Por
Marat
Vivimos
tiempos revueltos y confusos, tiempos en los que gentes que se dicen
de “izquierda” apoyan engaños anticientíficos como la
homeopatía o se declaran decididos antivacunas, tiempos en los que
algunos que se autodenominan revolucionarios apoyan revoluciones
burguesas independentistas de gobiernos que han practicado brutales
recortes contra los trabajadores y la sanidad pública, tiempos en
los que gentes que se dicen defensores de la clase trabajadora se
envuelven en la bandera española, tiempos en los que
pseudocomunistas consideran un referente político a un patético
payaso con tupé, heredero de una monarquía absoluta asiática,
tiempos en los que quieren convencernos de que una mujer trabajadora
y otra empresaria y burguesa deben ir del bracete a protestar por los
derechos de la mujer, así en genérico, por eso de que para algunas
que los progres consideran como un referente de “izquierda”, “la
mujer es una clase social”, así,
con todas las letras. Y sin despeinarse, oiga.
Podría
seguir con esta antología del disparate político pero no quiero
enfadarme.
Y
en estos tiempos confusos y revueltos nos ha tocado vivir a los
comunistas que nos consideramos marxistas “a lo Marx”, no a lo
que determinados exégetas de sus propias interpretaciones o
intenciones de llevar el ascua a su sardina política dicen que dijo
Marx.
Interpretar
a Marx “a lo Max” conduce a situar la centralidad de la clase en
el análisis de las contradicciones, supone asumir el concepto de
explotación y darse cuenta de que el salario directo, indirecto o
diferido (la pensión) proviene del trabajo sea en su forma de
pensión contributiva o de viudedad, porque la de viudedad se cobra
porque el finado cotizó previamente.
En
consecuencia, las pensiones expresan, incluso en esa situación en la
que ya no se está trabajando , el antagonismo capital-trabajo porque
tienen su antecedente no solo en la cotización del trabajador sino
también, y como origen de todo ello, en la plusvalía que le ha sido
arrancada previamente a ese trabajador. Sin ella, a ningún
empresario le interesaría contratar a nadie, sea de forma asalariada
(trabajador por cuenta ajena) o comercial (falso autónomo y autónomo
dependiente).
Hago
este inciso de dos párrafos con la intención de señalar dos
cuestiones que considero esenciales:
- La primera, que por mucho que se intente escamotear, desde el ciudadanismo, -y presentar las pensiones como “derecho ciudadano” o incluso “derecho humano”, -el vínculo de las pensiones con el trabajo es innegable. Así lo certifican los antecedentes de las políticas de prestaciones económicas y sociales en España y en otros países en los que surgieron las pensiones públicas.
Por
hacer un poco de historia es necesario hablar de los antecedentes de
los sistemas de protección laboral. El Decreto de 5 de
diciembre de 1883 creado
por la Comisión de
Reformas Sociales, para el estudio de las
cuestiones que interesan a la mejora o bienestar de las clases
obreras. Más tarde, al
iniciarse el siglo XX, se aprobará la Ley acerca de los
Accidentes de Trabajo de 30 de enero de 1900
introdujo el primer seguro
social. En
1908 el gobierno de Antonio Maura creará el Instituto
Nacional de Previsión.
Por fin, en 1921 con Eduardo Dato en el gobierno, se regula el
“retiro obrero”,
que
había sido creado en 1919 y es el inicio de las pensiones de
jubilación en España. En ese mismo año, con Juan de la Cierva como
Ministro de Gobernación se organizaría Para quien tenga la
tentación de pensar que esto se debió a la sensibilidad social de
sucesivos gobiernos liberales españoles, le recomiendo la lectura de
“El movimiento
obrero en la Historia de España”(2
tomos), de Manuel Tuón de Lara. Sin la organización sindical y
política de la clase trabajadora ninguna conquista de la misma se
habría logrado.
La
Alemania de Biskmark en 1884 fue el primer país en el mundo en
adoptar un seguro social para la vejez. Según “Trabajo”, la
revista de la OIT, poco sospechosa de bolchevismo, “las
motivaciones del canciller alemán para introducir el seguro social,
según reconoció la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
fueron promover el bienestar de los trabajadores –a fin de que la
economía alemana siguiera funcionando con la máxima eficiencia– y
eludir la demanda de opciones socialistas más
radicales.”
(“De
Bismarck a Beveridge: seguridad social para todos”. Nº
7 septiembre de 2009).
Ya vemos que, para el capital, la caridad empieza por uno mismo y la
mejor previsión es la que protege de los vientos de la ira obrera.
- La segunda cuestión, no por evidente menos importante, es el carácter de clase del Estado capitalista. Ninguna reforma favorable a la clase trabajadora hubiera sido posible si, dentro de la correlación de fuerzas en la lucha de clases entre trabajo y capital, el segundo no hubiera comprendido que si no cedía en alguna de las demandas de la clase trabajadora, hubiera perdido todo. Lo entendieron mucho mejor tras 1917. “A contrario sensu”, cuando la clase trabajadora y sus organizaciones olvidan este principio, lo ganado un día acaban perdiéndolo otro. Y en esa cuestión, el Estado capitalista, como “consejo de administración de los intereses de la clase burguesa” aplica su lógica con la precisión de un reloj digital.
En
este sentido, no cabe hacerse trampas como al solitario, pretender
atajos que no existen, idealizar a la clase trabajadora como si
tuviera la obligación de ser revolucionaria por decreto ley en todo
momento de la historia humana (recomiendo al respecto la lectura de
“Historia y
conciencia de clase”
de György Lukács) y menos aún a sus organizaciones que, si no no
pertenecen a los que han vendido a su clase para ser premiados con
algún puesto en las “agencias de colocación” del capital, andan
francamente despistadas, por utilizar una expresión benevolente con
ellas.
“hoy
la gente no se corrompe por el poco dinero que hace falta para comer,
ni tampoco por el mucho que hace falta para ser libre. Lo hacen
siempre por sumas intermedias: las que sirven para comprarse un coche
más grande, o una casa, o una lancha motora, o cualquier otra de las
mierdas a las que la publicidad reduce el horizonte vital de tantos
cretinos”
(“El alquimista
impaciente”.
Lorenzo Silva)
No,
la realidad no es como quisiéramos algunos. El desarme organizativo
e ideológico de nuestra clase viene de muchos años de rendiciones a
manos de las organizaciones obreras, de la cooptación de muchos de
sus líderes o la salarización de muchos de los pretendidos
intelectuales que dicen serle próximos, de una labor
extraordinariamente inteligente de los aparatos ideológicos del
capital, de sus fundaciones y think tanks y, sobre todo, del abandono
y desprecio por la labor ideológica hacia nuestra clase.
Pero
es con esa realidad con la que nos ha tocado bailar. Y mira que es
fea esa realidad porque, como el soldado atacado en la cabeza de
playa por el fuego incesante del enemigo, debiéramos saber que, si
perdemos las pensiones, no hay donde retroceder que no sea el mar.
¿De
verdad os sorprendéis algunos de que los agentes de George Soros
hayan aparecido en las manifestaciones del 17M (en las de dos
convocatorias no unitarias), de verdad que os asombra que vuelvan los
de las manitas agitadas hacia arriba a decir aquello de “sin
banderas”, en serio que os sorprende que una tal Anita
Botwin (de ctxt/Público, del medio de un empresario que despidió
a trabajadores de su diario y que lo mismo apoya a Puigdemont
que a Ciudadanos,
diga que la convocatoria de los pensionistas le olía a 15M y que la
protesta de los pensionistas le huele a 15M y que se quiere sacar
otra tienda de campaña Quechua? Nadie debe de sorprenderse de que se
gane su salario, ese por el que le pagan, ni del porqué, como
tampoco del para qué.
No
me alcanza el recuerdo de cuándo sujeté una bandera comunista entre
mis manos. Soy poco dado a los símbolos. Sí que me apego a mi
ideología y de ahí nadie me echa. Pero, dado que dicen los que
parecen que os asustan a algunos que hay que ir “sin banderas"
voy a hacerme una roja con la hoz y el martillo y os aseguro que
nadie que me venga y diga “sin banderas” se va a ir de rositas,
después de que tenga que asumir que la voy a seguir llevando en una
mani que es de la clase trabajadora y no de quién me niega el
derecho a ser miembro de una organización de esa clase.
¿Os
sorprende que estos que vienen del 15M inquisitorial y transversal os
impongan que neguéis vuestra identidad política y sindical? Será
porque aceptáis su chantaje.
Los
de CCOO y UGT son más favorables a una expresión abierta de
símbolos y opciones políticas.
Fijaos
que en la manifestación de Madrid de las 11 de la mañana del pasado
sábado, organizada por CCOO y UGT, el grupo neonazi del Hogar Social
Madrid no tuvo dificultad alguna para estar presente.
Esto
no debe sorprendernos porque si el MERP, Mesa Estatal por el
Blindaje de las Pensiones, plataforma que sirvió de tapadera en la
convocatoria de la manifestación del pasado sábado en Madrid a CCOO
y UGT, tenía entre sus fundadores a Ciudadanos,
la secta de la UCE, la CSIF (sindicato amarillo) y el Partido
Pirata, que hasta no hace tanto se manifestaba con los
anarcocapitalistas más antisociales posibles) entre otros, es que
todo sirve.
Y
es así. Ésta es la realidad que hemos heredado gracias a una
izquierda
que apoyaba al 15M no hace mucho. Muchos de sus afiliados siguen
en ello, de yayoflautas.
Suelo
decir que “nos
va la vida en ello”.
No es una frase hecha, ni una mera expresión política. Es que nos
va la vida en el sentido más biológico del término. Las pensiones
son aquello sin lo que no podríamos supervivir los trabajadores hoy.
Hay demasiados pobres como para que la caridad privada o pública
pudiera permitirnos sobrevivir ¿Alguno de ustedes ha pensado lo que
significa ver a a su madre o a su padre buscando en las basuras?
Según El País es una tendencia cultural y se llama friganismo.
Espero que el/la padre/madre del/la “periodista” no tenga que
deleitarse de tan suculentos platos.
Digo
todo esto porque con las pensiones no se juega y las pensiones son
cosas de comer.
Antes
de descalificar las movilizaciones en defensa de las pensiones
convendría saber a qué jugamos. Si es que queremos tirar el niño
con el agua de bañarlo. Digo esto porque
Es
mi pensión
Es
tu pensión
Es
su pensión (la de él/ella)
Son nuestras pensiones
Son vuestras pensiones
Son sus pensiones (las de ell@s),
Son sus pensiones (las de ell@s),
la
que está en juego y es el capital y su gobierno del momento quién
ahora nos ha atacado, aunque antes lo
hicieron otros gobiernos del momento del capital.
Dado
que hemos llegado hasta aquí del modo en el que lo hemos hecho, yo
planteo algunas preguntas a un conjunto de personas que se están
escandalizando de las nuevas contaminaciones ciudadanistas y
transversales que niegan la realidad de la dualidad trabajo-capital,
de quienes
afirman que la mujer es una clase social, así a pelo y sin
distinción de si son trabajadoras o burguesas. Y sin
despeinarse. De quienes creen que hemos llegado a un punto en el que
hay que dar respuesta a los intentos de involución contra la clase
trabajadora:
- ¿Acaso os sorprende este resultado? ¿Es que vuestras organizaciones de referencia no han colaborado en ello? ¿De verdad, pretendéis hacernos creer que hubo un antes en el que ellas eran muy distintas y un después en el que todo se vino abajo? ¿No existió un proceso en el que muchos mlitantes colaborásteis de un modo cómplice?
- ¿Creíais que con que el 15M fuese un soufflé como movimiento iba a desaparecer la permeabilidad de su componente ideológico en la sociedad?
- ¿Deben los comunistas abandonar una batalla crucial de clase, en la que nos jugamos todo? Si perdemos la clase trabajadora no se recuperará de la derrota en decenios.
- ¿Os creéis con el derecho a sumaros a la batalla contra las pensiones y a hacerle el caldo gordo al gobierno, los empresarios, la Brunete Mediática y toda la jauría capitalista; una batallla en la que nos va la vida, encizañándola de una imagen que que no debe ser contaminada porque es una conquista histórica por encima de las posiciones políticas que en ella se expresen? Los que hacéis esto desde las redes sociales, ¿a qué jugáis, qué habéis hecho para organizar a la clase a la que pertenecéis? ¿En dónde militáis, qué tiempo y esfuerzo dedicáis a hacerlo? ¿Creéis acaso que pasaros el día de tiritwitteros suple el compromiso activo del militante en cada frente de lucha? ¿Imagináis que el trabajador en activo o el pensionista asustado ante su futuro va a pasar a una fase de conciencia a partir de vuestras críticas sobre quienes intentan hacerse con la dirección de la movilización? ¿Qué hacéis, aparte de vuestras gracietas, para difundir unas reivindicaciones necesarias que impidan que los interclasistas y transversales burocratizados y los perroflautizados con la misma orientación anticlase puedan imponer una nueva derrota a nuestra clase?
Ninguno
de vosotros puede darme la más mínima lección en cuanto a lucha
contra el reformismo prosistema de los sindicatos del régimen ¿Qué
deciros de mis posiciones sobre el 15M? Cuando muchos de vosotros que
hoy renegáis agitabais las manitas en las plazas yo llevaba mucho
tiempo desenmascarando la ideología de ese movimiento.
Pero
un comunista se derrota a sí mismo cuando se traiciona. Y lo hace si
daña la potencialidad de un movimiento que es de clase, al que es
más difícil camelar con las viejas estupideces de la democracia
participativa 2.0, con vender otro salvador parlamentario, cuando ya
sabemos lo que es Podemos, o con el consuelo de pedir cárcel para
los corruptos si no puedes pagar el abono transportes a final de mes.
Puesto
que esa es la situación. Que hay una realidad de clase que afecta a
los pensionistas, a los parados, a los trabajadores pobres,...lo más
indecente no es que la derrota llegue desde los traidores, ni de los
pequeñoburgueses con sus performances y batukadas sino del
megarrevolucionario tan puro que abandona a los suyos, acobardado
para dar la batalla en la calle (dejad los puñetero twitter y
facebook) ante esos sujetos. Nuestra clase no lo entendería.
De
momento, los burócratas de CCOO y UGT ya se tienen que comer que hay
quienes exigimos el fin del Pacto de Toledo y el rechazo a todas las
reformas de las pensiones, no solo la última sino también las que
ellos pactaron tanto con el PP como con el PSOE. Y eso es un avance
para impedir que nos cuelen un gol por la escuadra, dividiéndonos
entre los que quieren pactar con el gobierno solo las pensiones no
contributivas y las más bajas y la actualización de las
jubilaciones al IPC y los que queremos que el Estado garantice todas
ellas en los Presupuestos Generales del Estado porque es una
conquista histórica como la educación y la sanidad y que los
empresarios incrementen sus cotizaciones sociales.
Ah, y no estoy apostando dónde estar, ya que ninguno de los dos marcos de la protesta me gustan sino de organizar a la clase, defender posiciones políticas y no jugar con la lucha de los pensionistas ni con el futuro de sus pensiones
Ah, y no estoy apostando dónde estar, ya que ninguno de los dos marcos de la protesta me gustan sino de organizar a la clase, defender posiciones políticas y no jugar con la lucha de los pensionistas ni con el futuro de sus pensiones