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11 de diciembre de 2017

VUELVEN LA HEROÍNA Y LOS CAMELLOS A NUESTROS BARRIOS. ES HORA DE PELEAR POR LA VIDA

Por Marat

El 21 de Noviembre pasado los medios de comunicación informaban, en medio de un ruido mediático centrado en “otras cuestiones”, de una noticia que mereció un tratamiento más destacado y una mayor acogida social de los obtenidos: la aprehensión del mayor alijo de heroína de esta droga en España por la policía. 331 kilos de enorme pureza que llegó al puerto de Barcelona, con destino a los narcopisos de Barcelona y Madrid.

Quien tuviera los oídos abiertos al mundo y a lo que en él sucede de verdad, y no a lo que nos dicen quienes marcan la agenda de nuestras vidas que hemos de escuchar, llevábamos algún tiempo oyendo que la heroína estaba empezando a asomar de nuevo en los barrios obreros, que era mucho más pura y barata que en el pasado, que una generación nueva, de nuestros jóvenes, se asomaba otra vez a la locura, que pronto no sería ya el caballo llamado muerte de los viejos yonkis en extinción sino que tendría nuevo un nuevo reemplazo de esclavos.

A los 23 años, hace ahora casi 33, mientras me quedaba solo cerrando bares con un amigo, celebrando los últimos estertores de su cumpleaños, vi los ojos parados de la muerte de una chaval que no superaría los 25 al ayudar a sacar su cadáver del water de un pub que ya no existe en la Plaza de Malasaña (Madrid).

Un mes antes perdí a otro amigo, de esos que conoces un día en el bar de la facultad y que al verano siguiente vuelve en los huesos, habiendo sido antes un gordito simpático ligón y, al preguntarle por su delgadez, te dice que por la dieta del cucurucho. Pero su atonía muscular, sus ojeras y su desinterés por todo me indicaban otra cosa. Ese curso ya no volvió tras las vacaciones de semana santa. Supe luego que había muerto y también de qué.

Casi 15 años después perdí a otro amigo más, alguien a quien había conocido como alumno de un curso que dí sobre investigación social y técnicas cualitativas. Simplemente desapareció tras haber vuelto, supuestamente, a su tierra, Gandía. La policía le dio por muerto. No pude parar su proceso de destrucción por más que lo intenté.

En mi barrió vi algunos matados hace unos 10 años. No podía evitar un sentimiento de asco y pena a partes iguales.

Me olvidé de todo después de eso.

Pero hacia finales de noviembre de este año distintos medios echaron su ojos sobre el barrio de Tetuán (Madrid) y su pretendida degradación. Hace unos 4 años trabajé durante unos meses en una zona que estaba alrededor de las calles que quedan desde la plaza de Castilla hacia Bravo Murillo, a la altura del metro de Tetuán. Noté que ante los atracos habituales, el puterió envejecido, la basura que inundaba las calles y la degradación general del barrio no había apenas intervención policial ni acción municipal que intentase dignificar la zona. A solo unas manzanas de Plaza de Castilla, a tan poca distancia de la milla de oro del capitalismo patrio e internacional.

Soy un hombre lento, que diría J.M. Coetzee. Me doy cuenta de las cosas siempre muy pasadas éstas, a veces semanas. Pensé para mí luego: alguien quiere hablar ahora de la degradación de un barrio que lleva mucho tiempo degradado. Y me vino a la cabeza El Raval, ese barrio al que siempre iba cuando viajaba a Barcelona hace años. Putas, yonkis, mezquitas fundamentalistas semilegales, sijs pacifistas, peluquerías del tercer y cuarto mundo, locutorios y tiendas de móviles para inmigrantes pobres, lavanderías, basuras en las calles, buena y mala gente, bares magníficos llenos de gente canalla y pantagruélicos bocadillos de butifarra. Un mundo imperfecto, un mundo del deshecho humano y de lo mejor que nuestra especie da, un mundo mejorable y dignificable. Lo convirtieron en un barrio al que querían llenar de centros culturales que no respondían a las necesidades sociales del barrio, en un lugar lleno de oficinas de la generalitat y el ayuntamiento, en un barrio con nuevos edificios, tras destruir los viejos, para la clase media y media alta. La pelea aún continúa. Hay quienes resisten defendiendo lo mejor del viejo barrio, luchando porque éste sea mejorado pero sin expulsar a las clases populares que lo han habitado históricamente. Contra la gentrificación.

Nunca he hecho apología de la pobreza ni de lo cutre. Creo que nos merecemos aquello por lo que peleamos, no por nacer, sino por defenderlo. Creo que hay una diferencia enorme entre defender los derechos conquistados por los explotados y hacer por ampliarlos y derrotar a nuestros enemigos de clase y pensar que los “Derechos Humanos” deben garantizarnos nada. Las cosas no vienen de cuna sino de lucha.

Dicho esto, tengo mis sospechas de que el capital, es decir, los bancos, los especuladores inmobiliarios, los constructores, determinados políticos, nos estén echando encima a la miseria asesina de los vendedores de droga en nuestros barrios con el fin de reconvertirlos en espacios para la mal llamada clase media, una vez que expulsaron a los jóvenes hace 20 años de Madrid a los pueblos del sur.

Hace pocos días supimos que la zona de Puente de Vallecas se había llenado de basura en narcopisos. Los vecinos se están organizando contra esos menuderos de la muerte. Es lo que toca y lo que hay que hacer.

Ya han entrado también en barrios como Villaverde, Latina, Usera, Carabanchel. No ha sucedido ahora. Hace tiempo de eso pero los medios de comunicación ya hablan de ello. Hay evidentes intereses en utilizar esta cuestión para fines inconfesables, económicos y políticos. Les importa un carajo la vida de las víctimas que van a caer bajo la dictadura mortal de la aguja o el chino. Madres y padres necesitan organizarse antes de que se oculte el problema humano. Todos ellos barrios de nuestra clase, la trabajadora. Podemos verlo de muchas maneras. Yo lo veo de un modo básico: van a por nosotros. Y dicho esto, creo que es el momento de organizarse.

Como pelearon las madres gallegas en su día, con Carmen Avendaño y Erguete al frente de la lucha de entonces. Es el momento de aprender de ellas. De darnos cuenta de que esos canallas asesinos van por nuestros hijos y de hacer frente a esa inmundicia. Reivindiquemos la vida, la sonrisa y la esperanza de un mundo en el que podamos ser.

En este blog no os pediré vuestro acuerdo con mi línea política pero será un lugar que expresará las voces de vuestra protesta contra los asesinos de vuestros hijos cuando queráis que lo haga. Del mismo modo os pido que en vuestra lucha no se mezclen sectas religiosas ni políticas. Mantened vuestra independencia. Será vuestra credibilidad

18 de marzo de 2016

LA III ASAMBLEA DEL ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA DEFINIÓ PROYECTO Y CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIÓN

Por Marat

Éste va a ser un artículo pequeño. Es un texto de urgencia destinado a avanzar siquiera un mínimo de información sobre los resultados de la III Asamblea del Espacio de Encuentro Comunista (EEC). Han pasado cinco días tras su finalización y en estos tiempos tan nefastos en los que lo que no es inmediato y se consume sin digerir pierde interés, uno debe intentar seguir su ritmo si no es un telepredicador de marketing político que resume sus brillantes análisis en los 140 caracteres de un tuit pero tampoco demorarse en exceso.

El sábado 12 y el domingo 13 de Marzo un nutrido grupo de comunistas sin y con partido se reunieron en la sede del sindicato Co.Bas, que solidariamente nos dejó su local para reunirnos, para avanzar en el proceso de ir creando unidad por la base entre los marxistas que defendemos la lucha de clases y nos identificamos con la centralidad de la clase trabajadora en esa lucha, la dictadura del proletariado y el proceso insurreccional hacia el socialismo.

Habíamos realizado dos convocatorias anteriores. La primera para comprobar si existía la voluntad de construir entre comunistas, independientemente de nuestras trayectorias, y de defender la reconstrucción del relato comunista, recuperando la iniciativa del combate. La segunda para marcar los contenidos del debate teórico que necesitábamos hacer, que habría de asumir nuestros puntos de coincidencia y la necesidad de aceptar nuestras diferencias para continuar debatiéndolas.

De ahí debía surgir un común denominador que nos permitiese orientarnos política, ideológica y estratégicamente y empezar a articularnos tanto territorial como sectorialmente.

Ese era el reto de la III Asamblea del EEC. Y creo que hemos hecho un gran trabajo, partiendo del destrozo que los comunistas llevamos sufriendo desde hace mucho más de 20 años. Negar esto sería tan estúpido como no darnos cuenta de lo que estamos comenzando a aportar y a significar en la dinámica de volver a levantar la bandera de la lucha por el socialismo.

Que un importante número de personas de Madrid, Valladolid, Burgos, Salamanca, Córdoba, Sevilla, Málaga, Valencia o varias zonas del norte, por citar sólo algunas de las procedencias, se citasen para debatir 6 documentos y una serie de propuestas de trabajo durante casi 10 horas del sábado 12 y 4 del domingo 13 -sin contar las 24 horas resultantes del debate en paralelo de 6 comisiones de trabajo, cada una de ella de 4 horas de duración, que habrían de pasar a plenario-, y saliesen de esa reunión con la sensación de haber hecho un buen trabajo, útil, necesario y que construye proyecto, debería ser considerado un avance muy significativo para cualquiera que se considere comunista.

Esa reunión a la que, junto a los comunistas sin partido acudieron militantes de diferentes organizaciones comunistas entre otros, ha marcado muchas cuestiones de coincidencia ideológica y política.

Hemos abierto la necesidad de seguir profundizando en aspectos que, o bien no lo tenemos tan claro (v.g. razones del hundimiento de los llamados países socialistas y por las que la clase trabajadora de esos países no defendió el sistema, profundización en la composición estructural de la clase trabajadora actual,...) , o bien requieren un análisis específico y documentos concretos que fijen nuestra posición (motivos de nuestro rechazo a la vez a la UE y al € y alternativa de nuevo internacionalismo de clase en Europa, nuevos avances dentro de nuestra perspectiva de feminismo y lucha de clases) o incluso en lo relativo a formación política (necesidad de integrar la definición actual de la crisis capitalista, para abrir paso a una correcta perspectiva de guerra de clases, y el antiimperialismo como correspondencia internacional a ese reto).

Quizá el punto en el que tod@s nos hemos sentido más identificados sea el de Programa Político porque ha integrado todos los aspectos de los que deseábamos debatir y, sin embargo, nos deja campo amplio a partir del cual es posible construir.

En otro orden de cosas, el documento de organización ha señalado la necesidad de pasar a la creación de núcleos territoriales y sectoriales que plasmen nuestra identidad de espacios abiertos a todos los comunistas, de debate y formación con el objetivo de la acción política. Del barrio a la empresa, del frente de lucha al modo en el que los comunistas de un Espacio Comunista de Base (ECB) decidan que es la manera más adecuada de constituirse.

Como soy fumador empedernido, aproveché los momentos de menor intensidad del debate para salir a fumar a una terraza del local, coincidiendo en ese vicio con otros de semejante afición. El caso es que en aquella facción improvisada dentro del EEC, el personal se dedicaba a intercambiarse correos electrónicos y teléfonos, bromear sobre que debíamos estar muy locos para reunirnos un sábado y un domingo durante tantas horas para entender lo que ocurre en el mundo que vivimos, cuando tantos seres humanos se conforman con explicaciones de cuentos infantiles y a debatir sobre los próximos pasos a dar a partir del día 14, y lo más importante: para transformarlo.

No faltaron tampoco las cañas y las risas en los ratitos entre documento y documento. Puesto que a veces me gusta observar el entorno como si lo viera desde fuera, comprobé que era muy difícil distinguir los puntos de vista de un comunista sin partido de los de otro que militase en uno y que, incluso entre los organizados partidariamente, había que ser muy sutil para encontrar cuestiones relevantes que nos dividieran. Si el diagnóstico sobre el enemigo de clase está correctamente establecido a través del análisis marxista, la voluntad de entenderse es muy capaz de señalar la diferencia entre lo realmente importante que nos une y lo secundario que debemos seguir discutiendo, mientras empezamos a aplicar lo elaborado a la lucha política en lo concreto.

Cuando, a la vez, algunos dirigentes de otras organizaciones comunistas cuya implicación militante en el proceso abierto por el EEC es menor que la de otras, pero positiva, transmite el mensaje de que estamos haciendo un buen trabajo -el desafío que tenemos por delante es enorme- y pide que entendamos su ritmo de aproximación, está claro que debemos proseguir sin traicionar ni un milímetro el camino abierto el 26 de Septiembre de 2015, cuando nos interrogamos colectivamente sobre el hecho de si unir a los comunistas en un intento de diagnóstico común de situación y de pelear juntos en la misma trinchera tenía sentido. No tenemos prisa pero cuidaremos incluso con mimo de que el llamado de entonces siga muy vivo en cada nuevo paso. Quienes se van incorporando nos exigen cumplir ese “espíritu”.

Quizá sea la primera vez en la que no hay destacamentos u organizaciones comunistas que se opongan a un intento tal y, lo que es más importante, en la que favorecen que militantes suyos se incorporen al proyecto. Debemos cuidar esta idea que estamos construyendo desde tal diversidad porque, frente al ciudadanismo y los intentos del capital de fabricar sus “alternativas”, estamos dando un paso del que empezamos a ser conscientes de su importancia.

Nos faltan cuadros suficientes. Esa es una de nuestras debilidades, no la única. No la negamos. Por ello la cuestión de la formación va a a ser un elemento clave de nuestro trabajo.

¿Qué nos queda? Un mundo por ganar.

Estén atent@s. En breve el Espacio de Encuentro Comunista (EEC) irá desgranándoles mucho mejor que yo el trabajo realizado y sus aspiraciones de ser parte de la fuerza colectiva que construya un mundo nuevo.

Como dice un camarada muy querido “no os lamentéis, organizaos” .

NOTA FINAL DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Quizá a los interesados en conocer más sobre el EEC les haya sabido a poco este texto. Esto sólo era un adelanto. Mientras llega la información pertinente sugiero que se pongan al día en estos enlaces:


Ayudará a quienes deseen acercarse al EEC a ir comprendiendo no sólo el sentido del llamamiento inicial sino en qué momento estamos actualmente.

Finalmente, ya pueden consultar la "Crónica de la III Asamblea del Espacio de Encuentro Comunista" en su blog