NOTA
DEL EDITOR DE ESTE BLOG: la tontuna
reaccionario-ciudadanista sigue emponzoñando el lenguaje de los meapilas biempensantes
que ponen sordina en su crítica al capitalismo. Cuando es la clase trabajadora
la esquilmada por el capital, ellos se empeñan en seguir hablando de
ciudadanía, de la que también forman parte los capitalistas que nos explotan y
roban.
Ciudadanía es un término político, que sirve para
que los oprimidos culpen sólo a los políticos títeres del capital y esconde,
cínica, cómplice y criminalmente el carácter de clase del expolio y el empobrecimiento
de la clase trabajadora. Y es que para autores como el que les expongo el
problema es el neoliberalismo y la austeridad, no el capitalismo.
Aún así, las cifras del
dolor hacen que sea interesante reproducir este artículo.
POBREZA, NEOLIBERALISMO Y AUSTERIDAD
Xavier Caño Tamayo.
Alainet
Seis hombres se prendieron fuego en Bulgaria y
otro lo intentó en las últimas semanas. Cuatro fallecieron, dos quedaron
gravemente heridos y otro se salvó porque la policía impidió que se quemara.
Por pura desesperación y por los sufrimientos e incertidumbres que la crisis y
sus falsas soluciones causan a la población. Esos días, docenas de miles de
personas salieron a la calle manifestándose contra la pobreza y la corrupción.
Y derribaron al Gobierno.
A pesar de
que el déficit es inferior al 2% del PIB, en Bulgaria se aplica férreamente la
implacable austeridad que impone la Unión Europea. Una austeridad que ha
desintegrado el sector público, recortado la atención hospitalaria, congelado
salarios y pensiones y reducido ayudas al desempleo mientras el paro aumenta
aceleradamente. El resultado es que, según Eurostat, el 49% de búlgaros vive en
la pobreza.
2010 fue
elegido por la Unión Europea como año límite para erradicar la pobreza del
continente. Pero ese año había 80 millones de personas que vivían por debajo
del umbral de pobreza. Peor aún, en 2012 ya eran 120 millones los europeos
pobres con severas privaciones materiales.
Según el
estudio de Eurostat, con Bulgaria, sufren considerable pobreza Rumanía y
Letonia con un 40% de población empobrecida; Lituania 33%; Grecia y Hungría
31%, y España y Grecia casi 22%. Docenas de millones de personas solo sobreviven
en Europa. Sobrevivir, que no es vivir. Incluso en Alemania se nota la pobreza.
Una pobreza nada casual.
Un informe
de 2011 sobre derechos sociales y económicos en Alemania, elaborado por veinte
ONG (entre ellas Amnistía Internacional), muestra que el país se ha degradado.
La Agenda 2010, definida por el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung como la
mayor amputación de derechos sociales en Alemania desde el final de la Segunda
Guerra Mundial, impuso los recortes y la austeridad que causó el retroceso.Las
cifras oficiales dicen que hay unos 3 millones de parados. Cifra no
escandalosa, pero más de 5 millones de personas con empleo necesitan ayuda
social para vivir porque los sueldos no alcanzan para hacerlo con la dignidad
mínima exigible. La precariedad laboral establecida ha creado una nueva
categoría: pobre a pesar de tener trabajo.
Cruz Roja y Media Luna Roja han informado de que
esos pobres nuevos aumentan en Europa. Más de 26 millones de personas no tienen
empleo en esta Unión Europea en recesión y millones de personas sufren por
falta de alimentos y de asistencia médica, pueden ser desahuciados o ya
perdieron sus casas.
Oficialmente,
ser pobre es disponer de menos del 60% del salario medio de un país. En el caso
español, el umbral de pobreza para un adulto que viva solo está en 6.278 euros
anuales. Y para una familia de padres y un hijo menor, el umbral de pobreza es
11.300 € anuales. Treinta euros diarios para pagar vivienda, luz, agua,
calefacción, alimentarse, vestirse... Es decir, ser pobre.
La austeridad como respuesta falaz a la crisis ha
conseguido que millones de europeos que antes vivían sin sobresaltos, ahora lo
hagan de forma complicada y precaria. Tener trabajo y estar en riesgo de
exclusión social ya no es un absurdo en Europa. Rebajas salariales, subidas de
precios, pérdida de poder adquisitivo, disminución y empeoramiento de servicios
públicos más aumento de inestabilidad laboral han aumentado el número de
personas que, aún con empleo, roza la pobreza. En España, por ejemplo, la tasa
de esa pobreza laboral pasó del 10,7% en 2007 al 12,7% en 2012, según un
estudio de la Fundación Alternativas.
La impuesta
austeridad que ha generado toda esa pobreza en Europa consiste en quitar dinero
a la ciudadanía para rescatar bancos, financiar la crisis bancaria con deuda
pública, aprobar reformas laborales para abaratar el despido, sustituir
impuestos directos por indirectos, tolerar de hecho un fraude fiscal enorme,
privatizar lo público... La austeridad es el medio de transferir rentas de las
clases trabajadoras a la minoría rica dominante.
El
resultado de la austeridad impuesta desde 2010 en Europa para afrontar la
crisis es un innegable fracaso. Dos años después, los mercados no se han
calmado, no hay crédito, no hay recuperación económica, hay recesión, no
disminuye el déficit, crece la deuda pública, la privada es impagable,
disminuye el consumo, se cierran empresas y aumenta aceleradamente el
desempleo. Un descalabro. Esa pretendida austeridad despilfarra bienestar,
destruye empleo y dinamita la actividad económica presente y futura. Eso es
dilapidar, eso es derroche.