17 de octubre de 2012

NO SE PODÍA HABLAR DE LED ZEPPELIN TRAS EL MURO DE BERLÍN

Por Marat
Cuando se es un mal nacido (mala nacida) no hay dificultad para dar con el medio-basura (EL PAÍS) en el que soltar el vómito de una señorita pija de clase media, proveniente de una élite social y dejar a la vista la basura que se lleva dentro.

Este instrumento propicio y consciente del anticomunismo, llamada Marcela San Martín, programadora cultural porque tiene los contactos para llevar grupos a las salas en las que ponen copas (”CULTURAL” es agarrarse un pedo del 15 donde tocan ruido) es tan patética en su bien pagado viaje por el Shangri-La post hippy de plástico que revuelve las tripas de quien tenga clara la diferencia entre capitalismo y ser humano.

El título de su entrevista no tiene desperdicio: “No se podía hablar de Led Zeppelin tras el muro de Berlín” http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/16/actualidad/1350399897_415025.html Casi hace pareado, salvo por el acento. Tan ridícula como el imaginario título del libro del anticomunista más delirante que cabría imaginar que bien podría ser el de “De cómo liberé a mi mamá de las garras del comunismo”

El desarrollo de su entrevista dice a las claras lo que es este resíduo humano: “En Cuba se politizó mi vida”. En España no, ¿verdad? “Estar en Berlín Este “fue como en la película de “La vida de los otros”, viviendo en una ciudad gris, triste, desconfiada, huraña e incluso racista”. Vamos, para suicidarse. Por eso tantos berlineses del Este votan comunista. Y más, para disfrutar: “Los comunistas prohibían el chicle, los vaqueros o los grupos de rock. Era un sistema donde no se podía consumir nada occidental”. ¡Ayyyyyy, que total, sin poder darle a la Coca_Cola, Black! Casi le faltó decir que éramos causa de la impotencia sexual de los dueños del petróleo y que de las naves extraterrestres descendían rojos con descomunales rabos. ¡Qué lástima…que fueran rojos!, ¿verdá, usté?

Niña de papá exiliado que lo tuvo fácil, mientras el mío fue al campo de concentración de Argelés Sur Mer y luego al batallón de trabajadores de las caballerizas del Palacio de la Magdalena (Cantabria), pasando por un campo nazi. Niña de papá, perdida en un supermercado tardió de un canción de Alaska de la que ya todos nos hemos olvidado.

Justo, cuando más nos golpean a los trabajadores esta pija New Agee, ideológico espécimen 15Memo, nos sale con su odio contra un sistema cuya desaparición posibilitó que nuestros verdugos nos perdieran más el respeto.

¿De qué modo podrá explicar este “periódico” globalista, que convoca reeditados llamamientos a los parques temáticos del “ciudadanismo indignado” y novedades antidemocráticas asaltacongresos, que los comunistas checos se hayan convertido en la segunda fuerza política en las recientes elecciones de esa república?

Jamás he sido estalinista, ni prosoviético, ni dado a las iglesias, museos o mausoleos. No soporto el infantilismo beato M-L, prometedor de un nuevo Valhalla definitivo para la clase obrera pero, cuando atacan a los míos, los comunistas más sectarios incluidos, porque yo, señora San Martín, soy comunista, sólo me queda, pija de la movida madrileña retrasada, decirle: váyase al pedo, a pie o a caballo, como prefiera.

POR LA HUELGA GENERAL EN EL SUR DE EUROPA

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

Vaya por delante que la Huelga General en el Sur de Europa (Portugal, España, Italia, Grecia, idealmente también Francia) me parece una iniciativa sindical insuficiente, aunque muy necesaria.

Insuficiente porque hasta que no sea posible romper sindicalmente la división de los trabajadores entre el Norte y el Sur de Europa, concordante con las distintas realidades de la crisis en cada una de las dos eurozonas, no será posible enfrentar a los trabajadores europeos a las decisiones de La Troika, de las grandes oligarquías y corporaciones empresariales europeas y a los distintos gobiernos que imponen, en dosis de dolor social variable, sus recortes a las clases trabajadoras europeas. Y para eso es necesario avanzar hacia la EuroHuelga, o Huelga General Europea en toda la UE, y más allá, en todos los países del Viejo Continente, estén o no integrados en la Europa de los Mercaderes.

Pero la considero muy necesaria porque puede empezar a resquebrajar y a fragmentar el monolito de reformismo estéril y apagafuegos que es la CES (Confederación Europea de Sindicatos). Una Huelga General del Sur de Europa sería un toque de atención muy poderoso dentro de las cúpulas sindicales de la CES y podría empezar a generar una recomposición dentro de las corrientes social-liberales y pactistas –cuando el tiempo del pactismo está muriendo- dominantes de en esa organización sindical. Y eso sería muy bueno para la clase trabajadora de la Vieja Europa y de cada país en particular.

Nueva Tribuna es una publicación del entorno social-liberal (PSOE) y de los sectores más reformistas de los sindicatos y de IU. Pero es llamativo que se haya colado un texto crítico hacia la actuación hasta ahora de los sindicatos mayoritarios del Sur de Europa, constreñidos dentro de sus visiones chatamente nacionales.

Echo a faltar en el texto que a continuación les presento, la necesidad de definir un carácter anticapitalista y político de la Huelga General en el Sur de Europa, que avance programáticamente hacia un proyecto de derribo del capitalismo, que no podrá venir del mundo sindical porque éste es, por su naturaleza reformista, como bien afirmaron en su día Lenin y Rosa Luxemburgo, pero que venga de un discurso de las izquierdas políticas que gire hacia la clase y radicalice su discurso, abandonando esa sucia trampa de los ciudadanismos interclasistas y los trampantojos de Referéndums, destinados a impedir un enfrentamiento radical con el capitalismo y sus secuaces gubernamentales.

Del mismo modo, echo también en falta una crítica de lo que la CES significa de largos años de compromiso social, desmovilización y adormecimiento de la conciencia de clase de los trabajadores.

Pero seguramente pedir que el autor sostuviese estas posturas sería pedir demasiado, entre otras cosas porque si pensara tal cosa y las dijese seguramente no podría haberlas escrito en Nueva Tribuna.  

De cualquier modo, es un avance y por ese motivo se lo presento a ustedes aquí:

Por la huelga general en el sur de Europa

Francí Xavier Muñoz. Nueva Tribuna
 “Primero, rescataron a los griegos. Como no éramos griegos, no hicimos nada. Después, rescataron a los irlandeses. Como no éramos irlandeses, no hicimos nada. Luego, rescataron a los portugueses. Como no éramos portugueses, no hicimos nada. Más tarde, rescataron a los españoles. Como no éramos españoles, no hicimos nada. Finalmente, nos rescataron a nosotros, los italianos. Sin embargo,, ahora ya es tarde. Roma, 2013”.

Portugal irá a la huelga general el próximo 14 de noviembre por las medidas que está aprobando su Gobierno, que suponen más recortes de los ya aplicados, sin que estos últimos hayan iniciado el camino de la recuperación para el país. Antes al contrario, han profundizado la recesión. Esta convocatoria de huelga general en el país vecino parece haber animado, por fin, a nuestros sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) a convocar también una huelga general para esa fecha, 14N, así como en Grecia e Italia. Razones ha habido suficientes a lo largo de estos últimos cuatro años de crisis pero, ahora, se dan circunstancias concretas coincidentes que permiten la unificación de todas las huelgas generales nacionales en una sola en el sur de Europa, una huelga general cuasi-comunitaria. En España, el Gobierno ha presentado los Presupuestos Generales para 2013, que son los más restrictivos desde la reinstauración de la democracia. Y en Grecia se está negociando con la troika un nuevo paquete de recortes, que ha tenido que recibir la bendición o la enmienda de la canciller alemana y jefa de gobierno fáctica de la Unión Europea, Angela Merkel.

Pocas veces se repetirá una situación tan coincidente en el sur de Europa: la presentación de presupuestos o paquetes de recortes por gobiernos de centro-derecha, al dictado del Gobierno alemán y de la troika financiera comunitaria. Los sindicatos mayoritarios del sur de Europa no tienen esta vez excusas para fragmentar sus huelgas generales. Si lo hacen, después de tantas voces que llevan cuatro años demandando la unificación de dichas huelgas –voces entre las que incluyo la mía–, dichos sindicatos habrán asestado un golpe casi mortal a los trabajadores por ellos representados, lo que redundará en una desafección y desmotivación sindical difícil de recuperar en los próximos años. Hay incluso quien piensa que se busca dicha situación por parte de los sindicatos mayoritarios, aunque yo no me apunto a esta tesis, de momento. Sin embargo, sí habría que preguntarse por qué los gobiernos siguen sin ceder en sus políticas de ajuste duro y recortes al Estado del bienestar, a pesar de las movilizaciones de los trabajadores europeos durante los últimos cuatro años de crisis.

En mi opinión, porque la respuesta que las organizaciones sindicales están dando a la gestión neoliberal de esta crisis sigue anclada en luchas nacionales, sin que haya una estrategia decidida por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) para plantarles cara a los gobiernos y a las grandes corporaciones que los están manejando. La crisis es global, la estrategia del poder financiero es global, la respuesta de los gobiernos europeos es global y, sin embargo, la acción sindical sigue siendo nacional, tímidamente europea solo a la hora de leer declaraciones, entrevistarse con mandatarios o manifestarse en las calles.

Atrás han quedado un buen número de huelgas parciales y generales en Grecia, Francia, Portugal, Italia y España que de nada han servido. Los sindicatos mayoritarios europeos siguen pidiendo esfuerzos a los trabajadores y a los afiliados, pero éstos siguen sin ver los frutos de una estrategia que parece no llevar a ninguna parte. Y cuando se les pregunta directamente por qué no convocan una huelga general europea responden que es muy lenta la toma de decisiones a nivel supranacional y muy difícil poner de acuerdo a sindicatos de varios países. Parece que la crisis no solo despierta egoísmos nacionales en los gobiernos sino también en los sindicatos.

Y así, llevan cuatro años perdidos. Desaprovecharon la primera ocasión cuando los gobiernos comunitarios salieron en tromba a rescatar a sus entidades financieras, allá por el 2009. Luego, han tenido más ocasiones, todas desperdiciadas. Ni siquiera la constatación de la existencia del área GIPSI (antes PIIGS) en los ámbitos financieros europeos ha movido a la CES a declarar una estrategia conjunta de acción sindical contundente en esa área, que comprende a Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia. Ni siquiera el acróstico inglés empleado, que antes nos llamaba “cerdos” y ahora nos llama “gitanos”, ha conseguido unificar la conciencia y resistencia sindical en esos países.
Caben dos explicaciones, aunque las dos desesperantes. Una sería aquella que explica la parcelación estatal de las luchas sindicales por ese egoísmo nacional que la crisis y su gestión ha incentivado. Otra sería que los sindicatos mayoritarios estarían esperando a una mayor federalización de la política económica y fiscal comunitaria, con transferencia de soberanía y órganos ejecutivos con mando en plaza en todas las economías que suscribieran dicha convergencia, lo que se ha dado en llamar la “gobernanza europea”. En este caso, la CES tendría más capacidad de acción unitaria. Pero mientras tanto, los gobiernos de los países GIPSI van reduciendo el Estado del bienestar y cientos de miles de trabajadores ven reducidos su poder adquisitivo, su seguridad laboral y sus prestaciones asistenciales, en una estrategia calculada para incentivar en ellos el miedo a la protesta, dejando caer los gobiernos siempre el mismo mensaje de que “podemos llegar a estar peor de lo que estamos si no hacemos lo que tenemos que hacer”.

Y yo me pregunto… cuando las grandes corporaciones del poder económico y financiero luchan a brazo partido por sus intereses; cuando los gobiernos y parlamentos anteponen los intereses de esas corporaciones a los derechos de los ciudadanos; cuando los sindicatos mayoritarios europeos renuncian a enseñar el músculo unitario que podrían desplegar… ¿qué nos queda a los trabajadores para enfrentarnos a esta estrategia de achinizar Europa? Los movimientos sociales y políticos en red son una de esas alternativas. Los sindicatos mayoritarios deben entender que la huelga europea, o al menos, la huelga en el sur de Europa, debería ser otra. De ellos depende dar la última batalla organizada por el Estado del bienestar. Si no la dan ahora que España, Grecia y Portugal se enfrentan al anuncio casi unívoco de más recortes presupuestarios, habrán contribuido con su inacción a la regresión irremisible de la Europa social que hemos conocido hasta ahora.

14 de octubre de 2012

EUROPA QUEDA A LA ESPERA DE QUE SE DISIPE EL ESPEJISMO

La nueva sede, en construcción, del Banco Central Europeo
Giuseppe Bottazzi (Milán). Diagonal
El 6 de septiembre Mario Draghi anunció que el Banco Central Europeo estaba dispuesto a comprar bonos de los países en apuros. Pero, ¿qué consecuencias tiene este anuncio para los más afectados de la eurozona? Nadie lo sabe, ya que las palabras del banquero central no han concretado cómo funcionará la anunciada “salvaguardia de la transmisión de la política monetaria en todos los países de la zona euro”.
Los gobiernos que quieren que el BCE compre su deuda –y les saque de los apuros del mercado– tendrán, sin embargo, que firmar un “memorándum”, sin que hasta ahora se sepa lo que este acuerdo llevará escrito. Todos parecen ir a ciegas, sobre todo el gabinete de Mariano Rajoy, abocado al rescate. Sobre si España optará finalmente por pedir asistencia a Europa para aliviar la presión sobre la deuda, el ministro de Economía Luis de Guindos ha vuelto a insistir en que el Gobierno analizará “con cuidado y atención” las condiciones del eventual rescate. Es decir, que cada país que decida sentarse a la mesa del BCE tendrá que pactar sus condiciones.
Y no hay que dar por descontado que la situación resulte diferente de la de Grecia: todo dependerá del poder de negociación de los interlocutores. Por esto la otra candidata al rescate, Italia, después de tanto pedir una intervención del BCE en contra de la especulación, ahora titubea. Y el primer ministro transalpino, Mario Monti, no se cansa de repetir que no va a solicitar ayuda alguna. El tecnócrata ha entendido que el milagro de “Súper Mario-Draghi”, de pronto coronado salvador de la eurozona, es de momento sólo un espejismo.
Tras el anuncio de Draghi han bajado las primas de riesgo de España e Italia, los dos “vigilados especiales” de la zona euro. Pero esto no implica que para Madrid y Roma se haya alejado definitivamente el fantasma de Grecia; un fantasma que es fácil identificar con los “hombres de negro” del Fondo Monetario Internacional. El incrustado del FMI en el nuevo plan de rescate del BCE, confirmado por Draghi delante de las cámaras, no promete nada bueno.
Desde la Eurotorre de Frankfurt (cuartel general de los banqueros del euro) confirman que el papel del Fondo está por definir y que, como en el caso de los “memorándum”, habrá que decidir caso por caso. Sin embargo la nota del BCE precisa que “siendo el FMI una organización internacional, decidirá por sí misma el nivel de involucración”. Esto dota de una autonomía inquietante a una institución que se ha hecho paladín de los recortes”sangre, sudor y lágrimas” en todo el mundo.
Mientras tanto, en Bruselas intentan calmar los ánimos: “La introducción del FMI en el programa de adquisición de deuda soberana de los países en apuros no implica condiciones adicionales. Sólo es una garantía de la seriedad del proceso”, ha explicado Olivier Bailly, uno de los portavoces de la Comisión Europea. El marco se definirá en los próximos días y la cobaya podría ser Madrid. El Gobierno de Mariano Rajoy está preparado para pedir el rescate. Sólo es cuestión de fechas: Madrid no lo pidió en tiempo útil para que los ministros de Finanzas de la eurozona lo abordaran en su reunión regular prevista en Luxemburgo el 8 de octubre, por lo que la solicitud llegará probablemente antes del Consejo Europeo del 18 y 19 de octubre en Bruselas. Los socios de la eurozona, como Francia e Italia, están presionando para que la decisión se tome cuanto antes, y Rajoy no podrá seguir ganando tiempo antes de anunciar algo que se da por hecho.
Sin embargo, mientras España está al borde del rescate y Grecia se desangra para quedarse en el euro, en Alemania también hay quien estudia abandonar el barco antes de que se hunda. “La salida de Alemania del euro no sería una tragedia y muchos bancos alemanes consideran posible esta solución porque en los formularios para sus clientes han introducido una cláusula que fija las normas para el cambio del euro con el marco”, acaba de declarar el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Como siempre, cuando se trata del ‘cavaliere’ nadie se lo ha tomado demasiado en serio pero, por una vez, Berlusconi, que hora trata de reciclarse como líder antieuro, no ha sido tan embustero como en sus años de Gobierno: en Alemania los bancos han fijado las reglas para cambiar los euros por marcos en el futuro. Al contrario que en otros países de la eurozona –en España se ha puesto en septiembre–, en Alemania no se ha fijado una fecha límite para cambiar las viejos billetes, que seguirán siendo convertibles en el futuro “sin límites ni comisiones”.
A esto hay que añadir que en el país se ha aprobado una ley que garantiza, en caso de ruptura del euro, que los bancos entreguen a sus clientes el mismo importe en cualquier moneda que surja de la implosión de la eurozona. Y por si los gobiernos de los países en apuros se es- fuerzan por entender lo que hay detrás del anuncio de Mario Draghi –y la gente baja a la calle en contra de los nuevos planes de austeridad– en algunos Lander alemanes hay todavía tiendas que aceptan los viejos marcos. Las estimaciones del Bundesbank, el banco central del país, dicen que entre viejos billetes y monedas hay un tesoro escondido estimado en más de 6.000 millones de euros. A la espera de ver qué pasará con la eurozona nadie tiene prisa por cambiarlos.
Francia: aumenta el desempleo y el descontento
por Carole Charraud
Desde el principio de 2012, la tasa de desempleo francesa ha subido del 9,2% para los individuos considerado como pertenecientes de la categoría A, una cifra que aumentará si se consuma el plan de despidos de PSA Renault Citroën, que prevé la eliminación de 8.000 puestos de trabajo. Frente al disgusto creciente de la población francesa con la política del gobierno y de las grandes compañías nacionales, actores políticos de la izquierda organizaron una protesta este 30 de septiembre con el fin de manifestar su descontento y pedir medidas ya frente a la política nacional y europea “de austeridad”.
En las calles de Paris, 80.000 estudiantes, trabajadores precarios, desempleados y decepcionados de la política de Hollande marcharon junto a varios partidos políticos y decenas de organizaciones para pedir un referéndum sobre el Pacto Fiscal Europeo. El abandono de la ratificación del Pacto Fiscal Europeo que Hollande había prometido durante su campaña y los sucesivos despidos de trabajadores por grandes empresas francesas alarman a la población.
Italia: el Gobierno se prepara para más recortes
Redacción
El Gobierno de Mario Monti ha anunciado que no se subirá el IVA al menos hasta julio de 2013. El 3 de octubre, el Tribunal de Cuentas italiano confirmaba que los ajustes estructurales del Gobierno han llevado a la economía a la recesión.
La previsión de decrecimiento del Producto Interior Bruto ha subido del - 1,2%, que se calculaba en abril, hasta el -2,4%. La comunidad educativa teme que se produzcan nuevos recortes en este sector, donde sólo en la Universidad se han reducido 200 millones. En este clima, el 5 de octubre, miles de estudiantes marcharon por Roma hasta el Ministerio de Educación.


13 de octubre de 2012

LO QUE ESTÁ EN JUEGO EN EL PLEITO CHINO-JAPONÉS

Rafael Poch. La Vanguardia

El cerco militar a China, en el centro del conflicto entre Pekín y Tokio por las islas Diaoyu
La disputa entre China y Japón por los islotes Diaoyu/Senkaku no es un capricho escapista del gobierno chino ante una coyuntura, económica y política complicada por un crecimiento ralentizado, por escándalos como el del caído dirigente de Chongqing, Bo Xilai, y por el próximo relevo del grupo dirigente en el XVIII Congreso del partido. Todo eso es real pero influye mucho menos de lo que sugieren la mayoría de los análisis publicados hasta la fecha. Se trata de otra cosa: de la tercera Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, UNCLOS por sus siglas en inglés.

Desequilibrios de una convención
Ese acuerdo adjudica estatus de “zona económica exclusiva” a las zonas marítimas situadas entre 370 y hasta 650 kilómetros alrededor del territorio insular de un país. Gracias a su soberanía sobre todo un rosario de islas, islotes y rocas del Pacífico (Izu, Ogasawara, Okinotorishima, Minami) situadas hasta casi 2.000 kilómetros de distancia de Tokio, Japón tiene derechos sobre una enorme “zona económica exclusiva” marítima de 4,5 millones de kilómetros cuadrados, la novena mayor del mundo. China, cuya fachada litoral es mayor que la japonesa, sólo tiene 880.000 kilómetros cuadrados y ocupa el puesto 31 entre Maldivas y Somalia.

Si se observa el mapa que resulta de la aplicación de UNCLOS, se comprobará que China está literalmente encajonada en su fachada litoral. Como explica el profesor australiano Gavan McCormack, esa situación resulta de la combinación de las zonas marítimas de Filipinas, Estados Unidos (a través de su control de Guam, Palau, Carolinas y otras islas), Japón y Corea. Ese mapa no es sólo económico sino geopolítico, es decir tiene un fuerte componente militar.

Encerrar al rival
La clave es el creciente cerco militar del que China es objeto. El grueso de la atención y el despliegue militar de Estados Unidos fuera del Golfo Pérsico ya está instalado en el Pacífico Occidental contra China. La administración Obama anunció hace poco que en los próximos años el 60 % de la marina de guerra de EE.UU se desplegará alrededor de China. Enviarán seís portaviones, más submarinos nucleares, medios antisubmarinos y de guerra electrónica. El despliegue incluye escudos antimisiles “contra Corea del Norte” que en realidad están orientados a anular el modesto arsenal nuclear chino, el regreso de los bombarderos estratégicos a la base de Guam, y la reconstrucción de las alianzas militares con los países de la región, cuyo puntal es la alianza militar con Japón.

Disputar la soberanía del grupo de islas Diaoyu/Senkaku es para China la única forma de romper ese bloqueo y disponer de un pasillo de salida hacia aguas internacionales. No es sólo una cuestión de recursos. Como dice McCormack, “la combinación de la propiedad japonesa de amplias zonas oceánicas y su alianza subalterna con el diseño estratégico de Estados Unidos para la región, significa una seria desventaja y riesgo para China”.

UNCLOS establece que los islotes y arrecifes incapaces de sostener población o vida económica por si mismos, no pueden tener estatuto de zona económica exclusiva. Es el caso de muchas rocas japonesas. En Okinotorishima, por ejemplo, Tokio mantiene literalmente a flote el arrecife, a base de gastar dinero en protecciones y barreras que lo mantengan por encima del nivel del mar. La discusión histórica es complicada.

Soberanía disputada
La alegada soberanía japonesa sobre Diaoyu/Senkaku data de 1895, algo posterior a la incorporación del archipiélago de Okinawa (Ryukyu). Pero Ryukyu fue durante siglos un reino insular tributario de China y parece que en 1893 la emperatriz china Cixi hizo uso de su soberanía en una concesión de tres islotes del grupo a la familia de uno de sus ministros, Sheng Xuanhuai. En cualquier caso, que la propia marina de guerra japonesa se siga refiriendo a dos de las islas del grupo por su nombre chino (“Huangwei” y “Chiwei”) y no por el japonés (“Kuba” y “Taisho”) es significativo.
Por razones obvias arriba descritas el gobierno chino ha movilizado a su opinión pública. Considerar que la población china es un mero títere de los designios de su gobierno es no entender la China actual. El agravio histórico japonés en la opinión pública de China es completamente racional desde el punto de vista de la memoria de una matanza de quizá 20 millones de chinos en la guerra mundial en Asia Oriental, hacia la que Japón mantiene una actitud manifiestamente ambigua. En las manifestaciones antijaponeses de Shenzhen se han escuchado consignas como, “abajo el Ejército de Liberación Popular” en reproche porque Pekín no envía a la marina de guerra al lugar. Los gobernantes chinos tienen que permitir soltar vapor de vez en cuando a la caldera de la indignación popular china, que supera y desborda con creces su casi siempre prudente y pragmático cálculo, pero han tenido que apretar el freno.

Sustancia inflamable
“La violencia no puede ser tolerada únicamente porque la protesta sea contra Japón, China va a tener más conflictos en el futuro a los que hay que responder con los medios adecuados para ganar el respeto de nuestros competidores”, señalaba una editorial de Global Times, una publicación china bastante incisiva en temas internacionales. El gobierno chino lleva años proponiendo a Japón soluciones de explotación conjunta de los recursos en los territorios disputados.
Japón tiene pleitos insulares con todos sus vecinos. Con Corea por la isla de Dokdo/Takeshima y con Rusia por las Kuriles, pero es con China donde hay más sustancia inflamable. En Japón los sectores ultras representados por el gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, tienen gran influencia y capacidad de arrastre en este asunto. La provocadora idea de “nacionalizar” las islas mediante la compra de algunas de ellas a sus “propietarios” japoneses partió de Ishihara, un negacionista del holocausto chino y apologeta del imperialismo japonés en Asia.

Respecto a la pretendida mediación de Estados Unidos en este conflicto, es poco creíble. Mientras el secretario de defensa, Leon Panetta, llama a la calma y a evitar una escalada, Washington afirma con toda claridad su alianza militar con Tokio y proclama su disposición a ir a un conflicto militar con China para apoyar la reclamación japonesa.

11 de octubre de 2012

POSMANIFIESTOS (ESTRATÉGICOS)

maciek wisniewski. la jornada

Después del Manifiesto comunista (1848), Marx profundiza sus estudios de la economía burguesa, pero no abandona la política: pensando en mejores estrategias para el triunfo del proletariado escribe La lucha de clases en Francia (1850) y El 18 brumario de Luis Bonaparte (1852). Sin embargo, como subrayan varios estudiosos, su teoría política (y de la izquierda en general) es un proyecto incompleto. Lo estratégico en él muchas veces se limita a lo que pretendía con el Manifiesto: educar al proletariado en el comunismo científico (que no era poco).

También Daniel Bensaïd (1946-2010) subraya que Marx tenía estas cuestiones poco desarrolladas y ambiguas y, escribiendo sobre la estrategia (la base en que nos juntamos, organizamos y educamos a nuestros miembros; un proyecto para abolir el poder de la burguesía), parte de otros autores –Lenin, Trotsky, Luxemburgo o Gramsci– que trataron de llenar el vacío (La politique comme art stratégique, París, 2011).

Para él –contrariamente a Hardt, Negri o Holloway– el poder y su toma son centrales, y la ola izquierdista en América Latina confirmó su relevancia (The return of the strategy, 2007). No sin problemas: según Raúl Zibechi los movimientos sociales fueron sobrepasados por los estados progresistas y carecen de estrategia. Lo peor es que (desde Marx) la izquierda no tiene cosas claras para dar un debate: ¿cuánta energía poner en el Estado o en lo electoral, y cómo usar estas herramientas para la transformación social? (Rebelión, 11/9/12).

Bensaïd evoca la visión de Lenin y subraya la necesidad de un partido como una herramienta para implementar la estrategia: la política sin partido acaba en una política sin política (Leaps! Leaps! Leaps! Lenin and politics, 2002).

La meta es el comunismo. Para él no es el nombre de un nuevo régimen o un sistema de producción, sino de un movimiento, que va más allá del orden establecido; es una hipótesis estratégica (The powers of communism, 2009).

Después de 1848 Marx subraya que la revolución y el paso al comunismo sólo serán el producto de una crisis. Trata de entender su naturaleza, pero no desarrolla su teoría definitiva.

Bensaïd anota que para Marx las crisis eran inevitables, pero no insalvables; jamás habló de una crisis final. La cuestión es saber a qué precio y a costa de quién pueden ser resueltas. La respuesta no pertenece a la crítica de la economía política, sino a la lucha de clases (Las crisis del capitalismo, Madrid, 2009).

En el Manifiesto, escrito en el contexto de la crisis comercial de 1847, Marx ubica su origen en la sobreproducción; luego, a partir de los Grundrisse (1857), privilegia la ley de la caída de la tasa de ganancia.

Frente a la crisis de hoy los marxistas están divididos entre las teorías subconsumistas (hay demasiada ganancia y el problema es su distribución) y aquella ley (el problema es la incapacidad de generar suficiente plusvalía).

No es lo de menos: de esto dependen las estrategias para la construcción de un mundo nuevo. No es lo mismo si la crisis es arreglable con la intervención del Estado (según algunos subconsumistas) o si la caída de la tasa de ganancia abre la posibilidad a un derrumbe sistémico (aunque por ejemplo Grossman nunca decía que era automático y lo vinculaba con la lucha de clases) o explica la aparición de crisis cíclicas donde el Estado no hace diferencia (véase la entrega pasada: La Jornada, 9/9/12).

La misma tasa de ganancia es una controversia: según Andrew Kliman (y otros), cae; según Michel Husson, amigo de Bensaïd, sube. Husson dice que incluso da igual, ya que la lógica del capitalismo simplemente va en contra de la humanidad. Y la división entre los subconsumistas y los teóricos de la caída de la tasa de ganancia (a los que –injustamente– tilda de marxistas vulgares) es inútil: son dos caras de la misma moneda. En cambio propone centrarse en la estrategia anticapitalista enfocada en las luchas concretas de los trabajadores, reparto de riqueza y demandas transitorias (Le capitalisme sans anesthésie. Études sur le capitalisme contemporain, la crise mondiale et la stratégie anticapitaliste, París, 2011).

Seguramente hay que ir debatiendo sumando y no restando, buscando plataformas comunes.

¿Qué tal la transición al otro sistema? Para muchos sonará demasiado general, pero Marx en el Manifiesto ya habló de un caso así: el paso del feudalismo al capitalismo, viéndolo igual como un sistema histórico y transitorio.

Lo recuerda Zibechi y añade que poco aprendimos de aquella historia, pero que sería útil ahora, entrando según Wallerstein en una época de transición, que en parte explicaría también la falta de la claridad en la izquierda (nota bene: es curioso como esta visión del ocaso capitalista coincide con algunos proponentes de la caída de la tasa de ganancia: Michael Roberts, Crisis or breakdown?).

Su resultado y la forma de una nueva sociedad poscapitalista dependerán sólo del balance de fuerzas y de la acción consciente del proletariado global heterogéneo que hoy está pagando por la crisis.

El manifiesto que pondría en el centro la hipótesis estratégica del comunismo y ofrecería una estrategia para esta transición queda aún por escribir.

10 de octubre de 2012

TRIUNFO DE CHÁVEZ: UNA OFRENDA PARA EL CHE

José Steinsleger. La jornada

En la crónica Sin olvido. Crímenes en La Higuera, los investigadores cubanos Adys Cupull y Froilán González transcribieron los apuntes del periodista inglés Richard Gott en la tarde del 9 de octubre de 1967, cuando el helicóptero que transportaba el cadáver del Che aterrizó en Vallegrande.
El corresponsal de The Guardian, escribió: “…la operación fue dejada en manos de un hombre en traje de campaña, quien –y todos los puntos convergen– era incuestionablemente uno de los representantes del servicio de inteligencia de Estados Unidos y, probablemente, un cubano”.
Cuarenta y cuatro años después, el 13 de abril de 2011, en el transcurso de un acto en homenaje a veteranos de la derrotada invasión mercenaria de Playa Girón (Cuba, 1961), la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, se fotografió en el Capitolio de Washington con el misterioso personaje: Félix Rodríguez, el asesino del Che.

¿Cuán cierto será que las ideas del Che han sido degradadas a mera iconografía de llaveros, tacitas y playeras? Creo que la interrogante se responde sola, pues también sus enemigos se han encargado de evocar, por la negativa, su memoria.
No satisfecha con el homenaje referido, doña Ileana (a quien los cubanos de Cuba llaman con el cariñoso apodo de Loba Feroz), sufrió una crisis de histeria en septiembre pasado, cuando la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), envió un correo electrónico interno con una imagen del Che para celebrar el mes de la cultura hispana

La fotografía mostraba un carruaje de La Habana tirado por un caballo, pasando al lado de un mural con la foto del Che. Doña Ileana comentó: “Sin duda, la EPA podría haber elegido la imagen de una persona hispana que realmente poseía los atributos que muestran nuestra orgullosa identidad hispana. O sea que el Che no descendería, en línea directa, del virrey de Perú José de la Serna Martínez de Hinojosa y Trujillo (1770-1832).

Dos verdades: la una, relativa a la imagen mercantilizada del Che. Y la otra, que por aparecer en los estandartes de cuanto movimiento insurgente o juvenil irrumpe en los cuatro puntos de la Tierra obligó a que en los recientes Juegos Olímpicos el gobierno inglés girase instrucciones a la policía de Londres para impedir el ingreso a los estadios a los que usaran playeras con la imagen del Che.

En 2007, con motivo del 40 aniversario de la caída del Che, escribimos que de la justicia de la comparación entre las unas y otras imágenes del guerrillero heroico, depende “…la claridad y la transparencia de la imagen”. O dicho de otro modo: ¿qué imagen nos interesa proyectar del Che?

Sin respuestas de cajón, la inquietud ofrece cierto grado de complejidad. En particular, para los que lejos del guevarismo y sus teorías, llevan al Che en sus corazones. Pacifistas y tolerantes a la carta, abstenerse: ni por asomo, aludimos a los que se regodean con la besucona dicotomía violencia/no violencia.

El legado del Che fue como el de Leonardo, aquel mago del Renacimiento que nunca finalizaba sus proyectos, dejándolos en bocetos o a medio hacer para que sus discípulos los continuaran. ¿No dijo el Che que había pulido su voluntad “…con delectación de artista”?

Los expertos en Historia del Derrotismo podrán sostener que las luchas revolucionarias de Miranda, Bolívar, Hidalgo, Morelos, Guerrero, fueron como las del Che, perdedoras. Sin embargo, habrá de repararse en que la gallardía de la que todos ellos dieron ejemplo, permitió que nuestros pueblos empezaran el siglo desempolvando sus bocetos, y poniéndolos al día con los nuevos ideales de la emancipación.

En Vallegrande, el inglés Gott apuntó que el Che “…fue quizá la única persona que tratara de encaminar las fuerzas radicales en todo el mundo, en una campaña concentrada contra Estados Unidos. Ahora está muerto, pero es difícil imaginar que sus ideas mueran con él”.

Me parece que en todo lo relativo al Che (y lamento si los inspectores de revoluciones caen en profunda depresión), habrá que revalorar el término ideas haciéndole un corte de manga al vocablo ideología, inescrutable y resbaladizo concepto de origen germano.
El legado del Che fue la continuación de nuestro propio Renacimiento político, puesto en acción por don Francisco de Miranda hace más de 200 años. Prueba de ello la encontramos en el satélite de comunicaciones que lleva su nombre (lanzado en septiembre último desde el desierto de Gobi en el marco de la cooperación China-Venezuela), que transmitió al mundo la arrolladora victoria de Hugo Chávez.

No viene al caso especular acerca de cuál hubiera sido la posición del guerrillero heroico frente a la revolución bolivariana. Pero guardo la sensación de que no bien se conocieron los resultados de los comicios presidenciales, el espíritu de Miranda se habrá dicho: … ¡qué linda ofrenda para el Che!

7 de octubre de 2012

DOCUMENTAL: «LOS ESTADOS UNIDOS A LA CONQUISTA DEL ESTE», (MANON LOIZEAU, 2005)

¿Revoluciones naranja, dice usted? ¿Ocupa el parlamento?¿La poli es tu amiga?¿No violencia activa para derrocar dictadores? ¿Empoderamiento del pueblo? ¿Uso masivo de los redes sociales para extender la democracia? ¿el papel de los jóvenes en las nuevas formas de hacer política?¿El «hay que hacer algo»?¿Quitar a la clase —casta— «política» parasitaria y traer la democracia?¿Conspiranoias? Por favor, vean el documental… Recuerden, democracia es para sus protagonistas el nombre que recibe el capitalismo en el mundo anglosajón.
«Los Estados Unidos a la conquista del este», (Manon Loizeau, 2005)













Fuente: http://dedona.wordpress.com/2012/10/07/documental-los-estados-unidos-a-la-conquista-del-este-manon-loizeau-2005/