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19 de abril de 2018

PODEMOS Y LA CONSPIRACIÓN. AL FINAL PARIÓ LA ABUELA


Por Marat

Ha estallado la madre de todas las crisis en Podemos dirá probablemente algún avispado periodista ¿La madre de todas las crisis? Seguro que no. El culebrón mediático tendrá muchos más capítulos antes de que la galaxia podemita estalle en mil direcciones distintas al son de los versos “he defraudado a todos/empezando por mí” de “lo niego todo” de Joaquín Sabina, otro progre redimido hacia la derecha, ahora que la serie “Perdidos” vuelve a una de las cien mil televisiones digitales.

El documento de propuesta de acuerdo entre Bescansa y Errejón para derrocar al ya mustio Mesías podemita y repartirse entre ambos los girones de su túnica puede ser un posado robado (me pillaron el documento los malvados periodistas) o un robado posado (haz como que me has pillado y luego hago como que lo niego o matizo). La cuestión es lo de menos, aunque podría variar la intención dentro de la alianza de conspiradores según se tratara de una u otra circunstancia. El lodazal de la política parlamentaria española no debe sorprender ante cualquier posible eventualidad.

Podemos, la “máquina del amor” de la que habló en su día Monedero, ha sido declarada oficialmente gripada el miércoles 18 de Marzo de 2018, 4 años casi exactos (fue fundado el 11 de Marzo de 2014) después de nacer.

Pero Podemos ya nació seriamente tocado en cuanto a su salud. Su primer paso nació de una filtración del periodista Ignacio Escolar y su alusión a la “operación coleta”, filtrada por Izquierda Anticapitalista al diario del que es director.

Luego vino la puñalada a Willy Meyer nacida del interior prepodemita de IU, en concreto de los aledaños de la oficina europarlamentaria de esta formación y del entorno de la familia del ex eurodiputado. Meyer, un socialdemócrata honesto de la socialdemócrata IU, dimitió por la terrible falta moral de tener un plan de pensiones que, de forma automática, otorgaba el Parlamento Europeo a sus diputados, salvo que estos lo rechazasen, cuestión que él dijo desconocer.

Después vendría el enaltecimiento de Iglesias como Cristo resucitado en el logo inicial de la inscripción de Podemos como partido político y en las papeletas para las elecciones del Parlamento Europeo.

No tardarían en emerger los primeros síntomas de lo que sería, a lo largo del tiempo, una crisis larvada de podemos respecto a la cuestión de la democracia interna y de la estructura organizativa del nuevo partido: se enfrentaban, en un partido que se decía heredero del 15M, el asambleismo en bucle antiorganización con la jerarquización vertical de un partido tradicional. Y a la pelea asambleista jugó un partido interno dentro de Podemos, que nunca dejó de ser su fracción trotskista, con lo que ello significa, como Izquierda Anticapitalista. De la pelea del perro de presa Monedero contra ellos y de la respuesta posterior de los anticapis nacería un ten con ten muy inestable entre Iglesias y Urbán. Inestable porque los sucesivos comportamientos con las listas electorales o con intentos de autonomía allí donde estos conspiradores natos tienen peso (Andalucía) han jugado a minar la autoridad del semidiós de la des-organización.

A lo largo de gran parte de este período el poder bonapartista de Iglesias se ha ejercido contra sus críticos tanto externos como internos a través de un comportamiento que sustituía el concepto de militante como librepensador voluntariamente autodisciplinado por el de miembro de una secta. Las respuestas a cualquier crítica hacia Podemos eran acompañadas con anatemas como ser del PP, del PSOE, un fascista, alguien pagado por el IBEX35 o un comunista rancio.

Un partido piramidal y bonapartista en su dirección y tan cerrado a la crítica hacia el exterior, a pesar de que esto último fuera en parte entendible porque fueron encumbrados mediaticamente para ser ridiculizados por esos mismos medios, tenía necesariamente que convertir su crisis latente y, tantas veces, imposible de disimular en una crisis creciente que, si no mantenía sus manipuladas intenciones de voto y las hacía crecer, habría de provocar frustración, abandonos y una enorme tristeza.

Hay algo que no se ha entendido al encuadrar a Podemos como populista, que lo es. El modelo de Podemos no ha sido Melenchón, un ex PSF que ha hecho de Saint-Just (no da para más), ni Tsipras (de ese ya no sabe ni que existe) sino Grillo, el del M5S. Ambos partidos han intentado unir la crítica a las élites, antes que a la dictadura del capital, con un patriotismo peligroso. Podemos haciendo dirigente de Madrid al ex Jefe de la Junta del Estado Mayor del Ejército, Julio Rodríguez. Pero al histérico Grillo le ha sustituido un gestor político, Luigi di Maio. Alguien que, como Errejón, conspira quemando sus naves contra Iglesias, es realista, dado a buscar salidas institucionales y que sabe que oportunismo viene de oportunidad. Que uno u otro logren salir de sus propios, y no reconocidos, laberintos dependen de algo ajeno a ellos. Los actores económicos y políticos que no juegan oficialmente en la liga pero que la dictan.

Y es desde estos parámetros desde los que debemos entender que medios como Público, el de Roures, que ha sido el gran valedor de Podemos tanto en su periódico como en La Sexta, le haya abandonado ahora, después de hacerlo el medio televisivo, distribuyendo el documento enviado por Bescansa a Errejón.

A estas alturas de la película no creo que nadie que conozca mínimamente Podemos pueda creer que Bescansa y Errejón tengan la menor oportunidad interna. Pero lo que se dirime no es en el interior de ese partido sino entre sus votantes, gentes aún menos politizadas que los adheridos al partido.

En cualquier caso, a nadie de Podemos puedo considerarle militante. El militante es otra cosa: alguien políticamente formado, con sentido crítico, capaz de distinguir la fantasía de lo real, capaz de resistir bajo el fuego más allá de la presión porque no necesita validar electoralmente sus convicciones.

Podemos fue creado en un momento en el que se daba un vacío político respecto, no nos engañemos con lo del régimen del 78, en la estabilidad del sistema parlamentario. Era necesario para el capital y su “sistema democrático” encontrar alternativas críticas al mismo que le fueran útiles.

Y lo encontraron:
  • Con Podemos y su simplificación de que lo que la clase trabajadora soportaba no era una guerra de clases sino un abuso del IBEX35, lo que indica que muchos de sus dirigentes no trabajan por un salario, y que según ellos vivimos no en la pobreza sino en la energética, la infantil, la vegetal, la habitacional y cualquiera otra que niegue que somos pobres porque el capital y sus gobiernos nos han arruinado,
  • Con Ciudadanos, que era aparentemente muy transparente y partidario de la honestidad pública de los políticos pero siempre ha mercadeado y calculado el momento en el que demostrar que lucha contra la corrupción. Solo que ahora no importan ni sus famosas mochilas (austriacas y otras) sino la oportunidad y el cálculo de lo que han de hacer mediante encuestas.
El momento de Podemos ya pasó. El tapado ha sido, al menos hasta ahora, ya veremos, Ciudadanos. Todo es cambiante, todo muda.

Solo los majaderos pueden creer que es el "régimen del 78" el que está en crisis. Son todo el sistema político y sus actores de representación quienes lo están. Sume usted a los imbéciles que creen que se producirá la independencia de Cataluña y que ello hundirá al Estado español (cómo gozan algunos independentismos). El resultado será cero.  

El momento actual es el del poder capitalista. El único poder real. Ese va a marcar la evolución de los partidos del sistema parlamentario y de casi todos los demás, ya que su lógica está en cómo sumar electores y no en cómo viven los sectores más sobreexplotados de la clase trabajadora, aquellos que más necesitan organizarse.

Aún vendrán tiempos en los que quienes levantaron mediáticamente a Podemos, elevarán el atractivo que antes negaron de una IU que fue en gran medida madre del propio Podemos.

Veremos cómo ayer los que eran afiliados y ex afiliados muy ofendidos, se reincorporan, vuelven a las riendas de quien pronto estará mucho ante los focos: Garzón. La nueva vedette que sustituirá a Pablito pero...si levanta las siglas...La política solo la conciben desde su mentalidad de urna.

Y sí, creo que ante tanta broma la clase trabajadora necesita organizarse en torno a ideas, de momento muy básicas: defender los salarios, el derecho al contrato laboral en los sectores de la nueva economía, la defensa de las conquistas sociales, la reconquista del empleo estable, la defensa de unas pensiones que dependan, como la sanidad o la educaión, de los Planes Generales del Estado y el derecho a una vivienda que no sea negada, ni como alquiler ni como propiedad por los fondos buitres