18 de noviembre de 2011

ESPAÑA. EL TSUNAMI

Pedro Montes. Rebelión

Si se observa con atención, todas las propuestas que se ofrecen para superar la crisis pasan por cambios y reformas que no ponen en duda la supervivencia del sistema, del orden actual de cosas, desde los mercados globalizados hasta el mantenimiento del euro como clave de la unidad europea.
Los tecnócratas, pero con ideología bien definida, designados por las instituciones y poderes económicos europeos para administrar los ajustes de Grecia e Italia no tienen objetivo más prioritario que evitar que la unión monetaria se desarbole. En nuestro país, con independencia de lo que posteriormente haga el PP en contra de la propaganda electoral o de las contradicciones en que incurre el PSOE con su política pasada, todos los discursos políticos en esta campaña tienen como frontispicio recuperar la economía dentro del marco actual capitalista. Con más demagogia: todos resaltan que el objetivo es crear empleo, si bien ninguno es capaz de ofrecer un programa solvente para conseguirlo.
El PP habla de la necesidad del cambio de gobierno, y se deja la rendija de la «herencia recibida». El PSOE subraya que hay una diferencia entre la política social que practicará y los ajustes y recetas de la derecha, tratando de cubrir con un espeso manto los 5 millones de parados. IU llama a rebelarse, pero todavía ve posible crear 3 millones de nuevos empleos a partir de una reforma fiscal. A su izquierda, paradójicamente, sólo se llama a desobedecer, pero se valora conveniente y necesario salvar a Europa de Maastricht con cambios que acentúen la cohesión social y refuercen la gobernabilidad.
Los sindicatos mayoritarios, como si este mundo no fuera con ellos, inciden una y otra vez en la utilidad de pactos y su disposición a ceder salarios, rogando al mismo tiempo que no suceda lo peor. Los intelectuales y los llamados «expertos», unos mirando descaradamente a la derecha y otros a la izquierda, también echan su pinito al aire y —con una letanía interminable de propuestas que tocan todos los campos, incluidas, como no, las reformas estructurales pendientes— nos indican dónde se puede encontrar una luz en el laberinto tenebroso de la crisis.
Hasta el movimiento 15-M, en su bisoñez e ingenuidad [demasiado benevolente me parece el autor del artículo con este movimiento tan pacífico, títere de los globalistas y reforzador de la próxima barrida de Rajoy, con sus llamamientos al voto nulo, abstención o en blanco. Nota del editor del blog], demanda reformas sensatas que chocan con la quiebra financiera en que están atrapadas la mayoría de las administraciones públicas. Rechazan los ajustes y recortes por muy injustos e indeseables, y afirman que hay que combatirlos, pero sin comprender que también son inevitables.
En suma, con reformas de un tipo u otro, en ello residen las diferencias políticas del momento, la crisis es complicada pero superable. Hay confrontación política, ideológica incluso, y de contenidos sociales en las diferentes propuestas, pero dentro del orden del sistema. Y es lógico que no se vaya más allá: la derecha, por intereses, la izquierda, por su debilidad.
No obstante, todas las fuerzas, organizaciones y colectivos de la izquierda tendrían que plantearse —siquiera como hipótesis racional— si el sistema está socavado al punto de que inevitablemente se hundirá.
Si se ha desatado ya un tsunami, y así parece ponerlo de manifiesto la incontenible crisis financiera europea, ¿qué sentido tiene hablar de reformas y no de las bases sobre las que reconstruir un país devastado?

16 de noviembre de 2011

GALLARDÓN SE INVENTA OTRA TASA POR EL SERVICIO DE BOMBEROS EN MADRID

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
A la chita callando, con alevosía y con la sordina del ruido de la campaña el alcalde de Madrid con apellido de paja (consulten los usos del idioma en lo relativo a la palabra “gallarda”), dos años después del basurazo (tasa de residuos sólidos urbanos) y tras una escalada del IBI que ni Edurne Pasabán, ha decidido sacarse de la manga la tasa, que no impuesto (las tasas están pensadas de cara a futuras privatizaciones de los servicios) del servicio de bomberos. No será una tasa por su uso sino por su disponibilidad; esto es, por que existan unos bomberos a los que llamar si su casa se quema. Toma ya, “vota PP, súmate al cambio”.
Pero no se preocupen. En primera instancia la tasa le será aplicada a las compañías de seguros, que se la harán recaer a sus clientes, si estos tienen suscrita una póliza contra incendios. De no ser así, diligentemente el alcalde con apellido de paja se la hará recaer sobre el propietario del inmueble.
Otro detalle sin importancia. ¿Recuerdan cuando el ex Presidente Aznar, que rima con rebuznar, les regaló 12.000.000.000 de euros (¡12 mil millones!!!) a las eléctricas. Prepárense para un nuevo regalito del próximo inquilino de Moncloa House. No dudan de que sus peticiones serán bien atendidas. Pero por si acaso amenazan. No hará falta. Marianico el Corto es diligente y tiene cara de haber sido el pelota de la clase.







Mercedes Serraller. Expansión. Madrid
El Ayuntamiento de Madrid creará una nueva tasa que recaerá sobre las compañías de seguros si el ciudadano ha suscrito una póliza o, incluso, sobre el contribuyente, si no está cubierto.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha inventado una nueva tasa con la que nutrir las famélicas arcas del Consistorio. El Ayuntamiento de Madrid impondrá a partir del próximo 1 de enero una tasa justificada en la necesidad de sufragar el mantenimiento del servicio de emergencia que presta el cuerpo de bomberos, con independencia de que se solicite o no.
La nueva tasa recaerá sobre los propietarios de inmuebles si estos no tienen suscrita una poliza de seguros contra incendios, y en el cálculo de la cuantía de la misma se tendrá en cuenta el valor catastral que figura en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
Con carácter general, considerando que la mayor parte de los inmuebles disponen de seguro contra incendios, serán las propias entidades aseguradoras, en concepto de sujetos pasivos sustitutos del contribuyente particular, las que tendrán que abonar dicha tasa, por valor del 5% de las primas recaudadas por el ramo de incendios en el ejercicio anterior, siempre con el límite del 90% del coste anual que al Consistorio le supone el mantenimiento de dichos servicios.
Según explica el Ayuntamiento de Madrid, las aseguradoras ya contribuían de la misma forma, según prevé la Ordenanza de contribución especial de bomberos a partir de la Ley de Haciendas Locales. Ahora se cambia el nombre y la naturaleza jurídica del instrumento recaudador y se crea una tasa, que permitirá dedicar lo recaudado a fines distintos a la mejora del servicio.
El Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz-Gallardón aprobó el Proyecto de Ordenanza Fiscal reguladora de la tasa por el mantenimiento de los servicios de emergencia que presta el cuerpo de bomberos el pasado 4 de noviembre.
El texto, al que ha tenido acceso este diario, puede recibir alegaciones hasta el próximo 5 de diciembre. A partir de entonces y dada la mayoría popular en el Consistorio, la tasa recibirá, previsiblemente, su aprobación final y entrará en vigor el próximo 1 de enero. Es previsible que muchas compañías opten por repercutir sobre sus clientes el sobrecoste que supone dicha tasa.
Según el proyecto de los presupuestos de 2011, el Consistorio dedica 95,14 millones de euros al servicio de bomberos, que se inscribe dentro de la partida de Seguridad y Movilidad Ciudadana, que supone 713,23 millones de euros.
No es una tasa por un servicio concreto, sino por la disponibilidad, por lo que fuentes conocedoras de la fiscalidad local no ven claro que se pueda definir como hecho imponible la mera disponibilidad del servicio.
Además, la cobertura vía tasa se justifica cuando los afectados y beneficiarios son específicos, pero aquí los riesgos son para todos los residentes. Además de las protestas de los afectados, el problema que deberá solventar el Ayuntamiento de Madrid es la fórmula recaudatoria.
El Ayuntamiento de Madrid venía cobrando los servicios prestados por los bomberos hasta 2004, en una cuantía puntual entre 30 y 80 euros por servicio, ya que se pagaba sólo si se llamaba a los bomberos.
Llueve sobre mojado para los contribuyentes del ayuntamiento de Madrid. A la tasa de basuras y a los incrementos de otros impuestos se une ahora un nuevo tributo para los madrileños. Los Consistorios agudizan el ingenio para recaudar en tiempos inciertos y crean tasas por casarse, por escupir, por las bolsas de plástico, por el alcantarillado, por los perros peligrosos o por los servicios especiales que realice la Policía Municipal.
Los ciudadanos que recurrieron la tasa de basuras del Ayuntamiento de Madrid ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid no han tenido éxito. Les queda el Tribunal Supremo. Ahora, con la nueva Ley de Medidas de Agilización Procesal, que, impide que se recurran al Supremo los asuntos que no superen los 600.000 euros, los contribuyentes lo tendrán más difícil.
http://www.expansion.com/2011/11/16/economia/1321433446.html?a=68891f616e07fae373b44613a4e8c3a9&t=1321474704