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Antiguos alumnos del Instituto
Concepción Arenal de El Ferrol, por ejemplo, que coincidieron con él en los
años 70, mantienen un recuerdo muy distintivo del actual director de la Guardia Civil. De
él y de su grupo de amigos.
Reuniones los lunes en el patio
En el patio exterior del Instituto los lunes, después de las
clases, se reunían los cabecillas jóvenes de los grupos ultras. A veces, sin
disimulo, vestidos con ropajes –camisas, boinas, correajes…- que dejaban pocas
dudas sobre su ideología. El tema de su encuentro: repasar las actividades que
habían protagonizado durante el fin de semana y preparar las que
protagonizarían durante la semana. Esas actividades, básicamente, consistían en
‘hacer frente’ a los rojos que estaban ya significándose en esos años finales
del franquismo y principios de la transición.
Durante los fines de semana
‘patrullaban’ por las discotecas y las zonas de reunión de los jóvenes
ferrolanos, retando y enfrentándose a quienes por su apariencia, o porque
conocían su ideología, no les gustaban. Un asiduo de estos encuentros, no de
los menos significados, era Arsenio Fernández de Mesa, al que todos conocían
como “Cuco”, un joven que destacaba por sus modos.
El monolito en honor de Franco de
Cedeira
En ese mismo tiempo, 1977, el alcalde de Cedeira, un pueblo
cercano a El Ferrol, decidió construir un monolito en honor de Franco, el
dictador entonces recientemente desaparecido. El edil que tomó la decisión de
realizar aquel homenaje, Leopoldo Rubido, tuvo que hacer frente a una fuerte contestación
de parte de la población que se mostraba contraria al homenaje.
El inicio de una carrera política
Como ya se contó en ELPLURAL.COM, Fernández de Mesa entró a trabajar
en el ayuntamiento de El Ferrol como oficial de segunda administrativo. Pero en
el trabajo de jardinero que así obtuvo estuvo muy poco. A pesar de que no era
ni mucho menos el que más esperanzas levantaba en la familia –hermanos y primos
obtenían mucho mejores resultados académicos y profesionales- muy pronto el
joven ultra entró en política y encontró apoyo en dos familias de mucha
influencia en Galicia, los Suevos y los González Aller.
Los Suevos, una vieja familia de la
burguesía ferrolana, tuvieron su personaje más conocido en Jesús Suevos, amigo
personal de José Antonio Primo de Rivera, periodista, que fue presidente del
Atlético de Madrid y primer director general de RTVE. Los González Aller son
otra familia de enorme arraigo entre la alta burguesía de la zona –uno de
ellos, almirante, fue edecán del Rey-, y de gran influencia en el PP gallego.
La ‘guerra del Fletán’
Muy pronto Arsenio Fernández de Mesa se vio impulsado así en las
filas populares hasta llegar a diputado en el Congreso. Su primera aparición
recordada en la Cámara
es de la época de la ‘guerra del fletán’, aquella que estuvo a punto de
llevarnos a una guerra de verdad con Canadá por el apresamiento de pesqueros
gallegos con la cuota de pesca por medio.
Fernández de Mesa, hombre lanzado, en
el Congreso realizó aguerridas peticiones al gobierno de Felipe González de
hacer uso de la Armada,
y al final del conflicto, tras el acuerdo que se firmó entre la UE y Canadá, mostró su desilusión de manera contundente: “A un gobierno tan
débil como éste, que es incapaz ni siquiera de defender lo que le corresponde,
caña con él. Nos la están dando desde todos los países”.
Entre boinas y birretes
Arsenio Fernández de Mesa hizo sabias elecciones en las
sempiternas guerras del PP gallego entre “boinas” –los dirigentes
provenientes del mundo rural y más tradicionales – y los “birretes”
–los de mayor preparación intelectual, generalmente de las
ciudades, que dirigían Rajoy y Núñez Feijoo-, y que resurgieron en el
declive de Fraga. Y gracias a su decisión acabó de Delegado del Gobierno
en Galicia con Rajoy de ministro de la Presidencia.
En ese puesto le alcanzó el asunto
del Prestige. Lo que le permitió tener otro momento de máxima atención
mediática y dejar alguna frase para la historia. La más recordada, una que rememora
a la de ‘los hilillos’ de su protector, Mariano Rajoy y que, por desgracia, se
mostró igual de inexacta: “El destino del fuel en el fondo del mar es
convertirse en adoquín”.
Y ahora… ¿futuro ministro
de Defensa?
No fue adoquín al final.
Arsenio Fernández de Mesa, “Cuco” desde la infancia para los amigos, es ahora
el Director General de la
Guardia Civil, pero dicen que en el PP gallego aún no están
contentos. Al parecer, según le explican a ELPLURAL.COM en fuentes políticas de
Galicia, lo que querían en la familia González-Aller y otros círculos
influyentes del ‘PP gallego’, y con ello estuvieron presionando a Mariano
Rajoy, es que el presidente le hubiera nombrado ministro de Defensa. Meta que,
al parecer, está aún presente en su afán.