5 de enero de 2016

VAROUFAKIS QUIERE A COLAU EN SU NUEVO MOVIMIENTO SOCIALDEMÓCRATA EUROPEO

Arturo Inglott. Canarias Semanal 

El mediático exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis anunciaba el pasado sábado, 2 de enero, su intención de sumar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a su nueva formación política, bautizada como "Movimiento europeo del cambio".
El proyecto político de Varoufakis se presentará el próximo 9 de febrero en Berlín. Para su lanzamiento ha establecido ya contacto con varios líderes políticos que él considera como de "cambio" con respecto a las políticas defendidas por el gobierno alemán. Entre estos destacan , junto a la regidora de la ciudad Condal, el ex-ministro "socialista" alemán Oskar Lafontaine y los conocidos economistas keynesianos Paul Krugman y Joseph Stiglitz.
Como se recordará, Varoufakis, ex mano derecha del primer ministro griego Alexis Tsipras, rompió con su partido Syriza después de que fuera apartado de su puesto de negociador en la UE, por diferencias con Tsipras en torno a la forma en la que debían desarrollarse estas conversaciones. Dicha ruptura fortaleció la imagen del economista y ex ministro como representante de los intereses del pueblo griego frente a la Troika.
El proyecto político d ex ministro de finanzas griego es presentados hoy por la prensa europea como un movimiento de “internacionalismo radical” de izquierdas.
Una caracterización que, sin embargo, contrasta con las propias concepciones económicas y políticas de Yanis Varoufakis. Hace apenas dos años, en mayo de 2013, Varoufakis manifestaba explícitamente en el 6º Festival Subversivo de Zagreb sus ideas acerca de lo que - en su opinión - le correspondía hacer en este momento a la "izquierda" del continente.
Varoufakis sostuvo en su presentación que "por mucho que repugne a los radicales, el deber histórico de la izquierda en esta coyuntura particular es estabilizar el capitalismo, salvarlo de sí mismo y de los inútiles gestores de la crisis en la eurozona".
Varoufakis afirmó también que "un análisis del capitalismo europeo y de la condición actual de la izquierda obliga a trabajar en pro de una amplia coalición, incluso con partidos de derecha, para resolver la crisis de la eurozona y estabilizar la Unión Europea".
En meses pasados, el exministro heleno adelantaba que el objetivo de su movimiento político no es establecer sucursales políticas en cada país, sino que la fórmula organizativa y electoral será en cada caso fruto de decisiones colectivas y orgánicas.
Según manifestaba en una reciente entrevista concedida a El Diario, eso podría traducirse en “un nuevo partido en algunos países” o en “establecimiento de alianzas con partidos ya existentes en otros”.
Pero, más allá de estos aspectos formales, los planteamientos políticos de Yanis Varoufakis no permiten aventurar que su proyecto, inscrito en la corriente neosocialdemócrata que pugna por ocupar el lugar de los viejos partidos socialistas, pueda atreverse a impulsar alguna ruptura con el marco impuesto por las instituciones de la UE en representación de la banca europea.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Desde el punto de vista de quienes de “marxistas erráticos” no tenemos nada, la noticia sobre el “proyecto Varoufakis” es positiva. Esta especie de mitosis socialdemócrata no es en realidad una expansión de la nueva socialdemocracia sino una división cuyo fracaso lleva el mismo sello de origen que Syriza. La posible extensión de su movimiento está muy condicionada a su persona y a algún/a otro/a notable, posiblemente la señora Colau, a la que se cita en la noticia y que, como él nunca cuestiono el capitalismo sino que lo consagró (no otra cosa es su prioridad de la propiedad privada a través de la dación en pago sobre el derecho a la vivienda) pero carecerá de otro valor que el de la extensión a la UE de su proyecto, lo que lo acerca más a Monet o a de Gasperi que a Olof Palme, el cuál le queda bastante izquierdista. En todo caso, no hay novedad en su idea de despliegue europeista, pues Syriza y Podemos tenían la misma pulsión de crear clones europeos que el calvo.

Que pretenda recurrir a economistas keynesianos como Krugman y Stiglitz nos habla claramente de su recorrido izquierdista, pues la teoría keyenesiana nunca fue otra cosa que una hija bastarda del liberalismo, por mucho que los ignorantes y los pseudoizuierdistas pretendan vendernos su mercancía.

Varoufakis, si llegara a tener algún éxito, aceleraría el fracaso de las nuevas socialdemocracias, del mismo modo en que Syriza dejóclaro lo que se podía esperar de ellas y que a Podemos ya no le reconoce ni su madre, al menos en lo programático, si bien algunos le vimos desde que aún era un embrión el cartón del atrezo de su farsa.

Por cierto, al insistir los propios neosocialdemóctratas en la expresión “izquierda radical”, lejos de confundirse con lo que es la izquierda revolucionaria y comunista, dejan claro lo que son la mayor parte de los trotskismos, los antiglobalización y otros excipientes del reformismo vergonzante. Veremos que ATTAC no les queda lejos.