28 de febrero de 2016

TERCERA ASAMBLEA DEL ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA

Nicolás García-Pedrajas. Agenda Roja

Es indudable que son malos tiempos para el comunismo. Ni las ideas comunistas ni la gran mayoría de partidos que se autodenominan comunistas pasan por su mejor momento. Durante décadas, y especialmente desde la desaparición de la Unión Soviética, el señuelo del “estado del bienestar”, acompañado por diferentes burbujas, hizo creer a la clase trabajadora que existía un capitalismo bueno donde el poder económico toleraría una cierta distribución de la riqueza y unas condiciones laborales que permitirían a los trabajadores una vida digna. Este capitalismo bueno haría innecesario el mero concepto del comunismo. Se suele contraponer este capitalismo bueno al neoliberalismo actual, como si las dos cosas no fueran la misma.

La explosión sucesiva de las diferentes burbujas eliminó pronto esta ilusión, pero en lugar de que esto provocara un renacimiento de las ideas comunistas hemos asistido a un reforzamiento del capitalismo. En lugar de cuestionar las bases del sistema capitalista, nuevos partidos han surgido que, sin poner en duda las bases del actual sistema económico, pretenden parchear algunos de sus defectos con una vuelta a medidas socialdemócratas de imposible implantación. Esos partidos niegan la misma existencia de las clases sociales y abogan por alternativas horizontales y ciudadanistas, ignorando los diferentes intereses que tienen las distintas clases sociales.

Esta visión inunda ahora la práctica totalidad de partidos de izquierda con representación institucional, e incluso ha contaminado de forma irremediable a muchos de los partidos comunistas europeos. La profusión de alternativas ciudadanistas, desclasadas, y que niegan el conflicto de clases fundamental para entender el capitalismo está haciendo un enorme favor al sistema económico actual. Éste está logrando imponer condiciones cada vez más duras a la clase trabajadora sin apenas voces que lo cuestionen más allá de ciertos matices. En una situación en la que el capitalismo debería mostrar una extrema debilidad está consiguiendo salir reforzado.

En esta situación, un grupo de comunistas, en su gran mayoría sin adscripción política a ningún partido, lanzó la idea de un Espacio de Encuentro Comunista que sirviera para unir a los comunistas en un espacio donde trabajar juntos por una reconstrucción del comunismo. La tarea es desde luego enorme, dado el desequilibrio de fuerzas entre el capital y los que se oponen a él. Hace ya varios meses que se organizó la primera asamblea de este Espacio de Encuentro Comunista, donde camaradas de toda España pudimos ver la necesidad de un espacio así que aglutinara a todos los y las comunistas sin distinción de procedencias y solo con la tarea de trabajar juntos.

Con mucho esfuerzo y trabajo el proyecto ha seguido avanzando. Unos meses después se produjo la segunda asamblea donde se formaron una serie de comisiones para organizar el Espacio de Encuentro y dotarlo de la solidez ideológica que es indispensable para cualquier movimiento comunista.

Las comisiones formadas han estado haciendo un enorme trabajo que ha desembocado en la propuesta de un conjunto de documentos tanto ideológicos como organizativos que deben ser el germen de lo que pueda llegar a ser el Espacio de Encuentro.

Los días 12 y 13 de marzo se celebrará en Madrid la tercera asamblea del Espacio de Encuentro Comunista que discutirá estos documentos. Es evidente la importancia de esta tercera reunión, ya que se trata de revisar, discutir y aprobar los que podríamos llamar los “papeles fundacionales” del Espacio de Encuentro Comunista. Con este trabajo centramos dónde nos encontramos a nivel de programa político, relaciones internacionales, igualdad, organización, etc. En una situación actual donde la misma idea de comunismo es apenas conocida por la mayoría de la clase trabajadora, esta base política es un paso fundamental e imprescindible para organizar la acción.

La situación actual de muchos partidos de izquierda, y el avance de soluciones amorfas cuyos resultados estamos ya viendo en ayuntamientos gobernados por esta “nueva política”, está creando una enorme decepción en los militantes comunistas y socialistas de estos partidos tradicionales de la izquierda española. La tentación, tras años o décadas de militancia, de irse a casa y dejar la actividad política puede ser grande. La decepción ante el vaciado ideológico de partidos a los que se han dedicado muchos años de trabajo tiene por fuerza que desembocar en apatía y desencanto. Sin embargo, estoy convencido que el Espacio de Encuentro Comunista constituye una alternativa muy valiosa para comenzar la necesaria reconstrucción de la lucha contra el capitalismo.

Esta tercera asamblea del Espacio es fundamental, ya que trata de fijar las bases programáticas y organizativas de lo que debe ser un movimiento comunista. No se trata de despreciar la acción política, pero es evidente que antes de plantear la acción hay que dotarse de los mecanismos ideológicos necesarios para que dicha acción no se quede en protesta estéril. Esta tercera asamblea abordará ese aspecto fundamental. Durante los últimos años hemos visto decenas de protestas, algunas muy numerosas, que han quedado en nada por la falta de base ideológica para orientar esas protestas a una acción efectiva.

Es indudable que el buen trabajo hecho es solo el primer paso, y que queda mucho por hacer. La vertebración territorial el Espacio y su extensión a todos los lugares posibles son un reto importante. El atraer a todos los comunistas es también una tarea compleja. El Espacio de Encuentro no aspira a sustituir a los partidos políticos ni a convertirse en una herramienta electoral, sino que su misión es el aunar el esfuerzo de todos los comunistas para una lucha más eficaz frente al capitalismo.

Sin embargo, espacios como éste han de ser creados con el objeto de permitir a los viejos y nuevos participantes en el movimiento comunista la discusión ideológica y sobre la dirección que debe tomar la lucha.

Desde aquí, por ello, quiero hacer una llamamiento a todos los y las comunistas a unirse al Espacio de Encuentro Comunista. La oportunidad de construir un lugar de trabajo entre comunistas es una tarea ardua pero que merece la pena en el erial ideológico en el que cada vez se sumerge más la izquierda institucional.

A pesar de que ésta es ya la tercera asamblea general, el trabajo aún plantea muchos interrogantes, especialmente en cómo puede un Espacio de Encuentro Comunista influir en la clase trabajadora y hacer avanzar las ideas comunistas en una situación de victoria casi absoluta del capitalismo. Es por tanto un momento para unir fuerzas y tratar de aportar todos nuestro trabajo.

¡El orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’ está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!”

[VÍDEO] “EL INTERREGNO”: 15 ANIVERSARIO DEL CAMPAMENTO DE LA ESPERANZA DE LOS TRABAJADORES DE SINTEL

Trabajadores de Sintel, estéticamente rechazable por tanto
"politólogo preparao" y gente del "yo tengo título y usted no"
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

El 29 de Enero de este año se ha cumplido el 15 aniversario de la heroica lucha de los trabajadores de Sintel en el “Campamento de la Esperanza” en medio del Paseo de la Castellana de Madrid, empresa que fue filial de Telefónica. El hecho ha pasado sin pena ni gloria, salvo para sus protagonistas, los 4.000 trabajadores que tenía la empresa -pública entonces- cuando fue privatizada y vendida en 1996 por el Gobierno de Felipe González con el acuerdo del PP de José María Aznar al mafioso y terrorista cubano de Miami Mas Canosa, que acabaría por destruirla, tras “comprarla” a Telefónica con el propio dinero de la empresa. 

Los trabajadores de Sintel, tras varios años de ver la deriva hacia la destrucción de la empresa y de sus puestos de trabajo, iniciaron el 29 de Enero de 2001, llegados de todo el país, su “Campamento de la Esperanza” frente a la zona de negocios más importante de la capital de España y de muchos de los Ministerios del Gobierno. 

Su acampada de más de 6 meses de duración recibió el apoyo de miles de trabajadores conscientes de Madrid y tuvo que hacer frente al gobierno de entonces (PP) y a su leal “oposición” (PSOE), a la cúpula sindical de CCOO -que no a los dirigentes sindicales de su lucha, que estuvieron al frente como los primeros y más entregados en la misma-, al poder mediático del capital y al modelo de capital especulativo mundial que por entonces iba pariendo la llamada globalización. Luego los trabajadores de Sintel conocerían también la traición del PSOE de Rodríguez Zapatero, ese “referente progresista mundial”, según afirmó en su tesis doctoral cierto líder político (prefabricado) de “lo nuevo”

Como afirmaba hace sólo unas horas Adolfo Jiménez (en un acto en recuerdo de aquellos hechos), que fue el dirigente más significado del combate de los trabajadores de Sintel, su batalla acabó por tener un “significado que iba más allá de la clásica confrontación trabajo capital”. Y es muy cierto pues el alcance de aquella pelea tocó partes sensibles de la estructura política y económica de la España inaugurada a partir de 1977.

Su lucha no se agotó en esos meses. Desmontaron el “Campamento de la Esperanza” pero continuaron sus movilizaciones, denuncias, marchas a Madrid,…. Por el camino, Telefónica, la empresa matriz de Sintel, se desentendió del problema, sufrieron engaños en relación con lo acordado con los sucesivos gobiernos, vieron caer alguno de ellos y repetir sus mentiras y miserias a otro pero finalmente, no sin un sabor agridulce, triunfaron, de un modo incompleto pero suficiente para hacer valer su dignidad y descubrir, como se afirma en el movimiento obrero, que “la lucha paga”, aunque nunca resarza de todos los esfuerzos, ni del sufrimiento moral, ni mucho menos de los compañeros que perdieron la vida en esos años, ni de tantos y tantos que hubieron de recibir tratamiento psiquiátrico. 

Esos hombres y mujeres vivieron una experiencia vital que cambió definitivamente sus vidas y les dio un sentido de la lucha y una conciencia como trabajadores, sin duda, muy superior a la que tenían al comenzar su enfrentamiento con el capital, sus gobiernos y sus cúpulas sindicales. 

Sin más, les dejo con el vídeo. Es obra de los protagonistas que vivieron aquellos momentos. Está empezando a difundirse en redes y a presentarse en charlas-coloquio, lo más importante porque suelen acudir quienes vivieron aquello y permite una reflexión y un contraste de puntos de vista siempre mucho más interesante que cualquier comentario en Internet.  Espero que extraigan algún tipo de aprendizaje valioso en estos tiempos de involución político-ideológica, ciudadanismo negador de la lucha de clases, desmovilización e “ilusión democrática” como nueva mentira sistémica.