7 de mayo de 2011

ASALTO DEL FRENTE NACIONAL A LOS SINDICATOS

Alexandre Timbaud. Viento Sur

Fabien Engelmann, Annie Lemahieu, Franck Pech, Daniel Durand-Decaudin. Punto común : sindicados o sindicalistas, respectivamente de CGT, FO, SUD y la CFDT. Y sobre todo candidatos y candidatas en las listas del Frente Nacional en las últimas elecciones cantonales. Estas candidaturas han provocado, con razón, asombro: ¿cómo se puede pertenecer (luego han sido expulsados o están a punto de serlo) a organizaciones que defienden valores de solidaridad, características (más o menos) de la izquierda, y llevar los colores del FN, formación de discurso y programa racistas, xenófobos y antisociales? ¿Cambio radical de franjas enteras del movimiento sindical? ¿”Entrismo”, o simple golpe mediático orquestado por el FN?

El hecho es que estas “salidas del armario” no hacen sino ilustrar un fenómeno constante desde hace una quincena de años: la porosidad creciente del mundo del trabajo, incluso de franjas del movimiento sindical, a las ideas más reaccionarias encarnadas por el FN. ¿Cómo extrañarse, en un contexto de crisis frente a la cual ningún proyecto de sociedad emancipador aparece como creíble ante los ojos de las clases populares, y cuando la política racista de un gobierno comprometido en una puja con el FN no hace sino legitimarlo y banalizarlo un poco más?

Ya en 2002, el 30% de los obreros (y el 17% de los asalariados) y el 38% de los parados habían dado su voto a Jean-Marie Le Pen. Nueve años más tarde, el estudio de los resultados de las cantonales confirma esta tendencia. Muestra también que el nivel de organización de la clase y la influencia de los sindicatos juega un papel inmunitario (relativo) frente al voto FN: el 3% de los simpatizantes de SUD, el 6% de los simpatizantes de la CGT, el 8% de los simpatizantes de la CFDT… pero también el 15% de los simpatizantes de FO votaron por el FN /1. Lo que plantea evidentemente preguntas, tanto referidas a la orientación y el debilitamiento de las referencias ideológicas “tradicionales” en el seno de esas organizaciones, como también sobre la necesidad de reforzarlas como murallas en el período reaccionario actual.

La influencia (ideológica) del FN en el seno mismo de las organizaciones sindicales no es pues nueva. Buscando la “desdiabolización”, ha empleado en este tema una de sus más viejas recetas: la victimización. La expulsión de los “sindicalistas” frentistas, tanto más previsible si se tiene en cuenta que el mismo intento se había realizado ya a mediados de los años 1990 /2, ha permitido al FN agitar una discriminación hacia sus militantes /3… y, a través de ellos, de los trabajadores (franceses) que no serían defendidos por sus organizaciones, parte integrante del “sistema” frente al cual el FN se autoproclama único oponente y alternativa, y a falta de poder formar parte públicamente de estas organizaciones, el FN crea las suyas.

En primer lugar, fundando el Círculo Nacional de Defensa de los Trabajadores Sindicados (que hay que entender como los candidatos frentistas excluidos de su sindicatos “en violación de los principios democráticos”) y, luego, anunciando entre las dos vueltas de las cantonales por la voz de Marine Le Pen “de aquí a algunas semanas la creación, en todos los sectores en que sea posible hacerlo, de sindicatos libres que aceptarán en su seno a candidatos, electores o representantes del FN”.

¿Farol? En cualquier caso, las organizaciones que se reclaman de la defensa de los intereses del mundo del trabajo no pueden ahorrarse un aumento del esfuerzo en la lucha contra el FN, en sus propias filas evidentemente, y más allá. No se puede uno sino felicitar de la expulsión de la CGT de Fabien Engelmann y sus comparsas, y de la reacción de esta confederación /4. Era lo mínimo /5. La declaración de la intersindical del 17 de marzo titulada “La preferencia nacional no es compatible con el sindicalismo” /6 es un primer paso en el sentido de una removilización frente a la extrema derecha. El principio de la preferencia nacional (clave del programa del FN, propuesta alrededor de la cual se articular su xenofobia y su racismo) debe ser denunciado, y el racismo combatido.

Pero la lucha contra el FN no se podría resumir en la construcción de un indispensable movimiento antirracista (que deberá ante todo responder punto por punto a la política gubernamental), y en el que los sindicatos deben jugar un papel crucial. El llamamiento a la movilización: “Venimos de otras partes. Estamos aquí” del 28 de mayo es una fecha crucial en esta perspectiva. Luchando al lado de los trabajadores sin papeles por su regularización, luchando contra todas las formas de racismo (y particularmente la islamofobia actual) y las discriminaciones, desarrollando las luchas transnacionales….

Las revoluciones árabes en las que los trabajadores juegan un papel importante, igual que las luchas en curso contra los planes de austeridad en diferentes países europeos, son una ocasión de construir una solidaridad internacionalista que socave las bases de un repliegue nacionalista que el FN desea. Se trata igualmente, a la vez que se defiende un programa y una estrategia anticapitalistas únicos capaces de responder a las esperanzas de la población en este contexto de crisis, de denunciar específicamente el FN por lo que es: un enemigo mortal del mundo del trabajo y de sus organizaciones, al que no hay que dejar el menor espacio.


Notas:

1/ Ver la investigación "Vote au 1er tour des élections cantonales de mars 2011 selon la proximité syndicale", realizada por Harris Interactiva, el 20/03/2011.

2/ Tras haber "infiltrado" militantes en el seno de la CFE-CGC y de la CFTC, que habían sido expulsados, el FN lanzaba en 1996 sus propios "sindicatos" (FN-Policía, FN-penitenciaría…) que serían disueltos por la justicia por falta de respeto a los valores republicanos.

3/ Ver el comunicado del FN del 4 de abril de 2011 titulado "No a las purgas antirrepublicanas en los sindicatos".

4/ Frente a la provocación de Engelmann y del FN que convocaban a la celebración de una conferencia de prensa el 28 de marzo ante la sede de la CGT, ésta llamó a sus militantes a una concentración que reunió a más de un millar de personas.

5/ Lo más inquietante en este asunto ha sido la reacción de la sección sindical de Engelmann, cuyos 26 miembros votaron contra su expulsión, obligando a la confederación a lanzar un procedimiento de expulsión vía la federación nacional.

6/ A la que FO no se asoció, prefiriendo en el caso que la concernía no denunciar sino su "independencia abofeteada respecto a los partidos políticos". ¿No le inquieta a dicha central el 15% de sus simpatizantes que vota FN?

5/05/2011

Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR