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5 de junio de 2020

LEPENIZACIÓN DE VOX Y ENVILECIMIENTO DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA


Viñeta del dibujante árabe Osama Ayyach
Por Marat

A finales de abril de 2019 escribí en un artículo de La Barricada… lo siguiente:
“Cuando vuelvan mal dadas en la economía, la rabia social que ya no canaliza Podemos y que no puede organizar ni dar dirección política una opción de clase porque ya no hay comunistas, si tienen la habilidad para abandonar la línea liberal de la extrema derecha austriaca o brasileña que hoy les inspira, y optan por la social de Marine Le Pen, ahí sí que estaremos ante un auténtico problema porque, entonces lo que hoy es ultraderecha puede pasar a ser fascismo organizado y escuadrista realmente peligroso”. Me refería a VOX, obviamente.

Intentar hacer prospectiva política, anticipando posibles escenarios de futuro, a partir del análisis de unos cuantos datos, siempre subjetivos en su elección e interpretación, es algo arriesgado, especialmente en tiempos en los que la brutal aceleración histórica corrige de manera inmediata las previsiones que hicimos 5 minutos antes.  

Generalmente en unas hipótesis de marco general se acierta en unas cosas y se yerra en otras, casi siempre a partir de una combinación de azar y de una acertada o no elección de las variables que van a intervenir en el futuro y de cómo se comportarán.

Ejemplo de error fue en el mismo texto aludido afirmar la muerte política del PP y de su Presidente Casado. El clima de miedo ante las consecuencias económicas del confinamiento y de su larga y, en mi opinión, necesaria duración para aplanar la curva de muertes por la COVID-19, le ha dado alas para desplegar su estrategia de tensión y degradación del ambiente político español, en donde VOX ha jugado un papel decisivo. Y les ha funcionado a ambos, más allá de lo que digan las encuestas, que demuestran que el cliente que paga por ellas siempre tiene la razón, sea quien sea este cliente. Pero, ¿quién esperaba al coronavirus? Salvo algún conspiranoico que, como las sectas religiosas siempre están anunciando la peor calamidad, y alguna vez han de acertar, por aquello de que un reloj parado da la hora correcta 2 veces al día, Bill Gates, que es más listo que toda la humanidad junta y parte de la existencia extraterrestre y los Simpson, que desde que apareció esa serie de dibujos amarillos ha previsto todo lo sucedido en el mundo, nadie.

Las consecuencias económicas mundiales de la COVID-19 han impactado de lleno en una crisis capitalista que había experimentado una débil recuperación y que en los últimos años daba claros signos de agotamiento de dicha etapa expansiva. Evidentemente a esta recuperación de bríos del PP han contribuido los errores del propio gobierno de progres, no en el planteamiento y enfoque de las medidas para afrontar la pandemia sino en la gestión de su comunicación para hacerlo, sus propios bandazos y, por supuesto, su falta de capacidad de respuesta en forma de medidas mínimamente eficaces para paliar las consecuencias sociales y económicas de la paralización de la actividad económica del país para las clases populares en general y la trabajadora en particular.

En cambio, sí creo haber acertado en la cuestión de la “lepenización” de VOX. Pero ¿de qué estoy hablando cuando señalo que este partido se ha “lepenizado”?

Por lepenización entiendo el acercamiento a las posiciones “sociales” del antiguo Frente Nacional (FN) francés, hoy  Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN) de Marine Le Pen, hija del fundador del partido y elemento central de del éxito electoral del fascismo francés.

Es necesario señalar que el fascismo “social” de Marine Le Pen, en Europa y en el mundo, es más una excepción que la regla. 

Rassemblement National, antes Frente Nacional, se presenta como la opción de las clases populares francesas, plantea supuestas políticas de protección social a éstas y defiende la recuperación de la soberanía nacional como mecanismo para lograr esa protección frente a “la UE de las oligarquías”, como si la economía francesa no estuviera conectada, como la española, con otras economías internacionales. Les funciona perfectamente en un país en el que la revolución burguesa de 1789 fundió los conceptos pueblo y nación, y en el que ya no existen ni el gaullismo ni la izquierda, por definición reformista por mucho que vocifere, de los social-liberales del PSF ni de los socialdemócratas del PCF. Tan solo queda, tambaleante y desnortada, como un boxeador sonado,  la versión francesa del anguitismo, también en lo histriónico y populista, representada por la Francia Insumisa de Melenchon, a quienes solo la suprema ignorancia puede confundir con el marxismo.

Hoy, Rassemblement National es el primer partido de Francia, por delante del macronismo liberal y elitista, al que solo la unión de los demás partidos en apoyo del ex banquero pudo frenar en su día pero una operación política, organizada desde el propio Eliseo con el apoyo y financiación de élites económicas, difícilmente lo podría lograr hoy.

Solo la clase trabajadora francesa resiste desde unos sindicatos debilitados pero muy combativos, con la excepción de la “socialista” y pactista CFDT. Pero ha de atravesar, sin referencia política alguna, el estrecho  paso entre el Escila de Macron, que los reprime salvajemente en las calles, y el Caribdis del lepenismo que acabará con las pocas libertades que aún quedan en Francia cuando logre encaramarse al gobierno y asentarse en él, ya sin oponentes.  Entonces ya no necesitará el simulacro de su dimensión social y se homologará a los demás fascismos neoliberales. Hasta entonces, se disfrazará de lo que no es.

Por su parte, VOX, por mucho que recuerde al señorito parásito que no vive de su trabajo sino de lo que el oportunismo le procura (Abascal y Ortega Smith son buenos ejemplos de ello), tuvo en su refundación, una vez acabado el liderazgo del apolillado Vidal-Quadras, la extraña anotación de algunos detalles que dejaban abiertos varios escenarios posibles:

  • Si, por un lado, VOX tiene un programa económico ultraliberal, proponiendo la privatización de lo que dejó por privatizar el PP, el resto de la sanidad privada, dar la última estocada a las pensiones mediante sistemas de capitalización y potenciar aún más la educación privada, con el cheque escolar, por el otro, hizo un guiño en la campaña de las pasadas elecciones generales a sectores de la clase trabajadora con el lema “la España que madruga”. Se supone que las clases altas lo hacen también para ir al golf y volverse a la cama después de un duro partido de este sufrido “deporte”; lema que también utilizó el PP, y con anterioridad el partido de Marine Le Pen. 
  •   Si, por una parte, VOX, se presenta como defensor de la libertad frente a la “dictadura progre” del gobierno social (¿dónde?)- comunista (¿¿¿dónde???)-bolivariano (¿qué demonios tiene que ver el populismo bonapartista con ser socialista o comunista?), por otra, deja clara la importancia que otorga a al algunas de sus referencias ideológicas al citar, tanto en debates preelectorales como en redes sociales, al fundador de las JONS, Ramiro Ledesma Ramos, representante del sector más “obrerista” de Falange Española de las JONS, luego expulsado de Falange por diferencias con el señorito burgués  José Antonio. Hay que señalar que ninguno de los medios de comunicación que se hicieron eco de la mención de Abascal a Ledesma Ramos señala que éste se sentía ideológicamente próximo a las tesis del ala izquierda del NSDAP (partido nazi alemán), representado por los hermanos Otto y Gregor Strasser y por el jefe de las SA Ernst Röhm. No creo que esta omisión se deba solo a la casi generalizada ignorancia del sector periodístico sino, en gran medida, a una autocontención mediática en las críticas y el rechazo a lo que VOX es y representa. Al fin y al cabo, siempre conviene tener a mano a los encargados de hacer limpieza cuando se necesite y no es cosa de desprestigiarlos en exceso. 
Pero esa “lepenización”, o guiños a lo “social”, ha experimentado un acelerón oportunista con el escenario de paro y brutal extensión de la pobreza entre la clase trabajadora, proletarización de importantes sectores de las clases medias patrimoniales (la de negocios propios) y las de elevados salarios, que se verán abocadas al desempleo o, en gran medida, recortadas en sus niveles de vida; así como con las nuevas medidas de austeridad, recortes sociales y privatizaciones que no tardarán en llegar.

Es ese escenario el que explica el salto oportunista de VOX. La organización fascista ha difundido recientemente vídeos en las redes sociales y en su canal de Youtube en los que se presenta como heredero natural del espíritu del 15M, según señalan en ellos traicionado por Podemos . En un formato testimonial, dos hombres y una mujer establecen un vínculo entre la ilusión, luego rota, del 15M y la esperanza que sienten con VOX (“lo nuevo”, rellenable con salsas al gusto de cada comensal, actúa en los dos casos como fetiche que los dota de significado, como “lo nuevo” fue también el sagrado valor en el caso del ya viejo Podemos) y entre la rabia organizada que representaban los indignados de entonces y los de ahora. Podría llegar a funcionar hasta cierto punto porque la ignorancia que existía entre muchos de quienes participaron en el movimiento del 15M corre pareja a los que componen la hinchada de VOX y el grado de fanatismo y cerrazón es similar.

Sorprende, porque es antagónico con su programa ultraliberal que, entre sus medidas para "proteger España", hayan incluido la propuesta de que el Estado asuma el pago de la nómina, drante tres meses, de todos los trabajadores afectados por la inactividad económica derivada de la COVID-19 así como que, en el caso de los autónomos, el Estado cubra "el pago de una cantidad equivalente al ingreso medio de de su facturación en los tres meses anteriores". 

Esas medidas para "proteger España"  incluyen también la suspensión de todos los impustos que gravan el consumo de suministro de los hagares (agua, luz y gas). Llamativo que a estos ultraliberales en lo económico y fascistas en lo político lo que les preocupe es la parte de los impuestos del servicio y no la el pago del servicio en sí, cuyo abono dejan intacto, cuando estamos ante una situación de emergencia social, que deja a cientos de miles de hogares sin capacidad de pago de dichos servicios, cuyo suministro ya protege el gobierno prohibiendo su corte por impago. 

Y, para remate "popular", añaden en su Plan de Emergencia Nacional por los efectos de la pandemia la propuesta de que se suspenda el pago de la parte del capital en la cuota de amortización de los préstamos hipotecarios; moratoria que ya fue apobada por el gobierno para que fuera asumida por los bancos en los casos de afectados laboralmente por la COVID-19 que lo solicitasen. 

El supuesto apoyo a la existencia de algún tipo de Ingreso Mínimo Vital (IMV), que es ridículo e insultante en su menguada cuantía para las necesidades reales de cualquier candidato a percibirla, sea a nivel individual o familiar, ha sido otro de los giros “sociales” de VOX, que ha pasado del exabrupto despectivo de “la paguita” y de los subsidiados a los que se compra el voto a otro que admite que hay una situación de emergencia social nacional. En palabras de Jorge Buxadé, portavoz del Comité de Acción Política de estos fascistas, VOX “no está en contra” del mismo. Esta pirueta la ha dado después de calificar el citado portavoz hace más de un mes a este subsidio no contributivo de “solución venezolana” y de “paguita clientelar y para menas”. A ver cómo vas a incendiar de odio a los "cacerolos" de los barrios obreros cuando esos mismos "cacerolos" se vean ante la disyuntiva de aceptar tan exiguo subsidio o ser fieles cabestros obedientes al partido, renunciar a ello y comerse los mocos.  Pero como la cabra tira al monte, no pueden renunciar a segur intoxicando de odio y mentiras al desgraciado analfabeto político que ya había decidido hace mucho qué mentiras iba a comprar del conjunto de las  ofrecidas en el supermercado de marcas electorales. Y han decidido dar otro giro más en relación al asunto de la “paguita”, uniéndola a otro de sus chivos expiatorios, la emigración y, dentro de ella, la de los más desesperados, “los que llegan en patera”, según afirman el generalisímo Santiago Abascal y su cabo furriel Ignacio Garriga en las redes sociales.

Es cierto que se exceptúa de la exigencia de “tener residencia legal y efectiva en España y haberla tenido de forma continuada e ininterrumpida durante al menos el año inmediatamente anterior a la fecha de presentación de la solicitud” para ser perceptor del IMV a “las personas víctimas de trata de seres humanos y de explotación sexual, que acreditarán esta condición a través de un informe emitido por los servicios públicos encargados de la atención integral a estas víctimas o por los servicios sociales, así como por cualquier otro medio de acreditación que se desarrolle reglamentariamente” pero no estaría de más hacerse las siguientes preguntas:
  •          ¿Cómo se acredita que los de las pateras son “víctimas de trata de seres humanos”? ¿Se envían cuestionarios a los responsables de la red de trata de seres humanos en Libia, Mauritania, Marruecos o donde sea, pidiendo que faciliten el listado de nombres y apellidos de quienes han llegado a España en patera?
  •       ¿Saben ustedes que se habla explícitamente de “trata de seres humanos y de explotación sexual” pero que no se menciona, por lo que se excluye, a los que trafican con seres humanos, probablemente la mayoría de los casos de quienes llegan en patera? ¿Saben que la “trata” se refiere a redes de explotación laboral o sexual, mientras que el “tráfico ilegal” de personas se limita a facilitar que los sin papeles entren ilegalmente en un país extranjero sin otro vínculo posterior pero no están contemplados en la excepción de la exigencia de residencia legal en España durante al menos un año ?  
  •      ¿Se imaginan la diligencia con la que los funcionarios de las Comunidades gobernadas por el PP (Galicia) o en colaboración con VOX y Ciudadanos (Madrid, Andalucía, Murcia) o solo con VOX (Ceuta), o solo con Ciudadanos (Castilla-León) emitirán sus informes que demuestren la trata de seres humanos de los llegados en patera, toda vez que la gestión de la IMV corresponderá a las Comunidades Autónomas y no al Estado central? Yo no. Si usted sí lo imagina es que no ha vivido lo que pasó con la ley de dependencia durante todos estos años en las Comunidades, cuya gestión también les correspondió a estos niveles de la estructura del Estado, gobernadas por la derecha. A lo mejor es que usted no estaba en España porque acaba de llegar en patera.  
En esta contradicción entre atacar o admitir la existencia de un subsidio no contributivo, exiguo, insuficiente y meramente asistencial como es el IMV, se expresa la tensión interna de VOX entre sus vínculos con el franquismo sociológico, amplio en la sociedad española, pero programáticamente incapaz de proyecto político alguno, o la vía lepenista, que se ha demostrado triunfante en Francia. De cuál de las dos corrientes internas domine finalmente en VOX dependerá en buena medida su futuro.   
El escenario es absolutamente propicio para un fascismo lepenista en medio del gobierno de la izquierda –la única existente, la que se limita a reformar, si le dejan, cuando le dejan. Los comunistas que lo son no hablan de izquierda y derecha sino de lucha de clases, explotación capitalista y socialismo- que ya no gobierna nada, al que la geometría variable se le ha vuelto navajas en cada esquina, amistades peligrosas y amantes volubles cada vez más caras. Ese escenario se complica aún más con un gobierno de izquierda  que deja a 400.000 trabajadores, y sus familias, fuera de los ERTEs, que engaña con un IMV que es una mierda y consecuencia de un proceso de desvinculación del salario diferido (desempleo y pensiones) de los derechos conquistados por los trabajadores y ligados al trabajo . Y aún peor, con un IMV que centenares de miles de seres humanos de la economía formal (la que implica un contrato o una cotización social de autónomo) o de la sumergida (que ya no se elige porque se sabe que no hay futuro en ella ni tras ella, sino en la que se cae de modo sobrevenido) no cobrarán, dejándolos a los pies de los caballos de de la caridad religiosa o, en el mejor de los casos, de la solidaridad social.

Después de que un sujeto como Aznar se haya manifestado partidario del IMV, aunque con carácter temporal, deberían los más entusiastas del mismo preguntarse hasta qué punto la pérdida de conquistas sociales ligadas al trabajo y a una pensión contributiva, es decir, la que más les costará eliminar, no estará propiciando un camino abierto al asistencialismo sin derechos consolidados, al que tantos de nosotros deberemos recurrir para sobrevivir pero sin olvidar todo lo que perdemos por el camino con fórmulas como la aludida. 

El contexto ambiental, el clima político no puede ser peor. Como en las sucesivas ocasiones en las que la derecha española ha alcanzado el gobierno desde Aznar, los reaccionarios del PP intentan volver al gobierno mediante la defenestración del que temporalmente lo ocupa. Casado y sus compinches, la marquesa del Largo Periscopio y la virgen doliente y viuda de la Comunidad de Madrid, que dice que no tolerarará que se califique de "fascistas" a quienes considera sus socios principales, compiten con los fascistas de VOX en la intoxicación, el insulto, las acusaciones políticas y personales más abyectas, la grosera tergiversación de los hechos, la mentira y las medias verdades.

El clima perfecto para la peor involución política es éste. Un momento en el que la izquierda demuestra una vez más que su reformismo intrínseco está ya agotado porque ya no dispone siquiera del recurso al keynesianismo capitalista de recuperación del consumo sino que se le impone a nivel mundial el salvamento de las empresas y corporaciones capitalistas, mediante grandes inversiones mancomunadas europeas y nuevas emisiones de deuda pública, que pagará de nuevo la clase trabajadora, y un fascismo que se irá presentando, cada vez más, como solidario "con toda la nación" (empresarios y trabajadores, explotadores y explotados). Y toda esa amenaza se presenta sin una organización alternativa de clase contra clase y de defensa de la independencia de los intereses de la clase trabajadora.
   
La violencia verbal de la Brunete mediática se ha unido al griterío de borrachos pendencieros de taberna del circo parlamentario. No es algo extraño al parlamentarismo burgués. Forma parte del espectáculo circense de artificio con el que sus señorías aparentan unas diferencias irreconciliables cuando, en realidad, ninguno de los bandos defiende sistemas económicos antagónicos sino que tan solo compiten por quiénes serán los esbirros políticos preferidos por el capitalismo.

Acusar a este gobierno de acobardados minisocialdemócratas de ser social-comunista es tan falso como afirmar que 462 € mensuales, para quien los cobre, desincentivará la búsqueda de empleo, cuando la realidad es que su absoluta insuficiencia obligará muchos parados a aceptar salarios aún más miserables que los que cobraban antes de la pandemia para alcanzar unos ingresos de mera supervivencia.

Pero toda esta sarta de mentiras, falsificaciones y calumnias enrarece el clima social, crispando a un país de desinformados que solo acuden al abrevadero más sensacionalista y previamente acorde con la opinión distorsionada que ya tenían. El envenenamiento de las conciencias se hace por compartimentos estancos en los que nunca se cruza al otro lado para contrastar las deformaciones que se degluten con fervor de fanático idiotizado e ignorante, y forjarse, de este modo, opiniones propias, comprobando las mentiras de unos y otros.

Hoy desde el circo parlamentario, hasta la calle, pasando, cómo no, por todos los medios de desinformación y redes anti“sociales” de propagación del odio, son un gigantesco estercolero del que solo es posible escapar encerrándose para siempre en casa y negándose a ver la televisión, escuchar la radio o conectarse a Internet, tansformándose en un Robinson absoluto.   

Pero eso es justamente lo que quieren tanto “progres”, como reaccionarios, como fascistas, que quienes no nos sentimos representados por ninguno de ellos –el parado que sabe lo que se le viene encima, el trabajador con contrato que ve en peligro su empleo, el precario, el autónomo que ya no puede pagar su cuota a la Seguridad Social, el sumergido hasta el cuello,… que son conscientes de que este fuego de artificio puede acabar por arrasar a la sociedad pero no resuelve su situación- cerremos la boca, nos quedemos en casa, asumamos pasivamente nuestro destino y nos neguemos a salir a la calle para defender primero, la protección de nuestras necesidades más elementales, y después, señalar que bajo un sistema económico que opone la explotación y la sobreexplotación laborales y la búsqueda del beneficio a la defensa de nuestras vidas, éstas carecen de valor y de futuro algunos.      

La pelea que ya toca es la pelea real. La defensa de la sanidad pública que salva vidas, junto a cada centro de salud y al lado de cada hospital, impedir que los ERTEs se conviertan en despidos libres de los EREs, exigir que cada parado, de la COVID-19 o no, tenga cobertura decente  de desempleo, vinculada al trabajo y no a un asistencialismo no contributivo para las pensiones, exigir que nadie pierda su vivienda, sea de alquiler o propia,… No hay otra lucha inmediata que merezca adquirir la importancia de ésta. Priorizar cualquier otra, o incluso ponerla a la misma altura que las anteriores, es un fraude en defensa de los intereses de cada chiringuito político; fraude que, de paso, da balones de oxígeno al capitalismo, que necesita para mantener su tasa de beneficio del sacrificio de nuestras vidas y de la eliminación de nuestras conquistas históricas como trabajadores.

Solo así se combate el fascismo. Solo así se desintoxica a los dopados por el odio y el fanatismo.

10 de enero de 2017

REVISTA MONGOLIA: POR LA BOCA MUERE EL PEZ Y SU EDITOR POR LA DE SOROS

Por Marat

1.-Gonzalo Boye, editor de Mongolia
La inteligencia del envenenador de conciencias y opiniones pasa por saber actuar sin llamar en exceso la atención.

Cuando se fuerza la máquina con este objetivo, el riesgo es que se acabe por volver en contra de quienes pretenden una mayor eficacia en su trabajo.

Y esto vale para quienes capitanean a cierta “altura” esas operaciones, como para los medios que están tras ellas o para quienes solo son becarios malpagados y con una dignidad personal cuestionable en su labor.







En este último tuit puede observarse ya el brillante despliegue de ingenio y sutilezal community manager de la Revista Mongolia; sin duda un humorista en prácticas. 

Gonzalo Boye es el editor de la revista Mongolia y secretario del Consejo de Administración de la empresa editora de eldiario.es, Diario de Prensa Digital S.L. 





También es editor del blog Contrapoder, dentro de eldiario.es, formado por un grupo de juristas “progres”, que recientemente ha protagonizado el más insultante artículo contra el gobierno sirio, un libelo que en España sería tildada de apología del terrorismo, en este caso yihadista, si no fuera por la “particularidad” de a quiénes ataca y desde qué posiciones lo hace. ¿Qué decir de la comparación odiosa que hace la “señora” Luz Gómez, que firma dicho panfleto, entre el Madrid del “no pasaran” de la guerra civil española con los terroristas “moderados” de Alepo? Espero que un día encuentre a uno de los pocos héroes que aún quedan vivos de la resistencia madrileña contra el fascismo y le diga a la cara lo que piensa de ella.

El señor Boye ha colaborado con medios sistémicos como El País o Público y ha escrito para medios de la progresía OTANista como The Guardian. Ha sido tertuliano de un programa como “La Sexta Columna”, en la que la disidencia controlada llora los males del capitalismo para que luego economistas anarcocapitalistas como Rallo, O´Kean o Lacalle ofrezcan sus soluciones de más privatizaciones o bien el facha más simpático, Revilla, nos dé sus soluciones de “cuñao” a la crisis en su pizarra mágica.

Gonzalo Boye Tusset es un abogado que estuvo varios años en la cárcel por colaboración de banda armada (ETA) en el secuestro del industrial Emiliano Revilla, el de los chorizos. Como abogado ha participado en mútltiples juicios de gran notoriedad, entre ellos el caso Bárcenas y la defensa de Tania Sánchez, la podemita ex IU que se vio encausada en un asunto de posibles corruptelas de su hermano en el ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid.

Aunque su hoja de “servicios” es muy notable no deja de sorprender que se le haya dedicado un documental, cuando tantas biografías merecían mucho más un film y tantos directores de cine las están pasando canutas, dirigida por Sebastián Arabia, en 2015, estrenada en 2016, en plena crisis del cine, y cuando las subvenciones del Ministerio de Cultura para este arte tanto escasean; una película que, según el diario Público, el día de su estreno tuvo 37 espectadores y 235 euros de recaudación ¡Vamos, que no fueron ni los de la revista Mongolia! Duro golpe para un ego construido a base de tanto esfuerzo.

Llamativamente en Octubre 2014 Mongolia publicó un “diccionario de publico.es para Podemos”. Cualquiera que intentase, o intente hoy, entender aquella andanada en clave política se equivocará en gran medida. En 2012 Gonzalo Boye ya era miembro del Consejo Editorial de eldiario.es. Por encima de las idas y venidas de eldiario.es sobre Podemos, lo que subyace es un duro combate del sector empresarial de la prensa por un mercado, muy a la baja en papel y sobresaturado en digital. Es el capitalismo y la “libre competencia”, señores.

Uno se pregunta hasta qué punto alcanzan y no alcanzan los tentáculos de Gonzalo Boye. Tengo la intuición de que esos tentáculos llegan lejos, tanto como para orientar voluntades, amagar con lo que sabe a través de dossieres sobre amigos y enemigos y sobre todo silencios sobre su persona que no cuestionen ni su pasado ni su presente.

2.-Mongolia, el community manager y el dedo pegado al teclado de Boye
La revista Mongolia recibió su regalo de Reyes vía redes sociales (la polémica se desató el 6 de Enero) en forma de acusación de ser un juguete de la Open Society Foundations, de George Soros




La bronca fue larga, con ecos hasta dos días después (8 de Enero) y con muchos implicados en ella, sobre todo del lado que denunciaba vínculos entre Soros, la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información y Mongolia, que pertenece a la citada plataforma. 

Ante ello, el señor Boye pareció agitado y atacado de hiperactividad con cerca de 20 retuits a los escritos por el lumbreras del community manager de Mongolia que si, en lugar de mostrar tanto celo laboral en defensa de la revistas para la que trabaja, se hubiera hecho el loco, hubieran acabado por no tener demasiado recorrido, agotándose la cuestión, sin llegar a crear una notable bronca en twitter.

Valga un brevísimo ejemplo


Un estratega no tiene porqué descender al nivel de la infantería en la taberna, si lo que desea es dar sensación de serenidad y evitar enzarzarse en peleas que le involucren directamente. Y si entras a la guerra, entra hasta la cocina pero con mando en plaza y no como auxiliar de tu mandado.

Pero el caso es que el señor Boye, recuerdo una vez más, editor de Mongolia, se había involucrado apoyando el “artículo”-panfleto proyihadista del grupo jurídico Contrapoder y de su autora acerca de la guerra en Siria.


Hace ya bastante tiempo algunos les preguntamos a los chicos de Mongolia si era cierto que la revista pertenece a la Plataforma en Defensa de la Libertad (PDLI), obviamente sin encontrar respuesta por su parte.




¿Pero que es la PDLI? La PDLI es, dicho en plata, el sector de medios sobre el que George Soros, a través de su ONG matriz de otras muchas, la Open Society Foundations, ejerce su influencia en España.

Conocidas son las posiciones de Soros y de la Open Society Foundations contra el gobierno sirio. En esta página que les enlazo pueden ver el programa de becas para distintos países. Llamativamente Siria le debe interesar particularmente a la “ONG” de Soros porque tiene destinados de tres programas -derechos de discapacidad, liderazgo de Sociedad Civil y Sociedad Civil eruditos- los dos últimos a, entre otros países, Siria y ex países socialistas. Cuando ustedes lean, programas de Sociedad Civil en algún tipo de convocatoria de la Open Society Foundations, tengan presente que las ¾ partes de sus esfuerzos van destinadas a desestabilización, como sucedió en Yugoslavia, Ucrania, con su revolución naranja, las “revoluciones árabes”, en los que un conglomerado de fundaciones globalistas, entre ellas las del señor Soros, han venido actuando desde hace ya muchos años. En Siria les salió mal porque la gran mayoría de la población apoyó a su Presidente y a su gobierno y tuvieron que recurrir al pago, junto a la ayuda de las petromonarquías corruptas del Golfo Pérsico, de mercenarios, asesinos a sueldo y los peores delincuentes de las sociedades árabes y/o musulmanas, fundamentalmente de la secta salafista.

En España, una de sus representantes más destacadas es Leila Nachawati, colaboradora habitual de eldiario.es, un medio financiado,a través de diversos programas, por Soros que a su vez es miembro de la PDLI, a la que también financia Soros.

Me detengo un momento para señalar que resulta cínico que el señor Juan Luis Sánchez escriba en el periódico del que él es subdirector -eldiario.es- un artículo minimizando dicha contribución filantrópica de la Open Society Foundations a su períodico, cuando él mismo es miembro del Consejo Asesor de la fundación de Soros ¡Coño con la libertad de información! Por cierto, el señor Sánchez es vocal de la PDLI como puede comprobarse en la web de esta Plataforma.


¿Y quién, si se creyese la libertad de información bajo el régimen capitalista, no la defendería? Pero ¿es posible creer en la libertad de información que, bajo el sistema de dominación de la burguesía, se asienta en la libertad de empresa ¿De verdad creen ustedes que esa libertad de información se permite en esos mismos medios de comunicación capitalistas, más que de modo anecdótico, en aquellas cuestiones que amenacen los intereses del capitalismo o del imperialismo norteamericano, a cuyos intereses el señor Soros y sus fundaciones representan y defienden?

Así que cuando la web de la PDLI nos dice que se subvenciona “con el apoyo financiero de la Open Society Foundation (OSF) (@opensociety) y el International Press Institute (IPI) (@globalfreemedia)” y, a la vez señala que “la financiación de la OSF no supone injerencia alguna en las valoraciones o posicionamientos”, no dejo de pensar que los miembros de la PDLI son la voz de su amo y lo son tanto que pretenden vendernos su propia independencia, tomándonos por gilipollas.


Conviene aclarar que la International Press Institute (IPI) es otra de esas organizaciones de “periodistas libres" pastoreadas financieramente por la Open Sociey Foundations y la Fundación Ford, entre otros, como así lo explican ellos mismos en su web.


También conviene señalar que entre los medios que son miembros del mismo se encuentran Al Jazeera Media Network, Northwestern University in Qatar, Al-Araby Television, Al-Araby Al-Jadeed, todas ellas qataríes, un país particularmente agresivo hacia el gobierno sirio.


¿Se sorprenden ustedes de las posiciones políticas que muestran tanto Mongolia, como el señor Boye, como eldiario.es hacia el gobierno sirio? Yo no.

3.-Hablemos en serio señor Gonzalo Boye y de su revista de humor:
Aclaro que lo de revista “de humor” es, por mi parte, un uso muy amplio de lo que éste significa. Cuando Mongolia no cae en el chiste fácil del nivel teta y pedorreta, lo hace con una especie de psicología primitiva y facilona para la que la agresión intencionada es un arte.

Les pondré un ejemplo. Seguramente burlarse de alguien recién fallecido que para muchos comunistas es un referente sea algo “progresista” y divertido. Para mí está a la altura del “humor inteligente” de Eduardo Inda y de Francisco Marhuenda, dos de sus aparentes “bichas”, con las que tanto se refuerzan y a las que tanto se parecen sin embargo en anticomunismo del más baboso que pueda darse en la dehesa patria y casposa.

He aquí el ejemplo de humor al que me estaba refiriendo.


En mi blog no encontrarán ningún atisbo de culto a la personalidad de ningún dirigente comunista vivo o muerto. Creo antimarxista caer en dicho culto. Por eso no hice panegíricos a Fidel, cuya muerte me afectó. 

Pero salto como un resorte ante el anticomunismo porque cuando se pone tanta fiereza en intentar agredirnos a los que ustedes llaman despectivamente, intentando vanamente hacer alguna gracia, la “BERDADERA HIZQUIERDA” (sí, escrito de ese modo), como si ustedes fueran los selectos y “preparados” -¿en qué?- y el resto fuésemos cavernícolas despreciables, demuestran estar mucho más cerca del fascismo de lo que están dispuestos a admitir.

Comunistas, muchos o pocos, los hay de todos los tonos y variedades. Somos tribus pequeñas pero con gran diversidad biológica, no apreciable por mentes simples o anticomunistas de trazo grueso. En cambio en ustedes, los progres anticomunistas se aprecia una biodiversidad muy pobre, ocupen el “ecosistema” que ocupen. A ciertas edades, cuando ya han doblado la cuarentena, intentan hacerse perdonar un pasado falsamente “revolucionario”, de hijos de la pequeña y la mediana burguesías, ajustan cuentas con ese pasado y ven el modo de integrarse en la sociedad a la que supuestamente combatieron. Y para ello, ningún "mérito" mayor que practicar un anticomunismo visceral. En esto a señores como Boye, a pesar de su supuesta progresía, no se les distingue demasiado de otros ex “revolucionarios” como los Pío Moa, los Gabriel Albiac o los Jiménez Losantos. En el caso del señor Boye cabe reconocerle una mayor finezza, que dirían los italianos. Mientras él se inviste de campeador de causas justas (11M, acusación contra Bush por los presos de Guantámano, abogado de Edward Snowden,…), parece que quisiera competir en afán de protagonismo con Baltasar Garzón, su revista y el community manager de ella insultan y hacen de malos. El señor Boye tiene una virtud frente a los tres carcas que he citado antes. Sabe ser mucho más cínico. Se le nota el estilo a lo Santiago Alba Rico, el gran yihadista español.

Y ahora hablando en serio ¿Les suena a ustedes el ECCHR? ¿Quizá a algún “politólogo”? ¿No, verdad? No me sorprende. Hace 3 horas a mí tampoco me sonaba de nada. Bueno, pues el ECCHR es el European Center For Constitutional and Human Rights. Cuando leo la expresión Human Rights (derechos humanos), sabiendo a qué se han dedicado durante tantos años los Human Rights institucionales como los oenegeros, siento un gran escalofrío. En 2010 la propia Open Society Foundations la entrega de 100 millones de dólares a la Human Rights Wacht. Y la cosa no ha parado desde entonces. Imagino que este despliegue de filantropía también será desinteresado y respetando la independencia de la organización. Estoy convencido de ello porque comparten, como los grupos que hasta ahora he citado, la creencia en los mismos valores y principios del “capitalismo de rostro humano”, que cada vez parece más inhumano según se va viendo qué defienden y a qué atacan. En la web Investig´action, dirigida por el el investigador belga Michael Collón se explica con claridad qué se esconde detrás de la red siria por derechos humanos, cuáles son los actores y a qué intereses responden.

Pero volvamos sobre el ECCRH

El ECCRH es una institución directamente ligada a la Open Society Foundations y a la Open Society Justice Initiative, según se evidencia en la página 41 del documento del ECCHR, denominado Enforcing Human Rights Law by New Means


Si nos tomamos un poco más de molestia. Y sabiendo que el ECCHR es miembro de la Open Society Justice Initiative y de la Open Society Institute, tendrá sentido conocer a los miembros de la ECCHR ¿o no?

Dentro de la sección de Cooperating Attorneys (abogados cooperantes) del ECCHR, entidad miembro de la Open Society Justice Initiative y de la Open Society Institute, está Gonzalo Boye.

Se lo pongo en captura de pantalla, por eso de que, con el tiempo, los enlaces “se van”


Al señor Gonzalo Boyé ya vamos conociéndole bastante bien. De la señora Isabel Elbal, que no había aparecido hasta el momento, diremos que es su socia en el bufete Boye-Elbal, como muestra la web del mismo.  

No voy a caer en la trampa de la propiedad transitiva de la igualdad (si a=b y b=a, entonces a=c). Quiero decir con esto que el hecho de que EECHR sea miembro de la Open Society Justice Initiative y de la Open Society Institute y de que Gonzalo Boye sea “cooperante” legal del EECHR no me permite afirmar que el señor Boye y Mongolia sean miembros de la Open Society Foundatios y estén en nómina de la misma pero sí que creo que ese tipo de relaciones triangulares crea algún tipo de vínculo entre ellos y la Open Society Foundations, por indirecto que sea. No digo que al señor Boye o a la revista Mongolia se les financie directamente, aunque sí se haga a entidades de las que participa, lo que es un modo de influir sobre ambos y, por supuesto, de promocionarlos y de favorecer partners, algo tan importante en el mundo de los negocios porque eso que llaman sociedad civil y sociedad de la información es también un mundo de negocios, no lo olvidemos.

Si además, la revista Mongolia, de la que Boye es editor, es miembro de la PDLI y ésta está financiada por la Open Society Foundations y por la International Press Institute (IPI), éste último subvencionado, entre otros, por la la ONG sorosiana, parece que esas relaciones entre la Open Society Foundations se producen en alguna medida, idea que se ve reforzada por el hecho de que eldiario.es, de la que Gonzalo Boye es secretario del Consejo de Administración, recibe subvenciones de la Open Society Foundations.

En el informe “El estado de la libertad de prensa en España: 2015”, en el que participan de forma destacada las siguientes instituciones:

  • Open Society Foundations, como promotora de la misma
  • El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) que tiene, entre otros, los siguientes donantes (incluyendo la Open Society Foundations)
  • El Instituto Internacional de Prensa (IPI; ya citado como International Press Institute,) que tiene también como uno de sus donantes a la Open Society Foundations
  • Reporteros Sin Fronteras, que tiene como mecenas a organizaciones como la NED (National Endowment for Democracy), una tapadera en origen de la CIA según su propia web admite o la Fundación Ford, implicada en procesos de desestabilización fuera de los Estados Unidos,
se aprecia la participación activa de la Revista Mongolia en la dinámica de reuniones que da lugar al informe final.










Junto a los dos anteriores aparecen , otros agentes mediáticos de la Open Society en las reuniones de 4 jornadas que formalmente realizó la IPI pero que apadrinó la “ONG” sorosiana:
  • El Diario
  • 20 Minutos
  • El Confidencial (que compartió con El Diario la información de los papeles de Panamá suministrados por los grupos de comunicación ligados a Soros
  • La Marea
  • Infolibre
  • Carne Cruda
  • Plataforma en Defensa de la libertad de Información (PDLI)
  • Open Society Initiative for Europe (OSIFE), entidad que forma parte del complejo de la Open Society Foundations
  • Y luego ya todo un largo listado desde el ABC y El Mundo, a EFE y RTVE, pasando, cómo no, por El País.

En definitiva, derecha rancia y pura institucionalidad del régimen del 78 y del capitalismo puro y duro (El País) junto con un nutrido elenco de medios “progres”, que no rojos, porque medios rojos no hay en España.

No se equivoquen, con todo lo que representa el drama sirio como punto de fricción de las contradicciones interimperialistas, el papel de la Open Society Foundations y de otras fundaciones globalistas repartiendo dinero aquí y allá, ejerciendo de patrocinadores y nobles filántropos, promoviendo líderes para el “cambio social”, actuando de anfitriones de jornadas, encuentros y otros eventos para la “sociedad abierta”, la (su) “libertad de información” no es otro que el de muñidores de conciertos y coordinaciones de una línea de pensamiento. En el lenguaje de la Open Society Foundations encontrarán expresiones como “democracia”, “democracia participativa”, “derechos humanos”, “empoderamiento”, “ciudadanos”, “sociedad civil”, “liderazgo”, ese tipo de conceptos que tanto gustan a los predicadores mediáticos de la progresía y a los partidos de “lo nuevo”. No encontrarán expresiones como “clases sociales”, “lucha de clases”, “explotación, “socialismo”, “revolución social”, salvo que se refieran a revoluciones de colores y árabes, que ya sabemos como acabaron pero que lograron desarticular a países enteros en un momento en el que el imperialismo norteamericano empezaba a ver demasiado grande y hostil al mundo para dominarlo por completo y de un modo estable.

No hagan lecturas conspiranoicas. Simplemente el capital siempre se ha organizado (CEOE, Ibex35, G-20, G-8,…). Y también lo hace mediáticamente porque sabe que la batalla de la opinión pública, de los valores transmitidos y de la cultura política son elementos decisivos para perpetuar su dominación de clase más allá del uso de la fuerza. Y eso los saben muy bien rodas las fracciones del capital, tanto a las que juegan más duro, como las que invitan a humanizar al capitalismo. Y en esto la Open Society Foundations juega su papel, llamativamente no sólo pastoreando a los medios “progres” sino yendo mucho más allá porque sabe que, cuando las contradicciones sociales se agudicen, sólo habrá dos campos, el de todos los que apuestan por la continuación del actual sistema económico y el de los que pretendan derribarlo y busca aunar a todas las corrientes de opinión y pensamiento partidarias de mantener el orden social y político, a sabiendas de que los "progres", como en el pasado el reformismo socialdemócrata jugarán la baza de ese orden burgués.

Los trabajadores también nos organizamos en determinados momentos de nuestra historia (I, II y III Internacionales) pero, desde que nos dijeron que ya no éramos clase trabajadora sino media, parece que se nos ha olvidado. Así nos va.

9 de noviembre de 2016

EEUU, LA MARCA Y EL EQUIPO DE MARKETING GANARON LAS ELECCIONES

Por Marat

Muchas son las lecciones que ha dado al mundo -o al menos para quienes tengan la capacidad de entenderlas- el triunfo de Trump.

La que quiero destacar en primer lugar, aunque no más importante, es que la mercantilización de la política y del parlamentarismo burgués ha traído como consecuencia, y no es una novedad, que cuando la marca es muy potente, hay un equipo de marketing que sabe detectar las “necesidades” del mercado político y pasta gansa para la campaña, se pueden ganar unas elecciones por encima y contra los aparatos de los partidos.

Trump no es el único que ha logrado eso. Antes ya sucedió en “la vieja Europa”, como dicen los estadounidenses. Y eso lo hizo Berlusconi, aunque con la ventaja a su favor, de la que careció Trump, de contar con un imperio mediático. En su caso la innovación de Berlusconi fue total porque creó incluso sus propios partido y aparato contra el resto de partidos y aparatos italianos.

Pero cuando algo sucede en EEUU, aunque esta vez no haya sido la pionera, se convierte rápidamente en tendencia mundial.

La “hazaña” de Trump fue, con el establishment mediático en su contra, vencer a dos aparatos, el de su partido, fulminando a todos los candidatos que se le opusieron, y siendo ninguneado por toda la dirección del Partido Republicano, desde que se postuló hasta el fin de la campaña electoral, y obviamente el del Partido Demócrata.

Trump, un gran capitalista, inició su carrera de plutócrata convirtiéndose a sí mismo en marca personal. Sus empresas llevaban su apellido. Ha tenido siempre claro cuál era la estrategia para triunfar: ser el primer embajador y promotor de sí mismo. En los negocios le ha funcionado, en política también. Obviamente, sabiendo rodearse en ambos espacios, muy próximos entre sí, de gente muy inteligente, que maneja las herramientas de marketing como nadie.

La investigación de mercados y la político-electoral emplea las mismas técnicas para conocer la realidad sobre la que quiere intervenir la marca, el partido o el Estado: la encuesta (metodología cuantitativa) y el grupo de discusión (metodología cualitativa). Y el marketing económico y político se parecen también mucho entre sí.

El equipo de Trump supo conectar con una necesidad real: la situación depauperada de la clase trabajadora norteamericana, no sólo blanca, como han demostrado los votos de importantes sectores de otras etnias, que estaba ajena a la agenda electoral del equipo de Killary. Para quien crea que acabo de cometer una errata, le aclaro que es un apodo de la señora Clinton que ha hecho fortuna por sus celebraciones ante la destrucción de países como Libia o Siria, por citar sólo dos ejemplos, de cuyos desastres era coautora, junto con Obama.

Killary Clinton, y su equipo de estrategas de campaña, siguieron al dedillo las precedentes de Obama, pero con mucha menos credibilidad de la que él tuvo en sus inicios. No voy a entrar en la percepción social dominante sobre ella en EEUU porque de sobra se ha hablado ya. Fijó unas desigualdades que señalar y unos públicos a los que dirigirse: el machismo que sufren las mujeres, la situación de discriminación de los gais y de los inmigrantes y etnias no blancas norteamericanas, entre otros. Y se olvidó, error en el que no cayó Trump, de la clase trabajadora. Él, en cambio, tuvo en cuenta que las clases sociales existen y que la trabajadora de EEUU lleva perdiendo capacidad adquisitiva durante decenios. Tuvo claro que el paro, menor que en Europa, es ya estructural en su país y que la clase trabajadora era muy consciente de haber sido olvidada en los discursos de los políticos del establishment norteamericano. Aclaro, porque sé que hay mucho lector malintencionado y con mala baba, que creo en la igualdad de derechos de tales colectivos y que me parecen repugnantes las expresiones de Trump sobre ellos. Dicho esto, tengo claro que la contradicción capital-trabajo está por encima de la lucha contra la discriminación como palanca potencial para acabar con el capitalismo.

Trump es un capitalista que cree religiosamente en el sistema capitalista, exactamente lo mismo que Obama y que Killary. Pero ha sabido con qué reclamo ganar: dirigirse a la clase trabajadora de EEUU, hablarles de sus miedos ante el presente y de sus incertidumbres ante el futuro, concentrarse en la política nacional y dar mucho menos peso a la internacional, de la que sus votantes estaban descontentos porque consideraban que el intervencionismo militar de su país estaba gastando energías y dinero ingentes, en lugar de combatir la situación interior de un país muy orgulloso en el pasado del “american way of life”, pero que hoy está en decadencia en cuanto a situación económica. Y ha conseguido, con ello, atraerse a la clase trabajadora blanca y a no menos de un tercio de la de otras etnias. Y eso a pesar de muros en la frontera porque es sabido que el inmigrante legal, con frecuencia, para no ser satanizado, tiende a marcar distancias con el sin papeles y el espalda mojada. Los apellidos españoles no son una rareza, ni mucho menos en el Frente Nacional francés. Algún día deberemos hablar de mitos de la izquierda, como el de la solidaridad, porque, aunque imprescindible, cuando no se basa en la clase y en la igualdad de clases sino en oenegerismo de monja progre, acaba por ayudar al discurso reaccionario de los Trump que en el mundo son y a romper la idea de identidad y de conciencia de clase.

La banalización de la política, convertida en un circo mediático, en la que lo que importa es epatar, lograr titulares que hablen de ti, aunque sea mal, ha sido un factor fundamental que Trump ha sabido conjugar muy bien. Habrá que ver hasta qué punto Trump es un incontrolado -si lo es, el complejo militar-industrial y Wall Street le “ayudarán a controlarse”- o todo es una pose para magnetizar a sus bases electorales.

Killary es una progre, que es lo que son los procapitalistas que defienden, solapada o abiertamente, el capitalismo de rostro humano dentro de sus países y destruyen o justifican las destrucciones de pueblos (los partidos progres que llevan bombardeadores de Libia en sus filas y que están a favor de la permanencia de su país en la OTAN, por ejemplo) que son necesarios para desvalijarles de sus riquezas naturales e imponerles su “modelo de democracia”. Por cierto, no recuerdo ninguno de esos países en los que predominen los blancos. Puestos a hablar de racismo, Killary lo practicaba vía bombardeo con una soltura digna de mejor causa. Y con Obama la policía ha matado más negros en su país que durante el mandato de muchos presidentes precedentes.

Y Killary es también una progre porque niega las clases sociales, al dotar de protagonismo en sus programas a colectivos, sectores, ONGs controladas por los think tanks y fundaciones globalistas que han sustituido revolución social por “movimientos sociales”. Como en España y en Europa.

No siento nostalgia alguna de Sanders que, aunque hablase de clase trabajadora, no estaba lejos del lobby sionista, no planteaba la desaparición de la OTAN y, acabó como los progres españoles, optando por la criminal Killary para parar al fascista Trump. La lógica del "mal menor" acaba causando males mayores porque legitima lo hecho y lo por hacer.

Lo que hoy se autodenomina como izquierda española o europea -algún día hablaré del camelo del socialismo del siglo XXI, que no ha hecho nada para ser socialista en sentido marxista, ni para cambiar las relaciones sociales de producción en sus países- no es otra cosa que una inmensa fosa séptica progre, beata, monjil, acobardada, procapitalista, vociferente pero de tasca que, como Killary ha sustituido clase por colectivos sociales, a cuyos dirigentes compra con subvenciones. Como comunista creo que existen clases sociales, que hay que luchar por su abolición, que el parlamentarismo es hoy la gran trampa del capital para que continúe la falacia de la “ilusión democrática”, que el cambio no vendrá por las urnas sino por una revolución y, desde luego, no soy “de izquierda/s”; algo que indicaba la posición en la que sentaron determinados políticos en la Asamblea Nacional Constituyente -¡cómo les gusta esa última palabra!- en 1789.

Y como comunista, señalo a los progres como los principales cómplices, por haber abandonado y traicionado a la clase trabajadora, de que el fascismo campe por Europa y de que reaccionarios como Trump triunfen hablándole a ella, a la que golpearán no de forma muy diferente a como lo hacen los liberales clásicos.

De cómo actuará en política nacional e internacional Donald Trump no hablo porque, además de ser una incógnita en estos momentos, quienes mandan no son los Presidentes sino los poderes económicos.