21 de marzo de 2011

¡HAY QUE DERRIBAR A GADAFI CUANTO ANTES Y RECHAZAR LOS BOMBARDEOS DE LA OTAN!




Declaración de Izquierda Anticapitalista

Solidaridad con la insurrección popular y rechazo al ataque de las potencias


La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, estableciendo una zona de exclusión aérea sobre Libia y autorizando una intervención militar , ha dado paso a intensos bombardeos de aviones franceses y norteamericanos sobre Libia, que serán apoyados por al menos otros cinco países, entre ellos España. Lo primero que hay que decir en estos momentos es que este ataque militar de las potencias occidentales tiene por única misión mantener el control de una zona rica en petróleo en la que su antiguo aliado ya no puede seguir gobernando como antaño. Ni derechos humanos ni defensa del pueblo libio. Si así fuera, EE.UU y sus aliados estarían bombardeando Bahrein o Arabia Saudí, donde sátrapas aún peores que Gadafi están masacrando a los manifestantes que reclaman libertad. La posición del gobierno español es un paso más de Zapatero en su vasallaje hacia los poderes fácticos. Primero, se rindió ante los mercados. Ahora lo hace ante EE.UU y las potencias occidentales.Al calor de los levantamientos populares que se iniciaron en Túnez y Egipto, y que siguen recorriendo el Norte de África y Oriente Medio, la población libia inició una enérgica oleada de protestas contra el régimen de Gadafi. La sangrienta represión con que respondió la dictadura desató una rebelión armada que, en los primeros días, parecía imparable. La abrumadora superioridad armamentística de las fuerzas fieles a Gadafi le permitió sin embargo contraatacar, arrinconando a la insurrección en las ciudades del nordeste… que el tirano amenazaba retomar, según sus propias palabras, “del mismo modo que Franco entró en Madrid”.
Sarkozy, Cameron, la administración norteamericana, la Unión Europea – por no hablar de las monarquías árabes o de los gobiernos de Rusia y China, que con su abstención han dado luz verde a la resolución de la ONU -, ¿se han vuelto acaso sensibles ante los sufrimientos del pueblo libio? ¡Iluso quien lo crea! La inesperada primavera de los pueblos ha trastocado todos los dispositivos con que las grandes potencias dominaban la región y explotaban sus recursos. Ben Alí y Mubarak cayeron en pocas semanas. Las revueltas no cesan. Y los poderosos tienen que correr tras los acontecimientos, rediseñando precipitadamente políticas y alianzas, tratando de no perder influencia. Durante la última década y hasta hace apenas unas semanas, la dictadura de Gadafi era considerada útil y provechosa por los mismos que se aprestan a bombardearle y que han estado armándole, agasajándole y haciendo negocios con él. Pero, tras semanas de lucha sangrienta, y más allá del desenlace inmediato de la contienda civil, ese régimen ya no es viable. Apostar por el carnicero de Trípoli significaría cortar todos los puentes con los pueblos soliviantados. Tras las expediciones de Irak y Afganistán, en plena ebullición revolucionaria de Túnez y Egipto, tratar de hacerse militarmente con el control de Libia no es una opción para Estados Unidos, ni para la OTAN. No por ahora.
Francia ha dado el primer paso hacia la única política practicable por el momento: “cabalgar el tigre”, congraciarse con la insurrección, tratar de hacer olvidar quién fabricó las bombas que Gadafi descarga sobre el pueblo, ganar tiempo para buscar entre la oposición fuerzas proclives a un nuevo entendimiento con el imperialismo… Gadafi está políticamente acabado. Pero la insurgencia da miedo. ¿Hasta dónde puede llegar? ¿Qué gobierno surgirá de ella? ¿Qué programa acabará imponiéndose? No es de extrañar que las monarquías árabes se hayan abstenido de facilitar armas a los rebeldes. Cuanto más debilitados y dependientes de la intervención de los cazas occidentales, mejor. Hasta hace unos días hubo dudas y conciliábulos. París tenía prisa, quería recuperar el tiempo perdido, rehacerse del ridículo que supuso la connivencia de sus ministros con las dictaduras recién caídas. Pero Obama quería verse arropado antes de tomar cualquier iniciativa militar. Incluso la OTAN, cuya bandera se ha teñido con la sangre de tantos civiles en Afganistán, ha tratado de permanecer en un segundo plano. A Alemania le gusta apostar a caballo vencedor. Por su parte, Rusia, India y China no querrían que se perpetuase la hegemonía americana sobre el petróleo y han arrastrado los pies hasta el final. Quizás el miedo a la inestabilidad revolucionaria, a una crisis regional absolutamente descontrolada, haya vencido las reticencias de Pekín, desistiendo de oponer un veto a la resolución de la ONU. En el fondo de si misma, la casta gobernante se sabe tan ilegítima que basta una convocatoria por Internet para que sus noches se pueblen con la pesadilla de Tiananmen transformada en una nueva Tahrir. En cuanto a las autoridades españolas, no sabemos si han cuidado como es debido de los caballos árabes con que les obsequió Gadafi. Pero, eso sí: como portavoz de una potencia subalterna, Zapatero se ha apresurado a presentarse voluntario para lo que le manden desde Washington.
¡Qué poco puede fiarse el pueblo libio de semejante hatajo de bandidos! Aunque ahora digan querer “proteger a la población civil”, los antecedentes de sus “guerras humanitarias” han dejado un largo rastro de sufrimiento, desde los Balcanes hasta Asia Central. Su objetivo es el petróleo, su finalidad contener la revolución. Los desequilibrios que ésta ha provocado, hacen que el imperialismo se vea obligado a atacar al régimen del que se sirvió en el último período… sin tener aún otro poder afín de recambio. Es el momento que debe aprovechar la revolución para ir lo más lejos posible, instaurando un nuevo orden surgido de la insurrección: retomar la iniciativa contra Gadafi, desmantelar su régimen, incautar los bienes del dictador y nacionalizar los pozos de petróleo, asentar la autoridad de comités populares que organicen la vida en las ciudades, mantener a la ciudadanía armada, constituir un gobierno provisional que no admita presencia militar extranjera en Libia y que convoque una Asamblea Constituyente…
Mal servicio prestan al pueblo libio quienes siembran la confusión dando a entender que, puesto que Gadafi es atacado por las potencias imperialistas, algo de progresista tendrá. La crueldad mostrada hacia su pueblo, por no hablar de la inmensa fortuna expatriada, deberían ser suficientes para desvanecer ese espejismo. El imperialismo se deshace de un estorbo, maniobrando para crear las condiciones más favorables a sus intereses. La conducción de las operaciones militares estará determinada por ellos.
¡Alerta, pues! Izquierda Anticapitalista está convencida de que una salida favorable a la independencia nacional y el progreso del pueblo libio exige el apoyo decidido, a escala internacional, a su empuje insurgente, a su iniciativa revolucionaria y a su pleno protagonismo. A nuestros gobiernos hay que decir que no permitiremos que aprovechen la situación para poner un pie en Libia y que vamos a rechazar en las calles los bombardeos que están perpetrando en Libia. De nuestros gobiernos hay que exigir, por el contrario, el embargo efectivo sobre la entrega de armas a Gadafi, sobre las cuentas corrientes del régimen y sobre el petróleo libio - hasta que un gobierno legítimo asuma su titularidad. Y hay que reivindicar ante todo el derecho de la rebelión a armarse. Al pueblo pertenecen las armas que compraba Gadafi y que hasta ahora llegaban a Trípoli. ¡Que vayan a Tobruk y a Bengasi! El propio pueblo libio liberará la capital sin contraer hipotecas con los mentores del tirano.
¡ Rechazo total a los bombardeos aliados!
¡Abajo la dictadura sanguinaria de Gadafi!
¡Salud a la revolución libia!

19 de marzo de 2011

CONTRA GADAFI, CON EL PUEBLO LIBIO. MANOS IMPERIALISTAS FUERA DE LIBIA




Los acontecimientos en Libia muestran que, al igual que el resto de los países árabes, el pueblo libio tiene derecho a las libertades democráticas.
Pero al igual que Gadafi es un criminal, la llamada oposición libia (no estructurada en clases sociales sino en tribus) no merece tampoco la confianza de los demócratas, los progresistas ni los revolucionarios.
El levantamiento se ha producido bajo la bandera del antiguo rey Idris, los...

Los acontecimientos en Libia muestran que, al igual que el resto de los países árabes, el pueblo libio tiene derecho a las libertades democráticas.
Pero al igual que Gadafi es un criminal, la llamada oposición libia (no estructurada en clases sociales sino en tribus) no merece tampoco la confianza de los demócratas, los progresistas ni los revolucionarios.
El levantamiento se ha producido bajo la bandera del antiguo rey Idris, los levantados,, no en revuelta popular sino en armas, han llegado a exigir a la ONU el bombardeo sobre su país y han negociado la concesión de acuerdos sobre el petróleo nacional con multinacionales del sector.
Demandamos:
1.- La salida del poder político del coronel Gadafi
2.-La apertura de un proceso de negociación entre las fuerzas contendientes que acaben con el sufrimiento del pueblo libio
3.- La finalización del ataque del imperialismo y sus esbirros de la OTAN.
4.-La creación de fuerzas de interposición entre los contendientes que posibiliten la negociación entre los contendientes y la negociación.

CON ZAPATERO AHORA O CON AZNAR ANTES, NO QUEREMOS UN NUEVO IRAK

Se ha creado en Facebook el evento correspondiente: http://www.facebook.com/event.php?eid=136852379718267&pending#!/event.php?eid=136852379718267

VECINOS Y TRABAJADORES DE MADRID CONVOCAN UNA MOVILIZACIÓN CONTRA LA POLÍTICA DE GALLARDÓN EN EL AYUNTAMIENTO DE MADRID



Asociaciones de Vecinos de 10 distritos madrileños (Latina, Centro, Arganzuela, Fuencarral, Hortaleza, Ciudad Lineal, Vallecas, Carabanchel, Villaverde, Vicálvaro), colectivos sociales (ecologistas y centros sociales) y de trabajadores de servicios municipales (bomberos, policías, agentes de movilidad, de servicios en proceso de privatización, de limpiezas urbanas, y medio ambiente, de escuelas infantiles, etc.), que luchan en defensa de las condiciones de vida de los barrios y por los derechos laborales, han decidido sumar esfuerzos y organizar una movilización conjunta contra la política llevada a cabo por el PP en la ciudad de Madrid, en particular durante los mandatos de Alberto Ruiz Gallardón.
En un comunicado conjunto hecho público, critican “el modelo de ciudad especulativa al servicio de las grandes empresas, que se ha tratado de imponer con una gestión centralizada, autoritaria y corrupta, con un derroche insostenible en inversiones y gastos superfluos e innecesarios”. Denuncian el “saqueo” producido por “la constante privatización de los servicios municipales”, que ha ocasionado un grave deterioro de la vida de los barrios y de las condiciones laborales, así como “el desarrollo de una política cómplice con el aumento de la contaminación y agresiva del medio ambiente”.
Reconocen que las luchas llevadas a cabo por los convocantes tienen objetivos coincidentes, y “por este motivo, y siendo conscientes de que las agresiones sufridas tienen como causa común este modelo de ciudad y sociedad hostil a sus habitantes, diversos colectivos vecinales, sociales y de trabajadores hemos decidido unir nuestras fuerzas para luchar junt@s contra esta política y sus responsables, convencid@s de que nos unen objetivos importantes como la defensa de lo público, la calidad de los servicios, la dignidad de las condiciones laborales, la participación y democracia real, y el bienestar en las condiciones de la vida en la ciudad y en nuestros barrios”
Con el lema “Contra el saqueo de Madrid: Gallardón, devuélvenos lo nuestro y VETE YA”, convocan una MANIFESTACIÓN CONJUNTA el jueves 31 de marzo, que partirá a las 19h de la plaza de Callao, atravesará la Puerta del Sol y concluirá junto al Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, y uno más de los caprichos de Gallardón que han desembocado en el colapso y deterioro de esta ciudad.
Y animan a los trabajadores y la ciudadanía madrileña a movilizarse
JUNT@S POR UNA CIUDAD HABITABLE Y SOLIDARIA
VECIN@S Y TRABAJADORES DE MADRID

17 de marzo de 2011

TAYLORISMO DIGITAL: LA EDUCACIÓN NO IMPEDIRÁ QUE OCCIDENTE SE EMPOBREZCA



Peter Wilby. Sin Permiso (http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4004)

Los empleados cualificados irán al más bajo postor globalizado. El declive de los sueldos y la satisfacción laboral de la clase media no ha hecho más que empezar.
Los europeos occidentales y los norteamericanos están a punto de sufrir una profunda conmoción. Durante los últimos 30 años, diversos gobiernos han explicado que, si bien ya no pueden proteger el empleo mediante formas tradicionales de intervención del Estado tales como subsidios y aranceles, pueden ampliar y reformar la educación a fin de maximizar las oportunidades. Si hay un número suficiente de gente que se ponga manos a la obra para adquirir habilidades y títulos de nivel superior, europeos y norteamericanos seguirán disfrutando de un nivel de vida en ascenso. Si trabajan lo bastante, cada nueva generación puede arreglárselas mejor que sus padres. Todo lo que hay que hacer es conseguir que los colegios den la talla y persuadir a las universidades para que impartan habilidades "mercantilizables". Ese pensamiento es el que se esconde tras las medidas políticas de Michael Gove y las de todos sus últimos predecesores como ministro de Educación [británico].
Pero el derrumbe financiero de 2008 y los consiguientes recortes de la renta empiezan a revelar lentamente una espantosa verdad. Tal y como muestran las cifras publicadas la semana pasada por la Office for National Statistics, los salarios reales del Reino Unido no han subido desde 2005, la mayor congelación continuada del nivel de vida desde la década de 1920. Si bien no ha golpeado a la elite que trabaja en banca, la congelación afecta a la mayoría de la clase media tanto como a la clase trabajadora. No se trata de un problema pasajero ni del resultado de deficiencias en la educación. En los EE. UU., que adoptaron la educación masiva mucho antes que Gran Bretaña, el poder adquisitivo apenas se ha elevado en los últimos 30 años. Del mismo modo que la educación ha fallado a la hora de cumplir las promesas socialdemócratas de igualdad y movilidad sociales, fracasará a la hora de cumplir las promesas neoliberales de oportunidades universales de mejora.
"El trabajo de conocimiento", la supuesta salvación de Occidente, se exporta hoy como el trabajo manual. A un mercado global masivo de trabajo no cualificado le está sucediendo rápidamente un mercado de trabajo de clase media, especialmente para industrias, como la electrónica, en las que se invirtió tanta esperanza de oportunidades de empleo y de elevados salarios. Conforme aumenta la oferta, los patronos se dirigen inevitablemente a la fuente más barata. Un diseñador de "chips" cuesta en India diez veces menos que uno de los EE. UU. Los neoliberales se olvidaron de leer (o releer) a Marx. "A medida que se acumula capital, la situación del trabajador, sea su paga elevada o reducida, debe empeorar".
Estamos familiarizados con la deslocalización de empleos de cuello blanco de secciones administrativas ("back office"), [1] tales como la introducción de datos. Pero es que ahora están desapareciendo también los de las oficinas de contacto directo con los clientes ("middle office"). El análisis de rayos X, la elaboración de contratos legales, el procesamiento de declaraciones de la renta, la investigación de clientes bancarios, y hasta el diseño de sistemas industriales son ejemplos de empleos cualificados que se van allende los mares. Ni siquiera la enseñanza está inmune: el año pasado una escuela primaria del norte de Londres contrató a matemáticos de la India a fin de proporcionar tutorías unipersonales a través de la Red. Microsoft, Siemens, General Motors y Philips se encuentran entre las grandes empresas que realizan hoy parte de su investigación en China. El ritmo se acelerará. La exportación de "trabajo de conocimiento" exige sólo la transmisión de información electrónica, nada de fábricas ni de maquinaria. Alan Blinder, antiguo vicepresidente de la Reserva Federal norteamericana, ha calculado que un cuarto de todos los empleos del sector servicios en los EE.UU. podrían acabar fuera del país.
os neoliberales occidentales "de tierra plana" (de acuerdo con el libro de Thomas Friedman) [2] creían que los puestos de trabajo emigrarían al exterior de una forma ordenada. Podría perderse eventualmente algo de empleo cualificado, sostenían, pero eso dejaría sitio para nuevas industrias, que seguirían demandando habilidades más elevadas y pagando mejores salarios. Sólo los occidentales de elevada formación serían capaces de desarrollar la originalidad y adaptabilidad necesarias. Los países en desarrollo esperarían cortésmente a que innovásemos en nuevos terrenos antes de intentar competir.
Pero, ¿por qué no iban a dar el salto los países en vías de desarrollo por encima de Occidente? Asia produce hoy más científicos e ingenieros que la Unión Europea y los EE. UU. juntos. Para 2012, de seguir las actuales tendencias, los chinos patentarán más inventos que cualquier otra nación. Tal como mantiene un nuevo libro, The Global Auction [Subasta global] [3] (de los sociólogos Phillip Brown, Hugh Lauder y David Ashton), la próxima generación de empresas innovadoras puede que no sea norteamericana o británica y, aunque lo fuera, puede que no dé empleo a trabajadores norteamericanos o británicos.
Eso sugiere que los neoliberales cometieron un segundo y acaso más importante error. Asumieron que el "trabajo de conocimiento" entrañaría siempre la autonomía personal, creatividad y satisfacción en el empleo a las que estaban acostumbradas las clases medias. No entendieron que, igual que la revolución industrial permitió que el trabajo manual se convirtiera en rutina, en la revolución electrónica le sobrevendría el mismo destino a muchos empleos profesionales. Muchas "habilidades de conocimiento" acabarán del mismo modo que las habilidades artesanales. Están siendo trituradas, codificadas y digitalizadas. En cada calle mayor había antaño un gerente de banco que hacía uso de su discreción y conocimiento del lugar para decidir qué clientes podían optar a un crédito. Ahora ese trabajo lo hace el programa informático. La capacidad humana de juicio queda reducida al mínimo, lo que explica por qué se le niegan con frecuencia créditos a algunos solicitantes debido a algún pago vencido mínimo y ya olvidado.
Brown, Lauder y Ashton denominan "taylorismo digital" a este fenómeno, siguiendo a Frederic Winslow Taylor, que inventó la "gestión científica" a fin de mejorar la eficiencia industrial. Los servicios telefónicos de atención al cliente exigen que los clientes marquen una serie de números que te dirigen a un trabajador, posiblemente de un país en desarrollo, que responderá a las preguntas de acuerdo con una serie de protocolos prescritos. No estamos más que al principio; hasta la enseñanza se ve cada vez más reducida a metas a corto plazo, enormemente concretas, gobernadas por listas informatizadas.
El taylorismo digital hace más fácil exportar empleos, pero, de forma crucial, cambia la naturaleza de buena parte del trabajo profesional. Los aspirantes a licenciarse se enfrentan no sólo a la perspectiva de salarios más bajos, pensiones más reducidas y menos seguridad en el puesto de trabajo de lo que disfrutaron sus padres sino de carreras que les satisfagan menos. Es verdad que en cualquiera de las profesiones y empleos quedará un equipo de pensadores y decisores en lo más alto – tal vez un 10% o un 15% del total – pero la gran masa de empleados, tengan o no alta cualificación, desempeñara funciones rutinarias por un modesto sueldo. Sólo quienes posean cualificaciones de elite de universidades de elite (no todas en Europa o Norteamérica) obtendrán de la educación las recompensas prometidas.
Los efectos de las restricciones financieras y el programa de reducción del déficit supondrán una amenaza que rebasa con mucho la supervivencia de este gobierno. Con toda probabilidad, asistiremos a una reducción permanente de los niveles de vida británicos que no podrá detener la reforma de la educación. El neoliberalismo, ya bastante mellado por el derrumbe financiero, quedará completamente desacreditado. Los gobiernos tendrán entonces que repensar sus actitudes con respecto a la educación, la desigualdad y el papel económico del Estado.
Notas del t.: [1] En inglés se distingue entre "front office", "middle office" y "back office" que se refieren respectivamente en una oficina a la recepción, la sección de contacto directo con el público y aquella parte administrativa o "trastienda" que no es directamente visible al cliente. [2]The World is Flat, A Brief History of the Twenty-First Century, Farrar, Strauss & Giroux, Nueva York, 2005 [La tierra es plana, breve historia del mundo globalizado del siglo XXI, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 2006]. Si bien Thomas L. Friedman, conocido comentarista del New York Times, es uno de los adalides periodísticos de las ventajas y beneficios de la globalización, en el libro señala la necesidad de disponer de una fuerza productiva mejor formada, dado que los trabajos menos especializados se subcontratan en otros países. [3] The Global Auction: the broken promises of education, jobs, and incomes [Subasta global: las promesas rotas de la educación, empleos y rentas ] Oxford University Press, 2010.
Peter Wilby escribe habitualmente en The Guardian y The Observer
Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

16 de marzo de 2011

CONCENTRACIÓN DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO JAPONÉS Y DE RECHAZO A LA ENERGÍA NUCLEAR




Convocamos a toda la ciudadanía a una concentración en MADRID, en la PUERTA del SOL el jueves 17 de Marzo a las 19:30 h bajo los lemas de:


“TOD@S CON EL PUEBLO JAPONÉS”

“NUCLEARES NI AQUÍ NI EN JAPÓN"


“GAROÑA CIERRE YA”



Primeros convocantes: Acción en Red, Amigos de la Tierra, CGT, Ecologistas en Acción, Globalízate, Greenpeace, Izquierda Anticapitalista, Izquierda Unida, Plataforma ciudadana contra el cambio climático de Getafe O2O3, Plataforma Térmicas NO.

15 de marzo de 2011

WISCONSIN Y LA EUTANASIA DE LA CLASE MEDIA EN AMÉRICA DEL NORTE Y EN EUROPA.



UN PLAN PARA ROBÁRSELO TODO Y VENDER COMO ESCLAVAS A LAS POBLACIONES TRABAJADORAS

Michael Hudson · Jeffrey Sommers. Counterpunch, 12 marzo 2011


El pasado miércoles, de atardecida, en lo que iba a constituir una verdadera noche de los cuchillos largos, la integridad de Wisconsin fue brutalmente violada en el Capitolio del estado de Wisconsin. El 9 de marzo, la integridad y la confianza construidas durante un siglo fueron arrasadas cuando los senadores del estado de Wisconsin se apresuraron a invertir el rumbo y sajaron por la mitad su "ley presupuestaria de reparación" del déficit presupuestario. Los asuntos financieros requieren un cuórum; de modo que la negociación colectiva se sacó de esa ley presupuestaria de reparación del déficit, a fin de permitir su votación inmediata por separado. Aun así, se violaba la Ley estatal de reuniones abiertas, que exige un plazo de 24 horas para asegurar la transparencia. Los senadores republicanos del estado de Wisconsin sacaron adelante la nueva legislación sin previo aviso en plazo; se pusieron manos a la obra, dejando a un solo y estupefacto legislador demócrata –Peter Barca— predicar en el desierto leyendo en alto la Ley de reuniones abiertas para evitar que los senadores se aprestaran a votar. Pero el Senado votó, haciendo cas omiso a sus objeciones.
El estilo de Wisconsin siempre se ha centrado en la integridad. Y en efecto, esa es la única ventaja comparativa que ese estado federado podía revindicar. Ya no. Abolida la negociación colectiva, una muchedumbre de asuntos de enorme importancia queda fuera del control de los trabajadores. La privatización de activos públicos está ahora en la agenda política con la ley presupuestaria de reparaciones aún por votar.
Wisconsin es un estado que inventó la Era Progresista dominada por el Partido Republicano en el siglo XIX y comienzos del XX, bajo la égida de populistas progresistas como Robert LaFollette. Bajo su mandato, la búsqueda de rentas privadas extraídas del dominio público y análogas corruptelas dimanantes de información interna ventajista fueron combatidas y frenadas por un robusto sector público anclado en la integridad. La larga historia de ese estado federado en materia de reformas fue el suelo nutricio de una próspera clase media, y convirtió a su territorio en un modelo de gobierno limpio, sólidas infraestructuras, sindicalismo organizado e industria de alto valor añadido gestionada por socialistas y progresistas del tipo de LaFollette.
Tan distintos de Scott Walker hoy. Representante de una nueva cepa inasimilable a los republicanos de antaño en Wisconsin, Walker busca el renacimiento del latrocinio de activos que caracterizó a la Era de la Codicia [la época de los "barones ladrones" y las grandes fortunas especulativas, entre otros, con el negocio de los ferrocarriles en la posguerra civil norteamericana; T.]. Una plaga de buscadores de renta busca ganancias rápidas por la vía de privatizar el sector público y erigir por doquiera rentables peajes de acceso a las carreteras, a las plantas de energía y a otras infraestructuras básicas.
Los manuales de economía y los telediarios de la cadena Fox [de extrema derecha], de consuno con agresivos locutores radiofónicos, propagan el mito de que se ganan fortunas productivamente invirtiendo en equipo de capital y empleando trabajo para producir bienes y servicios que la gente quiere comprar. Puede que sea así cómo prosperan las economías, pero no es así cómo se hacen fortunas del modo más fácil. Basta leer al novelista decimonónico Balzac para saber que detrás de cada fortuna familiar hay un gran robo, a menudo olvidado desde hace mucho o aun sin descubrir.
¿Pero a quién se roba? El grueso de las riquezas registradas en la historia fueron adquiridas, o bien mediante la conquista armada de tierras, o bien a través de la información política ventajista interna, como fue el caso en los obsequios de terreno público para la construcción de los ferrocarriles en los EEUU del siglo XIX. Las grandes fortunas norteamericanas se fundaron en el despojo al dominio público de tierras, empresas y derechos de monopolio: porque en el dominio publico es dónde se hallaban los activos.
A lo largo de la historia, las economías más exitosas han sido las que han logrado frenar este tipo de acumulación primitiva. La economía norteamericana de nuestros días trastabilla en muy buena medida porque sus tradicionales barreras protectoras frente a los buscadores de renta se han quebrado.
En ningún lugar se puede ver esto en marcha de manera más perturbadora que en Wisconsin. Hoy, Milwaukee –la mayor ciudad de Wisconsin, y otrora la más rica de los EEUU— se halla entre las cuatro grandes ciudades más pobres de los EEUU. Wisconsin es sólo el caso más reciente de un rimero de grandes atracos. "Etapa final" de la doctrina neoliberal, el propio gobierno de los EEUU y sus agencias regulatorias están siendo privatizados.
Basta un somero vistazo a la llamada "Ley presupuestaria de reparación" del Gobernador Walker para descubrir un verdadero muestrario de horrores, que son todo lo contrario de una verdadera "reparación" del déficit. Entre los puntos enumerados por la ley hasta el miércoles por la noche había privatizaciones liquidadoras de plantas públicas de generación de energía, en contratos sin subastas, obviamente favorecedores del ventajismo con información política interna.
Las 37 plantas que Walker pretende vender por liquidación producen calefacción y refrigeración a bajo coste a las universidades y a las cáceles del estado. La ley presupuestaria de reparación las liquida a bajo precio, presumiblemente a favor de contribuyentes a su campaña electoral, como las industrias Koch, y luego carga a perpetuidad la factura de producir esa energía a mayores precios a los contribuyentes de Wisconsin. ¡Y todo eso se vende como un plan de "alivio al contribuyente"! Inexorablemente, eso dará paso a una ulterior legislación, una vez que se desvíe la atención respecto de la disputa actual.
La ley presupuestaria planea también la demolición del Sistema de Jubilación de Wisconsin (WRS, por sus siglas en inglés). Esto no es Nueva Jersey, en donde una sucesión de gobiernos corruptos ha terminado en la subfinanciación (léase: robo) del sistema estatal de pensiones, a fin de desplazar recursos para cubrir los agujeros presupuestarios en la recaudación general causados por los recortes fiscales a favor de los ricos. No; el WRS es uno de los sistemas públicos de pensiones más estables, mejor financiados y mejor gestionados de la nación. Aunque Wisconsin no es un gran estado, el WRS ha llegado a atesorar 75 mil millones de dólares en reservas, y paga puntualmente generosas pensiones a sus funcionarios retirados, sin necesidad de subsidios públicos. La ley de Walker está redactada con un lenguaje a propósito para demoler este sistema, asaltando sus activos para pagar ulteriores recortes fiscales para los ricos (especialmente los propietarios) y arrojando, luego, a los tiburones de Wall Street buena carnaza, a medida que los empleados públicos pasarán a los planes 401k [sistemas privados de ahorro para la jubilación; T.] manejados por gestores de dinero que trabajan a comisión.
En una propuesta separada, el Gobernador Walker empezaría el proceso de privatización de los dos campus estrella, subvencionadores de doctorados, de la Universidad de Wisconsin. Irónicamente, las universidades estatales a las que el Estado federal concedió [en el último tercio del XIX] terrenos federales para su construcción –entre las que la de Wisconsin descolló— fueron creadas por los republicanos proteccionistas del siglo XIX para promover visiones alternativas a la doctrina británica del libre mercado, que dominaba en las prestigiosas y muy anglófilas universidades de la Ivy League [las ocho grandes universidades privadas del noroeste de los EEUU, encabezadas por Harvard; T.]. Esas universidades estatales públicas establecidas en terrenos federales cedidos a los estados, como sus semejantes en Alemania, enseñaban una nueva política económica de gestión estatal y empresa pública que formó la base del subsiguiente desarrollo norteamericano y alemán.
Walker pretende liquidar esa tradición y ofrecer la producción intelectual al mejor postor.
Otras propuestas sugieren la venta de los bosques septentrionales públicos de Wisconsin, rebosantes de minerales y riqueza maderera. Y se dice que en preparación hay mucho más.
De modo que la de Walker no es sólo una guerra contra los Demócratas y los trabajadores; es una guerra también contra las instituciones de la Era Progresista de Wisconsin. Su política amenaza con la pauperización del estado y amaga con un golpe de gracia a las instituciones de la Era Progresista y, por lo mismo, con la proletarización de las clases medias de ese estado. Contra la gentil sugerencia de John Maynard Keynes de proceder a la "eutanasia del rentista", a quien se quiere eutanasizar ahora, en toda la América del Norte y en toda Europa, es a la clase media.
Michael Hudson trabajó como economista en Wall Street y actualmente es Distinguished Professor en la University of Misoury, Kansas City, y presidente del Institute for the Study of Long-Term Economic Trends (ISLET). Su dedicación a los problemas de las economías postsoviéticas, y especialmente la letona, le ha llevado a ser comisionado recientemente, por parte de la coalición de izquierda letona Centro de la Armonía, como economista jefe de la Reform Task Force Latvia, un think tank encargado de elaborar una política económica alternativa para ese país báltico. Es autor de varios libros, entre los que destacan: Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire (nueva ed., Pluto Press, 2003) y Trade, Development and Foreign Debt: How Trade and Development Concentrate Economic Power in the Hands of Dominant Nations (ISLET, 2009). Jeffrey Sommers es profesor visitante en la Escuela de Economía de Estocolmo en Riga. Sus opiniones son personales y no intentan representar a las de sus colegas.

11 de marzo de 2011

INDÍGNATE Y PASA A LA ACCIÓN. MANIFIESTATE EL 12 DE MARZO EN MADRID



Comunicado de Izquierda Anticapitalista. anticapitalistas.org

La convocatoria de manifestación “Contra el Pacto Social y en defensa de los Derechos Sociales y Laborales”, realizada por la CGT para del sábado 12 de marzo, constituye una magnífica oportunidad para expresar el inmenso malestar que existe entre la clase trabajadora tanto por las políticas económicas de recorte de Zapatero como por el Pacto Social que los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han firmado con el Gobierno y la Patronal.

El malestar social es muy amplio y se extiende también a mucha gente sindicalista de CCOO y UGT que ha visto con sorpresa y frustración como las direcciones sindicales mayoritarias se han plegado sin lucha a los planes del Gobierno y de los Fondos de Pensiones Privados, firmando un acuerdo cuyo contenido resulta prácticamente imposible de defender. Las esperanzas y los ánimos de lucha que la HG del 29-S empezó a suscitar han sido así apagados para llevarnos a un callejón sin salida en el cual la gente trabajadora queda desarmada frente a la crisis y a la agresividad del gobierno y de la Patronal.

Ante todo lo que está sucediendo es preciso indignarse profundamente pero es preciso también dejar de lado la pasividad, el miedo y el escepticismo para pasar a la acción. En este sentido, la convocatoria del día 12 ha de servir para que el descontento social y el descontento de la gente sindicalista disconforme con el Pacto Social, empiece a expresarse.

Pensamos que la convocatoria de la CGT ha sido lanzada de una forma que no ha permitido vincular de manera adecuada a ella al resto de fuerzas sindicales combativas del Estado español. Esto representa un serio problema en un momento en que es de vital importancia la unidad en la acción de todas aquellas organizaciones sindicales que se oponen al Pacto Social y que están dispuestas a luchar por una salida a la crisis favorable a la clase trabajadora. Pero aun así, a pesar de sus deficiencias, la cita de Madrid resulta inexcusable. Tanto su éxito como su fracaso repercutirán sobre la clase trabajadora y en particular sobre sus sectores más combativos, tanto si éstos se encuentran cercanos a la convocante CGT o a otras fuerzas sindicales alternativas.

Por todo lo dicho, Izquierda Anticapitalista da su apoyo a la convocatoria del 12 de marzo y hará todo lo que le permitan sus fuerzas para que ésta sea un éxito. Izquierda Anticapitalista llama a la gente trabajadora, a la gente sindicalista de CCOO y de UGT descontenta con el Pacto Social y a los sindicatos combativos a sumarse a la Manifestación “Contra el Pacto Social y en defensa de los Derechos Sociales y Laborales” con el ánimo de ver en ella no sólo la convocatoria de una organización determinada sino la oportunidad de salir masivamente a la calle para expresar nuestra justa indignación.

CONTRA EL PACTO SOCIAL
EN DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS SOCIALES Y LABORALES
POR UNA SALIDA A LA CRISIS FAVORABLE A LA CLASE TRABAJADORA

INDÍGNATE Y PASA A LA ACCIÓN
ACUDE A LA MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO 12 DE MARZO EN MADRID