Por Marat
Decía no hace mucho
“el intelectual” -cómo se ha degradado en los últimos tiempos el
uso, por desproporción en la atribución, de esta palabra- Juan
Carlos Monedero que “sin amor no se puede hacer política”.
La
verdad es que el abuso del almibar, el lenguaje que
busca el titular y la
retórica más allá del contenido siempre me han repateado
profundamente. Sea en literatura, en politología o en declaraciones
públicas. A los 15 años hay quienes hacen ripios lamentables en sus
declaraciones amorosas pero tiene el pasar de la edad. A los 52 yo
diría que, más que estar fuera de lugar, la
cursilería galopante tiene
delito.
El
caso es que, si Podemos y sus marcas blancas son el movimiento del
amor y la “alegría” (¿no recuerdan ya aquella campaña de
“dientes, dientes” en redes sociales hecha por los podemitas?), mal encaje tienen estos principios con los tuits
sobre judíos y ceniceros, las niñas de Alcàsser, los cementerios e
Irene Villa o las guillotinas, previa tortura, para probar con
Gallardón, salvo que se trate de alguna versión tipo “la maté
porque era mía” o de amor canibal.
Son
tuits de dos concejales del recién estrenado grupo de gobierno del
Ayuntamiento de Madrid.
El
primero de esos ediles es Guillermo Zapata, concejal de Cultura y
Deportes del citado municipio. La criaturita se despachó hace 4
años, cuando aún no imaginaba que lograría pillar cacho, en
Twitter con varias “perlas”, a cuál más "humanista". No creo que
haya muchas personas que todavía no se hayan enterado de las mismas, ya
que han sido profusamente reproducidas, alguna de ellas por cientos
de sujetos tuiteros cuando las escribió. Dicen mucho de la
personalidad de su autor y de los retuiteadores. En cualquier caso,
se las reproduciré a continuación.
Este sutil "personaje" desconoce la diferencia entre antisionismo, lo que es cualquier amigo de Palestina y de su derecho a un Estado propio y con fronteras respetadas, seguras y en paz, y el antisemitismo, una ideología asesina. ¿Porqué será que me recuerda al estilo fascista de Salvador Sostres?
Aquí ya ha llegado a lo más abyecto que puede alcanzar la basura y la degradación humana.
Si llega a hacer este "chiste" de una hija mía asesinada, de la hostia que le calzo le iba a faltar cielo para dar volteretas.
Dice
el susodicho Zapata que él
los entrecomilló porque reproducían una conversación sobre los
“límites del humor y [sobre] aquello que se puede y no se puede
decir en las redes sociales y fuera de ellas.”
Cada persona debe ser responsable, no sólo de sus actos sino también de sus palabras. Tanto él como su ejército de corifeos, que ahora blanden un vergonzoso manifiesto en su defensa, saben que las características de twitter, su inmediatez, la rapidez con la que se refresca esta red con nuevos tuits y el ruido comunicativo que todo ello genera no permiten los matices, por mucho entrecomillado que haya, ni facilitan seguir un debate sobre el "humor negro", los ejemplos sobre el mismo y lo que se puede decir o no en las redes. Por el contrario, este tipo de tuits lo que hacen es el caldo gordo a los racistas, xenófobos, nazis y fascistas y les dan cobertura.
Argumentar que esto se escribió hace 4 años, mucho antes de que el señor Zapata fuera concejal, que en realidad las críticas van contra Podemos, que sólo se le critica desde "la casta" y que él es un buen chico nada antisemita es directamente canalla y cínico. Me recuerda aquello de las lealtades inquebrantables del franquismo.
Sé muy bien que vivimos un tiempo de cobardes, ese en el que los pusilánimes pueden llegar a pensar que no te faltan razones en tus críticas pero que son incapaces, en su indecente pusilanimidad de ir contra la dictadura de ciertas mayorías, que siempre son muy relativas y según el ámbito en el que uno se desenvuelve. Sé que muchos pretendidos "izquierdistas" creen secretamente que es condenable desde la más evidente y elemental posición humanista y antifascista PERO se niegan a expresarlo a viva voz porque el inquisitorial dedo acusador, la forja que te marca a hierro como "casta" si dices lo que piensas sobre vilezas como la señalada, les amenaza desde un entorno que se vuelve asfixiante y tóxico. Son miserables del tipo “lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”. Esta frase de Edmund Burke que tanto les gustaba citar a los del 15-M en su día dice todo de ellos ahora.
Tampoco ignoro que muchos pretendidos pseudoizquierdistas arguyen que se pretende condenar a un "inocente" mientras muchos fascistas y pepperos han expresado ideas similares o peores (es difícil llegar a tal nivel) se han ido de rositas. Esos desvergonzados podemitas son los mismos que callan ante el hecho de que un comunista y antifascista como Alfon, que no es de Podemos ni de su corte de monaguillos, va a ser condenado de nuevo. Seguramente les parezca un radical, ellos que son tan de fuegos de artificio que no queman pero se les va la fuerza por la boca y la ideología por el retrete.
Nadie tenemos porqué creer en las supuestas bondades humanistas del aún concejal Zapata, cuando la gran mayoría de quienes le hemos conocido lo hemos hecho a través de esos tuits y si la intervención de Jaime Pastor, de Izquierda Anticapitalista (integrada como ONG en el partido de los círculos) impidió que un nazi como Verstrynge, autor de un informe antiinmigrantes, años antes de crearse Podemos, entrase a formar parte de la dirección de este partido, con mucha más razón debe caer la cabeza del señor Zapata, no como responsable de una concejalía concreta, sino simplemente como concejal. La realidad es que él ha hecho algo mucho más grave que el revisionismo de los "historiadores" nazis que niegan el Holocausto. Se ha mofado de él, lo que es infinitamente más grave.
Personalmente
el Holocausto y el antisemitismo no me hacen ni puta gracia. La "banalización del mal”, expresión de una autora muy del gusto de los
podemitas y sus mariachis, Hannah Arendt, me parece propio de HDLGP
nazis, dicho sea sin comillas, pero yo no voy a llamar HDLGP al señor
Zapata porque su madre no tiene la culpa de que el cabestro de su
hijo haga apología del Odio, lo que es un delito muy grave, o de que
ironice sobre el mayor genocidio contra una parte de la Humanidad, en
particular, y contra toda ella en genérico. En las cámaras de gas y
los campos de concentración nazis murieron 6 millones de judíos,
así como cientos de miles de comunistas, socialistas, gitanos,
homosexuales, discapacitados psíquicos y físicos y todo aquél que
no le gustara al cabo austriaco y a sus secuaces. En total, no menos de 11 millones de seres humanos.
Con
comillas o sin comillas, la banalización del mal es parte de mal en
sí mismo. Teorizar sobre los límites del humor o de la libertad de
expresión en redes sociales o en un bar a partir de expresiones
como las tuiteadas por el señor Zapata es propio de psicópatas
degenerados y alguien de estas características personales no debiera
ser Concejal de Cultura y Deportes, ni debiera
ocupar ninguna otra
concejalía. Alguien así debiera estar inhabilitado de por vida para
ocupar cargo público alguno y recluido en un manicomio sin acceso a
Internet para que la sociedad pudiera protegerse de unos delitos que
creo que exigen tratamiento psiquiátrico para
siempre.
Lo
de este sujeto no es tampoco libertad de expresión sino salvaje
agresión a las víctimas, a la memoria antifascista, al dolor de los
familiares de esas víctimas y a todo lo noble y digno que hay en los
seres humanos.
La
cosa se empezó a torcer hace más de 25 años, antes de que
existiera Internet y ese vomitorio para reducción de cabezas
llamado redes sociales. Aún recuerdo la mala hostia que se me ponía
cuando algún cretino y mal nacido contaba los más brutales y
descerebrados chistes cortos sobre negros, de los cuáles no voy a
reproducir ninguno aquí porque sólo traerlo a la memoria me
enferma. Y mucha gente los reía con una insensibilidad que estaba a
la altura de la condición
criminal de los peores negreros europeos en África. No hay humor en
burlarse de las víctimas, ni de otras etnias; sólo crueldad de
especímenes por debajo de la condición humana.
Y
ahora en las redes sociales hay quienes les hacen la ola, reproducen
y reenvían monstruosidades de este calibre. Basura subhumana de esta
especie sólo es posible en sociedades gravemente enfermas como la
actual.
De
momento, la señora Carmena, flamante alcaldesa de Madrid, se está
aún pensando qué hacer con Guillermo Zapata. Para ser una
defensora de los DDHH parece un poco lenta en tomar
la decisión de cesarle como concejal de Cultura y Deportes y en
pedirle que entregue su acta de concejal y dimita. Es de esperar que
otras decisiones municipales las tome con mayor presteza, sobre todo
cuando no hay nada que pensar o evaluar al respecto porque una riada
humana ve
muy claro qué debe hacerse con este individuo.
Otro
caso distinto, en mi opinión, en cuanto a su gravedad, son los tuits del concejal de Ahora Madrid Pablo Soto, futuro
responsable de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno
Abierto.
Aunque los escribiese en 2013, antes de nacer el partido del amor y la alegría, este figura, que se creía un izquierdista (Lenin los retrató muy bien en "La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo") evidenciaba ya que no era otra cosa que un gilipollas; sobre todo siendo de profesión programador informático y viviendo empresarialmente de la comunicación digital online. Debiera saber que las cosas no desaparecen en Internet. Por cierto, ¿la empresa que en su día creó, Piolet, es un homenaje a algo o a alguien?
¿Ahora que su jefa y él mismo han salido elegidos con el apoyo del PSOE y de Carmona dirá lo mismo de PPSOE? Ah, no que Pablo Iglesias dice que Pedro Sánchez es un tío majo y ha descatizado al PSOE. Lo dicho, un gilipollas. Eso sí, empresarialmente emprendedor (ha sido administrador de 6 empresas, alguna de ellas subvencionada con un pastón por el Ministerio de Industria) y empoderado. La "gente".
No
me parecen justificables ni coherentes, mucho menos viniendo de un
miembro del gandhiano y comeflores 15-M y de alguien que ha ido en
una candidatura impulsada por un partido, Podemos, cuyo mesías ha
afirmado ante los financieros y hombres de negocio en la City de
Londres que su partido “no es revolucionario ni socialista sino
soberanista”, lo que recuerda a la portada aquella de
The New York Times que describía al triunfante PSOE de 1982 como un
equipo de "jóvenes nacionalistas españoles".
Entiendo y asumo la inevitabilidad de la violencia en un proceso revolucionario pero
el macho alfa podemita ya ha dejado claro que ellos no son tal cosa.
Lo que me parece injustificable es el matonismo gritón y gratuito, que no sé
bien si proviene de la fanfarronería de esta gente o de unas
tendencias criminales personales que creen haber encontrado su lugar
natural en el ámbito de un partido populista (lo de populismo de
izquierdas no se lo creen ni ellos) para expresar
sus fantasías oníricas y sus extremidades. Me recuerdan demasiado a
Alejandro Lerroux, el del Partido Radical -radicalmente de
ultraderecha- que decía aquello de “hay que elevar a las hermanas
(se refería a las monjas) a la categoría de madres”. Lerroux fue
un precursor de lo que vendría después, el levantamiento
franquista, calentando los motores del mismo a través de sus pactos
y gobiernos con la cuasifascista CEDA. Antes acabaría implicado en
el escándalo del estraperlo. Así suelen acabar los individuos con
alma de gangsters.
Al señor Soto, con el máximo respeto y consideración hacia su condición física le recuerdo las hermosas palabras de Miguel de Unamuno, cuando respondió al rebuzno de Millán Astray en la Universidad de Salamanca:
“Acabo
de oír el grito necrófilo de ¡Viva la muerte! Esto me suena lo
mismo que ¡Muera la vida! Y yo, que he pasado toda la vida creando
paradojas que provocaron el enojo de quienes no las comprendieron, he
de deciros, con autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja
me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último
orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una forma
excesiva y tortuosa, como testimonio de que el mismo es un símbolo
de la muerte. ¡Y otra cosa! El general Millán Astray es un
inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido
de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven
como norma. Desgraciadamente hay hoy en día demasiados inválidos, y
pronto habrá más si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el
general Millán Astray pueda dictar las normas de psicología de las
masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de
Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a
pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de
esa superioridad de espíritu, suele sentirse aliviado viendo como
aumenta el número de mutilados alrededor de él... El general Millán
Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda,
según su propia imagen. Y por ello desearía una España
mutilada...”
El
señor Gallardón, como las señoras Aguirre y Botella, y el marido
de ésta última son odiosos hasta extremos muy profundos (Rajoy me
parece simplemente despreciable) pero eso no justifica ciertos
comportamientos y opiniones escritas que, por estúpidos, ridiculizan
a quien debiera representar
la máxima dignidad política, no por su coalición, cosa que dudo
profundamente, sino por el cargo que ostenta.
La
señora Carmena parece que lo ampara bajo su manto protector, dado
que la gravedad de sus expresiones es menor que la de Guillermo
Zapata. Ella sabrá lo que
hace.
En
cualquier caso, me avergüenza enormemente tener a un payaso
pendenciero por concejal de nada en mi ciudad.
Que nadie busque intentos de justificación, excusas o descargos bajo la idea de que Guillermo Zapata o Pablo Soto buscaban en la crudeza de sus palabras dar visibilidad a la dureza de la realidad social o sentían la ira ante la brutalidad y la injusticia del poder económico o político porque ellos no eran precisamente parte de los golpeados por la crisis, no eran sus palabras fruto de la desesperación por la situación de sus vidas, no pertenecen a la subcultura poligonera de los hijos del proletariado ni del agobio. Ambos son, el uno como guionista, director de cortos y escritor premiado y el otro como ingeniero, programador y empresario de la comunicación digital, parte de los sectores privilegiados de la clase media, que pretenden ejercer de jóvenes -a los 36 años serán más bien viejóvenes- "sobradamente preparados". Son los que buscan convertirse en la nueva élite y que en Partidos como la nave nodriza de Ahora Madrid, Podemos, copan casi todos los puestos de su dirección, cuando en España alrededor del 63% de su población no ha cursado estudios superiores y, por supuesto, la gran mayoría de ella no es "clase media" que mira de reojo a su posible pérdida de estatus, que es lo que de verdad le preocupa a esta clase.
Toda
la bronca que ha traído este dúo dinámico -pido disculpas a los
autores de “Resistiré” por la licencia que me tomo de utilizar
este nombre- de las redes sociales ha hecho que pasen
inadvertidas unas declaraciones de la primera edil de Madrid, señora
Manuela Carmena, la cuál ha
declarado que quiere menos “discursos partidistas”
y “más expertos en gestión”.
¿Dónde he oído yo antes esto? Ah sí, a dirigentes de la CEOE y a
representantes de las Escuelas de Negocios. Éste´es el lenguaje pragmático,
desideologizado, supuestamente “neutro”, “ni de izquierdas ni
de derechas”, pero decididamente de derechas, de quienes pretenden ejercer el gobierno de las instituciones como si dirigieran una empresa
capitalista. ¿De dónde le vendrá a la señora Carmena un
pensamiento de este tipo? A lo mejor es que lo tiene muy muy cerca.
Para qué queremos a Ciudadanos si ya tenemos a Podemos.
NOTA DE ÚLTIMA HORA:A las 14:17 acabo de saber que Guillermo Zapata deja su responsabilidad como concejal de Cultura (faltaría más) pero como era de Cultura y Deportes, me pregunto si también de esta última actividad. No sea que piense que lo de los ceniceros y las chimeneas humeantes es un deporte. Por cierto, ¿qué hace la señora Carmena que no le ha pedido ya que renuncie a su acta como concejal, por mucho que el cargo pertenezca al poseedor? Mientras tanto, el candidato a la Comunidad de Madrid por Podemos escurre el bulto y dice que es Ahora Madrid la que tiene que tomar decisiones, que ellos son Podemos. Cinismo rampante.
La aceptación de la renuncia del concejal Zapata por parte de la señora Carmena y su consideración de que éste pueda asumir "otras tareas" da la medida de la señora alcaldesa y orienta sobre el futuro de lo que cabe esperar de Ahora Madrid y de quién manda, de verdad en el Ayuntamiento: Podemos. La Tierna de la candidatura sólo ha sido una tonta útil en manos de la secta podemita. Habrá que ver hasta dónde se pliega esta señora que dijo sentirse lejana a los partidos, "incluido Podemos". Tiempo al tiempo.
Finalmente el concejal Zapata ha cambiado simplemente de puesto: de concejal de Cultura y Deportes ha pasado a Concejal Presidente de la Junta Municipal del Distrito de Fuencarral-El Pardo Hasta nuevo destino por elevación. Portentosa coherencia.
¿Nadie ha reparado en su cara de yihadista del Ejército Islámico?
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