Denis
Grigoryuk. euskalherria-donbas.org
Se
ha puesto de moda regresar a Donetsk. Es la nueva tendencia. Pero no
se puede volver y que cada uno continúe tranquilamente con su
existencia. No, eso no es suficiente. El objetivo no es solo volver a
Donetsk. Convencidos de que con la guerra en Donbass no solo es
posible ganarse la vida sino también promocionarse, aparecen los
halcones, gente de personalidad creativa que se amontona para volver
igual que se amontonaba para salir en junio, cuando la batalla en
Donetsk había decaído.
Al
principio de la guerra, muchos huyeron de Donetsk. Alegaron que
habría política de tierra quemada y ese no era lugar para
desarrollar su potencial creativo y su sutil forma de expresión. No
era su guerra, decían. Sentados en sus cómodos apartamentos
alquilados, o en casa de familiares, observaron desde lejos los
trágicos eventos de Donetsk y Lugansk. No se encontraron bajo los
bombardeos, no experimentaron la falta de agua, de suministro
eléctrico, el bloqueo del sistema bancario, el desabastecimiento de
alimentos, medicinas y otras consecuencias de la guerra. Se
encontraban en ciudades en paz, donde veían las noticias.
En
algún momento se acordaron de Hemingway y de Orwell, que escribieron
sobre la guerra civil española y se hicieron famosos por ese
trabajo. Con esa idea en mente, las personalidades creativas
decidieron venir a Donbass y trabajar por el bien de las Repúblicas.
Evidentemente, esta idea apareció después de la firma de Minsk-2,
cuando Donbass comenzó a mostrar la apariencia de paz, es decir, no
había grandes ataques en una buena parte del territorio sino tan
solo en los lugares más cercanos al frente y las localidades
adyacentes.
De
vuelta a su Donetsk, ¿fueron hasta el frente para comprobar las
delicias de la guerra? No. ¿Para qué, si se puede ver la guerra por
televisión y escribir grandes poemas? Nadie irá a verificar dónde
estabas en realidad cuando ocurrió la masacre. Lo más importante es
estar en el momento adecuado y utilizar la oportunidad. ¿Hay alguna
diferencia en la calidad del trabajo? Por supuesto. Quienes
estuvieron en peligro y sobrevivieron de milagro ven los hechos de
forma diferente y eso queda reflejado en su trabajo. No necesitan
palabras bonitas para describir la guerra. Unas pocas mordaces
palabras son suficientes para que quede todo claro.
Es
insultante que algunos se aprovechen de la desgracia de Donbass. Que
busquen otra forma de promocionarse y hacerse famosos. La forma más
sencilla es subirse a la ola informativa y convertirse en un escritor
militar. Es mucho más difícil interesar a los lectores con la
literatura civil.
Durante
las grandes batallas, cada persona mostró su verdadera identidad.
Cada cual actuó de forma diferente, según su naturaleza. Pero, por
desgracia, siempre hay suficientes parásitos.