El
mundo “ni-ni” -ni OTAN, ni Gaddafi, ni OTAN ni Sadam, ni OTAN ni
Assad pero que siempre ha acabado negando la existencia de una
agresión criminal del imperialismo contra los pueblos- ha decidido
convocar una manifestación el sábado bajo la consigna “No en
nuestro nombre”.
Bajo
la fórmula de los archiconocidos “abajofirmantes” se nos cuela
de rondón la propuesta de un partido concreto, Podemos, que nos ha
estado hablando estos días de la guerra como si esta sólo tuviera
que ser contemplada desde Europa (efectos sobre nuestro entorno de
una participación bélica de España en Oriente Medio), obviando
intencionadamente que nuestro país es parte del club de la guerra
(OTAN) contra los pueblos, que la guerra siempre ha sido la salida
del imperialismo a la crisis del capitalismo y que es la forma de
rapiña contra las riquezas naturales de los pueblos a los que
agrede.
Es
llamativa esta convocatoria del entorno “intelectual” y de
notables alrededor de Podemos cuando este partido ha estado alabando
días atrás a Rajoy al considerarle “consciente
de la gravedad, complejidad y delicadeza de la situación”,
cuando sabe que éste no se ha negado a la intervención militar sino
que se ha limitado a esperar a que Hollande exprese su petición
concreta de ayuda, según la cláusula de defensa mutua de la UE
(art. 42.7) ante agresión armada. De ahí que Francia haya querido
convertir un acto terrorista en una acción de guerra, a sabiendas de
que no lo es. En ese contexto, las declaraciones del ex Jefe Militar
del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, candidato de
Podemos al Congreso, afirmaba días antes del atentado en París,
refiriéndose a la política de su nuevo partido: “Apostamos
por una defensa integral europea, que creo que es el futuro”.
Conviene aclarar que la defensa
integral europea es la del pilar europeo de la OTAN, pilar
subordinado al imperialismo USA y ejecutor de una parte de las
agresiones de esta alianza contra terceros pueblos.
Poco,
por no decir nada, ha tardado el citado partido en aclarar que estará
en una manifestación que ha convocado por medios interpuestos.
La
convocatoria, que tiene algunas razones indiscutibles (evitar el
racismo y la xenofobia contra los refugiados, evitar la islamofobia y
rechazar el recorte de libertades de unos Estados europeos paranoicos
con la inseguridad nacida del terrorismo fanático), es cínica por
todo aquello que se niega a denunciar.
Se
niega a denunciar el carácter imperialista de la guerra, lo mismo
que evita denunciar que el incremento de los presupuestos militares
para la agresión bélica perjudica fundamentalmente a la clase
trabajadora -no a esos indefinidos ciudadanos a los que tal
convocatoria llama- a la que no sólo detrae presupuestos que
necesita para cubrir sus necesidades económicas sino que intenta
captar para un “patriotismo” que la enfrente como carne de cañón
bélica otros patriotismos igual de criminales.
Vuelve
sobre el viejo “ninismo” del que hacían gala en otras guerras
ciertas organizaciones que mucho tienen que ver con los convocantes y
sus organizaciones de referencia. Cuando se dice en el
manifiesto-convocatoria“mientras
unos y otros trafican con influencias, armas e intereses
geoestratégicos”, lo que se está
haciendo es equiparar el derecho del gobierno sirio a defenderse del
terrorismo mediante la petición de ayuda a gobiernos amigos con el
hecho de que el Daesh (ISIS) ha sido apoyado y armado hasta ayer por
países como USA, Francia o el Reino Unido y aún lo es hoy por
Turquía, Israel y las petromonarquías del Golfo Pérsico, con
Arabia Saudí y Qatar a la cabeza.
Hoy
como ayer, el imperialismo vuelve a sus viejos objetivos de guerra
por petroleo pero, a diferencia del “No a la guerra” de
cuando la agresión a Irak, hoy se nos vende un “No en nuestro
nombre” edulcorado, ausente de los elementos que explican la
naturaleza de la guerra, buscando réditos electorales para un
partido que, mucho nos tememos, pasada la convocatoria electoral del
20-D quizá no tuviera tantos escrúpulos en unirse a un llamamiento
de Rajoy o del Presidente de turno que invocase la “unidad de los
demócratas” para justificar que España se uniera de nuevo a las
aventuras bélicas de la OTAN, USA y sus socios contra la soberanía
y el derecho de los pueblos a no ser agredidos doblemente por los
terroristas del Daesh (ISIS), Al Nusra y esas “oposiciones
moderadas” y por quienes antes les han armado.
En
el momento actual, el Consejo de Seguridad de la ONU ha autorizado
los ataques en territorio sirio. Significativamente, la prensa
española no ha hecho demasiada insistencia sobre ello, dado que
estamos en campaña electoral. Una variante alternativa a la ONU el
siguiente peligroso paso podría ser el “aval” del nuevo
Parlamento español cuando se despeje el ruido de la fanfarria de los
comicios. Nos preguntamos si convocatorias como ésta que
desnaturalizan las razones y causas de la guerra imperialista y la
agresión contra Siria, Irak, Yemen por los títeres de USA, las
petromonarquías y la OTAN,…no serán empleadas para ir creando un
clima que nos vaya acercando en esa dirección, una vez que los
“avales legales” y/o “democráticos” puedan ponerse en marcha
sin temor a perder votos de forma inmediata.
Es
necesario levantar otro “NO A LA GUERRA” muy distinto al que
ahora intentan vendernos, rebajado de contenidos de denuncia real. Un
“NO A LA GUERRA” que denuncie tanto a los terroristas como a
quienes les han apoyado, a las petroleras que compran el petróleo
barato de los pozos de extracción controlados por los terroristas,
que desenmascare el carácter criminal y de rapiña del capitalismo.
Llamamos
a quienes estén por la defensa de esos principios y de la soberanía
de los pueblos a buscar puntos de confluencia y entendimiento que nos
permitan dar respuesta y movilizar a la clase trabajadora española
contra las agresiones belicistas y a la violencia criminal del
imperialismo y de sus franquicias títeres.