Quiero aportarles un artículo sobre las razones por las que Siria ha dejado de ser noticia, un interesante vídeo de la agencia RT, que entrevista al periodista argentino Alberto Rabilotta sobre la insurgencia siria y un mapa sobre la extensión de Al Qaeda en el mundo.
Creo que los dos últimos materiales explican mejor que el primero las razones por las que Siria ha dejado de ser noticia en los mentideros del Imperialismo y de sus delegaciones y porqué el Presidente Obama aceptó la oferta del Presidente Putin de no atacar Siria si el Gobierno de este país entregaba sus arsenales de armas químicas.
Que USA es un Imperio declinante no se le escapa ya a nadie, ni siquiera a sus más despreciables epígonos. Su endémica crisis económica y fiscal, la incapacidad de la Presidencia de aunar las voluntades políticas de la nación, cada vez más un gallinero cuyos miembros cacarean mensajes divergentes y hasta opuestos en lugar de integrar la polifonía de voces bajo la comandancia suprema de la batuta del director de orquesta, la creciente desafección de algunos de los socios del pilar occidental de la OTAN (v.g. Reino Unido) a seguirle en sus aventuras bélicas de más que pronosticable fracaso (tras los cenagales de Afganistán e Irak), las más que sospechosas filtraciones sobre espionaje a casi todo el Planeta, siguiendo la estela del extraño fenómeno de Wikileaks, las gargantas profundas del soldado Manning y del espía Snowden,…Todo apunta en la dirección de la decadencia de la moderna Roma.
Obama, lejos de ser el Julio César de una nueva era de esplendor imperial que muchos esperaban, terminará su mandato siendo, si no un Rómulo Augusto en los días del ocaso, sí una variante reeditada del último Bush, aunque sin la imagen de paleto tejano sino más bien de patán de la política con apariencia de elegante patricio, a lo Morgan Freeman pero más joven.
Los tiempos de declive suelen dar dirigentes mediocres. Es el caso de Obama. A pesar de su apariencia de personaje sutil no es otra cosa que un producto de marketing con un slogan simplón y carente de contenido concreto, al que cada uno podía poner su propio significado, sin que, en consecuencia tuviera ningún compromiso con un proyecto real, al modo en que el slogan “Por el cambio” del Felipe González de 1982 no era sino un reclamo para cualquier política.
Tras la aparente inteligencia y perspicacia del Presidente Obama nos hemos encontrado a un gobernante sin una estrategia clara en Oriente Medio, a una diplomacia errática, sin el menor atisbo de previsibilidad en la acción política, algo tan necesario en la interlocución entre superpotencias, toda vez que USA tiene enfrente a países como Rusia o China, con los que está obligado a llegar a acuerdos.
La política exterior norteamericana está atrapada entre la conciencia de sus fracasos en la zona, el insostenible coste de sus aventuras militares, la presión del complejo militar-industrial y de los halcones de la Casa Blanca, junto a la que ejerce el lobby sionista en Washington y el más que evidente descontrol de sus aliados yihadistas sirios.
Por brutal que parezca la imagen del Presidente Putin en su accionar de política doméstica (Chechenia, oposición, prensa,…) está claro que la diplomacia rusa está a años luz de la torpeza estadounidense. El giro ruso respecto a Siria, proponiendo que USA aceptase la entrega de armas químicas del régimen de Al Asad, ha sido una salida airosa al peligro del avispero en el que iba a entrar, una vez, más el sistema imperial estadounidense, a punto de convertir a la acción militar contra Siria en la aviación de Al Qaeda.
Demasiados informes de medios cercanos a los intereses USA venían con multitud de pruebas advirtiendo de que la oposición democrática siria era una ficción y que lo que en realidad se estaba produciendo en Siria era la rebelión del fundamentalismo internacional más criminal contra un gobierno laico y progresista que tiene el apoyo de la mayoría de la población. Tanto que hasta otros fundamentalistas islámicos más moderados como el Hezbolá libanés o el régimen iraní habían optado por apoyar al gobierno de Al Asad como quizá última frontera contra la locura terrorista y asesina de Al Qaeda.
Y es que una cosa es utilizar a los talibán en Afganistán para derrotar a la desaparecida URSS, como hizo el vaquero Reagan, y otra muy distinta es seguir engordando a quienes consideran a USA como el Gran Satán al que hay que destruir y que ahora se niegan, contra las peticiones de su protector norteamericano, a sentarse en la mesa de negociación con el gobierno sirio, a pesar de haberlos derrotado éste militarmente de forma ya indiscutible.
EEUU ha tenido que probar la receta libia, después de contribuir a derrocar y permitir el inhumano asesinato del coronel Gaddafi , con el ajusticiamiento por hordas de Al Qaeda del Magreb de su embajador en Trípoli, para empezar a preguntarse si su estrategia de ir provocando estados fallidos en el mundo islámico no acabaría por crear a un Leviathán que convirtiese el horror del 11-S en cosquillas de monja.
Ese, y no otro es, en mi opinión, el motivo por el que el ataque contra Siria por parte del imperialismo yankee no se ha producido ya y del silencio de los mentideros a sueldo del Imperio sobre la situación en dicho país, después de verter tanta mierda contra el régimen de Damasco.
Sin más, les dejo con los materiales informativos prometidos. Espero que todos ellos les ayuden a hacerse una composición de lugar sobre el giro de la política internacional respecto a Siria.
TERMINÓ CONFLICTO ARMADO EN SIRIA
Lorenzo Gonzalo. Canarias-semanal
Por supuesto el título del artículo no es real. Sin embargo las noticias que hablaban de desconcertantes matanzas, envenenamientos masivos de la población por un despiadado ejército renuente a la rendición que les hubiese costado la vida a todos sus soldados, han desaparecido de los periódicos como por arte de magia.
El 12 de septiembre de este año 2013 se reunieron en Suiza, el ministro de exterior estadounidense (le dicen secretario de estado) John Kerry y el ruso Serguei Lavrov.
Como resultado de aquellas conversaciones Rusia, quien hasta entonces se oponía a toda acción en contra del gobierno sirio, ofreció una solución: aceptar la propuesta siria de entregar sus armamentos químicos.
Desde entonces se trabaja tenazmente para disponer del temible arsenal. La parte más difícil será destruirlo. Esto quizás sea imposible dentro de los parámetros actuales, puesto que Estados Unidos de Norteamérica cuenta con los mayores arsenales de esta aberrante invención humana y aún no ha podido desaparecerlos convenientemente.
En la antigüedad, desde hace más de dos mil años, se usaba aceite en ebullición para lanzarlo sobre las empalizadas del contrario, acompañado de flechas encendidas.
Lamentablemente el ser humano, en sus afanes por sobrevivir, ha luchado por el control de territorios y más tarde, con el surgimiento del egoísmo y su desarrollo estimulado por los triunfos, apareció el desvarío de Poder de los más destacados, conduciendo a pueblos enteros a posiciones inadecuadas, sin fruto alguno para esas mayorías.
Como colofón, los poderosos se han arrogado el derecho de efectuar la clasificación ética de los armamentos.
Discutir el uso de armas químicas y su eliminación es necesario, aun cuando estas son parte de la historia humana y a pesar de vivir en un mundo plagado de arsenales atómicos en manos de ejércitos temibles. Pero esto no justifica en modo alguno, la intervención de los territorios donde se generan esos conflictos, utilizando precisamente armas más letales aún que las mismas que se emplean como razones para intervenir.
El mundo no puede tolerar matanzas regionales pero mucho menos puede admitir el exterminio de una región por otra o su sometimiento indefinido a terceros poderes.
Las armas químicas de hoy fueron inventadas por Estados Unidos y otras naciones, incluso entregadas en grandes cantidades por Washington a Sadam Hussein y diversos países de Medio Oriente, en la época que fueron sus aliados. Sobre Vietnam fueron lanzadas toneladas de bombas incendiarias (NAPALM), convirtiendo a miles de vietnamitas en antorchas humanas, con todas las secuelas de una muerte horrenda en unos casos o de una sobrevivencia miserable en otros.
Quienes quieran enterarse en detalles del significado de las armas químicas, les recomiendo que lean los artículos escritos en este sentido por el periodista Jorge Gómez Barata.
Las jugadas del Presidente Obama, amenazando con intervenir bajo el nuevo término imperial titulado “ataque limitado”, su dilación para ejecutar dicha acción, la utilización del Consejo de Seguridad de la ONU y a su propio Congreso como cortinas de humo y las evidentes conversaciones no declaradas con Rusia previas a la propuesta siria de entregar el arsenal químico, dio al traste con una solución del conflicto sin intervenciones militares.
Pero lo resuelto es la problemática internacional creada por Estados Unidos de Norteamérica, no el conflicto interno sirio, donde Washington y otras potencias también han tenido una gran responsabilidad.
Por consiguiente, nada de lo acordado pudo haber detenido los combates. Las noticias alarmantes que veíamos a diario se han esfumado ante nuestros ojos atónitos, como si se hubiese tratado del conejo de un mago ante un teatro plagado de ojos infantiles.
Acostumbrados a las respuestas agresivas militaristas que definen la política exterior estadounidense, todas las cadenas noticiosas apostaban por la intervención y preparaban a la opinión pública para semejante desenlace. Pero ahora resulta que las noticias de aquel el conflicto, la manera morbosa de presentar acontecimientos que son concomitantes de esas patéticas desviaciones de la humanidad, de repente han cesado.
Como por arte de magia, tal pareciera que el acuerdo imperial entre homólogos (salvando las distancias entre Rusia y Estados Unidos), hizo que las partes depusieran los fusiles.
En realidad no ha sido así. El conflicto armado continúa, pero los rebeldes de hoy, que son los mismos rebeldes de ayer, no cuentan con la cobertura de esa prensa, porque se trata en su mayoría de fanáticos islámicos, radicales aislados del mundo internacional en que vivimos, quienes de alcanzar el poder de un país como Siria, desencadenaría un cúmulo de sucesos que posiblemente pudieran ocasionar un conflicto bélico total en esa región. Por tanto esos rebeldes ya no son necesarios en la primera página del periódico y ni siquiera en la segunda.
El escándalo previo al acuerdo, fue para calmar a Israel quien estaba temeroso de tener un vecino desafecto al sionismo, con es tipo de armamento.
La prensa como siempre ha jugado su papel de desinformación, siguiendo dictados de quienes poseen los fusiles, de quienes pagan o de quienes les amenazan.
Es bueno que se haya encontrado una salida a la crisis internacional siria, con lo cual se abre el camino para que ese gobierno encuentre una solución a su problema interno.
Esperemos que la cordura, presente en ciertos momentos en la Administración estadounidense actual, quien se diferencia de las anteriores más por el discurso que por sus actos, convierta ese gesto en práctica futura.
Pero es bueno señalar que Siria continúa enfrentando un conflicto instigado por una marginalidad política que, a contrapelo de las posibilidades actuales para alcanzar mejores integraciones regionales, intenta interponerse a ese cauce integracionista obligado, convertido en la actualidad en un requerimiento de todas las regiones del mundo.
Si la prensa actualmente no menciona la guerra civil en Siria, es porque la misma solamente acostumbra destacar aquellos conflictos que interfieren con los grandes consorcios internacionales, cerrando sus páginas a otras realidades que deben ser del conocimiento de todos, porque de algún modo todos contribuimos a los problemas y también a la búsqueda de soluciones.
Desde que comenzara octubre del 2012 han ocurrido bombardeos en Damasco y en la ciudad de Alepo, con un saldo aproximado de cincuenta muertos. En la aldea de Al Metras, en la provincia de Tartus han habido 30 muertos. También con posterioridad al acuerdo de destruir los arsenales químicos en el me de setiembre, los enfrentamientos continuaron. Nunca han cesado y el gobierno sirio continúan defendiendo el Estado.
Los rebeldes y el gobierno se enfrascaron en una batalla en el Frente Al Nusra, muriendo allí 20 terroristas ligados a Al Quaeda.
Decimos esto porque las soluciones halladas para resolver las problemáticas imperiales, no deben ser óbice para acallar conflictos que de algún modo, por su humanidad o deshumanización y por pertenecer a nuestra época, nos compete a todos.
El mundo de hoy es un pañuelo y Medio Oriente es una gran porción de esa prenda que, para ser práctica, se requiere entera.
Así lo veo y así lo digo.
Las zonas de influencia de Al Qaeda están marcadas en rojo |