Por Marat
Seguramente el asunto Ferrovial dé para más de una semana. Habitualmente las miserias políticas españolas dan para menos.
“Tito Berni” y las estupideces últimas de Podemos darán juego durante meses. PP y VOX y sus juntaletras necesitan basura para las autonómicas y locales próximas. Con suerte las extenderán, con nuevas aportaciones, derivadas de las torpezas últimas del gobierno, hasta las generales. Viven de las miserias ajenas.
El asunto Ferrovial muestra el engaño al que juegan derecha e izquierda.
Para la derecha, la marcha de Ferrovial es consecuencia de un gobierno socialcomunista (que no falte la ocasión de insultarnos a los comunistas que nada tenemos que ver con este gobierno progreliberal), del agotamiento del mismo y de unas políticas impositivas insufribles para el mundo de la empresa. Aunque en decenios no haya ganado tanto.
Ferrovial cambiará su matriz (no faltará el gilipollas que crea que se llevan hasta los edificios y los trabajadores que tienen en España) a Países Bajos. Antes se lo planteó a Irlanda o a Luxemburgo . Pudo haberlo hecho al Reino Unido (Londres), como hizo en 2021 Shell, largándose de Holanda. Es lo natural. Cualquier multinacional buscará los menores impuestos de radicación. Sorprendentemente en países de una UE que dice estar en contra de los paraísos fiscales. Pero la visión cínica o estúpida dirá que hay países europeos insolidarios en lugar de reconocer que el capital necesita sus espacios de “libre disposición” con el fin de que su acumulación no se vea entorpecida por políticas impositivas.
La tontuna hipócrita podemita y sus mariachis mediáticos acusan a Ferrovial de no ser patriota. No hace tanto que consideraban benefactor al Santander, aunque supiéramos de las actividades delictivas de una parte de su consejo de administración. Ahora Belarra hiperventila disfrazada de anticapi.
Sánchez es menos ridículo. Sólo tilda a Ferrovial de no ser comprometidos, después de que la empresa facturase 1.000.000.000 de euros durante su gobierno.
El mejor de todos es el ministro de la Seguridad Social, señor Escrivá, que cuando fue Presidente de la Airef propuso los recortes de las pensiones que ahora ejecuta, mientras ha convertido el Ingreso Mínimo Vital en un sarcasmo hiriente para quienes más lo necesitan. Para todo ello le hicieron ministro.Ahora culpa a Ferrovial de codicia. Toca demagogia preelectoral.
Codicia, falta de patriotismo o de compromiso no son otra cosa que imputaciones de tipo moral. La basura ideológica de una izquierda según la cual si los capitalistas fuesen honrados, empáticos e igualitarios viviríamos en el país feliz, de la casa de la gominola, de la calle de la piruleta, que diría Homer Simpson.
Tanta moralina progre da bastante asco. Es la misma basura que reivindica trabajo digno y salario justo cuando bajo el capitalismo la empresa determina condiciones de trabajo y sueldo y el trabajador tiene la libertad de aceptarlos o morirse de hambre.
No, el capital no es moral o inmoral, que es otra forma moral. Es amoral porque sus principios no se basan en cuestiones como justicia o equidad sino en la de beneficio. No se trata de si del Pino es un malvado sino de que las empresas necesitan crecer y acumular capital.
Y eso hoy no lo hacen sólo compitiendo sino también limitando salarios, privatizando lo público y reduciendo impuestos, en Países Bajos o donde sea, con el PP, con el PSOE o con cualquier opción que acepte sus reglas del juego.
Siempre se puede ver todo esto desde una distancia irónica