Mostrando entradas con la etiqueta reformismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta reformismo. Mostrar todas las entradas

12 de mayo de 2016

ESA “COSA” A LA QUE USTEDES SE NIEGAN A LLAMAR “REFORMISMO"

Por Marat

1.-Marco general:
Conviene aclarar de qué hablamos cuando lo hacemos sobre el reformismo. A estas alturas debiera estar claro pero parece que la ideología dominante y la renuncia ideológica han hecho todo lo posible en su ceremonia de la confusión.

Hay reformistas que, para quitarse de encima la acusación de serlo, se la traspasan a otros, que no lo son. Se lo llaman a sectores desgajados de la derecha capitalista más salvaje, a esos que se autoproclaman de centro, concepto que existe en el mundo físico pero que no existe, por más que se empeñen algunos, en el mundo político y económico. Son los mismos que llaman reformistas a los que se sitúan programáticamente en la transparencia y la regeneración, en ambos casos refiriéndose a la corrupción de las instituciones políticas por las empresas. Ello no es otra cosa que legalizar las mismas estableciendo una forma de dar carta de naturaleza a los lobbys del capital.

Para muchos marxistas, en cambio, el reformismo es equivalente a socialdemocracia y/o keynesianismo. Aunque hay una confusión teórica-práctica grave en identificar ambas categorías como sinónimas (socialdemocracia y keynesianismo), estamos ya ante una acepción mucho menos errónea. Atajemos aquí la confusión tan habitual entre socialdemocracia y keynesianismo:

a) El keynesianismo se inscribe dentro de la teoría liberal y lo que parece contradecirle es sólo su carácter de cataplasma de urgencias para una situación extraordinaria que sólo funcionó hasta finales de los años sesenta del pasado siglo.

b) En cambio, la socialdemocracia de origen tuvo un programa obrero, bien que reformista, propio, que nada tenía que ver con el Keynesianismo (no había escrito Keynes su obra cumbre aún) y que no renegaba de la pretensión de ciertas formas de poder obrero. Que el segundo New Deal de Roosevelt, ya marcado por el keynesianismo, mantuviera su apoyo de la primera fase de reformas en y a los sindicatos USA no significa ni que el keynesianismo ni que Roosevelt y sus planes para atajar la crisis económica norteamericana tuvieran algo de socialistas, ni siquiera de socialdemócratas. Simplemente la administración USA bajo su mandato necesitaba alianzas políticas y sociales para remover inercias del poder de las grandes corporaciones.

c) En cualquier caso, debemos admitir que la socialdemocracia, tras Bretton Woods, abrazó el keynesianismo como su modelo económico y, a pesar de que la crisis capitalista ha demostrado que ya no hay lugar para tales recetas económicas, sigue ceñida a ese muerto porque le espanta volver a Marx.

El problema está en cuando entramos a definir qué es socialdemocracia. Aquí nos encontramos con un concepto que para muchos puede parecer perennemente fijado en la Historia, pero que en gran medida tiene que ver con la pereza intelectual de quienes manejan el término socialdemocracia o socialdemócrata y que, en mucho, señala el deseo acusar de tal cosa sin ser, a la vez, acusado de ello.

La socialdemocracia es un término histórico con un comportamiento dialéctico, en el sentido marxista del término. Los seguidores de Louis Blanc acuñaron el término. Marx en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” explicaría el significado del concepto:

A las reivindicaciones sociales del proletario se les limó la punta revolucionaria y se les dio un giro democrático; a las exigencias democráticas de la pequeña burguesía se les despojó de la forma meramente política y se afiló su punta socialista. Así nació la socialdemocracia”

Marx y Engels llegarían a militar dentro de la socialdemocracia de entonces porque, a pesar de todo, presentaba un grado de organización de los trabajadores que hasta entonces no se había dado. Pronto se encontrarían con los Lassalle, los reformistas de las Trade Unions británicas, los prohudonianos de última etapa, con personajes como Bernstein, a quien Engels debió vigilar de cerca sus veleidades gradualistas (cambios paso a paso, no de modo revolucionario), el cuál destapó todo el tarro de sus esencias a la muerte del revolucionario alemán, porque antes no se atrevió a hacerlo, o socialdemócratas como Kautsky o Plejanov, a quienes Lenin denunció por lo que representaban como involución dentro del movimiento socialista.

Tras la muerte de Engels, 12 años posterior a la de Marx, la socialdemocracia, que ya en el Programa de Gotha se había adentrado en una senda que abandonaba los principios revolucionarios, apenas reorientada por un Programa de Erfurt que había caído en la “democratitis” (algo muy distinto a la democracia), se iría convirtiendo en cómplice del capitalismo internacional y nacional de sus países, lo que se demostró en la I G. M,, con el alineamiento socialpatriótico de los Partidos Socialistas (PP.SS.) a favor de la guerra, y provocó la escisión que daría lugar, tras la revolución soviética, a la aparición de los Partidos Comunistas.

Tras la II G.M. algunos partidos comunistas alcanzaron gran peso político, siendo especialmente importante el caso del Partido Comunista Italiano (PCI) y el del Partido Comunista Francés (PCF), que superaban en votos a sus competidores electorales “socialistas”. Y aquí, en la competencia electoral, en el “cretinismo parlamentario” pequeñoburgués, que asume las reglas del juego del capitalismo para poder jugar legalmente, estaba la primera piedra de toque de los futuros “nuevos socialdemócratas”. La doctrina de la “coexistencia pacífica” de Jruschov, que significaba en la práctica la renuncia a la expansión de la revolución socialista mundial y la entrada en escena de lo que se denominó como la política del “toma y daca”. La disolución de la Kominform fue una de las primeras consecuencias de la política de coexistencia pacífica.

En los años 70 el PCI y el PCF, junto con sus homólogos español, japonés y británico, entre otros, se embarcarían en la aventura “eurocomunista”, socialdemocracia en lugar de una socialdemocracia que estaba dejando de serlo y que no era otra cosa que la ambición “togliattiana” de convertirse en los nuevos PP.SS. de referencia, una ambición fielmente mantenida por Enrico Berlinguer. En el PCI la teorización del “compromiso histórico” con la Democracia Cristiana (D.C,), una vez demostrado que el “sorpasso” a la misma era insuficiente, acabaría 20 años más tarde en una coalición (El Olivo) de su partido heredero (ya no se llamaba comunista) con los restos de la disuelta D.C., resultando elegido el democristiano Prodi como Presidente del Gobierno. Hoy, tras el paso por otra mafia política distinta a la democristiana, que heredó su lugar “centrista” (los diversos inventos políticos de Berlusconi), la resultante de verdes, democristianos y socialdemócratas excomunistas ha dado lugar al gobierno del Partito Democratico, dirigido por el democristiano Mateo Renzi, también secretario general de este partido. Esto de enamorarse de un partido (del PCI por parte de la dirección y los militantes del PCE) por el número de votos que logra acaba siempre en el oportunismo reformista.

Si el “socialista” Mitterrand se dedicó en su primer gobierno a hundir a un PCF socialdemocratizado en el pacto con el “programa común de la izquierda” y en el segundo a convertir a su partido en social-liberal, Tony Blair demostraría en sus dos gobiernos que era capaz de no mejorar a la señora Thatcher en su política antiobrera y de ser un asesino en Irak junto a Bush jr. y Aznar.

Y a partir de aquí, el resto de gobiernos “socialistas” se irían haciendo más y más social-liberales y los PP.CC. provenientes de la III Internacional, con la excepción del KKE y, parcialmente del PCP, que tolera a un gobierno social-liberal de austeridad en Portugal, socialdemócratas.

Allá donde los partidos comunistas socialdemocratizados o no, pero insuficientemente poderosos como para poner en jaque al poder del capital no eran capaces de tumbar a la exsocialdemocracia, luego social-liberalismo, aparecieron los trotskistas del Secretariado de la IV Internacional y sus alianzas: Syriza, con su parte exKKE y mucho trotsko, el Bloco de Esquerra (una alianza de trotskismo, maoismo y “alternativismo” antiglobalización) e Izquierda Anticapitalista (trotskismo light sin conexión con el movimiento obrero e integrado en el alternativismo). Éste último daría lugar a la columna vertebral de los primeros adherentes ciberactivistas de Podemos.

En esta etapa, el reformismo proveniente del mundo de los liberados sindicales que constituyen la “aristocracia obrera” y de los cargos públicos, ambos profesionalizados, se ha ido produciendo una nueva sustitución, está con un mayor grado de desconexión con la clase trabajadora, al desplazarla fuera del escenario histórico como fuerza transformadora de la sociedad y reemplazarla por los apetitos de una clase media real o figurada que reacciona ante el temor a la pérdida de su “status”. Los sectores más jóvenes de esa clase social son los que han tomado el relevo del viejo sindicalismo de concertación para revindicar los “buenos tiempos”. En su discurso no falta el elitismo de fondo de quien desde una perspectiva meritocrática cree merecer un destino mejor que el que le toca sufrir a los jóvenes pertenecientes a la clase trabajadora. Y desde tal posición se han erigido en los paladines de un supuesto cambio que, en el mejor de los casos, lo sería para unos cuántos miles de ellos que pasaran a engrosar el papel de burócratas político-institucionales.

La socialdemocracia es conciliación de clases con la burguesía, modelo gradualista, que nunca llega a un fin de transformación social,se apoya en una idea de "cambio" a través de las instituciones políticas, tiene una visión neutral de la naturaleza del Estado, actúa como paliativo de algunas lacras del capitalismo sin platearse acabar con él,… Pero es dinámica. No permanece siempre en los mismos partidos. Los distintos agentes que el capital ha empleado para darse una alternativa “progresista” de dominación de clase (ex socialdemócratas reconvertidos en social-liberales, excomunistas y pseudoizquierdistas transformados en socialdemócratas) se reemplaza para llevar el agua al mismo molino:

a) la desmovilización de la clase trabajadora,
b) el ciudadanismo como disolución del antagonismo capital-trabajo,
c) el pacto social, que ya ni quiere ni necesita el capital,
d) la “democracia”, en lugar del socialismo, como curalotodo del empobrecimiento que el capital produce a la clase trabajadora,
e) el protagonismo de la clase media como mensaje en el que se centran los politicastros, expresado en los términos mágicos de “ciudadanos” y “gente”, aunque esa clase media no lo es en las ¾ partes de los casos sino clase trabajadora.
f) la negación del carácter expropiador del trabajo por el capital bajo el término que lo esconde -la “casta”- ,
g) la negación de la condición de clase del Estado para colar el embuste de que gobierno es igual a poder y de que el no cambio en las condiciones de vida de las clases trabajadoras es un asunto de falta de voluntad política.

En definitiva, han infantilizado la política, convirtiéndola en un Juego de Tronos para espectadores que esperan, cómodamente, a ser salvados por el conjuro mágico del “Sí se puede” (cuando descubramos el qué será un día de fiesta, al menos nos habrán dicho “su” verdad). Ese fue el término que empleó el Emperador del mundo, Obama, en su día, para continuar con la farsa democrática para clases medias amenazadas de desaparecer, profundamente despreocupadas de la realidad que afectaba a otros que llevaban decenios descendiendo en sus condiciones de vida, hasta que ésta les golpeó a ellos en el rostro.

2.-Caracterización sociopolítica:
La base social de ese reformismo político, aunque no siempre sus votantes, se caracteriza por rasgos similares a la de los partidos y sindicatos mayoritarios europeos, curiosamente muy similares a los del progresismo político norteamericano y sus “movimientos sociales”.

Esta involución es de naturaleza ideológica y tiene que ver con varios factores:

a) El aburguesamiento desde hace decenios de las cúpulas políticas y de los sindicatos partidarios de la concertación social por profesionalización del cargo y cambio de su extracción social.

b) El aburguesamiento de sectores de lo que el marxismo denominó la “aristocracia obrera”, sectores de las clases trabajadoras mejor remuneradas y que durante los años en los que operó el keynesianismo en Europa vieron mejoradas sus condiciones de vida y nivel social mediante las políticas redistributivas y de protección social, que hace tiempo han ido acabándose.

En este proceso de derechización política y social en el que la vieja socialdemocracia se hace social-liberal y la mayoría de los PPCC, en compañía de la gran mayoría de la pseudoizquierda radical de raíz trotskista, se hacen reformistas y se socialdemocratizan, hay una relación dialéctica que se retroalimenta entre organizaciones políticas y sindicales y base social en la que ambas se sustentan. De tal modo que el parlamentarismo como meta real final y el pacto social crean una base ideológica de consenso y consentimiento en el sistema capitalista, mientras el aburguesamiento de amplias capas de la población crea en las organizaciones una actitud de acomodamiento y de renuncia a ser vanguardia transformadora, limitándose a pastorear voto político y la afiliación a los grandes sindicatos, que van siendo cada vez menos grandes. En el caso de la representación política se producen sustituciones en cuanto a qué partidos lideran el reformismo, aunque en esencia no cambie nada, sólo las máscaras de la farsa. El reformismo de los tiempos modernos es una carrera de relevos en la que las marcas políticas se van pasando el testigo para mantenerlo y servir, mejor así, al viejo capitalismo en crisis.

Tras el inicio de la crisis capitalista en Europa (llega al continente en 2008, aunque se inicia en el cuarto trimestre de 2007 en USA), las primeras reacciones sindicales contra el inicio de políticas antisociales de los diferentes gobiernos europeos (incluyendo los social-liberales), no se producen hasta 2009 (Francia), 2010 (en España y Grecia), 2012 (Italia).

Lo cierto es que esas huelgas apenas han logrado cambiar el signo de las medidas políticas de “austeridad” ni apenas han generado acumulación de fuerzas.

Tantos años ideología dominante de la burguesía, de renuncias y ausencia de lucha ideológica por las organizaciones obreras, de pacto social, de parlamentarismo burgués, de ausencia de trabajo de base, conjugado con el terrorismo empresarial y la “esperanza” en que la crisis capitalista escampe algún día, junto con la práctica inexistencia de organizaciones revolucionarias, han producido las derrotas sucesivas de la clase trabajadora en el último decenio que, sin embargo, venían de mucho más lejos.

Hay que hacer una excepción en cuanto a la voluntad de resistencia. En Grecia, aunque las huelgas no han logrado revertir las medidas del gobierno Tsipras, sí que están construyendo conciencia de clase y de lucha, formando sentido de la importancia de la militancia y el compromiso, construyendo tejido solidario. No es ajeno el hecho de que estás huelgas, la última potentísima, estén dirigidas por un suprasindicato, el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), de orientación comunista, que coordina a multitud de sindicatos. Éste es el sindicalismo que marca la línea de lucha, por muchas diferencias de situación de la clase trabajadora en los distintos países de la UE que existan pero que acabarán igualándose a la baja.

Quienes tienen un profundo desprecio mal ocultado hacia la clase trabajadora dirán: ¿”Y de qué ha servido tanta huelga?” Son los mismos que en Agosto de 2011 hablaban de convocar huelgas sin sindicatos. "Bastante más que agitar las manitas en las plazas", podríamos contestarles. El resultado tras sus “movidas” transversales acabó en España un tiempo después en una gran desmovilización y en un nuevo fetiche: el de cambiar las cosas por el voto. Cabría preguntarles cuántos casos más como el de Syriza necesitarán para ver lo que da de sí el voto. En España parece que hasta que el triunfo y gobierno de la confluencia, unidad popular, paella valenciana, “gobierno de cambio y de progreso”, o como quieran llamarle cada uno de los socios al engendro, no se produzca y sus medidas no se apliquen -incluidos los 20.000 millones de € en recortes que les exige la UE- no quedará satisfecha la respuesta que necesitan recibir de los hechos. Cabe entonces interrogarse: una vez que han votado reformismo mezclado con reaccionario peronismo, si se desilusionan, ¿qué pedirán entonces? ¿Un salvador? De momento, ya se galvanizan con uno que se cree tal y lleva coleta.

En cualquier caso, a estas alturas debiera resultar bastante obvio que lo que representa la CES (Confederación Europea de Sindicatos) y sus organizaciones miembros (CCOO, UGT, CGIL, CISL, UIL, CGT Francesa, CFDT, etc.) es paz y diálogo sociales, mantenimiento dentro de la UE y, en general, todo aquello que se opone a que la clase trabajadora rompa sus cadenas con el capital. Y eso por mucho que la CGT Francesa ahora parezca radicalizarse un tanto (Ley El Khomri). En realidad las huelgas generales de este tipo de sindicalismo sólo tienen un objetivo: garantizar la continuidad como liberados de quienes ocupan sus estructuras de dirección, asegurándose la continuidad de sus sindicatos en las mesas de negociación. Una vez logrado esto, vuelven a la mansedumbre. El ejemplo de las huelgas generales de UGT y CCOO estos años, sin continuidad en las luchas, es palmario. La única garantía de éxito de las mismas era el sostenimiento en el tiempo de la movilización mediante un plan bien articulado y de alcance europeo y no una eurohuelga que, por falta de acuerdo entre los convocantes, acabó convertida en una manifestación de burócratas sindicales con globos en Bruselas (2013)

Por su parte, la base social más activa de los sectores reformistas se dedica a agitar las redes sociales, consume un neolenguaje elaborado por nuevos gurús a sueldo de medios, fundaciones y grupos semiprofesionalizados en sus organigramas, se limita a manifestarse a fecha fija o en las plazas con un discurso y unos lemas enamorados de sí mismos y la exhibición de un “ego colectivo” (soy consciente de que el ego remite al yo individual, tómese por tanto como licencia retórica) marcado por el autobombo y superávit de "momentos históricos". Fuera de eso, nada que señalar como relevante.

El nuevo reformismo es de carácter inmediatista. El aquí y el ahora son imperativos de sus programas. Aquí y ahora que no pasan de exhibir un mero antineoliberalismo y, en el más radical de sus pronunciamientos, un anticapitalismo que no define cuál es su propuesta de sociedad. Con revertir parte, no todo de las medidas antiausteridad se conforma. Donde gobierna (Syriza) las incrementa con saña. Con mala conciencia y dolor de su corazón dirán ingenuos y cínicos a coro. Y este discurso lo reproducen sus bases.

Criticar el inmediatismo no significa no comprender las necesidades inmediatas de la clase trabajadora, sus incertidumbres vitales y problemas que, en muchos casos, son de pura supervivencia material. Muchos militantes comunistas las sufrimos en nuestras propias carnes. Pero tras el aquí y ahora se esconde la aceptación de las políticas de programa mínimo que, no alcanzando a ser siquiera migajas cedidas por el capital, a la primera de cambio en que las cañas se les vuelven lanzas en su contra, entran en las rebajas posibilistas y acaban haciendo justo la política contraria a la que decían iban a realizar, por moderada que esta fuera. Lo más escandaloso es cuando su venta a saldo de principios ideológicos y programas se hace, no desde el gobierno, sino para ganar unas elecciones.

El trabajo lento, oscuro y callado, la formación política de la base social, la lucha ideológica, la construcción de tejido militante, la creación de organización que no reniegue de su identidad de clase trabajadora, la conciencia de que sin violencia revolucionaria no caerá el sistema de dominación burgués son, para estos sectores y partidos, ideas desfasadas, fanatismos, “ranciedumbre”. Llamativamente la reideologización del pensamiento que genera “lo nuevo” (a veces tan viejo como el peronismo) provoca estados casi catárticos y espasmos de entusiasmo muy cercanos a la secta entre los fieles a esta “ilusión” colectiva.
c) Una labor de penetración ideológica, financiamiento, cooptación de líderes y patrocinio de los sectores reformistas por parte de fundaciones globalistas, think-thanks y organizaciones pantalla de los sectores liberales que han podrido de arriba abajo a partidos, sindicatos y “movimientos sociales”, proyectos ciudadanistas e interclasistas, grupos antiglobalización y de la socialdemocracia real actual.

Sobre el último punto que acabo de señalar quiero explayarme especialmente con un número lo bastante extenso de datos como para que cualquier acusación de conspiranoia demuestre que quien la hace responde simplemente a la mala fe y al consignazo propio del reformista que, al carecer de argumentos, se limita a pretender desacreditar y desalentar la lectura simplemente desde el recurso a un término infamante.

No voy a dedicarle apenas tiempo al mundo del 15M, prácticamente desaparecido tras el 15 de Octubre (15-O) de 2012, ya que lo hice sobradamente a lo largo de aproximadamente año y medio

El 15M fue lo que fue y sirvió para lo que sirvió como movimiento pretendidamente “espontáneo” que no fue otra cosa que dar voz a la clase media, real o falseada, en lugar de a la clase trabajadora, sembrar la ideología ciudadanista, interclasista y de conciliación de clases (teoría del bien común), dejar un rescoldo de pesimismo y pasividad tras su fracaso, fuera de los permanentemente “ilusionados”,  e instaurar una involución en ideológica en unas “izquierdas” que ya estaban maduras para ello.

El 15M era un bucle de ida y vuelta permanente desde el reformismo socialdemócrata al ciudadanismo y desde éste a una nueva socialdemocracia reconvertida en los que ahora “si les representan” (Podemos)

Ahora nos vuelve otro 15M, el francés, con nombre propio, “Nuit Debout”. Sobre este movimiento escribí un breve artículo (alguno hay) no hace mucho. La traducción más correcta del nombre de este movimiento al castellano es “Noche en pie”, la cuál es muy indicativa del rasgo sociológico más sobresaliente del mismo: estudiantes y pequeña burguesía que se pueden permitir el lujo de echar unas horas discutiendo de lo divino y de lo humano, más algunos parados despistados que se han ido alejando de un ambiente tan exquisito. La clase trabajadora, en cambio, no puede estarse hasta las 4 de la mañana todos los días, hora pactada con la policía parisina, porque al otro día trabaja.

Un periodista nada sospechoso de derechista, Rafael Poch, o cuando menos no más que ellos, señalaba hace pocos días en un artículo muy interesante sobre Nuit Debout titulado “El 15-M francés: entre el agotamiento y el "gauchisme"”, lo siguiente:

A falta de base social el movimiento parece estar cociéndose, cada vez más, en la vieja salsa de un tradicional izquierdismo parisino, en el peor sentido, leninista, de la palabra. En su Enfermedad infantil, el revolucionario ruso definió el izquierdismo como un radicalismo que corta el vínculo con las masas e impide al movimiento social implantarse (…)

En la plaza los discursos tienden frecuentemente a una poesía enamorada de sí misma. La importancia del momento es loada continuamente. “¿Cual es el objetivo de Nuit Debout?”, se pregunta François Ruffin, el periodista de Amiens y autor del documental Merci patron, que fue el primero en proponer en febrero ocupar un lugar público. “¿Se trata de combatir la reforma laboral y su mundo, o de inventar una democracia pura en 2.500 metros cuadrados en el corazón del París de los burgueses-bohemios?”. Ruffin ha insistido desde el principio en resaltar la importancia del nexo con el mundo del trabajo. “Mi propósito era trasmitir la palabra de las cajeras de supermercado de provincias, a los parados de Forêt-en-Cabrésis y a las asistentas a domicilio de Poix-du-Nord, de toda una Francia periférica invisible y olvidada, y la paradoja es que la Nuit Debout aún los está ocultando más en beneficio de los de siempre”, dice. El movimiento necesita una victoria contra la ley laboral –contra la que ayer hubo una nueva manifestación, coincidiendo con el inicio de su discusión en la Asamblea Nacional– para demostrar la utilidad de su bella energía, dice Ruffin que se queja del “perfume antisindical” que se respira en la plaza; “los sindicatos no son suficientemente cool, ni jóvenes, ni nuevos”, dice.

Acogido con gritos de “¡Huelga general!”, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha explicado en la plaza que una huelga general no se improvisa a gritos sino que se decide en las empresas, algo que hay que currarse. La CGT apoya una huelga de ferroviarios que el 18 de mayo podría paralizar el transporte, pero este fin de semana la plaza se preparará para otra cosa: el Global Debout del 15 de mayo, con la perspectiva de un “movimiento social transnacional”.

Hasta aquí nada nuevo respecto a lo que fue el 15M en sus primeros momentos de efervescencia, comisiones de espiritualidad, paz, amor y mala poesía de los creadores de neolenguaje y frases al estilo anarcoide, que no libertario (eso es una cosa más seria) del Mayo francés, tan idealizado por la misma clase social de antaño y de hoy.

Y es que el funcionamiento, asesorado por miembros del Círculo Podemos París, es una copia del 15M español hasta en los ínfimos detalles, tales como los códigos de las manos para hablar en las asambleas, como puede apreciarse en la siguiente fotografía


O bien en un cartel ya emblemático en los medios que están divulgando la “gesta” de Nuit Debout que no es muy diferente de otros carteles del 15M, como podrán comprobar en la imagen de abajo


El cartel en francés es reaccionario porque acaba por no cuestionar al capitalismo. El cartel español lo es también porque, al no relacionar la crisis con la naturaleza del capitalismo como modo de expropiación a los trabajadores, bastaría con que los capitalistas fueran honestos y de buen corazón para que viviéramos en un mundo mágico y feliz.

En realidad, llámese 15M, Occupy o Nuit Debout, este movimiento es una franquicia.

Este tipo de “relatos”, como apunté con anterioridad, vienen diseñados desde fuera de la propia protesta social y se consumen por proximidad ideológica de los jóvenes y no tan jóvenes burgueses que juegan a rebeldes, liderando protestas que se agotan en un mensaje autorreferencial, y por la flagrante ignorancia y desclasamiento del resto.

No debe de sorprendernos entonces que aparezcan alrededor de Nuit Debout algunos apoyos externos un tanto sospechosos. Me refiero a la noticia de Le Monde que, en su sección dedicada a África se titula: “Quand la françafrique passe la NuitDebout, place de la République” . Si en el enlace que les acabo de poner buscan ustedes en la columna izquierda de la página, encontrarán quiénes son los socios de Le Monde en su sección Afrique.

Imagino que a estas alturas ya sabrán ustedes quiénes son Bill y Belinda Gates. Espero que les suene también George Soros. Este filántropo por la noche, promotor de revoluciones de colores, arruinador de la libra esterlina, de los tigres asiáticos y amigo del Plan B de Varoufakis por el día.

Se preguntarán porqué razón Le Monde, en su sección África, con los patrocinadores que les he mencionado, iba a publicar un artículo de estas características sobre Nuit Debout. Muy sencillo: porque Nuit Debout sociológicamente no ha salido de los barrios centrales de París, donde viven los “bo-bos” (burgueses-bohemios) y apenas han penetrado en las banlieues, en las que viven inmigrantes e hijos de inmigrantes norteafricanos y subsaharianos, los cuáles no se sienten representados en las flash-mob y performances de este movimiento. Y, “casualmente”, tanto la Fundación de Bill y Melinda Gates como la Open Society Foundation de Soros tienen mucho interés en hacer una labor de captación de líderes comunitarios desde hace años entre estos colectivos africanos, como lo demuestran editorialmente en sus webs y en inversiones en “iniciativas” y “ONGs” en esta zona del mundo. A pesar de ello, Nuit Debout sigue teniendo menos que escaso éxito entre los habitantes de las banlieues.

Por cierto, el señor Varoufakis, “alma mater” del reformista (una especie de Syriza 2 a la Europea) Plan B para Europa, del que últimamente ya no oímos hablar, y una parte de cuyos miembros tienen conexiones con fundaciones globalistas ligadas a las élites mundiales capitalistas, como se demuestra en el enlace anterior, también hizo su aparición por la Nuit Debout, como uno de sus oradores.

¿Les suena a ustedes el puño de Otpor, una organización empleada por el complejo “asociativo” de Soros para la destrucción de Yugoslavia? Pues se lo pueden encontrar en la Nuit Debout, como antes estuvo en el 15M y en tantas revoluciones de colores.


Por si no lo saben, no todos los puños de Otpor fueron éste


Otpor ha empleado otras versiones de puño


No deja tampoco de ser llamativo que Mediapart, vinculada al ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación), entidad financiada por la Open Society Foundations (OSF) de George Soros, que dio a conocer los Panama Papers, sea la publicación digital que con más ahínco no ya informa sino que promueve las actividades de Nuit Debout.

Pero no es el señor Soros el único amigo de Nuit Debout ¿Imaginan ustedes que la Unión Europea o más concretamente que el Parlamento Europeo sea un patrocinador de Nuit Debout a través de programas de radio?

¿Han oído ustedes hablar de Europhónica? Es una radio comunitaria de la UE para jóvenes universitarios, cuyo principal financista es el Parlamento Europeo.



Pues bien Europhonica, el 14 de abril pasado promovía a Nuit Debout en su página de facebook, presentando para hablar de ello a un burócrata de Podemos en Bruselas


Dentro de las radios que promueven a la Nuit Debout pueden encontrar ustedes Radio Campus France ligada también al Parlamento Europeo.


La programación de Radio Campus France era el 24 de Abril pasado la siguiente


¿Les parece a ustedes que un movimiento que cuenta con apoyos de la Fundación Melinda y Bill Gates, de las fundaciones de George Soros, en el que aparece el puño de Otpor, que recibe cobertura del Parlamento Europeo a través de sus radios, de verdad van a cambiar algo sustancial? Ojo, que no les hablo de hacer una revolución socialista

Si ustedes desean conocer más conexiones extrañas de Nuit Debout les invito a leer también un largo pero muy interesante artículo titulado “Nuit Debout: las sombras de “la revolutión””.

Debiera ser sospechoso cómo la prensa del capital europeo, incluido el español, ha dado relevancia a Nuit Debout, si es que su proyecto es tan avanzado. Pero no lo es.

A pesar de todo, como el 15M en su día, Nuit Debout es un soufflé que se está desinflando. En la Plaza de la République apenas hay unos cientos de personas en las últimas noches y el movimiento se ha extendido ya hasta dónde podía hacerlo.

Puedo equivocarme, como otras veces lo he hecho, pero creo que el llamamiento “Global Debout” para el 15 de Mayo, que pretende celebrarse en 500 ciudades del mundo, y de paso resucitar al 15M, será más bien un fiasco, con algunos destellos locales y el principio del fin de Nuit Debout, como el 15-O Mundial de 2012 fue el canto del cisne para el 15M. Más allá de la exhibición de un narcisismo colectivo, este movimiento carece de proyecto concreto y es pura retórica de juego de artificio de pequeños burgueses jugando un ratito a hacer performances “revolucionarios” a lo comandante Marcos pero con una ideología bastante más retrógrada.

Quizá por ello, recientemente Podemos se ha desvinculado como organización, cuando inicialmente había apoyado el "Global Debout" en España, siguiendo las movilizaciones que hará el 15M, aunque dice que sus militantes acudirán. ¿Imaginan que, si se vincula más de lo que ya lo está esta movilización con el partido morado y es un fracaso, esto pueda tener una lectura en clave electoral? Yo creo que ellos ya lo han pensado.

3.-Apéndice político en clave española
Diré muy poco sobre esta cuestión porque el “parlamentarismo de plató televisivo” al que han reducido sus tratantes la política nacional cada vez me interesa menos y se me hace tan trabajoso hablar de ello como a Sísifo subir eternamente la montaña cargado con una enorme piedra.

De un marco político de apariencias en el que todo es simulacro, mentiras, venta del programa a tanto el escaño posible, enredos y dimes y diretes que tan poco interesan a muchos de los que vivimos afectados por los golpes que nos propina el capital y sus gobiernos con la disculpa de la crisis, sólo los ingenuos y las cheerleaders de la política pueden esperar cambios reales que superen los de los actores que han de aplicar las políticas de dominación del capital.

Ignoro si la repetición de las nuevas elecciones traerá un nuevo "impasse" y se vuelva a unas terceras. Sinceramente me importa un carajo. No voté en las anteriores, como he hecho muchas veces porque sé que, salga el partido que salga, sólo cambiará el collar de nuestros perros guardianes, así como la mejora de sus fortunas personales. En un contexto en el que la crisis capitalista ha convertido al llamado “poder” político en una gestora de juegos de simulación de quienes aceptan sus reglas (todos los que tienen posibilidad de sacar al menos un escaño), imaginar otra cosa es engañarse uno a sí mismo. El partido, coalición o amalgama de coaliciones que le toque gobernar correrá presuroso a Bruselas para recibir las nuevas tablas de ley de recortes por un equivalente, en estos momentos, de otros 20.000 millones de euros. Y no se me diga que España no es Grecia porque Bruselas sí que es Bruselas, lo que le corresponde como buen guardián de los intereses del capital europeo, y aquí nadie se sale del redil ni se le mueve un pelo de la ceja sin su permiso, que no lo da.

La salida a este atolladero no vendrá jamás de “otra Europa posible”, ni de plan B o C, ni de Cristo que lo fundó, sino de descomponer la UE, como tampoco de las urnas (salvo para los que tienen una por cabeza y no imaginan otro camino) sino de una revolución social con proyecto de sociedad socialista, con organizaciones de clase al frente de la misma. Eso o no vendrá de ningún lado y seguiremos consumiéndonos, como la rana en la olla a la que se va subiendo lentamente la temperatura para que no aprecie el cambio de la misma y se acomode a ella hasta que, perdido el sentido, se achicharre.

Que IU haya entrado en el juego de la confluencia sólo ha podido sorprender a los ilusos. Su naturaleza socialdemócrata de origen, la condición de profesionales de la política de sus dirigentes, su base afiliada, sólo minoritariamente militante, la falta de formación marxista de sus miembros, que no les permite reconocer lo que su organización es en realidad, el patriotismo borreguil de partido de quienes aceptan lo que salga como mal menor, su deuda electoral, la asfixia por fases a la que le ha sometido la secta podemita desde fuera y los podemizados de ocasión desde dentro, abocaban a ello.

Toda la rebelión interna se ha basado en mantener las siglas de IU. Si éstas se salvaban, la reserva hacia el peronismo podemita era ya insignificante. Ningún dirigente supuestamente crítico (incluido su coordinador general, que pinta menos que la Tomasa en los títeres y se ha cubierto de indignidad con su silencio) se opuso abiertamente a esa confluencia. Es llamativo que los dirigentes de la declaración de Zamora, llamados luego “IU sí con más fuerza” no hiciesen un llamamiento al NO en los dos referendos convocados. A lo sumo alguno ha planteado la abstención. Es significativo que el más reformista de todos ellos, Gaspar Llamazares, sea el único que más resistencia ha hecho a la confluencia con Podemos. Eso sí, sin plantear abiertamente el NO, quizá porque ha sido traicionado por la dirección de Izquierda Abierta, su partido integrado en IU.

La enorme abstención en el primer referéndum sospecho que tiene más de desconexión de hace tiempo de IU con su base y de que la afiliación real es mucho menor que la oficial, que como una forma de mostrar el descontento. Sabedores de que sólo computaba el SÍ y el NO, la abstención, por tramposa que fuera la pregunta en el marco de unas negociaciones que ya se estaban produciendo y sin que se aclarasen cuáles eran los términos de la misma, resulta sospechoso que no se desagregase en los resultados presentados el número de votantes afiliados y el de simpatizantes y qué había votado cada uno. Probablemente porque hubiera mostrado lo menguado de las filas de IU, quizá muy por debajo de los 20.000 afiliados oficiales.

Sólo los expulsados de IUCM están recogiendo firmas para oponerse a la confluencia con Podemos en ese segundo referéndum, pero las habas ya están contadas y el paso dado es irreversible.

En este abrazo del oso, IU será tratado como La Marea Gallega (de portavocía operante nada), incluído en el grupo parlamentario de Podemos, con el mantenimiento de la portavocía por su secretario general y führercito, Pablo Iglesias. A Alberto Garzón, sólo si se porta bien, que lo hará porque le va en su convicción y en su personalidad, le dejarán de vez en cuando subir a la tribuna para hablar de algo menor. Y no vale que se ponga el ejemplo de “En Comú Podem” porque el eje catalán de la confluencia tiene para Podemos mucho más peso que los 900.000 votos de IU. ¿Recuerdan ustedes lo que pasó con el asunto de formar grupos propios de las organizaciones coaligadas en el Congreso? ¿Por qué iba a pasar ahora algo distinto? ¿Acaso iba a tener Garzón la valentía de hacer lo que hizo Compromís? No lo creo.

Si va en las listas con nombre propio, dentro de la lista general al Congreso de la confluencia, lo más probable es que sean las de UP (Unidad Popular) ese engendro que se sacó de la manga Garzón. Y es que UP es su nueva marca para deshacerse de IU, que se comerá su deuda, e ingresar con sus huestes en Podemos, al estilo de como hizo Tania Sánchez con su minipartidillo de bolsillo, para integrarse con unas ciertas garantías de cargo importante.

El invento ese de que IU mantendrá su propio programa, al margen del programa común con Podemos es una mentira indigna que tiene sólo un fin: intentar justificar ante su público su renuncia en el programa común a defender el NO a la OTAN, las nacionalizaciones y la República.

Pero todos sabemos que el programa común sólo es posible si se renuncia al propio. ¿O que va a hacer IU, votar con Podemos en cuestiones de aceptación del capital, la Monarquía y los compromisos militares con la OTAN, que afectan, por ejemplo, a cuestiones como los Presupuestos Generales del Estado y plantear iniciativas individuales como IU en el Congreso sobre salida de la OTAN, República o nacionalizaciones ? ¿Alguien se cree esa esquizofrenia? ¿Creen acaso que un programa común que deja fuera tales cuestiones -es decir, que acepta la OTAN, la Monarquía y las nacionalizaciones- iba a permitir tal ruptura de la disciplina entre socios que, seguramente, estarán en el grupo de Podemos?

En cualquier caso, les dejo una comparativa entre ambos programas, el de IU y el del programa común para que ustedes juzguen hasta qué punto IU se ha vendido por un puñado de escaños, que cuando se concreten los lugares de salida y cuántos sacó Podemos en las anteriores generales en cada provincia, pueden ser como el cuento de la lechera.


Más allá del daño colateral que pueda hacer esta indignidad de IU y su próxima desaparición a la izquierda marxista y revolucionaria, en tanto que acta de defunción de una muerte que se inició en la misma noche de las elecciones europeas, al menos este hecho tendrá un valor clarificador: el de que la izquierda reformista sigue el camino de los reformismos que le han precedido hasta su consunción final.

Quien se sienta comunista no puede seguir ni un minuto más dentro de esa amalgama de oportunistas sin principios ni ideología. Debe tener criterio propio, desengañarse de que sea posible revertir el proceso de IU, romper, por mucho que le duela con tal organización e incorporarse a los destacamentos de comunistas que se van formando en distintos puntos de España. Eso o ser un cómplice que calla y otorga.

23 de febrero de 2016

LA SOCIALDEMOCRACIA EN CAMINO HACIA EL SOCIAL-LIBERALISMO, ARMA DEL CAPITAL EUROPEO CONTRA LOS TRABAJADORES

Dos ilusionistas vendedores de humo
Por Marat

Creo que ningún marxista que haya vivido la fase actual de la crisis capitalista desde su llegada a Europa en 2008 pudo imaginar el recorrido que a la clase trabajadora nos está tocando contemplar del viaje desde la socialdemocracia real -PCs mayoritarios y organizaciones “a la izquierda” de los Partidos Socialistas (PP.SS.)-, hoy social-liberales, que no socialdemócratas, hacia el lugar que ocupan estos.          

Cualquier análisis sólo medianamente optimista hubiera apostado entonces, muy especialmente con la agudización de la crisis capitalista durante estos años, que una parte de los reformistas habrían girado hacia la izquierda, que podrían abrirse caminos hacia un cuestionamiento del sistema capitalista y que junto a la lucha en defensa de las necesidades inmediatas de la clase trabajadora podrían incorporarse otras que elevasen la radicalidad de objetivos del combate.  

Nada ha sido así o, para ser justos, no lo ha sido en la medida de lo deseable y necesario desde una posición revolucionaria. Es cierto que ha existido combatividad en las huelgas generales, en determinadas luchas parciales de la clase trabajadora o en la primera de las Marchas por la Dignidad, por citar sólo tres ejemplos concretos, pero también lo es que ni la dirección que encabezaba en muchos casos esas luchas estuvo a la altura de las circunstancias, ni el programa de lucha estaba a la altura de la necesaria radicalización de las mismas ni las llamadas “izquierdas” políticas, cada día más parte del sistema de opresión a la clase trabajadora, tenían otro objetivo que ser aceptadas por los poderes fácticos del capital como “alternativas” con un aura de respetabilidad. 

Si les parece que en esta última afirmación he sido exagerado comprueben el comportamiento de la Alcaldesa de Barcelona Ada Colau con los trabajadores del Metro de Barcelona. Negándose primero a negociar con ellos si estaban en huelga, calificando luego la misma como “desproporcionada” y acusándoles después de privilegiados, intentando echar a los sectores menos conscientes y reaccionarios contra ellos, al revelar sus salarios, como si el suyo (100.000 humildes euros) y el de su enchufado marido en el Ayuntamiento de Barcelona (42.000 tristes euros) proviniesen del aire y lo pagasen los ángeles celestiales. 

Tal comportamiento de la señora Colau fue el que en su día esgrimió contra los trabajadores del Metro de Madrid la Presidenta de su Comunidad Autónoma Esperanza Aguirre. Tiren de hemeroteca y compruébenlo porque las similitudes de conducta para con la clase trabajadora son en ambas como dos gotas de agua. 

Habrá quien diga: para una alcaldesa progresista que tiene Barcelona, a la primera de cambio ya se la está criticando. Pues mire usted, si se comporta como la ex lideresa de la extrema derecha en su trato con los trabajadores, sí. En la Tesis II sobre Feuerbach afirma Marx “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico”. Cierto que el de Tréveris se refería a la disputa entre idealistas y materialistas pero cabe decir lo mismo en cuanto a coherencia ideológica o, como decían muchas madres, “obras son amores y no buenas razones”

La señora Colau mostraba su ideología pequeñoburguesa ante una huelga de trabajadores de Metro y unos manteros a los que envió a la policía por temor a que unos y otros pudieran afear la imagen de ciudad cosmopolita y burguesa reforzada desde los fastos olímpicos del 92 en medio de dos eventos: el Mobile World Congress y la visita del Rey a la ciudad.

La Unidad Popular (UP) de Alberto Garzón, el partido en construcción con el que entre él y la dirección del PCE han decidido dar muerte a la organización que le ha dado origen, aborda su construcción organizativa y, para ello, ha convocado su Asamblea de Organización. 

Después de hablar de “Democracia 4.0” y de muchos temas referentes a “comunicación”  -imitando a Alfonso Guerra cuando “descubrió” que prefería tiempo en televisión a afiliados, los modernos dirigentes de UP dirán probablemente que prefieren 5 minutos con María Teresa Campos o Bertín Osborne y algún trending topic con el hastag, pongamos por caso, de los #GatetesConGarzón o #AbuelasConGarzón o #NiñosBesadosporGarzón, si se terciase (los dos primeros son de la última campaña), que unos pocos miles de afilados, que seguramente no serán muchos más que los necesarios para cubrir cargos- llega finalmente el compromiso programático de los cargos públicos de UP.


Por si alguien duda del contenido programático expuesto, adjunto el enlace al mismo que podrá encontrar en las páginas 15-16 del documento en cuestión. 

Desafío a cualquier lector que se considere comunista a que me explique, desde una perspectiva marxista, cuál de los 13 puntos programáticos tiene un contenido de clase. Y, por favor, no me digan que “una sanidad pública, universal y gratuita” o “una educación pública y laica” porque ambas se ajustan todavía hoy a formas jurídicas universales en las constituciones burguesas y no a derechos para una clase concreta. Conviene no confundir intereses con derechos porque, aunque estén relacionados, son cosas distintas.

La función histórica de los partidos fue siempre representar los intereses de una clases y otras, aunque la derecha oficial y la social-liberal, como representantes de los intereses de la burguesía decían representar los de todos. Y esto es así porque

“...cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto de la que dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, expresando esto mismo en términos ideales, a imprimir a sus ideas la forma de la universalidad, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta.” (“La ideología alemana”. Karl Marx y Friedrich Engels.1845).

¿Han visto ustedes entre esos 13 puntos alguna cuestión relativa al blindaje del sistema de pensiones, a la cobertura del desempleo para todos los parados que hoy no cobran esta prestación, a la derogación de las reformas laborales, a medidas para un empleo de calidad, a la igualdad de salario entre hombres y mujeres? Son cuestiones reformistas pero tienen un carácter de clase. Claro que si un programa de clase es un asunto ya superado por un programa ciudadano...

En puridad, es posible afirmar que los 13 puntos programáticos de UP podrían ser aceptados por Ciudadanos o PSOE sin mayor problema. Incluso en algún punto concreto, el propio PSOE va hoy en su propuesta programática para el gobierno de “cambio” más lejos.

Frente a esa UP de Alberto Garzón se reunió en Zamora un grupo de unos 150 miembros de IU. En su declaración final, tras afirmar su carácter “de clase”, “sobre la base de la contradicción capital/trabajo” (la confrontación con el capitalismo se plantea en los términos de bersteinianos de “superación”, no de revolución), destacar la importancia de la movilización para enfrentar las agresiones del capital, criticar las “derivas estratégicas equívocas como el ciudadanismo” y los riesgos de prácticas internas nocivas para la subsistencia de la organización, acaba proclamando que “la ciudadanía” (¿dónde quedó la clase?) les ofreció, “según encuestas”, “un importante apoyo electoral”. Al final la obsesión por lo electoral es tal que  se agarra a “¡encuestas!”, quedando claro que hasta la movilización parece ser subsidiaria de la representación como “seguro” de supervivencia. Y, tras las críticas correctas a la obsesión por Podemos, se reafirma la “apuesta por la convergencia”; algo que, en principio, es parte de la naturaleza de IU, como se afirma más abajo. 

“Nos reclamamos de la experiencia unitaria que forma parte del ADN y de la tradición histórica de nuestra cultura política, en la que siempre mantuvimos nuestra identidad, nuestra organización y nuestra visibilidad”

Pero tras haber cuestionado de un modo demasiado sutil para ser sincera esa crítica, la naturaleza de Podemos (“que nunca fue analizado en su naturaleza de clase y en su estrategia”) se abre a la idea de convergencia sí pero con siglas. Acabáramos: confluencia hasta con Podemos (o al menos no se excluye explícitamente) pero salvando las siglas. Poco parece importar ya “la naturaleza de clase y la estrategia de este partido”. El problema son las siglas y no ningún tipo de zarandaja ideológica.

Y es que cuando en ese encuentro estaban miembros de los sectores más filoPSOE de Izquierda Abierta (el grupo de Llamazares), seguidores de Cayo Lara, teórico Coordinador Federal, que ha actuado a lo largo del período crítico de forma más que medrosa, con muy ocasionales arranques sin continuidad ni profundidad, cargos públicos, sectores del PCE (partido liquidador de IU) no cabía esperar un giro a la izquierda de los reunidos en Zamora -demasiadas componendas y equilibrios entre los congregados- sino una resistencia en clave lo que siempre ha sido IU: una corriente política socialdemócrata (opera como tal, independiente de que en ella haya comunistas) se enfrenta a una deriva social-liberal que acabará con la propia organización en unos meses en alianza con la dirección del PCE liquidadora de IU. 

Esta por ver a qué corriente pertenecen los representantes de IU en Cádiz y en Ferrol que, junto con los de Podemos, han apoyado la construcción y venta de corbetas militares para una de las monarquías más criminales, totalitarias y corruptas del mundo. Arabia Saudita; la cuál es exportadora y cooperadora militar y  financiera de los grupos terroristas que operan en Siria, Irak y Yemen. Les acompaña en dicho apoyo el dirigente de CCOO en San Fernando De Cádiz, Jesús Peralta.

El próximo XX Congreso del PCE abordará el debate de sus tesis cuyo contenido evidencia la pobreza teórica de la dirección de este partido, su tremenda endeblez ideológica, un terrible reformismo aventurero que, en otros casos, juega a “izquierdismo”, en el sentido crítico que le dio Lenin.

Cualquier comunista medianamente formado notará la falta de rigor analítico en unos documentos incapaces de situar el marco actual del capitalismo, un cierto análisis de coyuntura internacional y una contextualización de la realidad española y de su crisis dentro de la fase actual de la crisis capitalista mundial y de la necesidad del capital de incrementar su tasa de acumulación, en el contexto de una agudización de las contradicciones interimperialistas que nos acercan a una posible III GM.

Por el contrario, uno se encuentra unas “tesis” marcadas por el oportunismo tacticista de los intereses y preocupaciones inmediatas del núcleo situado en la menguada dirección del PCE, que no dirigente porque carece de capacidad política para serlo. 

Sólo un partido que en el que la actividad intelectual y el debate político hace mucho tiempo que murieron puede admitir un documento plagado de lugares comunes (“crisis de régimen”, bloque social y político, proceso constituyente, mucho recurso a un Gramsci eternamente tergiversado por este partido,…) en cuyo manejo se nota la inseguridad de quien los emplea sin estar muy seguro de lo que está diciendo. 

Y sólo un partido cuyos militantes están profundamente desmoralizados en medio de la ausencia de vida orgánica de su organización, que afronta la “ejecución” por etapas de su marca electoral, mientras la dirección se apresta a sacar el conejo de UP de la chistera, como hace 30 años se sacó el de IU, puede permitir la tomadura de pelo de la parodia de debate que les han organizado. La innovación estará en una serie de preguntas que no serían del todo baladíes si no fuera porque se las están imponiendo como examen a la militancia en las agrupaciones del partido por parte de los profesores de una “Comisión Dinamizadora” que, rotulador en mano, irán escribiendo las preguntas y las respuestas como si de un marketiniano DAFO se tratase (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades). 

Tiempos modernos en los que el marketing sustituye a la concepción leninista de la estrategia de partido y en los que el profe “dinamizador” trata como a niños a una militancia que hace mucho tiempo perdió el sentido del debate colectivo como el intelectual orgánico (ese y no otro tergiversado, reformista y oportunista sentido es el que le dio Gramsci) que nunca volvió a ser desde el sábado 9 de Abril de 1977.  

Será divertido, como afirmaba el otro día un irónico y agudo militante comunista ver quién hace la síntesis de lo que salga de ese “DAFO”.

Lo más grave de todo ello es que quien ha formulado las preguntas y ha “diseñado” el formato del debate ha cerrado la posibilidad a unos documentos alternativos porque al hacerlo ha dejado claras sus intenciones: “de esto se va a discutir y no de otra cosa”. Y no digamos cuando el plan de discusión “política” ha introducido otra “innovación” más: un Congreso en dos partes, por si hubiera que aplicar alguna “corrección” sobre la marcha.  

La farsa es tal que hasta una parte de la militancia de PCE/IU hace como que cree realmente que es posible parar el imparable proceso hacia la liquidación política de dos organizaciones socialdemócratas para alumbrar, imitando al ya olvidado PCI, una nueva “cosa”, como la llamó en su día Achille Occhetto.

Primer experimento de debate del que tengo constancia: agrupación del PCE de menos de 50 afiliados, que llegó a tener cerca de 2.000 al inicio de la transición, del Este de la Región de Madrid: debate de 4 horas hasta que el último militante, sin saber si había aprobado el examen, salió dando traspiés, confuso y mareado, de la sala. 


¿Se sorprenden ustedes de que cuando ese sistema DAFOlógico marketiniano se reproduce como esquema de debate también en IU en forma de preguntas a las organizaciones locales en la Fase 1 de la XI Asamblea de este grupo político el resultado muestre la más evidente falta de nivel político, formación de los afiliados y evidencia de que no quedan mimbres para la rehabilitación del enfermo terminal? Les pongo sólo un ejemplo, cogido al azar, de las respuestas que han ido llegando: http://asambleaiu.org/asamblea/?pdb=132

¿Esperaban ustedes mucho de la reunión del señor Garzón (IU-UP), con los señores Baldoví (Compromís), Sánchez (PSOE) e Iglesias (Podemos) para la constitución de un “gobierno de progreso”...y “de cambio”? Han esperado sentados. El gobierno seguramente se constituirá. Incluso con el apoyo o, como mínimo la abstención de IU, Compromís y Podemos tras el acuerdo PSOE-Ciudadanos. No existe otra opción “realista” para lograr la aritmética que evite nuevas elecciones. El capital ya no desea otro gobierno del PP, con Rajoy o sin Rajoy. Vincularse a ambos le hace daño. Necesita nuevas caras, por mucho que sus recetas políticas sean ya muy viejas y conocidas Pero, si la crisis capitalista arrecia, y lo hará, estén seguros de ello, ya me dirán ustedes qué estupendas medidas que no sean del tipo de las conocidas en los 4 años anteriores van a llevar a cabo. De momento, la banca prevé este año el despido de 35.000 empleados, la UE ya ha dicho que España ha de recortar por valor de 8.000 millones de euros más y que las políticas de austeridad han de continuar. 

¿Quién va a combatir eso? ¿El señor Varoufakis, la señora Colau, el señor Garzón y Urban, los señores Lafontaine y Melenchon o la señora Susan George con su Plan B para Europa? 

En esencia este Plan habla de los peligros de una involución fascista en Europa, cuidando de desvincular fascismo y capitalismo, probablemente por esa obsesión del ex ministro griego de “estabilizar al capitalismo europeo”, sus mediáticas estrellas no se ponen de acuerdo sobre si reemplazar o no el euro ni porqué moneda/s en caso de hacerlo, ninguno de ellos se plantea salir de una UE (ni siquiera saben si quieren reformarla o refundarla) agonizante que castiga a la clase trabajadora europea con una brutal expropiación de sus conquistas históricas y poco más tiene que ofrecer que el bálsamo de Fierabras “democrático” contra la crisis y la oligarquización de las instituciones europeas y la coordinación europea de grupos políticos y movimientos de diverso signo. ¿Coordinación para qué?, ¿con qué objetivo que no sea la declaración genérica de acabar con la austeridad? -ya no por la vía del impago de la deuda, aunque el señor Toussaint, que se apunta a un bombardeo, se haya autoinvitado vía Anticapitalistas?- ¿Democracia para qué? ¿Con qué objetivos que no sea la genérica participación de los “ciudadanos” -da igual la clase, everybody- en un proyecto que ellos mismos desconocen a dónde va. ¿Política económica? Ni idea pero seguro que los señores Monereo, Couso y Talegón harán algún “taller”...bueno, para ir pensando qué proponer, a ver si se les ocurre algo que no sea las viejas cantinelas de Krugman, Stigliz o Navarro.

De un Plan B para Europa ya nos habló -¡oh casualidad!- el megaespeculador financiero internacional y causante de numerosas crisis financieras (desde el Reino Unido a Asia), además de desestabilizador de numerosos países mediante revoluciones de colores, hace ahora casi 5 años. Y su análisis era muy coincidente con el del señor Varoufakis. Quizá un pequeño detalle, además de esta venturosa coincidencia entre los planes del hombre de acción señor Varoufakis y los del filántropo señor Soros, esté en la cuestión de los eurobonos, un sistema de financiación de la deuda de los países europeos de la que ambos prohombres son partidarios, con el añadido de que el señor Soros podría hacer pingües beneficios mediante financiando privadamente la liquidez del BCE para su emisión. Todo ha de tener un porqué.

Y continuando con esas coincidencias cabría preguntarse si la presencia de la señora Susan George en el proyecto tendrá algo que ver con que el señor Soros (uno de los principales accionistas de la empresa de semillas transgénicas Monsanto), a través de su todopoderosa Open Society Foundations, financie los proyectos sobre droga del Transnational Institute (TNI) del que es Presidenta la señora George


Es llamativo que la antigua página en Internet del TNI tuviera el logo de la Open Society Foundation en primer plano, sin necesidad de navegar dentro de la web. Como en pasadas investigaciones esta relación quedó establecida, una mayor discreción se convirtió en necesidad.

Quizá el hecho de que hasta el 2006 doña Susan George fuese vicepresidenta de ATTAC Francia, un movimiento reformista de cuya sección española es miembro de su consejo científico Alberto Garzón, siendo Sol Sánchez su anterior presidenta, y ambos diputados de IU-UP haya facilitado la incorporación de varios miembros destacados de IU (el propio Garzón, Monereo, los eurodiputados Javier Couso y Marina Albiol) al evento.

Resulta interesante que un periódico digital como eldiario.es del ambito “progresista” mencione en un mismo artículo del Director de European Alternatives (Lorenzo Marsili), con vínculos con la Open Society Foundations, al Plan B y al señor Soros, en una mención bastante forzada que no se entiende sino como guiño interno para iniciados, pues no tiene otro sentido lógico el que se haga.  

Los vínculos entre European Alternatives y Open Society Foundations pueden comprobarlos aquí. Es significativo la alusión a un manifiesto para la democracia firmado con ocasión de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 y el hecho de que ese manifiesto y sus eventos organizados por European Alternatives estuvieran apoyados por la Open Society Foundations


En este vídeo vemos como el señor Lorenzo Marsili, de European Alternatives entrevista a Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos y miembro de Anticapitalistas.



 ● Bodo Ellmers de la entidad Eurodad, radicada en Bruselas. Esta entidad se dedica a cuestiones relacionadas con la deuda, la financiación del desarrollo y la reducción de la pobreza. Todo aparentemente muy loable. La duda sobre la orientación y el fin reales acerca de esta entidad surge cuando se conoce que dos de sus financistas son la Comisión Europea y la Fundación Melinda y Bill Gates (Microsoft), como puede comprobarse en la página 45 del enlace anterior, excepto que pensemos en las bondades intrínsecas del capitalismo y sus filantrópicos oligarcas. 



 ● Gilbert Achcar: dirigente de la corriente trotskista “mandelista” de la Cuarta Internacional. Se pronunció en su día a favor de la intervención militar de la OTAN en Libia y de los bombardeos sobre este país. Escarmentado por los problemas que su intempestiva postura respecto a Libia trajo a algunas de las secciones internacionales de su corriente trotskista, se pronunció posteriormente (2013)  a favor de la “¡revuelta popular siria!” (hubiera sido positivo que el señor Achcar nos aclarase qué grupos conforman, en su opinión, la “revuelta popular siria”), aunque sin intervención de la OTAN. Significativamente lo hizo en la publicación online Open Democracy. Para quien no conozca esta entidad sepa que se anuncia como “campeones en derechos humanos” y que está financiada, entre otros, por Rockefeller Brothers Fund (Main Site Core Costs), la NED (National Endowment for Democracy. Arab Awakening), muy ligada a la CIA, varias fundaciones ligadas a George Soros (Open Society Foundation, Open Society Initiative for Europe (Main Site Core Costs). Llamativamente el artículo del señor Achcar fue en su día publicado por rebelion.org, punta de lanza de la involución ideológica de la izquierda española.

Del señor Achcar podríamos hablar sobre su faceta como profesor de la universidad londinense (SOAS), uno de cuyos partners es Ashoka, una de las fundaciones globalistas que lidera la captación y fabricación de líderes globales títeres de los intereses de las élites económicas que gobiernan el mundo. El investigador Paco Puche, en ecoportal.net denunciaba en su día en un artículo titulado “El lobby oculto” a determinadas organizaciones entre las que citaba a Ashoka. En sus clases el profesor Achcar parece tener especial interés por las “revoluciones árabes” pero no en la versión de “revoluciones de colores” de las que ya tanto sabemos, sino en la versión “democrática” que nos contaban los medios de comunicación corporativos del capital hasta hace bien poco.

 ● Katerina Sergidou, de la Red Network, es otro de los participantes en el Llamamiento por Un Plan B para Europa. La Red Network tiene por objeto el tratamiento de cuestiones legales ligadas a diferentes temas que afectan a los derechos humanos. Hasta aquí nada que cuestionar. 
Llama la atención que el importante número de socios de la Red Network en países de la Europa del Este o, si lo prefieren, en los antiguos países socialistas.  


Se entiende un poco mejor cuando uno se fija en el Center for Legal Resources (CLR), con sede en Rumanía y con muy poco esfuerzo (página 3) se descubre que dicho centro fue creado en 1998 como tapadera de la Open Society Foundations. La obsesión anticomunista de Soros por instalar en dichos países su concepto de la “sociedad abierta” se pone de manifiesto. 

    Por si quedaran dudas al respecto, el Instituto of Public Affairs (Instituto de Asuntos Públicos) de Polonia, socio de Red Network, aclara en su página de wikipedia que se ocupa, entre otras cosas, de “identificar las amenazas potenciales para el tejido social y anticipar problemas futuros, ofrecer nuevas ideas para las políticas dirigidas a resolver los problemas existentes y futuros” y que “actúa como un puente entre la academia, el mundo de la política, los medios de comunicación y ONG”. ¡vaya con la democracia participativa! Y aclara que es miembro de multitud de estructuras de organizaciones no gobernamentales, entre ellas PASOS (policy association for an open society). Por si lo de Open Society les deja alguna duda, vean ustedes mismos en el lado vertical derecho de la web quiénes son sus donantes: Parlamento Europeo, National Endowment for Democracy (NED), ligado a la CIA, OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), el programa del Think Tank Fund (de la Open Society Foundations), el Local Government and Public Service Reform Initiative (perteneciente a la citada Fundación Soros) y, por supuesto, la Open Society Foundations. Eso entre otras. 

 ● El señor Kenneth Haar del Corporate Europe Observatory representa a una entidad centrada en el análisis y la investigación sobre el poder de las grandes corporaciones multinacionales. Oiga que denuncian incluso lo que es el TTIP. Por eso resulta difícil entender su lista de donantes. Les voy a decir sólo dos: La Rockefeller Brothers Foundation y, ¿adivinan cuál es la otra? Casi. Una hermana de la Open Society Foundations, también del señor Soros: Open Society Initiative for Europe. Y si continúan leyendo la lista que aparece bajo el epígrafe Funding en el mismo enlace, seguirán sorprendiéndose, o quizá cada vez menos. 


¿Aventuramos una hipótesis? Parece que el capitalismo ha puesto al zorro a guardar a sus gallinitas “izquierdistas”, las viste y alimenta, en todos los sentidos, incluido el ideológico. Porque oiga, la gracieta aquella de Pessoa con “El banquero anarquista” no nos la vamos a creer, ¿verdad? No me imagino a estos grandes capitalistas mundiales actuando por el día como vampiros contra las clases desposeídas y por la noche como donantes de su propia sangre. Sería eso que al señor Errejón tanto le gusta mencionar como “juego de suma cero” y resultaría tonto que estos señores perdiesen tanto el tiempo y el dinero, que son cifras astronómicas, en alimentar líderes “progresistas”, partidos de “izquierda” y ONGs; excepto que el premio fuera orientar la protesta social y la "disidencia política" hacia las rocas o, peor aún, hacia ninguna parte que pueda dañar lo más mínimo al capital ¿Qué les parece?