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Janet Yellen y Mario Draghi |
Gestión. Perú
Casi dos tercios de las 121 economías seguidas por Bloomberg están experimentando aumentos más pequeños en los precios al consumidor que hace un año atrás.
(Bloomberg).- La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, y sus homólogos internacionales están sufriendo de un caso que los psicólogos llaman “sesgo de confirmación”: Siguen insistiendo en que la inflación repuntará, aun cuando continúa cuesta abajo.
Ese es el diagnóstico de Ethan Harris, co-director de investigación de economía mundial en el Bank of America Corp. en Nueva York. Él sostiene que los bancos centrales están viendo lo que quieren ver al culpar a fuerzas temporales por la ínfima inflación en sus países. Éstos se arriesgan de ignorar las influencias globales más duraderas, como la debilidad de la demanda mundial, una mayor competencia en los mercados emergentes, la mano de obra barata en los países en desarrollo, un congelamiento de los precios de materias primas y los avances tecnológicos.
“Hay una inflación mucho más baja de lo esperado, y se la aprecia en muchos lugares en el mundo como para considerarla como transitoria”, dijo Allen Sinai, director ejecutivo de la consultora Decision Economics Inc. en Nueva York.
Casi dos tercios de las 121 economías seguidas por Bloomberg están experimentando aumentos más pequeños en los precios al consumidor que hace un año atrás, con muchos países quedándose por debajo de sus objetivos. La inflación mundial fue de sólo 2% en febrero, el nivel más bajo desde finales del 2009, cuando el mundo estaba luchando contra la recesión, según un recuento realizado por economistas de JPMorgan Chase & Co.
Buena nueva
Si bien la disminución de los precios puede ser una buena noticia para los consumidores, la desinflación hace que sea más difícil a los prestatarios pagar sus deudas y dificulta a las empresas aumentar sus ganancias.
El mayor peligro viene cuando la desinflación se convierte en deflación, lo que lleva a los hogares a retrasar sus compras al esperarse una mayor caída de los precios y las empresas, a posponer la inversión y las contrataciones al proyectarse una caída de la demanda de sus productos.
La necesidad de protegerse contra este riesgo significa que aun cuando las economías avanzadas se fortalecen, Bank of America está anticipando que la FED no va apurarse en elevar su tasa de interés de referencia desde casi cero. Sus estrategas predicen que esta lentitud ayudará a levantar el índice Standard & Poors 500 hasta los 2,000 puntos para fines del año.
La magnitud del impacto mundial de una caída de precios será discutidos esta semana, cuando los banqueros centrales y los ministros de Finanzas se dirijan a Washington para las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, advirtió recientemente sobre el peligro de una prolongada ultra-baja inflación.
Riesgo emergente
“Existe el riesgo emergente de lo que yo llamo ‘lowflation,’ sobre todo en la zona del euro”, que podría suprimir la demanda y la producción, dijo Lagarde en Washington.
El débil panorama para los precios tiene a empresas como AutoZone Inc, el minorista de autopartes y accesorios con sede en Tennessee, moderando sus expectativas de ventas este año.
“Realmente no ha habido una inflación significativa, y nuestra opinión es que no habrá una inflación significativa, al menos en los próximos seis o siete meses”, dijo el presidente financiero William Giles en una conferencia en marzo.
Los banqueros centrales hasta ahora han sostenido que la menor inflación es temporal.
“Parte de la reciente debilidad refleja factores que parecen propensos a ser transitorios, incluyendo la caída del precio del crudo y de la disminución de precios de las importaciones no petroleras,” dijo Yellen el 11 de febrero.
Por debajo del objetivo
La inflación, medida por el índice de precios de consumo y gastos personales, ha estado por debajo del 2% del objetivo de la FED cada mes desde mayo del 2012, y se situó en 0.9% en febrero, menos de la mitad de la meta.
En su última sesión, celebrada en marzo, la mayoría de los funcionarios de la FED esperan que la inflación volverá a un nivel de 2% en los próximos años, de acuerdo a las actas de la reunión.
Una pareja de funcionarios, sin embargo, expresó su preocupación de que esto podría no suceder.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi culpó de la reducción de la tasa de inflación de la región (de 0.5% el mes pasado) a una Pascua tardía, que deprimió el gasto – y los precios – de los viajes en marzo. La Pascua cae el 20 de abril este año; el 2013 fue el 31 de marzo. También se refirió a una caída de los precios de la energía.
La competencia entre minoristas
En Canadá, los funcionarios del banco central han dicho que el aumento de la competencia minorista contribuyó a las presiones a la baja en los precios. La inflación cayó a 1.1% en febrero, cerca de la parte inferior de la banda objetivo del Banco de Canadá, de entre 1% y 3%.
Comerciantes estadounidenses, como Wal-Mart Stores Inc., Target Corp. y Nordstrom Inc., se han expandido en Canadá el año pasado.
Harris del Bank of America cree que tales explicaciones pierden el punto más amplio, que la inflación se está moderando en todo el mundo y probablemente continuará haciéndolo. “El riesgo de que la inflación sigue bajando es alto”, dijo.
Estados Unidos y otras economías avanzadas todavía cargan con el exceso de capacidad de casi cinco años después de la recesión más profunda desde la Gran Depresión, lo que hace difícil a las empresas subir los precios y los trabajadores, ganar aumentos salariales.
Crecimiento de mercados emergentes
El crecimiento en los mercados emergentes, por su parte, se ha desacelerado desde el rápido ritmo en el inicio de la recuperación mundial, arrastrando hacia abajo los precios de las materias primas.
El final de un auge de la inversión en China significa que los precios al productor están extendiendo su largo descenso desde 1999, y los economistas de JPMorgan, con sede en Nueva York, predicen que la inflación se quedara corta con respecto a la meta oficial por tercer año consecutivo.
Las presiones para los precios también están disminuyendo en los amigos de los países en desarrollo. Los precios de las materias primas han estado enfriándose ya que el crecimiento en estas economías se desacelera y EE.UU. encuentra nuevas fuentes de combustible que le permiten ser más independiente energéticamente. Mientras que el Index Spot S&P GSCI de 24 materias primas ha ganado 3% este año, este ha caído un 27% desde su máximo de julio de 2008.
“Estructuralmente para la mayor parte de los últimos dos años, la trayectoria de los precios de la energía ha sido hacia la baja”, dijo Ebrahim Rahbari, un economista de Citigroup Inc. en Londres.
Precios de los alimentos en alza
La excepción al desvanecimiento de los precios han sido los productos agrícolas. Un índice de precios de los alimentos elaborado por las Naciones Unidas aumentó 2.3% en marzo, a su nivel más alto en ocho meses. Condiciones climáticas desfavorables en EE.UU. y Brasil, sumados a las tensiones geopolíticas en Ucrania estaban detrás del aumento.
Algunas explicaciones para la debilitada inflación en todo el mundo son más estructurales e impulsadas por el crecimiento de los mercados emergentes, que Morgan Stanley estima ahora representan la mitad de la economía mundial, frente al 37% hacia el final de la década de 1990. Eso viene entregando a los fabricantes globales un exceso de oferta de mano de obra barata y desplegando una competencia para sus productos, manteniendo los precios bajo control.
El precio de los productos manufacturados a nivel mundial cayó en cada uno de los dos últimos años y se redujo 2.9% en diciembre, de acuerdo con ABN Amro Bank NV.
Pérdida de China
Como ventaja de bajos costos de China ha sido erosionada por el aumento de los costos laborales, otros lugares, como Vietnam y Bangladesh, son la atracción de inversiones en fábricas de Nike Inc. y Samsung Electronics Co .
La tecnología también está contribuyendo a la tendencia de los precios a largo plazo, según los economistas de la división de investigación de EE.UU. del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, en Houston.
El precio de un celular se ha reducido en un 95% desde los US$ 4,000 en 1982, mientras que las videocámaras digitales ahora cuestan 70% menos de lo que una vez lo costaron, a pesar de que el conteo de píxeles aumentó de 580,000 a 3,8 millones, escribieron los economistas Shushanik Papanyan y Kim Fraser.
“Nuestros análisis apuntan más hacia un cambio permanente en las tendencias de la inflación en el largo plazo, en particular en relación con los sectores productores de bienes, donde los avances tecnológicos han mejorado la productividad y la eficiencia de costos”, dijeron.
Riesgo de burbujas en activos
Para Stephen Jen, co-fundador del fondo de cobertura con sede en Londres, SLJ Macro Partners LLP, la preocupación es que los banqueros centrales se mantendrán mirando las metas de inflación en lugar de las tendencias inflacionarias, con el riesgo de crear burbujas de activos mediante la inyección de estímulo que impulsan los precios sobre los tienen menos control de lo que ellos creen.
La inflación débil es una carga compartida dada la creciente correlación de precios entre las naciones desde mediados de la década de 1990, aunque las tasas de crecimiento económico son tan dispares como lo fueron en la década de 1970.
“Puede que haya habido una fijación excesiva por parte de los bancos centrales sobre los niveles de medición del índice de inflación de precios al consumidor, en lugar de las razones que están detrás de estas tendencias de la inflación”, dijo Jen.
Yellen advierte de lo "fácil" que una "muy baja inflación" puede derivar en "deflación"
Lo ha dicho en Nueva York. Pero sus palabras resonarán en Fráncfort, principalmente, y en París, Roma, Madrid... Las ha pronunciado la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, que ha sido muy clara: "Con una muy baja inflación, una evolución adversa de la economía podría empujar más fácilmente a la economía hacia la deflación".
Aunque el análisis de Yellen se centraba básicamente en EEUU, sus menciones a los precios tendrán eco en la Eurozona y añadirán más presión al Banco Central Europeo. Con el dato ya confirmado de que la inflación se relajó en marzo hasta una tasa interanual del 0,5%, la más baja desde finales de 2009, los precios pisan ese terreno al que alude la primera mujer en presidir la Fed. Esto es, en el nivel en el que cualquier susto puede provocar que la desinflación -desaceleración de la subida de los precios- actual desemboque en deflación -caída general de los precios-.
Sobre esa premisa, y subrayando los objetivos de la Fed de promover el mayor empleo posible y la estabilidad de los precios, la máxima representante del banco central estadounidense ha renovado su compromiso con el mantenimiento de una política monetaria expansiva mientras sea necesario. Y aún ha ido más allá: ha dicho que la necesidad de prolongar durante más tiempo la alegría monetaria no es exclusiva de EEUU.
"Las expectativas de que la consecución de nuestros objetivos económicos requerirá bajos tipos de interés reales durante un tiempo no se limita a Estados Unidos, sino que son compartidas ampliamente por la mayoría de las economías desarrolladas", ha asegurado.
De este modo, aunque la tasa de paro ya ha descendido al 6,7% en la primera economía del mundo, Yellen no las tiene todas consigo. Según ha precisado, mientras otros aspectos, como la tasa de ocupación o la facilidad para encontrar trabajo, no mejoren, no bastará con que la tasa de desempleo descienda. Y lo mismo con los precios. Hasta que no esté más clara su reversión al 2%, que es el objetivo de la Fed, será necesario que la Fed respalde la recuperación con medidas expansivas.
La próxima reunión de la Fed tendrá lugar los días 29 y 30 de abril. Todo indica que en esta cita dará un nuevo paso en la retirada gradual (tapering) de su tercer programa de estímulos cuantitativos (QE3). Se espera que, como los tres tijeretazos anteriores, también sea de 10.000 millones, con lo que la entidad pasaría a dedicar 45.000 millones de dólares mensuales a la compra de deuda en el mercado. En cuanto a los tipos de interés, reafirmará que seguirán en el 0-0,25% en el que se encuentran desde diciembre de 2008 mientras el empleo no mejore más y la inflación no esté más cerca del 2%.
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