Tranquilos, el día de Reyes todos los votantes giliprogres, de rojos nada, recibirán su juego de mesa “Házle un Varoufakis a la decencia política”.
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
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30 de diciembre de 2015
"HACER UN VAROUFAKIS", EL REGALO POLÍTICO DE ESTAS NAVIDADES
Por
Marat
A
Yanis Varoufakis ya pocos le recuerdan. Entre la socialdemocracia
realmente existente -parece inútil recordar al personal que la
socialdemocracia ya no la representan los PPSS, puesto que se han
reconvertido desde los 90 en social-liberales, sino los excomunistas,
con o sin cambio de nombre, y el populismo “ni de izquierdas ni
de derechas”- se ha extendido una suerte de Alzheimer selectivo
que le ha llevado a olvidar a todo lo que tenga que ver con Syriza y
hasta con Grecia.
Muy
lejos, aunque muy cerca en el tiempo, quedan los actos conjuntos
entre miembros de IU y de Podemos con su homólogo griego y los
abrazos con Tsipras y otros dirigentes del partido del oxi (no)
transformado en nai (sí) a los dictámenes del capital europeo. Esta
amnesia es tan profunda como la desvergüenza y cinismo de dirigentes
y gran parte de las bases de ambas franquicias españolas respecto al
que consideraban su gran referente europeo. Pasaron del amor a la
indiferencia sin autocrítica alguna respecto a porqué habían
instituido a Syriza en su modelo político en un pispás (“Es
tan breve el amor y tan largo el olvido”. Pablo Neruda). A
Varoufakis intentaron estirarle unas semanas más como héroe
resistente y rebelde con causa tras la caudicación de su partido y
del gobierno del que formaba parte hasta entonces, simplemente por su
postureo como “enfant terrible” para la hinchada y por
haber dimitido como Ministro de Finanzas griego; dimisión que fue en
realidad un cese fulminante ejecutado por su amigo Alexis Tsipras
para corroborar que el orden reinaba en Berlín y mucho más en
Atenas.
Pero
Varoufakis no era un héroe. Sólo un bufón en manos de un monigote,
Tsipras, al que el capital manejó a su antojo incluso antes de ganar
las elecciones, cosa que muy pocos han querido saber en todo este
tiempo.
Poco
antes de sus horas amargas, tuvo cierto éxito una expresión: “hacer
un Varoufakis”. Para cada uno de quienes han empleado esta
expresión significa algo distinto. Y es lógico que así sea, en la
medida en que uno acomoda los conceptos a su propia ideología.
Para
ciertas personas de derecha, “hacer un Varoufakis” es insultar a
quienes pueden prestarte el dinero que necesitas y luego pedírselo.
Para cierta “progresía” es dimitir, vulgarmente “darse el
piro” y hacerlo con elegancia. Para mí es puro postureo.
Vestirse de Leónidas el espartano para comportarse finalmente como
Arquíloco, el poeta soldado:
“Un
sayo ostenta hoy el brillante escudo
que
abandoné a pesar mío junto a un florecido arbusto.
Pero
salvé la vida. ¿Qué me interesa ese escudo?
Peor
para él. Uno mejor me consigo”
Ya
nadie reivindica a Varoufakis, como tampoco a Tsipras o Syriza, salvo
los necios.
Pero
Varoufakis se resiste a ser olvidado. Como les sucede a otros
antiguos protagonistas -Aznar, González, Blair,…-, Varoufakis
quiere sacar la cabeza de la ingrata losa con la que le ha cubierto
la historia como, por otra parte, les sucede a casi todos los que
ayer fueron alumbrados por los focos de la mercadería política,
atentos ahora a otros productos y marcas personales.
Varoufakis
se ha descolgado apenas hace dos semanas con una propuesta de “red
o movimiento progresista europeo” que democratice Bruselas.
Afirma
el ex Ministro griego que “hay que meter a la gente que
desprecia la democracia bajo control de los ciudadanos”. Y en
línea con las tonterías que nos suelen regalar en España Iglesias
o Errejón añadió: "es mejor prender una pequeña vela que
maldecir la oscuridad".
Para
el gran falsario Varoufakis el mal no está en el capitalismo que se
apropia de lo público, destruye las conquistas históricas de la
clase trabajadora, empobrece a millones de personas y establece una
nueva forma de acumulación por desposesión.
Para
los charlatanes y farsantes como Varoufakis o Iglesias el origen del
dolor social no tiene que ver con una formación social y económica
concreta que refleja una estructura de clases profundamente desigual,
la cual en las crisis capitalistas se desvela con toda su crudeza.
Para
lo que están donde les han colocado sus amos -sólo los majaderos y
los ignorantes creen que los políticos alcanzan un lugar concreto
mediante el sufragio- es para señalar al espantajo institucional
(euro, Banco Central, Troika, Eurogrupo o lo que toque en cada
momento) y escamotear de la vista pública al poder real: el de las
grandes corporaciones industriales y financieras capitalistas que
dictan las políticas generales.
Por
eso este tipo de mamarrachos hablan de déficit democrático europeo.
“Odian la democracia, la tratan con menosprecio” dice el
curilla Varoufakis, refiriéndose a las instituciones de la UE.
Pretende este sujeto que todos ignoremos el carácter profundamente
oligárquico de origen de la democracia, sí, de la ateniense, la
primera. ¿Acaso votaban los ilotas (esclavos) o los metecos
(extranjeros) en Atenas? ¿Acaso no eran una minoría, ciudadanos
atenienses, libres y con propiedades quienes votaban y eran elegidos?
La democracia desde entonces a hoy es la democracia de una clase, por
mucho que ahora el derecho de sufragio sea universal (no para la
mayoría de los extranjeros en un país) y para una clase. ¿Qué
dicen al respecto la gran mayoría de los partidos con representación
parlamentaria? Que representan el interés general, a todos los
ciudadanos. Aludían Marx y Engels en “La ideología alemana”
a esa tendencia a disfrazar de colectivo lo particular al señalar
“la forma tergiversada bajo la que la beata e hipócrita
ideología del burgués proclama sus intereses propios y específicos
como intereses generales”.
Y
es que, en el fondo, Varoufakis no engaña, o sólo a lo hace a los
que quieren ser engañados: “Los problemas y las luchas de los
europeos son tan comunes que se puede crear una identidad paneuropea.
Si no lo hacemos, la UE se romperá. Somos la mejor oportunidad para
que la UE sobreviva”. Lo dejó
claro este autodefinido como “marxista errático”,
en el fondo un neokeynesiano que pide para la UE un nuevo New Deal,
cuando afirmó aquello de "La
cuestión que concierne a los radicales es esta: ¿deberíamos darle
la bienvenida a esta crisis del capitalismo europeo como una
oportunidad para reemplazarlo por un mejor sistema? ¿o deberíamos
estar preocupados respecto a como embarcarnos en una campaña para
estabilizar al capitalismo europeo?".
Y por si había dudas sobre el sentido de la respuesta a tal
disyuntiva, se respondió a sí mismo: "Para mí, la
respuesta es clara: Es menos probable que la crisis europea de a luz
a una mejor alternativa al capitalismo a que desate peligrosamente
fuerzas regresivas que tienen la capacidad de ocasionar un baño de
sangre humanitario, al mismo tiempo que extinguen las esperanzas de
movimientos progresivos para las generaciones futuras." En
román paladino, para
que no venga algo peor, apuntalemos a este capitalismo. Por
si alguno de ustedes creen que no es esa la intención que subyace
bajo sus palabras, el ex Ministro se empeña en que se le entienda de
modo suficientemente claro, para que no haya duda alguna
respecto a lo que quería decir:
"defender a un repugnante capitalismo europeo cuya implosión, a
pesar de sus muchos males, debe ser evitada a toda costa". Algo
así como qué asco me da usted pero me sacrificaré y le haré todo
lo que me pida y algún extra de regalito. De
ahí su obsesión con salvar sus instituciones europeas: la UE, la
unión de los mercaderes del capital.
Eso
son hoy los Varoufakis, los Tsipras, los Iglesias, los Errejones, los
cantamañanas como Monedero, títeres de refresco del capital ante
otras opciones ya quemadas. Y lo mismo cabe decir de los grupos
-IU/UP- que plantean la posibilidad de la salida del euro pero no de
la UE, como si ambos no representasen exactamente lo mismo.
Por
extensión, en nuestra realidad nacional hay muchos otros casos que
ejemplifican bien lo que es “hacer un Varoufakis”.
Es
“hacer un Varoufakis” reunirse en campaña de las generales, como hicieron los concejales
podemitas de Ahora Madrid, con los trabajadores en lucha de Coca-Cola
de Fuenlabrada, con los cuáles la marca se ha negado a cumplir las
obligaciones a las que estaba obligada por resolución judicial,
permitir luego el ayuntamiento podemita madrileño la colocación del
obsceno árbol navideño de la misma marca y responder, ante las
críticas de dichos trabajadores, de manera infame, mentirosa y
desvergonzada que creían que el conflicto ya se había resuelto,
cuando al visitarlos sabían que no era así.
“Hacer
un Varoufakis” es que la señora Carmena dijese al poco tiempo de
tomar posesión como alcaldesa de Madrid que se planteaba
remunicipalizar la limpieza viaria, salir luego con el globo sonda de
encargar dichas tareas a diversos colectivos de mujeres, mantener
después los acuerdos del PP de Ana Botella con las empresas
concesionarias privadas del servicio de limpiezas, proponer un
servicio social de trabajo universitario para que esos jóvenes
ayuden a limpiar la ciudad, con el consiguiente ahorro de puestos de
trabajo, para, finalmente, acabar sorprendiéndose ante un ERTE de
OHL y Valoriza-Sacyr, dos de las empresas concesionarias de la
limpieza municipal, que suspenderá temporalmente de empleo a 300
trabajadores. La firmeza de la Tierna Carmena ya la conocemos:
concesiva y claudicante de manera absoluta con el capital y flexible
hasta la nausea con el dolor de los trabajadores.
“Hacer
un Varoufakis” es presentarse como alguien que quiere hacer desde
el ayuntamiento políticas de igualdad y acabar practicando la
caridad de la iglesia católica invitando a cenar el día de
Nochebuena a unos 200 indigentes con la ONG Mensajeros de la Paz,
como ha hecho la señora Manuela Carmena, al igual que antes hacía
su predecesora Ana Botella del PP. Ni a socialdemócrata llega la
primera, pues son políticas socialdemócratas las que intentan
disminuir las desigualdades sociales desde una cierta “justicia
reparadora” frente al humillante “siente un pobre a su mesa en
Navidad” o, peor aún, vaya a acompañarle un rato a cenar que,
luego cuando acabe de hacerlo, ya sabe él cuál es su sitio: la fría
noche de la calle o el triste y humillante albergue.
“Hacer
un Varoufakis” es plantear en campaña que no se cedería ante los
intereses especulativos de desarrollos urbanísticos como la
“Operación Chamartín” para luego ir modulando el discurso desde
el “así no” hasta el “queremos trasladarle nuestra
voluntad de desatascar la operación. Fomento debe trabajar de la
mano con el Ayuntamiento en las cosas discutibles del proyecto, la
cifra de edificabilidad total del ámbito y el coste de las
infraestructuras, en el que el Ministerio tiene mucho que decir”
en palabras del Concejal de Desarrollo Urbano “Sostenible” (las
palabras lo aguantan todo), el señor don Ladrillo José Manuel Calvo
(de Ahora Madrid).
Por
en medio quedan las fotos de Manuela Carmena retratándose del
bracete de Cristina Cifuentes, tras comer juntas y “acabar” con
desacuerdos Comunidad de Madrid-Ayuntamiento o de la señora Carmena
en el palco del Real Madrid con el gran especulador inmobiliario y
del ladrillo Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid, del grupo
constructor ACS y comprador de políticos en cada temporada.
Resuelta
la cuestión legal que impedía la edificabilidad de viviendas en más
de tres alturas por el PP de la Comunidad de Madrid, al derogar la
anterior Ley del Suelo, unos días después del amigable paseo de las
dos madres de la patria madrileña, ya sólo quedan detalles menores
por parte de los podemitas municipales, como la propuesta de que se
construya un menor número de viviendas dentro del proyecto-pelotazo
“Operación Chamartín”. Eso sí, Ramón Espinar hijo de un padre
corrupto y tarjeta-black del PSOE, pudo tirarse el rollo en el
Parlamento Autónomo de que “se va a mercadear en grandes
operaciones como Chamartín o Mahou-Calderón porque una parcela con
una edificabilidad de ocho o diez alturas vale mucho más que una de
tres alturas”. En cada institución dicen una cosa opuesta para
consumo de forofos del partido de los círculos y de su adorada
alcaldesa. Quiero recordar que sobre la eventualidad de que la señora Carmena y su ejército de ediles saltimbanqui-podemitas se apuntaran al pelotazo de la Operación Chamartín ya escribí hace 6 meses. La evolución de los acontecimientos parece darme la razón.
“Hacer
un Varoufakis” es ir de empresario de la comunicación
progre-trotsko-podemita, como el señor Roures (sí, el de Público y
La Sexta, las sedes oficiosas de Podemos) o como la señora Ada
Colau, alcaldesa en cuya ciudad continúan los desahucios pero ahora
con sordina, que decía que los derechos de las personas deben estar
por encima de los intereses económicos particulares, lo que en su
boca era una mentira indecente, al defender la dación en pago, y
acabar siendo ambos socios circunstanciales en una operación
especulativo-urbanística con el intento de venta en Noviembre pasado
del edificio Imagina de Barcelona (70% del edificio es propiedad de
Imagina Media Audiovisual, 30% restante es del Ayuntamiento). De
haberse consumado, el pelotazo hubiera significado un montante de 30
millones de euros, a repartir como buenos socios. Habrá segundo
intento.
Por
cierto, “hacer un Varoufakis” por parte del señor Roures es ir
de empresario progresista y ser un moroso que debe a Hacienda a
través de Mediapubli, la antigua editora de Público, 1.622.516,62
euros. Eso sin contar el dinero que aún adeuda a los antiguos
trabajadores del panfleto digital.
No
sé si finalmente Pablo Iglesias hará un Varofakis con su propuesta
de referéndum para Cataluña -¿sólo para Cataluña? ¿Por qué no
también para Euskadi y Galicia? ¿Acaso no hay allí fuerzas
soberanistas?- pero, de momento, ya ha anunciado que su prioridad es
la Ley 25 de emergencia social, a sabiendas de que sin la derogación
del artículo 135 de la Constitución y muy especialmente de la Ley
Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera
(LOEPFS), cuyo contenido está vinculado directamente al Pacto Fiscal
Europeo, es otro brindis al sol en línea con el programa económico
podemita. Y esa derogación no se producirá porque Bruselas ya le ha
dicho que alegrías económicas ninguna. ¿Acaso alguien es tan
cínico de afirmar que Iglesias haría algo distinto a Tsipras? El
propio Iglesias ya aclaró hace tiempo que Syriza hizo lo único que
se podía hacer. Y remachó: "Cuando en política no tienes
poder, no tienes nada, porque no cuentan las razones", y "un
Estado del sur de Europa tiene muy poquito poder".
De
momento Iglesias gana tiempo, pone un señuelo, que por la situación
económica y social de millones de personas puede que le funcione
relativamente bien, por delante del referéndum, la ley de emergencia
social y juega a favor de la repetición de unas elecciones en las
que sólo el PP y Podemos saldrían beneficiados. Pero para entonces
estaríamos ya en Mayo y, bien podría empezar a difuminarse su propuesta de
referéndum, no tanto para que le haga perder muchos votos en
Cataluña, Euskadi y Galicia pero suficiente para que en la España
profunda, una, grande y libre no le castiguen por separatista, como
dicen los barones del PSOE. Y es que tuvo un buen maestro en aquel
Felipe González del 76 que estaba a favor del derecho de
autodeterminación de los pueblos de España y luego acabó por ser
un puntal sólido de dicha “unidad patria”.
Por
último, “hacer un Varoufakis” es proclamar, como hizo el
candidato de IU-UP que Podemos se ha derechizado, que es la UCD
actual y que con un partido con esa evolución IU no hubiera buscado
la unidad popular, cuando lo intentó con un partido que estaba ya
muy derechizado hasta el último minuto antes de iniciarse el cierre
de las listas, y acabar planteando la necesidad de recuperar esa
misma “unidad popular” al día siguiente de las elecciones. IU
acabará integrada en dicho partido, con los dirigentes que acepte
Podemos, como el que selecciona con desgana las partes apetecibles de
un plato y casi todas sus bases embarcando en el populismo
derechizado y sostén del capitalismo. Muchos de los “disidentes”
de la actual dirección de IU subirán al barco por la pasarela, como
hicieron yendo a votar a tal coalición con el carné en la boca. Pero, eso sí, muy indignados.
Tranquilos, el día de Reyes todos los votantes giliprogres, de rojos nada, recibirán su juego de mesa “Házle un Varoufakis a la decencia política”.
Tranquilos, el día de Reyes todos los votantes giliprogres, de rojos nada, recibirán su juego de mesa “Házle un Varoufakis a la decencia política”.
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12 de octubre de 2015
CUATRO EJEMPLOS ACTUALES DE POSTUREO POLÍTICO Y OTROS CUENTOS CHINOS
Por
Marat
El postureo político es tan antiguo como la
política pero hoy es casi la política misma en las sociedades parlamentarias. Éstas son parte del mundo postmoderno del espectáculo, donde casi todo
es una representación, con la excepción muchas veces del dolor, aunque éste es
frecuentemente manipulado, como lo fue la fotografía del niño muerto (Aylan
Kurdi) en una playa de Turquía. Esta imagen fue mllones de veces reproducida y utilizada por las potencias
occidentales para ejercer su papel de hipócritas plañideras ante una de tantas
consecuencias terribles de sus criminales intervenciones militares en el apoyo
a esas “revoluciones árabes” de colores que han traído el islamofascismo en tantos lugares del mundo.
Baudrillard, que tenía una estética literaria muy
superior a su aportación sociológica, prefería hablar de simulacro.
En castizo, el postureo en política es una especie
de cuento chino o embuste, disfrazado con mayor o menor habilidad dentro de un
relato de dudosa veracidad, si se posee la capacidad de detectar que lo es a
pesar de la desinformación con la que se amaña la realidad performada,
mixtificada, centrifugada y recreada una y mil veces por los medios de
manipulación de masas.
Grecia
como embajadora del concepto
Un gran embajador del postureo en fue el ex
Ministro griego Varoufakis, el cuál no dudo en aplicar tal término para definir
el arte diplomático en las negociaciones entre el gobierno de Syriza,
representado en aquél entonces por él, y el Consejo de Ministros de la UE. Y
superpostureo –aunque yo prefiero llamarlo mentira de tamaño descomunal- fue el
referéndum en el que el gobierno de Syriza pedía un oxi (no), cuando quería que
saliera un naí (sí) -curioso este idioma que acerca la fonética del sí y el no a
términos que en castellano sugerirían sus opuestos- Pero cuando se descubre que
el postureo es sólo eso, postureo, (aceptación de las condiciones impuestas por
la UE al pueblo griego), lo que queda al fondo del escenario es una mierda del
tamaño del sombrero de un picador.
No siempre el postureo queda tan al descubierto.
En cualquier caso no está de más cierto entrenamiento y un sobreesfuerzo en
contrastar muchas fuentes de información y aprender a leer entre líneas –algo a
lo que la inmensa mayoría de las audiencias no están acostumbradas- para detectar
la pose fingida que se encuentra en detrás de muchas pretendidas posiciones
políticas.
El
postureo imperial frente a la situación siria:
Tomemos por ejemplo a ese progresista Presidente
USA llamado Barack Osama, perdón, Obama, obediente a los dictados de quienes le
designaron para su papel (los electores sólo refrendan decisiones tomadas por
aquellos que realmente ejercen el poder, no el gobierno) que acusa a Rusia de
no concentrarse en sus ataques en las bases del IS (Daesh) sino en la de otros
rebeldes ¿Cómo lo saben los señores Obama y sus esbirros de la OTAN, cuando los
frentes están tan cruzados y entremezclados? ¿Le han informado de ello sus
aliados del IS y quienes les arman, entre ellos ustedes mismos? ¿Pueden aportar
pruebas de que las fuerzas del Daesh siguen intactas tras los bombardeos de
Rusia y su lanzamiento de cohetes contra zonas ocupadas por los terroristas? ¿Se
refiere el señor Obama y sus secuaces políticos, militares y mediáticos a esos
“rebeldes moderados” que entregaron el armamento que les fue suministrado por
las potencias imperialistas al IS (Daesh) y al Frente Al Nusra? ¿Se refieren
acaso al llamado Ejército Libre Sirio (creado por la CIA y por los servicios
secretos franceses) o a Ahrar al-Sham, patrocinado por Turquía y Qatar,
prácticamente inexistentes sobre el campo de batalla, ya que cuando no han salido
corriendo hacia Turquía han engrosado las filas de Al Nusra y del Daesh? ¿A
esos “insurgentes moderados” es a los que el señor Obama va a enviar más ayuda
militar a través del Pentágono? ¿No será, de nuevo, un modo indirecto de
hacerle llegar el armamento a Al Nusra y el Daesh, verdad? ¿O es precisamente
de eso de lo que se trata?
Se le olvida al señor Obama y al secretario general
de la OTAN, Jens Stoltenberg, que repite el mismo discurso, que el Frente Al Nusra es la sección para Siria de Al Qaeda, la del Ben
Laden al que USA entrenó en Afganistán, la misma del 11-S y la misma que sirvió
de justificación para destruir Irak cuando ella había culpado de impío a su
entonces Presidente Sadam Husseim y se sabía que no existía conexión alguna
entre el gobierno iraquí y Al Qaeda sino todo lo contrario. Yo diría que eso es
postureo y del gordo. Por lo demás, sólo
las declaraciones de los halcones de la guerra y de sus esbirros mediáticos
dicen algo distinto de lo que Rusia declara: la destrucción de múltiples
instalaciones, armamento y puntos de concentración de tropas del Daesh.
Señores del gobierno USA, de la OTAN, señores
Presidente Hollande y primer Ministro británico Cameron: ustedes no pueden dar
lecciones de nada cuando sus fuerzas antitalibanes en Afganistán, informadas de
dónde se encontraba exactamente dentro de la provincia de Kunduz el hospital de
MSF, asesinan con sus bombardeos a 19 personas entre personal sanitario y
heridos.
Algo
más cercano: el postureo postelectoral catalán:
Voy a concentrarme en el resultado inesperado para
Junts pel Sí (CDC+ERC) de depender de la CUP para la continuación del proces.
El proces constituent se enfrenta ahora a la
dualidad burguesía- clase trabajadora.
Aún recuerdo como tras Gregori Sánchez Raimundo,
última excepción de origen obrero, el PSUC y sus posteriores marcas electorales
se convirtieron con sus sucesivos secretarios generales, en organizaciones
dirigidas por la pequeña y mediana burguesía catalanas, a pesar del origen
popular de sus militantes, alcaldes y cuadros de la CONC.
Dicho esto, y aunque los 47 diputados burgueses
del Parlament catalá necesiten de los 10 diputados de la CUP, la realidad es
que estamos, de nuevo, ante un espectáculo de postureo bastante evidente, si uno no se deja cegar por lo aparente.
O si lo prefieren ante una cuadratura del círculo
difícil de aplicar, salvo que la coalición burguesa soberanista (sobre todo
CDC) acepte las medidas económico sociales de reversión de las privatizaciones, nacionalziación de la banca y de impacto inmediato para aliviar la situación de las clases más afectadas
por las medidas anticrisis que aplicaron al alimón el gobierno español y el de
la Generalitat, presidido por Mas, que exige la CUP para llegar al pacto de
investidura del President.
Eso supondría por parte de CDC aceptar lo injusto
de las medidas de recortes y austeridad aplicadas por el gobierno del ex
President y la justeza de unas reivindicaciones que poco encajan en la base
votante de este partido burgués, por mucho que una parte de esa base se haya
visto afectada por tales decisiones políticas del pasado.
Pero por el lado de la CUP llegar a un acuerdo que
deje en agua de borrajas esa parte de su programa mínimo sería traicionar su
condición de grupo de izquierda, por mucho que Mas y CDC aceptaran su parte de
propuesta política rupturista (desobediencia al Tribunal Constitucional español
y creación de una República catalana).
Ambos, CDC y la CUP, saben que hay mucho de
postureo en esa reivindicación socioeconómica, sin dar un paso radical hacia
medidas no paliativas sino anticapitalistas, ya que sin expropiación e
impuestos especiales a las grandes fortunas catalanas no me imagino de dónde
van a sacar el dinero para las medidas sociales cuando Standar & Poor´s han
rebajado la calificación crediticia de Cataluña ya por debajo del “bono basura”
y el Estado central previsiblemente apretará aún más las tuercas a la economía
catalana a través de sus mecanismos de transferencia económica, ayudas e
inversiones ¿Jugará CDC a enrabietar aún más al gran capital catalán,
partidario del mercado único y, en consecuencia, de la continuación de Cataluña
dentro del Estado español? No lo creo, y ellos, incluyendo a la proponente CUP,
tampoco.
Para los silenciosos ERC y Junqueras en este tira
y afloja, en el que las palabras son de concordia y voluntad de entendimiento
entre los dos extremos (CDC y CUP), y para ello han enviado al Varoufakis
catalán, el “independiente” sionista Raül Romeva que se ha autodescartado como
candidato a President, la situación es especialmente complicada.
Por un lado, dentro de Junts pel Sí, Mas y CDC
recuperan protagonismo en su negociación con la CUP en detrimento de la
habilidad de maniobra que ERC y Junqueras habían venido demostrando en los
últimos tiempos.
Por otro, la personalidad política de la pequeña
burguesía catalana de ERC con veleidades de “izquierda”, tantas veces
traicionada, se encuentra en medio de la voluntad de independentismo burgués y
pactado con el Estado español de Mas y CDC y la de secesionismo “radical” social,
de izquierdas e insumiso de la CUP. Para ellos la proclamación de la República
catalana ha de tener una conexión con un acto del pasado siglo XX –el realizado
por el President Companys- En función de
dónde se situé dentro de
esa tensión negociadora, ERC tendrá problemas de uno u
otro signo, pero los tendrá.
Entre tanta pose, tanto juego dentro de la familia
soberanista catalana, tengo la sensación, siendo un ignorante absoluto de la
realidad política catalana, que a CDC se le ha escapado el control de la
situación hace ya tiempo, que su órdago a la grande se ha convertido en un
órdago a la chica a la vista de todo el mundo, que la CUP juega a un postureo
–el de condicionar la política antisocial de CDC- que no se cree ni ella, pero
que no tiene otro remedio que jugar porque, no hacerlo sería renunciar a su
identidad de organización de izquierda, por muy influenciada que éste por el
perroflautismo pequeñoburgués del 15M, y que ERC no sabe aún cómo jugar el
papel de un árbitro “centrista” en una operación que desea liderar pero que
puede acabar como el rosario de la aurora.
¿Tendrá esto una repercusión sobre el éxito o
fracaso del proces català? No lo sé. Soy partidario del libre ejercicio, sí
ejercicio, de autodeterminación de los pueblos pero no promotor de ello porque
soy muy consciente de que rara vez ese ejercicio logra otra cosa que dividir a
la clase trabajadora aún más y casi siempre bajo la hegemonía de sus
respectivas burguesías nacionales.
Y
por fin, la madre de todos los postureos: el de IU y el de Podemos:
Sé que hay quien cree que la ruptura de las
negociaciones entre IU y Podemos fue
sincera en algún momento por, al menos, una de las dos partes. Del mismo modo que sé que aún hay quien cree
que elecciones y voluntad popular tienen algo que ver o quien cree en el
misterio de la Santísima Trinidad. La fe es un estado de cándida ignorancia.
Hagamos un poco de historia para entender los
desentendimientos entre IU y Podemos.
Izquierda Anticapitalista, partido que aportó a
Podemos la mayor parte de su núcleo inicial de militantes, nace de Espacio
Alternativo, una corriente de opinión, una parte de la cuál militaba en
Izquierda Unida. Tras su abandono de esta organización (que como marca del
supermercado electoral empezaba a dar síntomas evidentes de envejecimiento),
previo el debilitamiento y pérdida de adscritos a dicha corriente, a finales de
2007, deciden en noviembre de 2008 constituirse en partido con el nombre de
Izquierda Anticapitalista y presentarse a las elecciones europeas de 2009. Tras
su rotundo exitazo al obtener el 0,13% y 19.880 votos, se rebajó un tanto el
entusiasmo de estos universitarios hijos de la pequeña burguesía que intentaban
recrear una pseudoIU “moderna” y buenrollista, no como coalición, sino en el
formato partido a través de su discurso ecologista, feminista y de
“izquierdas”. Necesitarían un nuevo baño de realidad –las elecciones generales
de 2011- para darse cuenta de que el invento que seguía la estela de un NPA y
de un Besancenot venidos a menos no tiraba hacia adelante. En las elecciones
generales de 2011 obtendrían un espaldarazo más notable (0,10% de los votos o,
lo que es lo mismo, 24.456 votantes. Para entonces, su proyecto empezaba ya a
dar síntomas de agotamiento incluso en cuanto a la afluencia juvenil a sus
filas que no fue despreciable en los 2-3 primeros años.
Y en esto llegó el coleta que, junto a su
compinche Monedero y Jorge Verstrynge entro otros, habían sido miembros de IU, asesores a sueldo de la
misma (políticos profesionales aunque no públicos) y con otros ex IU (de nuevo Izquierda
Anticapitalista y sectores vinculados a IU) ponen en marcha lo que los propios
trotskistas light habían denominado la ”operación coleta”. Aunque el invento
había sido registrado ya como partido con anterioridad en el Ministerio del
Interior, la operación toma cuerpo y velocidad tras no funcionar el intento de imposición de
Pablito a IU de que ésta organizara primarias para elaborar la lista a esas
elecciones y le incluyese a él y a otros de Podemos en “lugares seguros” dentro
de la lista al Parlamento Europeo de las elecciones europeas de 2014 por dicha coalición. Sabían que la dirección de
IU no aceptaría tal chantaje pero aun así hicieron el paripé. Primer postureo
por parte de Podemos.
En la noche del 25 de Mayo de 2014 las caras de
los dirigentes de IU que comparecían ante los medios de comunicación tras
conocerse los resultados electorales eran todo un poema. Expresaban aspecto de
luto, cuando se trataba de la convocatoria al Parlamento Europeo en la que
habían obtenido mejores resultados de su historia como coalición. Aunque habían
logrado 6 eurodiputados, aún estaban colgados de los sondeos preelectorales que
hacía meses apuntaban resultados mucho mejores para ellos. Y lo peor de todo,
Podemos con 5 actas se había quedado a un solo puesto de ellos, sobrepasándoles
en porcentaje y votos en muchas provincias y regiones.
La operación coleta y su despliegue mediático
había dado un primer golpe del que IU no se recuperaría sino que le llevaría
por el camino del abandono de dirigentes, afiliados y votantes hacia la
formación morada y a un riesgo más que evidente de extinción. Quien desee saber
más sobre Podemos y sus efectos en IU puede consultar
este enlace.
Se había producido la sustitución de lo que
algunos llamaban una coalición “viejuna” por una nueva opción “modelna”,
“joven” y “chupiguy” por parte de
quienes se sentían hijos de la clase
media y la “generación más preparada de
la historia”. No en vano, encontrar un obrero en la dirección de Podemos es
más difícil que hallar un dirigente del PP honrado.
El caso es que el grueso dominante original de
Podemos provenía de IU, su programa en las europeas, municipales y autonómicas
era casi el mismo que el de esta coalición y aunque una parte de Izquierda Unida
defendía ciertos principios ideológicos y toda ella de izquierda, ambas
–Podemos e IU- son en realidad interclasistas, ciudadanistas, reformistas y
contaminadas hasta el corvejón por la morralla ideológica del 15M. He aquí una
clave decisiva para entender el paripé de la negociación de la Unidad Popular
por ambas partes. Peleaban las dos por
sobrevivir en el mismo terreno, sabiendo ambas que de dicha pelea sólo podía
salir viva una de ellas.
Si hubiera que señalar alguna diferencia
significativa, pero no determinante para no entenderse, porque el realismo
político de las direcciones y de la mayoría de las bases de ambas formaciones
es lamentable, serían dos a reseñar: que buena parte las bases de IU y sus
electores se reconocen como clase trabajadora y un importante sector de su
afiliación mantiene vínculos sentimentales con las ideas comunistas, aunque es
más fácil autoafirmarse tales que defender los elementos centrales de dicha ideología.
Mientras tanto Podemos se apoya en una base afiliada y votante de desclasados y
hasta hace muy poco de fanáticos ignorantes sin una ideología política
concreta. Ahora está por ver lo que queda en los círculos que aún no han
desaparecido en la práctica.
Así pues el debate de todos bajo las siglas de
Podemos frente al de, hasta hace muy poco, una Unidad Popular que respete las
siglas de cada uno (cuestión ventilada por parte de IU con la creación del
engendro de Ahora en Común) era una polémica mentirosa porque el objetivo era
no entenderse y poder cargar al otro la responsabilidad de ello. Tanto Podemos
como IU saben que el dinero obtenido por cargos públicos lo es a las siglas y
no a las uniones electorales en las que la identificación de a qué partido
pertenece cada cargo electo es harto difícil. IU no puede sobrevivir a su más
que difícil situación económica sin recursos de origen electoral.
Podemos no tenía interés en una coalición de
carácter nacional sino en picotear, como el invitado a una fiesta que, poniendo cara de desgana, selecciona los
trozos más apetecibles de una bandeja con viandas. En Aragón, en Galicia porque
está Anova con Esquerda Unida y las Mareas, en Cataluña porque Podemos era allí
mucho más débil que en otros lugares. No le funcionó en las elecciones
catalanas pero le ha servido para hundir a ICV y a EUiA, lo cuál es siempre un
consuelo para Podemos. Por el contrario
Ahora en Común se ha roto en Aragón. Y en Galicia sus potenciales socios empiezan
a decirle eso de que marchar todos juntos bajo la bandera podemita hay, tras la
debacle en Cataluña, que discutirlo.
IU ha tragado, creyendo que le marcaba el terreno
a los podemitas con el aborto, ahora registrado con otro nombre similar en
Interior, desideologizado y derechizado de Ahora en Común, hasta que, tras la
escena del sofá y las repetidas muestras de indignidad absoluta de Alberto
Garzón en postura auparishtaquika ante el gran buco, el macho alfa Coleta
Morada, éste ha quedado, más que satisfecho, asqueado por lo rastrero de su
entrega.
Garzón se ha limpiado el líquido viscoso que le colgaba de los morros, se ha alisado los cabellos, estirado la ropa y, poniendo cara de digno ha declarado: “vamos a asegurar una candidatura nítidamente de izquierdas”, lo que significa que en el proceso de negociación no lo estaban haciendo y que tragaba/n con lo que le/s echarán. Y acto seguido IU ha hecho gala de un republicanismo tantas veces guardado en el armario ropero tanto en el Parlamento Europeo ante la visita del Rey español y ante el 12 de Octubre. En eso le lleva ventaja a Pablito y los podemitas (suena a nombre de conjunto pop de la movida) que tuvieron que inventarse eso de no nos mandaron el email y cuando lo encontramos salimos por peteneras para justificar el no ir de besamanos a la recepción real, en lugar de decir que no lo hacen porque son republicanos y no reconocen a una monarquía heredera del franquismo. Les hubiera estropeado un tanto la estética de su viaje al centro.
Conociendo el percal y la madurez de Pablito
sospecho que no ha ido por no ponerse traje. Disculpen la frivolidad pero sé
que, en esto de los "emergentes" la bisoñez pesa lo suyo.
Resulta patético, ver como muchos de IU que se
retorcían de dolor y rechazaban el carácter de entrega de su lidercito Garzón a
los podemitas ahora le aúpan y, “au
contraire”, también es despreciable ver como los podemitas de IU ahora sacan
pecho y rechazan con orgullo herido a Coleta Morada. Cuando uno no puede
sostener su esquizofrenia se inventa una nueva imagen de sí mismo. A eso
eufemísticamente lo llaman los psicólogos reducir la disonancia.
Defendí a IU y a un coordinador general de la
misma, ahora meramente nominal, el cuál acabó plegánose en gran medida a la mayoría confluyente de IU, en lugar de romper, seguido por los sectores más
decentes de ella, con la misma y su indiginidad, cuando se lanzó la operación coleta y durante los primeros
meses del acoso porque entendí que, aunque ese grupo era socialdemócrata, su
desaparición traería más daño que bien a las ideas de izquierda, al
debilitarlas en su conjunto. Hoy sabiendo lo que sé, no me arrepiento de lo
hecho pero quizá mi postura habría sido otra.
Me da igual cómo le vaya a IU el 20-D. Quizá salven los muebles –léase la seguridad profesional para unos cuantos entre diputados, asesores parlamentarios, etc- y saquen 4 diputados, como el PCE de Santiago Carrillo en 1982. O quizá sea ya su debacle definitiva. En cualquier caso IU habrá demostrado que en casi 30 años de historia el “cretinismo parlamentario”, que rechazaban tanto Marx como Lenin, y del que han hecho su principal objetivo de acción política, les ha dado unos resultados realmente decepcionantes.
En cualquier caso, el sindiós de la alucinante jaula de grillos trepadores en lo que se ha convertido Ahora en Común -lo que era de esperar por su composición aventurera y de la peor especie de sujetos venidos del lumpen político- anuncia el peor de los batacazos.
No es algo que a mí ya me preocupe pues en esta
ocasión también volveré a abstenerme.
En todo caso, espero ver cómo sigue desinflándose la opción podemita, ahogada entre su obsesivo viaje a la derecha (centralidad la llaman ellos y han conseguido que el votante se incline hacia la derecha y el "centro" con 3 opciones en ese terreno que la han dejado para “asfaltar” los suelos), la evidente mediocridad de sus dirigentes –qué gran estratega el repelente niño Errejón-, su conversión en partido nepotista, vertical, anticlase y sus broncas y abandonos internos, en medio de declaraciones y comportamientos cada vez más esperpénticos. Una vez que han servido de refresco a los partidos centrales del sistema y que los medios del capital y las cañerías del Estado ya no les necesitan (en Cataluña fracasaron como opción camufladamente españolista y allí y en España ya hace de regeneracionista su clon, también de laboratorio, "Ciudadanos"), Coleta Morada podrá decir orgulloso: “consummatum est”
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16 de septiembre de 2015
LOS PODEMITAS, COMO POLLOS SIN CABEZA
Por Marat
Una serie encadenada de estupideces propias de
quien, ya no es que hayan perdido la coherencia política porque nunca la
tuvieron, sino que incluso son patéticamente ridículos en su propia
incoherencia nos ha regalado la menguante secta podemita en los últimos días.
Tras enseñar Pablo Pablito Pablete su casa a la
reina de la casquería fina Ana Rosa Quintana, al estilo Mariano Rajoy o Pedro
Sánchez y sus pretensiones de parecer “personas normales”, ese estilo tan poco
sobrio y discreto que debe acompañar a cada dirigente político para no
banalizar su imagen como mero producto de marketing para consumo en los
supermercados electorales, el Señor de la Divina Coleta nos obsequió con la
defensa del oligarca e inductor del terrorismo de las guarimbas venezolanas,
que llamó a desconocer en su día los resultados de las elecciones democráticas
en aquél país –Leopoldo López- y que desencadenaron 43 muertos en la patria del
finado Presidente Chávez. Sigue la estela del gatazo gordo Felipe González,
asesor de multimillonarios y "empleado" de lujo de Gas Natural.
"A
nosotros no nos gusta, venga de quien venga, que se condene a alguien por hacer
política. En política las diferencias se tienen que resolver a través de
procesos electorales", dijo el sheriff de los
podemitas el pasado 11 de Septiembre. No me sorprende que haya quien por otros
motivos, seguramente menos justificados, encuentre paralelismos entre Pablo
Iglesias y el fascista de las 2000 abdominales José María Aznar.
Muy poco después Juan Carlos Monedero, Don
Politologón, en un alarde que lo mismo podía ser de verso libre que de reparto
de papeles, al estilo de como hacían en el pasado González y Guerra, para
contentar a la despistada dirigencia bolivariana sobre lo que en realidad es Podemos,
decidió insultar en una única declaración pública a la izquierda abertzale
vasca y a los sectores populares que apoyan al legítimo gobierno venezolano.
A la primera lo hizo –insultar-
al comparar al fascista protogolpista, e inductor del crimen político, Leopoldo
López y a la ya extinta kale borroka.
Se podrá disentir de la estrategia violenta que la izquierda abertzale vasca
empleó aquellos años de “socialización
del dolor”. Yo lo hago. La mayor parte de la actual izquierda abertzale lo
hace tácita, aunque no expresamente. Pero equiparar a la izquierda soberanista
vasca con los fascistas asesinos de venezolanos es, como poco, algo propio de
un sujeto inmoral, indecente y canalla. Detengo aquí mis epítetos para no
descender al nivel de este fascista que llama fascistas a los demás.
Y de paso, Wallet
(Monedero-Billetero) insultó la
inteligencia de la dirigencia bolivariana y del pueblo venezolano al tratarlo
de imbéciles y desinformados respecto a la identidad política de la izquierda
abertzale vasca, que podrá ser más o menos criticada, por ejemplo en la deriva
de una parte de ella hacia el reformismo socialdemócrata, pero que fue durante
parte de la larga noche del franquismo una punta de lanza contra el fascismo
español y por la recuperación de las libertades.
En un desdoblamiento
de personalidad digna del doctor Jekyll y Mr Hyde, el disminuido
(electoralmente) Pablito el pasado martes 15 de Septiembre declaraba: "un extremista, no sólo lo digo yo, lo
dice la oposición moderada venezolana. Y yo creo que está bien que defienda sus
ideas, y sin embargo en Venezuela hemos visto muchas veces a líderes opositores
alentar golpes de estado" ¿En qué quedamos, Pablito, López es un
condenado “por hacer política” o
alguien condenado por “alentar golpes de
estado”?
Los oportunistas, los
trepas, los populistas son “gente” sin principios ni convicciones que, como el
padre ideológico de Pablito, Zapatero, hablan en función de los sondeos
preelectorales y, como estos no le van bien ni por su ala derecha (grande) ni
por su ala izquierda (mucho menor y menguante a gran velocidad), hacen
declaraciones políticas antagónicas en su contenido para contentar a unos y a
otros, demostrando finalmente que no sabemos si estamos ante una parodia de político
o ante Cantinflas haciendo de político.
Pablito, el mal
remedo de Corbyn español, tiene un ego de dimensiones descomunales que, sin
duda, debe estar compensando carencias que habrían hecho las delicias del padre
del psicoanálisis, Don Sigmund.
Su artículo en El
País, diario del régimen al que tanto criticaba el Señor de los Círculos en el
pasado, y al que últimamente se está aficionando bastante como columnista del
mismo, que en su edición en papel se tituló “El
Pablo Iglesias Británico”, siendo cambiado posteriormente en la digital por
el titular de “¿Por qué todos hablan del
Pablo Iglesias británico?”, tras la queja de Pablito por lo que él
consideraba manipulación por parte de este medio del texto con el encabezamiento
entregado por él al diario, y finalmente modificado, es una evidente muestra de
lo que muchos psiquiatras y psicólogos denominan “delirio narcisista”.
El problema de los
políticos con delirio narcisista, patología tan bien retratada por el
inigualable Chaplin en la escena del globo terráqueo de “El gran dictador”, es que resultan, además de grotescos,
esperpénticos e hilarantes, peligrosos porque carecen de freno en su insana
pulsión de alimentar a su Narciso de bolsillo.
Ni el titular manipulado
por El País ni el original entregado por Pablo Iglesias que firma como Pablo
Iglesias un texto en el que se interroga “¿Por
qué todos hablan del Pablo Iglesias británico?” hacen buen servicio al Pablo Iglesias
español. Hace que se delate a sí mismo, es patético al compararse con un
político laborista con más de 30 años de trayectoria coherente como
parlamentario y pone el burro delante(él)
como elemento con el que supuestamente “todos” comparan a Corbyn.
Corbyn es un
socialdemócrata –más de izquierda que Pablo Iglesias y los discípulos de su
secta ni de izquierdas ni de derechas pero que nadie se engañe, no va más allá de ser eso, un socialdemócrata-, con conexiones ideológicas y de clase
en los sindicatos (Trade Unions), al contrario que Pablito que lo tiene con ese
engendro amorfo llamado “la gente” o con ese “escondeclases” sociales llamado
los “ciudadanos”. Corbyn hace 30 años que mantiene la misma línea socialdemócrata,
a la izquierda del social-liberalismo del Labour Party que instauró Tony Blair
(ni Gordon Brown ni Ed Miliband cambiaron esa orientación), mientras que Pablito
pasó en menos de dos años de decir que era comunista –decía-, luego
bolivariano, después ni de izquierdas ni de derechas, ahora socialdemócrata
modelo escandinavo,…¿mañana?
Y llegó la división
de los circulines cuando Alexis Tsipras y Syriza evidenciaron los límites
ideológicos, de campo de juego dentro de los límites de respeto a las reglas de
la institucionalidad que imponen los sistemas políticos burgueses a quienes los
respetan y, por supuesto, de coherencia.
Según cuenta el digital progre “El Diario” bajo el titular “Dos diputados autonómicos de Podemos viajan
a Atenas para apoyar a Unidad Popular, la escisión de Syriza”, la tribu
podemita está dividida en cuanto a qué socios apoyan en Grecia.
Mientras los trotskolights de Anticapitalistas
(antes Izquierda Anticapitalista), corriente de opinión-grupo de presión para
el logro de sofás de políticos profesionales, apoyan a la escisión de Syriza,
Unidad Popular, Pablito y el ínclito Errejón apoyan a Tsipras y Syriza por su “coraje
al convocar elecciones”. Mejor le hubiera ido a ese coraje si lo hubieran
empleado en defender a la clase trabajadora griega contra sus oligarquías
locales y europeas.
Lejos quedó
aquel “Aguanta Alexis” del tuitero
Pablito, cuando muy pocos veníamos avisando de que Syriza y el hijo del
constructor Tsipras venderían a la clase trabajadora griega y a su país y
cuando, poco antes del referéndum y justo después, quedo patente ya para muchos
que lo que decíamos muy pocos meses antes se había cumplido.
Según Jesús Rodriguez, de Podemos y
Anticapitalistas, "apoyar a Tsipras
ahora es una locura. El apoyo a Tsipras nos va a hipotecar, nos va a dificultar
que ganemos las elecciones porque lo que ha hecho Tsipras es consolidar el
discurso dominante del bipartidismo de que no hay alternativa, de que no hay
posibilidad de cambio". El hombre derrota por la herida electoral,
antes que por la ideológico. Y aclara ante la pregunta del periodista sobre si
Podemos sigue apoyando a Tsipras y Syriza: "que
yo sepa no se ha discutido en ningún órgano y lo que se ha expresado son
opiniones de dirigentes. Pero la mayoría de los sectores o están con Unidad
Popular o se ponen de perfil". Es la incoherencia, el cinismo y la
hipocresía de quienes en lugar de ideología y principios tienen ambición.
Yo no sé lo que se meten en vena o por la nariz los
podemitas y los miembros de su sanedrín pero no quiero de eso; sienta mal.
Tras ver su recorrido último tengo la tentación de
cambiarles el nombre y pasar a denominarles “podeminis”. Minis en expectativas
electorales, minis en ideología, minis en coherencia, minis en decencia política,
minis en inteligencia personal y colectiva, minis en fin. Y con estos quieren
fundirse los claudicantes PCE e IU. Otros que tal bailan.
Mientras tanto, en la campaña de las elecciones
catalanas, la derechuza mediática española emplea a los podeminis como ariete
en defensa de la españolidad de Cataluña. Quien tenga dudas sobre lo que digo que vea el lenguaje etnicista, lerrouxista y guerracivilista en un mitin preelectoral de Pablito de la semana pasada en Cataluña: "esa gente que no se avergüenza de
tener padres andaluces o abuelos extremeños tiene que sacar los dientes". Y los podemitas y su Cristo del Santo Narcisismo no se
quejan por el tratamiento que les da la Brunete mediática en esta campaña de Santiago y Cierra
Eggggpaña, se dejan querer. Veo a Marhuenderrrrr e Inda cualquier día hablando
del ejemplo patriótico de los podeminis y sus líderes, que no dirigentes.
Por cierto, aunque considero respetables todos los tipos de juegos sexuales, siempre que sean consensuados, el nivelón político que ha trasladado Pablito a la campaña de las elecciones catalanas con su respuesta a Lluis Llach (seguro que ya no pone "L´estaca" en sus actos), con aquello de "Parece
que a Lluis Llach también le interesa el sexo. Pues bien, si quiere le vamos a
dar sexo a Mas, le vamos a dar látigo en esta campaña", me ha creado una imagen visual entre el Mesías de la Coleta y el burgués Mas que he tenido que desterrar rápidamente con una inmersión por Internet en un capítulo de "Perdidos", para evitar tener pesadillas nocturnas de las que te despiertan gritando horrorizado y cubierto de sudor fío.
En cualquier caso, y dado que Pablito parece obsesionado por las "delicias" del BDSM y otras parafilias, le recomiendo este kit de juegos que acabo de encontrar en la red y que tiene el color corporativo de los podeminis.
En cualquier caso, y dado que Pablito parece obsesionado por las "delicias" del BDSM y otras parafilias, le recomiendo este kit de juegos que acabo de encontrar en la red y que tiene el color corporativo de los podeminis.
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26 de agosto de 2015
SOSTIENE PABLO IGLESIAS
Evidentemente Pablo Iglesias no alcanza, para
mí -es algo subjetivo-, ni de lejos, el grado de dignidad final del periodista Pereira, envuelto en una toma de posición política que
nunca quiso ante la dictadura fascista de Salazar en la novela del desaparecido Antonio Tabucchi.
No digo que Pereira fuera mi héroe antifascista. No era un valiente en el sentido clásico de la tragedia griega sino más bien un Hamlet shakespiriano
que hubo de decantarse en circunstancias no deseadas por él.
Era católico –yo no- y le gustaban Mauriac y
Bernanos. Yo los respeto en su valor humanista. Pero no ignoro la toma de
conciencia política, incompleta, que muestra en la novela de Tabucchi aquel
profesor. Tampoco soy el más indicado para pedir heroísmos que no sea capaz de
mantener.
Con él y su compromiso moral me pasa como con
Tolstoi, acusador de la crueldad de los poderosos, denunciante del hambre de
los oprimidos y, sin embargo, hombre con unos escrúpulos que no comparto
respecto a la violencia revolucionaria cuando se cierran todos los demás
caminos para la justa protesta ¿Quién no detesta cualquier forma de violencia?
Pero ¿acaso dejó de ser cierta su inevitabilidad o su condición de “partera de
la historia” en los momentos decisivos de la humanidad y de las luchas de
clases?
Pero Pereira avanzó e Iglesias es un cangrejo ermitaño
Pereira es un hombre de derechas que cree ser un apolítico, dedicado a su vida y al recuerdo amoroso de una esposa a la que la muerte ha arrebatado. El compromiso no va con él. Hasta que conoce a un joven periodista, Monteiro Rossi, un antifascista que acabará escribiendo de más en medio de la dictadura portuguesa del primer tercio del siglo XX.
El asesinato del muchacho a manos de la PIDE hará comprender al viejo Pereira que el mundo del poder es infinitamente más cruel y horrendo de lo que había aceptado hasta entonces.
Comprende que hay otro mundo de libertades posibles y, tras denunciar el asesinato político, sin pringar en exceso a la dictadura, se exiliará. Pereira es un hombre lleno de contradicciones, como tantos de nosotros, y miedos que recorre un camino insuficiente hacia la emancipación del horror del ser humano y hacia el compromiso con lo justo y decente. Pero se mueve en el sentido de la historia, aunque insuficientemente.
Pablo Iglesias ha sido un tipo que, como Pereira, tuvo una relación con los medios del capital pero recorrió el camino en sentido inverso.
En algún momento, el encumbrado plagiador de la metáfora marxiana del asalto a los cielos debió creerse ungido por los dioses para tal misión. Acabó convertido en una caricatura de sí mismo, presa de sus ansias parlamentarias y de los vaivenes de los creadores de opinión y sus demoscópicos juegos al servicio del capital que pone y quita ídeolos de barro.
Pablo Iglesias también camina hoy pero no hacia ningún proyecto liberador del Prometeo encadenado sino hacia el del rincón menguante que la historia con minúsculas le ha asignado.
Pablo Iglesias también sostiene cosas, tantas
y tan cambiantes que uno se pierde en el intento de hacer itinerario de las
mismas. La sibila Casandra volvería a carecer de crédito en sus vaticinios,
ahora sobre este personaje, porque es imposible imaginar tantos bandazos y
virajes en tan corto espacio de tiempo.
Desde las elecciones europeas de 2014 –parece que
han pasado varios años, ¿verdad?- a las actuales, tratar de conocer qué sostiene
Pablo Iglesias como idea central de su relato y propuesta política es una
aventura de locos ¿No creen?
Ya no hay casta para él (el ser social determina
la conciencia), ni nacionalizaciones de sectores estratégicos, ni renta básica
universal, ni tentación de romper el “candado constitucional”, ni proyecto
constituyente que valga -¿le han oído hablar mucho de ello últimamente?-, ni
derecho de autodeterminación de los pueblos del Estado español que no pase por
casi lo mismo que exigen PSOE y PP-que opinen todos los españoles; esto es,
todo el Parlamento- Va y viene respecto a sus alianzas con el PSOE y niega las
posibilidades de pacto sugeridas por su escudero Errejón-, según convenga a las
encuestas preelectorales en las que su formación cotiza a la baja-. Se retrató
ante el muro de las lamentaciones del sionismo criminal con kipa y todo. Fue a
USA a presentar credenciales y lo hizo también ante el embajador norteamericano
en España y es un admirador de Tsipras por eso de que convoca elecciones de nuevo.
Por la boca muere el pez. Vincula inconscientemente la convocatoria de nuevas
elecciones en Grecia –como acto democrático, aunque Tsipras violase el mandato
del referéndum – al hecho de que pueda ganarlas: "Ojalá Zapatero hubiera
hecho lo mismo, quizá no tendríamos hoy a Mariano en la Moncloa" ¿A este
chico nunca le han dicho que lo que importa no es el oportunismo ni el hecho de
que ganes unas elecciones, por ausencia de alternativas parlamentarias, sino
que tengas un proyecto y que éste no traicione a quienes confiaron en ti? Quizá
a estos ilusos habría que explicarles que el mundo no cambia por delegación
sino por un esfuerzo colectivo obra de quienes están llamados a revolucionarlo,
sin “dioses, reyes, ni tribunos”.
En Grecia la “ilusión democrática” vino de la
clase media y de algunos sectores de la trabajadora , porque en Syriza había
más izquierda que en Podemos. Pablito acaba de afirmar que a Podemos no le
pasará lo que a Syriza, después de cerrar filas con ella (a cada segmento de
votantes les cuenta una cosa) porque su partido está con la UE y con el euro,
como si Tsipras no hubiera ya recorrido toda la marcha fúnebre necesaria para
que se produzca la tercera vuelta de tuerca. Por eso hay escisión allí. En
Podemos hay poca clase trabajadora, mucha
desclasada -y mucho universitario “selecto” que se cree con derecho a todo por
eso de la meritocracia-, que se cree media porque tuvo, y una parte de ella aún
tiene, unos accesos al consumo que gran parte de los trabajadores españoles no
tienen. Llegará antes la implosión del soufflé hasta que haga toma de tierra,
tras su involución ideológica, que la ruptura interna podemita, inevitable
cuando ya no haya carrera política profesional para tanta aspiración personal.
Pero tú Pablo, ¿qué sostienes?
Nada, porque si hasta tú mismo, para hacerte pasar
por lo que no eres, afirmas que “a los
valientes nos tiemblan las piernas” para responder al arrebato de valor y
honestidad de tu compañera Teresa Rodríguez, a la que le horroriza, que a tu
menguante califato le puedan temblar, es que no sostienes nada sino que
renuncias a todo. Y eso sin haberte ni siquiera acercado al gobierno, que no al
poder, porque el poder está en otro lado, más que en unas encuestas levantadas
por los que de verdad cortan el bacalao: el capital.
Tonto útil –pero listillo en tus aspiraciones personales de trepa sin escrúpulos ni decencia- para entretenimiento político, aligeramiento de presión social y vuelta del sistema político –no digamos económico- a la casilla de partida.
Hala, sí, ya puedes mostrarte generoso con los
cadáveres políticos que un día te alimentaron y a los que has despreciado con
un odio cordial (cor/cordis= de corazón). Os merecéis mutuamente. Te los vas
a comer por territorios, con tal de que a algunos les asegures puestos de
salida y al señorito con el que hiciste la escena del sofá, y del que dices que
quieres en tus candidaturas también.
Pablo, ya no te veo como la pobre imitación del embaucador cuentacuentos Felipe González de 1982 sino como al boxeador
sonado que fue aquél en 1996.
Lo que a partir de ahora te queda es actuar de subalterno y monosabio al servicio del diestro en las plazas de tercera, si te dejan los del PACMA.
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22 de agosto de 2015
TSIPRAS Y EL MITO DE LA “ILUSIÓN DEMOCRÁTICA”
La comparecencia de Tsipras al presentar su dimisión no parece sugerir entusiasmo |
Por Marat
El anteúltimo acto de la farsa griega –aún quedan
varios por desvelarse- presenta al antihéroe Tsipras en su devenir como personaje
tragicómico envuelto en la ajada clámide de su dimisión como jefe de gobierno
heleno.
Cualesquiera que sean las razones esgrimidas para
explicar la dimisión de Tsipras y la convocatoria de nuevas elecciones de un
modo más airoso al real –la oportunidad de deshacerse de la Plataforma de
Izquierdas y del 30% de diputados de Syriza desleales a su programa claudicante
ante el capital europeo, el momento, justo entre la recepción de los primeros
flujos monetarios del tercer rescate y antes de que se noten los efectos de sus
nuevas políticas antisociales, el realismo político conjugado con la voluntad
de sacar a Grecia adelante,…- lo cierto es que la dimisión de Tsipras y la
llamada a la formación de un nuevo gobierno, apenas 7 meses después de la formación
del primero de Syriza, evidencia el fracaso de la vía reformista representada
por la nueva socialdemocracia griega que anticipa el revés de sus corrientes
hermanas europeas. Por enésima vez, ya que es evidente la existencia de una
voluntad de opinión que se niega a entender esta cuestión, debo aclarar que la
socialdemocracia de hoy no es la representada por los viejos partidos “socialistas”, ya que estos son
social-liberales, sino por esas excrecencias “postcomunistas” reconvertidas en
socialdemocracia actual en lugar de la socialdemocracia de antaño.
Sin pretensión de sentar cátedra pero con voluntad
didáctica, creo necesario aclarar de qué estoy hablando cuando aludo al
reformismo socialdemócrata de postcomunistas y de populistas de “izquierda”.
En el contexto de la crisis capitalista actual
dentro de la UE, las opciones reformistas de matriz socialdemócrata más
recientes plantean la reversión de las políticas de austeridad impulsadas por
la Troika –desdibujando en gran medida que sus componentes son meros órganos
administrativos de la estrategia capitalista europea y mundial, y no sólo
alemana-, en mayor o menor medida el asunto de la deuda, que ha evolucionado
desde la proclamación del impago de la misma hasta su reestructuración y ya
veremos en qué acaban estas demandas, una recomposición de las hegemonías
políticas dentro de la UE que dé lugar a una nueva orientación económica y, en sus vertientes “radicales”, estudiar la
opción de la salida del euro, sin plantearse la salida de sus respectivos
países de la UE, como si euro y Unión Europea fueran hoy cuestiones desligadas
y se pudiera plantear el fin del euro sin que ello afecte al fin de la UE en un
momento en el que todas las tormentas políticas, económicas y sociales indican
que los pasos atrás evidencian la fragilidad actual de su arquitectura. Tanto
los rebrotes nacionalistas como las divergencias estratégicas, fuertemente
antagónicas en su interior, indican que la UE está tocada de muerte y ello
exige una alternativa que sea capaz de prever este hipotético nuevo escenario.
Esa previsión no puede llegar desde las organizaciones sistémicas, incluidas
las de la actual socialdemocracia, porque están comprometidas en su agónica
supervivencia.
Llamativamente, estas opciones plantean sus
programas desde posiciones marcadamente superestructurales e institucionales,
haciendo abstracción de qué clase es la principal afectada por las políticas de
austeridad –tal victimología la envuelven en genéricos indefinidos dentro de la
estructura social tales como “la gente”, “las personas” o, en el mejor de los
casos, las clases populares, sin que se avergüencen, con frecuencia, de apelar
a las clases medias, comodín ideológico de cualquier renuncia política a la
idea de lucha de clases, exenta de su proyecto. Siendo así las cosas, carecen
de una base social mínimamente homogénea y suficientemente combativa en la que
sustentar el apoyo social en forma de lucha a sus propuestas.
Los aspectos señalados explican, en buena medida,
el fracaso de Syriza, atrapada entre el
Escila de su “radicalidad democrática” y el Caribdis de la realidad del
poder económico del capital, que prefieren representar bajo las formas de sus
sombras (BCE, Comisión Europea y FMI), así como las de sus socios europeos
(Frente de Izquierdas francés, Die Linke, Bloco de Esquerda, opciones similares
escandinavas, Podemos e IU). Sus socios también han perdido pie por su dinámica
de rebaja programática permanente (Podemos), otros por haber sido superados en
su radicalidad por los neofascismos (Frente de Izquierdas) y algunos porque
enfrente tienen a partidos comunistas más combativos, caso del Partido
Comunista Portugués frente al Bloco de Esquerda. Y no faltan quienes están empeñados en homologarse dentro
de la respetabilidad sistémica (Die Linke).
Sin embargo, hay una explicación complementaria y
de gran calado, que tiene que ver con el marco político y que explica la
impotencia de la neo-socialdemocracia. Se refiere a las reglas del juego de la
legalidad burguesa. El “parlamentarismo”
como expresión del escenario en el que se desarrolla el combate político, la
aceptación del Estado burgués como un órgano neutro desde el que se puede hacer
cualquier tipo de política –la prosistémica y la supuestamente crítica-, la
asunción de la legalidad institucional y sus límites, el respeto a los
compromisos internacionales desde una “política de Estado” y la sustitución de
la idea de destrucción del Estado capitalista por el de la ocupación política
del mismo por el nuevo gobierno de turno, ayudan a entender mucho del porqué el
nuevo reformismo está herido de muerte.
Detrás de esta seducción ante el entramado jurídico-institucional de la burguesía, que
es tan nueva como sus antecedentes en el reformismo de Bernstein a finales del
XIX y de Kaustsky a principios del XX-, está el fetichismo de la “ilusión
democrática”. La creencia de que lo que se opone a lo no electivo
(corporaciones capitalistas, órganos del capital como el FMI, el BCE o la
Comisión Europea) se encuentra en lo elegido por “la ciudadanía”, ese engendro
abstracto que hace tabla rasa de la diferencia de clases e intereses en su
interior. Y para ese segmento reformista, la panacea del “cambio” se encuentra
ahí.
Este discurso, que ha sido el gran gadget argumental del reformismo en estos años de la crisis, desde los indignados 15Mayistas hasta todas las organizaciones políticas y no gubernamentales, tipo ATTAC, que han tenido algo que ver con esa versión del radicalismo democrático pequeñoburgués durante estos años, tiene los pies teóricos y reales de barro.
Exceptuando los parlamentos nacionales y
regionales, los municipios y el Parlamento Europeo, el resto de órganos en la
gran mayoría de los países tienen una composición endógena: se autoeligen.
Desde el Consejo del Reino, a las diputaciones, desde el BIRD y el Banco
Mundial, al Consejo de Europa, desde la UNESCO y la ONU a las instituciones
judiciales o la dirección de las empresas. Y lo más relevante es que en la
infraestructura económica- la democracia social e igualitaria, que es la real,
y se llama socialismo- , salvo en el caso de las cooperativas, todos los
órganos son de naturaleza oligárquica. Pero no se escuchaban entonces los
gorgoritos “democráticos” de los paladines reformistas antiausteridad. No había
necesidad de ninguna demagogia de disidencia controlada.
Pero aunque los organismos mencionados, y otros
muchos que no cito, hubieran sido elegidos por sufragio universal o, al menos,
por todos los sectores afectados por los mismos, ello no evitaría las
tendencias oligárquicas propias de la naturaleza de la estructura social y
económica en la que se integran. ¿Alguien supone, de verdad, que las opciones
realmente anticapitalistas tienen las mismas posibilidades de ser elegidas que
las prosistema? ¿De verdad creen ustedes que hay una libre competencia en lo
político, en el que no sean primadas financiera, política y mediáticamente una
parte de las opciones concurrentes? ¿Creen que el debate político está siendo
reproducido de un modo sincero, no manipulado y equitativo? ¿Tienen ustedes
muchos ejemplos en nuestro entorno geográfico en los que las cosas hayan sido
de otro modo cuando una propuesta política se haya planteado el derribo del
capitalismo? Cuando fuera del entorno europeo han surgido opciones, no
socialistas, sino de democracia popular,¿ han notado ustedes el talante
democrático de los medios del capital financiero, militar, terrorista,
“diplomático”, mediático, económico, “cultural”?
La democracia que ustedes, los “demócratas”
reformistas, neopopulistas y socialdemócratas de nuevo cuño nos ofrecen como
opción antiausteridad huele a una vieja claudicación histórica. A la renuncia ideológica que ustedes
representan. A la clase pequeñoburguesa que siempre acaba ofreciendo saldos de
productos que no arreglan nuestras vidas pero sí sus cómodas conciencias.
La auténtica democracia de la que ustedes no
hablan apunta directamente al corazón del capital. Tiene que ver con la
protección del ser humano, ocupado, parado o jubilado, por el hecho de haber
nacido- algo muy distinto a su renta básica universal, que va a consistir en el
“toma 600 euros y búscate la vida porque se acabaron la sanidad, la enseñanza y
las pensiones públicas”-, tiene que ver con el control de las producción por
los trabajadores, tiene que ver con las
comunas como forma de organización barrial, educativa o de otro orden
colectivo. Y sí, además hace falta la representación pero en auténtica igualdad
de condiciones. El resto es farfolla.
Los comunistas no tenemos respuestas sobre todo
esto. Sabemos dónde estamos y dónde queremos ir, sabemos que nos falta mucho
recorrido pero no funcionamos sobre programas electorales sino en base a programas
mínimos y máximos. Somos conscientes de que necesitamos buscar respuestas.
A finales de Septiembre, en Madrid, una parte de nosotros, no tenemos derecho a hablar en nombre todos, nos encontraremos para buscar respuestas, aprendizaje y espacios de encuentro comunista.
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