31 de marzo de 2011

EL ATAQUE ESPECULATIVO NO PARA, AHORA SOBRE BRASIL



http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-165252-2011-03-31.html

Brasil enfrenta un ingreso de dólares por préstamo que amenaza bloquear el sendero de crecimiento de su economía. No logró detenerlo ni con un impuesto extra a la entrada de divisas. Ayer, el dólar cotizó en su valor más bajo en 30 meses.
El endurecimiento en los controles de capitales que estrenó ayer el Banco Central de Brasil no impidió que el real continuara con su apreciación frente al dólar. La divisa estadounidense se negoció con un aumento de 1,25 por ciento para cotizarse en 1,62 reales por billete verde, lo que representa su menor valor de la divisa estadounidense desde agosto de 2008. La apreciación de la moneda propia complica al sector exportador brasileño, porque provoca pérdida de competitividad internacional de sus productos. La autoridad monetaria difundió una actualización de sus proyecciones económicas, en las cuales redujo su pronóstico de crecimiento para este año e incrementó el de inflación. El documento deja en claro que no aplicará ninguna política con el fin de regular los precios.
El gobierno brasileño gravó anteayer con una tasa del 6 por ciento todos los créditos tomados en el exterior por bancos y empresas hasta un año de plazo. La iniciativa explicada por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, tiene como objetivo reducir la masiva entrada de divisas a Brasil y contener el endeudamiento internacional de privados. Ese ingreso de capitales especulativos –el gravamen excluye a la inversión extranjera directa– provocó una fuerte apreciación de su moneda, principalmente a partir del estallido de la crisis financiera internacional. Desde el desplome de los mercados, en septiembre de 2008, el real es la moneda que más se valorizó en el mundo. El año pasado el real acumuló una ganancia de 4,6 por ciento en relación con el dólar y en 2009 se valorizó 32,7 por ciento.
El dilema que enfrenta el gobierno brasileño es cómo contener la inflación sin incentivar el ingreso de capitales. El mes pasado anunció un nuevo aumento de tasas de interés para mantener a raya la inflación. Se encuentra entre las más altas del mundo, con el 11,75 por ciento, y estimula el ingreso de capitales especulativos. En tanto, la inflación continúa siendo un problema para las autoridades brasileñas. El Banco de Brasil dio a conocer su informe trimestral de inflación, en el cual dejó en claro que no tomará medidas más estrictas a las previstas para controlar a las subas de precios, las cuales dejará que sobrepasen al límite superior de su objetivo (6,5 por ciento) este año para converger al 4,5 deseado recién en 2012.
“Esta posición se debe al costo en términos de Producto que tendría un mayor control inflacionario, inadmisible dada la actual desaceleración en el crecimiento, el cual fue pronosticado en 4 por ciento para 2011 (desde el 4,5 anterior)”, señala un informe de la consultora Capital Markets Argentina. El organismo emisor explicó que revisó hacia abajo su proyección para el producto interno bruto en 2011, tras haber constatado una desaceleración económica en los dos primeros meses del año como resultado de las medidas restrictivas adoptadas por la administración Rousseff. El gobierno, en cambio, calcula que la actividad crecerá un 5 por ciento en 2011.

LA POBREZA ACECHA EN JAPÓN TRAS LA RECESIÓN, EL TERREMOTO Y EL TSUNAMI



periodismohumano.com

Cuando la región japonesa de Tohoku fue sacudida por el terremoto del 11 de este mes a lo único que atinó la comerciante Yayoko Shinohara fue a tomar las ganancias del día y correr con su marido en busca de un lugar seguro.
Cuando regresaron dos días después ese dinero era lo único que les quedaba.
El 15 por ciento de los nueve millones de habitantes de Tokio dependen de la asistencia social.
La pareja es propietaria de una tienda de comestibles en la principal calle comercial del pueblo de Manie que quedó llena de escombros. Y su casa, a más de tres kilómetros, estaba en ruinas tras el tsunami que arrasó la zona.
“Desde hace décadas trabajamos duro para tener una vida estable y desapareció en pocos minutos. Nuestro futuro es incierto”, dijo Shinohara mientras hacía cola para registrarse en un refugio temporal.
Dos semanas después de que el sismo de magnitud nueve dejara a más de 8.000 personas muertas y decenas de miles más sin hogar, Japón afronta la monumental tarea de reconstruir pueblos y ciudades que quedaron en ruinas y dejaron miles de desempleados.
La solución de muchos economistas es impulsar la recuperación con fondos estatales, lo que según el consultor y ex bancario Shigeru Yamada, no es fácil ni para la tercera economía mundial que ya tenía dificultades con el aumento de la pobreza, relacionada con un desempleo de más de cinco por ciento de la población económicamente activa.
“El desastre fue un duro golpe para el crecimiento económico de Japón, que ya tenía problemas”, indicó Yamada. La creciente deuda pública, más del doble del producto interno bruto de cinco trillones de dólares, es otro obstáculo para la inyección de fondos estatales.
El costo del daño causado por el terremoto en siete prefecturas asciende a 309.000 millones de dólares, informó esta semana el gobierno, y alertó que las exportaciones japonesas y la producción industrial disminuirán. El crecimiento previsto para este año es de 0,5 por ciento.
El pronóstico oficial va acompañado de informes sobre la pésima situación de la industria en la región de Tohoku. Las fábricas de autopartes tuvieron que detener la producción por la escasez de electricidad y las granjas destruyen cultivos contaminados por la radiación emitida por las centrales nucleares de Fukushima.
Además de la población de Tohoku, directamente afectada por el sismo y el tsunami, los más pobres sentirán el impacto del desastre pues ya sufrían las consecuencias de la recesión económica de Japón, alertaron científicos sociales.
El gobierno metropolitano de Tokio informó este mes que 15 por ciento de los nueve millones de habitantes dependen de la asistencia.
Más de dos millones de hogares reciben ayuda estatal, según estadísticas difundidas en enero, después que las empresas recortaron la planilla por reestructuras para volverse competitivos con productos más baratos de otros países asiáticos.
El rostro de la pobreza cambia en Japón porque personas con formación de todas las edades se encuentran en situación vulnerable, explicó el sociólogo Soji Tanaka, de la Universidad de Nihon.
Los pronósticos no son buenos dado que el gasto social puede recortarse más.
“La pobreza es un problema social, pero el futuro del gasto social es incierto porque se necesitan fondos para ayudar a las zonas golpeadas por el terremoto”, sostuvo Tanaka.
En Japón hay 17 por ciento de personas pobres, es decir que perciben 18.000 dólares al año, por hogar.
La señal de alerta puede ser el anuncio del gobierno de que revisará la prestación de 150 dólares para los hijos, que el año pasado se amplió para ayudar las familias con niños y niñas de menos de tres años, indicó Tanaka..
La situación es “grave” y significa un “retroceso” para la agricultura y la pesca, la columna vertebral de la economía regional, indicó Seishi Kitamura, presidente del Banco de Tohoku.
“Perdí todo lo que tenía en la vida”, señaló Shuichi Iwadoki, dueño de una compañía pesquera que espera recibir del gobierno un préstamo a bajo interés para crear otra empresa en Kesenuma, una localidad costera cerca de Fukushima.
La beneficencia, un fenómeno nuevo en la sociedad japonesa que creció el año pasado por la crisis económica, también se volvió una fuente importante de fondos para la recuperación, según donantes locales.
“Comenzamos con la iniciativa porque el Estado no puede suministrar suficientes fondos a las personas más necesitadas”, señaló Yuko Sei, portavoz del Fondo Máscara de Tigres, una institución de beneficencia que ayuda a jóvenes pobres. “Los japoneses tienen que aprender a confiar entre sí para sobrevivir”, añadió.