialmente reorientando los restos de Convergencia Democrática de Cataluña hacia soluciones “más realistas”. En esta cuestión lo fundamental es ganar tiempo para la gran burguesía española y catalana (ésta última no secesionista en su gran mayoría). 30 o incluso 20 años más de pax catalana serían una bicoca. Reforma federal como sugería el fallecido Rubio Llorente y que Podemos estaría en condiciones de favorecer, tras su pastoreo de buena parte del independentismo catalán, vasco y gallego.
-
Desprestigiar la idea de izquierda, ya bastante dañada por la practica reformista y prosistema de los partidos mayoritarios que se reclaman tal -objetivo real para el que ha nacido Podemos- y, de cualquier expresión políticamente organizada de la lucha de clases. Si la prensa de la caverna fascista acusa a los podemitas de comunistas -algo tan cercano a la realidad como la condición de socialista del PSOE- a ver quién es el guapo que en el futuro se reinvindica comunista y denuncia la falsedad de aplicar este término a sujetos de la catadura del señor Iglesias y su troupe. Será una tarea de titanes, imprescindible y obligado, pero muy cuesta arriba hacer esto.
Y,
más allá de las apariencias y la fanfarria de alarmismos
empresariales mediáticamente sobreactuados, a este objetivo de un
“gobierno de progreso” se sumará el capitalismo español porque
le van muchos beneficios en ello. Quien crea que habrá
reversibilidad de leyes laborales, de pensiones, derogación del
artículo
135 de la Constitución española y de la LOEPSF
que la desarrolla, así
como del Tratado
de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y
Monetaria del
que ambos emanan,
blindaje
de derechos sociales, negativa a acatar el TTIP, referéndum catalán,
etc.,
es que pretende justificar su posición pusilánime y claudicante
bajo el formato de “ilusión” y confianza en quienes son el
referente español de Syriza (Podemos e IU)
Sin
la derogación y denuncia de las 3 leyes de austeridad fiscal citadas
no hay dinero que valga para blindar derechos social alguno ni para
derogar leyes de pensiones y laborales, señores, porque cuesta
dinerito y el grifo de él lo tiene el BCE, excepto que se intente
vía impuestos a las familias y empresas con mayor capital pero eso
no nos vamos a creer que PSOE+Podemos+IU lo hagan ¿o sí y nos
creemos que los Reyes/Reinas Magos/Magas existen?
Lo
que obtendrá la clase trabajadora española de tal gobierno es unos
rejonazos como los que ha obtenido la clase trabajadora griega de
parte del gobierno de Syriza. Y no vale la cantinela pablista de
decir que España no es Grecia porque la economía también en España
se va a poner muy mal y las medidas que tomen PP o un gobierno
alternativo al mismo serán las mismas, las que dicte el capital que
ya ha votado. ¿O se creen ustedes que si no lo hubiera hecho en un
sentido concreto Mariano Rajoy no tendría ya hoy a estas alturas el
voto de Ciudadanos? ¿No era Ciudadanos la opción del IBEX35?
Pues
bien, visto lo visto y lo que hemos de ver, yo por mi parte afirmo
que al igual que hasta ayer se decía “PSOE y PP la misma
mierda es” hoy ya es posible,
y dentro de unos meses mucho más, decir que “Con Podemos, IU y
PSOE la misma mierda tenemos”.
Labels:
Alberto Garzón
,
estela de Syriza
,
estrategia del capital
,
Gobierno de Progreso
,
Iglesias Vicepresidente
,
IU
,
Ministros de Podemos
,
Pablo Iglesias
,
Pedro Sánchez
,
Podemos
,
PSOE
25 de mayo de 2015
TRAS EL 24-M, VUELVE EL ZAPATERISMO SIN ZAPATERO
Por Marat
“Zapatero
se ha convertido en un referente progresista mundial” (Tesis
doctoral de Pablo Iglesias Turrión)
Las
elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo 24 de Mayo
muestran un vuelco muy mayoritario del mapa institucional español y
anticipan una más que posible debacle del PP en las elecciones
generales próximas.
El
hartazgo social ante una corrupción sistémica, mucho más que ante
las draconianas medidas de austeridad, recortes sociales, altísimos
niveles de desempleo y gran extensión de la pobreza en el país, lo
ha hecho posible.
Aunque
Barcelona y Madrid capital son, a primera vista, las más llamativas
expresiones del llamado cambio, frente al que en la gran mayoría de
las plazas del territorio del Estado español no bastaría para
impedirlo una alianza con Ciudadanos, lo cierto es que la sustitución
de siglas es casi total.
Quisiera detenerme
en primer lugar en el caso de Barcelona capital que, junto con los
tres territorios históricos de Euskadi han experimentado el efecto
del caballo de Troya “empoderado”, el cuál ha servido para
debilitar la opción soberanista. En el caso de Bildu, les imagino
arrepentidos de su coqueteo con Podemos. El españolismo patrio nunca
ideó mejor invento.
Barcelona, con el
éxito de la candidatura encabezada por Ada Colau, ha supuesto un
mazazo formidable sobre la cabeza del convergente Trias, si bien no
ha cambiado tanto el peso nacionalista, en sentido amplio, de otros
municipios de Cataluña, donde el soberanismo incluso se refuerza. En
cualquier caso, el hundimiento en las cuatro provincias del PSC, ya
visible en otros comicios, y la atomización del voto barcelonés son
dos cuestiones a tener en cuenta. Respecto a la segunda cuestión, la
elección de la persona que encabezará la alcaldía de Barcelona
pondrá a prueba la tensión entre el eje “izquierda”-derecha y
el del nacionalismo catalán vs. nacionalismo español.
El caso de Madrid
merece un tratamiento particular porque la previsible no investidura
de la capital de una Esperanza Aguirre, que bien pudiera acabar su
carrera política imputada por corrupción, derrotada por una más
que posible coalición de la marca blanca podemita (Ahora Madrid) y
el PSM, tiene que ver más con el fantasma de Tierno Galván
reencarnado en Manuela Carmena, y con las “habilidades” de la
Condesa consorte de Bornos para pisar callos, hacer el ridículo sin
sentido del mismo, emplear un lenguaje matonesco y crearse enemigos
tanto fuera de su partido como dentro de él, que con unas supuestas
cualidades de arrastre de Podemos sobre unas marcas blancas que le
darán muchos quebraderos de cabeza en los tiempos venideros. Ya se
los han dado en muchas localidades primero a los electores que
buscaban al partido del circulo morado y se hallaban con una sopa de
nombres (Ahoras varios, algunos Ganemos, EnComunes diversos,
Sísepuedes y mil nombres más).
La prueba de que el
arrastre carismático de Manuela Carmena nada tiene que ver con el
peso real de Podemos en estas elecciones es que por lo que respecta
a los resultados de las municipales el desplazamiento del PP por el
Gobierno no pasará por este partido y sus comparsas -con la
excepción de Cádiz- sino por el PSOE de Pedro Sánchez, que ayer
prácticamente alcanzó al PP en votos y porcentaje.
Lo mismo cabe decir
de los resultados de las autonómicas, donde Podemos ha quedado no
como primera fuerza en ninguna Comunidad Autónoma, ni como segunda,
sino como tercera. Parece que La cara de Pablo Iglesias en su
comparecencia en tv era un poema.
Sabemos ya que Echenique, conato frustrado de Richelieu, no será presidente de Aragón, ni el sibilino Montiel, desplazado a colista (el quinto) de entre los cabezas de candidatura electos en la Generalitat Valenciana. Tampoco el mediocre José Manuel López, a 10 escaños de distancia del opaco Gabilondo, el cuál posiblemente no logre alzarse con la Comunidad de Madrid, dado que la suma de escaños de PP y Ciudadanos da la mayoría absoluta
Sabemos ya que Echenique, conato frustrado de Richelieu, no será presidente de Aragón, ni el sibilino Montiel, desplazado a colista (el quinto) de entre los cabezas de candidatura electos en la Generalitat Valenciana. Tampoco el mediocre José Manuel López, a 10 escaños de distancia del opaco Gabilondo, el cuál posiblemente no logre alzarse con la Comunidad de Madrid, dado que la suma de escaños de PP y Ciudadanos da la mayoría absoluta
La frase de Pablo
Iglesias en dicha comparecencia de “nos hubiera gustado que el
desgaste de los grandes partidos fuera más rápido” corrobora,
fanfarronadas aparte sobre
el carácter histórico del 24M y sobre
ser “la palanca del cambio”
-¿o será el palancanero?-,
que sabe muy bien el papel que le toca a partir de ahora: el de
escudero muletero del PSOE.
Desde
el mismo día 25 de Mayo sonarán los teléfonos para ir avanzando
sobre lo tratado en las primeras conversaciones de las últimas horas
del 24, habrá reservados en restaurantes en los que se escuchen
risas y susurros, el chalaneo será moneda de cambio, se producirán
ofertas y contraofertas, personajes
que habían pasado a segundos y terceros planos cobrarán relevancia
en el acercamiento de voluntades y como muñidores oscuros de
pactos. Se
dirá mucho, off the record, eso
de “te rasco tu espalda si
tú rascas la mía”. Intercambio de cromos y negociación de
sillones, vaya. Cádiz capital por la Comunidad de Andalucía y
Madrid capital por el
resto de capitales y de
CCAA donde la suma de la rosa y los círculos lo haga posible. En el
caso de la Comunidad de Madrid Ciudadanos sopesará con qué posible
aliado puede rascar más, si con el PSOE o con el PP. Claro que una
carambola a tres bandas
también con los podemitas,
lo mismo le hace un roto al
tapete de la mesa de billar
de su base electoral.
A
la plebe se lo venderán con un lazo muy bonito de “gobiernos de
progreso”, regeneración, transparencia, cambio de rumbo en la
política económica, servicios, protección a los más débiles,
“reversión” de las privatizaciones realizadas en Ayuntamientos y
Comunidades Autónomas. Ah, no, lo de la reversión, cuando mejore la
economía porque se necesitarían enormes partidas
extrapresupuestarias para indemnizar a los sectores empresariales que
hicieron su agosto con las privatizaciones de los servicios públicos.
¿En
qué quedó aquello de PPSOE, de “PSOE y PP la misma
mierda es” o de la expresión
delicadamente enunciada por el ex afilado del PSOE, Monedero ,“el
PSOE y el PP no son la misma mierda pero cagan parecido”?
El PSOE ha sido milagrosamente “des-castizado” pero
aún nadie nos lo ha anunciado públicamente. ¿O es algo aceptado
tácitamente por los votantes del PSOE y de Podemos partidarios del
pacto por “el cambio”? La política es el arte predilecto de los
cínicos.
Bueno
pero, si va a cambiar su política, el PSOE “bien vale una
misa”...o 100.000. Todo “por el cambio y la gobernabilidad”. ¿O
será por pillar cacho, ya que cielo se va a tener que tomar no por
asalto, ni por consenso sino por pacto? Ya
que lo viejo tarda mucho en
“doblar la servilleta”
(morir), si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Quizá
a más de uno se le nuble la vista y se le corte la sonrisa de
ensueño pensando en su nuevo despacho cuando, al llegar a tomar
posesión del mismo, se encuentre sobre la mesa una nota que diga “la
caja está vacía” y al abrirla, para comprobar si es cierto, se
encuentre en
ella sólo una araña que cuelga de su tela emulando a Tarzán en su
liana. De
momento, el
Gobierno en funciones de Fabra en la Generalitat Valenciana lo ha
dejado hasta por escrito el mes pasado. Y el Ayuntamiento de
Madrid tiene 5.000 millones de deuda. Presumo
que la inmensa mayoría de Ayuntamientos y CCAA no goza precisamente
de una economía muy boyante.
¿Qué
dará entonces el “pacto de progreso” a los empoderados votantes,
a esa “gente”, y a esas “personas” que no parecen pertenecer
a clase alguna que no se reconozca en una media venida a menos?
De
momento, como me decía el otro día por teléfono un amigo muy
apreciado, cambio de caras, que reconforta -han ganado “los
nuestros”-, un poquito de justicia, con cuentagotas, no vaya a
sentar mal, mandando a unos cuantos enchufados al paro para poner a
otros, y trans-parencia, mucha trans-parencia que, andando el tiempo
se verá que es más a-parente que real. Durará lo que dura un
bonito cuento narrado a infantiles mentes antes de despertarlas con
alguna pesadilla.
Cuando
se den cuenta, pasadas unas elecciones generales que volverá a ganar
el PSOE, practicando un zapaterismo barato de ese que amaga por la
izquierda y pega por la derecha, que aprueba medidas de bajo coste o
gratuitas, que no cambia nada en lo esencial, que no lleva más que a
un nuevo giro de la noria de la eterna transición hacia el mismo
punto de partida, que de constituyente no tiene ya ni el nombre
porque apenas se escucha ya, y que de recuperación de derechos
sociales perdidos nada de nada, el despertar producirá la misma
resaca que produjo el período que va de los primeros ayuntamientos
democráticos hasta varios años después del triunfo del PSOE de
Felipe González: una gran paz social, producto de una enorme
desmovilización, por absorción institucional de los líderes
sociales y por exceso de confianza en la sustitución de la calle por
las urnas.
La segunda transición, así lo titulan los medios, ha comenzado, pero ésta es 2.0, con palmeros tuiteros, unos sospecho que profesionales y otros con muchas ganas de llegar a serlo. Mientras tanto, las calles han sido vaciadas. Esto funciona muy bien cuando el personal busca salvadores, antes que ser él mismo el que emprenda la lucha tomándola en sus manos.
La segunda transición, así lo titulan los medios, ha comenzado, pero ésta es 2.0, con palmeros tuiteros, unos sospecho que profesionales y otros con muchas ganas de llegar a serlo. Mientras tanto, las calles han sido vaciadas. Esto funciona muy bien cuando el personal busca salvadores, antes que ser él mismo el que emprenda la lucha tomándola en sus manos.
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:
"Dile la verdad, no la engañes": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/05/dile-la-verdad-no-la-enganes.html"Syriza y Podemos, por la misma senda de la renuncia permanente": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/06/syriza-y-podemos-por-la-misma-senda-de.html
Labels:
"cambio"
,
Ada Colau
,
austeridad
,
autonómicas
,
ayuntamientos
,
Carmena
,
Ciudadanos
,
deuda
,
Esperanza Aguirre
,
Pablo Iglesias
,
pactos
,
Pedro Sánchez
,
Podemos
,
PP
,
PSOE
,
regeneración
,
servicios públicos
,
Zapatero
21 de septiembre de 2014
PEDRO SÁNCHEZ vs. PABLO IGLESIAS: DE LOS DEBATES CON MARHUENDA A LA LLAMADA EN DIRECTO A “SÁLVAME”
Había una vez, un circo... |
Cuando Pedro Sánchez llamó a “Sálvame” para comunicar humildad y cercanía al entrar en directo para pedir perdón por el papel del PSOE en Tordesillas en relación con el Toro de la Vega -el alcalde es de este partido- y afirmar que él y su partido están contra el maltrato a los animales, trasmitiendo la imagen de que era un hombre simpático, cercano, afable y “espontáneo” tuve la sensación de un dejà vu.
Cuando horas más tarde repitió la jugada, rizando aún más el rizo de la “espontaneidad” para comunicar amabilidad, empatía, espontaneidad e “investidura” del poder que llevó a Pablo Motos a dejar que le ganara en la prueba que casi siempre gana él, supe que estaba ante una misma categoría de producto con dos marcas -Pedro Sánchez y Pablo iglesias Turrión (PIT, que no Brad) y las mismas estrategias de marketing que se dirigían a idéntico público: el que alimenta su intelecto y su formación/información por la televisión.
El formato de los combates de presing-cacht-tongo entre Marhuenda y PIT, que no Brad o entre la señora de éste y submarino de Podemos en IU, Tania Sánchez y Eduardo Inda, es tan espectáculo televisivo, tan poco racional, tan dado al entretenimiento, tan poco facilitador de la reflexión no ya como “el Hormiguero” sino como el programa de casquería gruesa que conduce Jorge Javier Vázquez. En ambos espacios televisivos las acusaciones cruzadas, la interrupción del que habla, las gesticulaciones y gritos, la dramatización teatral, la representación actoral de papeles previamente ensayados, el carácter de performance, la puesta en escena, la búsqueda de la frase de trazo grueso y el efectismo se oponen al debate argumentado, la profundidad y relevancia del contenido de lo que se debate y la posibilidad de que la audiencia se eleve por encima del bagaje cultural con el que previamente se había puesto delante del televisor.
Lo que importa es el circo, el entretenimiento, el arte ceremonial, el espectáculo, sea en relación con la operación de agrandamiento de mamas de alguna de las descollantes figuras intelectuales de “Sálvame” o con que Marhuenda sea un facha redomado o PIT, que no Brad, un terrible bolchevique que pretenda convencernos de que hay que “empoderar” a la cabra de la Legión al grado de comandanta de un Tabor de Regulares.
Como en una de tantas ediciones de “Gran Hermano”, el espectador asiste al espectáculo político televisivo convertido en un mirón pasivo, casi siempre un cotilla al que la banalización de los contenidos que le alimentan como el soma de “Un Mundo Feliz” le ha ido convirtiendo en la mayoría silenciosa de la que nos habla Baudrillard y, en el mejor de los casos, en parte del público que desde los sofás de sus casas, asiente, murmura, emite un gruñido de desaprobación o complacencia y se identifica o no con el personaje de la obra de ficción que la TDT le esta emitiendo.
Del bufón plebeyo de las cortes medievales al político mediático algo hemos avanzado en simulacro de democratización social. Hoy quien ejerce de aparente soberano es el ciudadano-espectador mientras es el noble-político quien realiza las gracias, evoluciones y piruetas para entretener a una sociedad con más tiempo libre del que quisiera porque el desempleo convierte en obligados ociosos a millones de seres humanos que tienen sumamente difícil aprovechar ese espacio socialmente improductivo en construcción que mejore sus vidas y sus personas.
Series de ficción con vampiros o zombies, talk-shows a cada cual más descerebrado, banal y embrutecedor, programas de “información”-debate-tertulianismo-cotilleo que rebajan al público a la condición de discapacitado mental. Ese es el logro de unos aparatos ideológicos del poder económico y político que condenan al individuo a una permanente etapa infantil carente de raciocinio.
En las actuales sociedades capitalistas la sofisticación no es precisamente el mecanismo de manipulación y dominación a quienes tienen menos capacidad para defenderse de la sodomización mental. Lo habitual es la emisión de mensajes destinados a un esfuerzo mental mínimo, donde los contenidos vienen ya formateados y preparados como los potitos de las comidas para bebés.
El mercado político no es sino la prolongación del mercado de consumo de mercancías.La comunicación, que no información, queda reducida a eslóganes publicitarios en un estado de permanente campaña en la que la tensión, la agresividad y la violencia verbal representan a una fracción mínima (muestra) del universo total de la población. El debate político es el desplazamiento metonímico de la violencia social, como válvula de escape que permite que la presión no suba en exceso y se mantengan los mínimos necesarios para el consentimiento.
Puesto que la representación política, las organizaciones, y la propia sociedad con ellas, carecen de alternativas reales para afrontar una crisis económica capitalista que es endémica, la tensión se desplaza hacia el escenario político, dejando que los poderes económicos queden en la sombra mientras las figuritas del guiñol fingen golpearse con rutinarios mamporros retransmitidos a los hogares en los que unas mayorías cada vez más fatigadas los contemplan.
El pretendido espacio de disidencia social y política frente al orden imperante no supera un tercio de la sociedad y está compuesto fundamentalmente por aquellos que, habiendo perdido un estatus relativamente acomodado, pretenden recuperarlo y volver a los buenos tiempos de la estabilidad social y el consumo despreocupados.
Pero ese tercio y sus supuestas correlaciones políticas son plasmados por el foco mediático como la disidencia global oficializada a la que dar la palabra y la bendición institucional que haga las veces de reintegración en el orden sistémico de quienes en realidad nunca estuvieron fuera de él ni en su contra porque es su orden, en el que creen y el que desean.
La gran mayoría de las auténticas víctimas de la crisis asiste silenciosa a su sacrificio ya que carece de voz política que la exprese con voluntad de derribar el orden económico, político y social que sustenta al capitalismo.
“Si hay alguna esperanza está en los proles”, dijo Winston Smith en “1984” -yo también creo que está en ellos porque cada vez tienen menos que perder y un mundo por ganar- pero no ha renacido aún el derrotado partido que siempre les representó. Todos los que reclaman su patrimonio son aún demasiado sectarios, cerrados en sí mismos y miedosos para serlo. Habrá que ir poniendo la semilla destinada a un resurgir que expulse a las clases medias autoatribuidas y reales del escenario central de la protesta para situarlas a la cola y dependiendo de la lucha protagónica del viejo y, a la vez, moderno Prometeo de la Humanidad: esa clase que al liberarse de la opresión y la explotación, emancipa a todas las demás del yugo capitalista de la producción, el consumo fetichista y la falta de futuro.
Mientras tanto, cuando veo a PIT, que no Brad o a Pedro Sánchez sé que se me está vendiendo el mismo producto caducado: ciudadanismo interclasista que incluye a los explotadores, discurso aceptable y bendecido por el sistema capitalista, apelación a “la gente” en lugar de a la clase, primarias como solución a cualquier tipo de mal, incluida la calvicie y la alitosis y telepredicación apelativa al hooligan descerebrado en lugar de al ser humano crítico y capaz de expresar un NO que se salga del guión y esté dispuesto a avanzar, como el bosque de Birnam, hasta derribar las murallas del castillo de Cawdor. Juventud, divino tesoro...de la trivialidad.
Eso sí, al menos Pedro Sánchez da la impresión de ser un tipo más humilde, que se baña más a menudo y que tiene la dentadura más limpia que PIT, que no Brad. Algo es algo. Y si para las señoras está más bueno que el escuálido cargado de hombros y de soberbia, algo más se logra. Al menos gustará a las chicas.
No hace mucho escribí un artículo que ustedes pueden encontrar en este blog titulado “Guárdame los votos Pablo, que en unos meses pasaré a recogerlos. Pedro Sánchez”. Ya está sucediendo. Es lógico: el 35% de los votantes de Podemos proviene del PSOE y son personas que creen que ser de izquierdas es no ser tan cutre y carca como el PP. Nada debe sorprender de estos “progresistas” del mundo PSOEDEMOS.
Quien sepa interpretar que lo haga. En “La Sexta Noche” del sábado 21 de Septiembre ha entrado PIT, que no Brad, después de meses de silencio meditativo, como respuesta a la crítica dentro de su “movimiento” a su hiperliderazgo bonapartista, para retar a Pedro Sánchez a un debate. Será divertido comprobar cómo nada pueden ofrecer ni uno ni otro a la clase trabajadora de este país, más allá de críticas mutuas, velados guiños y alguna palabra talismán que nada significa.
Propongo que el debate se haga en "Sálvame de Luxe" y que, en lugar de conducirlo Jorge Javier Vázquez, sean Belén Esteban o bien Kiko Hernández los moderadores, aunque también veo capacitadas para lidiar el evento a Lydia Lozano y a María Patiño.
El día anterior, el curilla efébico y andrógino Errejoncito jr. en el programa “La otra red” del canal Cuatro admitía que, según en qué condiciones y si el PSOE cambiaba, (¿creería en sus palabras este personajillo?) Podemos podría pactar con este partido. ¿Alguien creía otra cosa? Yo creo que ni los fans, que no militantes, de Podemos más fantalizados pensaban en lo contrario. Radiografía del viaje desde el reformismo más agotado de Zapatero hasta la nada de PIT, que no Brad, pasando por todas las contradicciones posibles.
En Podemos hay dos almas, además de algún primo que se cree revolucionario y desconoce dónde está pinado: la derecha democrática, representada por el voto que viene del PSOE, y la extrema derecha del borracho de taberna exaltado y matón. De esta última escribiré en unos días.
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Quizá también le interese:
"El lado fascista de Podemos del que no hablan La Sexta, Cuatro o Público": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/09/el-lado-fascista-de-podemos-del-que-no.html
"Esoterismo y negocios giran alrededor del planeta Podemos": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/10/esoterismo-y-negocios-giran-alrededor.html
"Juego de Tronos: la trampa de Pablo Iglesias": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/10/juego-de-tronos-la-trampa-de-pablo.html
Labels:
15M
,
circo
,
distintas caras
,
entretenimaiento
,
espectáculo
,
manipulación
,
mayorías silenciosas
,
mismo discurso
,
Pablo Iglesas
,
Pedro Sánchez
,
Podemos
,
PSOEDEMOS
,
show
,
televisión
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)