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26 de junio de 2025

LA “IZQUIERDA” DE LA CAVERNA

 

Por Marat

El pasado no es pasado. Ni siquiera es pasado”

(William Faulkner. “El ruido y la furia”

Recientemente escribí un breve artículo -”De la papolatría de la izquierda como pretexto”- en el que hablaba de un sector de la izquierda, antaño reformista, que había perdido su identidad en la lucha, no revolucionaria, pero sí de clases, para abrazar la idea de la “bondad humana” como si en ella se encontrase un bien moral transhistórico, capaz de hacer del mundo y su realidad social el depósito de un nuevo humanismo.

Desde hacia tiempo, al menos desde las protestas- performances de los indignados, había tomado cuerpo esta idea en el archirrepetido eslogan “"Para que el mal triunfe solo se necesita que los hombre buenos no hagan nada", atribuido a Edmund Burke.

Bastaría entonces con que los seres humanos fueran bondadosos, morales y justos para que la humanidad saliese, por fin de la barbarie, la desigualdad, la explotación y la pobreza.

Lo de menos seria entonces el origen de ese mal, las condiciones materiales que lo han hecho posible, la forma de dominación capitalista. Corrigiendo ligeramente a Mateo 6:33-34 podríamos decir seamos buenos y lo demás se nos dará por añadidura.

¿Les suena a ustedes religioso el concepto? Lo es.

No pareció escandalizar a esa izquierda que ha acogido la santurronería que hace abstracción de que no bastan las buenas intenciones cuando éstas se niegan a ver que sin la destrucción de un mundo aberrantemente desigual no hay bondad que valga y que cuando se elige la opción papista de negar la necesidad de una revolución violenta, el camino de ese amor universal es una trampa, sea con Francisco, con León XIV o con el papa laico Mugica

Quizá la mejor frase que explique tanta bondad beatífica la exprese el difunto expresidente uruguayo:

Yo me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo, pero estuve entretenido”.

Como mensaje moral es enorme pero no queda más que ética y estética donde cabría preguntarse qué práctica política lo impidió y si era más importante la autoabsolución que la autocrítica.

Y ahora hablemos de otra cosa, de la razón de este texto.

Hay otra izquierda distinta a la anterior. La izquierda de la caverna.

No es única ni pareja. Comparte su dogmatismo, su incapacidad de reflexión, su esterilidad política, su posición estratégica e ideológicamente reaccionaria y su postura involutiva. Pero no es idéntica

A) La izquierda del insulto “fachapobre”

Fachapobre es un término creado por las bases sociales de los partidos socialiberales y populistas de izquierda hacia los segmentos de las clases trabajadoras y medias que apoyan a las derechas reaccionarias y la extrema derecha fascista.

En muchos casos el conflicto derivado de la categoría es virtual, pertenece a las redes sociales. No expresa la realidad cotidiana de la calle pero ello no impide que quede a la vista la indigencia político-ideológica de esa izquierda

Expresa la propia realidad de la izquierda que lanza el calificativo como evidencia de su propia carencia para liderar y representar a determinados segmentos de las clases trabajadoras y populares. Si existe lo que esa “izquierda” llama fachapobres no es solo por la capacidad de la extrema derecha y el fascioliberalismo de imponer ideológicamente su propaganda, su discurso y su agenda sino también por la incapacidad de la propia izquierda para conectar con la que tendría que ser parte de su base social y convencerla programática y políticamente de que ella es la que representa sus auténticos intereses de clase.

Pero la izquierda no tiene nada que ofrecerles que no sea la agresión verbal porque la izquierda hace mucho que está fuera de la realidad y del tiempo presente, no digamos del futuro, al cual ni siquiera presiente.

Le queda el insulto, pues no es otra cosa, “fachapobre”. En esa palabra compuesta están presentes la frustración y la impotencia de quienes la emiten, su incapacidad para transformar la realidad y la negación de su razón de ser y, por supuesto, el desprecio clasista del pequeñoburgués que, a pesar de su miedo a los sectores reaccionarios de las clases trabajadora y populares, cree estar moral y socialmente por encima de ellas, al amparo de una pretendida “verdad” que hace mucho tiempo dejó de serlo.

En el lexema “pobre” de la mencionada palabra compuesta se encuentra la intencionada bofetada con la que se pretende golpear el rostro de su destinatario, denigrándolo más allá, si cabe del término “facha”. Hay mucha carga simbólica e ideológica en las palabras pobre y pobreza. Son sinónimos de mendicidad, miseria, indigencia,...Marcan a flor de piel a quienes son señalados con este vocablo y sobre él y su estigma se han montado parte de los miedos sociales sobre los que se asientan las clases dominantes y el poder de unas religiones que hacen de la caridad y no de la igualdad social y económica buena parte de la ideología dominante. Quien inventó el término fachapobre es un canalla y un imbécil; un tonto útil de de nuestros enemigos de clase.

Si alguno de los deficientes mentales que emplea la expresión fachapobre tiene la tentación de intentar establecer algún tipo de analogía entre su repulsivo vocablo y el de “lumpenproletariado” (o lumpemproletariado) nos limitaremos a decirle que no existe similitud alguna entre ambos conceptos. En “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” Marx categoriza fragmentos de clase, sectores desterrados de la vieja sociedad estamental medieval en descomposición, aventureros y elementos más o menos delictivos de sectores marginales de la sociedad del siglo XIX como base social del nuevo bonapartismo. Lo que hacen los idiotas difusores de la palabra fachapobre es ofender a mileuristas, parados y pequeños autónomos sin conciencia de clase y culparlos de haberse pasado a su enemigo de clase y político, cuando ellos son incapaces de ofrecerles un horizonte de vida distinto a un capitalismo con alguna migaja más.

Estos intelectuales de la ineptitud, para los que la posibilidad de un cambio interesante sucede en las urnas cada 4 años son tan inteligentes que abonan la derrota del partido al que defienden insultando virtualmente a la que debiera ser su base social en lugar de construir espacios reales, y no ficticios, de conciencia, ideología, solidaridad, organización y lucha de clases

B) La izquierda del velo

En España, y en el mundo católico en general, hasta 1983 esta religión imponía el velo a las mujeres en sus iglesias. Representaba modestia y lucha contra la vanidad, según el catolicismo. Los hombres jamás han utilizado tal cosa. Es lógico porque el velo es, en realidad, una muestra de sometimiento de la mujer al hombre fuera y dentro de una iglesia en la que el poder es masculino de modo casi absoluto.

Pablo de Tarso, San Pablo para los cristianos, no deja lugar a dudas sobre esta cuestión:

La cabeza de todo varón es Cristo, y el varón, cabeza de la mujer, y Dios, cabeza de Cristo” (1ª carta a los Corintios. 11,3).

El hombre, al contrario, no debe cubrirse la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; más la mujer es gloria del varón. Pues no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón; como tampoco fue creado el varón por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por tanto, debe la mujer llevar sobre su cabeza (la señal de estar bajo) autoridad, por causa de los ángeles” (1ª carta a los Corintios 11,7-10).

Para rematar, por si hay quien se muestra remiso a entender el significado del velo en el catolicismo, Pablo de Tarso escribe a los efesios:

Las mujeres sujétense a sus maridos como al Señor porque el varón es cabeza de la mujer, como Cristo cabeza de la Iglesia, salvador de su cuerpo. Así como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las mujeres lo han de estar a sus maridos en todo” (Efesios.5, 22-24)

Misógino hasta la nausea.

En febrero del 2010 los anticapitalistas del NPA (ex LCR francesa) presentaron como una de sus candidatas, a Illem Moussaïd, ataviada con velo. Ellos prefirieron llamarlo “pañuelo”

Melenchon, fiel a la tradición republicana laica francesa, mostró su disconformidad. Otros candidatos de la izquierda y la derecha republicanas lo rechazaron.

Si en lugar de tratarse de un partido minoritario francés hubiéramos estado ante la aspirante de un partido mayoritario, muy probablemente la cuestión hubiera adquirido mayor dimensión. Puesto que tenía el peso que tenía, acabó por ser acogido por ciertos partidos autodenominados a la izquierda de la izquierda.

Recientemente he leído un breve pero muy interesante artículo de la feminista de izquierda marroquí Najat El Hachimi. Su título es “Prohibir el velo”. Es imposible culparla de derechista, antiárabe o contraria al respeto de países y personas provenientes de ciertas religiones mayoritarias.

Les adjunto una reproducción de dicho texto para que sean las propias palabras de su autora quienes sostengan argumentos muy coincidentes con los que aquí expondré.



Si el velo católico es una expresión religiosa de la dominación del hombre sobre la mujer se entiende mal que el velo islámico (el pañuelo) no sea exactamente lo mismo en el islamismo el velo en el Corán.

Y di a las creyentes que recaten sus miradas y protejan sus partes privadas y no muestren sus encantos, excepto lo que está a simple vista. Que cubran sus pechos con el velo [khimar] y que no muestren sus encantos excepto a sus esposos, sus padres…” (Corán 24: 31)

Aunque el islam no hace responsable a la mujer del origen del pecado, como sí sucede en el cristianismo, cabe preguntarse el porqué de tanta protección hoy frente a la mirada libidinosa del hombre, como si la mujer siguiera siendo una menor de edad, necesitada de una protección que no fuese la de los derechos humanos de un régimen civil, laico e igualitario.

Aquello de “la religión es el opio del pueblo” se refería a todas las religiones.

Cualquier mujer, en cualquier lugar del mundo debe ser libre de vestir como le plazca, con mayor o menor muestra de “sus encantos”. Es parte de los derechos del individuo. Restringir estos derechos en función de una cultura es fascista.

Es particularmente grave que desde pretendidas posturas feministas de occidente, importadas de la antropología norteamericana, y traídas a Europa, se aluda al velo como elemento de identidad cultural y de resistencia y empoderamiento, ese término tan falso frente a la emancipación de un poder anclado en una clase social, cuando religión es mucho más que cultura y cuando los derechos arrancados en una parte del mundo debieran ser válidos para todos.

Pero quiero volver al texto de Najat El Hachimi, “Prohibir el velo”. La autora se limita a la escuela pública. Quiero hacer lo mismo.

La escuela pública en España dice ser aconfesional. Cerca del 40% de las escuelas públicas aún mantienen crucifijos en las aulas y en la práctica totalidad de las mismas se mantiene la posibilidad de dar religión. Es una burla a la aconfesionalidad del Estado.

Es exigible la aconfesionalidad del Estado. Lo mismo cabe decir de cualquier otro elemento de manifestación religiosa supuestamente emboscado en la idea de identidad. También el velo. Etnia, identidad, cultura y religión son cosas distintas. Quien las confunda que se pague un colegio privado no subvencionado.

En la calle cada uno es muy libre de identificarse como quiera, del mismo modo que en sus ámbitos privados, ni contra una/o ni contra los demás, pero ni en la enseñanza ni en el sostenimiento económico directo o indirecto ha de haber lugar para religión alguna.

C) Los antiimperialistas de los otros capitalismos:

C.1) Los prochinos

Son los embajadores del “socialismo con características chinas”. Cuando alguien añada coletilla a la palabra socialismo le está tomando el pelo, sea socialismo en un solo país, socialismo democrático, socialismo estilo juche, socialismo real, socialismo cristiano,...

El socialismo es siempre un intento, con mejor o peor acierto de crear una sociedad más igualitaria que la capitalista.

Cualquier marxista -el término comunista ya ha sufrido suficientes abusos- sabe que al socialismo no se llega de forma inmediata tras una revolución social. Sabe que incluso tras una hegemonía de proceso por la clase trabajadora y los sectores populares hay un proceso de transición, incluso momentos contradictorios para avanzar, siempre que estos no acaben por abandonar el objetivo socialista.

El problema surge cuando se desanda el camino para elegir el opuesto.

Tras la caída de “la banda de los cuatro” y el accidente mortal de Ling Biao el camino hacia el poder de Deng Xiao Ping y su pragmatismo político estaba asegurado: “No importa que el gato sea blanco o negro mientras cace ratones”, una frase muy del gusto de Felipe González. Lo importante era el desarrollo económico de China. Lo de menos bajo qué sistema económico. Si el capitalista servía al objetivo, a partir de entonces el partido buscaría la forma de hacerlo compatible con la permanencia de su casta en el poder.

A partir de aquí surgen una serie de cuestiones sobre las que reflexionar:

1) Cómo afecta la indiferencia respecto al medio (soluciones capitalistas vs. soluciones socialistas) respecto a la legitimación política y fundante del papel dirigente del PCCH dentro de la República Popular China. De su legitimidad política no hay duda porque todo régimen político se justifica a sí mismo como “Estado de derecho”. Otra cosa distinta es como el PCCH justifica su permanencia al hecho inherente a su toma del poder de forma posterior. Si el objetivo sobre el que se justificaba el poder omnímodo y dirigente del partido era la construcción del socialismo, iniciar el retroceso hacia el capitalismo ¿acaso no cuestiona de base la legitimación política de su poder? ¿Tras una revolución el partido que ha tomado el poder está legitimado para ejercerlo para siempre? ¿ Por qué cree tener ese derecho? ¿Qué le hace creer que es el único representante de la clase trabajadora con derecho a dirigir su destino?

Siguiendo la lógica desarrollista consiguiente a Deng, “la mejora de las condiciones de vida del pueblo” es un objetivo también logrado tras la II GM por el capitalismo nórdico, centroeuropeo y norteamericano hasta los años 70 del pasado siglo. Pero una revolución socialista pretende otra cosa.

2) ¿Basta con considerar que la planificación China bajo la dirección del PCCH hace que su Estado sea socialista? ¿Acaso el capitalismo de países como EEUU, Francia, Reino Unido o la propia UE, no intentan una dirección estratégica de sus economías? ¿Convierte eso automáticamente la producción en socialista? ¿Dónde quedan cuestiones como el control obrero de la producción, la autogestión o las cooperativas de los trabajadores? ¿De verdad pretenden los voceros prochinos convencernos que el único caso que intentan vender de los trabajadores de Huawei accionistas de la empresa es socialismo y no una forma de capitalismo popular al estilo del que Thatcher propuso hace muchos años? ¿Cuánto pesa eso en las decisiones estratégicas de la marca?

3) La parte estatal de la economía china (infraestructuras, sector financiero,..) cumple la función facilitadora de ahorro de costes al desarrollo capitalista privado con proyección internacional.

4) El poder absoluto del partido, la ausencia de independencia sindical y la prohibición de organizaciones ajenas a los intereses del partido y del Estado garantizan el sometimiento de la clase trabajadora a sus dictados.

5) El entrelazamiento entre la burocracia política y los intereses de una gran burguesía ligada a las grandes corporaciones privadas ha hecho crecer una gran dualidad entre grandes capitalistas y clase trabajadora.

6) Afirma Marx que la empresa capitalista está sujeta a la ley del valor. Es ésta la que explica la plusvalía empresarial, necesariamente unida a la explotación laboral. Esto no sólo afecta a la parte privada de la economía china sino también a la estatal.

Dos cuestiones explican este último aspecto:

  • Por un lado, la existencia del mercado chino, también para la valorización, nacida de la venta del producto, genera una acumulación de capital, del que el trabajador no se beneficia, a través de la contención de su salario. La limitación de su capacidad de presión mediante sindicatos independientes lo asegura.

  • Por otro, la parte estatal, no social, de las empresas chinas favorece las condiciones necesarias para el desarrollo de un creciente sector privado de la economía china. Sin crecimiento económico China no podría haber creado empresas de dimensión mundial.
7) El intercambio desigual que China establece en la valoración de sus precios de compra de productos primarios en países como Brasil, Nigeria Sudáfrica o Chad a cambio de tecnología y armamento indica una práctica propia de un país imperialista, a pesar de su comportamiento pacífico.

Su papel a nivel mundial dentro de la lógica capitalista sistémica incluye cuestiones como la construcción de viviendas para colonos judíos en la Cisjordania ocupada y en los territorios de Gaza poco puede decir el “socialismo con características chinas” en su favor.

C.2) Los prorusos:

Caben muchas preguntas sobre los motivos por los que 34 años después de la implosión de la Unión Soviética hay prorusos a nivel mundial:

  • En África las nuevas generaciones políticas solo pueden tener un buen recuerdo de la URSS. Fue parte notable del apoyo a los procesos de descolonización.

  • En buena parte de Asia, con el hito en Vietnam, sucedió del mismo modo. Gran parte de las luchas populares en Oriente Medio deben mucho a la URSS, incluso más que a China.

  • En América Latina, salvo el caso cubano, su influencia fue mucho menor. Los procesos populares desde los años 50 del pasado siglo han tenido mucho de propio y de cesarismo, mucho menos de socialismo.

  • En Europa la ola revolucionaria inspirada por la revolución de octubre se agota tras la derrota de la revolución espartaquista.

Los repasos a la historia, por breves que sean, son útiles para no perder del todo cierta perspectiva histórica, pero esa parte ya la conocemos muchos comunistas e incluso personas que no lo son.

Lo que importa es preguntarse qué lleva a buena parte de quienes se identifican como marxistas-leninistas a encontrar en la Rusia de hoy un hilo de continuidad antifascista con la URSS del pasado.

Peor aún, qué hace coincidir a esos marxistas-leninistas, precisamente ese tipo de comunistas que niegan la condición de tales a los marxistas que no nos identificamos con su línea política, en su apoyo a la Rusia de hoy con fascistas como Viktor Orbán, primer ministro húngaro, Robert Fico, primer ministro eslovaco, el corrupto ex canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schöder o sectores de los neonazis de la AfD.

Puede que haya quienes desde el M-L justifiquen su posición bajo la lógica del enemigo de mi enemigo es mi amigo. Tengo la edad suficiente para sorprenderme de muy pocas cosas. Ya sucedió en el pasado siglo durante los años 20 y 30.

Hay un punto especialmente peligroso para un marxista. Es aquél en el que el horizonte se desdibuja, la posibilidad de oportunismo aparece y es necesario agarrarse a lo primero que aparece como elemento de fe. Un comunista no tiene fe sino convicciones basadas en el análisis marxista de la realidad concreta.

Que la UE sea hoy, aún más que en el pasado, el pelele del imperialismo estadounidense, no significa que deba apoyarse a un Putin que tan bien se entiende con Trump. Preguntémonos qué sucedió en la caída sorpresiva del gobierno de la República Árabe Siria, en el “laissez faire” de Moscú, durante y después y sus intentos de fracasados de renegociar con el nuevo hombre fuerte de los asesinos de Al-Qaeda (Al-Nusra), Ahmed Huseín al- Charaa.

Un tipo como Putin representa el orden canónico del poder capitalista más reaccionario: permitir que la mafia, procedente del partido único, dónde hacer carrera si no, medre mientras no le cuestionen, envuelto en la idea de familia, patria y odio a los homosexuales es un producto del modelo de arribismo nacido de un sistema que dejó de ser dirigido por comunistas mucho antes que él llegara a la cúpula

Uno de los peores males de cierta versión de un tipo de comunismo en descomposición

No voy a hacer un sumatorio de los errores soviéticos, aunque pudiera poner ejemplos de su traición a la revolución comunista del KKE (ELAS, Ejército Nacional de Liberación Popular) o su apoyo a la dictadura militar argentina en la guerra de Las Malvinas. Hay más casos.

D) EPÍLOGO
Más allá del acto del insulto cuando clase e ideología política no coinciden, cuando confundimos laicismo con pluralismo religioso, cuando defendemos socialismo con lo que no lo es, cuando creemos que el enemigo de nuestro enemigo es nuestro amigo, la posición correcta debiera ser la reflexión sobre los errores cometidos, la vuelta sobre la identidad de origen de lo que somos y quienes somos y la independencia de clase frente a cualquier interés de Estado.

Es la propia clase trabajadora la que puede emanciparse, naciendo de ella su lucha, su organización y su dictadura del proletariado, sin que ninguna organización externa a su propio proceso democrático la represente, evitando los errores de lo que en el pasado la negó como tal

el remedio que encontraron Lenin y Trotsky, la eliminación de la democracia como tal, es peor que la enfermedad que se supone va a curar; pues detiene la única fuente viva de la cual puede surgir el correctivo a todos los males innatos de las instituciones sociales”

(“La revolución rusa”, Rosa Luxemburg)