23 de marzo de 2022

EUROPA EN LLAMAS. LA HORA DE LOS MISERABLES

Por Marat

No es fácil mantener el silencio cuando el silencio es una mentira”

(Victor Hugo)

A estas alturas de la degradación humana citar a Victor Hugo es como hacerlo a Tamerland el Grande o a Perico de los palotes. Sin duda la última frase evacuada por algún famoso por el hecho de serlo llegará con más potencia a la audiencia. Afortunadamente su genialidad permanecerá en la memoria colectiva lo que el próximo tuit genial: el tiempo necesario para que un medio de intoxicación colectiva afirme que hay otra genialidad aún más epatante. Y así hasta el infinito y más allá.

La estupidez del receptor - ya no se trata de la ignorancia sino del cómplice esquivo de los hechos – puede explicar, sólo en parte, el comportamiento humano tras la invasión de Ucrania por Rusia.

El resto es obra de miserables.Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin, Putin.Leyendo la democrática, objetiva y sincera prensa occidental tengo la sensación de que Putin es un monstruo formado por los restos de William Wallace, Atila, Vlad Teper, Stalin, Hitler y un superRambo, todo el engendro con el suficiente poderío y mala hostia como para controlar él solo el 20% del territorio ucraniano y atacar a la vez sus principales ciudades.. Concentrar en Putin todo el odio y el miedo inducido hacia las sociedades occidentales, dejando de lado al Estado ruso y a su sociedad, que mayoritariamente le apoya, es fetichizar al enemigo, como antes se hizo con Hitler, personaje con el que se le compara. Sirve al objetivo de focalizar el mal y es coherente con el intento de aislarle de sus apoyos oligárquicos y del parlamento ruso, con la intención de provocar el derrocamiento del presidente. Si esto no funciona, una vez establecidas las sanciones económicas desde semanas atrás, se pasará a la persecución de los ciudadanos rusos fuera de su país y a generar rusofobia hacia los mismos. Putin no es la causa. Es la consecuencia de siglos de ideología imperial rusa desde Pedro el Grande y Catalina I, también la Grande. Sus apelativos debieran indicar algo respecto a la psicología de la sociedad rusa.

Las naciones que han sido poderosas y han recibido la humillación de la historia pueden reaccionar de dos maneras: resituándose como España o Francia o actuando como Alemania o Rusia en distintos momentos de su historia. El caso británico, dando por el culo en la UE desde su origen es particular y no viene al caso en este momento.

No sé cómo se para una guerra ni qué decírles a las madres ucranianas que han perdido a sus hijos en esta guerra provocada por la agresión rusa, tampoco a esas madres a las que se les ha congelado el pecho tras la muerte de sus bebés bajo las bombas, ni a los ancianos que tiemblan aterrorizados.

Hoy, más allá de cómo se para una guerra falta un grito: russia out of ukraine.

Falta por parte de la izquierda. Falta desde los comunistas. Sé el porqué y me asqueaa, como me asquea saber que ni unos ni otros hayan convocado movilizaciones contra esta guerra dejando claro quien es el agresor

Y no hablo de una concentración para cubrir el expediente sino de movilizaciones multitudinarias en todo el país. Sin argumentos extraños: RUSIA FUERA DE UCRANIA.


17 de marzo de 2022

GUERRA RUSIA-UCRANIA:¿IMPASSE, DESINFLE DEL ATACANTE O PRÓXIMA RESOLUCIÓN?

 Por Marat

Si una primera respuesta puedo dar a la pregunta que da título a este texto es que a la sociedad española y a casi todos los que estamos al otro lado del telón de acero informativo que separa hechos y propaganda, sea del lado ruso y de sus mariachis o del lado de las “democracias” occidentales, que aplican la misma ley de hierro informativo que el gobierno ruso, impidiendo el acceso a sus medios de información-propaganda y suministrándonos tan solo la “verdad” del Pentágono y de sus beneficiarios energéticos, nos resulta imposible conocer cómo va el partido Rusia- Ucrania en estos momentos.

En tiempos de enloquecida conspiranoia, mentiras oficiales y bulos extraoficiales, es, desde el lado ruso una secuencia “informativa” de la Agencia Tass, uno de los pocos canales rusos que aún no han sido censurados por parte de las potencias amigas de Ucrania, detrás de la que cabe intuir que entre el 14 y el 17 de marzo se empieza a asumir tácitamente una cierta estabilización de los frentes.

¿Ha llegado Putin hasta donde deseaba, controlar la mayor parte del Donbass, comprometer la unidad territorial del Estado ucraniano, abrir la puerta al reconocimiento de la independencia de los territorios secesionistas de dicho Estado? De momento , Zelenski, cuya imagen publicada por los medios occidentales empieza a perder relevancia, ha asumido una de las principales exigencias de Rusia: Ucrania no entrará en la OTAN. Sobre las exigencias territoriales rusas, el gobierno del país atacado ha mostrado una significativa indefinición en los últimos días.

¿Está ganando tiempo Zelenski en una guerra de desgaste entre ambos países, practicando el enroque militar? Podría ser, del mismo modo en que lo que ahora parece una imposibilidad por parte de Rusia de hacer avanzar los frentes responda a una intención de hacer tablas en el juego mundial de las superpotencias.

En ese caso estaríamos ante la inminencia de la hora de una diplomacia que transcendería a la soberanía nacional de Ucrania, negada de largo tiempo por Rusia y chantajeada por Estados Unidos y su vasallo, la UE.

Mientras tanto asistiremos al viejo espectáculo de una fantasmagórica amenaza de guerra nuclear, cuyo guión para asustaviejas aún sigue funcionando como en la superproducción que se montaron en octubre de 1962 entre EEUU y la URSS para seguir pastoreando sus respectivas áreas de influencia.

Previsiblemente, solo las almas cándidas y los cínicos se sorprendan cuando las aguas vuelvan a su cauce, Putin será, si no rehabilitado, sí relativamente soportado, al igual que Maduro hoy ya es un socio petrolero no secreto -nunca dejó Venezuela de vender petróleo a EEUU. del mismo modo en el que ahora se habla de levantar las sanciones a Irán – y los índices de las bolsas capitalistas del mundo recuperen cierta normalidad, dentro de una tendencia de larga onda a una tasa de acumulación del capital decreciente.

Por lo demás, nada sorprendentemente nuevo bajo el sol.