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12 de abril de 2018

UN LARGO INVIERNO


Por Marat

A mediados de Abril aún andan acobardados los cerezos en flor del Valle del Jerte.

El 14 de Abril ya está aquí y será una de tantas de tantas fechas sin nada que reseñar, salvo alguna manifestación uniformemente decreciente en su seguimiento e interés, unos pocos carteles y pegatinas nostálgicas hasta el vacío de su significado actual y nada más.

Hay quienes están convencidos de que el gato chino que golpea con un puño a la pared cambiará algo en cualquier momento, por mucho de que la observación nos haya enseñado que no hay cambios en ese movimiento.

El momento político actual español es una mezcla de componentes turbios, y que van de la gran ficción del embrollo catalán al republicanismo soberbio de una reina actuante frente a una cesante o al artificio y entretenimiento de una política política travesti pillada en un máster ficticio; una política de quien ya nadie quiere recordar su afán represor cuando era Delegada del Gobierno en Madrid. Vivimos tiempos de amnesia y cinismo ciudadanos a la altura de sus políticos. Pero sosiega mucho descansar en otras responsabilidades las propias, como si los seres humanos fuesen seres irresponsables que nunca tuvieran que rendir cuentas con sus propias conciencias por aquello de que el dominio del poder elude toda responsabilidad personal.

En el marco del marxismo es esto algo que solemos obviar porque nos estropea el discurso de que en la dominación de clase no solo hay represión e ideología dominante sino también, y es ahí donde no hemos avanzado en casi 200 años, consentimiento del explotado y oprimido. El psicólogo marxista Wilheim Reich intentó avanzar en el plano teórico en esa cuestión pero el estalinismo se encargó de ser uno de ser inquisidores, considerándole un hereje.

Frente a ello la resistencia y la lucha intentan abrirse paso porque la primavera que pugna tardíamente por nacer es parte del “árbol de la vida eternamente verde”.

Desde las denuncias de la CNT contra sus militantes Jorge Merino y Pablo Alberdi, para los que la justicia del capital pide penas de prisión por su participación en la huelga general del 14N del 2012 hasta las movilizaciones de los trabajadores de Deliveroo, pasando por las huelgas de los empleados de Amazon, o las grandes manifestaciones de los pensionistas en defensa de sus jubilaciones algo se mueve, sin embargo.

No podía ser de otro modo. Hay un punto en el que decir NO se convierte en un imperativo necesario e inevitable para los trabajadores.

Sin embargo, estas luchas, con ser necesarias y positivas son limitadas y de corto alcance si no existe una organización desde la clase y al margen de los 350 miembros del circo parlamentario. Hay un serio peligro de que el sector pijo-progre de la burguesía parlamentaria utilice las movilizaciones y luchas obreras en beneficio de sus objetivos de perpetuación de la dictadura del capital y de su carcasa política. Y hay señales de que hay sectores implicados en estas luchas tentados de sucumbir al posibilismo de ver qué se puede obtener a corto plazo, por mucho que ello signifique perder mucho más a medio y largo, dada la complicidad de los ya ni siquiera reformistas con los objetivos del capital y su conformidad con una apariencia de cambio tan solo cosmética; es decir meramente institucional. En este sentido no soy en absoluto optimista. El enorme peso de los sectores menos conscientes de la clase trabajadora en su papel de comparsas del ruido mediático sobre cuestiones carentes de interés para nuestra clase, la absoluta degeneración de las hiperdebilitadas organizaciones comunistas y la carencia de organización autónoma de la clase no permiten grandes ilusiones.

Por un largo tiempo, la lucha de clases desde el lado de los trabajadores estará marcada por una mera resistencia, una gran inmadurez del movimiento obrero combativo al margen de los burócratas del sindicalismo amarillo de CCOO y UGT, que ahora se emponzoña en los objetivos de la burguesía catalana, y una ausencia de tejido organizativo propio y de construcción.

En todo caso, y con la contradicción entre la ausencia de proyecto y la necesidad del mismo, entre una clase que hoy es solo en sí y no para sí, entre el hecho de que una casa no se construye desde el tejado sino desde los cimientos y que es necesario arrimar el hombro para ponerlos, yo participaré en las movilizaciones que convoca la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones del 16 de Abril.
Otros quizá prefieran ser parte del carnaval montado para la dimisión de Cifuentes por aquello del quítate tú para ponerme yo porque, por mucho que indigne la mentira de la futura ex Presidenta de la Comunidad de Madrid, no cambiarán nada sustancial que merezca ser cambiado o quizá prefieran construir techos en lugar de cimientos pero para hacerse sus propias casitas, como algún ex portavoz del 15M, que los tenía, ahora profesional del #paseociudadano a 35.000 €. Carmenadas del Cambio y Democracia Real Ya.

28 de noviembre de 2017

A QUIEN CONMIGO VA. A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (5)

Por Marat

405 muertos en los centros de trabajo en lo que va de año. Como l@s trabajador@s no tienen lobbies subvencionados y su realidad no es interclasista miráis para otro lado, identitarios postmodernos y burgueses.

El izquierdismo útil al sistema capitalista reivindica su democracia, condena una represión contra los que no son sus explotados y encuentra razones de combate ajenas siempre a los trabajadores. Poneos una camiseta que diga NO AL GENOCIDIO DE LAS MUSARAÑAS.

Hoy 27 de Noviembre casi toda la prensa deja atisbar las intenciones del capital y de su gobierno actual (todos los del parlamentarismo burgués lo son) la liquidación de las pensiones públicas pero tú prefieres hablar de fútbol, procés o postmoderneces. Pueden permitirse el lujo de ser sinceros. Tú se lo permites con tu indiferencia o con tu cruel estupidez de desclasado que siempre tira en contra de quienes debieran ser los tuyos.

¿Sabéis lo que significa «las kellys»? Las-kellys: “las-que-limpiamos”. Son camareras de hotel, con dignidad de trabajadoras, al viejo estilo que ya no se lleva, identidad de clase y no de vuestras horteradas pijas y con un impresionante sentido de porqué luchan.

El Black Friday de estos días es el mismo engaño de las rebajas de antaño, que subían los precios antes de reducirlos. Pero en inglés idiotiza tanto como el Halloween o la posibilidad de que un día convirtamos en fiesta nacional, de vieja raigambre, el día de “acción de gracias”. Para la clase trabajadora, el Black Friday es la oportunidad de un jersey, que pronto se dará de sí y le saldrán pelotillas, para los días de frío. Para los más desclasados, el engaño de algo que no necesitan, por eso de lo que un día muchos se tragaron el cuento de la “democracia de consumo”.

Cada día mayor acoso al trabajador por parte de los empresarios, con la complicidad de tu indiferencia de desclasado progre al que cualquier identidad que no sea de clase le interesa mucho más. Espiar al trabajador es algo tan antiguo como la relación contractual del empresario con él pero ahora ya se hace persiguiéndole por GPS y además es legal porque la ley es siempre la del explotador que decide que servidores del Estado son de su gusto.

¡Qué viejos me resultáis los niñatos pequeñoburgueses que reclamáis «democracia», siempre burguesa, en lugar de socialismo. Para ser tan modernos y postmodernos volvéis a 1776 (Declaración de Independencia en la revolución americana) y 1789 (revolución francesa). La que tiene muchos menos años, la de 1917 (revolución socialista de octubre) os parce casposa. ¡Qué despreciables sois!

En el proceso hacia la Revolución de Octubre Lenin no se definió de izquierdas. Sus lemas eran pan, paz y tierras. Su concepto del Estado el de los sóviets, la única democracia que no era un sarcasmo. La que nacía del poder de los trabajadores en las fábricas y de los soldados por encima de sus oficiales zaristas, de la tierra para los campesinos pobres y la fuerza de los kombéds. El socialismo no era de izquierda. Ésta siempre fue una plañidera ante los crímenes del capital.

Cuanto más reivindiquéis unos y otros vuestras patrias más os despreciaremos los trabajadores conscientes que sabemos que en su defensa nos destináis a ser los que hemos de morir por ellas.

Huidas al extranjero de quienes dicen ser exiliados, inventos de la teoría de la masacre, aceptaciones del 155 para seguir en el machito indepe, europeismo y antieuropeismo con un mes de diferencia, dinero empleado en cuestiones ajenas a los servicios públicos,...suma y sigue.

Los indepes y su troupe han logrado instalarse en una realidad tan paralela que han conseguido que sus delirios burgueses nos importen a quienes no lo somos un carajo.

Los demócratas de una y otra tribu pactarán el reparto del botín que obtienen de expoliar a la clase trabajadora y a muchos os parecerá un logro de paz social.