20 de octubre de 2010

UGT Y CCOO NO TIENEN INTENCIÓN DE CONVOCAR NUEVAS MOVILIZACIONES

Nada que ver con la situación de Francia. Los dos sindicatos mayoritarios no van a llamar a nuevas movilizaciones contra el ejecutivo de Zapatero.
José Murillo | Diagonal | 19-10-2010



Nada que ver con la situación de Francia. Los dos sindicatos mayoritarios no van a llamar a nuevas movilizaciones contra el ejecutivo de Zapatero, pese a que el presidente del Gobierno ha anunciado que la reforma laboral sigue para adelante pese a la Huelga General del pasado 29 de Septiembre.
El Gobierno no cede, CC OO y UGT esperan
Todo sigue su curso a pesar de la movilización de millones de personas el día 29 de septiembre. El Gobierno mantiene la política que la provocó y el paro sigue engordando las estadísticas.
La convocatoria de huelga general no ha variado las intenciones del Ejecutivo en su política de recortes sociales mientras el FMI y el Banco de España le piden ya un “plan B” para ajustar la economía española a las exigencias de los mercados. Por otra parte, en septiembre, el número de desempleados en España aumentó hasta los 4.017.763 y la dualidad en la contratación está lejos de terminar: El 91,2% de los contratos firmados ese mes fueron temporales.
Las organizaciones sindicales, que denuncian que las cifras confirman “el giro antisocial del Gobierno”, se encuentran en una encrucijada. El 29-S ha superado sus expectativas pero no ha disuadido al Ejecutivo de llevar adelante sus reformas, por lo que retomar ahora el diálogo social sin combinarlo con nuevas protestas sentaría un precedente que pondría en riesgo posteriores convocatorias.
El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, indica que no se abrirá una negociación con el Gobierno “si no hay un proceso de rectificación previo” ya que los efectos perniciosos de la reforma laboral, sumados a la política económica y a la reforma de las pensiones proyectada por Moncloa, no van a mejorar la situación de los trabajadores sino a “derribar las bases del Estado de Bienestar”, según UGT.
No obstante, las centrales mayoritarias, UGT y CCOO, han especificado que, de momento, no se llamará de nuevo a los trabajadores a la huelga. Las modificaciones en los cómputos y la edad de jubilación –el Pacto de Toledo se ha reunido durante la primera quincena de octubre–, o las formas de contratación son sólo algunos de los escollos que separan a los sindicatos y al Gobierno, que pide un esfuerzo de moderación salarial y anuncia la supresión de 30.000 puestos de empleo público hasta 2013 vía Presupuestos Generales del Estado.
El conflicto “sigue abierto”, advierten los sindicatos, y el acuerdo parece difícil dado que el Ejecutivo está dispuesto a todo con tal de reducir el déficit a la medida de los mercados. Para lograr ese objetivo, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha insistido en la necesidad de eliminar las cláusulas de revisión salarial de los contratos entre otras medidas. Una decisión que golpearía a los más débiles según los sindicatos, pero que al Secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, le parece “conveniente” a pesar del fuerte impacto social.

Fernando Lezcano (Secretario Confederal de Comunicación de CC.OO): Nuevas convocatorias de huelga general "devaluarían" la del 29-S.
(Agencias)
El secretario confederal de Comunicación de CC.OO., Fernando Lezcano, ha avanzado que los sindicatos estudian la convocatoria de nuevas movilizaciones a mediados de diciembre, aunque "no en forma de huelga general".
Así lo ha indicado en rueda de prensa para presentar el informe que el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, ha trasladado hoy para su debate y aprobación al Consejo Confederal del sindicato, y que sienta las bases de la estrategia sindical tras la huelga del 29 de septiembre.
Por el momento, el máximo órgano entre congresos de CC.OO. no ha determinado cuál sería la naturaleza de estas manifestaciones que, en cualquier caso, deberá ser consensuada con UGT, según Lezcano. La única pista aportada por el portavoz es que no se descarta acompañarlas de "conflictos puntuales" orientados a desatascar la negociación colectiva en las empresas.
Lo que está claro es que CC.OO. y UGT descartan seguir los pasos del movimiento sindical francés y no prevén convocar sucesivas huelgas generales que, en primer lugar, "devaluarían" la del 29-S, según Lazcano.

NO HAY COMPARACIÓN POSIBLE CON FRANCIA.
A su juicio, las protestas deben estar "acompasadas" a la coyuntura y la realidad de los países, por lo que "un intento de trasladar miméticamente" la estrategia francesa a España "estaría condenado al fracaso".
La realidad es muy distinta para CC.OO., empezando porque la izquierda política en Francia se opone a las medidas de su Gobierno, mientras que en España es la que las promueve. "Eso modifica de forma significativa el cuadro", ha apostillado Lezcano.
Por ello, el portavoz sindical ha explicado que UGT y CC.OO. están buscando ayuda fuera, en la Confederación Europea de Sindicatos (CES), para coordinar una iniciativa europea que respalde sus maniobras en España con movilizaciones unitarias.
Para cerrar este capítulo, Lezcano ha argumentado además que las huelgas en Francia se concentran básicamente en el sector privado y tienen horarios tasados para facilitar la participación ciudadana, entre otros muchos elementos de diferenciación.

LA HUELGA GENERAL SIEMPRE ESTÁ AHÍ.
"Lo que parece procedente ahora es expresar la tensión de las movilizaciones con otro tipo de acción (diferente a la huelga general)", ha vuelto a recalcar.
Sin embargo, en línea con el discurso habitual de los sindicatos, el portavoz de CC.OO. ha recordado que la respuesta sindical siempre estará a la altura de la "agresión" que sufran los derechos de los trabajadores, por lo que "nadie está en condiciones de negar que pueda haber una nueva convocatoria de huelga general".
"El conflicto permanecerá abierto hasta que haya un cambio significativo" o "síntomas evidentes de cambio" en las políticas económicas del Gobierno, y, especialmente, en la reforma laboral, ha apostillado el portavoz de CC.OO.

DEL "ASÍ, NO" AL "ASÍ, SÍ".
Al margen de las movilizaciones, la estrategia de los sindicatos a partir de ahora pasa también por retomar la campaña de información en los centros de trabajo e ir aún más lejos, con una estrategia para dar a conocer sus alternativas a las políticas del Gobierno para salir de la crisis y encauzar el cambio de modelo productivo.
"La idea fuerte es pasar del 'Así, no' (lema de la huelga general) al 'Así, sí'", ha ilustrado Lezcano. Para ello, los sindicatos podrán 'negro sobre blanco' una iniciativa legislativa popular que vaya "al centro de la reforma laboral", a la contratación y el despido.
Esta iniciativa tiene una gran "complejidad", en palabras del portavoz, puesto que requiere una redacción detallada, su paso por la Junta Electoral Central y seis meses posteriores para reunir como mínimo 500.000 firmas.
Además, los sindicatos prevén plantear una revisión de las políticas activas de reinserción para contrarrestar el fin de las ayudas de 426 euros a los parados sin ingresos ni subsidios a partir de febrero.
Para reactivar la economía, las centrales instarán a "modificar" los plazos que sostiene la UE para reducir el déficit público de los países y, al mismo tiempo, pedirán la recuperación de estímulos públicos de la mano de una mayor lucha contra el fraude fiscal que libere recursos necesarios para invertir en investigación y formación, y ponga así los pilares del nuevo modelo económico.

VEN IMPOSIBLE AMPLIAR LA EDAD DE JUBILACIÓN.
Por otro lado, Lezcano se refirió a la reforma de las pensiones, y pidió que se deje trabajar al Pacto de Toledo, convencido de que "es imposible" que finalmente se apruebe la ampliación de la edad de jubilación de los 65 a los 67 días, a menos que los grupos parlamentarios sufran una "metamorfosis" y voten a favor de lo que hasta la fecha han rechazado "de plano".
Por último, desde CC.OO. se ha puesto de manifiesto que su estrategia a partir de ahora también pasará por reimpulsar el acuerdo vigente de negociación colectiva, que está "perdiendo fuelle".
"Ya nos hemos dirigido a la CEOE y también al Gobierno" para reformar la negociación colectiva, ha añadido, antes de asegurar que los sindicatos "forzarán el acelerador" para alcanzar un acuerdo antes de los seis meses previstos, independientemente del momento que vive la CEOE, para evitar que la patronal agote deliberadamente los plazos a la espera de que el Gobierno tome una decisión



17 de octubre de 2010

RESIGNARSE O LEVANTARSE

Por Miguel Riera. El viejo topo

Subrayemos algo obvio: el cambio de política del gobierno del PSOE, adornado frecuentemente con afirmaciones peregrinas del presidente, evidencia la derrota en toda regla de cualquier intento reformista del sistema que vaya más allá de garantizar la solidez bancaria y la burbujeante hegemonía de los “mercados”. No negaré que, tiempo atrás, algunas decisiones de Zapatero hacían creer que en él todavía coleaba algo, aunque fuera poco, del alma socialdemócrata que antaño impregnó a su partido. Pero a la hora de la verdad, humo y pajas.
No hay nada que hacer. Sólo queda resignarse o levantarse.
Se ha dicho hasta la saciedad que afrontamos una crisis global formada por la suma de diversas crisis: ambiental, económica, alimentaria, energética… Hasta el más ciego advertiría que el sistema no da más de sí, que las desigualdades aumentan de forma imparable, que el planeta se agota, que (y especialmente en España) los jóvenes tienen ante sí no ya un futuro negro, sino la negación misma de un futuro. Pero los gobiernos parecen incapaces de tomar medidas que incomoden a las transnacionales, a los capitales especulativos o al lobby político-empresarial-mediático que lo controla todo. Nos enfrentamos, pues, como dice Juan Ramón Capella unas páginas más adelante, a un déspota global  que actúa implacablemente mediante tentáculos locales, y que no va a ceder un ápice en su política de trasladar rentas de los de abajo a los de arriba, del sur al norte, de oriente a occidente. Su voracidad no tiene límites.
Lo diré otra vez: sólo queda resignarse o levantarse.
Ahora le llega el turno al recurrente tema de las pensiones. Desde hace décadas se nos viene anunciando que el sistema quebrará a diez años vista. Las décadas transcurren, y el sistema de pensiones sigue gozando de buena salud. Pero, ¡ah! ya veréis dentro de diez años...
En Francia, tres cuartos de lo mismo (un momento: allí se están jubilando a los 60, y van a pasar a los 62; aquí estamos en 65, y quieren llevarla hasta los 67. ¡Cinco años de diferencia con Francia! ¿No estábamos convergiendo con Europa?). Uno no puede evitar tener la sensación de que le están tomando el pelo.
Lo diré de nuevo: sólo queda resignarse o levantarse.
Resignarse es lo que ha hecho la humanidad durante siglos, en largos periodos interrumpidos por breves periodos de alzamiento que nos han traído hasta donde estamos. Es cómodo resignarse, aunque cobarde. Sólo hay que bajar la cabeza, pensar que no hay otra salida posible, y tratar, en el peor de los casos, de situarse en lo personal al margen de riesgos innecesarios (me lo repetía mi madre, recordando su estancia en los campos de concentración franceses: no te signifiques, no protestes). En el mejor de los casos, medrar tras aceptar las reglas del juego, unirse al coro de los que alaban al sistema y a sus corifeos. Entre lo mejor y lo peor, una gama de grises inocuos.
Levantarse es más difícil.
Pero es necesario para enmendar un rumbo que nos conduce directamente al precipicio.
Empecemos por gritar. Lo han hecho los mineros castellanos y los huelguistas del 29. Pero hace falta un grito sostenido. Lo demás vendrá rodado.
Miguel Riera
El Viejo Topo / 273 octubre 2010 / 5

15 de octubre de 2010

LAS CACEROLADAS CONTRA BANCOS Y POLÍTICOS RESUENAN EN ISLANDIA

LOS ISLANDESES SALEN A LA CALLE CONTRA LA CRISIS ARMADOS DE HUEVOS, LECHUGAS Y CACEROLAS

ALBERTO Arce / Reykjavik (Islandia)
La crisis ha sacado a los islandeses a la calle para practicar el cacerolazo contra los bancos. Lanzan lechugas a los políticos y depositan las llaves de los coches ya embargados en las puertas del parlamento.

Periódico Diagonal
Viernes 15 de octubre de 2010.  Número 135



La cacerola también ha llegado a Islandia. Cocinada a golpes de un descontento popular, con pocas especias, sin banderas ni partidos, la protesta que quita el hambre pero no alimenta. Se sostiene sobre el fuego lento del desempleo y la ejecución hipotecaria. Si el cacerolazo argentino se gestaba cantando, los islandeses han elegido aullar desde las cocinas de las casas que pierden. Los huevos, lechugas y barras de pan que los políticos esquivan, protegidos tras carreras y paraguas, en su ceremonial camino desde el Parlamento a la catedral de Reykjavik aceleran el vaciado de las despensas. Como si los ciudadanos tuvieran prisa por llegar al límite de sus posibilidades para forzar un cambio en la situación.
Es 1 de octubre, día en el que se abre el periodo de sesiones del año político en el Parlamento, y se impone un “que se vayan todos” rudo y tormentoso. Del Atlántico norte. Sin tambores ni cantos. Aquí, quedarse en la calle significa mucho frío. Varias personas dejan las llaves de sus coches a las puertas del Parlamento, un lugar cada vez más sucio y pegajoso. Entre restos de vegetales, las llaves de decenas de coches que ya nadie puede pagar. “Que se las queden. ¿Sabes que cada día alguien quema su casa para que el banco no se la quede?”.
Un hombre insulta, solo, blandiendo su cartel en una esquina de la plaza, agotando su catálogo de expresiones respecto a la evacuación de excrementos. Su discurso colabora a comprender el enfado que transmite: “Un 9% de desempleo es inasumible para el que fuera uno de los países con mayor nivel de vida del mundo hace cuatro años”, resume.





Miles de casas embargadas
Hay 46.000 familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes, y 13.000 casas embargadas por los bancos. Le gustan las cifras. “Islandia tiene sólo 305.000 habitantes”. Completa su lección de economía en crisis con la cifra de la emigración. 6.090 islandeses han emigrado por motivos económicos desde el estallido de la crisis en enero de 2009. “Por primera vez en décadas, la gente que se va supera a la que llega”.
La policía no puede contener a los manifestantes. Porra al hombro, sprays de mostaza en la mano, se ven claramente superados. Las vallas no han servido para nada. No obstante, nadie tiene intención de provocar disturbios. Tan sólo quieren estar lo más cerca posible de los diputados y ministros para acertar con sus proyectiles vegetales. Un albañil de dos metros y más de cien kilos, casco y herramientas al cinto, se pasea entre la gente con un gorro de lana en las manos. Recoge monedas. ¿Es para financiar la protesta? “No, es para pagar la hipoteca de mi casa”. Un pescador se manifiesta con un desatascador de cañerías en cada mano. “Nuestros políticos son como los desperdicios que circulan por los desagües. No nos los merecemos.
Les preocupan mucho más sus reuniones con el Fondo Monetario Internacional que los trabajadores locales. Han abandonado al país. No nos representan. Tienen que dimitir todos”. Está más triste que enfadado. “Lo he perdido todo. Una vida de trabajo para conseguir una casa y una familia y con 54 años lo he perdido todo. No tengo casa ni familia. Por su culpa. Lo único que he hecho en toda mi vida ha sido trabajar”.
A su lado, un joven disfrazado de caballero inglés de principios del siglo pasado se manifiesta en silencio mientras muestra una copia de V de Vendetta orientada hacia el Parlamento. No tiene más que decir. Cambia de opinión. Se da media vuelta, se baja los pantalones y muestra el trasero. Varias personas más le imitan. Islandia es el único lugar del mundo donde se va a procesar al Primer Ministro por su responsabilidad en la crisis. ¿No les parece suficiente? “No. Las familias políticas comenzaron a tejer su tela de araña en 1944 cuando se proclamó la República y de tanto repartirse el poder y los cargos, la han endurecido tanto que ahora es imposible de romper. Tratan de utilizar como cabeza de turco a una persona para que cargue el sólo con las culpas de todos”.
Dos de los jóvenes que se han acercado a la protesta bien pertrechados con docenas de huevos tienen ganas de hablar. “Nosotros también somos culpables por endeudarnos en moneda extranjera sin ser conscientes de que nuestros bancos no tenían capacidad suficiente para soportar la situación”. Y siguen: “Ni el Gobierno ni los bancos realizaron ninguna previsión, no les importaba nada más que la cuenta de resultados a corto plazo y nos dejamos engañar. ¿Tú sabes lo que pasó en Argentina hace muchos años? Pues aquí ha sucedido algo parecido. Se infla el crédito artificialmente, unos pocos hacen mucho dinero y muchos se joden la vida para siempre”.
¿Cuántos años tienes? “23”. ¿Vas a irte del país? “No. De ninguna manera. Este es mi país”. ¿Por qué estás aquí? “Porque miro a mi alrededor y mis amigos, mi familia, lo han perdido todo. Todo. Yo estoy aquí para demostrar que si nos lo quitan todo, podemos empezar de cero otra vez. Miro a mi alrededor y no soporto lo que veo. Es injusto. "Salvan a los bancos y dejan que la gente se hunda”. La mujer que recoge las llaves de los coches se esfuerza para conseguir que el montón permanezca ordenado. Llama a los fotógrafos para que capturen la escena. Una y otra vez. Dejan de hacerle caso. Está bebida. Excesivamente maquillada, con una lata de cerveza en la mano a estas horas, apenas rebasado el mediodía, grita en medio de la multitud y nadie hace caso.
Desde dentro del edificio, un par de diputadas, inmunes a los insultos y los aullidos, protegidas tras los cristales, sacan fotos de la mujer que recoge llaves de coches embargados para entregárselas a la clase política. Nadie las aceptará, nadie se sentará a escucharla. A fin de cuentas, es sólo una borracha que grita.


CRISIS SIN SOLUCIÓN A LA VISTA

En 2006, Islandia disponía de mayor renta per cápita que Estados Unidos o Reino Unido. En 2007, Naciones Unidas la declaraba “mejor país del mundo para vivir”. Un jueves de octubre de 2008, Reykjavik vivía escenas como las que se vivieron en Argentina en el año 2001, con los ciudadanos haciendo colas ante los bancos para retirar sus ahorros ante el riesgo de que su dinero se volatilizase.
Un tipo de cambio inflado ante el que casi nadie se preocupó porque permitía disfrutar del apasionante mundo de las compras a crédito y el “deme dos” unido a un Banco Central sin capacidad de emitir moneda fiable, llevó a la devaluación de la corona y el desplome de la economía, endeudada en moneda extranjera. A finales de 2010 el país se encuentra sumido en una crisis sin solución a corto plazo.

LA CRISIS Y EL FINAL DE BRETTON WOODS II

Es la terminación del sistema de Bretton Woods II. No será un final tranquilo. Y sí, 2011 puede muy bien ser el peor año de la crisis.


Alejandro Nadal | La Jornada


La asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó con la persistencia de desacuerdos básicos, que son un mal presagio. Ninguna de las dificultades fundamentales de la economía mundial pudo resolverse en estos días. La guerra de las divisas está a la vuelta de la esquina y los peores días de la crisis podrían estar de regreso en unos meses. Hasta se dice que 2008 podría ser un día de campo, comparado con lo que viene en 2011.
En Washington nadie esperaba milagros. Después de todo, el FMI perdió la brújula desde el 15 de agosto de 1971. Ese día Nixon ordenó cerrar la ventanilla de compra-venta de oro y terminó el mundo de los tipos de cambio fijos para el que fue creado el FMI en la conferencia de Bretton Woods en 1944. Al cabo de unos años, el Fondo redefinió su misión como promotor de la liberalización financiera a escala global. Y en este nuevo papel pudo presidir sobre una larga lista de crisis financieras, cada vez más frecuentes y profundas. Como se sabe, en numerosos casos la medicina recetada por el FMI resultó peor que la enfermedad.
Poco a poco se fue consolidando un sistema que recibió en los años noventa el nombre de Bretton Woods II. Al igual que antes, el dólar seguía siendo el referente monetario en la economía mundial, pero en el nuevo esquema, Estados Unidos mantenía una posición de consumidor en última instancia y era subsidiado por China y los países exportadores de petróleo interesados en mantener su propio tren de exportaciones. Mientras hubo crecimiento, las cosas marcharon más o menos de manera estable. Claro, los gigantescos desequilibrios se fueron acumulando y adoptaron la forma de un astronómico déficit en las cuentas externas de Estados Unidos y su dual, las gigantescas reservas del banco central en China.
Este esquema podía durar mientras las tasas de crecimiento hicieran pensar a todos que el porvenir era brillante y siempre lo sería. Pero ese tipo de expectativas terminan por ser desmentidas por la dura realidad. Siempre se supo que Bretton Woods II era un sistema insostenible y que terminaría por reventar. Pero mientras dura el carnaval, nadie se preocupa por la cruda del día siguiente.
Al estallar la crisis, el conocido dilema de Triffin se manifestó con una claridad deslumbrante. El desplome en la demanda efectiva en Estados Unidos dejó un vacío que había que llenar. El caos en el sector financiero imposibilitó a los bancos estadunidenses fungir como intermediarios entre el ahorro y el consumo, y el gobierno tuvo que entrar al quite con sus estímulos fiscales y rescates de las hipotecarias semioficiales.
Pero el estímulo fiscal y la inyección de la Reserva Federal de más de un billón (castellano) de dólares para adquirir bonos del Tesoro terminaron por sacudir al mundo entero. Para colmo, aunque el estímulo fiscal permitió una especie de recuperación, resultó insuficiente. En lugar de mantenerlo y aumentar su volumen, la clase política estadunidense dejará que expire este otoño. La política monetaria, en su esquema de flexibilización cuantitativa, seguirá inyectando liquidez a un sistema que permanece estancado y con altas tasas de desempleo. Encima de todo, la pérdida de valor del dólar no fue suficiente para corregir el déficit comercial.
Hoy las principales economías del mundo están a punto de sufrir una recaída de proporciones alarmantes. En Estados Unidos el sistema bancario no acaba de digerir el desastre del sector hipotecario. El incremento en los costos de operación de los bancos debido a la ejecución de hipotecas vencidas es la peor amenaza del sector bancario. Esta es la cicatriz que dejarán las hipotecas subprime en los estados financieros de los bancos. Lo importante es que para un banco con problemas en la línea de flotación, el incremento en los gastos de operación puede ser el tiro de gracia.
Europa está amenazada por el regreso a la austeridad fiscal de su absurdo Tratado de Maastricht y Japón porque, en el fondo, nunca superó la crisis de los años noventa. La recesión en forma de W para la economía global es casi inevitable. Para las llamadas economías emergentes el problema se agrava porque sus exportaciones se verán afectadas.
Los desequilibrios acumulados en los últimos 20 años tocan a la puerta hoy para reclamar atención. A China se le exige disciplina cambiaria y mayor énfasis en la demanda interna. Pero la percepción en Pekín es que el gigante asiático no puede darse el lujo de perder competitividad en los mercados internacionales. Eso sucedería si aumentan sus costos laborales y se permite la apreciación del renminbi. Por eso China reclama a su vez disciplina monetaria al país que emite los papelitos verdes, que otrora fueron la piedra de toque del sistema monetario internacional.
Es la terminación del sistema de Bretton Woods II. No será un final tranquilo. Y sí, 2011 puede muy bien ser el peor año de la crisis.


Tomado de: www.kaosenlared.net/noticia/crisis-fin-de-bretton-woods-ii

PARA CARGAR UN RATITO LAS PILAS






































14 de octubre de 2010

HUELGAS CONTRA UN GOLPE DE ESTADO FINANCIERO EN TRANCE DE OBLIGAR A EUROPA SUICIDIO ECONÓMICO, DEMOGRÁFICO Y FISCAL

Michael Hudson



NOTA DEL AUTOR DEL BLOG: Aunque los acontecimientos que narra el autor del presente artículo Michael Hudson aluden a fechas ya pasadas, pero recientes, reproducimos su artículo por su alto nivel de interés analítico. Espero que lo disfruten como yo mismo lo he hecho.


“La Comisión Europea está utilizando la crisis bancaria hipotecaria –y la innecesaria prohibición de que  los bancos centrales financien los déficits públicos—como una oportunidad para penalizar, y aun llevar a la quiebra, a los gobiernos, si éstos se niegan a hacer retroceder los salarios. (…) los planificadores neoliberales han venido expresando la esperanza de que unos salarios más bajos en el sector público traigan consigo unos salarios más bajos en el sector privado. El objetivo es hacer retroceder los salarios un 30% o más, a niveles de depresión, pretendiendo que eso ‘dejará más excedente’ disponible para pagar el servicio de la deuda. No habrá tal, huelga decirlo. Se trata simplemente de un malévolo proyecto para revertir la era de reformas democrático-sociales que conoció Europa en el siglo pasado. Europa, tal es el designio, ha de ser convertida en una república bananera por la vía de gravar fiscalmente al trabajo, no a
las finanzas, ni a las aseguradoras, ni al sector inmobiliario. Y los gobiernos tienen que imponer una carga fiscal más pesada al empleo y al comercio, al tiempo que recortan las pensiones y otros gastos públicos. Este es el mensaje de la Comisión Europea a los distintos gobiernos de la UE: “O te unes a la lucha contra el mundo del trabajo, o te destruiremos”. Eso precisa de una dictadura, y el Banco Central Europeo (BCE) se ha arrogado ese poder, arrebatándoselo a los gobiernos electos.”

El grueso de la prensa ha descrito las manifestaciones y las huelgas obreras europeas del miércoles del pasado 29 de septiembre en términos de una acción común y corriente, con trabajadores del transporte provocando la irritación de los pasajeros con interrupciones y ralentización de servicios, así como con muchedumbres prendiendo fuegos a modo de desahogo. Pero la cosa es mucho más profunda que una mera reacción al desempleo y la recesión económica. Pues lo que anda en juego son propuestas para alterar drásticamente las
leyes y la estructura de funcionamiento de la sociedad europea para la próxima generación. Si triunfan los fuerzas hostiles al mundo del trabajo, quebrarán el espinazo de Europa, destruirán el mercado interno y convertirán al continente en un remanso de agua embalsada. Así de graves son las consecuencias del golpe de Estado financiero. Y mucho más grave serán, y a no tardar. Como ha dejado dicho John Monks, el jefe de la Confederación Sindical Europea: “Esto es sólo el comienzo de la lucha, no su final”.
España ha recibido la mayor atención, gracias a su Huelga General de diez millones de personas (la mitad del total de su fuerza de trabajo). Con esa Huelga, la primera desde 2002, la fuerza de trabajo española protestaba contra la política de su gobierno socialista, consistente en servirse de la crisis bancaria (generada por préstamos inmobiliarios de mala calidad y por la morosidad, no por unos costes laborales altos) como ocasión para cambiar las leyes y permitir que las empresas privadas y los entes públicos puedan despedir de barato y más discrecionalmente a los trabajadores, así como reducir las pensiones y el gasto social a fin de pagar más a los bancos. Portugal está haciendo lo mismo, y todo indica que Irlanda seguirá idéntico camino: y todo eso, en países cuyos bancos han sido prestamistas superlativamente irresponsables. Los banqueros exigen que se reconstruyan sus reservas de préstamo a costa de los trabajadores, al modo como lo está haciendo aquí el programa aplicado por el presidente Obama, pero sin las pretensiones santurronas de éste.

El plan más hostil a los trabajadores desde los años 30

El problema afecta a toda Europa, y ha tenido efectivamente su centro en la capital de la Unión Europea, Bruselas, a donde entre 50 mil y 100 mil trabajadores acudieron para protestar contra la propuesta de alterar las reglas sociales. Sin embargo, ese mismo día, la Comisión Europea se libró al diseño de una guerra en toda línea contra el mundo del trabajo. Se trata del plan de campaña más hostil a los trabajadores desde los años 30, aún más extremo que los Planes de Austeridad impuestos en el pasado al Tercer Mundo por el FMI y el Banco Mundial.
La Comisión Europea está utilizando la crisis bancaria hipotecaria –y la innecesaria prohibición de que los bancos centrales financien los déficits públicos— como una oportunidad para penalizar, y aun llevar a la quiebra, a los gobiernos, si éstos se niegan a hacer retroceder los salarios. Se pide a los gobiernos que tomen prestado a interés de los bancos, en vez de aumentar sus ingresos gravando fiscalmente a esos mismos bancos, según hacían hace medio
siglo, tras el final de la II Guerra Mundial. Unos gobiernos incapaces de recaudar fiscalmente dinero para pagar los intereses están inevitablemente obligados a cerrar el grifo de sus programas sociales. Y si eso trae consigo el encogimiento de la economía –y por lo tanto, el de los ingresos fiscales del estado—, tanto más tendrá que seguir reduciéndose el gasto social público.
Desde Bruselas hasta Letonia, los planificadores neoliberales han venido expresando la esperanza de que unos salarios más bajos en el sector público traigan consigo unos salarios más bajos en el sector privado. El objetivo es hace retroceder los salarios un 30% o más, a niveles de depresión, pretendiendo que eso “dejará más excedente” disponible para pagar el servicio de la deuda. No habrá tal, huelga decirlo. Se trata simplemente de un malévolo proyecto para revertir la era de reformas democrático-sociales que conoció Europa en el siglo pasado. Europa, tal es el designio, ha de ser convertida en una república bananera por la vía de gravar fiscalmente al trabajo, no a las finanzas, ni a las aseguradoras, ni al sector inmobiliario. Y los gobiernos tienen que imponer una carga fiscal más pesada al empleo y al comercio, al tiempo que recortan las pensiones y otros gastos públicos.
Este es el mensaje de la Comisión Europea a los distintos gobiernos de la UE: “O te unes a la lucha contra el mundo del trabajo, o te destruiremos”. Eso precisa de una dictadura, y el Banco Central Europeo (BCE) se ha arrogado ese poder, arrebatándoselo a los gobiernos electos. Su “independencia” respecto del control político se celebra como “hito de la democracia” por la nueva oligarquía financiera de nuestros días. Tal neolengua mendaz trae al recuerdo la idea de Platón, según la cual la oligarquía es simplemente la etapa política que viene a suceder a la democracia. El próximo paso de la nueva elite en el poder en ese eterno triángulo político es hacerse a sí propia hereditaria –para principiantes: abolir los impuestos a los bienes raíces—, y convertirse en aristocracia.
Y, en efecto, se trata de un juego viejísimo. Llegó la hora, o tal parece, de dejar de lado a Adam Smith, a John Stuart Mill y a los teóricos de la Era Progresista, por no hablar de Marx y de Keynes. Europa va camino de meterse en una era de dominación neoliberal totalitaria. Contraeso se movilizaban las huelgas y las manifestaciones del pasado 29 de septiembre. La guerra de clases ha regresado a la vida económica europea. ¡Y con creces!

Un suicidio económico impulsado por la dictadura del BCE

Es un suicidio económico, pero lo cierto es que la UE está exigiendo a las gobiernos de la eurozona que mantengan sus déficits por debajo del 3% del PIB, y su deuda total, por debajo del 60%. El pasado 29 de septiembre la UE aprobó una ley para multar a los gobiernos con una suma equivalente al 0,2% de su PIB si no logran imponer este tipo de austeridad fiscal y “controlar” sus déficits presupuestarios. Las naciones que hagan empréstitos para financiar un gasto contracíclico de “estilo keynesiano” que eleve su deuda pública por encima del 60% del PIB tendrán que reducir el exceso en un 5% anual, o sufrir un duro castigo. La Comisión Europea penalizará a los Estados de la eurozona que no se plieguen a estas recomendaciones neoliberales, supuestamente con el objetivo de “corregir” los equilibrios presupuestarios.
La verdad es que toda “cura” neoliberal no hace sino empeorar las cosas. Pero, lejos de entender el incremento de los niveles salariales y de vida como una condición necesaria de la productividad del trabajo, la Comisión de la UE pretende “controlar” los costes laborales partiendo del dogma de que los aumentos salariales dañan, no benefician, la competitividad. Si los euromiembros no pueden devaluar su moneda, entonces, pretendidamente, no queda sino hostigar al mundo del trabajo; no gravar fiscalmente los bienes raíces, las finanzas u otros sectores rentistas; no regular los monopolios; no suministrar servicios públicos que puedan privatizarse (aun a costes muy superiores). Se pretende que la privatización no está condenada a dañar la competitividad; sólo los incrementos salariales, con independencia de cualquier consideración de productividad.
La privatización financiera y el monopolio de la creación de crédito que los gobiernos han consentido a los bancos se dispone ahora a pasar factura: el precio es la quiebra de Europa. A diferencia de lo que ocurre con cualquier otro banco central del mundo, la Carta del Banco Central Europeo –que está libre de cualquier control político democrático, pero no del control de aquellos de sus miembros que proceden de la banca comercial privada— prohíbe expresamente la financiación de la deuda pública. Los gobiernos se ven, así pues, forzados a
tomar prestado de los bancos privados, los cuales crean desde sus computadores una deuda reportadora de intereses que podría perfectamente crearse por la banca pública a coste cero.
Los miembros del Banco Central Europeo, a quienes nadie ha elegido para el cargo, han arrebatado a los gobiernos electos el poder de planificación. Obligado para con sus comitentes financieros, el Banco Central Europeo ha convencido a la Comisión Europea para que vaya en apoyo del verdadero asalto al poder acometido por la nueva oligarquía. Esa destructiva política ha sido experimentada sobre todo con los bálticos, usados a modo de conejillos de indias para comprobar hasta qué punto puede oprimirse al mundo del trabajo, antes de que comience a responder combativamente. Letonia dio rienda suelta a las políticas neoliberales imponiendo impuestos planos del 51% (y más) al trabajo y dejando prácticamente libres de presión fiscal a los bienes raíces. Los salarios del sector público han sido reducidos en un 30%, empujando ala emigración en tropel a población en edad de trabajar (entre 20 y 35 años). Eso, obviamente, ha llevado al desplome de los precios inmobiliarios y de la recaudación fiscal. La esperanza de vida de los varones se está acortando, aumentan las tasas de enfermedad y se contrae el mercado interno. Lo mismo que en el conjunto de la población europea; como en los años 30, cuando el “problema demográfico” no era otra cosa que un desplome de la fertilidad y de las tasas de natalidad (sobre todo en Francia). Eso es lo que ocurre en una depresión.

Experimentos neoliberales en Islandia, Grecia y Letonia

Vino, primero, el saqueo de Islandia por parte de los banqueros, pero la gran noticia fue Grecia. Cuando esta nación entró en su actual crisis fiscal, generada por la falta de presión fiscal sobre los ricos, los funcionarios de la Unión Europea le recomendaron que imitara a Letonia, que sigue siendo el emblema de referencia de la devastación neoliberal. La teoría básica es que, en la medida en que los miembros del euro no pueden devaluar su moneda, tienen que someterse a una “devaluación interna”: al drástico recorte de salarios, pensiones y gasto social. Así, a medida que Europa entra en recesión, sigue precisamente lo contrario de las políticas keynesianas. Reduce salarios, manifiestamente con vistas a “liberar” más ingreso con que pagar las deudas que los europeos han contraído para comprar sus hogares y sufragar la carrera universitaria de sus hijos (hasta ahora suministrada gratuitamente en muchos países, como en la Stockholm School of Economics de Letonia), el transporte y otros servicios públicos. Muchos de esos servicios han sido privatizados, lo que ha traído consigo el drástico incremento de su precio. Los privatizadores justifican eso apuntando a las enormes cargas financieras que tienen que pagar a banqueros y aseguradoras a fin de obtener el crédito necesario para comprar la infraestructura que les fue vendida por los gobiernos.
Así pues, Europa está en trance de cometer un suicidio económico, demográfico y fiscal. Tratar de “resolver” el problema al estilo neoliberal sólo empeora las cosas. Los trabajadores letones del sector público, por ejemplo, vieron reducidos sus salarios el año pasado en un 30%, y las autoridades del banco central letón me dijeron que tratan de forzar nuevos recortes, en la esperanza de que eso presionará también a la baja los salarios del sector privado. Lo mismo, como dicho, esperan los neoliberales que ocurra en otros países de Europa.
Cerca de 100.000 letones se reunieron en asambleas y manifestaciones de protesta sólo en la pequeña ciudad de Daugavilpils en el contexto de una “Jornada de crisis” convocada a escala nacional. En la capital de Letonia, Riga, el Día de Acción convocado para el miércoles 29 de septiembre se celebró parando el transporte y dando bocinazos durante 10 minutos a las 13 horas para hacer saber a la opinión pública que algo estaba pasando. Seis sindicatos independientes y el Centro para la Armonía organizaron una manifestación de protesta en el Parque de la Explanada de Riga, a la que acudieron entre 700 y 800 personas, una cifra relativamente grande para una ciudad pequeña. Otra protesta sindical reunió a la mitad de personas ante el Consejo de Ministros que planeó y puso por obra el programa de austeridad.
Lo más importante ahora son la elecciones al Parlamento nacional del sábado, 2 de octubre. La principal coalición, la izquierda del Centro de la Armonía, está comprometida programáticamente con la puesta por obra de una política fiscal y económica alternativa a las políticas neoliberales que tan radicalmente han reducido los salarios de los trabajadores y empeorado las condiciones de trabajo en la última década. Hace unos días, una gira en autobús acercó a los periodistas hasta las víctimas más visibles de esas políticas: escuelas y hospitales cerrados, edificios públicos cuya fuerza de trabajo ha sido jibarizada y cuyos empleados subsistentes han visto drásticamente reducidos sus salarios.
Todas esas manifestaciones parecen haber ganado la simpatía de los votantes para los sindicatos más militantes, encabezados por las cien secciones pertenecientes a la Asociación Sindical Independiente. La otra unión sindical –la Unión de Sindicatos Libres (LBAS, por sus siglas en letón)— se desacreditó al allanarse, en junio de 2010, a la propuesta gubernamental de recortar en un 10% las pensiones (en realidad, en un 70% para los pensionistas que trabajan). El Tribunal Constitucional letón fue lo bastante independiente como para anular esos drásticos recortes el pasado mes de diciembre de 2009. Y si el gobierno cambia efectivamente de manos el próximo sábado, 2 de octubre [la coalición de la izquierda, Centro de Armonía, quedó en segundo lugar, con un 26% del sufragio y 29 escaños en la Saeima, el parlamento letón; T.], se hará explícito el conflicto entre la revolución neoliberal y los dos últimos siglos de reformas progresistas.

Una lucha política a muerte por imponer ahora en Europa lo que el neoliberalismo empezó imponer en EEUU a partir de 1979
En suma: la revolución neoliberal busca lograr en Europa lo que se logró en los EEUU a partir de 1979, cuando se interrumpió el crecimiento salarial: desde entonces, la proporción de riqueza en manos del 1% más rico de la población se ha doblado. Condición necesaria de lo cual es la reducción a la pobreza de la clase media trabajadora, la quiebra del poder sindical y la destrucción del mercado interior.
El programa de la coalición Centro de la Armonía muestra que hay un camino mucho más fácil que el recorte salarial para reducir a la mitad el coste del trabajo: consiste, sencillamente, en desplazar la carga fiscal del mundo del trabajo a los bienes raíces y a los monopolios (especialmente a los de la infraestructura privatizada). Eso dejará menos excedente económico libre para su capitalización en forma de préstamo bancario, lo que se traducirá entonces en una bajada del precio de la vivienda (el factor más determinante del coste de la vida), así como del precio de los servicios públicos. (Los propietarios de los monopolios de los servicios públicos privatizados se verían impedidos de sumar la carga de los intereses a los costes del desarrollo de su negocio. La idea es incentivarlos para que sean financieramente rentables. Si quieren pedir prestado o no, es una decisión empresarial suya, no una decisión que tenga que financiar ningún gobierno.) La deductibilidad fiscal será anulada: no hay nada en el presente subsidio fiscal que venga “dictado por la lógica del mercado”. (Puede verse ese programa políticoeconómico pulsando: rtfl.lv.)
Lo que no ofrece duda es que las economías postsoviéticas se verán obligadas a salir de la zona euro para evitar una fuga de trabajo y de capital. Ellas constituyen el ejemplo más extremo del experimento neoliberal concebido para ver hasta qué punto es capaz aguantar una población la destrucción de sus niveles de vida antes de rebelarse.
Ello es, sin embargo, que hasta ahora los neoliberales disponen del control total de la burocracia y están volviendo a dar vida a la consigna de Margaret Thatcher: “No Hay Alternativa (TINA, por sus siglas en inglés). Pero sí hay una alternativa, huelga decirlo. En las pequeñas economías bálticas, los partidos pro-trabajo están presionando a los gobiernos para volver a desplazar de nuevo la carga fiscal de los empleados y los consumidores hacia la propiedad inmobiliaria y la riqueza financiera. Las deudas mal contraídas, que rebasan toda posibilidad razonable de ser satisfechas, deben depreciarse. Puede que sea necesario dejar que los bancos se hundan (son principalmente bancos suecos), aun si eso significa salir del euro. La cuestión es: ¿quién tiene que sucumbir? ¿Los bancos o el trabajo? Los políticos europeos se percatan ahora de que esto es verdaderamente una lucha a muerte.
Ésa es la ideología que ha venido a reemplazar a la democracia social.

Michael Hudson trabajó como economista en Wall Street y actualmente es Distinguished Professor en la University of Misoury, Kansas City, y presidente del Institute for the Study of Long-Term Economic Trends (ISLET). Su dedicación a los problemas de las economías postsoviéticas, y especialmente la letona, le ha llevado a ser comisionado recientemente, por parte de la coalición de izquierda letona Centro de la Armonía, como economista jefe de la Reform Task Force Latvia, un think tank encargado de elaborar una política económica alternativa para ese país báltico. Es autor de varios libros, entre los que destacan: Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire (nueva ed., Pluto Press, 2003) y Trade, Development and Foreign Debt: How Trade and Development Concentrate Economic Power in the Hands of Dominant Nations (ISLET, 2009).

Traducción para www.sinpermiso.info: Mínima Estrella

sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓN o haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRAL impresa.
www.sinpermiso.info, 10 octubre 2010 [Fuente original: New Economic Perspectives, 30 septiembre 2010]

13 de octubre de 2010

FORO DE LA REVISTA VIENTO SUR: DESPUÉS DEL 29-S, ¿QUÉ?


MIÉRCOLES, 20 de octubre de 2010
De 19h a 21h
En Traficantes de Sueños. Embajadores nº 35
(Metro: Lavapiés)
Después del 29-S, ¿qué?
Olga Abásolo, activista de la Plataforma vecinal de apoyo a la HG en
Lavapiés-Arganzuela
Armando Fernández Steinko, Asociación Socialismo 21
Juan Manuel Municio, Izquierda Anticapitalista
Tomás Rodríguez Villasante, sociólogo
Hubo una coincidencia general entre convocantes y participantes en la Huelga General del 29 de septiembre en considerarla como el comienzo de un nuevo ciclo de movilizaciones, luchas y perspectivas, imprescindible para hacer frente a la “guerra social” con la que están respondiendo a la crisis sistémica capitalista las clases dirigentes y sus gobiernos, particularmente en nuestro país.
Pero todavía apenas ha empezado el debate sobre ese “nuevo ciclo”.
Somos conscientes de que se trata de una tarea difícil y arriesgada, que no es aconsejable improvisar y hay que dar tiempo a la reflexión, porque la izquierda social y política nos jugamos mucho. En este Foro queremos escuchar opiniones diversas de gentes comprometidas con la Huelga General y todo lo que ella significa.
Como siempre, con respeto y sin aplausos.

MANIFIESTO EN APOYO A KAOSENLARED Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y OPINIÓN

Ante la constante criminalización de los medios de comunicación y movimientos sociales alternativos y después de la petición del Ajuntament de Barcelona de solicitar a la fiscalía que valore la posibilidad de abrir diligencias contra Kaosenlared.net y otros medios alternativos, a objeto de investigar una presunta apología de la violencia cometida por dichas webs, los/as abajo firmantes queremos expresar lo siguiente:

1- Kaosenl...
ared.net ha mantenido siempre una actitud rigurosa y sin incitar a ninguna violencia en el tratamiento de la información, lo que lo ha convertido en medio de transmisión fundamental para difundir las informaciones publicadas por los diferentes autores y autoras a través del sistema de Libre Publicación, así como por los integrantes de su equipo de colaboradores (personalidades reconocidas de todos los ámbitos del pensamiento de la izquierda de todo el mundo), lo que le define como un medio de comunicación alternativa, plural, libre y veraz, y, en ningún caso, como amparador o impulsor de violencia alguna.

2. En la era de la información, de Internet, de la globalización informativa y de la proliferación de la denominada guerra de cuarta generación –guerra mediática-, las clases dominantes vuelven a intentar criminalizar a la información alternativa de las clases populares.

3. Creemos que esta acción forma parte de una campaña de mayor calado, una campaña cuya finalidad última es la criminalización de los Movimientos Sociales, a los que los medios de información alternativa le dan la voz y el espacio que le es negado por norma en los medios de comunicación controlados por los dueños del mundo: el capital y la burguesía.

4. El silenciamiento de las opiniones alternativas y de las personas que luchan por un mundo mejor es evidente, basta con analizar cómo se informa de cualquier postura alternativa en esos medios. O incluso cómo los comunicados de los MMSS no son ni siquiera publicados en estos.

5. Los medios de comunicación que están al servicio de las clases populares y del pueblo trabajador, reivindican la paz. Paz que indivisiblemente está ligada a la justicia social. Los objetivos del pueblo nada tienen que ver con las pantomimas monstruosas que vivimos cada día, sostenidas sobre una estructura socio-económica de sometimiento y de esclavitud moderna.

6. La lucha de la izquierda anticapitalista, sumidos en la precariedad laboral y social, el acoso policial y judicial, necesita medios de comunicación contra el poder hegemónico, es parte fundamental de nuestro derecho a la libertad de expresión y organización. Derecho humano y democrático que nadie civilizado puede negar.

7. Si Kaosenlared.net u otros medios alternativos, fuesen cerrados, se estaría vulnerando toda la legislación española e internacional en materia de libertad de expresión. Esta legislación vuelca la responsabilidad de los hechos imputables en los autores de los artículos, y no en los medios que sirven como simple mecanismo de transmisión de los mismos. No hay razón alguna para actuar judicialmente contra estos medios alternativos. La apología de la violencia, solo tiene encaje en el Código Penal español si se realiza por motivos racistas, antisemitas o ideológicos (artículo 510 del Código Penal) y justamente Kaosenlared.net es ejemplo en la defensa de los derechos de las minorías y de respeto para todas las ideologías democráticas.

8. Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a Kaosenlared.net y al resto de medios alternativos “señalados” en los últimos días, así como nuestro profundo malestar por este nuevo ataque a la libertad de expresión.

9. Las personas que trabajamos, escribimos y leemos kaosenlared estamos contra la criminalización de los medios de comunicación alternativos y de los movimientos sociales.

10. Nuestra lucha está en la batalla de las ideas y por la información alternativa. No conocemos más armas que la palabra, los argumentos razonados y el pensamiento crítico. Kaosenlared, es un línea editorial y profesional sobre los cambios sociales pacíficos y pacifistas.