15 de noviembre de 2010

LA CRISIS VUELVE CON MUCHA FUERZA

ZONA EURO


MARTINE ORANGE

No fue uno de los temas centrales del G-20. Sin embargo, es uno de los asuntos candentes de la crisis financiera que puede volver rápidamente al centro de todas las preocupaciones: la crisis de las deudas soberanas europeas, dejada en suspenso en la primavera, está volviendo, amenazando de nuevo a toda la zona euro.
Bajo presión desde el verano, Irlanda está al borde del hundimiento. Desde hace quince días, las tensiones sobre su deuda se acumulan. El miércoles 10 de noviembre, una decisión técnica de una cámara de compensación, LCH Clearnet, anunciando la subida de las garantías exigidas sobre las deudas irlandesas ha bastado para que saltaran las llamas. Los intereses de las obligaciones irlandesas a diez años en el mercado secundario han alcanzado el 8,7%. Estaban al 6,5% en septiembre. Esto representa una diferencia del 6,19% en relación a las obligaciones alemanas que sirven de referencia en el mercado europeo de la deuda.
El umbral crítico ya ha sido alcanzado. En la primavera, el plan de salvamento de Grecia fué puesto en marcha cuando los rendimientos sobre su deuda habían alcanzado el 8%. Estos intereses en un contexto económico depresivo, sin ninguna inflación, se hacen prohibitivas. Desde hace dos meses, el gobierno irlandés ha renunciado, por otra parte, a refinanciarse en los mercados. Asegura poder hacer frente, teniendo financiación garantizada hasta junio de 2011. El tiempo, explica, de poner en marcha su nuevo programa de austeridad y de recuperar la confianza de los mercados.
El argumento no convence mucho a numerosos economistas. Para ellos, la situación irlandesa está ya fuera de control. El país no podrá ahorrarse un plan de rescate. El FMI estará pronto en los pasillos de Dublín. Queriendo dar seguridades sobre la situación, el gobernador del banco central irlandés, Patrick Honohan, casi no dice otra cosa. "Un plan de rescate concebido por el FMI no sería muy diferente del que el gobierno propone".
Para recuperar la confianza, el gobierno irlandés prevé endurecer aún más las medidas de austeridad puestas en marcha en 2008. Mientras que los salarios de los funcionarios han sido congelados, que más de 33.000 empleos públicos han sido suprimidos, se propone duplicar las economías presupuestarias previstas para llevarlas de 3 a 6 millardos de euros. La educación, la salud, los servicios sociales, serían los primeros afectados por esta nueva ola de austeridad. "Es un esfuerzo gigantesco para Irlanda. A título de comparación, es como si los Estados Unidos sacrificaran el conjunto de sus gastos militares", señala un cronista del New York Times.
El gobierno justifica estas decisiones por la necesidad de frenar la deriva de las finanzas públicas, totalmente saqueadas por el rescate de los bancos irlandeses. Financiando a tope la burbuja inmobiliaria, éstos se han encontrado al borde de la bancarrota desde el hundimiento de Lehman Brothers. El estado irlandés ha ido en su auxilio nacionalizando parcialmente tres de ellos. El plan no debía costar más que unos millardos, según el ministro de finanzas Brian Lenihan. Posteriormente ha reconocido haberse equivocado gravemente. En septiembre, se ha realizado una primera operación de comprobación de las cuentas bancarias. Éstas estaban totalmente envenenadas por millares de créditos inmobiliarios concedidos para financiar proyectos de oficinas y centros comerciales, cuyo valor se ha hundido desde hace dos años. De forma urgente, el gobierno irlandés ha debido aportar cerca de 30 millardos de euros a un solo banco, Anglo-Irish Bank. El coste total del rescate bancario se eleva ya a más de 50 millardos de euros. La asunción de estas locuras bancarias por el estado se traduce en un déficit público del 32% del PIB en 2010.
"La crisis afecta al conjunto del país"
Pero la austeridad propuesta por el gobierno puede ser peor que el mal. Los efectos depresivos de las medidas tomadas desde hace dos años son ya palpables. La economía irlandesa está en plena recesión. El paro supera el 13,5% de la población activa. Los ingresos presupuestarios no dejan de disminuir, tanto más en la medida en que le gobierno se ha negado a retractarse de su dumping fiscal: al 12%, el impuesto sobre sociedades es el más bajo de Europa. Pero para el gobierno está fuera de discusión poner en cuestión una medida que le ha permitido atraer numerosas sedes sociales, y desviar en su provecho las entradas fiscales de otros países europeos, jugando las multinacionales artificialmente con los precios de transferencia.
Los hogares irlandeses comienzan a pagar con dureza la caída económica. "Lo que hemos visto durante el boom económico estaba ligado a la actividad financiera. Ahora la burbuja ha estallado, y lo que hay son quiebras y la liquidaciones de empresas. Pero esto no afecta solo al mundo de los negocios. La gente ordinaria está también cogida en esta tormenta. La crisis afecta ahora al conjunto del país", dice Linda O´Shea Farren, antigua consejera del partido laborista irlandés, en el Financial Times.
Sin empleo, muchos no pueden ya pagar los créditos inmobiliarios que contrataron en el momento de la burbuja. Desde septiembre, el número de embargos y de quiebras ha aumentado un 30%. La perspectiva de ver cada vez más personas sin domicilio no es ya algo irreal. El mercado inmobiliario residencial está a su vez hundiéndose. Y los bancos, que también han prestado sin miramientos, van a tener que pasar de nuevo importantes provisiones sobre sus créditos hipotecarios. Algunos corren el riesgo una vez más de tener que recurrir a las finanzas públicas para sobrevivir.
Pero el presupuesto del Estado irlandés no lo resistiría. En este estadio, muchos piensan que solo un plan de rescate apoyado por la Unión Europea y el FMI puede ayudar a Irlanda a evitar la bancarrota. Pero si el país no quiere hundirse durante diez años bajo el peso de las cargas financieras, habrá también que poner en marcha un reescalonamiento de su deuda, y exigir de los acreedores que participen también en este salvamento. Una salida de la que naturalmente el mundo bancario no quiere oír hablar. De ahí la huída enloquecida fuera del mercado de obligaciones irlandés, pero también fuera de los demás países europeos periféricos -los mercados han renunciado al término de PIGS, tras los reproches que les han sido dirigidos.
Efecto de contagio
Pues el efecto contagio juega de nuevo a tope. Incluso apoyada por el FMI y la Unión Europea, Grecia sigue siendo un territorio prohibido para los bancos y los inversores internacionales. Felizmente que Atenas dispone de los préstamos de urgencia puestos a su disposición en el marco del plan de salvamento instaurado en la primavera -ya ha sacado 29 millardos de euros desde mayo- puesto que en caso contrario no podría financiarse en los mercados: las tasas de interés sobre su deuda a diez años, que estaban en el 8% en septiembre, están ahora en el 12,25%.
Los últimos anuncios del gobierno griego alejan aún más la perspectiva de una vuelta a la normalidad. El miércoles, éste ha debido reconocer que no lograría respetar sus objetivos de reducción de déficit este año. Mientras en octubre contaba todavía con un déficit del 7,8% del PIB, prevé ahora un déficit alrededor del 9,2-9,3% del PIB. Esta subida sería debida a la vez a una subestimación de las derivas financieras anteriores -en 2009, el endeudamiento de Grecia no habría sido del 115% sino del 127% del PIB-, sino también a menores ingresos fiscales. Está realizándose lo que numerosos economistas habían predicho en la primavera: la austeridad impuesta está en vías de precipitar al país en un círculo vicioso deflacionista, amenazando con hacer hundirse la economía griega bajo el peso de su deuda financiera.
Tercero en la lista de los países europeos juzgados peligrosos, Portugal no escapa tampoco al pánico que se ha abatido sobre los mercados de obligaciones. El miércoles, el gobierno portugués logró aún sacar un poco más de 1,2 millardos en el mercado, pero a intereses insostenibles: tuvo que ofrecer un rendimiento del 6,8% para obligaciones a diez años.
El gobierno portugués, sin embargo, ha dado también ahí todas las garantías a los inversores. Las medidas de austeridad se acumulan en el mismo orden que en el resto de Europa: recortes en el empleo público, los salarios, los presupuestos sociales y educativos, las inversiones, atraso de la edad de la jubilación y subida de la fiscalidad, sobre todo indirecta. Pero los problemas son mucho más profundos. A largo plazo, está el modelo económico mismo de Portugal que, como España o Irlanda, ha apostado por el sector inmobiliario y el crédito como únicos motores de desarrollo. A corto plazo, está su sistema bancario. Desde hace dos años, ninguna limpieza real de los bancos, que se han entregado como en otras partes al desenfreno inmobiliario, ha sido emprendida. Sospechosos para el resto del sistema bancario, están casi desterrados del mercado interbancario. Y es el Banco Central Europeo el que asegura ya una gran parte de sus necesidades de liquidez.
Visto el aumento de los riesgos de estrangulamiento económico y financiero, Portugal también va a verse obligado a pedir ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, según cada vez más analistas. Esperan una petición de ayuda para comienzos de 2011. Pero tras Portugal, España no está lejos. Y el juego de masacre en los mercados tiene todas las posibilidades de continuar.
Cizaña europea
Los mercados tienen el sentimiento de tener el campo libre tanto más en la medida en que, hasta ahora, como en la primavera, Europa no aparece. José Manuel Barroso, el presidente de la Unión Europea, ha afirmado en Seúl que Bruselas está dispuesta a aportar su ayuda a Irlanda, pero para sostener inmediatamente después que el gobierno irlandés no le había pedido nada.
En los hechos, nada ha cambiado mucho verdaderamente desde la crisis griega. Un fondo de ayuda de 750 millardos de euros ha sido constituido, con la ayuda del FMI. Pero éste tenía más una función de disuasión. Sus modalidades de funcionamiento jamás han sido probadas.
Alemania, principal suministrador de fondos, ha planteado ya sus condiciones. En primer lugar: medidas de austeridad para todo el mundo. Sin plantearse la menor cuestión sobre la posibilidad de realización ni sobre el carácter deseable de esta regla, Berlín ha impuesto que el conjunto de los países europeos vuelvan a los criterios del tratado de Maastricht (3% del PIB para el déficit presupuestario, 60% del PIB para el endeudamiento público) de aquí a 2013. Todos los países de la zona euro han aceptado, sin plantear siquiera el problema de la pertinencia de estos criterios: antes de la crisis, Irlanda era el perfecto alumno de la zona euro con un presupuesto excedentario y un endeudamiento inferior al 40% del PIB pero nadie había visto la burbuja financiera e inmobiliaria.
La segunda serie de exigencias planteadas por Berlín ha sido planteada en la reunión de Deauville con Nicolás Sarkozy. El jefe del Estado francés lo ha apoyado sin reservas. En el momento de la salida del dispositivo de urgencia previsto en 2013, los países que no cumplirían las condiciones de rigor impuestas serían sancionados y privados de derecho de voto. En una palabra, los pueblos que pagan ya financieramente por las infamias del mundo financiero deben también pagarlas políticamente.
Colocados ante este diktat franco-alemán, los demás países europeos han emitido serias reservas en el consejo europeo del 29 de octubre. Tanto más cuanto que mientras tanto, Angela Merkel ha añadido algunas. Tras haber excluido toda posibilidad de reescalonamiento o renegociación de la deuda -posibilidad que el FMI mismo había evocado sugiriendo que el plan griego podría ir más allá de 2013-, la canciller alemana ha esbozado un mecanismo de salida extrema, previendo un default parcial (es decir un no reembolso o un reescalonamiento en el tiempo) del que una parte estaría a cargo de los acreedores. "No podemos explicar constantemente a nuestros electores que los contribuyentes están a merced de ciertos riesgos en vez de estarlo quienes ganan mucho dinero corriendo riesgos", ha explicado.
La medida es deseable pero decirlo tan alto es inoportuno. Pasa con las deudas soberanas como con las devaluaciones de antaño: hay que coger a los especuladores por sorpresa. Es lo que ha intentado explicar Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, en esa cumbre. Se ha hecho regañar vivamente por Nicolas Sarkozy, no descontento de pagarse públicamente un banquero. Luego la especulación se desencadena contra las deudas de los países europeos "periféricos". Luego, la cizaña reina abiertamente en el seno de la zona euro. Tomando la cabeza de la rebelión contra Alemania, el inamovible Jean Claude Juncker, ministro de finanzas de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, ha demandado que Europa garantice las deudas de los países de la zona euro a fin de calmar la especulación. Su intervención ha quedado sin efecto.
Los desacuerdos se expresan también ya abiertamente en el seno del Banco Central Europeo, lo que no ha escapado a los inversores. Rompiendo con todas las costumbres, Axel Weber, presidente del Bundesbank y candidato a suceder a Jean-Claude Trichet a la presidencia del BCE, contesta abiertamente las decisiones del colegio. En nombre de la ortodoxia financiera, demanda que el Banco Central renuncie a su programa de compra de las deudas soberanas europeas. El BCE ha suspendido durante tres semanas estas compras. Ha debido volver a hacerlo de forma urgente la semana pasada, intentando apoyar como podía el mercado de obligaciones irlandés. Estas divergencias de puntos de vista europeos no auguran nada bueno. Se corre el riesgo de asistir al mismo espectáculo que en primavera, en el que los países de la zona euro, aterrorizados ante la perspectiva de un hundimiento de una parte de ellos, tomarán medidas de cara a la galería sin resolver los problemas de fondo y decidir una política común viable para todos.
www.mediapart.org
Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR

SÁLVESE QUIEN PUEDA

LA CUMBRE DEL G-20

ROBERTO MONTOYA. REVISTA VIENTO SUR
La “guerra de las divisas” que vienen librando desde hace semanas principalmente China y Estados Unidos, afectando en distintos niveles al resto de las economías mundiales, no se ha disipado como algunos esperaban en la cumbre del G-20 que tuvo lugar el jueves y viernes pasado en Seúl, la capital de Corea del Sur. La resolución del complejo y espinoso tema de cómo adecuar las monedas nacionales a través de devaluaciones de sus monedas que les permitan exportar más a precios competitivos, sin afectar al mismo tiempo drásticamente a los otros, ha quedado postergada hasta la próxima cumbre del G-20 dentro de un año. Barack Obama no logró que se obligara a China a frenar la devaluación del yuan.
Los jefes de Estado y de Gobierno presentes, entre los que se encontraba la presidenta Cristina Fernández, se comprometieron en términos genéricos a evitar las devaluaciones competitivas y a hacer esfuerzos para poder reducir los desequilibrios comerciales mundiales, pero sin identificar en concreto a los principales responsables de las distorsiones en la economía mundial. Los expertos, los “sherpa”, deberán discutir a partir de ahora las piezas concretas a las que aluden de forma tan abstracta esos acuerdos. “China gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada”, dijo Obama, y debe “de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado”. Obama defendió a su vez el estímulo monetario de la Reserva Federal de su país, que propició también una desvalorización del dólar: “Se hizo para que la economía creciera y no para tener un impacto directo en el valor de la moneda”, adujo el presidente, haciendo así frente a las críticas de “proteccionismo” hechas por algunos países europeos.
La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió también por su parte que la postura de EEUU de debilitar intencionadamente el dólar “significa que otras economías están cargando con los costos del ajuste estadounidense”.
El presidente estadounidense ha pedido a China y al resto de países emergentes que potencien más su consumo interno para no depender tanto de las exportaciones.
Entre los países más desarrollados predomina la idea de que dado que los países emergentes están sobrellevando mejor la crisis, tienen superiores nivel de crecimiento y superávit comercial, deben de inhibirse de aumentar las exportaciones para no perjudicar a los ricos obligándoles a importar más sus productos.
La presidenta argentina, quien no pudo ocultar su emoción por las cálidas condolencias por la muerte de su esposo, Néstor Kirchner, de parte de todos los líderes presentes, salió al paso de las presiones de los países desarrollados, al decir que “no se puede pedir a las economías emergentes que frenen su desarrollo”, aunque reivindicó que el modelo argentino se basa en el desarrollo industrial con creación de empleo y mejores salarios, con lo que se intenta contribuir decisivamente al aumento del consumo interno.
“Tenemos que mejorar los salarios porque es necesario que la gente consuma, ya que si no hay consumo, no hay posibilidades de romper la inercia en materia de crecimiento económico”, dijo Cristina Fernández, quien no desaprovechó la oportunidad para denunciar la especulación financiera.
La discusión se dio en el marco del G-20, que  aglutina al original G-7, el “club” de los países más ricos del mundo -EEUU, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Canadá, Italia-más Rusia; a la Unión Europea como bloque, y a 11 países emergentes, China, Arabia Saudí, Australia, India, Indonesia, República de Corea, Sudáfrica, Turquía, Argentina, Brasil y México.
El G-20 ha tomado más y más protagonismo desde que estalló la crisis financiera mundial, desplazando en buena medida el rol que cumplía el G-7 más Rusia (o G-8), tras verificarse que los países más desarrollados sufrían en sus economías y su nivel de empleo el terremoto de la crisis con mucho más virulencia que los países emergentes.
Los ricos han necesitado y siguen necesitando de la ayuda y coordinación con estos para salir del pozo, en esta economía cada vez más globalizada, pero, al mismo tiempo, intentan limitar la influencia que las medidas de estos puedan tener en las decisiones claves de la economía mundial. Los países emergentes, que ya hicieron sentir su fuerza en la anterior cumbre de Toronto, Canadá, cuatro meses atrás, temen que los más ricos intenten delegar aún más competencias en el Fondo Monetario Internacional, con tanta responsabilidad en la actual crisis, al que sin embargo explícitamente se le ha encargado ser quien verifique, a través de un examen país por país, de si se ajustan o no al plan de reducir los desequilibrios externos. Los emergentes han conseguido por su parte, para contrarrestar esa tendencia, que en el comunicado final de la cumbre de Seúl quedara explícita la necesidad de una reforma del FMI para que esos países ganen cuota de poder en ese organismo, a costa de que la pierdan los europeos.
Paralelamente a estas discusiones, el G-20 acordó, en términos igualmente muy genéricos, la necesidad de implementar requisitos de supervisión más estrictos para las instituciones financieras, a las que se someterá a un mayor control para evitar nuevas crisis. El acuerdo alcanzado intenta evitar que de nuevo sean los gobiernos quienes acudan al rescate de grandes bancos u otras entidades financieras. A pesar de ello, la gran banca ha logrado ganar tiempo, dado que habrá que esperar seis meses para definir a qué entidades se someterá a esos requisitos y cuáles serán estos. Y también para 2011 ha quedado aplazada una vez más la discusión sobre la propuesta de aplicar una tasa a las transacciones financieras, al igual que el proyecto de dotar de una protección mayor a los consumidores.
Por aplazar, la cumbre de las economías más poderosas del mundo también ha aplazado discutir planes que garanticen alto tan vital como la seguridad alimentaria mundial.
La realización de esta cumbre en Séul coincidió con un momento en que las alarmas sobre el estado de las economías de la Unión Europea acababa de saltar de nuevo, tras la tregua producida después del “rescate” de la UE a Grecia de meses atrás.
Durante la semana pasada, uno de los eslabones más débiles de la cadena económica europea, Irlanda, pareció hacer “click”, cuando la presión de “los mercados” -una vez más- puso a ese país al borde del abismo, subiendo su prima de riesgo en 600 puntos, lo que provocó de inmediato un efecto contagio en Portugal y Grecia. A pesar de que los jefes de Estado de la UE transmitieron desde la cumbre de Seúl un mensaje de tranquilidad y aseguraron que Irlanda, en principio, no tendría que ser “rescatada”, nadie está demasiado convencido de ello. Menos aún cuando las estadísticas oficiales europeas, el Eurostat, muestran que los duros “ajustazos” aplicados en la UE para enfrentar la crisis están frenando precisamente la recuperación de la economía europea.

11 de noviembre de 2010

CENSURADO EL FACEBOOK DE IZQUIERDA ANTICAPITALISTA-MADRID

Izquierda Anticapitalista Madrid

El perfil de facebook de Izquierda Anticapitalista-Madrid ha sido cancelado (censurado) justo tras la creación de un evento para acudir a la Contra-Cumbre de la OTAN en Lisboa que se realizará el próximo fin de semana del 19-21 de noviembre.
El perfil de IA-Madrid contaba con más de 1500 seguidores y venía manteniendo una actividad regular sobre las actividades y posiciones de esta organización política. Su cierre, por tanto, sólo puede ser entendida como una forma arbitraria de recorte a la libertad de expresión y de control sobre el uso abierto de esta herramienta informática. Una herramienta que muchos movimientos sociales y políticos de la izquierda alternativa vienen usando como herramienta tecnopolítica para organizarse y amplificar el eco de sus propuestas.
Tampoco es casual que esta decisión se haya adoptado en relación a la Contra-Cumbre la OTAN. Una cita de alto valor estratégico para esta organización criminal y que, precisamente por ello, viene  marcada por unos altísimos niveles de eso que llaman “seguridad”. Así, por ejemplo, desde el 15 al 20 de noviembre el Acuerdo de Schengen va a ser suspendido en las fronteras portuguesas con el evidente objetivo de evitar o dificualtar la llegada de activistas de otros países europeos.
Está claro que la OTAN, la UE y los distintos gobiernos no quieren ser respondidos a sus guerras y crímenes por una multitud de activistas, movimientos y organizaciones dispuestos a romper el silencio frente a su lógica de la guerra global permanente.
El cierre del perfil de IA-Madrid se enmarca en una estrategia de creciente criminalización social de la disidencia y de la auto-organización de las gentes de abajo para contestar al sistema.
Por todo ello, reclamamos la reapertura de nuestro perfil pero, sobre todohacemos un llamamiento a acudir a la Contra-Cumbre, de la OTAN, a seguir resistiendo frente a la criminalización, el recorte de derechos y la lógica de la explotación y la guerra social desde arriba que están impulsando las clases dirigentes.

http://www.anticapitalistas.org/node/5954

NOTA Se ha creado en facebook un evento para exigir la reposición del perfil eliminado de este portal de Izquierda Anticapitalista-Madrid. Estos son los datos para quien desee sumarse a la exigencia:
FACEBOOK CENSURA EL PERFIL DE IZQUIERDA ANTICAPITALISTA-MADRID: http://www.facebook.com/profile.php?id=1133982826#!/event.php?eid=169082353111028             
 
           
Lugar            FACEBOOK

Creado por            Jean Paul Marat

Más información            EXIJAMOS LA REPOSICIÓN DEL PERFIL ELIMINADO EN LA SIGUIENTE DIRECCIÓN: http://www.facebook.com/help/contact.php?show_form=ui_other. En la parte que pone "sugerencia" ESCRIBAMOS "EXIJO LA REPOSICIÓN DEL PERFIL ELIMINADO DE IZQUIERDA ANTICAPITALISTA" y en la que dice "más detalles" escribamos "EN DEFENSA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN"DIFÚNDELO ENTRE TODOS TUS AMIGOS Y PÍDELES SU APOYO. HOY ES IZQUIERDA ANTICAPITALISTA-MADRID. MAÑANA PUEDES SER TÚ

10 de noviembre de 2010

MEDIOS PARA SEGUIR AL MOMENTO LA SITUACIÓN DEL SAHARA OCCIDENTAL

 

¡Informarse, difundir movilizarse! 


- Últimas noticias de los Territorios Ocupados del Sahara Occidental, minuto a minuto:
 
http://territoriosocupadosminutoaminuto.blogspot.com/


- Sahra Thawra: http://saharathawra.com/


- Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui -PAPPS- (está, momentaneamente y por razones 'desconocidas', deshabilitada. En cuanto se restaure informaré)


- Poemario del Sahara Libre: http://poemariosaharalibre.blogspot.com/

- Hablemos del Sahara: http://www.porunsaharalibre.org/

- Mujeres Saharauis en España: http://mujeresaharauis.blogspot.com/







- Jovenes contra el Muro y las Minas: http://www.jovenescontramuroyminas.blogspot.com/

OTROS
Fotos: http://picasaweb.google.com/114162724517415991490

Televisión de la RASD en el Estado Español: http://www.rasd-tv.com/

9 de noviembre de 2010

LA GUERRA DE DIVISAS EN QUE HA VENIDO A PARAR LA MAYOR BURBUJA FINANCIERA DE TODOS LOS TIEMPOS

Nos guste o no: seguimos metidos en la mayor burbuja financiera de todos los tiempos. Y nos explotará en la cara.





«Hemos ganado la guerra y ahora perdemos con la paz», fue una de las frases más oídas durante la última conferencia del Fondo Monetario Internacional. Sorprendentemente, el pasado fin de semana los ministros de economía del G20 acordaron firmar un tratado de paz. En él la reforma del FMI, largo tiempo aplazada, aparece esbozada en sus características generales.
De lo que se trata en el fondo es de la distribución de los porcentajes de derecho a voto en el seno de la organización. Esta "cuota" es la que decide la participación y el derecho de voz de los 187 países miembros del FMI, y en principio debería de estar determinada por el peso de cada país en el conjunto de la economía mundial. Hace mucho tiempo que la actual distribución de votos no se corresponde de hecho con el peso de los países miembros en la economía mundial, pues mientras los países europeos cuentan con una representación mucho mayor a la que les corresponde, los países en vías de desarrollo están subrepresentados. Para corregir este punto un 6'4% del derecho será redistribuido. Y lo será a favor de China y el resto de los estados BRIC [Brasil, Rusia, India y China] y a costa de Europa. China se convertirá así en el número 3 del FMI, después de los EE.UU. y Japón, mientras Brasil e India son promovidos a la cúpula de los grandes, de quienes cuentan con su propio asiento en el directorio ejecutivo.   
Con este acuerdo los europeos han de abandonar dos de los asientos con los que hasta ahora contaban. Eso afecta a los italianos, los españoles, los daneses, los belgas, los holandeses o los suizos, que siempre habían reclamado un grupo con derecho a voto dentro del FMI. El peso de los francos como centro financiero hará que éstos den voz a Suiza. Tras esta redistribución Europa seguirá teniendo una representación mayor a la que le corresponde, si bien inferior (40% para la Unión Europea, más del 30% para la Eurozona) a antes de la reforma. Los EE.UU. mantienen su rol privilegiado –una posición de facto con derecho a veto con un 17% del derecho a voto y el dólar como moneda fuerte a pesar de su debilidad– a falta de una alternativa de una moneda mundial (Weltgeld).   
¿Por qué este consenso? En su lucha por la hegemonía del dólar, Estados Unidos ha ofrecido a los BRIC un acuerdo: un incremento de poder en el FMI a cambio de la cooperación y varias concesiones en la guerra por el control de la economía mundial, y más concretamente en detrimento de los europeos. Europa es un enemigo fácil. Si los países de la UE o de la zona euro hablasen con una misma voz en el FMI, tendrían un porcentaje mayor de derecho a voto que los EE.UU. y los países en vías de desarrollo juntos. Con tan sólo un asiento en el directorio dominarían la partida. Si no lo hacen porque son incapaces de despojarse de los ropajes nacionalistas.   
¿Quiere evitar el G20 una guerra monetaria, un armisticio en la carrera por la depreciación? Oficialmente sí, aunque el dólar sigue perdiendo inexorablemente valor. Eso aligera la deuda de los EE.UU. en detrimento de todos los demás. Aunque los chinos siguen devaluando su propia divisa –en los últimos dos años, un 16%–, la gran pelea entre los países con déficit y superávit en el mundo no ha llegado todavía a su fin. El intento de los americanos por embridar el déficit por cuenta corriente, una suerte de "pacto de estabilidad", junto con el freno a la exportación a la economía mundial bajo la supervisión del FMI, está llamado a fracasar ante la resistencia de los campeones del mundo en materia de exportación, China y Alemania.       
Endeudados hasta las cejas como están, los deficitarios países ricos del norte están cada vez más acorralados: la receta japonesa, tasas a interés cero y exceso de dinero, no funciona; los paquetes de estímulos sin una orientación clara hacia la reconstrucción de la economía son salvas al aire; los ciclópeos programas de austeridad estrangulan la economía. Todo lo que queda es la manipulación monetaria. Exportar, crecer a costa de los demás, cargarle a otro las pérdidas milmillonarias de la crisis financiera –en una palabra: devaluar.     
Los chinos están haciendo lo posible para sostener el euro y otras divisas. Pero con ello sólo se retrasa el declive del dólar, con lo cual no podría, de hecho, evitar la revaloración del yuan. A pesar de los récords históricos de la moneda china, crece la presión política. Pero las admoniciones ayudan poco, porque entre tanto los países asiáticos han amasado gigantescas reservas de dólares (solamente China posee 2'65 billones de dólares, Japón 1'05 billones, India 266 mil millones), que podrían de facto determinar el curso del dólar. El euro es, tras la crisis de deuda de primavera, más fuerte que nunca, los inversores huyen como alma que lleva el diablo del dólar, los préstamos estatales europeos se venden como rosquillas, y sus compradores son nada menos que los bancos centrales asiáticos. El precio de las materias primas sube como la espuma, se registra un verdadero "florecimiento de materias primas" (Rohstoffblüten) y vemos un creciente uso de las materias primas como moneda, se dispara el precio del oro: todo consecuencia directa e inevitable de la debilidad del dólar. Gracias al exceso de dinero y las devaluaciones se produce un nuevo boom de los carry trade [1], los mercados de divisas echan humo y florece la especulación de divisas: el G20 está muy lejos de una política monetaria mundial coordinada.
Como mayor ganador de la crisis económica mundial aparece un FMI reformado y reforzado. Pero los problemas estructurales de la economía mundial solamente se han desplazado y pospuesto, no resuelto. A pesar de todo el triunfalismo alemán, la crisis económica mundial no se ha superado ni de lejos. En los EE.UU. la crisis financiera sigue, imparable, su marcha hacia la siguiente fase, en la que los tribunales de justicia pondrán freno a millones de deshaucios y ventas forzosas de propiedades inmobiliarias. Pues los derechos de prppiedadde los bancos, aun dependiendo de los más extravagantes productos financieros titulizados, no están sólo al albur de los vientos. Estamos en puertas de la próxima oleada de depreciación, y con ella, de la próxima crisis bancaria en los EE.UU., lo que acelerará el declive del dólar. Nos guste o no: seguimos metidos en la mayor burbuja financiera de todos los tiempos. Y nos explotará en la cara. 

NOTA T.: [1] El carry es el retorno que produce un activo mientras lo mantenemos en nuestra posesión (si es positivo) o el costo de mantener un activo (si es negativo). El carry trade es una técnica que los grandes inversores llevan practicando en el mercado de divisas desde sus inicios. Consiste en la diferencia entre el carry negativo de un activo que hemos pedido prestado a bajo costo y el carry positivo de un activo en el que hemos invertido. La inversión en divisas supone comprar una divisa para simultáneamente vender otra, o lo que es lo mismo, nos financiamos en una divisa e invertimos ese dinero en otra. El inversor de esta forma apuesta a que una de las divisas se va a apreciar (divisa de inversión) respecto a la otra (divisa de financiación). (Información de Wikipedia)

Michael R. Krätke, miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica y derecho fiscal en la Universidad de Ámsterdam, investigador asociado al Instituto Internacional de Historia Social de esa misma ciudad y catedrático de economía política y director del Instituto de Estudios Superiores de la Universidad de Lancaster en el británico.

COMBATIENDO A LOS BÁRBAROS

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Todorov no forma parte de mis referencias políticas ni filosóficas pero, como el príncipe Hamlet, soy de la opinión de que “hay más cosas entre el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía”. La entrevista a este experto en semiótica y en otras disciplinas del pensamiento humanista me parece interesante por sí misma, más allá de sus posiciones políticas y sus creencias, especialmente por lo que tiene de defensa de la razón en estos tiempos oscuros de vuelta a la caverna reaccionaria y fascista. Espero que lo disfruten como yo lo he hecho.
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Tzvetan Todorov es un humanista a la vieja usanza, interesado en el amplio espectro del conocimiento humano entendido como un camino hacia la integridad y el saber. Lingüista, filósofo, historiador, crítico literario, interesado tanto en la semiótica como en los desarraigos del siglo XX, este hombre nacido en la Bulgaria comunista antes de la guerra y emigrado a París a los 24 años, autor de libros fundamentales en prácticamente todos los terrenos en los que ha incursionado, es un impenitente devoto de la claridad del pensamiento como arma contra la intolerancia, la incomprensión y el totalitarismo en todas sus formas. De paso por Buenos Aires, invitado por la Fundación Osde para dar unas charlas la semana pasada, accedió a hablar con Radar apenas conocidos los funestos resultados de las elecciones en Estados Unidos.

Por Martín Granovsky. Página 12


Es alto, canoso, tiene ojos curiosos y da la mano fuerte. Su francés es perfecto. Tzvetan Todorov nació en Bulgaria en 1939 pero vive en París desde 1963. Se fue por un año a Francia y se quedó. Estudió con Roland Barthes. Escribió, entre otros libros, Teoría de los géneros literarios, Los aventureros del absoluto, La conquista de América y La experiencia totalitaria. Vino a dar conferencias en la Argentina y aceptó dialogar con Radar. La entrevista se realizó en la mañana del miércoles, cuando ya era sabido en detalle que los extremistas del Tea Party habían sido el corazón de la victoria republicana en los Estados Unidos.

Usted escribió que el ultraliberalismo es una forma fundamentalista.
–Sí, y lo sostengo –insiste Todorov.

Se lo preguntaba por el arraigo del movimiento del Tea Party en los Estados Unidos.
–Bueno, en Europa conocemos lo que es el populismo.

En América latina también, pero sospecho que se usa para nombrar cosas distintas. Aquí la palabra se utiliza para sintetizar –o criticar, depende del caso– experiencias de centroizquierda con partidos débiles y líderes fuertes.
–Lo sabía. Por eso me refiero al caso europeo, que es distinto. En Europa es cada vez más decisivo el voto populista de extrema derecha. Un voto que crece porque tiene éxito en focalizar el enemigo de cada pueblo en el extranjero diferente.

Ahora el gran tema en Francia es la expulsión de los gitanos a Rumania. ¿A eso se refiere?
–Es un tema grave pero no es el permanente en la estigmatización. En general, la focalización sobre el extranjero que le mencionaba se refiere al diferente que a menudo, además, profesa la fe islámica. Y esto influye en todos los gobiernos.

Pero la extrema derecha populista que usted refiere no llegó al gobierno.
–Claro, pero la derecha de siempre, la derecha a la que estamos habituados y conocemos bien, no puede gobernar si no se apoya en la extrema derecha. El poder necesita ese apoyo.

En Suecia ganaron los conservadores pero por primera vez la extrema derecha obtuvo el 10 por ciento de los votos y tiene representación parlamentaria.
–En Dinamarca y los Países Bajos la situación es todavía peor. En esos dos países la cuestión del apoyo de la extrema derecha a la derecha tradicional no es solamente social, lo cual de por sí representa un punto grave, sino de mayorías parlamentarias. Los conservadores de Dinamarca y los Países Bajos precisan el voto de la extrema derecha en el Parlamento. Por eso los gobiernos de derecha aceptan muchas posiciones de la extrema derecha.

¿Y en Italia?
–Pasa algo parecido con la Liga del Norte, que también tiene una posición activa en contra del extranjero diferente y peor si tiene relación con el Islam. La Liga del Norte está en el gobierno asociada con Silvio Berlusconi.

¿Por qué usted marca una diferencia en Francia?
–Porque tiene otros matices. Nicolas Sarkozy adopta a menudo temas y obsesiones de la extrema derecha. Pero no exclusivamente de ella. Es un político pragmático preocupado sobre todo por conservar el poder. Así como hoy plantea la cuestión de los gitanos, al principio de su mandato incluso tomó temas de la izquierda.

¿El movimiento del Tea Party en los Estados Unidos también se inscribe en las corrientes que usted señalaba en Europa?
–En los Estados Unidos, sobre todo en medio de la crisis, hay un movimiento antiinmigratorio. Pero ése no es el tema fundamental del Tea Party. Como la economía anda tan mal, la crítica se dirige al gobierno de Barack Obama y parte de raíces propias. En los Estados Unidos hay una especie de filosofía de vida ultraindividualista. Esa filosofía dice que el ser humano es responsable de lo que vive solo por sí mismo. Es decir: cada individuo es responsable del destino de su vida. Pero esa filosofía de vida agrega que el éxito económico es una medida suficiente para calibrar una vida. Una posición, evidentemente, fantasiosa.

¿Por qué fantasiosa? Todos sus libros hablan de las responsabilidades del ser humano y del individuo.
–Claro, pero no en soledad. Yo estoy profundamente convencido de que los seres humanos tienen necesidad de los otros. Defender la libertad o el derecho del individuo es un valor positivo. Es preciso proteger a los individuos de la violencia de los otros individuos y del Estado. Pero el individuo depende de los demás. La dimensión social del ser humano no puede –no debe– ser eliminada. La economía no puede ser un objetivo último sino un medio.
Usted critica la centralidad de la noción de éxito económico en la concepción que definió como “ultraindividualista”. Si el éxito fuera un valor a tener a en cuenta, cosa que sería discutible, ¿cuál sería su concepción de éxito?
–Tampoco yo me guío por el éxito como fin de la vida. Pero si, como ser humano, al final de mi vida me preguntaran qué es el éxito, respondería que es haber vivido una vida en la que viví, amé y respeté y fui respetado por los otros a los que amé y respeté. Disculpe que use tanto la palabra “vida” o el verbo “vivir”, pero prefiero no buscar ni sinónimos ni otras formas de decirlo. El éxito de una vida entera, de una vida completa, es el éxito en las relaciones humanas. Una vida sin amor habrá sido desastrosa.

Leí que usted critica también las vidas basadas sólo en el intelecto. En idioma argentino hablaríamos de una vida sin poner el cuerpo.
–Claro. Y lo mismo sucede con una vida encaminada sólo al éxito económico como fin último. Aunque suene redundante, sería una vida que excluye la vida humana.

Le impresiona el Tea Party.
–Es que más allá de los fenómenos como el de Dinamarca o los Países Bajos, y en cierto modo Italia, la tradición europea es diferente. En Europa durante muchos años todos los gobiernos, de izquierda o de derecha, siguieron un modelo basado en el Estado de bienestar, el Welfare State. Se fundamenta en la solidaridad de toda la población, que se expresa, al final, en medidas adoptadas desde el Estado. Hablo, por ejemplo, de la progresividad de los impuestos. Si se gana más, se paga más. La redistribución de ingresos es el principio constitutivo del Estado. La tradición que aparece con el Tea Party se alimenta, en el origen, de la conquista de un espacio vital. Un híbrido que combina la ideología del sheriff y el espacio del predicador.

¿Qué aporta el predicador?
–La certidumbre de que si yo sigo buscando mi espacio vital y el éxito con un resultado económico como fin último, tengo razón porque Dios me lo dijo.

Estoy predestinado como individuo.
–Sí. Por eso hay un carácter religioso de tipo fundamentalista muy importante. Fíjese que en esa búsqueda...

La búsqueda parece una batalla.
–Así es. Y en esa batalla reaparecen incluso temas del pasado reciente. Obama hasta es acusado de instaurar el Gulag. Sería, para ellos, un comunista.

Pero Obama no es ni siquiera un radical, un hombre de izquierda en términos norteamericanos.
–No, claro, es un político del mainstream, también en el vocabulario norteamericano. Un político normal que está dentro del sistema político. Pero pasa a ser un comunista, en la crítica del Tea Party, porque parece que quisiera regular la vida de los individuos. Tenga en cuenta que cuando el Tea Party y los legisladores que reciben su influencia critican la cobertura médica obligatoria votada por impulso de Obama este año, acusan al presidente norteamericano de meterse en cada vida. El razonamiento es así: “Si yo trabajé y con mi esfuerzo logré un buen seguro y una buena cobertura médica, lo cual me permitirá una buena jubilación privada, ¿por qué debo trabajar para los que no trabajaron y entonces no alcanzaron mi éxito?”. Falta la solidaridad elemental, y eso me parece deplorable.

“Deplorable” es una palabra fuerte.
–Por supuesto. Esa forma de pensar procede, antropológicamente, de una ignorancia de la necesidad del otro. Y lo paradójico es que también tiene escasas posibilidades de generar las condiciones para el éxito económico individual de la clase media. Le voy a explicar mi lógica de razonamiento, para que no quede como un simple slogan. La sociedad queda desequilibrada. Si queda desequilibrada, pierde la fuerza para combatir la extensión de la droga o el desempleo. Para solucionar temas de esa magnitud es necesario contar con toda la población. No alcanza sólo con una parte. Como ve, el Tea Party tiene raíces en una ideología vigente en sectores de los Estados Unidos desde hace mucho tiempo, pero sus efectos son concretos hoy. La lectura es que Obama y su proyecto chocaron con el poder económico.

Y ese poder lo venció en estas elecciones de mitad de mandato.
–Las conclusiones son impactantes. El hombre más poderoso del planeta, que es el presidente de los Estados Unidos, es impotente contra los intereses del gran capital. El mensaje es que las instituciones no permiten ni siquiera que un presidente legítimamente electo despliegue otra política distinta, aunque sea levemente distinta, de la que ellos defienden. La reciente decisión de la Corte Suprema que permite a las empresas hacer contribuciones a la campaña electoral representa un freno a los políticos democráticos. En ese ambiente ultraliberal la democracia corre peligro.

¿Tanto?
–Efectivamente. El pueblo se expresa a través de las elecciones. En 2008 se expresó votando a Obama. Pero en la práctica el pueblo no puede gobernar porque no se lo permiten los individuos más poderosos. Si eso fuese verdad, si esa tendencia se profundizara, estaremos asistiendo a una mutación radical. Tan radical como la Revolución Francesa, que en 1789 pasó de una monarquía hereditaria a una asamblea elegida por los ciudadanos. Los que respetamos la integridad del individuo –y no hablo ahora, como usted advertirá, del ultraindividualismo– debemos preocuparnos cuando el dominio de unos pocos políticos poderosos reemplaza la voluntad de los individuos.

¿Cómo la reemplazan?
–Usan, entre otras, dos herramientas. El lobbying y el control de los medios de comunicación. Un ejemplo casi caricaturesco es Italia, donde Berlusconi personalmente es dueño de la mayor cadena de televisión privada y, como presidente del consejo de ministros, controla a las demás señales. Al mismo tiempo despliega un ultraliberalismo combinando el uso de los medios de comunicación más poderosos con presiones sobre la Justicia. Por eso es esencial mantener el pluralismo en la prensa. Hay que evitar que sea controlada por un pequeño grupo de individuos. De oligarcas, como se dice en Rusia. En Francia, Sarkozy se ocupó personalmente de que el aporte de capitales que necesitaba el diario Le Monde no pudiera resolverse con empresarios que no le resultaban simpáticos. En los Estados Unidos, muchas emisoras de radio y canales de televisión como Fox machacan y machacan con un mensaje populista.

¿Populista?
–Sí, ya sé lo que me va a decir. Sé que la palabra “populista” tiene una acepción diferente en la Argentina. Me refiero, por ejemplo, a los mensajes del líder de la extrema derecha francesa Jean Marie Le Pen. ¿En qué consiste su populismo? En que encuentra fórmulas tan falsas como eficaces de llegar al pueblo. Dice: “En Francia hay tres millones de desocupados y tres millones de inmigrantes. Yo les voy a decir cómo se resuelve el problema: echando a los inmigrantes”. Así actúa el populismo ultraconservador. Si Obama aumenta los impuestos para los sectores más poderosos, dirá que el aumento de impuestos afecta a la clase media y lo repetirá hasta el cansancio.

Pero no es sólo cuestión de propaganda, ¿no? O, en todo caso, esa propaganda simplificadora se asienta en el miedo provocado por la desocupación y la crisis, o por la falta de políticas más decididas, al estilo de Franklin Delano Roosevelt en 1933.
–Y además la población no está bien informada y no suele entrar en razonamientos teóricos complejos. La experiencia cotidiana de Francia es que aumentan los precios y que al mismo tiempo el jefe del Gobierno habla bien. Y un señor Le Pen dice: “Los gitanos se quedaron con tu plata”. Recordemos que en 1933 Adolf Hitler fue elegido por sufragio universal. El populismo tal como se lo describo apela a un razonamiento simplificado, rápido, comprensible para todos. Y digo esto no como ángel. No somos un mundo habitado por ángeles. Tampoco por demonios, claro. Me incluyo. O sea, gente que está informada y lee los diarios o hasta los escribe. Lo incluyo a usted, si me permite.

Por supuesto. Cualquier explicación basada en la lógica ángel-demonio es de fanáticos. Profesor, como periodista y como lector siempre me llamó la atención una frase suya: que hacerse entender, para un intelectual, es un tema ético. Creo que la dijo ironizando sobre Jacques Lacan cuando daba conferencias. Pero más allá de Lacan, ¿por qué dijo “ético” y no “estético”?
–Porque la ética se funda en la relación con los demás seres humanos. Implica un respeto. Y entonces no se deben usar medios indignos. La seducción está muy bien y se justifica cuando se busca despertar la simpatía de un individuo. Hay que mostrarse elocuente, simpático, apelar a todos los fuegos artificiales de los que uno disponga. Eso vale para un hombre, para una mujer, para cualquiera. Pero en el espacio público considero que practicar la demagogia populista en una suerte de discurso oscuro con apariencias de profundidad transgrede un contrato.

¿Qué contrato?
–El que se establece entre interlocutores, entre personas. Por eso es un contrato ético.