23 de septiembre de 2012

¿ES EL CONGRESO? ¡QUE SE PONGA!

Por Marat
Operadora Telefónica del Congreso de los Diputados (OTC): Congreso de los Diputados, dígameeeee” -se oyó una voz femenina que recordaba la musicalidad de otras operadoras telefónicas, las de TeleTaxi, al otro lado de la línea telefónica)

Aspirante a Ocupar el Congreso (AOC): “Dígale al Presidente del Congreso, al del Gobierno y a sus Ministros, y a los grupos de la oposición que hemos rodeado el Congreso” -respondió con voz masculina que, a duras penas, intentaba expresar autoridad, seguridad y fuerte personalidad.

OTC: “¿De parte de quiéeeeeen? ¿Se lo digo a todos a la vez por megafonía o uno a uno? ¿Informo de que han rodeado el Congreso por partes o todo en conjunto?” –ahora la voz sonaba más cercana a las preguntas realizadas a los clientes por parte del personal de una conocida marca de comida rápida (hamburguesería) norteamericana. En efecto, las preguntas bien hubieran podido ser: ¿Menú grande? ¿Nuggets, alitas,..?, ¿Alguna cosa más?   

AOC: “Soy Pancho Luis Poza, hablo en nombre de Ocupa el Congreso, Toma el Congreso, Rodea el Congreso y de otras varias convocatorias. Puede usted informar del modo que le parezca más conveniente pero de forma rápida” –dijo el interlocutor con un ligero tono de impaciencia y mosqueo. Llevaba con sus compañeros de la convocatoria del 25-S cuatro horas delante de la puerta de entrada del Congreso, no alrededor del Congreso y, salvo algún medio de comunicación que no parecía excesivamente activo al notar el impasse de la intentona, no detectaban que se les estuviera haciendo caso alguno.

OTC: ¿Y todos esos nombres que me cita, señor Luis Poza, han venido con usteeeeed? ¿Han nombrado una comisión o es usted su único representante? ¿Tienen alguna petición que hacer? ¿La han traído por escrito para dejarla en registro del Congreso? Disculpemeeee que le haga estas preguntas pero es el protocolo establecido desde hace mucho tiempo ante manifestaciones petitorias” –la telefonista, celosa del buen su trabajo, parecía tener un fondo correoso bastante arraigado.

AOC:  “Sí, bueno –tono dubitativo de Pancho Luis Poza-, han venido más o menos todas las organizaciones. Hemos realizado una asamblea que me ha designado portavoz. En cuanto a las peticiones que tenemos son sobradamente conocidas a través de Internet y los medios de comunicación. Y la petición la tenemos por escrito pero la llevo en mi iPad y no tenemos con nosotros una impresora. Puedo ir corriendo, antes de que cierren, los locutorios para descargarla en alguna impresora y hacer la fotocopia que luego les entreguemos” –la conversación empezaba a adquirir cierto tono tenuemente delirante y el invicto Luis Poza temió, por un momento, que algo pudiera salir mal. Mientras hablaba mandó un sms a los más destacados miembros de la acción del 25-S, que no dirigentes, porque todo el mundo se representaba a sí mismo, para que se hiciese una asamblea para ir hacer las fotocopias y elegir si las harían en una fotocopistería o en un locutorio y si era en este último en uno ecuatoriano, marroquí, paquistaní, del este europeo o multiétnico, para no herir la sensibilidad de ningún colectivo migrante.

OTC: “Entonceeeees, señor Luis Poza, ¿quiénes digo que han venido?, porque no me queda claro. Es que me suena una Plataforma ¿Puede ser en Pie o De Pie o Un Pie? Y es que como hay otra que creo que se llama Coordinadora 25-S y parece que hay hasta una tercera, o cuarto y mitad, no me aclaro en decirles a los señores diputados de parte de quien viene usted, don Poza, perdón, señor Luis Poza” –la esforzada telefonista intentaba por todos los medios aclararse en lo que empezaba a ser un galimatías para ella.

AOC: Me está usted intentando liar, señorita –dijo el intrépido Pancho Luis Poza, inspirando fuertemente después para tomar aire y provocando que los cornetes nasales le sonaran como una tuba desafinada, lo que indicaba un estado deteriorado de los mismos –Somos los convocantes de la acción del 25-S y ya está. Avise a sus superiores de que exigimos ser recibidos o que se atengan a las consecuencias”.

OTC: “¿Se lo transmito así mismo, señor Luis Poza, que-se-atengan-a-las-consecuencias? Y dígameeeeee, por si me preguntan, esas consecuencias son ¿A) lesivas para la cámara y la representación popular, en cuyo caso, A.1) serían del tipo asalto civil o A.2) asalto de tipo cívico-militar, lo digo por el tono de pronunciamiento que han empleado el teniente general Pedro Pitarch y el coronel Alamán Castro, o bien B) para las personas que ostentan cargos en la misma pero no para la institución?"

AOC: No ha venido ninguna de las dos personas que me cita pero tenemos al cabo Contreras que insulta como un carretero y desanima mucho al enemigo. Sobre el carácter de las consecuencias no hemos discutido todavía pero en cuanto acabe la asamblea para ir ver quién va a hacer las fotocopias hacemos otra para ver el tipo y alcance de esas consecuencias”.

OTC: “Y dígameeeee, señora del Pozo, perdón, don Pozas, ¿piensan ustedes tener resueltos los temas a tratar en esas asambleas tan participativas suyas para hoy martes o para el próximo martes?. Le digo esto porque los señores diputados tienen  prevista la finalización de las sesiones de hoy hacia las 8 de la tarde”.

AOC: “El tiempo que sea necesario. La democracia del ágora no puede detenerse por un calendario” –decididamente, el paladín de la democracia real instantánea, como el café soluble, que salía a la calle sin carné ni intención de mostrarlo y al que tanto esfuerzo de cómodas detenciones por unas horas le estaba costando alcanzar la popularidad política ya no estaba de humor. Él, que se había esposado incluso al Tren de la Bruja en su pueblo en busca de la fugaz fama....Se escuchaba a sí mismo en la solemnidad de sus palabras y se imaginaba como un conductor de masas y hasta como un padre de la patria. Pero esta telefonista se le resistía de forma tenaz.

OTC: Pero la democracia parlamentaria sí tiene relojes y calendarios, don Pancho, más que nada porque los diputados salen a orinar, comer y también cenan y duermen. Alguno hasta tiene familia” –contestó la telefonista del Congreso- “Permítame que le haga otra pregunta, para transmitírsela también a los diputados. ¿Las peticiones que ustedes hacen son las de ese grupo anónimo de facebook, en la que empezó lo de hoy ante el Congreso de los Diputados, las de la Plataforma Puntapié o las de la Coordinadora 25-S? Es que como cada vez han contado ustedes cosas distintas,...¿Podría adjuntar a su petición un esquema, para que los diputados se enteren? Es que hasta yo estoy hecha un lío y eso que he intentado enterarme desde el primer día”.

AOC: “Son un compendio de muchas iniciativas distintas, que van desde la Comisión Constituyente para constituir la nueva Constitución hasta las propuestas de la Comisión vegana de Lavapiés, pasando por la Comisión de Buenas Prácticas Ciudadanas en un Estado No Monárquico y....-iba a seguir con su recital de democracia participativa cuando notó que la telefonista carraspeaba con nerviosismo e insistencia.

OTC: “Muy bien, muy bien, don Jesús del Pozo. Sí, tráigase un esquemita como el que le he pedido, más que nada porque si ustedes se enteran de lo que quieren, quizá los señores diputados puedan enterarse también de lo que piden”–respondió con prisa la telefonista- “Pero ahora tengo que dejarle porque, cuando acaba la sesión, también el personal terminamos nuestro horario de trabajo. ¿Usted trabaja, don Pozas?. ¡Ah sí, que ahora recuerdo que fue usted un alto directivo de una empresa del sector de la construcción. Llame usted mañana. Adiós, buenas tardes” –y en el móvil de última generación de Pancho Luis Pozas empezó a escucharse el sonido repetitivo de una comunicación cortada, pi, pi, pi,...