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26 de mayo de 2014

SI EN LA DIRECCIÓN DE IZQUIERDA UNIDA HUBIERA INTELIGENCIA COLECTIVA...

Por Marat

Breve aclaración previa al contenido de este artículo: 
En el paso de la noche de vino y rosas del 25 de Mayo al amanecer del día 26, las sonrisas de felicidad de Izquierda Unida tras multiplicar por 3 su número de diputados europeos, van a ir tornándose caras más serias cuando empiecen a analizar los resultados con más rigor y vean que son la tercera fuerza política por los pelos porque han estado a punto de ser desplazados al cuarto puesto por una candidatura inexistente hace apenas 3 meses y, a primera vista, inclasificable políticamente, aunque a segunda, si la mirada es detenida y los hechos lo van confirmando con el paso del tiempo, puede que la clasificación amargue el voto a más de uno de quienes se lo concedieron, sobre todo si, como parece, van a compartir grupo parlamentario europeo. 

Este texto responde al compromiso adquirido cuando escribí los anteriores en los que afirmaba mi intención de votar a Izquierda Unida “con una pinza en la nariz”, y desde una posición crítica con la misma, ante la necesidad de parar al populismo reaccionario que se presentaba a través de candidaturas “ni-nis” (ni de derechas ni de izquierdas), la mayoría de ellas abiertamente reaccionarias, y otras más solapadas, siendo así que las primeras podrían con el tiempo abrir paso a una opción fascista que aún no había cuajado en España pero que ya lo había hecho en gran parte de Europa, tal y como los resultados electorales han confirmado. Mi posición se fundamentaba además en que, como comunista que no encuentra un partido comunista en el que reconocerse, jamás votaría a señoritos universitarios con tics despectivos hacia mi clase o hacia quienes consideran “lumpens” y estaban engreídos por una visión providencial de sí mismos y por el éxito esperado que sus promotores de la comunicación les han regalado. La abstención nunca la consideré como opción pues desde el primer momento la he visto como complicidad con el enemigo más urgente a combatir: el populismo prefascista. 

Si IU era capaz de captar y canalizar la mayor parte del descontento sería posible frenar el avance populista, lo que ha sucedido parcialmente con algunas ofertas políticas que se han quedado fuera, aunque otras han triunfado notablemente, quizá por su mejor maquillaje y por un apoyo mediático inaudito en la historia electoral española desde 1977 hasta ahora. 

En ese compromiso adquirido de escribir sobre IU desde unas posiciones críticas que anuncié, más de uno/una que afirmaba que yo era de IU y muy de IU se va a llevar una sorpresa. 

En cualquier caso, y ya que los textos anteriores en los que expresaba tanto mi intención de voto, como los motivos de no voto a otras candidaturas, así como mis opiniones sobre cierto experimento de ingeniería política no sólo no fueron divulgados por los partidarios de los partidos entonces criticados por mí, sino que además los combatieron mayoritariamente desde el razonamiento nacido de sus pezuñas o desde la impugnación del rebuzno, espero que se abstengan de nuevo de compartirlo y no tratar de utilizar éste de ahora al servicio de sus aversiones partidistas. 

Por eso de ser de tierra de prados aprendí muy pronto a ver crecer la hierba, por lo que no soy ingenuo sobre lo que los partidos representan, entre otras cosas porque cuando algunos que se han “ilusionado” tanto en estas elecciones van alguno ya hace años que vine de allí o de su antecedente “anticapitalista”. Quien sólo ha pasado por una casa puede que crea que la suya es maravillosamente “fresca” pero sólo se engaña a sí mismo. Sólo desde el conocimiento de varias experiencias uno elige entre lo que cree menos malo porque bueno, bueno sólo lo hay en los cuentos. Y si crees en ellos con más de 18 años, la edad para votar, es que te gustan los cuentos porque te gusta el autoengaño.

Si hubiera inteligencia colectiva en la dirección de IU:
Digo a propósito inteligencia colectiva y no coherencia o firmeza política o voluntad de lucha frontal contra el sistema capitalista y lo digo, no sólo porque creo que es la primera falta en la dirección de esa organización, sino también porque de existir esa inteligencia colectiva -el auténtico concepto de “intelectual orgánico” del que hablaba Gramsci, no esa tergiversación del concepto que hizo el PCE hace muchos años para justificar el peso predominante de profesionales, intelectuales y personalidades de la cultura en los primeros años de la transición en su dirección frente al otorgado sus militantes de clase trabajadora- otras muy distintas hubieran sido las actuaciones de IU desde que se inicio la nueva fase de la crisis sistémica que arrancó en 1973 y ha tenido su nuevo episodio en 2007. Porque esta última crisis no es sino otra etapa, aún más agudizada, que la aparecida rayando el último cuarto del siglo XX, la evidencia de que el capitalismo ha entrado ya en su fase senil.

Si existiera esa inteligencia colectiva en la dirección de IU a esta organización la crisis actual del capitalismo no le hubiera cogido, como al resto, con el pie tan cambiado. Hubo muchos avisos previos, sacudidas, choques de placas tectónicas en la periferia del sistema -corralito en Argentina, crisis de los Tigres Asiáticos, Efecto Tequila en Méjico, crisis venezonlana que dio lugar al caracazo,...-, incluso en el mismo centro del sistema (estancamiento de la economía en Japón, crisis de las punto.com en USA). Las señales estaban ahí, a la vista de todo el que quisiera verlas. Que a nivel individual muchas personas de a pie tampoco la viéramos venir es secundario. Una organización debiera ser en el pensamiento, aún cuando de echo no lo sea, algo superior al pensar individual. Los viejos de este, país, esos de los que se suele decir que cuentan batallitas, barruntaban algo, cuando veían las subidas incesantes de la vivienda, a la que no acompañaban los salarios -de ahí que mucha gente tuviera que vivir a crédito- y la facilidad con la que se concedían las hipotecas. Decían: “esto va a estallar en cualquier momento” o “esto tiene que estallar por algún lado”. No les hacía falta ser Ministros de Economía. Simplemente no les cuadraba lo que estaban viendo. Que una organización política de dimensiones más bien medianas, y con economistas en sus filas, no viera lo que se nos venía encima tiene peor pasar.  

Aunque a IU le haya cogido por sorpresa el estallido de la crisis económica actual, hubiera demostrado alguna inteligencia colectiva si ello le hubiese llevado a un cambio de posición política girando, aunque éste giro arrancase del oportunismo, hacia la izquierda hacia una línea marcadamente de izquierdas, al comprender que la fuerza de los acontecimientos históricos conduce a Europa hacia la bipolaridad entre fascistas y antifascistas, entre las posiciones de clase, por desdibujadas que aún aparezcan, y las que niegan la lucha de clases  y no se hubiera limitado a disputar un espacio socialdemócrata que el PSOE abandonó hace mucho.  

Si en la dirección de IU hubiese inteligencia colectiva, esta organización entendería que ya no hay espacio ni para la socialdemocracia ni para los modelos económicos keynesianos o neokeynesianos que defiende en sus propuestas políticas. El golpe que el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones UE-USA) infligirá sobre la soberanía económica de los Estados, la desregulación del mercado financiero mundial y del comercio, muchos años antes, se añaden a la imposibilidad de una política de inversión pública que revierta todo lo privatizado si no se contempla la expropiación de las grandes fortunas y de sus negocios porque la suma de lo privatizado es astronómica, los Estados están endeudados y no tienen dinero para realizar esas políticas y ni siquiera se podría cubrir ese déficit con una política impositiva realmente progresiva. Pero una política de expropiación exige una voluntad de enfrentamiento con el capital que supone la ruptura con los límites del marco legal institucional y, en consecuencia, conlleva apostar por planteamientos cuasi insurrecionales. Algo muy distinto de las declaraciones de Cayo Lara el anteúltimo día de campaña con aquello de que los gobiernos se cambian en las urnas. Esta es una afirmación que la puede suscribir tanto el PP como el PSOE porque en su institucionalismo la han repetido hasta la saciedad. Importa poco en qué contexto lo dijo- declaraciones sobre el ataque contra el coche en el que viajaba Montoro en Barcelona- porque para rechazar el deporte de la caza al político que se está poniendo de moda en España -ataques a sedes de IU, agresiones a dirigentes de IU en Tenerife, así como a dirigentes de otros partidos hace unas semanas- no hace falta caer en afirmaciones que nieguen la violencia revolucionaria, algo que no tiene nada que ver con la antipolítica reaccionaria y la violencia contra representantes políticos que se extiende por el país mientras los emprearios se van de rositas. 

Si en la dirección de IU hubiera inteligencia colectiva esta organización no habría alimentado a la hidra populista del 15M, aquella de base antipolíticos, que negaba las instituciones en nombre de un asambleismo teledirigido desde fuera y que proclamaba el “no nos representan”, incluyendo a todo el espectro político representativo al que llamaban, inspirándose en la terminología y en el pensamiento fascista y prefascista, “casta política” (Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca) -termino que ahora emplean los representantes electos de cierto “partido sorpresa”- y “partidocracia” (expresión del Ministro de Franco  Gonzalo Fernández de la Mora). 

Pues bien, esa hidra que IU alimentó oportunistamente, creyendo poder reorientarla hacia el rechazo al bipartidismo que le permitiera abrir cuña en el espectro político, es la que ha promovido “alternativas” “ni-nis” y neopopulismos inspirados en el modelo de partido y liderazgo cesarista del prefascista Beppe Grillo y nacidas de ella. No debiera sorprenderla porque en ella predominaba el discurso antipartidos, siempre que estos no fueran los que luego ellos iban a crear. Una suerte de anarco-fascismo indignado les ha pegado en las narices con su “no nos representan” que durante esta campaña de las europeas les incluyó de forma más que evidente, con sus alusiones a rechazar también el tripartidismo. Llamativamente los del “no nos representan” han encontrado quienes les representen y no es la izquierda porque su esencia es ser “ni-nis”. Quien crea que puede domesticar a un cocodrilo y meterlo en su cama perderá, como poco, una pierna. 

Sí, el 15M, por fortuna, ha muerto pero ha logrado que su espíritu se haya abierto paso arrolladoramente en la sociedad en forma de encanallamiento de estado del malestar contra los políticos y los partidos que no son herederos de aquel movimiento, justamente como se llamó una de las avanzadillas antipolíticas y antipartidos del 15M. Es tramposo intentar vender el supuesto argumento de que sin el 15M no hubiera habido movilización social porque lo que se está escamoteando con ello es el efecto de esa movilización social que ha creado un discurso populista y antipolítico sin apenas insistir sobre una lucha contra el poder económico. ¿O es que se nos va a seguir vendiendo que la economía son ante todo y casi sólo los bancos? Que se lo pregunten a los 6 millones de parados, a los trabajadores precarios, a los pensionistas con pensiones de miseria, a los trabajadores sin renovación de convenio colectivo, a los que han visto reducidos sus salarios, a los sometidos a EREs. No, el 22M no tiene ninguna continuidad con el 15M porque los que se manifestaron en uno y otro caso tienen una composición de clase muy distinta.   

Si hubiese inteligencia colectiva en la dirección de IU ésta habría comprendido que su ciudadanismo de origen burgués e interclasista apela sólo a unas clases medias instaladas en el vértigo  y el pánico a la pérdida de estatus, justo las clases que jamás les votarán, ni apoyarán porque su propio desclasamiento, a pesar del carácter de clase poco marcado en IU, les hace rechazar el sello de clase del origen de esta organización. Cuando escucho a Gaspar Llamazares pronunciar de cada 9 palabras 10 veces la palabra ciudadanos, cuando también lo son Botín, Cesar Alierta, Joan Rossell, el magnate de la comunicación José Manuel Lara (gran promotor de Podemos), el del textil Amancio Ortega o el de la alimentación Juan Roig,, me entran unas ganas irresistibles de meterle una colleja y decirle: “dí trabajadores, gilipollas, que son las auténticas víctimas de esta crisis”. Pero no es sólo él. Es toda la dirección de IU la afectada del virus de la ciudadanitis. Aún recuerdo cuando hace unos meses una concejala de IU en un pueblo de Madrid me respondió que lo de ciudadanos era “porque durante muchos años no nos habían dejado serlo en este país”. Me pregunté entonces si habíamos vivido ella y yo en el mismo, ya que tampoco se podía decir obreros o trabajadores, puesto que el franquismo hablaba de productores y hasta el imaginario nacionalcatólico había convertido a San José Obrero en San José Artesano.     

Mientras tanto IU se autocensura en el nivel de emisión de mensajes que hable nitidamente a la clase trabajadora en un lenguaje que ésta comprenda, que identifique como propio y en el que le sea posible reconocerse. Al abandonarla le deja sólo la rabia y la idea fuerte que les ofrecen los fascismos que han triunfado en Europa, precisamente sus grandes enemigos. Es triste que esto mismo que algunos venimos diciendo desde hace tiempo tenga que recordárselo a las izquierdas un socialdemócrata con mala conciencia de serlo como Ignacio Ramonet. También el millón y medio de personas que desfilaron en Madrid el pasado 22 de Marzo han estado reclamando un claro compromiso de clase y con la lucha de clases, porque ellos no eran indignados, ni del 15M, ni universitarios de clase media sin conexión con el hilo rojo de la izquierda, ni meros ciudadanos, sino trabajadores. Como se lo dijeron antes los trabajadores de Panrico, a los que el principal sindicato de referencia de IU traicionó, los de la limpieza de Madrid o de Alcorcón o los de Coca-Cola.

Éstas muy bien podrían ser las últimas elecciones celebradas en España en las que aún no aparezca una organización fascista con cierta fuerza en el horizonte. Las autonómicas y, especialmente las municipales, serán el inicio de su despegue, de no producirse una clara reorientación de IU y de las organizaciones a su izquierda hacia su clase y hacia una izquierda con una identidad clara y fuerte. Frente a la forma fuerte y fácil -y tramposa pero eficaz- de hablar el fascismo a la clase trabajadora no van a funcionar las alternativas moñas y blandiblup -esas llegan sobre todo a la pequeña burguesía universitaria- ni las socialdemócratas -las social-liberales han fracasado junto con la derecha histórica- sino un discurso y una práctica radicales desde una izquierda que no se avergüence de serlo ni esconda su identidad y que implique una clara alianza con su clase natural, la trabajadora. El ascenso de IU y de sus partidos hermanos europeos sólo será, con sus posiciones actuales, un trasvase más o menos moderado del apoyo con el que antes contaban los partidos social-liberales y pronto y, más temprano que tarde, será superado por los acontecimientos, como ya  lo ha sido por la fuerza de los partidos fascistas europeos.

Si hubiera inteligencia política en IU, puesto que las campañas electorales se parecen mucho a las de marca/producto -alguna que no es la de IU se ha vendido con el mismo estilo trilero que la de unos jóvenes, también muy “nuevos” y "frescos" en 1982 y apuesto a que el resultado será igual de desilusionante, antes de lo que muchos suponen, que la aventura de aquellos- si la coalición no se hubiera empeñado tanto en su mensaje sobre acabar con el bipartidismo como en los motivos por los que se combatía éste porque, al final, el regusto de ese mensaje es un quítate tú para ponerme yo, justo lo que a IU le han hecho desde los del “no nos representan” Cabe decir lo mismo de la inteligencia de la dirección colectiva de IU si se hubiera preocupado de buscar un eslogan distinto a “el poder de la gente”, un mensaje que enfatizaba un fondo “ni-ni” poco coherente con una organización que lleva la palabra “Izquierda” como primera propuesta de su marca identitaria y porque ese eslogan trabajaba en la onda de otros.  

Si en la dirección de IU hubiese inteligencia colectiva su política institucional, allá donde su voto es decisivo, sería muy distinta a la que es: pacto de progreso en Andalucía, abstención en Extremadura, que permite gobernar al PP, y pacto con el PSOE, luego roto, en Asturias. Ya no es una cuestión de que la lectura de estos comportamientos arroje un perfil errático de IU en sus políticas de alianzas parlamentarias, cosa que sucede, sino que tiende a proyectar una imagen oportunista y de mayor interés por ocupar espacios de poder que por definir una posición nítida y coherente. No vale que los pactos políticos los decidan sus federaciones porque ello sólo enfatiza su imagen de reinos de taifas, que es lo que en realidad es IU en cada federación. Si se está en contra del bipartidismo, reforzarle como socio menor de uno de los dos partidos aún mayoritarios es hacer un pan como unas hostias. Es muy distinto para que no gobierne el PP- como sucede en Extremadura-, dar el voto al candidato del PSOE y pasar a la oposición y maracarle desde ella, ley a ley, que enmierdarse con él en un gobierno que realiza también recortes sociales y salariales de sus funcionarios y en el que apenas  IU ha logrado ver aprobado sólo uno de sus varios puntos que llevó al acuerdo de gobierno con el PSOE andaluz o dónde una Presidenta de la Junta le quita las competencias de vivienda a la Consejera de Vivienda de IU. Por mucho que rectificase luego, el daño a la imagen de IU ya estaba hecho desde el PSOE, con la retirada de dichas competencias, y por parte de IU con la entrada al Gobierno Andaluz. Puede que a IU en Andalucía eso le haya funcionado bien pero ha sido un revulsivo negativo para mucho votante potencial del resto de España que ha dejado de ver en el PSOE un partido de izquierdas.

Si en la dirección de izquierda unida hubiese inteligencia colectiva ésta habría enfatizado mucho más su papel en la agiración dela calle, cosa que no ha dejado de hacer, obsesionándose mucho menos por lograr una imagen institucional porque hay una percepción cada vez más extendida de que las instituciones políticas ya no pueden cambiar el poder económico si no hay un poderoso movimiento en la calle contra él.

Si en la dirección de IU hubiese inteligencia colectiva no serían los medios de comunicación del sistema o los pretendidamente “alternativos” los encargados de hacer limpieza de la corrupción en este partido. Porque es mentira que la dirección de IU no conociese, hasta que saltó a la prensa, el comportamiento irregular y el salario como consejero de Caja Madrid, absolutamente desproporcionado y ajeno a lo que se supone que el representante de un partido obrero -o que debiera serlo- debe mantener en una institución de interés público, como era una caja de ahorros y a cambio de qué. Y es mentira porque no es creíble. IU debiera haber sido la primera en haber denunciado ante la justicia la existencia de esos chanchullos y corruptelas, haber expulsado al señor Moral Santín de su formación desde el primer momento en que lo descubrió, que fue mucho antes de que saltara a la prensa y haberle puesto también en manos de la justicia. Haberse autodepurado a sí misma. Hace unos días alguien de IU, no recuerdo si era un militante o un dirigente dijo algo así como “mejor que haya saltado a los medios el escándalo de Moral Santín. Así haremos limpieza”. Es indecente decir tal cosa porque demuestra que ésa persona piensa que IU es incapaz de hacer limpieza interna por iniciativa propia y que esa forma de ver las cosas está instalada en la organización. 

En cuanto a hacer limpieza digo lo mismo de alguien que continúa estando en la dirección regional de IU de Madrid, que fue coordinador general de IU Madrid, portavoz de la misma en la Asamblea Regional y portavoz actual en el Ayuntamiento de Madrid. Me refiero a Ángel Pérez Martínez, un personaje siniestro, enredador, generador de broncas internas en IU y en el PCE, del que fue secretario general de la región de Madrid. ¿Acaso hace falta que hable de los maletines con dinero que llegaron desde Florentino Pérez -el mafioso constructor y presidente merengue- hacia Ángel Pérez para lograr que IU en el Ayuntamiento de Madrid cambiase su voto a favor de la recalificación de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid? ¿Qué decir en esa jugada del hombre de Florentino Pérez en CCOO, Ángel Campos? ¿Por qué hombres como Martín Medem, ligado históricamente al PCE y a IU, o Juan Carlos Escudier, simpatizante de esta organización, se vieron obligados a denunciar desde sus tribunas en medios de comunicación estos hechos y nadie les hizo caso?  

Moral Santín, Ángel Pérez, Ángel Campos. ¡Vaya con los antiguos chicos que se fueron del PCE con Ignacio Gallego para fundar el PCPE porque el primero era revisionista! Habría que revisar sus carteras de esos saltimbanquis de la política, ¿no creéis Cayo Lara y dirección de IU con escasa inteligencia colectiva, por no decir en este asunto otra cosa?

Si en IU hubiera inteligencia colectiva no veríamos vendettas como las de Rivas Vaciamadrid – el mayor ayuntamiento de España gobernado por Izquierda Unida- en la que un alcalde de esta formación, José Masa, fue defenestrado políticamente de su cargo de una manera absolutamente vergonzosa por las maniobra del secretario de la asamblea de IU de esta localidad, Jorge del Cura, que acabó por ocupar dicho cargo. Desde 1991, cuando era una localidad con mucho menor tamaño y servicios públicos que hoy, Rivas Vaciamadrid ha tenido alcaldes de Izquierda Unida. No recuerdo desde entonces período en el que esa asamblea y ese ayuntamiento no hayan sido fuente de enfrentamientos y quebraderos de cabeza dentro de IU. 

Desde 1976 fui militante de la UJCE primero en Cantabria, luego del PCE, después del PCE e IU en Madrid, hasta que harto de broncas internas, movidas, encanallamientos, navajazos internos y escisiones múltiples, lo abandone en 1991, harto de tanto cainismo y de que la mayor parte de sus energías se dedicaran a la autodestrucción, lo abandoné. Cuando oigo a alguien echar la culpa a Carrillo de todos los males sucedidos al PCE me entran ganas de decirle que conoce muy mal y muy poco al PCE y luego a IU porque, en su propio origen las querellas intestinas formaron parte de la cultura del PCE, mucho antes de que Carrillo procediese a la unificación de las Juventudes Socialistas con las Juventudes Comunistas de Trifón Medrano en 1936 y luego saltase a la dirección del PCE y eso ha seguido siendo así en el PCE, antes de Carrillo, durante la secretaría general de Carrillo y después de Carrillo, y en IU. Las familias del PCE y de IU son la base de la bronca dura, las venganzas, las escaramuzas y las celadas. Los intereses de poder la masilla que las une y la razón del hostigamiento que cada cabecilla de fracción practica a hacia las otras. Por mucho que éstas inquinas traten de disfrazarse de causas políticas e ideológicas esto no es cierto porque, para que existan ambas, ha de haber diferencias de fondo y estratégicas y sobre todo la formación suficiente en sus militantes para que estos sean capaces de esgrimir argumentos políticos de fondo. Todos los partidos y organizaciones políticas tienen sus broncas, y en ocasiones más sangrantes, pero suelen ser más cuidadosas de cara a la galería. Todo parece más civilizado, menos sangriento. Quién desde otra organización política pretenda hacer creer que su mierda huele mejor miente. Simplemente esta organización suele tener más cuidado en no emplear a la prensa de un modo tan burdo para meter el dedo en el ojo a un compañero de partido. Los militantes de IU suelen quejarse de que la prensa sólo recoge las broncas internas y no la acción política de esta coalición pero en esa estúpida ingenuidad suelen ignorar que si pones más énfasis en retransmitir tus combates de boxeo que el juego cooperativo interno, obtienes lo que das. 

Aún así, y a pesar de ser IU y el PCE una jaula de grillos, les he seguido votando en un buen número de ocasiones -la abstención también ha formado parte de mi comportamiento electoral y lo seguirá siendo cuando no vea imprescindible votar y no me sienta capaz y no encuentre fuerza política a la que dar mi voto- En esta lo hice por las razones aludidas en los artículos anteriormente citados y en el encabezamiento de este texto. 

Mis posiciones críticas hacia IU y el PCE no me hacen ser anti IU ni antiPCE porque sé muy bien que, cuando las cosas se pongan de verdad duras, que se pondrán, será de los comunista,s en un sentido diverso, y de los excomunistas de quienes podré esperar que den la cara, no de ciertas flores nuevas ni de “ni-nis”. Eso es algo que aprendí hace muchos años de comunistas que conocí en mi juventud, muchos de los cuales sigueun estando más o menos en los mismos sitios o cerca. . Desconozco si volveré a votar a IU porque depende de la evolución política futura de sus posiciones. En todo caso, para mí en estas elecciones era una cuestión decisiva hacerlo, a pesar de que sigo esperando un Partido Comunista que tal vez no llegue nunca y que no sea estalinista ni viva del odio al PCE o a IU.   

Una última reflexión sobre el resultado de las elecciones europeas: 
Una primera aproximación al análisis sociológico de las elecciones europeas me permite concluir que la altísima abstención -más grave porque se produce en un contexto de gran crisis económica y política-, proviene fundamentalmente de la clase trabajadora porque es ella la mayoría sociológica en un país en el que los resultados de esa abstención -54,14%- sólo son muy ligeramente superiores a las de 2009 y ello gracias a que en Cataluña, Euskadi y Navarra (junto a alguna Comunidad Autónoma gobernada por el PP) en donde se ha votado en clave soberanista, fundamentalmente en las dos primeras, el porcentaje de participación ha crecido notablemente frente a dicha fecha. Y esa clase trabajadora continuará absteniéndose mientras no se vea nítidamente representada y con mensajes que la apelen.

Si hubiera inteligencia colectiva en IU y la suficiente decencia no se habrían producido la misma noche del recuento de votos acercamientos y llamadas de teléfono desde la dirección de IU a los coleteros de Podemos -al que le moleste el término, que sepa que no lo inventé yo sino la dirección de Izquierda Anticapitalista que llamó a dicha operación política “operación coleta” en un documento interno que no llegó, sino cuando ya estaba la decisión tomada, a la militancia- ni twitteos de los Alberto Garzón o los Jorge García Castaño de turno y algunos otras significadas personas con distintos niveles de representación de IU y con diversos grados de responsabilidad interna. 

Si hubiera inteligencia colectiva en la dirección de IU ésta entendería que el “ni-nismo” universitario de este grupo revelación en las elecciones -¿revelación de qué?: era imposible que con tal protagonismo otorgado en todos los medios de comunicación a un partido recién nacido, al que le correspondía el mismo nivel de cobertura mediática gratuita que a otras candidaturas sin representación previa, éste no tuviera éxito, mucho más desde la atalaya que da ser tertuliano privilegiado- apareció con unos objetivos muy concretos: debilitar el potencial de crecimiento electoral que previamente a su aparición le concedían los sondeos a IU -a menos que los medios de comunicación capitalistas estén jugando un juego que no nos cuentan-, domesticarla políticamente aún más y, de paso, incrementar sus tensiones internas que pronto aparecerán entre quienes desconfían de estos aventureros y quienes, con tal de ver crecimiento y suma, irían a una refundación en la que la idea de “izquierda” pueda desaparecer incluso del nombre de la nueva formación. Veremos si el caballo de Troya que actuará, desde dentro y desde “fuera”, no acabará destruyendo a una Izquierda Unida a la que un crecimiento claro pero insuficiente podría conducir a elegir el camino del despeñadero

Si hubiera inteligencia colectiva en IU ésta se pondría las pilas porque los vendedores de humo “fresco” e “ilusionante” les han mojado la oreja en 7 Comunidades Autónomas y media (Céuta), siendo lo más grave su sorpasso sobre IU en Madrid -con el gravísimo efecto para IU que tiene ser relegada al cuarto puesto, tras UPyD y ventajoso para Podemos- y rechazarían cantos de sirena que no han sido “ilusionantes” para la clase trabajadora, que se ha abstenido de votar IU y aún más a Podemos. 

Si hubiera inteligencia colectiva en IU, ésta arreglaría de una vez por todas el desmadre de Madrid, con el descabezamiento de los Eddy Sánchez (enfrentado a la mitad de la organización), los Faustos Fernández, los Ángel Pérez, los Gregorio Gordo, los Miguel Reneses y, en general, de todos los capitanes de las distintas tribus de IU, el nombramiento de una gestora en Madrid, dirigida provisionalmente por la dirección federal de IU, y apoyada en un pacto con las bases de Madrid, destinado convocar una asamblea extraordinaria en Madrid Región en la que ninguno de los cabecillas que desde hace casi 20 años vienen  encizañando la vida de la organización pueda presentarse a la dirección regional. Más vale tener un berrinche un día que seguir llorando, hasta la explosión y ruptura definitivas de la organización en mil grupitos distintos, lo que desde la legalización del PCE, principal fuerza componente de IU, ha hecho del primero y luego de la segunda un hazmereir entre el conjunto de las organizaciones políticas madrileñas que supera con creces al del Partido Socialista de Madrid, auténtico nido de víboras, todas ellas en el mismo saco. Eso o que el efecto Madrid del 25M acabe por arruinar a corto plazo al resto de la organización en España.
  
Pero eso y la esperanza de que IU llegue a convertirse en algo a lo que muchos comunistas sin partido, la mayoría de los de este país, o simplemente trabajadores conscientes, seamos capaces de votar sin ponernos una pinza en la nariz -porque es preciso dar un giro hacia la lucha de clases, sí se quiere derrotar al capitalismo y no ser derrotados por el fascismo y para eso hacen falta comunistas, no “ni-nis” ni nazis racistas a los que sumar al proyecto- es harina de otro costal y esperanza probablemente baldía. Ojalá me equivoque. 

Quizá también le interese: "Ni de derechas ni de izquierdas”. O sea, de derechas": http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/06/ni-de-derechas-ni-de-izquierdas-o-sea.html

Efectos de la “Operación Coleta” (Podemos2):“Tráiganme la cabeza de Cayo Lara”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/06/efectos-de-la-operacion-coleta.html