7 de septiembre de 2016

LA CIA QUIERE MANIPULAR LAS REDES SOCIALES

Movimientopolíticoderesistencia

En 1999 la CIA creó In-Q-Tel un fondo de capital riesgo para invertir en empresas recién creadas de carácter tecnológico, para fomentar el espionaje en la red. A pesar de que el dinero que In-Q-Tel invierte es público, es decir, de los contribuyentes, su funcionamiento es totalmente opaco. Desde su creación, el fondo de la CIA invirtió en 324 empresas, 100 de las cuales permanecen en secreto. Según una investigación del Wall Street Journal, en 2014 el fondo recibió 93,9 millones de dólares para invertir. In-Q-Tel no sólo recibe dinero de la CIA, sino también de la NSA, el FBI y el Departamento de Defensa. Los productos que crean las empresas financiadas por la CIA, están orientados en gran medida a la vigilancia masiva y al control social.

Entre las empresas que reciben fondos de In-Q-Tel, el foco de la investigación se dirige hacia la extracción de datos de las redes sociales y la vigilancia. Hay varias empresas de tecnología que se dedican al trabajo en este área, como Dataminr, Geofeedia, Pathar y TransVoy.

Esas cuatro empresas, que proporcionan herramientas únicas para explotar los datos desde plataformas como Twitter, fueron presentados en una conferencia de dirigentes el pasado febrero en San José auspiciada por el Fondo, junto con otras empresas de la cartera de In-Q-Tel.

Las inversiones reflejan un aumento del interés de la CIA por el control de las redes sociales. En septiembre pasado, David Cohen, el segundo funcionario de más alto rango de la CIA, habló largo y tendido en la Universidad de Cornell sobre una letanía de desafíos derivados de los nuevos medios; el “sofisticado uso de Twitter y otras plataformas de medios sociales por parte del Califato Islámico es un ejemplo perfecto del uso malintencionado de estas tecnologías” dijo.

Las redes sociales también ofrecen una gran cantidad de trabajo de inteligencia potencial; Cohen señaló que los mensajes de Twitter desde el Califato Islámico han proporcionado información útil. “Los Tweets del Califato Islámico y otros mensajes en los medios sociales que dan a conocer sus actividades a menudo producen información que, sumada, proporciona una valiosa y real información de inteligencia”, dijo.

La última ronda de inversiones de In-Q-Tel muestra que la modernización de la CIA ha superado a Silicon Valley con el establecimiento de una nueva sección, la Dirección de Innovación Digital, que tiene la tarea de desarrollar e implementar soluciones de vanguardia mediante la participación directa del sector privado. La Dirección está trabajando estrechamente con In-Q-Tel para integrar la última tecnología en las capacidades de inteligencia de la Agencia.

Dataminr permite visualizar una corriente de datos de Twitter y detectar rápidamente tendencias de opinión sobre las fuerzas del orden y cuerpos de defensa, en medio de otros clientes.

Geofeedia se especializa en la recolección de las etiquetas geográficas de mensajes de los medios sociales, desde plataformas como Twitter e Instagram, para monitorizar sucesos de mayor relevancia en tiempo real. La empresa, que cuenta con decenas de organismos públicos locales como clientes, comercializa su capacidad para realizar un seguimiento de las protestas de militantes en nombre de intereses empresariales y de la policía.

El producto de Pathar, Dunami, es utilizado por la Oficina Federal de Investigaciones de “explotación” de Twitter, Facebook, Instagram y otras redes sociales “para determinar las redes de asociación, centros de influencia y posibles signos de radicalización”, según una investigación realizada de Reveal.

TransVoyant, fundada por Dennis Groseclose, ex vicepresidente de Lockheed Martin, ofrece un servicio similar mediante el análisis de múltiples puntos de datos para los llamados tomadores de decisiones. La empresa promociona su capacidad para vigilar Twitter para detectar bandas de incidentes y amenazas en las publicaciones. Un equipo de TransVoyant ha trabajado con los militares Estados Unidos en Afganistán para integrar datos procedentes de satélites, radares, aviones de reconocimiento y drones.

Heather Crotty, el director de marketing de TransVoyant, reconoció tener una inversión de In-Q-Tel, pero no aclaró el alcance de la relación. In-Q-Tel “no permite conocer las condiciones financieras de sus inversiones”, dijo Crotty.

Carrie A. Sessine, el vicepresidente de asuntos externos de In-Q-Tel, también se negó a una entrevista porque el fondo “no participa en las entrevistas ni da información a los medios de comunicación”.

Durante la última década In-Q-Tel ha realizado una serie de inversiones públicas en las empresas que se especializan en el escaneo de grandes bases de datos en línea. En 2009 el fondo se asoció con Visible Technologies, especializada en la gestión de la reputación en internet mediante la identificación de la influencia de los autores de “positivos” y “negativos” sobre una serie de plataformas para un tema determinado. Y hace seis años, In-Q-Tel formó una asociación con NetBase -otra empresa de análisis de las redes sociales que promociona su capacidad de escanear “miles de millones de fuentes de información pública y privada en línea”- y Recorded Future, una empresa que monitorea la web para predecir eventos en el futuro.

Bruce Lund, un alto miembro del personal técnico de In-Q-Tel, señaló en un documento de 2012 que “el seguimiento de las redes sociales” es cada vez más importante para las instituciones gubernamentales que tratan de mantener un registro de “erupción de movimientos políticos, crisis, epidemias y desastres, por no hablar de las tendencias mundiales generales”.

La reciente ola de inversiones en empresas relacionadas con las redes sociales sugiere que la CIA ha convertido en una prioridad la tendencia a hacer acopio de datos en línea generados por los usuarios.

Además de sus inversiones en empresas de nueva creación, In-Q-Tel también ha desarrollado un laboratorio especial de tecnología en Silicon Valley, llamado Lab41, para proporcionar herramientas al espionaje para conectar los puntos en grandes bases de datos.

En febrero Lab41 publicó un artículo donde planteaba las formas en que la ubicación de un usuario de Twitter se podía predecir con cierto grado de seguridad a través de la ubicación de sus amigos. En Github, un sitio web de código abierto para los desarrolladores, Lab41 actualmente tiene un proyecto para determinar la viabilidad del uso de estructuras de inteligencia artificial para clasificar el sentimiento positivo, negativo o neutro de mensajes de Twitter hacia un tema específico.

La recogida de información de inteligencia sobre adversarios extranjeros tiene beneficios potenciales para la lucha contra el terrorismo, pero la tecnología de vigilancia de la CIA también se utiliza para la aplicación de la leyes internas y por el sector privado para espiar a los grupos militantes.

Palantir, una de las primeras inversiones de In-Q-Tel en el análisis de redes sociales, fue expuesta en 2011 por el grupo de piratas LulzSec por estar en la negociación de una propuesta para realizar un seguimiento de militantes sindicales y otros críticos con la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el mayor grupo de presión empresarial de Washington. La empresa, ahora famosa por ser un “unicornio de la tecnología” –un término para las nuevas empresas que alcanzan una valoración superior a 1.000 millones– se distanció del plan después de que se filtraran los correos electrónicos de la empresa HBGary Federal, hoy desaparecida.

Sin embargo, otras empresas respaldadas por In-Q-Tel están adoptando abiertamente estas prácticas. Geofeedia, por ejemplo, promueve investigaciones sobre los militantes de Greenpeace, manifestaciones de estudiantes, defensores del salario mínimo y otros movimientos políticos. Los departamentos de policía de Oakland, Chicago, Detroit y otros municipios importantes han contratado a Geofeedia, así como empresas privadas tales como el Mall of America y McDonald.

Lee Guthman, un ejecutivo de Geofeedia, reconoció al periodista John Knefel que su empresa es capaz de predecir el potencial de violencia en las protestas Black Lives Matter mediante el uso de la ubicación y el sentimiento de los tuits. Guthman dijo que la tecnología podía estimar el sentimiento poniendo “puntos positivos y negativos” a ciertas frases y midiendo la “proximidad de las palabras a ciertas palabras”.

Los defensores de la intimidad, sin embargo, han expresado su preocupación por este tipo de clasificaciones automatizadas. “Cuando hay empresas privadas decidiendo qué algoritmos dan un denominado índice de amenaza, o hacen que una persona sea sospechosa, obviamente hay posibilidades de convertir en objetivos [del gobierno] a personas en base a sus puntos de vista, o incluso por su raza o la religión”, dijo Lee Rowland, un abogado dirigente de la Unión Americana de Libertades Civiles.

Añadió que existe una peligrosa tendencia en el gobierno a depender de las empresas de tecnología para “construir listados masivos de personas”.

6 de septiembre de 2016

QUÉ FÁCIL SERÍA TODO SI RAJOY TUVIESE TODA LA CULPA

Juan Francisco Martín Seco. El viejo topo

Solo los necios o los muy sectarios pueden dudar del deterioro que en materia social y económica ha sufrido nuestro país en los últimos ocho años. El hecho de que en estos momentos estemos creciendo por encima de la mayoría de los países de la Eurozona no debe restar un ápice a la evidencia de las grietas que persisten en nuestro tejido económico y social.

Las elevadas cifras de paro dilapidan nuestro potencial de crecimiento y condenan a parte de la población a la indigencia. Aun cuando en los dos últimos años se esté creando empleo, este es de tan baja calidad y tan precario que ha originado un fenómeno nuevo, la compatibilidad entre poseer un puesto de trabajo y la permanencia en el umbral de la pobreza. Los salarios en el sector privado, especialmente en el caso de las nuevas colocaciones, han descendido sustancialmente. Los empleados públicos han visto reducido por término medio cerca de un 10% su poder adquisitivo, llegando en algunos casos al 15%. El mercado de trabajo se ha desregulado considerablemente, arrebatando a los trabajadores multitud de garantías y derechos. Los servicios públicos (sanidad, educación, etc.) se han deteriorado. Por primera vez desde hace muchos años, las pensiones han perdido poder adquisitivo y, lo que es aun más grave, se ha aprobado una ley que desliga la evolución de estas prestaciones en el futuro de los incrementos en el coste de la vida. La deuda pública (es decir, la hipoteca que pesa sobre todos los españoles) ha pasado de representar el 36% del PIB a exceder el 100% de esta magnitud.

El catálogo podría continuar, pero creo que lo dicho constituye una muestra suficiente para dar la razón a todos aquellos que denuncian la desigualdad, la pobreza y la precariedad originadas, y los sufrimientos y calamidades que se le ha hecho padecer a una gran parte de la sociedad española. Lo que resulta más dudoso es determinar el origen de todos estos males. Para los partidos de la oposición la cosa está muy clara, se debe a la perversidad de Rajoy y sus seguidores que durante cuatro años han practicado políticas regresivas e inicuas. No seré yo el que exima de responsabilidad al Gobierno del PP, pero lo peor que podemos hacer al enfocar cualquier tema es equivocarnos, aunque sea parcialmente, en la determinación de la causa, o quedarnos en la superficie sin profundizar en el fondo de la cuestión, y en este caso la explicación de la maldad de la derecha me parece pobre e incompleta.

Ojalá todo el problema derivase de la ofuscación de este Gobierno; la solución, entonces, estaría en nuestras manos, consistiría exclusivamente en echarlo, antes o después, del poder. Pero la realidad es tozuda y hay múltiples señales de que la cosa no es tan sencilla. Los recortes y las reformas comenzaron con otro gobierno, y teóricamente de izquierdas, el de Rodríguez Zapatero. Mientras gobernaba, surgió el movimiento 15-M. Fue él quien realmente redujo el sueldo de los funcionarios. A diferencia de suprimir la paga extraordinaria, tal como hizo después el PP, que solo tenía vigencia para un año, la rebaja que aplicó Zapatero se consolidaba para años sucesivos, como así ha ocurrido. También fue el Gobierno de Rodríguez Zapatero el que planteó una reforma laboral, si bien posteriormente Rajoy la endureció. El PSOE privó por primera vez a las pensiones de la actualización por el índice del coste de la vida, aunque es verdad que el PP eliminó este derecho para el futuro. Por último, Rodríguez Zapatero arrastró al PP a modificar la Constitución para anteponer el pago de la deuda al pago de las pensiones, del seguro de desempleo y al mantenimiento de la sanidad y de la educación.

El PP participó entonces de la misma simpleza que ahora demuestra el PSOE. La culpa era de Rodríguez Zapatero, y todo se solucionaría cuando cambiase el Gobierno. El Gobierno cambió y Rajoy se vio obligado a incumplir todas las promesas que había hecho en la oposición, y a continuar, incluso endureciendo, la política del gobierno anterior. Desde hace bastantes años, es una gran necedad centrar la solución de los problemas sociales y económicos exclusivamente en el cambio de gobierno. Por eso en Europa cambian todos los gobiernos, pero se sigue aplicando la misma política. Por eso Hollande, socialista, realiza en Francia, contra viento y marea, una reforma laboral similar a la que aprobó Rajoy en España. Por ello Syriza no ha tenido más remedio que tragarse todo lo dicho anteriormente, y está aplicando una política totalmente contraria a la que había prometido. Por la misma razón, Portugal tiene que tener sumo cuidado porque está al borde de que su deuda pase a la categoría de bono basura en la única agencia de calificación que aún no le ha dado esta puntuación, con lo que se vería en la obligación de pedir de nuevo el rescate.

La explicación se encuentra en que desde la configuración de la Unión Monetaria nuestra soberanía está limitada y, en buena parte, la política no depende del gobierno de turno sino de otras instancias, de Berlín, Frankfurt y Bruselas. Al no contar ni con una moneda ni con un banco central propios, quedamos al albur de los mercados y del Banco Central Europeo. Este organismo no solo dicta la política monetaria sino también la fiscal y la laboral, y sus mandatos son de obligado cumplimiento. Y eso en todos los países; tanto en los rescatados, como en los que por el momento no lo están, porque la línea divisoria entre ambos grupos es muy tenue y el tránsito de una categoría a otra es muy fácil, dependiendo únicamente de la voluntad del BCE, como comprobaron Italia y España cuando estuvieron al borde del rescate porque su prima de riesgo superaba los 600 puntos básicos.

La corrección de cualquier desequilibrio en la Unión Monetaria significa sangre, sudor y lagrimas para el país que lo sufre porque, al no poderse corregir en el plano monetario, el cortocircuito se trasladará a la economía real, en forma de paro, reducción de salarios y recortes fiscales. He aquí la perversidad de la moneda única. Por esta razón, entre otras, algunos nos posicionamos radicalmente en contra de la Unión Monetaria. Era evidente que a partir de la desaparición de la peseta el coste de corregir la menor perturbación que se originase correría a cargo de los trabajadores. Lo que no se entiende muy bien es que aquellos, bien personas u organizaciones, que defendieron con ahínco la creación del euro, ahora se hagan los sorprendidos y se rasguen las vestiduras por las consecuencias.

La experiencia ha confirmado las expectativas más pesimistas. Los nefastos Gobiernos de Aznar y el primero de Zapatero permitieron que nuestro déficit exterior se desbocase, llegando a alcanzar en 2008 el 10% del PIB. Este desequilibrio continuado y progresivo -que originó la acumulación de una ingente deuda exterior de carácter privado- no se hubiera producido, al menos en esas magnitudes, de no haber estado España en la Unión Monetaria, y, en todo caso, (en la medida en que se produjese) se habría corregido con la devaluación monetaria, tal como sucedió en los primeros años noventa. La carencia de moneda propia y de un banco central que la respalde dejo a nuestra economía en manos de los mercados financieros y del BCE. Todo ajuste se traduce en descenso de los costes laborales y en recortes presupuestarios.

No tengo nada en contra de que los partidos de la oposición critiquen y censuren al Gobierno de Rajoy, con tal de que no se olviden de las trabas y rémoras que se derivan de nuestra participación en la moneda única. Su afán por atacar al PP y su respaldo a la Unión Monetaria pueden conducirles a esconder la trampa que representa la pertenencia a la Eurozona. Causa sorpresa el constatar que todos sus planteamientos se realizan ignorando esta realidad y partiendo de cero, como si fuésemos absolutamente soberanos. Cabe por tanto preguntarse si esta postura se debe a la ignorancia o a una hipocresía deliberada orientada a prometer (o exigir a otros) medidas que saben de sobra que son irrealizables, al menos mientras pertenezcamos a ese club tan selecto y exclusivo.


NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
Parece mentira que un auténtico socialdemócrata, no esas excrecencias llamadas Podemos y PSOE que se hacen llamar tal, como Juan Francisco Martín Seco sea el que tenga que desenmascarar el cinismo de los partidos de “oposición”, y de tanto vociferante demagogo e ignorante, en el caso de los cheerleaders votantes de esos partidos, de culpar sólo al PP de una realidad que es inamovible gobierne quien gobierne, acepando las condiciones que la UE y el euro les imponen, y negándose a cuestionar esta permanencia.

No obstante, la socialdemocracia, incluso la auténtica, históricamente ha cumplido un papel de barrera protectora del capitalismo y este el caso también del discurso del autor del texto que les he presentado anteriormente.

Escamotea Juan Francisco Martín Seco un hecho. La UE y el euro sólo son mecanismos institucional, el primero y monetario, el segundo, de la estructura de dominación capitalista. Salir de la UE y del euro son condiciones indispensables pero insuficientes para salir de la políticas antisociales y antiobreras. Sin lucha por derribar el sistema capitalista para poner en pie otro socialista, las políticas de austeridad continuarán, por mucho que no haya UE y volvamos a la peseta o a cualquier otra moneda. Imaginar que un capitalismo nacional sería más llevadero es lo mismo que pensar que en los países no pertenecientes a la UE no hay explotación ni recortes sociales. Pensar que un capitalismo en crisis no iba a combatir la caída de su tasa de ganancia intensificando la sobreexplotación y acumulación de capital por desposesión a los trabajadores de sus conquistas sociales y de privatización de los sectores públicos es estúpido o cínico. Que se lo pregunten a quienes viven en países nórdicos noUE, como Noruega, que están viendo como empiezan a desmontarse sus Estados del Bienestar, algo que a ustedes no les cuentan los maravillosos medios de desinformación que ustedes leen, como tampoco los autodenominados “alternativos”. Y es que aún no perteneciendo Noruega a la UE, sí que pertenece al Espacio Económico Europeo (EEE), a través de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). Ambos obligan a este país a aplicar un 20% de los actos jurídicos de la UE. Pero incluso si no pertenecieran a ambos organismos, la internacionalización del capitalismo impide que países que no rompan con este sistema de dominación de clase salgan de la trampa mundial de las recetas que imponen otras instituciones capitalistas como el FMI o el Banco Mundial. O se rompe en cada país con el capitalismo o todos los pasos que se den para desconectarse de sus instituciones internacionales, como la UE y el euro, aunque necesarios y obligados para acabar con el propio capitalismo, son insuficientes.-¡Ojo!, no vayan a ser cínicos ustedes mismos. Estoy diciendo que hay que desconectar con ellos- Y eso sin intensificación de la lucha de clases, movilización de masas y toma del poder por la fuerza no es posible. Con urnas, ilusión, sonrisas y agitación de manitas sólo vamos al carajo y a la perpetuación de la explotación capitalista pero con otras caras políticas...más duras por cínicas.


5 de septiembre de 2016

LA MISERIA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Ricardo Arturo Salgado. Cubadebate.cu

En nombre de la libertad de expresión, los medios de comunicación alcanzaron en el siglo XXI niveles de manipulación tales que hoy son los canales ideológicos de las clases dominantes por definición. Su labor cotidiana, produce más miedos, odios, resentimientos e inmovilidad que información; y esto produce más víctimas que cualquier guerra en el mundo.

Alcanzando el paroxismo de la cosificación en favor del dios mercado, los medios de comunicación y muchos grupos de periodistas se han constituido en carteles más peligrosos que ningún otro del crimen organizado. Han sobrepasado los conceptos tradicionales de la propaganda para convertirse en los agentes que provocan las agendas nacionales e internacionales, al servicio de los sectores más poderosos y conservadores del planeta, en negocios que implican miles de millones de dólares y privilegios incalculables.

Estos carteles de la comunicación se han encargado de reconfigurar la cultura, la idiosincrasia, la moral y la ética. Estas últimas dos reservadas hasta hace poco al ámbito de la religión. Con la globalización ha venido también la concatenación de esfuerzos de dominación hegemónica a través de estos medios que hoy definen héroes y villanos en cada parte del planeta, y moldean el lenguaje a la medida de los intereses que representan.

Por esa razón el conflicto en Yemen se neutraliza, ocultando al agresor saudita,o la victima de guerra palestina se vuelve merecedor del “castigo” sionista. También así es que se legitima la intervención gringa en las aguas territoriales chinas, o se producen como salidas de un molde “primaveras” en lugares tan distantes como Ucrania y Egipto, o Túnez y Guatemala. Ya las sociedades pueden prescindir de jueces o complejos sistemas de justicia; el bien y el mal, así como la culpabilidad o inocencia son definidos en el tribunal de los medios de comunicación.

Habiendo convertido a los periodistas y comunicadores en sicarios de la información, estos a su vez han constituido la maquinaria más grande de extorsión que existe sobre el planeta. Sin ese factor, Lilian Tintori no existiría en el imaginario de muchos pueblos como la heroína sacrificada que lucha por la libertad de su marido, y tampoco sería posible Keiko Fujimori, ni Micheletti seria héroe para una buena parte de gente en el continente.

Es critico entender que estos comunicadores no necesitan ni decir la verdad, ni saberla, eso es inmaterial. Pueden decir las mayores idioteces, o hablar en lenguaje rimbombante que no entienden. Su tarea es implantar no transmitir. De esa forma los actos más deleznables se ven normales o se le imputan a cualquier transeúnte involuntario. Si en el siglo XX vendieron el anti comunismo en combo con el “sueño americano”, hoy son prodigios creadores de pesadillas, conformismo, miedo y resignación.

Y ese papel tiene una función principal, aislar el conocimiento, convertirlo en un privilegio. Por eso ni la opinión crítica, ni siquiera la opinión propia, están en discusión. Del mismo modo se relega a los intelectuales y académicos a círculos de confinamiento donde las ideas permanecen convenientemente distantes de las masas que cada día que pasa se sienten más sedientas de escándalos, shows, chismes, rumores, y calumnias, al tiempo que pierden toda capacidad de asombro ante las cosas más horrendas.

Esto es un tema preocupante que debe llamar a la reflexión orgánica, sistemática y global. Toda la pudrición ideológica del sistema se multiplica y es recibida con beneplácito por el público receptor, sin percibir su condición de víctima. Debemos entender esto como una parte central de nuestra lucha por la emancipación. No podemos seguir preguntándonos la razón por la que los pueblos son conformistas, o votan en contra de ellos mismos.

La actividad política hoy no puede ignorar este hecho, menos aun cuando se proponen cambios profundos en favor de los pueblos. Todo nuestro continente, en especial nuestros proyectos de liberación, son blancos directos y permanentes de esta maquinaria ideológica sostenida en los avances tecnológicos.

El caso de Venezuela es el más significativo. Aunque la escasez, la falta de alimentos, la corrupción, los errores administrativos, y muchos otros problemas son infinitamente más graves en países como México y, Honduras, por mencionar dos, pero los pueblos del continente se tragan toneladas de basura anti bolivariana todos los días, sin percatarse de que ellos mismos,cientos de millones en nuestros países, nunca han usado papel higiénico, o no pueden hacer colas en supermercados por falta de dinero, o que nunca han tenido acceso a una vivienda digna.

Es tan extremo el asunto que el presidente de Honduras en su propaganda reclama como grandes éxitos cuatro láminas de zinc, un poco de cemento en el piso, y un fogón de ladrillos; según el eso es vida digna. Pero el hecho de que nuestros pueblos se escandalicen por los anaqueles vacíos en los comercios en Venezuela, y no se fijen en los anaqueles de sus casas eternamente vacíos, no es casualidad. Existe una construcción ideológica al lado de la guerra económica que magnifican como una potente lupa los problemas que viven los venezolanos, aunque los mantengan invisibles en el resto del mundo.

No hace mucho tiempo se rego como pólvora en las redes sociales la noticia de un alcalde en México que buscando su reelección admitió sin vergüenza alguna que era corrupto y que si robaba. Poco después, la noticia era que había logrado su reelección de manera holgada. Hasta el mismo crimen organizado ocupa amplios espacios mediáticos para “normalizar” una cultura particular, que tiene como centro la violencia que comparte con la cultura yanqui.

En nuestros procesos políticos hemos apostado a llevar a su máxima expresión la opinión popular. Posiblemente sea necesario redefinir el significado de “libertad de expresión”. ¿El derecho a ser informado pertenece al pueblo, o es un privilegio de las clases dominantes? Esas interrogantes tienen gran relevancia y la seguirán teniendo en las décadas que vienen. ¿No deberían los pueblos, entonces, tener la opción de ser consultados sobre lo que quieren que hagan quienes informan?


31 de agosto de 2016

LA LISTA DE ORWELL

George Orwell, escritor, anticomunista
y chivato
Jorge Ángel Hernández. La pupila insomne

El afamado escritor británico George Orwell, autor de la igualmente célebre novela 1984, se empleaba de lleno y con conocimiento de causa en el entramado de la Guerra Fría cultural. Desempeñaba su papel de colaborador activo de la CIA, sobre todo a través del intelectual agente Arthur Koestler, con quien bromeaba calculando el grado de traición que podrían alcanzar las “bestias negras favoritas” de su lista de denuncias. En su meticuloso diario, Orwell compiló los nombres de treinta y cinco personas en 1949, pero engrosó rápidamente el número en ese mismo año, hasta llegar a 125 sospechosos de simpatizar con el comunismo o de colaborar con él directamente. La abultada lista sería entregada por él mismo al Departamento de Investigación de la Información (IRD, por sus siglas en inglés).

Orwell denunciaría así a quien se consideraba su amigo, el poeta Stephen Spender, por su “tendencia a la homosexualidad” y por ser “muy poco fiable” y “fácilmente influenciable”. El célebre e incluso autor superior a él mismo, John Steinbeck, fue incluido en su nómina de bestias negras por considerarlo “espurio, pseudoingenuo”, y asimismo Upton Sinclair, apenas por calificarlo de “muy tonto”. El político y periodista panafricanista George Padmore, radicado en Londres luego de haber abandonado el comunismo soviético, pasa a su lista por “antiblanco” y probable amante de Nancy Cunard.

Kingsley Martir, director del New Statesman and Nation, donde Orwell publicaba, quedaría en su lista como “liberal degenerado. Muy deshonesto”. El intelectual, actor y cantante negro Paul Robeson también fue víctima de sus acusaciones por ser muy “antiblanco, partidario de Wallace”, y J. B. Prestley por “simpatizante convencido”, “muy antiamericano” y con posible vínculo organizativo con el anticomunismo. Michael Redgrave, quien aparecería después en el filme 1984, también quedaría enlistado por el paranoico colaborador de la CIA. A esas alturas, Orwell sabía que lo aquejaba una tuberculosis que no había respondido favorablemente al tratamiento especial que desde los Estados Unidos le enviaran. Pronto, la enfermedad lo llevaría a lo que, con despiadado humor negro, Mary McCarthy consideraría, por la fuerza del giro a la derecha de sus últimos actos, una feliz muerte prematura.

Coincidiendo en el tiempo con la lista de Orwell, organizaciones racistas de los Estados Unidos boicotearon conciertos de Paul Robeson, quien, a pesar del peligro que corría, se negó a refugiarse en la Unión Soviética, donde, según declaró públicamente, se sintió verdaderamente tratado como una persona. Sus motivos respondían a un patriotismo vital: consideraba un deber heredado reconstruir su país.

La filmación y distribución de Rebelión en la granja (Animal farm) estuvo totalmente orientada por la CIA. Primero, con la gestión que acometieron los agentes Carleton Alsop y Finis Farr, cumpliendo orientaciones de su superior E. Howard Hunt, de conseguir los derechos a través de la viuda, Sonia Brownell, con quien Orwell se había casado en 1949, en el hospital donde se hallaba ingresado. El propio Hunt revela en detalles las gestiones en sus Memorias, publicadas en 1974.

Las más famosas novelas, Rebelión en la granja (Animal farm) y 1984 no fueron sino parte de su plan de trabajo como colaborador del IRD. Cada una cumple a cabalidad las normas de comunicación de requisito, así como la dirección de contenido que establecía al socialismo como un experimento fallido. Si bien en ambas es posible hallar referencias al entorno británico inmediato, que el público podía relacionar y disfrutar sin demasiado esfuerzo, muchas de las cuales fueron suprimidas en las respectivas versiones cinematográficas, el superobjetivo de ambas obras se enfoca en el anticomunismo. En ninguna de ellas da paso a la más mínima esperanza.

Arthur Koestler, artífice de las nuevas direcciones de guerra fría que el IRD alentaba, recibió en su círculo a George Orwell desde 1940. Los propósitos del Departamento estaban enfocados justamente en atraer a los rebeldes de tradición izquierdista que se habían declarado en contra del poder central socialista. El uso de desertores y descontentos liberales era objetivo central de su política, aunque muchos de ellos no fuesen avisados de que el financiamiento de sus obras procedía de la CIA. El propio Koestler, quien venía de Hungría y de un periplo comunista activo, se lanzaría al objetivo con la novela El cero y el infinito (Darkness at Noon), centrada en los excesos de los llamados procesos de Moscú.

El biógrafo autorizado de George Orwell, Bernard Crick, lo consideraba “un hombre profundamente reservado, austero, sencillo, y en cierto modo, inhibido.” Visto así, pueden tratarse de rasgos de personalidad común, incluso estos que añade: “Es de dudarse que tuviera amigos íntimos con los que pudiera desahogarse y discutir problemas y dificultades”. Sabidas sus aventuras de colaboración con Koestler, estas características adquieren un matiz diferente, que bien remiten al comportamiento del espía con objetivos definidos.

Hablaba con sus amigos sobre cuestiones de carácter público: libros, política y rarezas de la historia natural o de la vida urbana –agrega Crick–. Podía disertar incansablemente sobre pájaros, y Cyril Connolly, maliciosamente, comentó una vez que Orwell difícilmente podía sonarse la nariz sin sospechar y denunciar un cartel de los fabricantes de pañuelos”. Su radio de acción se extendía a varios círculos de relaciones, como lo revela el propio Crick: “Tenía diversos círculos de amigos y conocidos: poetas bohemios pobres y aspirantes a novelistas en los pubs de Bloomsbury, la elegante camarilla de las revistas literarias, en la que figuraban Connolly y Spender, los periodistas de Tribuney una variada fauna de activistas de izquierda, algunos anarquistas británicos relacionados con Freedom Press y la librería, y su viejo círculo de Southwold”.

Spender figuraría en la lista, lo que demuestra que ese hombre, reservado y austero, desarrollaba una plena habilidad de atraer a las personas, fingir amistad y sonsacarles sus criterios para, como planteaba el objetivo del IRD, sacarlos primero de las publicaciones y denunciarlos y juzgarlos una vez que se les comprobaran vínculos reales con organizaciones o personas comunistas. Horizon, de Cyril Connolly fue la primera de las revistas en desaparecer por falta de financiamiento en 1950. Agrega incluso Crick que, en general, Orwell “mantenía separados estos mundos y quizás era anormalmente reservado acerca de a quienes conocía y a quienes no pero, ocasionalmente, podían coincidir en su piso para un té de las cinco (al que era muy aficionado)”.

La compartimentación de amistades y relaciones de trabajo es algo natural en el medio, desde luego, y servía a su verdadero objetivo de hacer de vigilante, lo que cumplió cabalmente con su lista a menos de un año de su muerte. La compartimentación es, por demás, un requisito indispensable para el espionaje. Si hay, como lo han advertido algunos críticos posteriores, desgarramiento en estas novelas, se debe sobre todo a que Orwell cumplía parte de las funciones que se satirizan en ellas: denunciaba a quienes diferían en criterios políticos, excluía a los homosexuales y camuflaba su racismo con acusaciones de extremismo activista.

El propietario editorial Fredric Warburg, quien publicara Animal farm, con Secker & Warburg, se tomaría activo interés en su posterior producción cinematográfica, completamente financiada por la CIA y, por tanto, con un guión minuciosamente revisado por el Consejo de Estrategia Psicológica (Psychological Strategy Board), programa secreto aprobado por el presidente Truman para llevar a cabo la guerra sicológica con el bloque socialista. Este proceso de revisión provocó cambios sustanciales en sus perspectivas ideológicas y, sobre todo, en los giros simbólicos que actuaban en los patrones de juicio de la masa. Secker & Warburg sería, además, uno de los elementos del llamado “triple pase” de tapadera para el financiamiento de la revista Encounter, que editaría el supuestamente peligroso Stephen Spender.

Orwell, quien falleció en la noche del 21 de junio de 1950, dejó inconcluso, apenas esbozado, un proyecto de novela en tres volúmenes cuyo tema era la decadencia del viejo orden, la revolución traicionada y el análisis del totalitarismo inglés. Así, continuaría siendo fiel al objetivo del IRD y buscaría, con la fama de apoyo, elevar el nivel de sus propuestas literarias por encima de la trilogía de preguerra. Pero este proyecto no consiguió abultarse, ni siquiera al punto que lo hiciera su primera lista de bestias negras anticomunistas.


30 de agosto de 2016

LA INSOSTENIBLE LIGEREZA DE LOS MERCADOS

Janet Yellen
Luis Casado. Alainet

En este caso debes tomar ‘ligereza’ en la peor de sus acepciones, o sea irreflexivo, poco meditado, inconstante, falto de seriedad, inestable. Tú me dirás que tratándose de los mercados siempre es el caso, y por mi parte precisaré que me refiero a los mercados que piensan, deciden, se tranquilizan o se asustan, huyen o regresan al galope, rechazan o aprueban, exultan o lloran, aman u odian, en otras palabras a quienes “hacen los mercados”, a mendas de carne y hueso.

Suelen llevar una gorrita –o en su defecto una visera– con la mención “Experto” estampada en caracteres visibles, y no es infrecuente ver letras reflectantes si se trata de un “Economista-jefe”.

Suspenso que se suma al suspenso, tales eminencias esperaban la palabra de Janet Yellen como otros el agua de mayo. Para ser más precisos, el discurso que Yellen pronunció ayer viernes en Jackson Hole. Su palabra debía ser un faro en medio de las tinieblas.
Kevin Logan, Economista-jefe de HSBC, pensaba “que el mensaje de Yellen podría ser que ‘la neblina se levanta". Estoy citando, no le quito ni le pongo, el laburo del Economista-jefe de uno de los bancos más importantes del mundo consiste en rezar para que Yellen anuncie cielos despejados.

Por su parte, Drew Matus, Economista ‘senior’ del banco UBS en los EEUU, declaraba: “Yo (…) espero que la Presidente Yellen decida mirar el lado optimista de las perspectivas”. Matus es un fiel exponente del Método Coué. Tal método, designado con el apellido del psicólogo y farmacéutico francés Émile Coué de la Chataigneraie (1857-1926), se funda en la autosugestión y la auto-hipnosis. Para sanar basta con auto-convencerte que ya estás sano. Simple como una de tus manos.

Greg Robb, senior economist reporter de Market Watch, ‘operador de negocios’ estadounidense, precisa: “Para ser justos, Matus piensa que la FED no anunciará nada hasta la reunión de septiembre de su Comité de Política Monetaria y no hará nada concreto hasta su reunión de diciembre”. En otras palabras es urgente creer, y es urgente esperar. Creamos y esperemos.

Michael Gapen, Economista-jefe de Barclays, es optimista cuando declara: “Esperamos que Yellen entregue una señal más fuerte sobre la probabilidad de una próxima alza de tasas de interés”.

Parece cosa de locos, pero todos estos “expertos”, magníficamente pagados, no se aventuran a usar sus propios cálculos, realizados con modelos matemáticos muy similares –conceptual y metodológicamente hablando– a los que usan la FED o el FMI. Prefieren esperar a que hable Yellen, como si su palabra tuviese un poder divino. ¿Prudencia, pusilanimidad, cobardía?

Logan, Matus, Robb y/o Gapen saben tanto o más que Janet Yellen y los miembros de la FED sobre los índices, tendencias y cifras que cotidianamente entregan decenas de institutos que viven de eso.

Sin embargo, viven esperando la palabra que mana de la boca del banco central de los EEUU, órgano constituido, como UBS, Barclays, Market Watch o HSBC, por simples mortales tan propensos al error como el que más. Y cobran por ello. Su ‘autoridad científica’ (¿por qué te ríes?) no va más allá de prever cuando, o en qué grado, la FED pudiese, si los astros se conciertan, mover pieza.

Aún así, como escribe Greg Robb, como mucho su coraje les lleva a pronunciar banalidades –imbecilidades es el término que conviene– como la siguiente: “…las posibilidades de un alza de tasas este año es de 50-50” (sic). Mañana… ¿me visto de verano o voy con abrigo? “Las posibilidades son de 50-50”. Te pones un impermeable, calzas chancletas y llevas gafas de sol.

Por si la insondable ignorancia –o la inconmensurable pusilanimidad– de los Economistas-jefe no fuese suficiente, el Wall Street Journal (WSJ) incursiona en los sondeos de opinión, como si la marcha de la economía y las decisiones de sus manitúes dependiesen de la opinión de una “muestra representativa” de idiotas: “En torno a un 71% de 62 economistas encuestados este mes por el Wall Street Journal dijeron que la FED esperaría hasta su reunión del 13-14 de diciembre” (resic).

Cualquier aprendiz de estadístico sabe que una muestra de 62 individuos es tan inútil como las previsiones y consejos del WSJ. Cuando te digo que esto no se inventa…

Janet Yellen en Jackson Hole (Kansas City - Wyoming)
Como quiera que sea, Janet Yellen vino a Jackson Hole, vio y habló. La conocida publicación Fortune estima que “los mercados adoraron” su discurso. ¿Qué dijo Janet? Lo que “los mercados” querían escuchar: todo va bien y mañana mejor.

Según Fortune “Yellen tuvo sobre todo palabras amables para el Tío Sam, diciendo que ‘a la luz de los sólidos y continuos resultados del mercado del trabajo y nuestras previsiones para la actividad económica y la inflación’, la posibilidad de un alza de tasas de interés adquiere fuerza”.

Ya. ¿Y ahí? Nada. No hay alza de tasas. Habida cuenta de la forma de reaccionar de “los mercados”, o sea de los ignorantes descritos más arriba, basta con la palabra de Yellen. La misma que dudó más de lo conveniente en diciembre del 2015 para subir la tasa directriz en un microscópico “cuarto de punto de base”, o sea en un 0,25% anual, sigue dudando ahora pero es consciente de que el mundo de los Economistas-jefe no puede seguir en Babia.

Diciéndoles lo que querían escuchar les permitió respirar, y al mismo tiempo tranquilizó a Fortune, que pone en primera página:

Janet Yellen y los inversionistas de Wall Street están de acuerdo en una cosa: La economía de los EEUU es una inversión relativamente buena”.
Como diría el otro, todo está en el “relativamente”. Ni tan cerca que te quemes, ni tan lejos que te hieles. Como hubiese dicho Alan Greenspan, “Uds. creen que entendieron lo que yo dije pero no saben si lo que dije quiere decir lo que yo quise decir”.

No obstante, el laburo de Janet Yellen consiste en anunciar ‘cielos despejados’ como deseaba Kevin Logan. Nadie espera del presidente de la FED que venga a anunciar la crisis de los subprimes (Alan Greenspan ni siquiera la vio venir), ni el hundimiento de los bancos privados (Ben Bernanke juraba que Lehman Brothers sobreviviría).

Ahora Janet Yellen se esfuerza en demostrar que la FED dispone de herramientas para hacerle frente a otra eventual recesión.

Una de esas herramientas consiste en bajar las tasas de interés, pero como sabemos estaban (y de algún modo están) en cero. Ni modo de ir más abajo. Otra herramienta tradicional consiste en fabricar dinero trucho, o sea hacer emisiones sin respaldo, pero los consecutivos relajos monetarios –Quantitative Easing para los entendidos– permitieron la emisión de billones de dólares sin alterar ni la tasa de crecimiento, ni la tasa de inflación que sigue cerca de cero amenazando por el contrario con transformarse en deflación.

No importa. Janet Yellen vino, vio y habló. Los Economistas-jefe pueden dormir en paz, el futuro se anuncia resplandeciente, los EEUU siguen siendo una inversión relativamente buena, John Wayne es recordado como el cowboy por excelencia, Mickey es bueno, los ‘Chicos malos’ son malos, y todo baña en el aceite esencial que debe lubricar las bielas de este inmenso motor que es la economía globalizada.

Hasta la próxima crisis que muestra ya la punta de la nariz. Pero no lo digas: podrías despertar de su apacible sueño a los Economistas-jefe, y desatar un pánico de no veas en “los mercados”.