17 de septiembre de 2015

EL DESAFÍO DEL ENCUENTRO COMUNISTA DEL 26-S

Por Antonio Marín Segovia, Marat, Nicolás García-Pedrajas, Vigne

Los blogueros comunistas que firmamos este artículo, comprometidos con el proceso que se abre el sábado 26 de Septiembre en Madrid para la creación de un espacio de encuentro comunista con vocación permanente, somos conscientes de los desafíos que dicha convocatoria ha de afrontar.

Nuestra aportación mediante este texto no es la de presentarnos como representantes del grupo promotor de dicho encuentro sino la de meras voces ocasionales que, siendo miembros del citado grupo, quieren contribuir a la necesaria reflexión que ha de producirse antes, durante y después de la mencionada fecha.

Entre esos desafíos no se encuentra el éxito en número de asistentes a la reunión del sábado 26 de Septiembre. Sabemos desde hace días que el interés que ha suscitado y la conciencia entre amplios sectores de comunistas del Estado español de la necesidad de una propuesta como ésta ha impulsado a muchos de ellos a confirmar su asistencia.
Pero el proyecto de crear un espacio de encuentro comunista, algo nuevo porque no nace impulsado por partidos de este pensamiento, sino desde la base y en gran medida por quienes hoy no están en un partido pero creen en la necesidad de que los comunistas sin y con carné se organicen, piensen, debatan, elaboren, mantengan entre sí relaciones de fraternidad y trabajen colectivamente con  la clase trabajadora en defensa de sus intereses, del derribo del capitalismo y de la construcción de una sociedad socialista, carece de antecedentes similares y de carta de navegación ya construida sino que ha de ser desarrollada entre tod@s nosotr@s.

El que entre quienes promovemos está convocatoria haya tanto quienes en el pasado militaron en alguna organización comunista, como quienes no lo han hecho nunca pero se sienten tales, como de personas que aún mantienen vínculos partidarios comunistas diversos, creemos que puede tener las virtudes de que ninguna organización en particular pretenda apropiarse de esta iniciativa y de que pongamos todo el esfuerzo para evitar cualquier tentación sectaria.

De igual modo, que la propuesta tomase inicialmente forma entre comunistas madrileños es algo puramente circunstancial, ya que fue en Madrid donde nació, en un primer momento, la convicción de la necesidad de este proyecto. Esto ha dejado a día de hoy de ser así y comunistas de distintas tierras del Estado español han hecho suya la iniciativa y se han incorporado al grupo promotor. Es de desear que en otros territorios que aún no lo han hecho vayan conformándose grupos de naturaleza hermana a este. Somos conscientes de que hay muchas personas con dificultades de desplazarse a Madrid y de que existen lugares en los que conformar grupos de comunistas conscientes es particularmente difícil. Sabemos que el grupo promotor estudia el modo que dé respuesta a esas aspiraciones. De momento, el ritmo de los tiempos y las capacidades humanas, siempre limitadas, sugiere que quienes se sientan aislados en sus territorios aporten al menos un apoyo difusor de la convocatoria y de los textos que la han secundado y avalado y se pongan en contacto con el equipo que coordina el proyecto (encuentrocomunista@yahoo.es).

Todo lo anterior plantea, en nuestra opinión diversos retos de distinta naturaleza; unos de tipo interno (propios del proceso), otros de tipo externo (cómo llegar a nuestra clase y abrir paso de nuevo al discurso comunista, en gran medida desaparecido durante todo este período de la crisis capitalista).

Retos de naturaleza interna
El primero de ellos tiene que ver con el modo en que quienes asistamos a dicha jornada, motor de arranque de un trabajo posterior que ha de ir construyéndose de modo progresivo y trabajoso, llegamos a la misma. Si lo hacemos en clave de asistir a un acto-mitin de afirmación comunista habremos fracasado desde el minuto 1. Este acto no puede ser concebido como una liturgia en la que los “sacerdotes” oficiantes declaman las bondades de la ideología comunista y los fieles asistentes aplauden y repiten fervorosamente partes del mantra ritual. El marxismo que nos une, como visión laica de la política, requiere de nosotros que abordemos esa reunión como una actividad de trabajo, reflexión y propuesta colectiva por parte de quienes asistamos a la misma: convocantes y convocados.

Otro desafío es el de comprender, asumir, interiorizar y definir bien entre tod@s qué es eso del espacio de encuentro comunista que queremos construir, cómo lo entendemos, qué implicaciones puede tener, en qué puede ayudar a devolver las ideas comunistas al protagonismo necesario y hoy perdido, de qué modo puede abrir paso a una nueva cultura de cooperación, apoyo mutuo y habituación a trabajar y luchar juntos los comunistas tengamos o no carné de partidos marxistas preexistentes.

Y a la vez creemos que debiéramos sortear el riesgo de confundir la defensa de nuestra ideología con el ideologismo reduccionista que calma los ánimos pero que no construye, que se encierra en sí mismo, que no llega a quienes debemos hacer comprensible nuestro proyecto de sociedad, que nos pudiera dividir (centrarnos en lo que nos une, apartar de momento lo que nos separe e impida avanzar) y que no extrae del marxismo todo su potencial emancipador de la explotación y la alienación humanas ayer, hoy y mañana.

En el lado opuesto está también la cuestión de diferenciar lo que dice ser comunista de lo que realmente lo es. No nos sirven las propuestas constituyentes, ni la interpretación de que la historia se cambia desde las instituciones burguesas, ni el lenguaje postmoderno y claudicante que renuncia al hilo rojo de nuestra identidad compuesto por conceptos como clase, lucha de clases, destrucción, que no reforma, del capitalismo o dictadura del proletariado, por citar sólo algunos ejemplos. No creemos compatible declararse comunista y seguir los modelos de las nuevas formaciones socialdemócratas europeas y españolas. No nos sirve tampoco el electoralismo, ni el ciudadanismo ni las apelaciones a conceptos amorfos como “la gente” o a mitos como el supuesto 99% contra el 1%, pretendiendo que ignoremos que la explotación capitalista tiene entre ese 99% su porcentaje de delegados de clases medias patrimoniales y empresariales que no necesitan ser grandes plutócratas para oprimir a la clase trabajadora.

Tenemos también por delante la necesidad de evitar caer en los vicios que se han ido instalando en la cultura política de muchas personas durante estos años: el ciberactivismo (con sus foros de entretenimiento y de debate por el debate) y las adhesiones de aluvión. La lucha está en la calle, la transformación social se hace en el mundo real y ello exige altos grados de compromiso y esfuerzo personales, incluso en la formación política de los militantes. No se trata de hacer bulto, de ser muchos sino de cualificarnos, de capacitarnos, de dedicarle tiempo y trabajo a la militancia y a la lucha de clases.

Debemos también abordar el reto de señalar a modo de apunte (una primera jornada no da para más) dónde están las palancas transformadoras de una lucha anticapitalista, y no sólo antineoliberal, hoy y de detectar que reivindicaciones conectan con las necesidades reales de nuestra clase. Ese primer apunte ha de servirnos de pivote y base inicial para un desarrollo analítico y propositivo posterior. Y, muy importante, es fundamental que entendamos que el acto del 26 de Septiembre no es una convocatoria circunstancial sino el inicio de un camino y de una tarea de largo recorrido, si existe voluntad colectiva para ello, por delante.

Retos de naturaleza externa
Hacer llegar nuestro discurso a nuestra clase exige tanto una capacidad didáctica y un mensaje sencillo y comprensible como un compromiso activo con sus necesidades y problemas, así como una presencia en sus principales luchas.
De nada nos serviría convertirnos en un grupo de propagandistas si no experimentamos y vivimos con la clase trabajadora su propia realidad y somos instrumento que contribuya y refuerce su autoorganización.

Debemos ser capaces de ser ejemplo útil que lleve a que los sectores oprimidos y golpeados por la crisis del capital sientan que los comunistas somos gente distinta, una fuerza que sea percibida como algo completamente diferente y ajeno a los partidos burgueses del sistema o a los reformismos que sólo quieren actuar como paliativos de los peores efectos de la crisis pero sin cambiar nada esencial de las causas ni del sistema que la ha creado.

De nada nos serviría reunir en torno a nosotros a unas decenas o centenares de militantes conscientes y luchadores si no somos capaces de traspasar el círculo inmediato de los ya convencidos para actuar como semilla de conciencia política entre nuestra clase, despertar de la misma, acumulación de fuerzas y rebelión. L@s trabajador@s deben llegar a ver en nosotros los comunistas el puño con el que ellos mismos golpean sobre sus enemigos de clase.

Ello va a exigirnos que seamos capaces de afirmarnos en nuestra identidad, que a la vez seamos abiertos en la relación con amplios sectores de la clase trabajadora menos consciente, que contemplemos el marxismo como teoría para iluminar nuestra tarea y no como farola a la que abrazarnos y, algo muy importante, que seamos conscientes de que las ideas no viven sin organización y que el coordinarnos y organizarnos del modo más eficaz y, a la vez, útil en relación con el tiempo que vivimos, es una necesidad imperiosa a la que tendremos que responder en un segundo encuentro.

Dar respuesta positiva a todos estos retos no es garantía infalible de éxito pero nos acercará, seguramente, un poco más a él. Ese es el gran desafío que se abre ante nosotros el mismo día 26 de Septiembre y a partir de él.

16 de septiembre de 2015

LOS PODEMITAS, COMO POLLOS SIN CABEZA

Por Marat

Una serie encadenada de estupideces propias de quien, ya no es que hayan perdido la coherencia política porque nunca la tuvieron, sino que incluso son patéticamente ridículos en su propia incoherencia nos ha regalado la menguante secta podemita en los últimos días.

Tras enseñar Pablo Pablito Pablete su casa a la reina de la casquería fina Ana Rosa Quintana, al estilo Mariano Rajoy o Pedro Sánchez y sus pretensiones de parecer “personas normales”, ese estilo tan poco sobrio y discreto que debe acompañar a cada dirigente político para no banalizar su imagen como mero producto de marketing para consumo en los supermercados electorales, el Señor de la Divina Coleta nos obsequió con la defensa del oligarca e inductor del terrorismo de las guarimbas venezolanas, que llamó a desconocer en su día los resultados de las elecciones democráticas en aquél país –Leopoldo López- y que desencadenaron 43 muertos en la patria del finado Presidente Chávez. Sigue la estela del gatazo gordo Felipe González, asesor de multimillonarios y "empleado" de lujo de Gas Natural.

"A nosotros no nos gusta, venga de quien venga, que se condene a alguien por hacer política. En política las diferencias se tienen que resolver a través de procesos electorales", dijo el sheriff de los podemitas el pasado 11 de Septiembre. No me sorprende que haya quien por otros motivos, seguramente menos justificados, encuentre paralelismos entre Pablo Iglesias y el fascista de las 2000 abdominales José María Aznar.
Muy poco después Juan Carlos Monedero, Don Politologón, en un alarde que lo mismo podía ser de verso libre que de reparto de papeles, al estilo de como hacían en el pasado González y Guerra, para contentar a la despistada dirigencia bolivariana sobre lo que en realidad es Podemos, decidió insultar en una única declaración pública a la izquierda abertzale vasca y a los sectores populares que apoyan al legítimo gobierno venezolano.
A la primera lo hizo –insultar- al comparar al fascista protogolpista, e inductor del crimen político, Leopoldo López y a la ya extinta kale borroka. Se podrá disentir de la estrategia violenta que la izquierda abertzale vasca empleó aquellos años de “socialización del dolor”. Yo lo hago. La mayor parte de la actual izquierda abertzale lo hace tácita, aunque no expresamente. Pero equiparar a la izquierda soberanista vasca con los fascistas asesinos de venezolanos es, como poco, algo propio de un sujeto inmoral, indecente y canalla. Detengo aquí mis epítetos para no descender al nivel de este fascista que llama fascistas a los demás.

Y de paso, Wallet (Monedero-Billetero)  insultó la inteligencia de la dirigencia bolivariana y del pueblo venezolano al tratarlo de imbéciles y desinformados respecto a la identidad política de la izquierda abertzale vasca, que podrá ser más o menos criticada, por ejemplo en la deriva de una parte de ella hacia el reformismo socialdemócrata, pero que fue durante parte de la larga noche del franquismo una punta de lanza contra el fascismo español y por la recuperación de las libertades.   

En un desdoblamiento de personalidad digna del doctor Jekyll y Mr Hyde, el disminuido (electoralmente) Pablito el pasado martes 15 de Septiembre declaraba: "un extremista, no sólo lo digo yo, lo dice la oposición moderada venezolana. Y yo creo que está bien que defienda sus ideas, y sin embargo en Venezuela hemos visto muchas veces a líderes opositores alentar golpes de estado" ¿En qué quedamos, Pablito, López es un condenado “por hacer política” o alguien condenado por “alentar golpes de estado”?

Los oportunistas, los trepas, los populistas son “gente” sin principios ni convicciones que, como el padre ideológico de Pablito, Zapatero, hablan en función de los sondeos preelectorales y, como estos no le van bien ni por su ala derecha (grande) ni por su ala izquierda (mucho menor y menguante a gran velocidad), hacen declaraciones políticas antagónicas en su contenido para contentar a unos y a otros, demostrando finalmente que no sabemos si estamos ante una parodia de político o ante Cantinflas haciendo de político.


Pablito, el mal remedo de Corbyn español, tiene un ego de dimensiones descomunales que, sin duda, debe estar compensando carencias que habrían hecho las delicias del padre del psicoanálisis, Don Sigmund.

Su artículo en El País, diario del régimen al que tanto criticaba el Señor de los Círculos en el pasado, y al que últimamente se está aficionando bastante como columnista del mismo, que en su edición en papel se tituló “El Pablo Iglesias Británico”, siendo cambiado posteriormente en la digital por el titular de “¿Por qué todos hablan del Pablo Iglesias británico?”, tras la queja de Pablito por lo que él consideraba manipulación por parte de este medio del texto con el encabezamiento entregado por él al diario, y finalmente modificado, es una evidente muestra de lo que muchos psiquiatras y psicólogos denominan “delirio narcisista”.

El problema de los políticos con delirio narcisista, patología tan bien retratada por el inigualable Chaplin en la escena del globo terráqueo de “El gran dictador”, es que resultan, además de grotescos, esperpénticos e hilarantes, peligrosos porque carecen de freno en su insana pulsión de alimentar a su Narciso de bolsillo.


Ni el titular manipulado por El País ni el original entregado por Pablo Iglesias que firma como Pablo Iglesias un texto en el que se interroga “¿Por qué todos hablan del Pablo Iglesias británico?”  hacen buen servicio al Pablo Iglesias español. Hace que se delate a sí mismo, es patético al compararse con un político laborista con más de 30 años de trayectoria coherente como parlamentario y pone el burro delante(él)  como elemento con el que supuestamente “todos” comparan a Corbyn.

Corbyn es un socialdemócrata –más de izquierda que Pablo Iglesias y los discípulos de su secta ni de izquierdas ni de derechas pero que nadie se engañe, no va más allá de ser eso, un socialdemócrata-, con conexiones ideológicas y de clase en los sindicatos (Trade Unions), al contrario que Pablito que lo tiene con ese engendro amorfo llamado “la gente” o con ese “escondeclases” sociales llamado los “ciudadanos”. Corbyn hace 30 años que mantiene la misma línea socialdemócrata, a la izquierda del social-liberalismo del Labour Party que instauró Tony Blair (ni Gordon Brown ni Ed Miliband cambiaron esa orientación), mientras que Pablito pasó en menos de dos años de decir que era comunista –decía-, luego bolivariano, después ni de izquierdas ni de derechas, ahora socialdemócrata modelo escandinavo,…¿mañana?

Y llegó la división de los circulines cuando Alexis Tsipras y Syriza evidenciaron los límites ideológicos, de campo de juego dentro de los límites de respeto a las reglas de la institucionalidad que imponen los sistemas políticos burgueses a quienes los respetan y, por supuesto, de coherencia.

Según cuenta el digital progre “El Diario” bajo el titular “Dos diputados autonómicos de Podemos viajan a Atenas para apoyar a Unidad Popular, la escisión de Syriza”, la tribu podemita está dividida en cuanto a qué socios apoyan en Grecia.

Mientras los trotskolights de Anticapitalistas (antes Izquierda Anticapitalista), corriente de opinión-grupo de presión para el logro de sofás de políticos profesionales, apoyan a la escisión de Syriza, Unidad Popular, Pablito y el ínclito Errejón apoyan a Tsipras y Syriza por su “coraje al convocar elecciones”. Mejor le hubiera ido a ese coraje si lo hubieran empleado en defender a la clase trabajadora griega contra sus oligarquías locales y europeas.

Lejos  quedó aquel “Aguanta Alexis” del tuitero Pablito, cuando muy pocos veníamos avisando de que Syriza y el hijo del constructor Tsipras venderían a la clase trabajadora griega y a su país y cuando, poco antes del referéndum y justo después, quedo patente ya para muchos que lo que decíamos muy pocos meses antes se había cumplido.
Según Jesús Rodriguez, de Podemos y Anticapitalistas, "apoyar a Tsipras ahora es una locura. El apoyo a Tsipras nos va a hipotecar, nos va a dificultar que ganemos las elecciones porque lo que ha hecho Tsipras es consolidar el discurso dominante del bipartidismo de que no hay alternativa, de que no hay posibilidad de cambio". El hombre derrota por la herida electoral, antes que por la ideológico. Y aclara ante la pregunta del periodista sobre si Podemos sigue apoyando a Tsipras y Syriza: "que yo sepa no se ha discutido en ningún órgano y lo que se ha expresado son opiniones de dirigentes. Pero la mayoría de los sectores o están con Unidad Popular o se ponen de perfil". Es la incoherencia, el cinismo y la hipocresía de quienes en lugar de ideología y principios tienen ambición.

Yo no sé lo que se meten en vena o por la nariz los podemitas y los miembros de su sanedrín pero no quiero de eso; sienta mal.

Tras ver su recorrido último tengo la tentación de cambiarles el nombre y pasar a denominarles “podeminis”. Minis en expectativas electorales, minis en ideología, minis en coherencia, minis en decencia política, minis en inteligencia personal y colectiva, minis en fin. Y con estos quieren fundirse los claudicantes PCE e IU. Otros que tal bailan.

Mientras tanto, en la campaña de las elecciones catalanas, la derechuza mediática española emplea a los podeminis como ariete en defensa de la españolidad de Cataluña. Quien tenga dudas sobre lo que digo que vea el lenguaje etnicista, lerrouxista y guerracivilista en un mitin preelectoral de Pablito de la semana pasada en Cataluña: "esa gente que no se avergüenza de tener padres andaluces o abuelos extremeños tiene que sacar los dientes". Y los podemitas y su Cristo del Santo Narcisismo no se quejan por el tratamiento que les da la Brunete mediática en esta campaña de Santiago y Cierra Eggggpaña, se dejan querer. Veo a Marhuenderrrrr e Inda cualquier día hablando del ejemplo patriótico de los podeminis y sus líderes, que no dirigentes.
 
Por cierto, aunque considero respetables todos los tipos de juegos sexuales, siempre que sean consensuados, el nivelón político que ha trasladado Pablito a la campaña de las elecciones catalanas con su respuesta a Lluis Llach (seguro que ya no pone "L´estaca" en sus actos), con aquello de "Parece que a Lluis Llach también le interesa el sexo. Pues bien, si quiere le vamos a dar sexo a Mas, le vamos a dar látigo en esta campaña", me ha creado una imagen visual entre el Mesías de la Coleta y el burgués Mas que he tenido que desterrar rápidamente con una inmersión por Internet en un capítulo de "Perdidos", para evitar tener pesadillas nocturnas de las que te despiertan gritando horrorizado y cubierto de sudor fío. 

En cualquier caso, y dado que Pablito parece obsesionado por las "delicias" del BDSM y otras parafilias, le recomiendo este kit de juegos que acabo de encontrar en la red y que tiene el color corporativo de los podeminis.




15 de septiembre de 2015

ESTADOS UNIDOS SOPESA SU NUEVA ESTRATEGIA ANTE RUSIA Y CHINA

Alfredo Jalife-Rahme. alfredojalife.com

Conforme el poder global gira hacia la multipolaridad,en EU,tanto el portal The National Interest como el think tank RAND Corp.—que los rusos rastrean muy de cerca—sopesan cuál es su nuevo papel frente a la resurrección militar de Rusia y el ascenso geoeconómico irresistible de China.

En su número bimestral septiembre-octubre/2015 The National Interest pregunta cual es “el propósito del poder estadunidense" (http://goo.gl/3dOpau),que incluye una relevante entrevista con Henry Kissinger, quien forma parte de su consejo editorial.

Por su parte, RAND Corp. aborda los avatares de EU frente al despliegue del “nuevo orden global” y juzga que “todo cambió en unos pocos días confusos en febrero del 2014 cuando los soldados rusos en uniforme sin marca se deslizaron (sic) al territorio ucraniano de Crimea capturándolo prácticamente sin disparos”.

Aquí lo relevante no subsiste en la distorsión obscena de los hechos sino en que la reincorporación de la estratégica península de Crimea a su madre patria (en)marque para los sesgados analistas de RAND el fin del caduco orden global al reconocer que “Rusia es todavía (sic) una fuerza que tiene que ser reconocida” cuando cunde la paranoia estadunidense sobre “el mundo en que se vive: con amenazas que pueden venir de cualquier lado en cualquier momento”.

Un equipo de expertos de la RAND desarrolló un manual de estrategias para enfrentar los nuevos desafíos con el objetivo nodal de “preservar el orden internacional frente a la amplia gama de desorden”.

Mediante su “Proyecto Re-Pensar" (sic) Estratégico(http://goo.gl/iV3VPf), Rand explora importantes asuntos estratégicos y la ruta de EU en un “mundo turbulento”, lo cual parece más determinista que determinado.

Sobresalen “tres regiones críticas”: Medio-Oriente, Europa y Asia Oriental, pero llama la atención su formulación de que “EU no confronta una amenaza existencial”, sino que “más bien confronta una gama inusualmente amplia y diversa de desafíos”.

¿No será que EU facilita, para no decir promueve, el caos global en las 3 citadas “regiones críticas” que coincidentemente afectan e infectan a sus competidores geoeconómicos y geopolíticos: la Unión Europea(UE), Rusia y China?

Estos tres teatros de guerra curiosamente se escenifican lejos de las fronteras de EU y cerca de los límites de Rusia y China.

Pareciera que EU, en medio del caos global, se pertrecha, agazapa y encapsula en las zonas de fractales: zonas de orden dentro del desorden, de acuerdo a la Teoría del Caos.
¿Se define EU como la zona fractal dentro del caos global?

La exploración estratégica de RAND es muy ambiciosa. En un primer volumen aborda las “elecciones para EU en un mundo turbulento” (http://goo.gl/MTqu2V), a cargo del embajador James Dobbins (http://goo.gl/DgSyKi) .

Vendrán otros volúmenes que enfocarán defensa; estrategia económica internacional; anticipación a estrategias de sorpresa; el mejor uso del espionaje; la reforma del sistema de la toma de decisiones de la Seguridad Nacional; y el manejo de las relaciones complejas de EU con sus aliados y socios.

Entre los hallazgos principales destaca la obsesión de que “Rusia resurgió como un Estado agresor” (sic).

En lugar de aceptar la nueva realidad—Rusia como una superpotencia indispensable para el nuevo orden global—, los expertos de RAND prefieren regresar a sus nostálgicas posturas de la guerra fría y, peor aún, a la intolerable humillación a Rusia, como en la fase corta de la unipolaridad estadunidense cuando el “oso ruso” aún no trazaba sus nuevas líneas rojas del siglo 21.

Rand matiza: “Rusia se conduce mal (sic), pero nada en la escala de la anterior URSS” y sentencia que “China se ha vuelto más represiva adentro y más segura afuera”, sin tomar en cuenta los factores exógenos y endógenos.

Los temas de Al-Qaeda, cambio climático y el Ébola son variaciones del mismo tema que ha manejado Obama.

Un frente que preocupa a RAND es el “ciberespacio” que “ha emergido como un nuevo campo de batalla (sic) entre las fuerzas del orden y el desorden”.

Se subentiende que las “fuerzas del orden” están representadas por EU y su caduco orden unipolar, mientras que las “fuerzas del desorden” están simbolizadas por Rusia y China quienes anhelan un nuevo orden global de corte multipolar más equitativo.

RAND se refocila en el caos: “los pasados pocos años han sido un recordatorio que la estabilidad no es el estado natural del ambiente internacional, que la paz no se auto-perpetua y que regiones enteras pueden descender súbitamente en la anarquía”.

Queda claro: sin la dirección unipolar de EU, se genera la anarquía.

Rand fustiga que se ha exagerado el “desastre”, que “el orden internacional se está desintegrando” y que la “capacidad de EU para liderar se desvanece”.
En el ámbito económico, RAND pondera, en caso de una conclusión feliz del TPP y el TTIP, “si se debe incluir o excluir a China”.

China constituye su enigma de Hamlet: acomodarla o competir con ella en las nuevas estructuras financieras multilaterales (Léase: el nuevo banco chino AIIB).

Sobre Rusia preguntan qué “tan lejos se debe ir aislándole y penalizándole, dada la necesidad para su cooperación en otros ámbitos”, a la par de desplegar o no “fuerzas adicionales de EU en (sic) o cerca de los países Bálticos para disuadir o derrotar cualquier movimiento ruso contra los aliados de la OTAN”.

Sobresale la viabilidad de “buscar una Ucrania unida, pero neutral”.
Sus “recomendaciones”: EU, la “máxima potencia mundial, debe continuar a tomar el liderazgo para sostener (sic) y extender las reglas basadas en el orden internacional” y “debe promover el desarrollo de nuevas (sic) normas en dominios donde todavía no existen como el manejo cibernético y del clima”.

Pese al caos global —“caos en el Medio Oriente, intervención de Rusia en Estados vecinos, la asertividad china en el Mar del Sur de China, cambio climático y el declive en la prontitud militar de EU”—, RAND juzga que el “mundo no se está cayendo” y que “tales dificultades no están lejos de la habilidad de EU para manejar” y que incluso “eras previas habían visto mayores cambios en el balance global del poder que los de hoy”.

Destaca el liderazgo que debe ejercer EU en “un ambiente geopolítico turbulento”, pero RAND no formula cuál debe ser el papel de Rusia, China y lo que quede de la UE.

A mi juicio, el caos global imperante se debe al declive de EU, concomitante a la decepcionante actuación de la UE—que no supo imponer su anhelada autonomía—y a la “asociación estratégica” de Rusia y EU.

Quizá el máximo error de la UE fue haberse alineado pusilánimemente al unilateralismo insostenible de EU, una superpotencia declinante, al confrontar insensatamente a Rusia, la máxima superpotencia nuclear euroasiática. 

El principal error geoestratégico de EU, que no supo acomodarse a la nueva realidad del nuevo orden tripolar, fue haber empujado a Rusia a los brazos de China cuando la UE sufre un profundo deterioro político que puede llevar a su implosión.

14 de septiembre de 2015

AHORA QUE LA VERDAD EMERGE: CÓMO EEUU ALIMENTÓ EL ASCENSO DEL ISIS EN SIRIA E IRAQ

Seumas Milne. The Guardian

La guerra contra el terrorismo, aquella campaña sin fin puesta en marcha hace 14 años por George Bush, se está enredando en sí misma con contorsiones cada vez más grotescas. El lunes (01.06.2015) el juicio en Londres a un hombre sueco, Bherlin Gildo, acusado de terrorismo en Siria, se vino abajo tras quedar claro que los servicios de inteligencia británicos habían estado armando a los mismos grupos rebeldes a los que el encausado estaba acusado de apoyar.

La fiscalía abandonó el caso, al parecer para evitarle el bochorno a los servicios de inteligencia. La defensa argumentó que seguir adelante con el juicio habría sido una “afrenta a la justicia”, cuando resulta que había evidencia abundante de que el Estado británico había proporcionando “amplio apoyo” a la oposición siria armada.

[Ese apoyo] no sólo incluyó la “ayuda no letal”, de la cual se estuvo jactando el gobierno (incluía chalecos antibalas y vehículos militares), sino entrenamiento, apoyo logístico y suministros secreto de “armas a escala masiva”. Los informes mencionaban que el MI6 había cooperado con laCIA en una ruta “ratline” para la transferencia de armas de los arsenales libios a los rebeldes sirios en 2012, tras la caída del régimen de Gadafi.

Queda claro que el absurdo de enviar a alguien a la cárcel por hacer lo que los ministros y sus cargos de seguridad era ya demasiado.

Pero ese es sólo el último de una serie de casos similares. Menos afortunado fue un taxista de Londres, Anis Sardar, quien fue condenado a cadena perpetua hace quince días por haber participado en 2007 en la resistencia a la ocupación de Iraq por las fuerzas estadounidenses y británicas. La oposición armada a la invasión y ocupación ilegal claramente no constituye terrorismo o asesinato en la mayoría de las definiciones, incluyendo la Convención de Ginebra.

Pero lo que es o no es terrorismo depende ahora del ojo de quien mira. Y en ninguna parte eso es más cierto que en Oriente Medio, donde los terroristas de hoy son los combatientes contra la tiranía del mañana – y los aliados pasan a ser enemigos – a menudo por el desconcertante capricho de un político occidental en una conferencia telefónica.

En el último año, los Estados Unidos, Gran Bretaña y otras fuerzas occidentales han vuelto a Iraq, supuestamente por la causa de destruir al grupo terrorista hiper-sectario ‘Estado Islámico’ [ISIS] (anteriormente al-Qaida en Iraq). Esto ocurrió después de que el ISIS invadiera enormes trozos de territorio iraquí y sirio, y se auto-proclamara como califato islámico.

La campaña no va bien. El mes pasado, ISIS se expandió en la ciudad iraquí de Ramadi, mientras que en el otro lado de la frontera ahora inexistente sus fuerzas conquistaron la ciudad siria de Palmira. La franquicia oficial de Al-Qaeda, el Frente al-Nusra, también ha estado haciendo avances en Siria.

Algunos iraquíes se quejan de que los EE.UU. estaban sentados cruzados de mientras pasaba todo esto. Los estadounidenses insisten en que están tratando de evitar víctimas civiles, y reivindican éxitos significativos. En privado, los altos cargos afirman que no quieren ser vistos machacando bastiones sunitas en una guerra sectaria y arriesgarse a que sus aliados sunitas del Golfo se disgusten.

Un revelador rayo de luz, sobre cómo hemos llegado a esto, lo ha arrojado un informe secreto de la inteligencia estadounidenserecientemente desclasificado, escrito en agosto de 2012, y que predice de forma sorprendente – y efectivamente da la bienvenida – la perspectiva de un “principado salafista” en el Este de Siria, y un estado islámico controlado por al-Qaeda en Siria e Iraq. En marcado contraste con las afirmaciones occidentales del momento, el documento de la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa) identifica a ‘Al-Qaeda en Iraq’ (antes de convertirse en ISIS) y otros salafistas próximos como los “principales fuerzas que impulsan la insurgencia en Siria” – y afirma que “los países occidentales, los estados del Golfo y Turquía” estaban apoyando los esfuerzos de la oposición para tomar el control del Este de Siria.

Plantear la “posibilidad de establecer un principado Salafista declarado o no declarado”, prosigue el informe del Pentágono, “eso es exactamente lo que los poderes que apoyan a la oposición quieren, con el fin de aislar el régimen sirio, al que se considera la reserva estratégica de la expansión chií (Iraq e Irán)”.

Y exactamente eso es lo que sucedió dos años después. El informe no es un documento sobre políticas. Está redactado con censura y hay ambigüedades en el lenguaje. Pero las implicaciones son lo suficientemente claras. A un año de la rebelión siria, los EE.UU. y sus aliados no solamente estaban apoyando y armando a una oposición que sabían dominada por grupos sectarios extremistas; estaban dispuestos a ver como aceptable la creación de una especie de “estado islámico” – a pesar del “grave peligro” para la unidad de Iraq – a modo de zona colchón [buffer zone] sunita para debilitar a Siria.

Eso no significa que los EE.UU. hayan creado al ISIS, por supuesto, aunque algunos de sus aliados del Golfo sin duda jugaron un papel en ello – como reconoció el año pasado el vicepresidente de Estados Unidos, JoeBiden. Pero no había ‘al-Qaeda en Iraq’ hasta que los EE.UU. y Gran Bretaña llevaron a cabo su invasión. Y los EE.UU. ciertamente han aprovechado la existencia de ISIS contra otras fuerzas en la región como parte de una campaña más amplia para mantener el control occidental.

El cálculo cambió cuando ISIS comenzó a decapitar occidentales y a publicar atrocidades on-line, y los estados del Golfo están ahora respaldando a otros grupos en la guerra siria, como el Frente Nusra. Pero este hábito estadounidense y occidental de juguetear con grupos yihadistas, que luego vuelven para morderlos, se remonta al menos a la guerra de 1980 contra la Unión Soviética en Afganistán, que fomentó el al-Qaida original bajo la tutela de la CIA.

Ese hábito fue recalibrado durante la ocupación de Iraq, cuando las fuerzas estadounidenses liderados por el general Petraeus patrocinaron una guerra sucia, al estilo de la guerra sucia de los escuadronesde la muerte en El Salvador, para debilitar la resistencia iraquí. Y se repitió en 2011 en la guerra orquestada por la OTAN en Libia, donde ISIS la semana pasada tomó el control de Sirte, ciudad natal de Gadafi.

En realidad, la política de Estados Unidos y occidental en la conflagración que es ahora Oriente Medio está basada en clásico modelo imperial del ‘divide y vencerás’. Las fuerzas estadounidenses bombardean a unos grupos de rebeldes mientras apoyan a otros en Siria, y montan lo que de hecho son operaciones militares conjuntas con Irán contra ISIS en Iraq, mientras que dan apoyo a la campaña militar de Arabia Saudí contra las fuerzas hutíes respaldados por Irán en Yemen. Tan confusa como pueda parecer a menudo la política de Estados Unidos, unas debilitadas y divididas Iraq y Siria se adaptan a semejante enfoque a la perfección.

Lo que está claro es que al ISIS, y sus monstruosidades, no será derrotado por los mismos poderes que lo trajeron a Iraq y Siria en primer lugar, o cuyas decisiones militares, públicas o encubiertas, lo han fomentado en los años posteriores. Las intervenciones militares occidentales sin fin en el Oriente Medio solamente han traído destrucción y división. Es la gente de la región quienes pueden curar esta enfermedad – no los que incubaron el virus.

CONVOCATORIA POR UN ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA




La audiencia a la que va dirigida este texto no necesita que aportemos un repaso retrospectivo de los orígenes de la crisis económica. Tampoco buscan soluciones a ella en recetas keynesianas o en la vuelta a unos tiempos idílicos de capitalismo “amable”. Baste decir que escribimos para aquellos que saben que el problema es el capitalismo y que su solución exige su derribo y la construcción de una sociedad socialista.

Sin embargo, si el contexto económico no requiere de aclaraciones especiales, sí vemos necesario precisar la visión del contexto político que nos lleva a ponernos manos a la obra.

El estallido de la última crisis ha derrumbado en Europa los últimos restos del espejismo de Estado del Bienestar que inició su desmonte en los años 70. En los países del sur hemos vivido el problema con mayor intensidad al no partir de los mismos niveles de desarrollo que los del norte. La pérdida de la ilusión de ser (o llegar a ser) clase media y de que los hijos vivirán mejor que los padres desubica, a la vez que “indigna”, a amplias capas de la sociedad que no encuentran un sentido político en el que encajar su futuro.

El riesgo de que la mayoría de esos sectores tomase conciencia de su ubicación real en la estructura social y se reconociera a sí misma como clase trabajadora fue rápidamente atajado por el sistema. En algunos países ha bastado con la irrupción de la “tecnocracia”. En otros países con una tradición más combativa y con resistencias recientes más firmes eso no era suficiente: ocuparon el espacio con actores nuevos que arrastraron a los desubicados a un redil controlable. Tanto en Grecia como en España se puso en marcha el mismo mecanismo: la creación de formaciones populistas y ciudadanistas, que renuncian a la ideología, que niegan la clase, que afirman que el capitalismo puede funcionar si se le hacen unos ajustes, que hacen de la “democracia” una solución fetiche en sí misma.

Es hora de desenmascarar el mito de una clase media no patrimonial, ni propietaria de empresas o negocios, y que cree no ser trabajadora sólo porque unos sueldos más elevados que la media les permitieron acceder durante los años de crecimiento económico a unos niveles de consumo superiores al resto de asalariados. Esa falacia se cae cuando la crisis capitalista les ha resituado en un descenso de niveles de vida, han perdido sus puestos de trabajo o se han enfrentado a la abolición de muchos de sus derechos laborales. Pero es necesario dar, más allá de la testarudez de los hechos, la batalla ideológica por explicar cuál es la auténtica naturaleza de la relación capital-trabajo.



La lucha frente a esta maniobra no ha sido firme sino muy débil en lo ideológico y reformista en lo político. Las organizaciones de la izquierda institucional se han limitado durante décadas a denunciar las políticas del gobierno de turno, proponiéndose como alternativas gestoras de unas tímidas reformas que aliviasen las condiciones de sobreexplotación y prometiendo una salida progresista de la crisis. Nada que rompiese con los límites de la legalidad del sistema político y económico.

Tampoco las diversas organizaciones comunistas revolucionarias, algunas de largo recorrido, han logrado conformarse en espacios de aglutinación de nuestra clase y de respuesta al capital. Cuentan con unos militantes imprescindibles, pero no consiguen la capacidad de crecimiento y acumulación de fuerzas que el momento demanda.

En esta situación, cuando los marxistas deberíamos haber conquistado una posición clave en las aspiraciones y la confianza de los desposeídos, nuestra situación es muy débil: no tenemos respuesta coordinada, no tenemos voz para llevarla a la calle y ni siquiera tenemos unidad de acción para superar esta situación. En unos pocos años, paradójicamente cuando más necesario es, el marxismo puede quedar fuera de la experiencia vital de las nuevas generaciones de jóvenes.



Estamos convencidos de que en estos momentos hay gran cantidad de personas de identidad comunista que han abandonado las organizaciones en las que ya no creen sin por ello renunciar a sus convicciones. Marxistas que se niegan a continuar tapándose la nariz para participar en proyectos que ven vacíos de antemano. Exmilitantes con la suficiente formación y sentido crítico como para sentirse incómodos en asambleas en las que todo se está constantemente comenzando de cero y en las que se huye de la más mínima organización que multiplique las fuerzas y dote de estrategia a la lucha.

Creemos que juntos somos mucho más de lo que imaginamos. Por eso nos animamos a escribir este llamamiento. Partimos de la confianza en el compromiso de quienes nos negamos a aceptar como horizonte la falsedad de un “capitalismo de rostro humano”, desmentido por la cotidiana realidad en cada minuto de nuestras vidas, y que aspiramos a una sociedad emancipada de la opresión de clase.

Confiamos también en su sentido de la responsabilidad para continuar el combate. Nuestra unidad es necesaria para movilizar a los trabajadores en la búsqueda de la alternativa al capitalismo.

Llamamos a todas aquellas personas, colectivos y organizaciones que saben que la salida de esta situación no está en limar las aristas del capital, sino en acabar con él; es decir, en la lucha por una sociedad sin explotadores ni explotados, en la lucha por una sociedad socialista. Planteamos la necesidad de una herramienta colectiva que nos permita la unidad de acción y un debate sobre las bases del marxismo, entendido éste en un sentido amplio que incorpore las aportaciones del leninismo y de otras corrientes que han enriquecido la teoría de la praxis.

No pretendemos hacer discursos grandilocuentes, estamos convencidos de la responsabilidad que afrontamos todos y todas. Proponemos ya un primer paso. Tenemos la necesidad de un espacio de encuentro común, en el que se puedan sentir cómodos todos los comunistas, tanto los que provienen de organizaciones como los que no. Será necesaria una buena dosis de generosidad, actitud y mente abiertas y voluntad unitaria para echar abajo los muros que aparentemente nos separan; unos obstáculos que muchas veces han sido erigidos por nosotros mismos. Debemos dejar respirar al marxismo como teoría viva y transformadora para que refuerce su condición de terreno fértil en el que se promueve el debate, la reflexión y la práctica, sin llaves secretas que dan la razón a unos elegidos. Un lugar donde analizar entre camaradas la nueva realidad, en el que la teoría dé respuesta a la lucha y sus formas y en el que construir la unidad de acción necesaria para alcanzar el éxito. Un espacio que, desde su nacimiento, se sepa parte de la lucha internacional contra el capital.

Ratificamos como una sola voz las últimas palabras de Rosa Luxemburgo:


“¡YO FUI, YO SOY, YO SERÉ!”


Convocatoria del encuentro:

SÁBADO, 26 DE SEPTIEMBRE, 11:30 A 14 HORAS. C.A.U.M. C/ ATOCHA, 20 – 1º IZDA. (Madrid)


Puedes descargar el llamamiento aquí.


13 de septiembre de 2015

ALGUNAS CUESTIONES SOBRE LEOPOLDO LÓPEZ Y SU JUICIO

Franco Vielma. La Haine

López es hoy, probablemente, el único hijo favorito de la burguesía local que ha sido sentenciado por la justicia venezolana en tiempos recientes

Durante los actos del 12 de febrero de 2014, y que dieron inicio a las guarimbas en Venezuela ante la vista de todo el país, Leopoldo López Mendoza convocó a sus seguidores a lo que siempre estuvo lejos de ser una reacción espontánea de la población de la clase media del país contra el Gobierno venezolano.

Las guarimbas se impusieron como imperio de terror, asesinando indiscriminadamente, amurallando y confinando a miles de familias detrás de barricadas en urbanizaciones en varias ciudades del país. Pero los hechos concretos por los que López Mendoza fue juzgado, fueron aquellos que dieron cuenta de su actuación pública y notoria en la instigación a la violencia, que devino en el ataque contra la sede del Ministerio Público y quienes allí se encontraban antes de su incendio.

Al respecto, los fiscales, durante 70 audiencias de juicio y mediante 108 órganos de prueba evacuados, dejaron en evidencia la instigación que López tuvo sobre sus partidarios, acción que desató la “euforia negativa en sus simpatizantes” y que conllevó al ataque contra la sede principal del Ministerio Público. Tal acción generó pánico a más de 800 trabajadores y sus hijos, quienes se encontraban en el edificio.

Algunas cuestiones sobre Leopoldo López y su juicio
Leopoldo López Mendoza contó para su defensa con el pool de abogados criminalistas mejor pagados de Venezuela. No podía ser de otra manera tratándose de un verdadero burgués con pedigrí, cosa que dista mucho de la imagen que se le pretendió hacer durante su juicio, de “preso político” y “perseguido”. Nunca, en ningún juicio contra los verdaderos presos políticos que hay en cárceles de EEUU, se ha visto que estos acusados hayan sido objeto de rigurosas y supercostosas defensas de la mano de los abogados más caros de ese país.

No es para menos. Leopoldo López Mendoza es en esencia el único verdadero hijo de ricos juzgado en Venezuela en años recientes, para no decir que es el único que ha sido juzgado en la historia de Venezuela luego de la Guerra Federal, pues, excluyendo a algunos ricos corruptos juzgados en el siglo XX, López es quizás el único aristócrata con una larga línea ascendente de riqueza y poder que pagará un crimen ante la justicia.

Sobrino-nieto del viejo Eugenio Mendoza, empresario acaudaladísimo que fue dueño de la Cargill, dueño de constructoras contratistas que en la era adeca hicieron una fortuna inmensa con negocios con el Gobierno. A lo largo del país hay urbanizaciones llamadas “Fundación Mendoza”, que eran urbanismos privados para la clase media construidos por la empresa de esta familia. El viejo Eugenio también fue dueño del Banco La Guaira, Venepal y la cementera Vencemos.

Esta familia es de la misma casta de los Mendoza de la Polar, quienes provienen de la línea del viejo Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury, el abuelo del actual Lorenzo Mendoza que hoy dirige la Polar, familia de Leopoldo. La mamá de Leopoldo, Antonieta Mendoza, fue ex directora de Pdvsa, y fue quien corruptamente financió desde ahí el nacimiento del partido Primero Justicia.

Gran parte de la fortuna familiar del viejo Eugenio fue expoliada o extraída del país por esa familia, pues grandes empresas como Cargill y Vencemos pasaron a manos de consorcios transnacionales luego de ser vendidas o, en su defecto, las compró a sobreprecio el mismo Estado venezolano en la era adeca, para luego privatizarlas a precio de gallina flaca.

Leopoldo López Mendoza fue defendido, entre otros, por el abogado Juan Carlos Gutiérrez, quien adquiriera notoriedad por ser el defensor del Hannibal Lecter venezolano, el violador y asesino, profesor, político y excandidato presidencial, el psiquiatra Edmundo Chirinos, durante su juicio por el asesinato de la estudiante Roxana Vargas.

Hagamos un alto acá para una reflexión. Básicamente, la “lógica” del derecho y del legítimo derecho a la defensa se basa en el juego de que, valiéndose casi de cualquier artimaña viable legalmente, un abogado puede virtualmente torcerle el brazo a la justicia para colocar a asesinos y criminales en las calles. En eso consiste el cinismo de la abogacía, plagada de profesionales tremendamente ambiciosos. Es la misma lógica que hace que un abogado reciba dinero de un Pablo Escobar para que le defienda y éste sea absuelto de culpas.

En el mundo del derecho, un abogado “exitoso” sería catalogado como tal por ser capaz de colocar en las calles a Charles Manson. Y esa “lógica” muy bien pagada fue la que inspiró al abogado de Edmundo Chirinos a defender a Leopoldo López Mendoza. En ese mundo del seudoprofesionalismo por la “justicia” no se trata de que los victimarios respondan ante la justicia y ante sus víctimas, se trata de que sean absueltos a como dé lugar.

En el año 2008 mientras se le hacía el juicio a Edmundo Chirinos, Gutiérrez fue riguroso en la dilación del caso mediante diferimientos del mismo, la desestimación de hallazgos forenses, la desestimación de testigos informantes y hasta la desestimación de la legitimidad del diario de Roxana Vargas, la estudiante asesinada, donde reseñó su relación sentimental con quien terminó siendo su verdugo. Al encontrarse todos los elementos de prueba, Chirinos fue sentenciado a 20 años de cárcel y luego Gutiérrez conseguiría el beneficio de casa por cárcel para Chirinos, quien moriría poco tiempo después.

Así funciona la antilógica de la “justicia” penal. Para los defensores, se trata de hacer lucir lo que es como lo que no es. El juicio contra Leopoldo López se extendió más de lo esperado, asumiendo que la defensa se basó en una estrategia de desgaste contra varios testigos presenciales y expertos durante más de un año. Hubo testigos expertos, semiólogos, quienes se encargaron de realizar peritajes al discurso y tuits de Leopoldo López antes y durante los eventos del 12 de febrero de 2014, concluyendo mediante sus investigaciones, debidamente respaldadas, que Leopoldo López instigó a la violencia y que ante el país participó en un concierto público que se tradujo en el ataque violento a un edificio y a personas que se encontraban dentro.

Las rondas de preguntas de la defensa fueron maratónicas, duraron de 11 a 14 horas, hasta horas de la madrugada. Consistían en preguntas reiteradas, tendenciosas y rigurosas contra los peritos, intentando producir inconsistencias en sus comentarios y en sus informes.

Leopoldo López Mendoza, quien es abogado, participó activamente en su defensa. Interrogó, amedrentó y hasta intimidó a los testigos expertos y presenciales de lo ocurrido el 12 de febrero de 2014. López empleó técnicas de desgaste psicológico contra varios testigos, planteando situaciones hipotéticas en las que él sería Presidente de la República y que, en ese escenario, los testigos podrían ser objeto de demandas y acciones legales, por actuar en un juicio contra su persona, pues, según López, estos testigos se han valido de su perfil profesional para manchar su nombre en un juicio. Básicamente, López y sus abogados intentaron hacer inhibir a varios testigos.

Por otro lado, la parte de la Fiscalía en el caso sufrió ataques de diversa índole puertas afuera de los tribunales. Amedrentamiento, llamadas anónimas, amenazas a ellos y a sus familiares. Estos abogados acusadores se vieron obligados al confinamiento y a la protección del Estado, entendiendo que lidiaban contra la amenaza potencial de factores de la derecha fascista venezolana, demostradamente asesina y criminal.

No olvidemos lo revelado por Diosdado Cabello al iniciarse la etapa final del juicio a López, quien declaró ante los funcionarios públicos [que López había dicho]: “Cuando sea presidente ya verán”.

¿Víctima o victimario?
El juicio de López desnudó paradojas tremendas, ya que mediáticamente se presentaba como un “juicio político”, siendo en realidad una de las más duras batallas legales que ha ganado el poder público contra factores históricamente intocables de Venezuela. Básicamente, unos fiscales asalariados del Estado han logrado demostrar lo evidente, frente a la defensa privada más costosa de Venezuela: Leopoldo López Mendoza cometió crímenes frente a los ojos del país, ha sido juzgado y sentenciado. Es este un hecho inédito en la historia del sistema penal venezolano.

López Mendoza ha sido inscrito en la historia venezolana como un episodio espantoso, que bajo ninguna circunstancia debe reeditarse, y he ahí que la batalla por la justicia y la verdad ya no tendrá lugar en los tribunales, sino que volverá a la calle hecha debate nacional. En la oposición los llamados son ya a la violencia. El juicio y la sentencia, ya son un escenario de confrontación real de la política, es cuerpo de dos discursos nacionales que se contraponen. No hay que permitirle a los violentos que impongan su juego de la pseudopolítica. La justicia ha hablado, con imparcialidad, con autonomía, con transparencia y con severidad, pese a las más estruendosas presiones políticas y económicas nacionales e internacionales. La justicia se ha impuesto, pese a la presión del fascismo y sus matones. La pena contra López Mendoza es proporcional y exacta a la característica de sus crímenes. Se ha hecho justicia.

Enhorabuena para las víctimas de las guarimbas, Leopoldo López Mendoza es culpable y ha sido sentenciado: ¡Basta de impunidad!

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Mientras tanto Pablo Pablito Pablete, Mesías de los podemitas, sale en defensa del inductor al asesinato de venezolanos, Leopoldo López


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