1.-Entre
el hastío y la mala hostia
Confieso
que me pasa con la casa de los líos de Podemos como a muchísimas
personas, yo creo que a la mayoría. Me aburre y me exaspera a la
vez.
Me aburre porque tiene ese aire hortera de los culebrones de pasión aparatosa, galanes con aspecto de chulopiscinas y amazonas con dramones secretos ¡Oh, ya tu sabes, María Suspiro! Me hastía esa trama machacona que entra en bucle, solo roto por espasmódicos episodios del dúo cómico Pablito -Íñiguín, en el que el primero reparte guantazos a mano abierta al segundo, al estilo caranchoa, con la diferencia de que ni tienen el mismo efecto catártico ni logran la identificación del público ajeno a la cohorte de cheerleaders podemitas de uno u otro. Cualquier fugaz reconciliación entre este dúo Pimpinela de la política tiene el déjà vu de los tahúres que juegan a la telerrealidad y es que Podemos, como producto de la casquería televisiva nació convertido en un Gran Hermano enésima edición. Sospecho que hasta tiene el mismo público.
Me
enfurece porque con PoSemos pasa como con el fútbol, si no te
gusta: que, o te vas a una isla desierta -ya solo las hay para los
potentados que se las compran al gobierno de Tsipras, esa “esperanza
de la izquierda”- o te tragas
hasta la portería y la plaza de Vistalegre. No hay modo de zafarse.
Si no te encuentras la coleta de Macho Alfa en un canal, ves las gafas del Milhouse podemita en otro y, si no, te cruzas con la pija de
Irene Montero o la niña del colegio de monjas Rita Maestre, cogidas
ambas del bracete del zampabollos Ferreras, mientras ambas defienden
arrebatadamente a sus respectivos novios (compañeros,
se dice en plan cursi). Da
igual que de la tele no veas más que pelis y el ¿Cómo lo
hacen? de Discovery Max: te
repetirán las jugadas más interesantes en la prensa y las redes
sociales. Y es que la
telenovela podemita es es una farsa zarzuelera
(son todos muy patriotas),
si el género existiera, en la que no falta ningún elemento,
incluidos los de entrepierna, que se exhiben gratuitamente
en escaparate digital.
Sobreexposición, lo llaman
estos intelectuales de relumbrón complutense, que pierden el culo
por un micrófono y una cámara.
La
otra noche me desperté súbitamente y vi sentado en mi cama el
espectro de Errejón
recitándome de memoria párrafos de José Antonio Primo
de Rivera (“El
movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento,
casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de
derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la
aspiración a mantener una organización económica, aunque sea
injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una
organización económica, aunque al subvertiría se arrastren muchas
cosas buenas.”). A su lado,
Juan Domingo Perón, Žižek, Laclau y Guattari discutían sobre la
patria, el deseo, la
alquimia, los significantes
vacíos y la construcción de la hegemonía. Me levanté a toda leche
y salí pitando a
la calle en busca de un
cazafantasmas que me limpiara la casa de entidades no deseadas.
Pocos
días después descubrí a uno de esos podemitas, del género leal
compañero disidente podemita,
que me aclaró bastante el
significado de Podemos.
En su opinión es una cosa de
“flujos
deseantes”
(el anuncio inserto en la cabecera de su texto rompió el velo de mi
ignorancia, introduciendo la luz en mi cerebro con una clarividencia
deslumbrante)
Según
Victor Atobas, que así se llama el “autor”, en Podemos fueron
capaces de extraer las singularidades del filum (filo)
maquínico, de ese flujo-materia que devenía durante las protestas
[del 15M, del que debe ser
heredero el “literato”, a tenor del pedorreo].
Estratificaron dichas singularidades, haciendo oscilar
el agenciamiento del deseo hasta una articulación molar, o de las
grandes agrupaciones institucionales o partidistas, que produjo
“fenómenos de centrado, unificación, totalización, integración,
jerarquización, finalización, [y] que formaban una
sobrecodificación” ¿Cómo se
les ha quedado el cuerpo? A mí hecho unos zorros.
La criaturica, un
“preparao” aspirante a ayudante de aprendiz de “politólogo”
de segundo curso de estulticias varias y lecturas de Deleuze, según
confiesa en un comentario a su “artículo”, tras el pitorreo
suscitado por su verborreica diarrea, nos
aclara también lo que era el 15M del que Podemos es, en su “docta”
opinión, heredero: “La
lógica rizomática de las asambleas del 15M, los movimientos íntimos
de los manifestantes, eran pequeñas multiplicidades libidinales,
inconscientes, moleculares e intensivas, que se distinguían y
entraban en conflicto con los grandes conjuntos extensivos,
partidistas, molares, unificados, totalizados, organizados,
conscientes o preconscientes, como sería el caso de Podemos”.
Entendí “asambleas”. Es que
no soy politólogo. Yo soy más de "eso va a ser la junta de la trócola, que ha espilonchao el cilindro madre".
Podría
continuar desgrananado las virtudes elucidatorias -ser un pedante y
decir cosas sin sentido ni concierto es muy fácil- del texto de este mancebo pero
sería una pérdida de tiempo para mí y un pedo mental del 15 [Memo]
para ustedes y tengo mucho respeto a mis lectores.
2.-Y
en esto llegó la “abuela
Teresa”, la “abuela
de Podemos”
Confieso
que no conocía a esta buena señora hasta que me la descubrió el
Mesías de Podemos. Lo del Mesías vine
porque
en los navideños días de la bronca podemita con la
etiqueta
#ÍñigoAsíNo (es
que hashtag
suena a que se me agarrado a la garganta una miga de pan duro)
lanzado
por su escudera Irene Montero en el tonter (twitter) y seguida por la
ristra de
pelotilleros Echenique, Ramón
Especular, perdón, Espinar y otros varios asalariados podemitas, una
televisión tuvo a bien reponer dos geniales obras de los Monty
Python, “La vida
de Brian”
(Pablo, “yo digo
que eres el Mesías y de eso entiendo porque he seguido a varios”)
y los “Caballeros
de la mesa cuadrada” (posible
guiño perverso a las querencias metafóricas de Pablito a través de
Juego de Tontos). Si los podemitas no se toman en
serio, ni se tienen respeto, no ya a sus compañeros sino a ellos
mismos, ¿por qué iba a hacerlo el resto?
Pues
bien, parece que Pablito recibió una carta de la abuela Teresa de
Podemos, ex
votante del PSOE (lo que explica mucho de la psicología política de
muchos votantes de Podemos) la
cuál, ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor (
“indiscutiblemente,
Pablo Iglesias el líder. Que no quepa duda. Es el que tiene la
fuerza”.
Que la fuerza le acompañe), le hizo llorar y reflexionar por
la pelea interna, que no es ideológica ni estratégica, sino de
poder e inquina personal entre un grupo de amiguetes de la Cúpula
del Trueno podemita, que han acabado hasta los mismos de verse las
caras y de decirse cuánto se quieren. Pasa en los mejores
matrimonios y, si hay poliamor, de modo múltiple, como en las
quinielas.
Ni
corto ni perezoso, Pablito, en un acto de contrición y humildad, más
falso que un euro de Oreo, decidió hacer un vídeo -¡cómo les
gusta ver su imagen por todos lados a esta pandilla de niñatos
viejóvenes!- para pedir perdón, o
eso decía él- por
el daño hecho a Teresa y los podemitas (suena a grupo pop). Lo hizo en un
relato de 8 minutos y pico en youtube en
el que él aparece en las más variadas instantáneas (solo le faltó
una besando al bebé de Bescansa) para mayor
honra y gloria de sí mismo, en plan mensaje navideño del jefe del
Estado, rezumando melaza empalagosa e indigesta, como es propia de la
casa, mientras se arrean hostias a cascoporro.
Podemos,
Pablito, Errejón y toda su troupe tienen la tendencia a la más
impúdica exhibición de sus inconmensurables egos de niños
malcriados, a sus riñas de patio de colegio, a su discurso vacío, su autobombo, a
hablar de la circularidad del universo de sus ombligos y de las
pelusillas que se alojan
en ellos, a recrearse en sus tonterías, que solo interesan a ellos y
a sus fanboys, a sustituir política por espectáculo lamentable, a
dar una de cal y cien de arena. Camuflan la realidad de un mundo injusto y desigual con un lenguaje
tramposo de la “gente”, en la que caben todos, hasta sus amados
pequeños
empresarios patriotas (como si en la pequeña empresa no se
sobreexplotara también al trabajador) y sus banqueros
con “sensibilidad
social”. Hablan de “pobreza
energética”
en lugar de pobreza sin más (que nace de la falta de salario, de un
salario miserable o de pensión digna) y de “soluciones
habitacionales”,
como en su día decía una Ministra de la Vivienda, tonta del culo,
de uno de los gobiernos Zapatero, con el fin de ofrecer cuchitriles o
trasteros infravivienda.
Cuando
uno no es instrumento válido solo le queda hablar desde su ego, en
una exhibición de narcisismo patológico y verse como un fin en sí
mismo. Rellenar el silencio con palabras vacías, ser
falsa bandera, al estilo del poeta frustrado Monedero que trata de ofender la memoria de Fidel, jugando con una frase de la canción de Carlos
Puebla (“llegó
el comandante y mandó parar”)
dedicada a la abuela de Podemos: “llegó
la abuela Teresa y mando callar”. Ni
la abuela Teresa, dicho sea con todo el respeto a su edad, una ex
votante del PSOE “a
muerte”,
y ahora podemita conversa, lo que no queda lejos del PSOE de los tiempos “progres”, es Fidel, ni ha logrado callar las estupideces internas, ni Monedero es el Ché, Lenin o Marx.
Monedero
es un mamarracho que pretende insultar la memoria de quienes no
pueden defenderse pero cuya obra les aúpa como gigantes de la
historia frente a este pobre enano mental y físico. Acabo de enterarme de que el yihadista, amigo de los rebanacuellos en Siria, Libia e Irak, y ahora errejonista, Santiago Alba Rico, se refería a él elípticamente cuando escribió hace 4 días, tras polemizar en su artículo con Manuel Monereo: "de otros, más pequeños, menos listos y menos honrados, no hablo"
Con
mucha más contundencia, eficacia y sentido de la oportunidad que yo le respondió el tuitero Rubén.
3.-Pablito,
“tronco”, deja la
“drogaina”, que te
la has metido “caducada”
Y es que cuando uno ya ha
perdido del todo el respeto por sí mismo, cuando ve peligrar su
incuestionabilidad e infalibidad cuasi-papal, cualquier charlotada
sirve para pedir la participación y el voto camuflado (hacia él) de
sus ya no tan fieles tropas. Abrazado a un tronco, con una chimenea
“encendida”, que parece tener un fuego tan de pegote como él y
su partido, nos habla ahora de la vuelta de Twin Peaks y la segunda
asamblea de Podemos. El culo y las témporas.
En Podemos siempre han sido muy
de chacras, akelarres,
chemtrails, terapias
naturales y cosas de ese tipo. Seguramente la ida de pinza de
Pablito le haya llevado por los caminos de la arboterapia o
silvoterapia de abrazarse a un árbol para reconfortarse en sus horas
de tribulación política y cargarse de energías espirituales. Pero
como estos días ha hecho mucho frío por las Castillas, en lugar de
irse a un bosque, en plan gnomo coletero, bien podría haber ido a la
gasolinera más cercana y comprarse uno de esos falsos troncos de
compost que venden para encender las chimeneas e inundarse de
energía positiva, abrazado a él. Y es que las cogorzas navideñas,
cuando estás cerca de llegar a cuarentón, duran más que en la
tierna juventud.
Este muchacho está convencido de
que él es la salvación de la gente: Pablito, “todos somos
contingentes pero solo tu eres necesario”. He ahí de donde nace la reciente frase de Carolina Bescansa, "todos somos sustituibles, excepto Pablo".
Mientras tanto, otros preferimos emplear aquel latinajo de Cicerón, "o tempora, o mores" , que un cachondo tradujo "libremente" como "o te emporras o te mueres"