Por Marat
Garzón no es santo de mi devoción. No lo puedo evitar. Tiene algo que hace que no acabe de caerme bien. Puede que sea su vedettismo o su modo de ir por libre sin que uno sepa exactamente en que postura política ubicarle.
Pero resulta que es un juez con su particular sentido de la justicia y, por lo que he podido comprobar, esto le ha llevado con frecuencia a enfrentarse a la arbitrariedad del poder, a su arrogancia y a su impunidad.
Juzgó diversas responsabilidades en el terrorismo de Estado de los GAL. Estrechó el círculo sobre diversos responsables de crímenes de Estado de las dictaduras de Argentina y Chile, estando a punto de encausar a un Pinochet que tuvo que salir de Inglaterra sentado en una silla de rueda con su mantita sobre las piernas para dar pena y tratar de hacer olvidar su repugnante condición de asesino genocida. Fue un elemento clave en la investigación sobre la red de corrupción gürteliana del Partido Podrido (PP), intrínsecamente corrupto. Quiso aplicar la Ley de la Memoria Histórica desde la Audiencia Nacional, abriendo la causa contra los crímenes del franquismo lo que era signo evidente de quijotismo voluntarista en un país de cobardes que dejó morir a Franco en la cama.
Es cierto, y no puedo ni quiero olvidarme de ello, que Baltasar Garzón ha mostrado particular inquina contra la izquierda abertzale, actuando como azote contra sus derechos democráticos, a través de su particular teoría del “entorno”, arbitraria figura jurídica donde las haya, mediante la que persiguió e ilegalizó a todo tipo de organizaciones sociales, culturales (AEK), mediáticas (Orain S.A, Eguin, Eguin Irratia, Egunkaria) y políticas (Batasuna, Xaki, Ekin, Jarrai, Haika y Segui) de Hego Euskal Herria, negándose así los derechos políticos de cerca de doscientos mil vascos.
Pero también es cierto que no es la izquierda abertzale la que ha conducido a Baltasar Garzón al banquillo de los acusados. Han sido los herederos del franquismo (PP, Falange Española de las JONS, Manos Limpias) y los corruptos (PP, asociación con ánimo delictivo), en alianza con el PSOE -éste a través primero de Luciano Varela y ahora de Joaquín Jiménez García, colaboradores necesarios en dicha coalición-, que buscaba castigar el atrevimiento de juzgar su papel en los GAL. A todos ellos los ha asistido una casta de jueces fascistas, infalibles, inviolables y no sujetos a responsabilidad, en cuyas estrechas mentes jamás entró la palabra democracia.
La acusación contra Garzón de quebrar el derecho a la intimidad en las grabaciones a los corruptos de la trama delictivo-PPera Gürtel y la de interpretar libremente hechos del pasado que ya fueron amnistiados –por quienes se autoamnistiaron a sí mismos en una transición hacia una democracia vigilada y menor de edad-, en el caso de la Memoria Histórica, es un trampantojo que oculta una actuación bastarda de fondo y de forma.
Lo es de forma porque, como se está demostrando Baltasar Garzón jamás orilló la legalidad en ninguno de los dos casos a los que me estoy refiriendo y lo es de fondo porque este juicio está hecho sólo para inhabilitar a un juez molesto para unos poderes ilegítimos de origen. La transición política se produjo sin la depuración de los aparatos franquistas. Ello ha permitido que sean esos franquistas quienes hoy le juzgan. Tampoco los españoles pudieron decidir sobre la forma de Estado.
Es llamativa la diferencia en el esfuerzo de los apoyos que recibe Garzón en esta ocasión respecto a las que recibió en abril de 2010, cuando se conoció la decisión de los citados poderes de encausarle.
Entonces el PSOE estaba en el Gobierno. Los ataques venían del entorno de la ultraderecha PPera y adláteres. En ese contexto el PSOE se vio obligado a actuar contra la venganza que le pedía el cuerpo –inhabilitar a Garzón como juez- sencillamente porque el querellado se convertía en un punto nuclear del viejo simulacro de enfrentamiento PSOE-PP. Garzón fue para el PSOE en abril de 2010 un simple juguete político con el que representar el papel de valedor de una Memoria Histórica a la que traicionó desde su diseño y aprobación. Lo hizo limitando sus contenidos y alcance, evitando la depuración de responsabilidades de los franquistas en la Guerra Civil y en el período de la dictadura, y no dotándola de medios ni de recursos.
Pero mientras hacía esto el PSOE empleaba a los Varela, los Leguina, los Carlos Carnicero y los Miguel Ángel Aguilar aludiendo a la supuesta pretensión de Garzón de “situarse por encima de la ley”.
Ahora el PSOE ya no está en el Gobierno. Ya no necesita utilizar la imagen de Garzón para aparecer como partido progresista ni para rentabilizarla en forma de voto. Quedan muy lejos las próximas elecciones.
Cuando uno ve las caras de la plataforma “Solidarios con Garzón” encuentra básicamente el compromiso del los artistas, a los miembros de IU, algún juez a título personal, las asociaciones de la Memoria Histórica y poco más. Otros que en Abril de 2010 tuvieron una presencia más notable, ahora han preferido un perfil presencial más bajo o directamente ausente. Puede que ello tenga que ver con el estado de derrota, abatimiento y resignación de la sociedad española tras el triunfo del PP en las elecciones locales y autonómicas del 22-M y especialmente tras su barrida en las generales del 20-N. O puede también que este brutal giro a la derecha de la sociedad española haya provocado un “ataque de realismo” en algunas organizaciones y personalidades que les lleve a no irritar a los vencedores, apoyando acciones que no sean de su agrado. En todo caso, es lamentable que Baltasar Garzón no esté recibiendo todos los apoyos necesarios cuando más los necesita.
Llamativo igualmente que los que tanto reclamaban hasta hace nada “democracia real” como los que reclamaban “democracia contra los mercados” hagan un silencio tan espeso sobre este juicio a la democracia que se esta haciendo en la persona de un juez que en buen número de ocasiones –no siempre, es cierto- la ha defendido. Dice mucho de la calidad democrática de tales demócratas. El argumento de inhibirse ante la cuestión por el pluralismo en la composición de tales “movimientos” no es válido; salvo que alberguen, en aras a esa pluralidad, también a no demócratas en su interior.
Otros que en el pasado reivindicaron la ruptura frente a una transición que dejaba todo atado y bien atado y que preestablecía los límites del juego y las fronteras infranqueables, hoy callan frente a este atropello contra quien abrió un proceso que quizá nos hubiera permitido avanzar a los demócratas y a las izquierdas más allá de esos límites. Quizá no sea ajeno a este hecho una oculta satisfacción con lo que en sus mentes pudiera parecerse a la venganza poética por las actuaciones más criticables del juez respecto a la izquierda abertzale. El sectarismo –y no me refiero a la izquierda abertzale- suele ir unido a un sentimiento de pureza dentro del que no cabemos casi nadie, salvo las exiguas mesnadas de quienes este camino eligen.
Sean el interés calculado, la ambigüedad en las posiciones, los motivos inconfesables o el espíritu de la venganza los que subyacen en quienes toman distancia hoy ante la defensa de Baltasar Garzón, todos ellos ignoran o desprecian el hecho de que con el apoyo al juez no se está reivindicando su figura ni sus errores sino condenando y rechazando que sean las libertades democráticas, el antifranquismo, la verdad, la justicia y la reparación las que estén siendo sentadas en el banquillo de los acusados por parte de una derecha fascista e intrínsecamente corrupta y delictiva.
Por este mismo motivo yo estaré el domingo 29 de Enero, a las 12 del mediodía, en la Plaza de las Salesas de Madrid para manifestarme en apoyo a Garzón y en defensa de las libertades democráticas que hoy, de nuevo, vuelven a amenazar los fascistas desde su Tribunal Supremo y desde su Gobierno. Cada palo que aguante su vela y sus propias coherencias.
Son muchas las movilizaciones puestas en marcha últimamente y es que los tiempos que corren no dan para otra cosa.
ResponderEliminarEse mismo día y a la misma hora, por las tierras de CLM, concretamente en Villarrobledo, tenemos manifestación por la privatización de los hospitales de esta región, la cual está sufriendo agravios por todos lados en materia de recortes.
Desde aquí y allá animo a la gente que, ya sea en Madrid, CLM o por donde quiera que estemos, la agenda está repleta y se participe con contundencia ante la avalancha de injusticias marcada por el sistema.
Lástima no poder organizar un calendario donde las fechas no coincidieran en varios sitios a la vez. Por intereses particulares y cercanía me quedo en Villarrobledo.
Buena suerte a los de Madrid y a por todas!
Solo siento asco por las veces que Garzón miro hacia otro lado ante los cuerpos torturados de cientos de ciudadanos.
ResponderEliminar¿Y con el hecho de que junto a Garzón esté siendo juzgado el intento de encausar a los corruptos y al franquismo sientes asco, Ahuntzain, o íntimo regocijo?
ResponderEliminarComparto que tengo mis reservas, y son muchas, sobre la figura del juez Garzón. Desde su paseo de la mano del PSOE por el gobierno me creó desconfianza, aún no siendo militante del partido. Tampoco su lado narcicista, que es algo personal y privado, pero la derecha va a su yugular porque quiere indagar en los asesinatos de la postguerra. Su enjuiciamiento y la caza de brujas viene a demostrar que seguimos bajo el régimen franquista, de manera más o menos solapada, pero siguen teniendo el poder y gobernando los designios del país. Por ello, aunque como digo, no me cae demasiado bien, Garzón merece mi apoyo por esa valentía que nadie tiene contra quienes quieren evitar que se sepan los nombres de los asesinos y asesinados.
ResponderEliminarsi le declaran culpable, que no le inhabiliten, 3000 eurillos de multa y pelillos a la mar
ResponderEliminarhttp://www.antena3.com/noticias/sociedad/multan-3000-euros-juez-murcia-que-llamaba-putas-madre-solteras_2012010300134.html
Totalmente de acuerdo contigo Marat. Creo que en la balanza de alguna "pifia" o metedura de pata, que haya podido tener Garzón. Deben de pesar mucho más, sus esfuerzos por hacer Justicia, ante casos que nadie ha promovido antes y que le han llevado precisamente a donde está ahora, sentado en el banquillo por los auténticos chorizos, corruptos, prevaricadores y herederos del franquismo más recalcitrante...
ResponderEliminarY solo un apunte más, en su defensa: Las Leyes Antiterrorista y de Partidos, no las hizo Garzón, sino el Poder Legislativo. Los jueces solo pueden interpretar dichas Leyes (con mayor, o menor acierto). Pero los responsables últimos de que existan ciertas injusticias y pérdidas de derechos civiles, son los gobernantes y no "La Justicia", aunque esta también tenga cosas criticables, empezando por los jueces "heredados" de Franco o su doctrina... Un saludo. ;-)
ResponderEliminarCoincido contigo, algo hay que tampoco me llena, pero pienso que eso es por la imperfección que tenemos los seres humanos y Garzón tampoco es perfecto. Pero nadie le puede restar un ápice de valentía, el haber complicado su vida y la de su familia, cuando podía haber estado dejándolas pasar como muchos otros/as compañeros/as. Hace años leí su libro "UN MUNDO SIN MIEDO" Plaza&Janes 2005 y ciertamente me impactó. Se salía de los hábitos normales de lo que era un juez. Por todo eso, estoy con Garzón y su absolución sin reparos. La credibilidad de la justicia, está en juego. Saludos.
ResponderEliminarLa Asociación de Familiares de Asesinados de Navarra (AFAN) y los apoyos al juez Garzón
ResponderEliminarAnte algunas sorprendentes muestras de apoyo al juez Garzón aparecidas estos días en la prensa, por parte de algunos organismos dedicados a los derechos humanos y a la memoria de los fusilados del 36, la Asociación de Familiares de Asesinados de Navarra (AFAN) quiere manifestar a la opinión pública lo siguiente:
1º.- Desde nuestra constitución hace ya 25 años, siempre hemos reivindicado la memoria de los fusilados de Navarra no sólo como algo meramente archivístico y documental, sino teniendo en cuenta las razones de las matanzas y sus consecuencias posteriores, que arrastramos hasta nuestros días. Lo hemos dicho muchas veces: no hacemos nada con los huesos si no reivindicamos los ideales que les dieron vida.
2º.- Durante décadas, la Audiencia Nacional ha sido uno de los organismos más continuamente denunciados por los organismos de derechos humanos. Por ella han pasado miles de personas de las que una buena parte han denunciado atroces torturas. Basta ver las espeluznantes declaraciones que constan en libros, dossieres de Amnistía Internacional, Comisión Europea de prevención de la Tortura, TAT, etc. Pese a miles de casos documentados, la Audiencia Nacional jamás abrió unas diligencias para esclarecer los hechos que los detenidos denunciaban.
3º.- El juez Garzón ha sido durante muchos años el juez estrella en esa Audiencia Nacional, y el que más detenidos ha interrogado, escuchando estremecedoras denuncias. Detenidos por orden suya y bajo su única responsabilidad. Jamás abrió unas diligencias para esclarecerlas. Escuchar o leer esos testimonios de tortura es lo más parecido a lo que escuchamos a los represaliados en el 36. Garzón además ha sido promotor del encarcelamiento los últimos años de cientos de personas por su exclusiva militancia política, cerrando medios de comunicación, etc.
4º.- Que ahora, en nombre de los derechos humanos o de los fusilados del 36, algunos grupos salgan en defensa del juez Garzón, alabando su “decencia ética y democrática” nos parece un cruel sarcasmo. Un insulto a todos los represaliados de ayer y de hoy. Lo más horroroso que les podríamos hacer a las víctimas del 36 es poner su memoria en manos de personajes así, que pretenden lavar su tenebroso pasado con la limpia bandera de nuestros fusilados.
Pamplona, 25 de Enero de 2012
Asociación de Familiares de Asesinados Navarros (AFAN)