3 de enero de 2014

EL DICTADOR TURCO, ERDOGAN, SE REUNÍA EN SECRETO CON EL BANQUERO DE AL-QAEDA

Red Voltaire. DIARIO OCTUBRE 
La policía turca emprendió una gran operación anticorrupción, el 17 de diciembre de 2013, sin aviso previo al gobierno. Importantes sumas de dinero contante y sonante, imposibles de justificar, fueron así halladas por los agentes que registraron las residencias de varios personajes, como el ministro de Relaciones con Europa, Egemen Bagis, y Bilal Erdogan, hijo del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.

En el marco de dicha operación fueron arrestados los hijos del ministro de Economía Zafer Caglayan, del ministro de Urbanización Erdogan Bayraktar y del ministro del Interior Muammer Guler. Los tres ministros dimitieron a causa del escándalo.

La investigación abarca actualmente el destino de cientos de millones de dólares malversados que al parecer fueron destinados al financiamiento de la guerra secreta contra Siria.

El primer ministro Recep Tayyip Erdogan ha declarado que todo es una operación montada por el movimiento Hizmet, encabezado por su ex aliado Fethullah Gulen, y ordenó la revocación de más de 100 miembros de la policía turca que tenían conocimiento previo sobre el inicio de la operación anticorrupción y la realización de los registros pero que no avisaron de ello a la oficina del primer ministro. El jefe del gobierno turco también decidió separar del caso al fiscal Muammer Akkas, quien hasta entonces se había ocupado de este asunto.

Tres parlamentarios del AKP, partido actualmente en el poder, dimitieron como muestra de su indignación ante las prácticas del clan Erdogan.

Los fondos malversados por los personajes vinculados al primer ministro turco pasaban por las manos de un amigo personal del jefe del gobierno. Este amigo personal de Erdogan es Yasin al-Qadi, cuyo nombre figuraba en la lista de la ONU de las personas buscadas por terrorismo. A pesar de ello, el primer ministro turco se reunía secretamente con Yasin al-Qadi, quien aterrizaba en un jet privado en un aeropuerto de Estambul cuyas cámaras de seguridad eran desconectadas en previsión de su llegada. Ya en ese aeropuerto, Yasin al-Qadi era recibido directamente por los guardaespaldas del primer ministro, quienes lo introducían en el país sin pasar por la aduana.

Yasin al-Qadi es un banquero saudita miembro de la Hermandad Musulmana. Vinculado a Osama Ben Laden, Yasin al-Qadi ha reconocido haber sido el responsable del financiamiento de la Legión Árabe de Ben Laden en Bosnia-Herzegovina (de 1991 a 1995) y haber financiado incluso al presidente Alija Ezetbegovic.

Según el FBI, el señor al-Qadi también tuvo un papel protagónico en el financiamiento de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Tanzania y Kenya, en 1998.

También según el FBI, el señor al-Qadi, quien por entonces residía en Chicago, era el propietario de la compañía informática Ptech, la misma que proporcionó a las autoridades estadounidenses el programa informático utilizado por la aviación civil de Estados Unidos (FAA) en el enfrentamiento de la crisis, el 11 de septiembre de 2001.

Yasin al-Qadi es también un amigo personal del ex vicepresidente estadounidense Dick Cheney.

A partir de 2007, el nombre de Yasin al-Qadi comenzó a ser retirado paulatinamente de las listas de personas vinculadas al terrorismo. El 5 de octubre de 2012, su nombre fue retirado de la lista de la ONU pero el 10 de octubre de 2013 el consejo de ministros de Turquía promulgó un decreto que prohibía la entrada al territorio turco a un grupo de 349 personas vinculadas a al-Qaeda o a los talibanes. Entre esas personas se hallaba el señor al-Qadi.


En junio de 2013, Yasin al-Qadi sufrió un accidente de tráfico en Estambul junto al jefe de la seguridad del primer ministro Erdogan y tuvo que ser internado en un hospital, donde fue visitado repetidamente por Bilal Erdogan, hijo del primer ministro.

2 de enero de 2014

LA DEPORTACIÓN TE HARÁ LIBRE – LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN EUROPEOS DEL SIGLO XXI

Anna Papoutsi . Antigonia Nexo Informativo

Existe una industria muy rentable tras los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) tanto en España como por toda Europa. Desde las empresas constructoras, de catering o de salud, hasta las compañías aéreas contratadas para asistir en las deportaciones de los inmigrantes indocumentados. A menudo los ejecutivos de estas empresas ocupan también cargos en los órganos de toma de decisiones relacionadas con asuntos de inmigración o en poderosos grupos de presión, encontrándose así en una cómoda posición para poder influir en políticas públicas a favor de sus empresas.

CIEs – Centros de Internamiento de Extranjeros
Actualmente existen 8 CIEs en España, destinados a inmigrantes en situación irregular que estén en proceso de ser deportados a su país de origen. Se diría que, si una deportación no se puede llevar a cabo, se pondría en libertad al sujeto, pues su detención en estos centros ya no tendría sentido. Sin embargo, de acuerdo al estudio llevado a cabo por Martínez Escamilla en su libro “Mujeres en el CIE”, en 2011 sólo el 48% de los retenidos en CIEs acabaron siendo deportados.

La creación de los CIEs está basada en una ley de 1985 que permite la posibilidad de detener a las personas que están sujetas a un proceso de deportación. Eso sí, esta detención no puede ser de naturaleza punitiva. Estos centros -que básicamente operan en un vacío legal y se basan sólo en reglas internas- están bajo el control del Ministerio de Interior. La policía Nacional los dirige y, según testimonios de personas que han estado retenidas en estos lugares o informes pertenecientes a organizaciones de derechos humanos, estos centros son en realidad cárceles.

Las quejas por abuso de los presos son numerosas: gritos, insultos, castigos, abusos y deportaciones sin anunciar, además de tres muertes desde 2011. La más reciente ocurrió el pasado 3 de diciembre, cuando Aramis Manukyan, armenio de 42 años, se suicidó colgándose en el CIE de Barcelona. Otros presos denunciaron que los guardas lo habían torturado y que lo habían puesto, solo, en confinamiento. Desde allí se pudieron escuchar sus gritos durante horas antes de que el desdichado decidiera acabar con su vida.

El seis de enero de 2013 Idrissa Diallo, de 21 años, murió trágicamente en el mismo centro. Según varios testigos, se había quejado repetidamente de fuertes dolores y de problemas de respiración, pero nadie le prestó atención y tampoco había algún traductor para aclarar sus necesidades. Cuando llegó la asistencia médica, ya era demasiado tarde.

El 19 de diciembre de 2011, Samba Martine murió sin haber recibido ni siquiera un diagnóstico. Tenía una hija de nueve años de edad.

Deportaciones asistidas: los vuelos de la vergüenza
Una de las prácticas más controvertidas actualmente en Europa es la deportación de inmigrantes sin documentación. Antigonia, en su presentación del festival antifascista en Barcelona en noviembre, echó luz a este proceso que pasa completamente desapercibido, pese a tener componentes muy sucios.

En España, el no poseer documentación está considerado como una falta administrativa. Sin embargo, el estar detenido en un CIE para luego ser deportado es una práctica común.
Cuando se trata de deportar sólo a una o dos personas, la deportación se realiza en vuelos comerciales. Cuando son varias las personas afectadas, entonces se fletan vuelos especiales. En los dos casos, las aerolíneas que participan en este proceso son bastante conocidas para el común de los públicos: Iberia, Air France, etc.

El segundo caso requiere una planificación detallada y cuidada. El país europeo que quiere deportar a un inmigrante sin documentación ha de cooperar con su país de origen. Por ejemplo, según la Campaña por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEsNo), para un vuelo de Madrid a Senegal el Ministerio de Interior debe fletar un avión, encontrar una ruta libre, preparar el transporte al aeropuerto de los inmigrantes desde diferentes ciudades, asignar un número significativo de policías para salvaguardar la operación, coordinarse con las autoridades senegalesas y por supuesto, lo más importante, asegurarse de que el avión se llene de “pasajeros”.

El testimonio de un senegalés que fue deportado de esta manera y al que la Campaña ha conseguido localizar en su país es demoledor. Cuando llegó al aeropuerto madrileño de Barajas se dio cuenta de la envergadura de la operación. Docenas de compatriotas suyos eran forzados a esperar bajo vigilancia en una sala del aeropuerto. Algunos venían del CIE de Aluche. Otros habían sido transferido.

Sin embargo, no todos provenían de estos centros. También había inmigrantes que acababan de ser detenidos y que venían directamente de comisaría. Serigne, de Dakar, nos cuenta que uno de sus amigos fue arrestado en Valencia justo al lado de su casa, cuando salía a comprar el pan. Mbacke relata su propio drama: a él lo pillaron justo después de enviar dinero a su madre cuando iba en bicicleta de camino a su trabajo de recogida de pepinos y pimientos en el campo. Otros senegaleses fueron detenidos en Málaga, Zaragoza, Alicante, Mallorca, Almería, Salou… ¡Hay incluso casos de gente arrestada cuando iban a solicitar o renovar sus papeles!

En muchos casos la policía actúa con violencia y existen vídeos que documentan estos incidentes en los vuelos mixtos. Nadie sabe lo que ocurre en los que son fletados de manera específica para los deportados. En julio de 2007, el nigeriano Osamuyi Aikpitanyi fue asfixiado hasta la muerte durante un vuelo asistido desde España hasta Nigeria, después de que sus guardias le obstruyeran la boca. Casi cinco años después, los policías responsables de su muerte fueron condenados a pagar una multa de 600€ y fueron exculpados de cualquier responsabilidad por su muerte.

Debido a la connivencia entre el estado y las empresas de seguridad -y también a nuestra tolerancia en el asunto- la ya larga lista de personas que han perdido sus vidas a manos de las autoridades europeas sigue creciendo…

¡Podemos y DEBEMOS REACCIONAR YA!

Antigonia aconseja a cualquiera que se encuentre en un vuelo con deportados que haga lo siguiente: