1 de julio de 2012

EE.UU., PARAGUAY. LA PATRIA SOJERA Y USAID DETRÁS DEL GOLPE DE ESTADO

Orlando Castillo Caballero. alainet.org

El 28 de junio de 2009, en horas de la madruga, el presidente constitucional de Honduras, era detenido por militares y destituido por procedimientos que fueron catalogados por la Comunidad Internacional de Golpistas, inaugurando el Sistema de Golpes Pseudo Constitucionales.

A casi 3 años de aquella etapa golpista inaugurada se repite la historia con matices más refinados, y el Congreso paraguayo, en tiempo relámpago, recurren a la figura del Juicio Político y destituyen al Presidente Fernando Lugo, sin respetar garantías constitucionales y tratados internacionales. Otro golpe de estado pseudo-constitucional, y que ha llevado a la comunidad internacional, en especial la Latinoamericana a repudiar la restitución presidencial.

Aclaro que este no es un artículo pro Lugo, debido a que el ambiente últimamente se ha convertido en “Bushsiano”, es decir, en “estas a favor o en contra” en términos de amigo-enemigo militarista, sino más bien en favor del proceso democrático paraguayo, quien es el verdadero perjudicado con todo este Golpe Institucional.

No entraré en desarrollar análisis jurídico/político de la forma en que procedió el Parlamento, sino que quiero retrotraerme un poco en el tiempo y mirar en perspectiva y tratar de aportar elementos que hagan a intentar comprender por qué ocurrió todo esto.

Por qué derrocan a un Presidente que a las claras estaba haciendo un buen papel para la derecha, pues no podemos sostener que Lugo haya sido un presidente de Izquierdas, a no ser más que por el discurso. Fue el presidente que más desalentó la lucha campesina, y ha dejado de lado a los Movimientos Campesinos Históricos, como la MCNOC, Federación o la ONAC, entre otros, y ha producido la mayor des-movilización social, no solo campesina.

Durante su periodo la Propiedad Privada fue sagrada, llevando adelante innumerables desalojos de asentamientos campesinos, criminalización de la protesta social, expansión del Plan Colombia, trabajando de manera cercana con Uribe primero y Santos después.

La lista contra la función presidencial podría continuar, pero teniendo en cuenta estos elementos que son ampliamente favorables para la Derecha, la pregunta que cabe es qué es lo que hace desembocar en la destitución de Lugo, y que lleva a tender la trampa de los infiltrados en la Ocupación y Resistencia al desalojo en Curuguaty, que no se avigoraba como violenta, pero sí tensa.

Comunidad Sudamericana
No es nueva la resistencia y rechazo de sectores de Poder cercanos a los Estados Unidos y también a la Unión Europea, que se manifiestan y se han manifestado contrarios a la Unidad Latinoamericana, teniendo a la economía feudal paraguaya, como uno de los aliados más tenaces en esta lucha.

El proceso iniciado en los '90 con los gobiernos neoliberales en el Mercosur, no representaba ningún riesgo para las potencias internacionales y para los cómplices nacionales de los centros de poder económico, y así el proyecto nacido representaba una oportunidad de expansión y de poderío económico, teniendo a la región como un apéndice.

Con los cambios ocurridos 10 años después, con el advenimiento de nuevos sistemas de gobiernos, que iban alejándose de los centros económicos y con discursos y políticas contrarias a las mismas, los satélites económicos, las oligarquías nacionales fueron activándose, llevando adelante un proceso de contestación a los nuevos vientos, y con profundas formas anti-democráticas, desarrollando la Guerra de Baja Intensidad.

La gota que esta colmando el vaso del norte, es la creación de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), quien además de intentar crear una nueva forma de relacionamiento no solamente político, sino también económico, lleva consigo de manera implícita la detención de planes regionales que atenten contra los pueblos, como la Iniciativa de Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA) que favorecerá los planes comerciales de Estados Unidos al unirlo con el Plan Puebla Panamá.

De la misma manera esta nueva mirada regional, con sus contradicciones propias, incluye una política de Defensa que conlleva la limitación de la injerencia Estadounidense en la región, al declararse los países contrarios a la instalación de Bases Militares y al desarrollo de Ejercicios Militares Conjuntos con concesión de Inmunidad al personal militar. Si bien es cierto no todos los países se encuentran de acuerdo con la misma, existe una tendencia mayor a respetarla, hecho que llevo a que Paraguay no firmara un nuevo convenio de Inmunidad para personal militar de los Estados Unidos y la suspensión de Ejercicios Militares a gran escala en el país, hecho que irrito a un sector de la sociedad nacional y de las Fuerzas Armadas.

Con la consolidación de la Unasur y su entrada en vigencia el 11 de marzo del 2011 con la ratificación del tratado de constitución por el 9 país, las oligarquías nacionales en los distintos países, y en especial en Paraguay se echaron a andar. De hecho no es mera casualidad que el Paraguay fuera el último país en ratificar su adhesión a la Unasur.

El riesgo de la consolidación de este bloque, representa una amenaza a los intereses norteamericanos a la Región, por lo cual la USAID y sus satélites crearon mayor presión y ampliaron trabajos dentro del campo de programas de “democracia”.

La Unasur es mal vista en Paraguay, debido a que en ella es miembro plena Venezuela, y el Parlamento Golpista, no podía oponerse a su ingreso, tal y como lo viene llevando adelante de manera sistemática dentro del Mercosur, al no aprobar el ingreso de este país en el bloque subregional.

A los planes que lleva Unasur, entre la consolidación política, social y económica de la Región, como segunda vía se une el Mercosur, que celebra en Diciembre su reunión presidencial, y donde es elaborado el “PROTOCOLO DE MONTEVIDEO SOBRE COMPROMISO CON LA DEMOCRACIA EN EL MERCOSUR[1]” más conocido como Protocolo de Ushuaia II.

Desde la firma a este documento, la derecha paraguaya observo como un riesgo la limitación de sus “libertades” de definir sus presidentes, ya sea por la vía del Golpe de estado por medio de la desestabilización, como nombraran a Federico Franco.

Pero el problema no radicaba en el Protocolo de Ushuaia II como tal, sino en lo que se subsume con ella, es decir, abre la puerta en llevar adelante políticas sociales con apoyo popular, y que ante la negativa de la derecha a las mismas, el Protocolo limita su capacidad de manipulación y boicot de procesos.

El protocolo recoge no solo el Golpe de Estado, como acto en sí, sino todo lo que se considere como desestabilización, medios con los cuales y de los cuales siempre se ha prevalecido la derecha, el complot, la manipulación de la moneda, ataques directos a los ejecutivos de cada país, zozobra y políticas de schock hacia la población.

Es así, que el periódico Abc Color se embandera en la lucha contra el citado Protocolo días después de su firma (21.12.2011), y acusa al Ejecutivo nacional de entregar la soberanía nacional. Lo interesante es una pequeña nota en el mismo diario a finales del mes de diciembre, donde señala el riesgo de una ley sobre seguridad fronteriza[2], que afectaría a los principales productores de soja fronterizo, que es la franja de los denominados Brasiguayos que son un elemento activo en el Golpe de Estado y en su defensa, no olvides que ya viajaron a hacer lobby a Brasil.

La ley de seguridad fronteriza, conjuntamente con las iniciativas sociales de reglamentar la venta de material genéticamente modificado “Ley de Bio-seguridad”, afecta de manera directa a las intenciones de expansión de Monsanto y otras transnacionales en Paraguay. La mayor extensión de producción transgenica, se encuentra en la zona fronteriza, de Paraguay con Argentina y Brasil extendiéndose hacia el centro del país.

Esta ley fronteriza llevaría a una expropiación de los terrenos y con ello la disminución de los territorios de cultivo de soja transgénica, además de afectar la Cámara Paraguaya de Oleaginosas, y con ello a su brazo gremial la Coordinadora Agrícola del Paraguay, que además rechaza el impuesto a la materia prima, y que se encontraba preparando antes del Golpe una movilización que tense más el ambiente, el denominado tractorazo, que fue desconvocada.

La CAP junto a la Asociación Rural del Paraguay, serían seriamente afectadas con las leyes señaladas en Conjunto, por lo que junto a ABC se comenzó la campaña por medio de esta ultima en contra de toda limitación de su capacidad de des-estabilización.

Conjuntamente con estos factores, la Asociación Nacional Republicana (ANR) Partido Colorado, firma un Convenio de Cooperación con el brazo nacional de la USAID, el Centro de Información y Recursos para el desarrollo (CIRD)[3], que tiene como Gerente de Administración de la Organización, Alvaro Caballero Carrizosa, pariente del pre-candidato a presidente por Patria Querida, el empresario Miguel Carrizosa, partido que juntamente con los Oviedista, Colorado y Liberal voto por el Golpe Parlamentario. Al frente del CIRD se encuentra Agustín Carrizosa.

Este mismo convenio y trabajo se llevó adelante con los demás Partidos Políticos que llevaron adelante[4] el Golpe. La fachada eran charlas con las bases sobre acercamientos políticos, pero en las cúpulas las discusiones habrían girado sobre otras cuestiones.

Cabe señalar que Alvaro Caballero Carrizosa fue absuelto en un polémico fallo de la justicia[5], en la investigación del vaciamiento del Banco Paraguayo Oriental, por medio de la prescripción. Un vaciamiento de unos 135 mil millones de guaraníes, más de 30 millones de dólares al cambio actual.

Claro está que este no ha sido la única influencia de la USAID en Paraguay, debido a que desde el 2005 viene trabajando de manera directa con los Organismos de Seguridad, la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio de Hacienda y entre otros, por medio del Plan Umbral, que se encuentra en su segunda etapa de financiación, que conllevan más de 60 millones de dólares.


Trata al Golpe Regional con Paraguay como Plataforma
El fin del mes de Diciembre del 2011 estuvo bastante intenso en términos de agrupación de la derecha paraguaya, y buscando puntos de conexión por medio de la USAID entre los distintos partidos políticos, que trunquen los endebles proyectos sociales, pero principalmente que trunquen la participación paraguaya dentro de la consolidación del bloque.

El cierre de filas a favor del golpe de estado que se concretaría meses después se da con la reunión entre Aldo Zucolillo y Horacio Cartes, pre candidato a presidente por el partido colorado. Luego de un mes de constante bombardeo periodístico de ABC y -detrás del mismo- de la prensa nacional, la reunión del 30 de enero de este año marca un hito importante en la consolidación de la des-estabilización social[6]. Cartes y Zucolillo mantienen una reunión, donde el dueño de ABC sostiene su aval y apoyo al pre-candidato que se encontraría vinculado a varios hechos ilegales que lo llevan a estar en la lista de la DEA. Coincidentemente tanto Cartes impulsor del juicio político, al igual que Micheletti en Honduras, son elementos investigados de la DEA, total coincidencia.

A ello debemos agregar algunos eventos que llevaron a colmar el vaso, y que consiste en el corte de recursos a los operadores políticos partidarios dentro de la Justicia Electoral, por medio de una ampliación presupuestaria de 50 millones de dólares.

La defensa de los parlamentarios a la ampliación presupuestaria genero la reacción ciudadana, que se volcó a las calles, días antes del juicio político, y desacreditó a todo el Congreso Nacional, señalando a sus integrantes como Dipuchorros y Senaratas. Pero el escándalo no solo afecto a los miembros del Congreso, sino también a la Justicia Electoral, a los Ministros de la Corte Suprema de Justicia, a los partidos políticos, e incluso sacudió al Partido Tekojoja, quién votó primeramente a favor de la contratación de operadores políticos en la justicia electoral, pero que finalmente se habría retractado.

El levantamiento popular y la indignación fue tal, que al vetar el Presidente de la República la ampliación presupuestaria, genera nuevamente un respaldo social hacia el Ejecutivo, y como consecuencia las demandas ciudadanas se amplían y solicitan el Desbloqueo de las Listas Sábanas, o listas cerradas del Congreso, el Juicio Político a los miembros de la Corte Suprema y también del Tribunal Electoral, quienes propusieron la ampliación presupuestaria.

Nadie se salvaba de las críticas, excepto el ejecutivo, pero por poco, por lo cual los planes conspirativos y de Golpe de Estado se habrían acelerado. Era necesario distraer la atención de la ciudadanía, romper con la unidad en la calle, donde no se distinguía entre derecha o izquierda, sino en la indignación ante un congreso y el poder judicial que hacían lo que les parecía en contra de los intereses nacionales.

Como corolario, se da en estas fechas, la imputación de importantes ganaderos por ser considerados como responsables de la inundación en el Chaco paraguayo, al represar las aguas de los ríos, y entre ellos se encontraba el ex presidente de la Asociación Rural del Paraguay, Néstor Tito Nuñez. Imputación fiscal que se da a instancias de la Secretaria Nacional del Ambiente. Una ofensa que la clase ganadera no perdonaría y que lleva a apoyar entre otras razones el Golpe de Estado. Ahora ante el pacto de los partidos políticos y los tres Poderes del Estado, la imputación, investigación y sanción de los mismos quedará en la nada.

Ante todos estos elementos Curuguaty se presenta como el escenario perfecto, donde además la derecha golpista tenía un aliado de primera, el político colorado Blas N. Riquelme, y es justamente en este lugar donde se procedió la matanza de compatriotas en post de los intereses de los sectores de derecha.

Como muchas veces, el Presidente fue vacilante, y antes que actuar en términos políticos tardo en pronunciarse y además jugando en un tablero de ajedrez, donde no supo mover sus piezas, y donde le ganaron la partida por Walk Over.

El resultado lo conocemos, pero un hecho interesante antes del Golpe de Estado, y donde se consigue la venia para desarrollar el mismo, es el viaje del colorado Horacio Cartes a los Estados Unidos. El mismo visita Miami, sede del Comando Sur de los Estados Unidos, Washington y Nueva York. Si bien no existe mucha información sobre el viaje, ABC Color publica que el mismo se entrevistó entre otros con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Pero la ida de Cartes se debería a la búsqueda de conseguir la venia de un país que lo ha mantenido siempre en la lista negra, ligado al lavado de dinero entre otros. Así mismo habría solicitado la venia de llevar a cabo el Golpe de Estado que el mismo sostuvo y sigue manteniendo.

Además en la reunión con el Banco Mundial, podría haberse presentado la intensión del candidato a llevar adelante el plan de expansión del Monocultivo de Soja, que según los lineamientos originales del Banco para Paraguay, es de llegar al 2015 con una población rural entre el 12 y 15[7]%.

Indudablemente varios actores han convergido en el Golpe a Paraguay, así como en Honduras, dos países que tienen en común ser la punta de lanza de la contraofensiva de la derecha. Paraguay se convierte en la piedra del zapato de la Unidad del Cono Sur, y representa principalmente un terrible dolor de cabeza a Brasil, en momentos en que este país se va consolidando no solo en términos político-económico sino también militar a escala global, principalmente luego de la reunión del BRIC en India a inicios de año.

Debemos ver esto no solo como un ataque a la democracia paraguaya, sino también a los procesos de unidad regional, y que debe ser tenido en cuenta por Brasil, principal jugador en la Geopolítica.

El atentado a la democracia en Paraguay, es un toque de atención, y la resistencia interna se vuelve fundamental, así como lo sigue siendo la resistencia en Honduras. El debate va más allá de Lugo, y creo que una estrategia debe ser instalar el discurso de la defensa de la democracia, sin centrarlo en la persona, tal y como ocurriera en marzo del '99, cuando fuera asesinado el Vicepresidente Argaña.

En aquella ocasión la apuesta ciudadana no fue la de honrar un siniestro personaje como Argaña, sino fue la defensa de las instituciones democráticas, defensa que hoy nuevamente convoca al pueblo paraguayo y a su capacidad de resistencia y construcción política.

Es un momento más que oportuno para el Frente Guazú, que deberá afrontar con madurez el desafío que les toca, tanto en la construcción pro-activa de una resistencia y de un proyecto político a largo plazo, y no enfrascarse en luchas internas de candidatos y posiciones en las listas próximas, que podría debilitar no solo sus posibilidades electorales, sino principalmente la resistencia ciudadana.

Los que están detrás del golpe son los mismos de siempre con sus cómplices nacionales que defienden sus privilegios ciegamente, sin observar que con el espíritu de cuerpo regional, la economía nacional sufrirá bastante, e incluso sus negocios. Pero como siempre ha ocurrido, en época de crisis, el Estado mantiene a unos Industriales inexistentes, a los terratenientes y los políticos a costa de la gran mayoría.

Con los días y meses seguirán saliendo más información de cómo se ha dado el Golpe, para donde van los Golpistas, que ya lo sabemos, pero que de seguro alguna sorpresa nos van a dar. Ahora lo importante es apoyar a los procesos internos de resistencia y mantener toda la solidaridad con el sufrido pueblo paraguayo.

Con la decisión del Mercosur y Unasur de suspender la participación del gobierno golpista en sus órganos de decisión, se avecinan temporales en el país, donde el agua mojara a los más pobres y humildes, y donde se buscará exacerbar los sentimientos nacionalistas, buscando simpatía ciudadana hacia el golpe.

Hay mucha incertidumbre aun de como se desarrollaran las cosas a interior del Paraguay, pero lo seguro es, que la resistencia interna y la solidaridad externa deben continuar.

- Orlando Castillo Caballero es abogado de Derechos Humanos, Antimilitarista y Objetor de Conciencia, miembro a título personal de la Campaña por la Desmilitarización de las Américas (CADA), actualmente desarrollando estudios de maestría en Alemania.
[1] Ver http://www.mmrree.gob.ec/2011/protocolo_mercosur_1211.pdf
[2] Ver www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/ley-de-frontera-expulsa-inversial-347731
[3] Ver www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/anr-firmo-convenio-con-el-cird-para-promover-dialogo-348100.html
[4] Ver http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/capacitan-para-que--afiliados-y-dirigentes-puedan-interactuar-398341.html
[5] Ver http://archivo.abc.com.py/2006-07-09/articulos/264491/magistrados-sospechosos-siguen-en-funciones
[6] Ver http://www.paraguay.com/nacionales/cartes-obtiene-la-bendicion-de-zucolillo-79412
[7] Paraguay, plataforma para la hegemonía continental. Raúl Zibechi para el Programa de las Américas del Internacional Relations Center (IRC)

26 de junio de 2012

¡BASTA YA DE MENTIRAS!

Por Marat

Basta ya de intentar convencernos de que de ésta saldremos. Ni vosotros mismos creéis en vuestra afirmación. Del “¿cuándo saldremos de esta crisis?” la población ha pasado al “¿saldremos alguna de ella?”

Basta ya de parches individuales que arreglan las vidas de vuestros amigos o que venden a otros la esperanza de escapar a su destino con la ilusión de ser “emprendedores”. Mezcláis al señorito subvencionado con el pobre hombre que espera escapar a las consecuencias de vuestro desastre y pretendéis adormecer nuestra rabia con las salidas personales.

Basta ya de repetir la espiral de vuestra violencia de clase contra quienes sólo podemos vendernos a nosotros mismos para sobrevivir. El engaño de más austeridad, más recortes, más sangrarnos ya no es creíble.

Basta de vendernos “revoluciones de colores” como si fueran el camino a seguir. Egipto es hoy cuna del islamismo, Túnez conoce la persecución de sindicalistas y militantes de izquierda, Siria sufre el ataque de miles de mercenarios de todos los países, incluido el Estado español, Libia padece un régimen de locura mil veces peor que el del loco Gadaffi. La revolución islandesa no ha sido otra cosa que el experimento de dar salida al capital a través de las protestas de unas clases medias antes accionistas de bolsa que no ha dejado un solo banquero en la cárcel y que ha eximido de culpas al Presidente al que atribuyó en el pasado su crisis.

Basta de performances. Los que entronizaron la plaza de Tahrir en capital de la insurrección mundial nos vendieron que era un revuelta popular lo que sólo ha sido una involución contra la laicidad, como antes lo fue la agresión y ocupación contra Irak. Las plazas sólo les servían como espacios de escenificación de la mascarada que usó el capital para darse una alternativa a sí mismo. Hoy gobierna en Egipto un partido islámico en lo político y liberal en lo económico y en las plazas de Europa, Latinoamérica e Israel sólo están los que pretenden la vuelta a Keynes, no para acabar con el capitalismo, pues Keynes siempre fue liberal, sino para resolver las necesidades de las burguesías de clase media a través de la vuelta a un Estado del Bienestar ya muerto.

Basta de negación de la lucha de clases. El ciudadanismo interclasista, transversal, negador de las diferencias izquierda-derecha y multiplicador de la mentira del “somos el 99%” sólo pretende que las clases medias resuelvan el “qué hay de lo mío”. La crisis capitalista ha supuesto la peor agresión de la historia moderna contra los asalariados, contra los trabajadores, contra las rentas bajas y contra aquellos que mientras a las clases medias les iba bien en los años 90 del crecimiento y el consumo enloquecido nunca recibieron su parte del pastel. Los trabajadores no tenemos porqué subordinarnos a esas clases medias que pretenden recuperar su papel social y traicionarnos. La clase trabajadora debe luchar autónomamente por su propia emancipación.

Basta ya de falsos profetas que pretenden erradicar de la reivindicación la identidad de clase. No necesitamos de ningún patético anciano mesiánico y cordobés que, con un pasado falangista, nos venda la conciliación entre trabajadores y clases medias de la burguesía con ridículos “programas de mínimos” que ya hemos soportado a través de los movimientos “indignados” en puestas en escena destinadas a conducirnos a ningún lugar. Él, como el “movimiento” naZional del que pretende ser “referente” ya tuvieron su momento y ambos demostraron que su proyecto se agota en la escenificación de la nada. Cuando los revolucionarios desnudemos su embuste estaremos acabando con la gran trampa de quienes lenta pero progresivamente nos condicen hacia el fascismo.

Basta ya de posibilismos y de reformismos vergonzantes que, cuanto más nos golpea el capital, más rebajan su programa de lucha. El cuento de la recuperación económica y de la vuelta a los felices años de consumo y simulacro de igualdad bajo el capitalismo que jamás nos alcanzó a los menestrales, a los descasimisados, a los menos que mileuristas, a los viejos que ya no servimos para enriquecer al capital y a los jóvenes eternas promesas no nos lo creemos. No lo queremos. Queremos acabar con el capitalismo y nos negamos a un nuevo escenario de mentiras, luces de neón y promesas que jamás alcanzarán a los explotados en el trabajo.

Basta ya de vendernos linchamientos contra políticos que carecen de capacidad para contener al capital o de hablarnos de corrupción política cuando la naturaleza del capital es corrupta para escamotearnos el derecho a levantar, en plaza pública, la cabeza del burgués y del patrón guillotinados.

Basta ya de ponernos la cara del banquero delante de los ojos para ocultar la de nuestro empresario que nos explota, abusa de nosotros, nos paga con salarios de miseria y tiene el derecho a despedirnos cuando le salga de sus gónadas. Basta de mentirnos diciendo que el único capitalismo malvado es el financiero cuando vivimos cada día el terror del capital en su conjunto.

Basta ya de tratar de convencernos de las bondades de las monjas y las damas de Aldeas Infantiles. Ninguna opresión nos es ajena a los trabajadores, pero cuando vemos que a los pequeñoburgueses os preocupan, antes que cualquier otra cosa, las cuestiones medioambientales, las transversales de “género”, las transculturales, las de alguna tribu del Alto Orinoco o las de los toros, tenemos que deciros: “obtendréis la misma solidaridad que sembréis y la que sembráis nos ignora a los hijos del agobio, a los explotados, a los débiles, a los oprimidos de clase”.

Basta ya de hablarnos de “ciudadanía” y del resto de vuestras chorradas. Cuando dejamos de ser niños a los hijos de los trabajadores nos dejaron claro que si no trabajábamos carecíamos de cualquier derecho y hemos descubierto que los desheredados de fortuna en esta crisis del capital carecemos del derecho al trabajo pero que otros “ciudadanos” se enriquecen a costa de nuestra creciente pobreza. Desde Botín hasta Amancio Ortega, pasando por Juan Roig o por el empresario que cada uno de nosotros soportamos.

Basta ya de hablarnos de ridiculeces como la “democracia participativa”, que no resolverá nuestra hambre física ni de justicia e igualdad. Queremos comunismo, que es lo del común, pero no de ese común de falsas igualdades entre poseedor y desposeído sino del común que nos da derecho a ser, a vivir, a decidir nuestro futuro a los que no tenemos mañana y a pensar y actuar sobre nuestra realidad como trabajadores.

Basta ya de pactos sindicales a nuestras espaldas, basta de componendas políticas, basta de izquierdas que son derechas, basta de justificaciones de gobiernos de progreso en ciertas regiones que pretenden vendernos que, si cambia nuestro carcelero, cambiará el espacio de paseo que nos dejen a los presos.

Basta ya de decirnos que “esto es cosa de todos, salvo de unos pocos” porque sabemos que, siendo mayoría no lo somos tanto que no tengamos que enfrentarnos a muchos que quieren vivir bien, sin conflicto social, haciendo de cortafuegos de nuestros derechos y de apuntaladores del poder económico que nos oprime.

Basta ya de decir que nuestros sueños están superados por la historia, que somos decimonónicos, anticuados o desfasados, cuando los canallas o los ignorantes que les sirven y nos insultan son mucho más caducos en la inmundicia que defienden.

Basta ya de burlaros de nosotros porque reivindiquemos el comunismo, sobre todo cuando lo que defendéis es tan inmoral como vuestros sueños.

Basta ya de decir que el partido que los comunistas construiremos, y que enterrará el de todos los falsos comunistas, está obsoleto porque sois vosotros los que no tenéis respuesta contra el dolor de la humanidad.

25 de junio de 2012

LA DEUDA PÚBLICA ALCANZARÁ EN 2013 EL BILLÓN DE EUROS SI MANTIENE EL RITMO ACTUAL

J. Viñas - Madrid. Cinco Días 25/06/2012

Ni el más pesimista de los analistas podía imaginarse hace cuatro años que la deuda pública podría alcanzar el billón de euros en 2013. Ahora, este escenario resulta plausible tras el deterioro de las cuentas públicas registrado desde 2008 y el rescate bancario, que podría elevar el nivel del endeudamiento público en 62.000 millones entre 2012 y 2013.
El Gobierno de Mariano Rajoy informó a Eurostat que la deuda pública alcanzaría los 849.154 millones este año. Si el nivel de endeudamiento mantiene el ritmo de los últimos ejercicios, es decir, se incrementa en torno a 100.000 millones anuales y el rescate bancario se mueve alrededor de los 60.000 millones, España puede entrar en 2013 en el club de los países con una deuda superior al billón de euros. En la UE, se encuentran en este grupo Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
Es cierto que operar con números absolutos puede resultar engañoso. A día de hoy, el endeudamiento español se sitúa en el 72,1% del PIB, una cifra inferior a la media europea y por debajo de países como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido. Sin embargo, el problema es que España está registrando un incremento del endeudamiento muy por encima del resto. Y, si alcanza el billón de euros en 2013 (94% del PIB), ya no podrá presumir de tener una deuda por debajo de la media europea.

El lastre de los intereses
La intensidad con la que España ha recurrido a los mercados en busca de financiación para cubrir su abultado déficit conlleva un aumento de los pagos de intereses. Según la información remitida por Moncloa a Eurostat, el conjunto de la Administración pública -Gobierno central, comunidades autónomas y entes locales- abonará este año 34.646 millones solo en intereses, un 34% más que en 2011. Salvo Estonia, no hay ningún país de la zona euro que haya registrado un aumento igual. Esta cifra podría elevarse sensiblemente después del rescate bancario, cuyas condiciones todavía se desconocen.

La única partida que no se recorta
Tanto el Gobierno central como las comunidades y los ayuntamientos se han lanzado a aplicar ajustes en todas las partidas presupuestarias. El ahorro se ha buscado a través de la rebaja de los sueldos a los funcionarios, la inversión pública y las prestaciones sociales. Todo lo que se ha podido recortar, se ha ajustado. Solo el capítulo tres de los Presupuestos de gasto de las Administraciones -dedicado a pagar intereses- ha seguido una tendencia al alza ininterrumpida desde 2007 y que se mantendrá al menos en los dos próximos años. Es la única rúbrica del Presupuesto que no admite recortes.

22 de junio de 2012

FRAGMENTOS DE LA LUCHA DE CLASES EN GRECIA Y ESPAÑA HOY

Por Marat

1.-EL MOMENTO GRIEGO:
El resultado de las elecciones generales el domingo 17 de Junio en Grecia sitúa aparentemente las cosas en el mismo lugar en el que estaban meses atrás, antes del anterior intento fallido de formar gobierno en el pasado mes de Mayo.

Grecia acaba de formar Gobierno mediante el pacto la derecha liberal de Nueva Democracia (ND), en coalición con los socialiberales del PASOK y de la escisión por la derecha de SYRIZA, Izquierda Democrática (DIMAR).

Los mismos partidos que ocupaban el gobierno cuando estalló la crisis capitalista y se produjo el rescate griego –primero PASOK, después ND- son, de nuevo, los encargados de repetir el papel de Caronte que lleva las sombras errantes de los griegos a la otra orilla del Hades o Aqueronte, según las fuentes, previo pago de una moneda que los trabajadores helenos están abonando un millón de veces más, tras el rescate de su país, a los mercuriales capitalistas europeos.

Si entonces fracasaron al afrontar la crisis griega, que no es sólo económica, sino política, institucional, social y moral, fracasarán de nuevo ahora, ya que sus “recetas” continúan siendo las mismas: austeridad, recortes sociales, sacrificio para los trabajadores y hambre, dolor y miseria para sus familias.

El caballo blanco ganador de la “izquierda sistémica”; esto es, de reformistas y posibilistas se llamaba Syriza, a la que el complejo mediático del capitalismo llamaba “izquierda radical”, como si el término aludiera a peligrosos revolucionarios que pudieran poner en peligro al sistema económico griego y, dada la presión de voto antiSyriza de las grandes potencias económicas, al capitalismo europeo en su conjunto.

Pero “izquierda radical” es tan sólo el nombre que se da Syriza a sí misma (Coalición de la Izquierda Radical) y a estas alturas todo el mundo –o al menos los informados- debiera saber ya que el nombre no hace a la cosa, no la convierte en lo que realmente es.

Son los hechos, las posiciones políticas, los pasos que se dan, los que ubican a una organización política en un espacio concreto del espectro, teniendo siempre en cuenta que el lugar político de quien contempla a una organización concreta tiene mucho que ver con la percepción que de ella se forma.

Por este motivo conviene acudir a los datos reales para evitar caer en los subjetivismos, basados en la ignorancia unas veces, en el interés en otras y en las falsas percepciones en las más de ellas.
Synaspismos es el nombre de la organización mayoritaria de Syriza y le presta la S (o sigma en griego) a la primera de las iniciales de esta coalición electoral. Synaspismos es la organización de la que es Presidente Alexis Tsipras, el candidato de Syriza a la presidencia del gobierno griego en las últimas elecciones generales del pasado domingo.

Aunque en su origen Synaspismos fue la coalición electoral entre el KKE exterior (marxistas-leninistas) y su escisión del KKE interior (eurocomunistas) lo cierto es que la evolución posterior de dicha coalición, los enfrentamientos entre sus componentes más tradicionales y los más “renovadores”, la salida de algunos de los sectores más próximos a la socialdemocracia y del propio KKE exterior de la coalición, la debilitaron enormemente.

Aún así Synaspismos se convertiría en 1991 en partido político, ya con influencias netamente socialdemócratas, eurocomunistas, ecosocialistas y cercanas al ecologismo y el feminismo; algo muy parecido a la IU española, con la que comparte pertenencia al Partido de la Izquierda Europea (PIE), a través de Syriza. El PIE es la más evidente muestra de la renuncia de muchos partidos de la izquierda a su identidad comunista del pasado.

El resto de componentes de Syriza son diversos grupos escindidos, por la derecha, del KKE exterior, varios grupos trotskistas y maoístas, cuya práctica política se sitúa en un reformismo de tintes pretendidamente “izquierdistas”, al estilo del Bloco de Esquerra portugués, escisiones de izquierda del PASOK (lo que no es mucho decir en términos de izquierda) y algún otro de similar orientación.

Hoy Syriza se sitúa entre una posición de socialdemócratas de izquierda y los grupos de orientación “anticapitalista”, pasando por los ecosocialistas y los antiglobalización (movimiento en el que predomina claramente una corriente mayoritaria netamente reformista).

En el contexto de una socialdemocracia a la que la crisis ha convertido en liberales en la práctica y que ha visto morir su modelo de Estado del Bienestar y de unos PPCCs huérfanos y desnortados tras la desaparición de la URSS y de los países del “socialismo real”, Syriza es el proyecto más acabado de una posición aparentemente centrista entre ambos polos pero, que en gran medida representa el intento de ser los “auténticos” socialdemócratas y de sustituir, en el caso griego al PASOK.

Conviene recordar que Synaspismos, antecedente de Syriza, votó en 1990 a favor del Tratado de Maastrich, antecedente estratégico del ataque liberal contra los derechos de los trabajadores, de las políticas de austeridad, de los recortes de derechos sociales y de los procesos de privatización de lo público que hoy sufrimos.

Ese intento de Syriza de convertirse, como Iznogud el Magnífico, en el Califa en el lugar del Califa o en la nueva socialdemocracia en lugar de la vieja socialdemocracia se puso en evidencia con el intento fallido de ser recibido por François Hollande y con la reunión de Alexis Tsipras con los embajadores y diplomáticos de los países del G-20 en Grecia durante la última campaña electoral, con el fin de tranquilizarles sobre los límites de su disidencia frente a las recetas del capital (1)

Este recibimiento por parte de representantes de los principales gobiernos del capitalismo mundial recuerda demasiado al modo en que Santiago Carrillo viajó a USA en noviembre de 1977 para explicar el abandono del leninismo por parte del entonces su partido, el PCE, sin contar con la opinión de la militancia. El IX Congreso del Partido en 1978 ratificaría el abandono del marxismo-leninismo y ahondaría la crisis de un partido que perdió su identidad y su peso político para no recuperarlo jamás. No creo que la única forma válida de ser comunista la represente el leninismo en su versión dogmática pero aquel comportamiento era indicativo de hasta dónde llegan las renuncias de la inmensa mayoría de las organizaciones a la izquierda de los PPSS y, más grave aún, de hasta dónde moderan sus discursos para alcanzar el gobierno o un mayor grado de apoyo electoral. No es sorprendente que el referente del PCE en Grecia sea Syriza y no el KKE.

Sin embargo, y a pesar de que Syriza sea la opción reformista de las aristocracias obreras y clases medias “progresistas” que pretenden no la revolución social sino la minoración de los efectos de la crisis sobre los asalariados y las capas populares de la sociedad griega, lo cierto es que para amplios sectores de los trabajadores helenos Syriza representaba una cierta aspiración de la soberanía nacional frente a los diktats de la Troika y una esperanza de que la crisis no la pagasen sólo los trabajadores, renegociando el pago de la deuda griega. Olvidar esto puede conducir a graves errores que la izquierda revolucionaria y comunista (KKE) ha pagado muy caro, reduciendo su apoyo electoral a la mitad de la obtenida en las elecciones de Mayo, en las que un importante sector de los trabajadores griegos vieron en los comunistas posiciones de clase y de lucha firmes. En aquel momento Syriza ya había doblado el apoyo obtenido por el KKE y le disputaba con fuerza la hegemonía dentro del espectro a la izquierda del PASOK. Hoy ha multiplicado por 6 esa hegemonía.

Que la posición estratégica general sea la correcta –impulsar una revolución social para el derrocamiento del capitalismo y la instauración del socialismo, como defiende el KKE- no significa que el desarrollo táctico lo sea necesariamente.

El KKE contaba con que en las elecciones de junio se impondría electoralmente Syriza y, al formar gobierno, desvelaría su condición puramente reformista dentro del sistema, al sucumbir a las primeras presiones del capital.

Pero lo cierto es que ese escenario no se ha producido porque, aún siendo Syriza lo que el KKE ha denunciado muchas veces que es, ni la Troika, ni las cancillerías europeas, ni Merkel, ni la señora Lagarde, ni los grandes grupos mediáticos de información general y económica, ni los propios grandes poderes del capital organizado, estaban dispuestos a correr el menor riesgo. Para “disidente” oficial ya tienen bastante con Hollande, la versión francesa de Obama. Alguien que sólo les hable de combinar austeridad con inversión y crecimiento; esto es, la vía keynesiana, que nació ya muerta en esta crisis porque el capital es incontrolable desde unas instituciones políticas que no estén dispuestas a romper con el capitalismo.

Con su presión sobre la población griega acerca de los grandes males que aquejarían al país en caso de ganar las elecciones generales Syriza –corte del grifo del euro, expulsión de Grecia de la UE y de la moneda única, lo que recordemos no desea la mayoría del pueblo heleno-, combinado con el filtraje de que los sondeos de opinión, no publicados desde dos semanas antes, mostraban una tendencia al triunfo de ND por la mínima, golpeaban sobre la opinión pública y, específicamente, sobre los trabajadores griegos, los grandes perdedores de la crisis del capital, extenuados por años de resistencia en soledad y sin el apoyo de lucha de los trabajadores europeos y sus sindicatos reformistas. Lo mismo les sucedió a los trabajadores franceses en las huelgas heroicas que sostuvieron en 2010.

Al no haberse producido el escenario del triunfo de Syriza queda ésta como la esperanza incumplida pero aún deseada por más de un millón y medio de trabajadores griegos. Se mitificará por parte de las izquierdas reformistas su derrota y aparecerá como el gran sacrificado por la dictadura burguesa del capital. Éste no es la mejor perspectiva de futuro para la izquierda revolucionaria y comunista griega.

El KKE y su combativo sindicato PAME han sido piedras angulares de la resistencia y lucha de los trabajadores griegos. Han sido el principal bastión, frente a posiciones pactistas de otras izquierdas y de sindicatos menos combativos, el desafío al capital durante estos años y han alimentado la rabia y el espíritu de lucha ante la depredación capitalista sobre las viejas conquistas obreras. Han sido contemplados con orgullo de clase y admiración por los sectores más conscientes de las clases trabajadoras europeas, como hoy lo son los mineros españoles, que reciben la solidaridad de sus compañeros gremiales de muchos lugares del mundo.

Ese caudal de energía revolucionaria que el KKE contribuyó a crear no debía haber sido desaprovechada, convirtiendo a Syriza en su principal oponente de la campaña anterior y de la última –lo que en lo ideológico puede marcar gran distancia, en lo electoral puede serlo mucho menor- porque cientos de miles de trabajadores apostaron por el posibilismo de una izquierda que se opusiera a las peores medidas impuestas por Alemania y la UE y para ellos esa izquierda era Syriza en aquellos momentos.

La clase trabajadora, como cualquier ser humano, suele optar a corto plazo por las vías posibilistas, aquellas que supongan una menor dosis de sacrificio en la lucha y a las que vea mayores posibilidades en lo inmediato, en algo que tiene mucho que ver con la economía del esfuerzo, por mucho que la realidad a largo plazo muestre que esas no son más que vanas ilusiones de un reformismo de cortos vuelos que acabará estrellándose ante la realidad de que el mundo capitalista sólo se cambia por la fuerza. Pero esa circunstancia exige la modulación de los tiempos por parte de un partido revolucionario.
El KKE hizo muy bien en negarse a la coalición preelectoral con Syriza pero debió haber explicado, de un modo didáctico para los trabajadores, el porqué de este rechazo.

Oponerse a Syriza en los términos de traición de clase en que lo hizo le ha supuesto extrañarse el apoyo de centenares de miles de trabajadores que en las anteriores elecciones le habían apoyado, potenciando un “voto útil “ que el triunfo de la derecha no ha convertido en voto inútil sino en esperanza de que en un próximo intento el triunfo de los pseudoizquierdistas fuese posible.

Habría sido posiblemente muy distinto que el KKE se hubiera dirigido a los trabajadores griegos diciéndoles: “saludamos vuestra voluntad de resistencia ante los sacrificios que los capitalistas europeos pretenden imponer al pueblo griego, voluntad de resistir que hoy creéis ver representada en Syriza. Desafortunadamente no vemos las cosas como vosotros porque sus antecedentes y su práctica política no nos permiten confiar en ella. Por eso no nos integramos en su llamamiento a una nueva mayoría de izquierdas. Pero si Syriza llega al gobierno y se propone resistir a la Europa de los mercaderes y rechazar que sean los trabajadores griegos quienes paguen la crisis, nos encontrará a su lado, en la calle y en el parlamento; lo mismo que nos encontrará enfrente y denunciando su traición si abandona sus promesas de defender a la clase trabajadora y ello sucederá tanto en el parlamento como en la calle. Votar KKE es la mejor garantía de que no permitiremos una traición a los trabajadores”. Ante unos argumentos de este tipo muchos trabajadores hubieran sentido la necesidad de continuar apoyando al KKE por su actitud de no oponerse a las esperanzas populares pero a la vez actuar como garante de la continuidad de la lucha.

Matizar los mensajes es muy necesario para un partido revolucionario que se encuentra aislado por el “cinturón sanitario” creado contra él por los partidos burgueses y los reformistas. Si la política de alianzas es un elemento decisivo en la conformación de una nueva hegemonía de la clase trabajadora en un bloque social de lucha contra el capital, la primera alianza sagrada que los comunistas no deben romper jamás es la que conforma el partido con su clase. Si ésta falla, el futuro del partido puede verse amenazado porque, como a un planta, le falta la tierra en la que se asienta.

Aunque de forma tardía, el KKE debiera reflexionar sobre el modo en que ha actuado en este último período porque vienen tiempos aún más difíciles y duros para los trabajadores griegos y europeos. Necesita de toda su inteligencia colectiva para ser capaz de romper ese “cinturón sanitario” creado a su alrededor, distinguiendo enemigos de clase estratégicos de aquellas fuerzas que, dentro de su reformismo, puedan contener en su interior elementos sanos y combativos a los que atraerse desde una posición consecuente buscando, a la vez, crear fisuras entre quienes defienden un capitalismo salvaje y un capitalismo “de rostro humano” pero capitalismo al fin y a la postre. Lo que no puede conformarse como unidad de acción política no significa que no pueda encontrar aliados tácticos de lucha social y en las calles contra el capital, siempre que estos aliados se sustenten en una posición de clase, incluso dentro del reformismo izquierdista de fondo socialdemócrata.

Sólo de este modo los trabajadores griegos pueden volver a recuperar la confianza en un partido que por su trayectoria histórica ha marcado las más dignas etapas de la historia antifascista, revolucionaria y de clase griegas.

2.-ANTE EL RESCATE DE ESPAÑA, SER GRIEGO AÚN TIENE MUCHAS VENTAJAS: La primera de ellas, para la mayoría de los trabajadores griegos, es la de reconocer e identificar a su enemigo. No el abstracto poder, no simplemente los políticos, no la simpleza de los bancos o de Alemania sino el capitalismo, con todas las implicaciones y manifestaciones que ello tiene en las relaciones entre las clases sociales.

La segunda ventaja es que, una vez identificado el enemigo, la mayoría de los trabajadores griegos han mostrado que tienen conciencia de clase, sentido de lucha y disponen de algunas organizaciones que han dirigido esas luchas, al frente de las cuales ha estado el combativo sindicato PAME.

La tercera es que sus reivindicaciones han tenido un carácter de clase y no han caído en un ciudadanismo vacuo e interclasista en pro de los intereses de unas clases medias y de la superviviencia del capitalismo que nada hubiera tenido que temer ante planteamientos de ese tipo.

Aquí, en el Estado español tenemos sindicatos mayoritarios que hacen una huelga general frente a las consecuencias sociales de la crisis capitalista cada dos años, y eso bajo presión, que organizan movilizaciones convocadas casi clandestinamente (20/06/2012), como si los propios dirigentes que las convocan quisieran hacerlas fracasar para justificar no volver a salir a la calle en mucho tiempo; manifestaciones sindicales en las que uno de sus dirigentes madrileños (Javier López de CCOO de Madrid) reivindica la condición de “perroflautas” (comeflores cuidadosamente desaliñados al estilo “rebelde” de los hijos de la burguesía) para los trabajadores que habíamos acudido a manifestarnos contra la reforma laboral, las medidas de ajuste y los recortes públicos del gobierno. No me sorprendió demasiado el apelativo que quería echarnos encima ese “sindicalista” a los trabajadores. Era obvio que no se trataba de una simple ironía frente a las palabras de Lucía Figar, portavoz del PP de Madrid en las que aseguraba despectivamente en Mayo pasado que “cualquier perroflauta moviliza a más gente que el señor Javier López”.

Escuchar después a Fernández Toxo disipó cualquier duda que el más escéptico pudiera tener respecto a la cuestión. Toxo citó 20 veces más la palabra ciudadanos que trabajadores –algo que él y Méndez ya venían haciendo desde hace tiempo- limitó las responsabilidades respecto a las consecuencias de la crisis sobre los trabajadores al PP, el capital financiero, Rato y Bankia, la Troika, Merkel y el BCE –obviando el modo en que las relaciones sociales entre capital y trabajo habían profundizado la salvaje lucha de clases de los empresarios contra la clase trabajadora- y mostró un empeño reformista en el mero control del flujo de capitales desde unas instituciones financieras europeas que impusieran otra política, consistente simplemente en recuperación e inversión.

Y en esto llegó el “referente” indignado. Julio Anguita, el hombre orquesta, se ha propuesto a sí mismo para liderar un “frente cívico interclasista”.

“Estoy evitando hablar de izquierdas, de derechas, de socialismo, de comunismo, de república” (2) ha dicho el místico eternamente jaleado por la Brunete mediática de El Mundo y Tele5 desde que era Coordinador General de IU y hoy colaborador de ABC Punto Radio. El mismo personaje público que un día dijo: "Lo único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen, por el ejemplo, y aunque sea de la extrema derecha si es un hombre decente y los otros son unos ladrones votad al de la extrema derecha. Eso me lo manda mi inteligencia de hombre de izquierdas. Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el martillo" (3). No se puede pasar por alto la integridad política –“es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad”, dijo Marx en su “Tesis sobre Feüerbach”- pero hacer abstracción de las ideas que se defienden es propio de quien un día fue un joven falangista y ganó el Premio José Antonio Primo de Rivera y que ahora, cuando la senectud está próxima, vuelve por sus fueros.

Julio Anguita es otro que quiere, como los de Democracia Real Ya y el 15M, superar las diferencias ideológicas, unir a la “inmensa mayoría de la población” (99%), por encima de categorías de clase y contradicciones entre las clases sociales (“de una manera transversal”) “en base a un programa de mínimos”. Puesto que no habla de socialismo, ni de comunismo, ni de república, ni de izquierdas o de derechas y se limita a expresar conceptos populistas como “corrupción de los políticos” o abstractos y descontextualizados como “poder” (3), como los decisivos problemas del presente, bien podemos pensar que nos encontramos ante un populista al estilo de Rosa Díez o ante un caudillo de peor jaez: “He empezado la guerra. El que quiera que me siga”. Discúlpeme, invicto líder pero tengo un hernia discal que me impide coger la cruz y seguirle en su camino hacia la cumbre de su columna de profeta.

Este hombre lleva demasiado tiempo proclamando la suprema estupidez de que “cumplir la Constitución es revolucionario”. Una constitución monárquica, que proclama la unidad indivisible de la nación y niega el derecho de autodeterminación de los pueblos, una Constitución que consagra la propiedad privada, el derecho a la herencia y la economía capitalista no tiene nada de potencialmente revolucionaria porque incluya el derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación y la sanidad pública o a la percepción de una pensión en la vejez por el simple hecho de que cualquier persona con dos dedos de frente sabe que son derechos meramente enunciativos, que no vinculan a sus gobernantes. Anguita, en su epístola a los amantes de la demagogia y las soluciones simplistas para analfabetos políticos y desclasados, sabe que la Reforma Constitucional del pasado verano que subordinó dichos derechos al cumplimiento de los objetivos de déficit y del pago de la deuda pública, mediante el pacto PSOE-PP, terminó por convertir en papel mojado unos derechos que ya antes sólo estaban en la Constitución para hacerla más digerible, no para ser cumplidos.

Este maestro Siruela, con aires de telepredicador, dice también en respecto al proyecto amorfo y todoterreno en lo ideológico, ciudadanista y transversal, que no de clase, que pretende dirigir, y a sus relaciones con las formaciones en las que todavía milita: “Soy militante del PCA, partido al que pienso pertenecer hasta que desaparezca y de izquierda unida, mientras siga la línea del proyecto que inicié. No estoy por la labor de irme. Estoy haciéndolo al margen de, no en contra de. No voy a participar de ninguna lista electoral ni fuerza política que se constituya en rival de Izquierda Unida. Lo mío va por otro camino". Todo se andará y, según funcione, Anguita encabezará una secesión, como antes hicieron quienes le precedieron (Carrillo, la Nueva Izquierda de Almeida y López Garrido, Equo) o bien será fagocitado como experiencia piloto de uno de los mil proyectos de regeneración de IU, está vez en versión ya manifiesta y no encubiertamente “indignada”, como fueron las Mesas de Convergencia.
"Cuando propongo todo esto no tengo la contienda electoral en el horizonte. ¿Por qué me ofrezco de referente? Yo no pienso ir a ningunas elecciones, ni por mi edad, ni por mi estado de salud pero también por la convicción de que segundas partes nunca fueron buenas. Si esto cuaja y cabe esa posibilidad de que andando el tiempo ese frente concurra a unas elecciones, ya vería qué voto. Presentarme al frente del mismo, queda totalmente descartado. Intento poner algo en marcha e intervendré ahí como uno más, discutiendo o usando la capacidad de ascendiente”. Todo se andará. Quien no ha podido dejar de enredar tras abandonar sus cargos en el PCE y en IU porque su ambición y su descomunal ego desbordan la tranquilidad de la reflexión política o de la aportación no protagónica, no podrá sustraerse fácilmente, tras varios años de querer ser salsa de todos los platos, de encabezar algo, aunque sea en el cuerpo de un ratón antes que formando parte de la cola de un león.


El mundo sindical (mayoritario y minoritario) y el conjunto de las falsas izquierdas políticas han acabado de converger, desde su reformismo vergonzante (por encima del ropaje que adopten), con los liberales que diseñaron un proyecto “indignado” de revolución de naranja desideologizada y que rechaza definir un proyecto de sociedad para instalar la protesta social en un bucle permanente sin avance hacia ninguna parte.


Combatir a quienes manejan marionetas que se niegan a definir al enemigo de clase, su dominación ideológica, el carácter de su movimiento y la orientación de un proyecto concreto es cada vez más combatir también a esas sindicalismos de megáfono sin firmeza en la lucha y a las “izquierdas sistémicas”, desde el reformismo hasta los pseudoizquierdistas, que aligeran al máximo su perfil ideológico para coincidir con los que rechazan las identidades políticas, mientras venden para consumo interno o autojustificación un supuesto izquierdismo al que renunciaron en lo real hace ya mucho tiempo.

Por desgracia, y dada la ausencia de una organicidad que asegure la autonomía de clase para sí de los trabajadores, esa lucha deberá hacerse en gran medida –pero también desde fuera- desde los sindicatos existentes y desde las “izquierdas” nominales pero poniendo un ojo en la reconstrucción de un sindicalismo y de una izquierda revolucionaria y comunista de y para los trabajadores y no para ninguna “amplia mayoría” hegemonizada por unas clases medias que se conforman con volver al status quo de la casilla de salida previa a la crisis capitalista.

No puede haber descanso en el intento de recuperar la identidad de clase, el proyecto de construcción del socialismo y el desenmascaramiento del potaje light que nos venden desde las organizaciones obreras clásicas (sindicatos y partidos) cuando más necesario es levantar una bandera de firmeza y clarificación frente a un capitalismo que sí tiene claro quienes son sus auténticos enemigos: los trabajadores.

Las realidades de Grecia y España, como del resto de países de la UE, son diferentes. Las velocidades a las que se deteriora el clima social y las situaciones económica y política también lo son en los diversos países de la vieja Europa. Pero las clases trabajadoras del continente tienen una misma necesidad -adquirir conciencia de clase y de lucha contra el capital, construir una solidaridad internacionalista de clase que derribe las fronteras de las divisiones nacionales, organizarse en partidos y sindicatos que defiendan de verdad sus intereses- y un mismo e inevitable horizonte –acumular fuerzas en la lucha para destruir el capitalismo e implantar una sociedad socialista, única democracia de los iguales- Eso o esperar que sea el fascismo el que dé su “alternativa”, como ya lo está haciendo, en una forma que no constituirá ningún Amanecer Dorado para nuestra clase sino una aberrante nueva era de horror para la humanidad.

Mientras tanto, a preparar el más caluroso y combativo recibimiento en Madrid el 19 de Julio a los heroicos mineros, que sí tienen identidad y la defienden con la fuerza que el presente histórico reclama a nuestra clase.





NOTAS:
(1) http://wap.elpais.com/index.php?module=elp_gen&page=elp_gen_noticia&idNoticia=20120614elpnepint_18.Tes&seccion=int
(2) http://www.publico.es/espana/437723/julio-anguita-yo-no-pienso-ir-a-ningunas-elecciones
(3) http://es.wikiquote.org/wiki/Julio_Anguita
(4) http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=B8fRSAPMXbQ

14 de junio de 2012

LA DECENCIA EN TIEMPOS DE CRISIS. EL CASO NAVARRETE

Por Marat

Karl Marx distinguió en “El señor Vogt”, una de sus obras menos conocidas por los marxistas, a la que hubo de dedicar un año entero de su vida para responder a dicho sujeto bonapartista, entre dos tipos de infames: “los infames solventes” (agentes policiales que venden información a sueldo) y “los infames sin respeto” (integrantes de organizaciones “revolucionarias” encargados de sembrar la manipulación policíaca y la confusión moral).

No voy a dedicar tanto tiempo como le dedicó el padre del socialismo moderno a contestar al señor Vogt a responder a Manuel Navarrete. No merece mucho más tiempo que el que emplee en escribir estas líneas y en darles salida tanto en mi blog, como en los sitios que considere oportuno –por supuesto, aquellos en los que el señor Navarrete me ha respondido- El señor Navarrete carece de la importancia del señor Vogt y, por mi parte, no aspiro a otra cosa que a seguir aprendiendo del maestro Marx, del que apenas soy un párvulo.

Si creyera en que el modo en que el señor Navarrete se ha conducido en su forma de responderme a través de su texto difamatorio “Marat contra la presunción de inocencia” (1) se agota en este “infame sin respeto”, del que ignoro si también es “infame solvente”, me importaría bien poco responder a tal sujeto. Quien en su vida se conduce sin temor a decir lo que piensa y sin permitir que las agresiones personales hagan mella en su uso de la libertad de expresión y de opinión, tarde o temprano acabará por encontrarse “personajes” de este calibre.

Pero corren malos tiempos para la decencia –término que uso en la tercera acepción que le da el diccionario de la RAE: “Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas”, y no en ningún otro sentido-, valor al que no un revolucionario, sino algo mucho más elemental, cualquier persona de bien, debiera estar sujeto. Y ese no es el caso del señor Navarrete ni de dos páginas que han dado cabida a su artículo cuando en ningún momento habían publicado previamente el mío, como tampoco lo hicieron en paralelo al artículo del aludido. Me refiero a LA HAINE y REBELIÓN. Mi blog está a la vista de todo el mundo y disponen de mi correo electrónico para haberse dirigido al autor y a sus artículos criticados y haber confrontado el del señor Navarrete con ellos. Sobre éstas dos webs volveré más adelante. Ahora quiero seguir con el señor Navarrete.

El señor Navarrete está en su pleno derecho a discrepar y a opinar radicalmente en contra, de forma pública, de lo que yo opine sobre el 15M, Democracia Real Ya o de cualquier otra cuestión política. Faltaría más.

Como yo mismo de discrepar con alguien que ve “manipulaciones imperialistas” (yo también) en el caso Sirio y Libio (2), que habla de “el invierno árabe” (3), que habla de la izquierda “nini” (4), en relación al asunto libio y, en gran medida, en referencia no explícita a Izquierda Anticapitalista (una de las razones por las que abandoné dicha organización. La otra fue el apoyo de ésta al 15M), que define al diario “indignado” Público (hoy online), “cómo cepo de la burguesía” (5) y que sin embargo no ve manipulaciones imperialistas en los derroteros ideológicos de un movimiento que tiene más contra los políticos que contra el capital (justo como el movimiento populista de Beppe Grillo en Italia, al que tanto se parece el 15M) y que, del capital, su casi única obsesión es el bancario, como si las relaciones sociales de producción no estuvieran operando en esta crisis. No digamos nada de las contradicciones de ver en Público, al “cepo de la burguesía” y escamotear el pequeño detalle de que dicho medio convierte en fenómeno de gran alcance político cada mínima performance que hagan los indignados. De El País o la SER, con indignados casi en plantilla y algunos incluso en ella, tampoco hablaremos. ¿Para qué? No sea que al señor Navarrete se les descuadren sus “sesudos análisis”. Mejor sacarse los ojos, como Edipo, en este caso para no escandalizarse del 15M, o intentar sacárselos a los lectores de su artículo, con la manipulación de los datos que pretende refutar (ni un solo párrafo textual cuando discute mis textos), ni un enlace a los 3 artículos que dice pretende refutar –menudo Superman del teclado- (mejor uno genérico al blog y que el lector se busque la vida), después de haber leído sus sentencias de muerte al disidente.

Dado que el señor Navarrete ha actuado como jugador de ventaja, escamoteando los nombres de los artículos de los que habla –¡las fuentes, señor Navarrete, las fuentes!- y sus enlaces correspondientes, para que el lector pueda sacar conclusiones por sí mismo y no se la “induzca” cualquier “infame sin respeto”, se los enlazaré yo mismo:

1.-VÍNCULOS ENTRE GLOBALISTAS, MUNDO EMPRESARIAL Y EL 15M: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/06/vinculos-entre-globalistas-y-mundo.html
2.- 12M15M. ALGO HUELE A PODRIDO Y NO ES EN DINAMARCA: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/04/12m15m-algo-huele-podrido-y-no-es-en.html
3.-15M, MÁS IMÁGENES QUE TEXTO: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/05/15m-mas-imagenes-que-texto.html

Ahora juzguen por ustedes mismos, sin que nadie les diga lo que tienen que pensar y, sin que este sujeto llamado Manuel Navarrete escriba en dos páginas que no admiten comentarios en los que en una –LA HAINE- se negaron a publicar los artículos cuando fueron escritos y en otra –REBELIÓN- dejé de hacerlo cuando comprobé que no publicaban ni uno sólo de aquellos que escribí y les envíe (tengo los correos y son de bastantes artículos) que pudiera crear mancha alguna en el inmaculado movimiento 15M al que tanto amor prodigan.

Sabe el señor Navarrete de la natural pereza del ser humano a leerse 4 artículos seguidos (especialmente si los 3 míos son, de suyo largos, como es característico y defecto en mí) y juega con ello. “Ustedes no se molesten en leerlos, es mucho trabajo. Ya se los resumo yo...a mi manera” parece decir el señor Navarrete.

Voy a hacer abstracción de los calificativos que me endosa el autor de “Marat contra la presunción de inocencia” y a pasar por alto las comparaciones entre el Marat ficticio y el histórico, con su escogida, para el insulto por comparación, cita del segundo. Sería descender demasiado en lo personal. Tengo un coche muy viejo pero no funciona como batíscafo.

Nada como el propio lector para juzgar por sí mismo lo que hay de cierto y de “fabulación” por parte del señor Navarrete, si se toma el esfuerzo, pero eso ya no queda en mis manos.

Tan sólo algunos detalles sin importancia respecto a algunas de sus mentiras. Sostiene Navarrete –ningún parecido con Pereira- “Pero hay más, porque si Marat le exigiera la misma dosis de pensamiento comunista a todo el mundo, debería comenzar por renegar de Izquierda Unida, Izquierda Anticapitalista, CC OO y UGT, entre otras muchas. Y es que, cuando esas organizaciones hablan de la “ciudadanía”, Marat calla”. ¿A quienes creerá que me refería cuando escribí “POR UNAS IZQUIERDAS QUE NO NOS AVERGÜENCEN”, “CONTRA KEYNES Y LOS KEYNESIANOS”, “LO QUE NO PUEDE DURAR EN CCOO y UGT” o “DE LA TRAICIÓN DE CLASE CONSIDERADA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES”? No tengo ni idea. De esos, y relativos a darle estopa a CCOO y UGT hay muchos, tantos que alguna miembro de CCOO me ha llegado a insultar de la manera más grosera.

Enel colmo del descontrol dice el señor Navarrete: “Marat tiene en su web logos de CC OO y UGT”. Le faltó decir: “Y fuma crack”. No verá muchos. Le reto a que se esfuerce. Lo que no cuenta el señor Manuel Navarrete es que también hay enlaces como “[MADRID] 1º DE MAYO CONTRA EL PACTO SOCIAL” o “EL 31 DE MARZO A CIBELES. ¿EN QUÉ BARRIO VIVES?” o “LA CGT ACUERDA LA CONVOCATORIA DE UNA NUEVA HUELGA GENERAL”.

Pero, ¿qué coño estoy haciendo respondiendo a este sujeto? La gente es suficientemente adulta para sacar conclusiones por sí misma, si quiere.

En el tiempo que llevo combatiendo al 15M he pasado por dos amenazas de Fabio Gándara Pumar (DRY original y luego renovada. Algún día hablaré de sus negocietes con el “activismo” online) de llevarme a los tribunales (tengo los correos en facebook)- aún le espero-, por el intento de chantaje de Fernando Casares de desvelar quién era Marat –se resolvió en cuanto puse mis datos personales en un artículo de mi blog-, por las insinuaciones legales de José Cosín Álvarez (ex dirigente del PP de Marbella, ex Presidente de Jóvenes Empresarios de esta localidad y miembro de la Comisión Legal del 15M) y ahora por las marrullerías del señor Navarrete.

Esto mientras se me ha acusado de que “los de mi partido” no sé qué exactamente hemos hecho- ¿Qué parte de mi perfil comunista sin partido no habrán leído estos?-, he soportado las caricias del señor Honrubia Hurtado, de Kaos en La Red, el cuál se encargaba de subir mis artículos a la web (según él. Tengo los correos que lo demuestran) sin que yo se lo pidiese, para luego escribir eso de “Marat pasándose de listo” –imagino que le servía para aquellas “supuestas” guerritas que se traía con los chicos de García-Trevijano en el 15M andaluz-. Se me ha llamado sectario y conspiranoico en cientos de ocasiones –cuando las páginas conspiranóicas son tan entregadas al 15M- y se me ha explicado que mi animadversión hacia este movimiento deriva de una asamblea que intenté manipular (tengo que controlar esto de mi desdoblamiento porque luego parece que estuve donde jamás estuve), poniendo a mi partido (eso sin militar ni simpatizar con ninguno) en posición de manejo y que, al no salirme la operación, me convertí en el rey que rabió.

Señores del 15m: ¿Se les ha ido la pinza? Tengo un modesto blog al que atiendo en la medida de mis posibilidades. Aunque tiene su audiencia, no deja de ser un simple blog. Muy poco para los chicos preferidos de Coca-Cola (el spot de La Roja, con la plaza y sus tiendas de campaña), del anuncio de Sanex último (con sus manitas agitadas al sol), de Movistar (con sus lindas asambleas) y del sursum corda mediático que ha convocado todas sus manifestaciones importantes. Les dan audiencias radios, televisiones, periódicos, webs conectadas con fundaciones globalistas y miles de blogs. Martín Varsavsky les puso hace un año sus foneras en las plazas.

¿Necesita el señor el señor Navarrete publicar en un montón de webs– LA HAINE, REBELIÓN, A LAS BARRICADAS, RED ROJA- además de alguna a la que yo no la subí, pues siempre pongo mi enlace, como Kaos en la Red o Insurgente. Ahí la mandé yo-que decidieron negarme la oportunidad de poner versión contra versión?

Me pregunto qué clase de “democrático” funcionamiento tienen estas webs, de qué está hecha la conciencia de los sujetos que las dirigen, qué entenderán por libertad de expresión de opinión, qué significará la idea de “igualdad de oportunidades” para REBELIÓN o LA HAINE, cuál será el criterio de decisión de qué artículos no entran (ni se imaginan los que me han censurado éstas dos), cómo será posible que no se les caiga la cara de vergüenza de publicar algo de lo que el autor no ha mencionado ni el título de cada uno de los artículos atacados, ni sus enlaces –sólo el enlace al blog y búscate la vida y que no hayan puesto frente a frente un texto y otros.

Creo que la idea de izquierda está hace mucho tiempo emputecida a manos de quienes la niegan con sus prácticas y no dejo de sentir un escalofrío por mi columna vertebral al pensar que esta tropa tuviera algún día el poder –estos tendrían la representación del gobierno. Ya mandarían en su nombre sus amos. El poder es de los revolucionarios- de decidir quién tiene y quién no la palabra.

Voy a ejercer el derecho de réplica. Veremos si me la niegan. Como no me fío en absoluto de ellos –de sus webs y de quienes las dirigen, voy a colocar capturas de pantalla según vaya enviando mi exigencia, a la que están obligados por ley, en este artículo. Por tanto, se convertirá en un texto dinámico y en el termómetro de su dignidad –tardía- o de su vergüenza.

No dudo de que el señor Navarrete sea un paranoico, además de alguien teledirigido. Lo que me llama la atención es que haya tanto tonto a las 3 que no se dé cuenta de que atacándome me están convirtiendo en un sujeto absurdamente importante, cuando siempre he sido y seré alguien de audiencia limitada y de credenciales sólo entre quienes se hacen preguntas y eso, en los tiempos que corren, es demasiado trabajoso. Siempre será más cómodo marcar el paso que dicten los fabricantes de opinión.

Excepto que esté pasando otra cosa muy distinta, que sea la de que el rescate del país le esté poniendo las pilas a la gente y, tal vez, sólo tal vez, se empiece a sentir una ira de clase y no una indignación pequeñoburguesa, interclasista y ciudadanista.

Pero en ese caso, no habrá Marats que valgan ni necesidades de blogs, ni de trendigs toppics que tanto les gustan, ni de almohadillas en sus convocatorias, ni de leches. Será la clase trabajadora la que les mande a hacer gárgaras y lo hará no en plan 2.0 sino en directo.

Tranquilos, aun falta algún tiempo para eso...pero...no se descuiden. Igual salen con el rabo entre las piernas y más corridos que una mona, como en la plaza de Sintagma de Atenas.




NOTAS:
(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151311
(2)http://rebelion.org/noticia.php?id=150991
(3)http://rebelion.org/noticia.php?id=147661
(4)http://old.kaosenlared.net/noticia/miseria-ninismo-pensamiento-desiderativo
(5) http://rebelion.org/noticia.php?id=145450



CAPTURAS DE PANTALLA DE LAS PETICIONES DE DERECHO A RÉPLICA A LAS WEBS QUE PUBLICARON EL ARTÍCULO DE NAVARRETE, ESCAMOTEANDO LOS MÍOS A LOS QUE AQUÉL “PRETENDÍA” RESPONDER. SE IRÁN ACTUALIZANDO SEGÚN SE VAYAN ENVIANDO LOS CORREOS.









La Haine lo acaba de publicar (http://www.lahaine.org/index.php?p=62293), lo que deja a REBELIÓN en una posición claramente vergonzante.


12 de junio de 2012

DEL RESCATE DEL REINO DE ESPAÑA COMO PRETEXTO

Por Marat

1.-¿Hacemos un dibujito para enterarnos de qué va la cosa?
Finalmente, tras un año al menos anunciándose, se ha producido el rescate de España. Sí, digo bien, del rescate de España, no de los bancos españoles, como pretende hacernos creer el Gobierno Rajoy.

El ex Presidente Zapatero reconocía en el verano del 2011 que había visto el borde del abismo en forma de rescate.

“Cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo te devuelve la mirada” decía Nietzsche.

Quizá el predecesor de Rajoy y éste mismo pensaran en la frase del filósofo alemán y tal vez vieran en la señora Merkel a la esquiva “venus de las pieles” que, con su cruel dominación, sentenciaba los destinos de ellos mismos, de sus gobiernos y del país que creían gobernar. Muchos años antes de que ésta se convirtiese en Canciller, Maastrich se había convertido en el contrato de sumisión de los países de la UE a lo que luego sería la bota económica alemana.

Por mucho que Luis de Grandes diga que el rescate, al que evita llamar rescate, es un “apoyo financiero” o que Rajoy afirme que dicho rescate “es una línea de crédito –lo que, en condiciones normales de la economía pide un empresario para tener liquidez- sin condiciones macroeconómicas”, y sólo aplicables a la banca, lo cierto es que fue el Estado español el que pidió ese rescate, por lo que será su aval, y que la Troika ha exigido la continuación de las reformas estructurales (dolor para los trabajadores).

Vaya, que casi estamos de suerte. No nos van a computar la deuda de 100.000 millones, sólo los intereses, y tenemos la inmensa dicha de que haya venido Papa Noel, aún en primavera, a traernos su delicado presente.

Resulta difícil imaginarse que la patada de una bota Martins (empleada por los nazis y por el Papa), con refuerzo de acero en la puntera, en los huevos, pueda ser un delicioso y sutil placer. Casi estoy por comprobarlo...un día de estos.

Mientras tanto Christine Lagarde (FMI) afirma que a Europa le quedan 3 meses para evitar la caída del euro, los capos europeos imaginan ya una Grecia fuera de la moneda única, los ataques especulativos de las sociedades de riesgo de la deuda sitúan la española, de nuevo, por encima de los 500 puntos básicos e Italia es ya la nueva pieza a abatir en el edificio en demolición europeo. El corralito para Grecia y el resto de Europa está a la vista.

Ninguna medicina capitalista –ni la liberal, ni la keynesiana- pueden salvar al centro del capitalismo de su viaje hacia la locura. Ya no hay BRICS que puedan salvarle comprando la deuda europea porque Brasil, Rusia, India, China viven ya sus propios, aunque de momento, suaves, espasmos.

Lo que está cayendo en el abatimiento en sucesión de las fichas de dominó europeas -primero las pequeñas, luego las medianas, más tarde serán las grandes- no son las economías nacionales sino el modelo de capitalismo diseñado en Bretton- Woods para el Viejo Continente y los países centrales de este sistema de dominación económica.

Bretton-Woods representaba la consolidación keynesiana de los Estados Corporativos del Bienestar, del compromiso social entre explotadores y explotados, entre capitalistas y trabajadores, entre una izquierda que hacía muchos años que había agotado su capacidad de impulsar revoluciones en Europa, como anunció Lenin pocos años antes de su muerte, y un capitalismo de masas que necesitaba de la paz social para su expansión mundial hacia las neocolonias del sur y un incremento de sus tasas de ganancia que permitiese su reproducción permanente.

Vana ilusión. Los espasmos de las crisis capitalistas de mediados de los 70 del pasado siglo, de 1987 de finales de los 90 y de los inicios del nuevo milenio en diversas áreas del mundo capitalista (países del centro, mundial, asiática, de América Latina, con el corralito argentino tan fantasmático, por cercano y real hoy, para España) y la mundial iniciada en el otoño de 2007, ponen en evidencia dos absolutas certezas anunciadas: la primera por Marx y, más tardíamente por Rosa Luxemburg, de que el capitalismo sólo podía recuperar sus tasas de beneficio tras los estertores de sus crisis anteriores y, la segunda, que, como anunciaba Engels en una nota anexa al libro III de El Capital, casi siglo y medio antes de nuestros días, “se ha operado un viraje desde la última gran crisis general (1867). La forma aguda del proceso periódico con su ciclo de diez años que se venía observando hasta entonces parece haber cedido el puesto a una sucesión más bien crónica y larga de períodos relativamente cortos y tenues de mejoramiento de los negocios y de períodos relativamente largos de depresión...".

El pensador y revolucionario alemán se burla hoy también desde la tumba de las predicciones del ruso Kondrátiev sobre los ciclos económicos largos de crecimiento, seguidos de otros de contracción, continuados por expansión y así de modo sucesivo “ad infinitum”.

2.- Se acabó la fiesta hace mucho y aún no hay modo de echar a los últimos borrachos:
La realidad es que desde hace casi 40 años las ondas de los períodos de crisis capitalistas se reproducen de manera casi continuada, con breves períodos de recuperación que no alcanzan a recuperar las tasas de beneficio de períodos anteriores.

Este hecho es el que explica la necesidad del capital mundial de alternar diversas recetas que, lejos de permitirle salidas exitosas hacia su reproducción, ahondan aún más sus crisis:
1.-decrecimiento continuado de los salarios reales desde hace al menos 20 años
2,.descentralización productiva, acelerada por la tecnología informática y la robotización
3.-reducción de las formas de salario indirecto
4.-recortes a los Estados del Bienestar desde finales de los años 70 del pasado siglo hasta su desmonte actual
5.-precarización de las formas de contratación y las condiciones de trabajo
6.-deslocalización de partes de la producción o de ella entera hacia países del tercer mundo o emergentes, con salarios, derechos laborales y condiciones de trabajo más ventajosos para las grandes corporaciones multinacionales capitalistas
7.-sobreproducción capitalista por encima de las necesidades reales de la demanda y de la capacidad adquisitiva –menguante- de crecientes capas de la población laboral.

3.-¿Sobraban botellas, faltaban bebedores o es que alguien pinchó los globos?:
La cuestión de la sobreproducción capitalista es un asunto central porque del modo en que se determine la naturaleza y origen de la crisis capitalista actual dependen en buena medida lo acertado o desacertado de las luchas sociales contra las consecuencias de la crisis sobre las clases populares y respecto a qué segmentos de esas clases debiera corresponder el protagonismo de dichas luchas.

La tesis que socialmente se ha impuesto, entre otras cosas porque a los voceros del capital les interesa como forma de dirigir las protestas sociales en una dirección que no cuestione globalmente al capitalismo, es la de que estamos ante una crisis financiera del capitalismo; esto es, que la crisis del capitalismo es financiera y no de otra índole.

Examinemos por un momento qué implicaciones sociales y políticas tiene dicha tesis.

El capital financiero es, por su naturaleza, aquél que se destina a actividades especulativas de tipo inversor y de economía no productiva.

La característica del capital financiero fue, en los períodos iniciales del capitalismo, la de servir en primer lugar a las necesidades de inversión productiva e industrial, como consecuencia de las crecientes demandas de inversión en capital material y para el crecimiento y la expansión de la actividad fabril.

Esta realidad siempre ha sido compatible –incluso antes del modo de dominación capitalista- con los negocios puramente especulativos en los que la realización del beneficio era ajena al mundo de la producción.

Pero más allá de los productos financieros cuya realización del beneficio está aparentemente –pero sólo aparentemente- desconectada de lo que los teóricos de las escuelas dominantes llaman economía real y cuyo objetivo es captar capital para asegurar la liquidez y solvencia del propio sistema financiero, la gran mayoría de las inversiones especulativas tienen un respaldo en la producción material (mercados emergentes, mercados de futuro, mercados de commodities,...)

Incluso la oficialidad de los creadores de información/ opinión han considerado el origen de la última gran crisis capitalista–hipotecas subprime- en la necesidad del sistema económico de facilitar la adquisición de viviendas (producción) por parte de amplios sectores de la población USA con escasa solvencia.

Llegado un momento en que el se impusieron el paro y la imposibilidad de hacer frente a los pagos de los hipotecas, el castillo de naipes empezó a venirse abajo.

Aún si se admitiera que en el estallido de la burbuja financiero-inmobiliaria fue decisivo el inadecuado cálculo del riesgo de impagos, lo cierto es que ello no dejaría de señalar al hecho de una sobreproducción en el sector de la construcción, sostenido artificialmente mediante el crédito.

Pero éste no es un fenómeno aislado. La producción y venta de vehículos, de las tecnologías de la comunicación y la información, del turismo,... del consumo habitual, han sido mantenidos desde finales de los 70 a través del crédito, bien fuera en forma de préstamos personales o de las familiares (ya no tanto) tarjetas de crédito.

Sin ellos no hubiera sido posible mantener las altas tasas de producción porque lo cierto es que los salarios reales llevan más de 20 años descendiendo en el mundo capitalista avanzado, lo mismo que la capacidad adquisitiva de dichos salarios.

Pero volvamos a los escenarios de protesta social a los que nos llevan las interpretaciones de la crisis sistémica actual del capitalismo desde una (financiera) u otra (de sobreproducción) causas de su origen.

Si la crisis capitalista tuviese un origen financiero, el tipo de protestas coherentes a las consecuencias de la misma serían aquellas que integrasen al conjunto de los clientes del sistema financiero, no sólo el bancario (AUSBANC, ADICAE), sino de los clientes de las bolsas, las sociedades de inversión y riesgo, etc . Y de un modo consecuente, y a la vez complementario, con lo anterior de unas formas de lucha en las que la cuestión del consumo fuera un elemento central en el que se dirimieran las batallas sociales (huelgas de consumo, consumo responsable, asociaciones de consumidores,...), puesto que aquél fue inducido y sostenido desde al menos el final de la II GM mediante su financiación.

Estaríamos ante un tipo de movilizaciones sociales en las que el consumidor-cliente del sistema financiero es la inmensa mayoría de la población (99%), sin distinción de clases (interclasista), en la que las definiciones ideológicas derecha-izquierda serían rechazadas por cuanto “todos somos víctimas de los bancos, de sus crisis y de su rechazo a seguir financiando el consumo”.

A nadie debiera escapársele las implicaciones que ello tiene respecto al sistema económico vigente y a las relaciones entre las clases sociales: existiría un capitalismo malo (el financiero) y otro bueno (el productivo), “víctima” incluso de la ruina que le estarían causando los bancos”. Cabe entonces incluir al capital productivo en el mítico 99% y, cómo no, la conciliación de clases como un objetivo deseable, pero no declarado, para formar un bloque unido que derrotase al capitalismo malo, ese mítico 1%.

De ahí que el sujeto de ese movimiento social contra el “avaricioso” capitalismo malo fuese el “ciudadano”, correlato político del consumidor-cliente del sistema financiero, y no el trabajador o explotado en el sistema clásico de antagonismo de intereses dentro del capitalismo.

Sólo desde este esquema que escinde falsamente el capitalismo en uno malo y en otro bueno, o no tan cuestionable, se entiende el apoyo de los grandes medios de comunicación a las movilizaciones centrales de los movimientos indignados.

Puesto que la rabia social existe es mejor para el propio sistema capitalista proyectarla en una dirección que no vaya directamente contra sí mismo sino sólo contra aquella parte “malvada” (avaricioso, ladrón, las consabidas expresiones del pan y el chorizo,...) que parece serlo más por una determinada pauta “perversa” de comportamiento de los capitalistas (concretos) financieros antes que por la naturaleza y estructura del propio capitalismo que necesita de la explotación en las relaciones sociales de producción, de la acumulación, la apropiación privada de lo social y el creciente empobrecimiento de amplias capas de la población para la sobreacumulación de capital, aunque ello, finalmente, le conduzca a la repetición de sus crisis.

Pero no existen varios capitalismos sino un único sistema mundializado en el que capital productivo y capital financiero, incluso el ficticio o imaginario de la arquitectura financiera, son partes integradas entre sí.

No es posible el funcionamiento del capital productivo sin su sistema de refrigeración o, si lo prefieren, sin su sistema de circulación sanguínea, que es el capital financiero. La financiarización de la economía es una consecuencia inevitable de la creciente necesidad financiar la actividad productiva de unas empresas que disponen de un flujo de liquidez limitado, por un lado, y de valorización del capital industrial y de los servicios en busca de una sobreacumulación.

El capital financiero es sólo una enorme “pompa de jabón”, como diría Marx de las burbujas financieras, que sólo se sustenta a partir de un grado de sobreproducción (como mínimo mediante nuevos sistemas y medios de producción) que busca la reproducción ampliada del capital.

La realidad es que no existe un punto en el que sea posible establecer el corte segmentador entre capitalismo financiero y capitalismo productivo porque uno y otro están inextricablemente entrelazados en forma de corporaciones, truts, grandes inversores, gigantescas marcas “umbrellas” multinegocios, ...en las que se participa a la vez en forma de capital financiero y de capital productivo.

La separación dentro del capitalismo mundializado entre unos y otros no es más que una ficción útil para entender la función de cada uno de esos tipos de capital, modelos ideales para explicar la realidad que no constituyen la realidad misma.

4.-Parece que su empresario le arrea con ganas, camarada:
La crisis capitalista iniciada en 2007 ha supuesto la más brutal transferencia de las rentas del trabajo a las del capital por vías tanto impositivas sobre la renta (a cuya progresividad escapan las rentas altas por diversos caminos tanto legales como ilegales), como de reducciones de los salarios, la pérdida de derechos históricos de los trabajadores, el abaratamiento de los despidos, la reforma brutal de las relaciones labores y de contratación, una mayor precarización de los empleos, la tendencia según países al recorte de las prestaciones de desempleo, la desaparición de las formas de salario indirecto,...

El capital necesita recuperar una parte de la caída de su tasa de ganancia provocada por la crisis mundial a través de la reducción de los salarios, el abaratamiento de los despidos y la distribución de la renta nacional, concentrando cada vez más partes de la misma en menos manos. Aunque ello conduzca a la agudización de la crisis capitalista, por la reducción de la capacidad de los trabajadores de acceder al mercado de consumo, es el medio más directo del que disponen los capitalistas para tratar de contrarrestar dicha caída de la tasa de beneficios.

Es obvio que ese modo de actuar del capital tiene un evidente carácter de clase. Como también lo es que expresa una agudización de la lucha de clases, al menos desde la posición de los capitalistas.

Pero que el proceso social, económico y político tenga un carácter de clase no quiere decir que, automáticamente, se exprese como un conflicto organizado desde los trabajadores contra el capital.

Ninguna clase social es revolucionaria por naturaleza. Son los procesos históricos los que les hacen o no tomar una dirección ascendente.

Por mucho que la clase trabajadora contenga dentro de sí las contradicciones fundamentales del capitalismo, éstas no poseen la potencialidad de expresarse políticamente más que en momentos históricos de graves crisis capitalistas, con el empobrecimiento de amplias capas de dicha clase y siempre que exista una dirección revolucionaria capaz de hacer madurar su conciencia como clase para sí y de dirigir la estrategia de las luchas.

Éste no es, desgraciadamente para la clase trabajadora, ese momento histórico. No digo que no pueda llegar a serlo pues los factores objetivos –la agudización de las contradicciones del capitalismo- están madurando aceleradamente, bien que aún no hayan llegado a su cenit, pero son los subjetivos, los que afectan a la conciencia de la necesidad de destruir el capitalismo y los de organización y dirección revolucionaria de la lucha los que aún están por aparecer.

La relación entre clase trabajadora y organizaciones de los trabajadores, sean éstas sindicales o políticas, es dialéctica. Una y otra interactúan entre sí. Una y otra son, a la vez, causa y reflejo.

Las organizaciones sindicales y las de las izquierdas políticas (salvo honrosas y más que contadas excepciones) están hoy dominadas por el derrotismo, el entreguismo, el guerracivilismo entre sus distintas corrientes, el marasmo y la descomposición política e ideológica, la ausencia de proyecto transformador (la mayor parte de ellas no aspiran al socialismo) y la carencia de visión y comprensión del significado real de esta crisis. La mayoría de ellas, tanto moderadas como “radicales” (pseudoizquierdistas) aún esperan inútilmente ver llegar al Séptimo de Caballería en forma de los discípulos de Keynes. Confunden el keynesianismo con la socialdemocracia cuando esta corriente de pensamiento nunca fue socialdemócrata sino la tabla contracíclica de salvación que el capitalismo se dio a sí mismo en el pasado y la socialdemocracia, en su claudicante y burguesa versión del socialismo (el de Kautsky y Bernstein) pretendían un gradualismo que cambiase cualitativamente la realidad social. Aproximarse a un socialismo, en el que en realidad no creían, a través de la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y de un poder social creciente de los mismos. La historia vino a demostrar que esta ilusión era vana pero los presupuestos de una y otra corrientes de pensamiento y sus propios objetivos no eran los mismos. Si finalmente se produjo la convergencia entre keynesianismo y socialdemocracia es porque ésta última dejó de ser socialdemócrata. Cuando apunto este hecho no es con la intención de salvar a una socialdemocracia asesinada por sí misma sino de señalar la trampa keynesiana, que sólo sirve para paralizar, esperando a Godot, la puesta en pie de otras esperanzas realmente revolucionarias que, por supuesto, no pasan por ninguna reedición de las versiones más progresistas de ninguna versión de la socialdemocracia.

La clase trabajadora en los países centrales del capitalismo acabó aceptando el capitalismo, no sin derrotas sangrientas de sus batallas, no sin grandes combates incluso reformistas, cuando encontró el sucedáneo de democracia social y económica a través del consumo y de cotas de bienestar que anteriores generaciones no habían conocido. Hay muchas otras razones de ello que no veo necesario explicar aquí pero tiendo a desterrar la de la traición si veo que puedo caer en el conformismo ak buscar la comprensión de los hechos.

Lo cierto es que la relación sindicato/partido –clase trabajadora produjo influencias mutuas en las que los primeros modelaron el deseo de transformación social de la segunda y ésta modeló los límites disidentes de los primeros hasta integrar en el capitalismo las luchas de unos y otra.

5.-Disculpen el breve inciso, enseguida vuelvo:
No se entiende de otro modo que la clase haya sido sustituida por el ciudadano, que la rabia revolucionaria haya sido suplantada por una “indignación” chata, interclasista y de dirección ideológica pequeñoburguesa. El movimiento de los indignados, con su expresión 15Mayista es el síntoma de la inexistencia de la voluntad revolucionaria de las izquierdas y la ausencia de una clase trabajadora del centro del escenario, que tampoco se siente representada por esos “indignados”, aunque ellos intenten apropiarse incluso de expresiones de la protesta que no son suyas ni les pertenecen, con el único fin de entregársela domesticada en forma de flashmob de sevillanas indignadas en alguna sucursal bancaria.

En este sentido es sintomático que “las izquierdas” indignadas llamen izquierda y socialdemocracia a un movimiento y a sus propuestas que, en su versión más “izquierdista y radical” es puro keynesianismo. Alguien debiera decirles que Keynes era un liberal, profundamente antilaborista y no digamos antibolchevique. Hacen verdad aquél viejo aserto de “cuanto más “izquierdistas” (en el sentido crítico que Lenin les aplica), más reformistas”. Sólo que, en la practica, por lo que defienden, el reformismo les queda demasiado a la izquierda.

Es significativo que últimamente algunos de esos “izquierdistas” indignados recurran como al pope Georgi Gapón como antecedente histórico de que un movimiento de signo no revolucionario puede dar lugar, por proceso de decantamiento, a otro auténticamente revolucionario, tratando de ocultar que desde su génesis hasta su evolución actual el 15M fue y continúa siendo una válvula de escape a las tensiones sociales que no camina en ningún sentido anticapitalista, salvo que el capitalismo se agote en cuestiones como los bancos, Bankia y Rato. ¡Qué cosa tan llamativa la “indignación” con lo particular del sistema capitalista y no con sus carácter general! De las relaciones sociales de producción para qué hablar, no sea que Coca-Cola (anuncio de la Roja con la Eurocopa), Movistar –detalle el de Sanex con el spot de las miles de manos hacia arriba, tan blancas y “neutras”- y el complejo mediático del capital dejen de insuflarles vida.

Decir que la Revolución rusa de 1905 fue dirigida por el pope Gapón sólo puede nacer de la mala fe tergiversadora de la historia o de la más absoluta ignorancia, señor Manuel Navarrete.

Confundir el “domingo sangriento” con la revolución rusa de 1905 es tomar el rábano por las hojas o la parte por el todo, como confundir al Pope Gapón, agente provocador al servicio del Departamento de Policía y la Ojrana (represora de los movimientos revolucionarios anteriores, de ese año y posteriores), que aparentemente pretendía abolir la autocracia zarista pero salvaba la figura de Nicolás II (los manifestantes del domingo 22 de Enero de 1905 llevaban retratos religiosos y del zar, que era precisamente la piedra angular de todo el sistema autocrático ruso), con la revolución rusa de 1905 es faltar a la verdad por omisión, señor Navarrete.

Los efectos sobre la población de la guerra ruso-japonesa, el hambre en las aldeas y las ciudades, la represión de las luchas por las libertades políticas y sindicales, de las demandas de las minorías étnicas, entre otros, fueron los antecedentes auténticos de la revolución rusa de 1905 y en ella se movían fuerzas muy distintas, sin conformar ningún único movimiento, y con sus propias reivindicaciones, desde las expresadas por la “intelligentsia” rusa, hasta las planteadas por los bolcheviques, pasando por los liberales, los eseristas o los propios mencheviques, por citar algunas fuerzas presentes en el momento histórico ruso de 1905. No había amalgama alguna, ni bloque común de objetivos, ni ocultamiento de la identidad, las banderas o los objetivos de cada organización.

Respecto al resto de las caricias que el señor Manuel Navarrete y algún otro tonto a las 4 dedica a mis artículos anteriores sobre el 15M correré un tupido velo, ya que la bajeza argumental que emplea, el tono de descalificación y ataque personal y la tergiversación de un argumento que elude las fuentes directas, resulta un juego tan sucio que responder a él supone caer en una bajeza que un revolucionario debe rechazar.

Sólo un apunte más sobre la cuestión en respuesta a los voceros del 15M. Criticar y rechazar ese movimiento no supone quedarse en casa, negarse a participar en las luchas (como si no hubiera otras que las “indignadas”) o limitarse al purismo revolucionario “desde el ordenador”. ¿Acaso el 15M tiene un derecho de pernada que le permite someter a todas las posiciones políticas y a todas las expresiones de la protesta social bajo su tutela? Lo pretende pero no lo logrará porque su pretensión hace evidente aquello, tan falangista, de “no somos de derechas ni de izquierdas”. El mero hecho de desenmascarar lo que representa ese movimiento es ya, en sí mismo, “activismo” (esa palabra que tanto les gusta) revolucionario.

Por otro lado, ¿acaso el 15M tiene el derecho de imponer silencio y acatamiento a la disidencia de su “indignado” movimiento nacional y ciudadano, so pena del linchamiento político al que someten al disidente insumiso, ellos tan omnipotentes y mediáticamente tan omnipresentes? Me parece que no, salvo que se conciba la “democracia real” como una forma de tiranía o de fascismo
.

6.-¿Ven cómo no les engañaba? Volvamos al momento de la clase trabajadora y de sus organizaciones:
La crisis capitalista actual representa la muerte del pacto social, la regresión de las condiciones de vida de los trabajadores a siglos pretéritos y la creciente polarización entre poseedores y desposeídos, entre explotadores y explotados, entre trabajo (aún como potencia cuando se plasma en la figura del parado) y capital.

Eso es algo que han comprendido bien la clase trabajadora griega y sus organizaciones sindicales de clase y partidos revolucionarios, básicamente los comunistas, ya que Syriza no tardará en decepcionar si alcanza el gobierno. Sus componentes ideológicos y su visión de cambios desde el gobierno hacen muy difícil (no digo imposible) que esto no suceda. Ojalá me equivoque.

La persistencia de las huelgas con contenido combativo y político, decisivo para enfocarlas con un objetivo útil que no se agote al día siguiente de su realización, y la comprensión de los comunistas griegos de la necesidad de derrocar el sistema capitalista desde el poder social de clase, y no desde el parlamento (válido sólo como caja de resonancia de la protesta) o el gobierno, acabarán por dar sus frutos, por mucho que el apoyo expresado en las urnas (test puntual de apoyo político pero no necesariamente social) pueda expresar vaivenes e impasses e incluso retrocesos en un momento dado. Si la línea política es correcta, en un proceso de agravamiento de la crisis capitalista, acabará por imponer su hegemonía entre los trabajadores y sus aliados de clase. Allí no cupieron los “indignados” griegos. El PAME y el KKE desenmascararon su naturaleza en la Plaza de Syntagma.

Lo comprendieron también en su día los trabajadores franceses y sus organizaciones sindicales, especialmente en cuanto a tenacidad en las huelgas y a dirección inteligente de las mismas. Pero se enfrentaban todavía a un momento menos agudo de la crisis capitalista en Francia y a un menor grado de rabia y desesperación de sus trabajadores. Por otro lado, sus izquierdas, desde el PSF (menos claudicante que el PSOE y concitador desde España de menos odios, como todo lo que corresponde a lo que queda más lejos) hasta la diversa oferta trotskista, pasando por el PCF y su Frente de Izquierdas, aunque más combativos que sus homólogos españoles, siguen pensando en institucional. Será amarga la experiencia de gobierno. Por cierto, en Francia, tampoco parece que la franquicia indignada haya obtenido mucho rédito. La gente sabe si es de derechas o de izquierdas, por caducas que sean las izquierdas actuales.

En España, las huelgas generales llegan sin solución de continuidad. A lo largo de la historia del sindicalismo en el período “democrático” hemos visto la alternancia de días aislados gloriosos con largos períodos de silencio sindical, colaboración de clases y entreguismo sindical a costa de los trabajadores, con el objetivo de la permanencia del sindicalismo dentro de los espacios de influencia corporativa del Estado y de las grandes empresas.

Nadie se engañe. Frente a ese sindicalismo burocrático de concertación y pacto social no nos hemos encontrado más que minorías sindicales alternativas vociferantes pero poco combativas en la práctica, salvo momentos puntuales y excepciones honorables, hoy en su práctica totalidad entregada a la causa ciudadanista e interclasista de las plazas, de nuevo salvo honrosas salvedades.

Pero lo que durante los años 90 del pasado siglo fue la excepción española, con tasas de crecimiento casi asiáticas, siempre compatibles con otras cotas altas de paro y de desregulación del mercado de trabajo poco europeas, se ha convertido en “el invierno de nuestra desventura” como nación y en las horcas caudinas sobre los trabajadores.

Ningún cambio en la correlación histórica de la lucha de clases sucede de un modo rápido e inmediato, salvo que la acumulación de fuerzas haya vivido en el silencio de una actividad clandestina y esto no es así en el caso español.

Las respuestas de funcionarios (con enseñantes y trabajadores del Sistema Nacional de Salud a la cabeza), de trabajadores sometidos a EREs, de empleados de multinacionales y, en las últimas semanas de los heroicos mineros, son luchas todavía parciales y descoordinadas, sin una dirección estratégica general y con prácticas locales sindicales correctas pero carentes de una práctica estatal combativa y decente.

Más allá de lo que las burocracias sindicales representan como freno a las luchas, debemos ser conscientes de las limitaciones de sus bases sociales, a las que la angustia, el fatalismo y el miedo a la protesta frena su justa ira. Ello tiene una evidente expresión en la desorientación del movimiento sindical en su conjunto, oficial y alternativo, respecto al qué hacer en el presente.

De la izquierda política no cabe esperar nada mejor. Todo lo contrario. Su fuerza de base es aún menor, toda vez que nunca constituyó en el Estado español una fuerza organizada poderosa. Hoy, contando tanto las izquierdas de obediencia estatal a la izquierda del PSOE como las de ámbito identitario- nacionalista, es muy posible que no superen los 45.000 militantes; muchos de ellos viejos.

Ante este “estado del arte” uno tiene la tentación de desear la desaparición definitiva de dichas izquierdas, otra vez salvo honrosas excepciones. Pero, no nos engañemos, en ellas militan fuerzan sanas, revolucionarios auténticos y cuadros valiosos, que no están buscando, como Diógenes con un quinqué encendido a plena luz del día, qué hay del valioso en el mundo “indignado” sino que batallan por la construcción de un polo revolucionario y de la construcción de un proyecto comunista.

Poco decir que no haya dicho ya anteriormente en relación a la necesidad de reconstrucción de las izquierdas y específicamente del partido de los comunistas (2). Dicen que los tiempos de baja intensidad en las luchas son muy dados al pensamiento político y que los de combate son poco dados a la reflexión política. En todo caso, lo que yo pueda aportar sobre la orientación y la organización de la emancipación de los trabajadores no está exento de las limitaciones intelectuales que nos aquejan a los comunistas y a la izquierda revolucionaria. Ningún ser humano es una isla.

Pero si algo necesitan hoy la clase trabajadora y sus amigos es épica, ese tipo de esperanza heroica que atrapa nuestros corazones y nos lleva a emocionarnos con la justicia buscada por los Prometeos que anhelan en la igualdad la esperanza de un mañana sin opresión del hombre por el hombre.

Esa épica la representan, en este preciso instante, como en tantas ocasiones del pasado, los mineros, no sólo los asturianos o leoneses, sino también los andaluces, o los aragoneses, por citar sólo algunos ejemplos.

Es cierto, nadie lo niega, que las luchas de los mineros hoy representan, como ayer, la combatividad de un segmento de los trabajadores que se niega a desaparecer, como en los años 80 lo fueron los trabajadores de las grandes industrias del metal o de la naval, con aquella combatividad que nos llevo a muchos hijos de la clase obrera (distingo entre clase obrera y clase trabajadora. No soy el imbécil que mis enemigos de clase pretenden presentar) a expresar el orgullo de nuestra clase de pertenencia.

Caerán como cayeron los trabajadores de determinados sindicatos de las Trade Unions británicas ante el ataque liberal de la señora Tatcher pero lo harán con el mismo sentido del respeto a sí mismos y “ayudados” en su agonía por la indecencia de un movimiento “indignado” que cuando toca defender el empleo habla de Medio Ambiente y empresas contaminantes.

Pero en esa caída hacia un olvido que no se producirá, porque son parte de la vieja memoria de nuestra clase, habrán combate, el pálpito de la sangre transmitida de padres a hijos, la vieja cultura de la resistencia obrera, las múltiples y creativas formas de lucha (asambleas de trabajadores que no niegan a su clase sino que la afirman, cortes de carreteras, barrenazos contra “la madera” innoble, lanzamiento de cohetes, barricadas que cierran la calle pero abren el camino, solidaridades de madres, hijos, esposas, familias, pueblos, vecinos,...gentes que, como en el pasado volverán a echar maíz al paso de los esquiroles,...).

Los silicóticos, los hoy mal pagados, con salarios de la muerte de apenas 1.100 euros mensuales, los prejubilados ante la falta de horizontes de la mina y de sus cuencas, antes de tomarse el culín, volverán a gritarnos a la cara de nuestras cobardías y miedos el viejo caudal pulmonar del “Puxa Asturies, borracha y dinamitera”.

Sólo los malnacidos, los desinformados, los analfabetos políticos, aquellos sinsangre que jamás sintieron la empatía de su propia clase, el latir de los corazones valientes, la limpia belleza humana de los tiznados por el carbón que extraen a la tierra, a costa de sus vidas, el material de los milenios, pueden hoy ignorar el combate.

Como aquella muchacha de la agrupación socialista de Somorrostro que un día de 1918 escribió aquel artículo en “El Minero Vizcaíno” que le convirtió en Pasionaria para la historia y en una de los 100 militantes iniciales de aquel PCE, hoy la tarea, no de cualquier revolucionario, sino de cualquier ser humano con hambre y sed de justicia e igualdad, es estar al lado de los mineros, aquellos que mejor representan la rabia de nuestra clase y su voluntad de combate.

La semilla, que parece seca y arrugada, será mañana un nuevo fruto.

Y mañana, o dentro de unos días, que todo muda pero las ideas no son rápidas, más.

El combate que hoy nos abre el rescate del Estado español, sin eufemismos, no se resolverá con #15MpaRato sino con la voluntad de nuestra clase de construir sobre las ruinas del antiguo un mundo nuevo que será socialista o, por el contrario, otra variante más de la ley de la selva con algún listo de clase media resolviendo aquello del “qué hay de lo mío”



NOTAS:
(1) “La venus de las pieles”: Leopold von Sacher-Masoch. Una de las obras cumbres del inspirador de la tendencia masoquista.
(2) “POR UNAS IZQUIERDAS QUE NO NOS AVERGÜENCEN”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2011/12/por-unas-izquierdas-que-no-nos.html y “CONSTRUIR EL PRESENTE, DIBUJAR EL FUTURO”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2011/11/construir-el-presente-dibujar-el-futuro.html