25 de mayo de 2016

NEOLIBERALES Y “PROGRESISTAS”

José Valenzuela Feijóo. alainet.org

1.- Neoliberalismo: afanes de legitimación
El modelo neoliberal genera un impacto en la distribución del ingreso que es brutalmente regresiva: a los pobres los hace más pobres y a los ricos más ricos. Por lo mismo, no puede extrañar que su implantación vaya asociada a regímenes autoritarios o del todo dictatoriales (caso de Pinochet). Estos fenómenos obviamente no operan a favor de legitimar al sistema: muy pocos son los beneficiados y, por lo mismo, muy pocos los que pueden estar satisfechos. En consecuencia, una vez que las fuerzas de izquierda han sido aniquiladas por la represión y dejan de ser un peligro, la orden de mando ha sido la de ensayar una vuelta –bastante tímida– a los cánones de la democracia formal.

Asimismo, se empezaron a ensayar algunas políticas de gasto social con cargo a las cuales se busca suavizar la situación de los grupos más pobres. O sea, los ubicados en el escalón de la “pobreza extrema”. Se trata de apagar los posibles incendios que puede provocar la dureza neoliberal. Al final de cuentas cuando no existe ya una oposición peligrosa para la estabilidad del sistema, seguir aplicando la represión abierta, como lo dijera el astuto Talleyrand, “más que un crimen sería una estupidez”.

En cuanto a los movimientos “progresistas” y lo que antes pudo ser una izquierda política, como regla apuntaron sus críticas al aspecto distributivo del neoliberalismo. Y se olvidaron por completo del aspecto producción (1).

Por lo mismo, tuvo lugar una especie de convergencia entre las nuevas políticas neoliberales (recomendadas por organismos internacionales como el FMI, la OCDE, algunos segmentos de las clases dominantes y el mismo Estados Unidos) y las políticas que empezó a enarbolar y proponer la oposición. Más aún, cuando estos grupos lograron acceder al gobierno (como Lula en Brasil, Bachelet en Chile, Mujica en Uruguay), concentraron sus esfuerzos en políticas sociales de corte redistribuido (2).

A la vez, dejaron intocados los cimientos del modelo neoliberal: en el plano de la producción, del relacionamiento externo y de la política económica. O sea, aplican un esquema neoliberal con algunas “aspirinas” o dosis de redistribución. De fondo, lo que se ha perseguido, por la derecha y por la seudo-izquierda, ha sido la legitimación del patrón neoliberal.

2.- El gasto social
El llamado gasto social es variado y multiforme. De él, deben restarse el gasto que se aplica en educación y salud públicas. Significativamente, este tipo de gastos, vis a vis las necesidades de la población, se han des-privilegiado cediéndole espacio al sector privado. O sea, hay un proceso de mercantilización acelerada de la educación y de la salud. En estos rubros, empieza a imperar el lucro capitalista y, por lo mismo, si el dinero no alcanza, la gente se queda sin salud y sin educación.

Los gastos que ahora nos preocupan, son de tipo diferente. Primero, son gastos que buscan apoyar a los segmentos más pobres de la población. Segundo, como regla no implican crear u ofrecer empleos productivos a esos segmentos. Tercero, no exigen contrapartida, vg. en términos de un trabajo equivalente.

Algunos gastos operan como ayuda monetaria directa a personas y familias. En otras, el apoyo se da en términos que favorecen a la llamada “micro-empresa”: semillas, fertilizantes, créditos de costo casi nulo, etc. El impacto que estos apoyos tienen en términos de producción es prácticamente nulo y lo que sí consiguen es ayudar a la subsistencia de los grupos que reciben su apoyo.

Una segunda línea de acción apunta al manejo de precios subsidiados. Es decir, se fijan precios que están incluso debajo de los costos de operación. En México, un ejemplo muy conocido es el precio del transporte por el metro de la ciudad. Aquí, el precio ha girado entre la mitad o cuarta parte del costo de operación por pasajero.

En otros rubros como electricidad, agua y otros servicios básicos, se dan situaciones parecidas. Los problemas que acarrean estas políticas son mayores: al no cubrir los costos de operación, estas empresas deben endeudarse y pasar a pagar los intereses del caso. Además, si tratan de expandirse, sólo lo pueden hacer con cargo a nuevos endeudamientos. Con todo lo cual, se va avanzando a una carga financiera que, a la larga, resulta imposible de solventar.

En este marco, surge la obvia pregunta: ¿no sería más racional generar ocupaciones productivas bien remuneradas, y aplicar una política de salarios reales crecientes que le permitan a la población trabajadora pagar los costos reales de los correspondientes servicios? En realidad, no hay que ser muy avisado para percatarse que esas políticas a la larga no se pueden mantener y sólo buscan ocultar los males que va generando una estructura económica que, por lo visto, no se puede o no se quiere modificar.

Al final de cuentas, lo que tenemos es una gran limosna estatal. En la cual se gastan fondos que no son menores y que, al final de cuentas, nada importante resuelven. Para mejor dimensionar el problema no se debe olvidar el telón que es estructural y de fondo: el estilo neoliberal no genera empleos productivos y lo que se observa es el incesante crecimiento de la población desplazada y marginal: cesantes abiertos, precarios, ambulantes, ilegales, sectas criminales, narcotraficantes, etc. Lo que antes pudo ser una mancha, ahora es un océano gigantesco que ya abarca a más de la mitad de la población económicamente activa (PEA).

El gasto estatal de marras genera otras consecuencias que se deben subrayar: a) en el personal que administra la distribución de los fondos tienden a irrumpir prácticas corruptas y clientelares. Al parecer, una parte nada despreciable de esos fondos no llega a las familias de destino sino que va a parar a los bolsillos de los funcionarios que administran la ayuda estatal; b) en los que reciben esos fondos, claramente se genera una mentalidad servil, propia de los que viven de limosnas.

En otros tiempos, el espectáculo era más visible: los domingos, al salir de misa, las señoras más empingorotadas y esposas de hacendados, lanzaban al aire una buena cantidad de monedas. Los pobres y lazaretos, arrodillados, peleaban por esas monedas y con la cabeza agachada gritaban el “dios se lo pague, buena y santa señora”. En breve, se asume la mentalidad del pordiosero y se pasa a depender de la voluntad de otros. Los cuales, además, son los mismos causantes de esa miseria de pordiosero.

La pregunta obvia es: ¿no será mejor, más eficaz y más digno, financiar desarrollos industriales que generen empleos productivos, calificados y bien pagados? Pero, ¿es posible esa reorientación del desarrollo sin alterar profundamente los parámetros centrales del estilo neoliberal? Ciertamente no se puede y el que no se siga ese camino es la confesión más prístina de que no se busca sepultar al neoliberalismo sino respetarlo y, dentro de lo poco que se puede, embellecerlo con una pequeña “manita de gato”.

En lo anotado también se expresa un error teórico mayor: pensar que se puede dar una transformación sustantiva en la distribución sin alterar el espacio de la producción. Es lo que pasamos a discutir.

3.- Un alcance teórico sobre una antigua controversia
La ignorancia esgrime frases que, a veces, tienen un eco malsano. Por ejemplo, cuando se dice, con gran desprecio, que “eso es pura teoría”. De fondo, se manifiesta aquí un rechazo por la teoría (por ende del pensamiento y la razón), que es propio de la más crasa estupidez. La discusión no va por ahí sino por el enfrentamiento entre las teorías correctas (verdaderas, profundas, verificadas empíricamente) y las teorías erróneas (lógicamente incongruentes y/o empíricamente falsas). Además, ese aserto es también reaccionario pues ninguna transformación medianamente importante puede darse sin el auxilio de una buena teoría (3). ¿Habrá que recordar, una vez más, eso de que sin una teoría profunda no hay revolución posible? (4)

En el caso que nos viene preocupando, resulta útil efectuar un breve recordatorio teórico. Concentremos la atención en el sistema económico, el que es parte del sistema social. En el sistema económico se pueden distinguir cuatro grandes subsistemas: a) la producción; b) la distribución; c) el cambio; d) el consumo personal. Entre estos cuatro grandes espacios o subsistemas, tienen lugar: i) relaciones de influencia mutua: un aspecto influye sobre los otros y viceversa; ii) tales relaciones son asimétricas: la influencia de un subsistema sobre los otros suele ser más potente que el que opera en sentido inverso. O sea, hay espacios económicos que son más importantes (poseen un poder regulador mayor) que otros; iii) en el caso que nos preocupa, que es el del sistema económico: la hipótesis más plausible y comprobable es la que sindica al espacio de la producción como el más importante y decisivo.

O sea, es el que tienen mayor poder causal. Por ejemplo, al revés de lo que sostiene la teoría neoliberal, no es el consumidor individual el que determina qué tipo de bienes se va a producir sino que, muy al contrario, son las grandes empresas de producción, las que definen qué se va a producir y luego, qué se va a consumir. La Coca-Cola, por ejemplo, se consume no por una decisión primaria de los consumidores sino por la presión de las grandes corporaciones que producen esa bebida y por la vía de una propaganda que atosiga, terminan por convencer (u “obligar”) al consumo de tal refresco.

Entre producción y distribución también existen relaciones asimétricas. Y que van, en el sentido del poder causal (o “poder de determinación”), desde el espacio de la producción al espacio de la distribución. Como bien apuntaba Marx, “es equivocado en general, tomar como esencial la llamada distribución y hacer hincapié en ella, como si fuera lo más importante.” (5)

Precisemos los conceptos. Por esfera de la producción entendemos el conjunto de relaciones sociales que organizan y regulan la actividad de los hombres en el proceso de producción (6). Por distribución se entiende la forma y proporción en que se reparten los resultados de la producción, ente los diversos grupos sociales. Más precisamente, entre las diferentes clases sociales. Por ejemplo, entre asalariados y capitalistas. Marx, en este respecto, escribía que “por relaciones de distribución se entiende aquí los distintos títulos que autorizan a percibir la parte del producto destinado al consumo individual”.(7) Contemporáneamente, se habla de distribución del Ingreso Nacional.

Sobre las relaciones de causalidad entre producción y distribución, valga insistir sobre el punto, Marx es muy terminante. En su célebre comentario al programa de los socialistas alemanes, escribía “la distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribución de las propias condiciones de producción. Y esta distribución es una característica del modo mismo de producción.

Por ejemplo, el modo capitalista de producción descansa en el hecho de que las condiciones materiales de producción le son adjudicadas a los que no trabajan bajo la forma de propiedad del capital y propiedad del suelo, mientras la masa es solo propietaria de la condición personal de producción, la fuerza de trabajo. Distribuidos de este modo los elementos de producción, la actual distribución de los medios de consumo es una consecuencia natural.

Si las condiciones materiales de producción fuesen propiedad colectiva de los propios obreros, esto determinaría, por sí solo, una distribución de los medios de consumo distinta de la actual. El socialismo vulgar (y por intermedio suyo una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución.” (8)

El espejismo de la distribución ha contaminado a procesos de corte más radical. En el Chile de Allende, por ejemplo, se empezó (fines de 1970 y a lo largo de 1971) con un fuerte impulso a la participación salarial (salarios sobre Ingreso Nacional) y ya hacia 1972, surgieron presiones inflacionarias y sobre el balance de pagos muy difíciles de controlar. 
La razón era muy clara: la oferta no respondió en la medida necesaria.

Es decir, la variable producción no se acomodó a la variable distribución y se generaron desequilibrios inmanejables. Se desató la inflación y un fuerte déficit en el balance de pagos. En este contexto, el gobierno de Allende, que en plano político no fue más allá de la ocupación del aparato estatal tradicional, no fue capaz de controlar algunos centros de producción vitales y buscando controlar la inflación, corto de cuajo la capacidad de acumulación del incipiente sector productivo estatal.

La moraleja que se pudo extraer parece nítida: la distribución se puede mover sólo en la medida que lo hace la producción. Esta es la que precede y regula. Si este principio no se respeta, emerge algo parecido a un caos económico.

En otras experiencias latinoamericanas, se han observado, en mayor o menor grado, fenómenos parecidos. Señaladamente éste parece ser el caso de Venezuela, la que en los últimos años (Chávez-Maduro) viene experimentando un fuerte proceso inflacionario (que ya es hiper-inflación). En este país, las políticas de gasto social fueron muy fuertes. Pero, a la vez, se observa un fracaso total en materias de desarrollo productivo, industrial y agrario.

Al cabo, tenemos que no hubo ninguna sustitución de importaciones (no se agilizó la oferta interna), se despilfarró el excedente petrolero y hoy (mediados del 2016), el gobierno de Maduro aborda una situación económica gravísima y que lo puede llevar a su revocación. Con un más o un menos, y con los matices del caso, estos afanes se repiten en otros países y muestran a una izquierda muy contaminada por el reformismo distributivo e, incluso, con el ideario neoliberal.

En el modelo neoliberal, los afanes de legitimación, se traducen en los conocidos programas de “superación de la pobreza”. Estos afanes, pueden asumir alguna importancia en tanto la capacidad para importar del país sea alta. Lo cual, va muy asociado a un eventual boom en las exportaciones de bienes primarios.

Sea por el lado de las cantidades (fuerte demanda internacional, vg. impulsada por compras de China), o por el lado de los precios, lo que para Brasil sí tuvo lugar durante el gobierno de Lula. En este caso, el sector exportador, al generar las divisas que permiten importar los bienes de consumo que reclaman trabajadores y capas medias beneficiadas por los aumentos salariales, pasa a operar como si fuera un sector productor de bienes de consumo. ¿Cuánto puede durar el auge exportador? Como ya lo expusiera la antigua y clásica Cepal (Prebisch, Pinto, etc.), el que se especializa en productos primarios, más tarde o más temprano se hunde en el subdesarrollo y la dependencia estructural que lo acompaña.

Esto, es algo que Dilma, la sucesora de Lula, ha empezado a pagar con creces. Y es también importante subrayar: en el Brasil de Lula, mejoró la situación de algunos grupos en extrema pobreza, pero la distribución del ingreso no se alteró. En Chile, sucede algo parecido.(9)

Conviene subrayar: cuando se elevan sustancialmente los salarios (y en general, el ingreso de los segmentos populares), no sólo se eleva la demanda en términos inusitados. También, se altera fuertemente su composición. Luego, tenemos que la respuesta de la oferta no sólo debe apuntar a fuertes y rápidos incrementos en la producción de bienes-salarios. También es necesario que opere un cambio en la composición del producto, el que debe pasar a corresponderse con la nueva composición de la demanda. Ninguna de estas exigencias es sencilla. Elevar la producción difícilmente tiene lugar de un día para el otro: requiere elevar la inversión y que esta madure, algo que es lento y difícil.
Cambiar la composición exige fuertes traslados de recursos y también un fuerte esfuerzo de acumulación. Nada que sea sencillo e inmediato.

Si la capacidad para importar (disponibilidad de divisas) se expande (vg. se dispara el precio del petróleo, suben precios de materias primas, etc.) el problema se puede suavizar o, más bien, disimular. Pero éstos no son más que cortos “veranitos de San Juan”. Las dificultades crecen si se piensa que en el marco de un gobierno popular y con masas radicalizadas, el sector privado difícilmente va a impulsar y ejecutar las inversiones adecuadas. Lo que en realidad hacen los capitalistas es incurrir en una especie de huelga productiva. O, si se quiere, paralizan la inversión.

Por lo mismo, si la dinamización de la oferta no la hace el Estado, nadie la va a hacer. Como sea, el punto a subrayar es: si la variable producción no se mueve y transforma de cuajo, todo intento por mover la distribución con un mínimo de vigor, estará fatalmente condenado al fracaso. Y claro está, los cambios estructurales apuntados sólo pueden ser impulsados si existe un vigoroso y amplio bloque popular, dirigido por la clase trabajadora. Es decir, lo que debe realizar el Estado, también exige que éste sufra un reajuste de fondo, que sea expulsado el actual bloque en el poder y que en su reemplazo, surja una nueva clase hegemónica.

¿Qué clases o fracciones de clase pueden asumir ese papel? ¿La burguesía industrial nacional y no monopólica? ¿La clase trabajadora anclada en la gran industria? ¿Otros grupos? Como vemos, esto abre una problemática bastante compleja y que aquí no vamos a abordar.

Pero hoy (2016) la situación de países como Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y otros, pareciera que obliga a plantear una exigencia mayor: retomar el gran proyecto histórico de avanzar más allá del capitalismo.

De seguro, esto plantea otras interrogantes aún más complejas: ir más allá del capitalismo, ¿qué significa en términos del modelo socioeconómico que lo debe reemplazar? ¿Puede darse un proceso en términos “aislados”, a nivel de tal o cual país particular? ¿Se puede avanzar en el tercer mundo sin que se mueva el primero?

De momento baste decir: la profundidad de la crisis del capitalismo contemporáneo, obliga a pensar con mayor profundidad, rigor y radicalidad en los problemas de hoy y en las eventuales rutas que se pudieran seguir.

Notas
1. El partido Socialista en Chile, el PT en Brasil, el antiguo PRD (el de hoy es pura basura de tránsfugas) en México, son claros ejemplos de esta “adaptación”. Del chileno se dice que practica y predica un “socialismo neoliberal”(!!!). Este distanciamiento ha ido muy unido a otro que transcurre en el plano ideológico: el olvido (y hasta repudio) de los fundamentos de la teoría esgrimida por Marx.
2. Ver artículos de Roberto Pizarro (sobre Chile), de Severo de Salles y N. Ouriques (sobre Brasil) y de O. Mañán (sobre Uruguay), en V. Palacios y J. Valenzuela, “Crisis neoliberal y alternativas de izquierda en América Latina”, Ciestam (UACH), Escuela Superior de Economía (IPN), INIFPCPP, PRD; México, 2013.
3. “Aquel que bien pretende obrar / tiene que usar la mejor herramienta”. J. W. Goethe, “Fausto”.
4. López Obrador, el destacado dirigente mexicano, en mayo del 2016, ha declarado que “ser de izquierda no es levantar el puño de esa mano o leer a Carlos Marx, sino ser buena persona. Si no sientes el sufrimiento del prójimo y de los que necesitan apoyo, de qué sirve ser de izquierda. Hay que tenerle amor al pueblo para serlo” Según La Jornada, 17/05/2016. Este tono de pastor evangélico o de cura de aldea no es nuevo en este dirigente. Y adviértase: nos habla de “apoyo” y de “amor” en vez de luchar por la organización independiente y consciente del pueblo trabajador. Y nos ofrece, como gran aporte teórico, su teoría: la sociedad se divide entre “personas buenas” y “personas malas.” En un dirigente que siempre ha manifestado gran temor ante la clase obrera políticamente independiente anclada en la gran industria, este llamado a “la caridad cristiana” y no a la lucha de clases, amén de ridículo, es bastante revelador. En cuanto al analfabetismo teórico que predica y practica este sedicente “cordero de Dios”, si uno fuera una “mala persona” y por ende no estuviera en el bando de los “buenos”, podría recordar los planteos muy similares que en su tiempo hicieran algunos generales franquistas. O los del cura Saturnino, párroco del pueblo de Chiripungato, allá por las haciendas de Don Pancho Francisco: “no lean, no lean, que por allí se nos llega Lucifer.”
5. C. Marx, “Crítica al Programa de Gotha”, en Marx-Engels, Obras Escogidas, Tomo 3, pág. 16. Edit. Progreso, Moscú, 1974.
6. Producción = actividad que genera productos. Entendiendo por productos los resultados que son útiles en cuanto son capaces de reproducir la vida de los humanos y/o los medios de producción que utilizan en su trabajo.
7. C. Marx, “El Capital”, tomo 3, página 812. FCE, México, 1974.
8. C. Marx, “Crítica al programa de Gotha”, pág. 16. Edición citada.
9. El coeficiente de Gini, calculado al modo tradicional (encuestas de ingreso y gasto), a veces muestra una mejoría. Pero calculado con más rigor (declaraciones tributarias), se altera en favor de una peor distribución. En el caso de Brasil, recientes estudios muestran que no se ha dado ningún cambio sustantivo y se mantiene la muy regresiva distribución del ingreso. Para Chile y Uruguay, se da algo similar. Según Cepal, “en el Brasil el coeficiente corregido permaneció estable entre 2006 y 2012, con valores alrededor de 0.7 en todos los años, lo que contrasta con los resultados obtenidos usando solamente las encuestas de hogares que muestran una baja en la concentración del ingreso entre 2006 y 2011.”.Cf. Cepal, “Panorama Social de América latina, 2015”, pág. 16. Santiago de Chile, 2016.



22 de mayo de 2016

SOROS Y GARZÓN, UNA MISMA PASIÓN

Por Marat

Dice Alberto Garzón que es comunista. George Soros tampoco. En realidad estamos ante dos anticomunistas.

El segundo, Soros, lo ha demostrado sobradamente, promoviendo en 1989, a través de sus organizaciones “filantrópicas”, actividades contrarias al sistema político y económico de países socialistas como la RDA, Polonia y la ex Checoslovaquía . Lo mismo haría en el 2.000 en Serbia para provocar la caída de Milósevic financiando, en colaboración con otras agencias injerencistas, al movimiento OTPOR y, más recientemente, a través de su Fundación IRF (International Renaissance Foundation) y de otras organizaciones ligadas a la Open Society (matriz de diversas franquicias que llevan la marca inicial) al Maidan de 2013, que dio lugar a un gobierno filonazi en Ucrania y a la prohibición del Partido Comunista ucraniano.

El primero, Garzón, lo ha evidenciado repetidamente marginando a dirigentes comunistas en la cúpula de IU contrarios a la alianza con el partido-movimiento neoperonista Podemos y a la absorción definitiva de la citada coalición socialdemócrata (IU lo es aunque haya en ella militantes y dirigentes que se declararan comunistas) por los podemitas.

¿Qué comunista aceptaría ir en coalición con un partido -Podemos- que lleva en sus listas al exJefe del Estado Mayor de la Defensa del Gobierno de Zapatero que diseñó en 2011 la intervención militar de España, dentro de las operaciones militares de la OTAN, en Libia? Cierto que desconozco que haya dirigentes comunistas de IU o militantes de la misma que, ante tal villanía de Alberto Garzón, hayan roto su carné y dado un portazo, abandonando tal organización, lo que dice muy poco o nada de ellos como comunistas.

¿Qué comunista se quedaría de brazos cruzados cuando el indigno mentecato de Podemos, Pablo Echenique, ex militante de Ciudadanos, ex neoliberal (según él) y ex partidario de la invasión de Irak, tres cuestiones que el mismo ha admitido, declaró aquello de el comunismo es algo viejo, que se demostró que no funcionó, como la OTAN, que se diseñó para un mundo que ya no existe", después de que Garzón hubiese mezclado una mentira con una verdad en su frase “yo soy comunista. Unidos Podemos no lo es”

Era obvio que la frase de Garzón estaba destinado a cubrir una parte del espectro electoral, que no ideológico, del engendro-coalición todoterreno Unidos Podemos, del mismo modo que Echenique, Julio Rodríguez y Errejón cubren el lado “opuesto”.

De igual modo, es también palmario que si Echenique no es tonto del haba, lo disimula a la perfección, al poner en el mismo plano de la comparación a la ideología comunista y a su archienemigo, la OTAN. O al demostrar, si no su ignorancia política, la baba de mala fe que destila cuando confunde ideología (comunismo) con sistema político-económico-social (socialismo defendido por los comunistas) porque, si tuviera el rigor científico del que suele alardear, sabría que el comunismo es una sociedad sin Estado, algo de lo que difícilmente puede decirse que no ha funcionado cuando no ha sido puesto en práctica.

Pero sobre todo ¿qué comunista hablaría de este modo tan respetuoso de George Soros?:

Soros es también un filántropo, es decir, una persona que dona gran parte de sus ingresos y riqueza a causas solidarias. Al estilo Bill Gates. Cabría esperar que, en cualquier caso, Soros fuera un fanático defensor de un sistema y de una forma de concebir la economía que tanto beneficio le ha proporcionado en las últimas décadas. Sin embargo, en realidad Soros se declara adversario del pensamiento económico convencional y de la desregulación financiera desmedida. Pero sobre todo, Soros realza el valor explicativo de la teoría económica marxista. Ni más ni menos.

Soros no es comunista ni es mi ideal de economista, por supuesto, pero sabe distinguir entre la herramienta para entender el sistema económico capitalista (la teoría económica marxista) y la aplicación práctica de políticas socialistas basadas en la crítica al capitalismo (el comunismo real o como cada uno prefiera llamarlo). Sorprende, de hecho, que como economista hable de “sistema capitalista”, algo que hoy en día casi ningún economista no heterodoxo hace (revisen los periódicos o los blogs de economistas liberales y busquen el concepto en cuestión).

Quizás todo esto debería hacernos reflexionar acerca de por qué el marxismo dejó de ser estudiado como teoría económica válida en las facultades de economía, y desapareció incluso de asignaturas optativas o de libre elección, y sin embargo existen economistas liberales que una vez se han hecho millonarios, aplicando las enseñanzas de Marx, reclaman el estudio del marxismo como vía para comprender mejor el mundo en el que vivimos. ¿No es por lo menos paradójico?”

Para que no digan que me invento la cita o que sólo aludo a la parte de la declaración de Garzón sobre George Soros que me interesa, les pongo enlace a la entrada completa en el blog del primero. Llamativamente, la parte filantrópica del señor Soros a la que el señor Garzón alude no habla nada de las andanzas golpistas y anticomunistas del archimillonario norteamericano de origen húngaro.

Este texto de Alberto Garzón pertenece a una entrada en su blog de Junio de 2011, cuando se desempeñaba en las plazas como “indignado 15M” e iniciaba su carrera política dentro de IU. Del 15M y su conexión con élites globalistas y sus fundaciones, tipo las que monta el señor Soros, escribí hace tiempo Llamativamente, en el texto al que hago referencia aparece también la Open Society Institute de George Soros, entre otras fundaciones globalistas.

Pero si estos elogios acerca del especulador Soros- a Garzón se le “olvidó” el papel de Soros en la crisis financiera de los “tigres asiáticos” (Tailandia, Indonesia, Filipinas, Malasia, Taiwan y Corea del Sur, teniendo sus repercusiones en Hong-Kong) en los años 90 del pasado siglo, lo que provocó millones de nuevos pobres en el continente asiático- fueran una “inocente” boutade de bisoño líder juvenil, más cercanamente (abril de 2015), Garzón volvía a hablar de Soros en términos casi “rehabilitadores” del aludido.


A ver si es que el señor Soros va a ser tan marxista como el señor Garzón...y aplicando el método dialéctico de la contradicción están promoviendo la revolución socialista por la vía de combatirla. Es que a veces, algunos somos tan obtusos que se nos escapan las sutilezas por falta de “finezza”, que diría algún político italiano de los 80.

Al final, detrás de tanta coincidencia “teórica” entre ambos acaba por emerger algo más tangible, material diríamos: la economía en forma de dinero.

Uno se pregunta por qué Soros y Garzón acaban por defender una cuestión tan concreta como la emisión de eurobonos por parte del BCE (Banco Central Europeo).

El diario La Vanguardia recogía en Septiembre de 2012 unas declaraciones de Soros urgía a “Angela Merkel, a que impulse una agenda por el crecimiento económico, acelere en el establecimiento de una autoridad fiscal europea y que garantice la creación de los eurobonos”

En el mismo año, aunque en Enero, Garzón expresaba en su facebook lo siguiente:

Hasta el banco mundial pide eurobonos, que aunque sea una medida claramente insuficiente... algo es. http://t.co/9j4L27yf

Por si al candidato a Coordinador Federal de IU tuviese la tentación de borrar esta entrada, se la pongo en captura de pantalla.


Se les olvidó tanto a Soros como al economista Garzón explicar un pequeño detalle en relación con los eurobonos, una cosa “sin importancia”: que la emisión de eurobonos necesita el respaldo de los “mercados privados”; esto es, de los especuladores que compran deuda pública.

No hace falta ser un lince para darse cuenta de que el objetivo de Soros cuando presionaba para la edición de eurobonos era con el objetivo de, tras su aprobación, dar otro de sus formidables pelotazos especulativos.

Y en relación con los eurobonos, el joven Garzón no duda en seguir aireando la importancia de las opiniones de uno de los mayores fabricantes de "revoluciones de colores" del mundo. 

Si siguen ustedes el relato que hasta el momento va haciendo el político sobre el fabricante de disidencias controladas, verán que insiste tanto en destacar los "méritos" de Soros que su condición de "especulador", que siempre señala porque de lo contrario sería muy descarado, acaba pareciendo "peccata minuta". Quizá es de lo que se trata.

Cuando se hacen méritos en favor de los intereses globalistas como los que ha estado haciendo el señor Garzón, no debe uno sorprenderse de que le traten bien.

La web Acces Info, un “influencer” mediático sobre otros medios, trata especialmente bien al político español. Veamos algunas entradas que hablan de él:

- El diputado Alberto Garzón pide al congreso la entrega de los presupuestos en formato abierto y reutilizable”
- “Alberto Garzón: "El puesto 64 no es la liga de campeones de la transparencia”
- “Actualización sobre destino de las donaciones de la campaña de los 3.000 euros” (en la última parte del artículo se alude a diversas iniciativas parlamentarias de Garzón)

Pero ¿quiénes están detrás de la web Acces Info? Lo cuentan ellos mismos aquí.

Pero por si ustedes se despistaran, les señalo yo algunas de ellas:

-Open Society Health Program
-Open Society Human Rights Initiative
-Open Society Information Program
-Open Society Media Program

Esas cuatro organizaciones entre las más evidentes de la factoría globalista de George Soros pero además debemos añadir otras como ALTER-EU o Transparency International, ambas financiadas, entre otros, por la Open Society Institute.

Si se toman ustedes la molestia de continuar investigando verán más.

Un caso particular es el de la National Endowment for Democracy (NED), ligada al Partido Republicano de EE.UU, y con conexiones con la CIA.

Hay formas más sutiles de impulsar la carrera de Alberto Garzón. Desde los medios de la “progresía”, por ejemplo, que sólo un ignorante o un reaccionario tildarían de rojos o comunistas.

Me refiero a dos que son particularmente amables con el joven político:

a) La Sexta: en cuyo accionariado participa el grupo inversor Gala Capital, propiedad de George Soros.

b) El Diario, cuyo subdirector Juan Luis Sánchez, es miembro del Consejo Asesor Europeo de la Open Society Foundations. También es colaborador de La Sexta.



¿Les sorprende a ustedes, que Jordi Vaquer, director de la Open Society Initiative for Europe de George Soros ayude a dar aires a la coalición organizada entre Garzón e Iglesias? A mí no



Y por si en inglés no se entiende, ahora lo hace en castellano



Tras todo lo anterior sólo me queda volver a hacer una pregunta muy similar a la que hice recientemente en relación con el señor Anguita: ¿Cómo es posible que el señor Garzón haya sido no ya diputado de IU, sino miembro de su Presidencia, candidato a la Presidencia del Gobierno por el mismo grupo, verdadero Coordinador Federal de IU, en lugar del pusilánime Coordinador nominal que ha permitido por acción y por omisión durante dos años este proceso, organizador del pacto IU-Podemos, alma mater de la expulsión de 5.000 afiliados de IU y preparador de la desaparición próxima de la misma dentro de Podemos sin que su militancia se haya levantado y expulsado de la organización a patadas? Tengo mi respuesta pero prefiero conocer la de ustedes.

20 de mayo de 2016

LOS QUE TIENEN FE EN LA ACUMULACIÓN

A Calcagno se le apodó "el obispo Rambo"
por su pasión por las armas 
Elena Llorente. Página12

Mientras el papa Francisco insiste en sus homilías y mensajes en que el “dinero y el poder ensucian a la Iglesia”, que hay que “dejar de lado los bienes no necesarios”, que hay “una tentación que destruye la Iglesia: el deseo de poder, la envidia y el querer llegar alto”, esta semana un cardenal italiano era puesto bajo investigación por la justicia de la península por presunta malversación de fondos cuando era obispo de la ciudad de Savona (noroeste de Italia), entre 2002 y 2007. Se trata del cardenal Domenico Calcagno, que desde 2011 ocupa un cargo de importancia en el Vaticano: es presidente del APSA ( Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica), un ente creado en 1967 por Paulo VI pero que a lo largo de las décadas ha acumulado gran poder porque maneja los miles de propiedades que la Santa Sede posee en Italia y en el mundo. Según algunas estimaciones publicadas por la prensa italiana, se trataría de cerca de un millón de inmuebles en todo el mundo, por valor de dos billones de dólares. Desde 2014, por las reformas iniciadas por el papa Francisco, buena parte de las actividades del APSA pasaron a depender de la Secretaría de Economía, una suerte de ministerio de Economía que hoy dirige el cardenal australiano George Pell.

Calcagno, durante su estadía en Savona era también el máximo dirigente del Instituto de Sustentación del Clero de esa diócesis y al parecer habría avalado una serie de operaciones inmobiliarias que habrían causado una pérdida de un millón de euros en el balance del instituto. Según el diario de Génova –ciudad muy cercana a Savona– Il Secolo XIX, el ex obispo de Savona es acusado de malversación –junto a otros tres dirigentes de esa institución– por haber avalado la estrategia de los dirigentes del instituto que lo transformaron en una suerte de “agencia inmobiliaria” que hacía inversiones muy arriesgadas. El cardenal, que ha sido descripto por algunos diarios italianos como un personaje particular con una gran “pasión por las armas”, se ha declarado “sereno”. “Confío en el accionar de la magistratura italiana. Espero con confianza los resultados de la investigación”, declaró.

Según el diario romano La Repubblica, el cardenal tenía una suerte de arsenal privado en su casa, con pistolas y fusiles, por lo que había sido apodado “el obispo Rambo”. Pero además contaba en su haber con una serie de denuncias no escuchadas –pero que sí llegaron a la justicia–, de casos de pedofilia en la diócesis de Savona. Hasta 2014 era miembro además de la Comisión de Vigilancia del IOR (Instituto para las Obras de Religión o banco vaticano) pero fue alejado de ese cargo por Francisco, al mismo tiempo que otro cardenal, Tarcisio Bertone, que fue secretario de estado vaticano, es decir número dos de la Santa Sede, durante el papado de Benedicto XVI. Calcagno y Bertone habían trabajado muy cerca el uno del otro cuando uno era obispo de Savona y el otro de Génova, aproximadamente en el mismo periodo, entre 2002 y 2006. Bertone ha sido objeto de muchas críticas últimamente porque, al contrario del propio papa Francisco, ocupa un departamento inmenso y lujoso dentro del Vaticano. Departamento que se hizo restaurar -según el libro Avarizia del periodista Emiliano Fittipaldi, hoy bajo proceso en el Vaticano- con fondos de la Fundación Bambino Gesú, del único hospital infantil de Roma, que es propiedad de la Santa Sede. El cardenal Bertone por su parte niega que su departamento sea tan grande (se habló de más de 700m2) y lujoso como dice la prensa y hace algunos meses devolvió parte del dinero de la reestructuración al hospital.

El caso Calcagno salió a relucir esta semana en coincidencia con la 69a Asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana que se hizo hasta ayer en el Vaticano, y ante la que el Papa, en su discurso de inauguración siendo él el obispo de Roma, insistió en lo mismo: renunciar a los bienes no necesarios, manteniendo “sólo lo que puede servir para la experiencia de fe y la caridad hacia el pueblo de Dios”.

Las cifras sobre las posesiones vaticanas que la prensa italiana y varios libros recientemente publicados vienen difundiendo desde hace algunos meses, son impresionantes. La Iglesia sería dueña de un millón de inmuebles en todo el mundo, por valor de dos billones de dólares, de los cuales 115.000 se encontrarían en Italia, lo que representa casi el 20% del patrimonio inmobiliario de toda la península. En este total italiano estarían incluidos entre otras cosas, según La Repubblica, 4.700 centros de asistencia sanitaria o clínicas, 8.770 escuelas y 50.000 parroquias y decenas de Bed and Breakfast alimentados por el turismo religioso. B&B y hoteles han ocupado el espacio dejado libre por conventos y residencias a causa de la notable disminución de las vocaciones religiosas.

Se estima que un cuarto de los edificios de Roma son de propiedad de la Santa Sede. Puede parecer una exageración. Pero no lo es tanto si se sabe que cada año entre 8.000 y 10.000 personas dejan por testamento sus propiedades a la Iglesia. En Roma se habla de más de 5.000 departamentos lujosos que el Vaticano ha dado en alquiler a precios bajísimos, a personajes de relieve de la política o del mundo empresarial italiano, o gratuitamente, principalmente a sus cardenales. El libro Via Crucis del periodista italiano Gianluiggi Nuzzi, que está siendo procesado junto a Fittipaldi y otras personas dentro del Vaticano precisamente por los documentos reservados que usaron para sus libros, incluyó una larga lista de inquilinos de numerosos departamentos vaticanos, incluyendo la superficie de cada uno de ellos. Allí aparecen cardenales de todo el mundo, varios latinoamericanos, entre ellos el argentino Leonardo Sandri, el mexicano Javier Lozano Barragán y el colombiano Darío Castrillón Hoyos, cuyos departamentos oscilan entre 521 y 326 m2.


19 de mayo de 2016

MISILES ESTADOUNIDENSES EN RUMANÍA: EUROPA EN EL FRENTE NUCLEAR

De izquierda a derecha: Sigurdur Ingi Johannsson 
(primer ministro de Islandia), Lars Lokke Rasmussen 
(primer ministro de Dinamarca), Erna Solberg 
(primera ministro de Noruega), Stefan Lofven 
(primer ministro de Suecia), Sauli Niinisto 
(presidente de Finlandia) y Barack Obama (presidente 
de Estados Unidos).
Manlio Dinucci. Il Manifesto

Al contrario de lo que afirma la OTAN, los misiles que Estados Unidos está desplegando alrededor de Rusia sí apuntan contra este último país. Por supuesto, no se trata de interceptar los misiles rusos intercontinentales para poner fin al “equilibrio del terror” y poder golpear a Rusia sin temor a su respuesta. La realidad es peor que eso…

En su primer encuentro con los gobernantes de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, el 13 de mayo, en Washington, el presidente Barack Obama denunció «la creciente presencia y la postura militar agresiva de Rusia en la región báltico-nórdica», reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la «defensa colectiva de Europa». Compromiso precisamente demostrado con hechos el día anterior, cuando se inauguró, en la base aérea de Deveselu, en Rumania, el «Aegis Ashore», instalación terrestre del sistema de misiles Aegis de Estados Unidos.

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg –presente en la ceremonia junto al vicesecretario del Departamento de Defensa Robert Work y el primer ministro de Rumania Dacian Ciolos– agradeció a Estados Unidos porque con esa instalación, «la primera de ese tipo con una base terrestre», ese país incrementa notablemente la capacidad para «defender a los aliados europeos ante los misiles balístico exteriores al área euro-atlántica». Y seguidamente anunció el inicio de los trabajos para instalar en Polonia otro «Aegis Ashore», similar al que acaba de entrar en funcionamiento en Rumania. Esas dos instalaciones terrestres se agregan a 4 navíos lanzamisiles del sistema Aegis desplegados por la US Navy en la base española de Rota, que ya navegan en el Mediterráneo, el Mar Negro y el Báltico, y a un poderoso radar Aegis instalado en Turquía, así como a un centro de mando en Alemania.

Afirmando que «nuestro programa de defensa misilística representa una inversión a largo plazo contra una amenaza a largo plazo», el secretario general de la OTAN asegura que «esa instalación en Rumania, al igual que la de Polonia, no está dirigida contra Rusia». Y después aporta una explicación técnica: la base de Rumania, que «utiliza una tecnología casi idéntica a la utilizada en los navíos Aegis de la marina de guerra estadounidense», está «demasiado cerca de Rusia como para poder interceptar los misiles balísticos intercontinentales rusos».

¿A qué tecnología se refiere Stoltenberg? Tanto los navíos como las instalaciones terrestres Aegis están dotados de lanzadores verticales Mk41 de Lockheed Martin, o sea son tubos verticales (en la estructura del barco o en un bunker subterráneo) que lanzan los misiles interceptores SM-3. Esto es lo que se ha designado como «escudo», aunque su verdadera función es ofensiva. Si Estados Unidos lograra instalar un sistema capaz de interceptar los misiles balísticos, podría poner a Rusia bajo la amenaza de un primer golpe nuclear, confiando en la capacidad del «escudo» para neutralizar la represalia.

En realidad, eso es imposible en la actual situación ya que Rusia e incluso China están adoptando una serie de contramedidas que hacen imposible la intercepción de todas las cabezas nucleares en caso de ataque con misiles. ¿Para qué sirve entonces el sistema Aegis basado en Europa, sistema que Estados Unidos está reforzando?

La explicación viene de la propia firma Lockheed Martin. Al ilustrar las características técnicas del sistema de lanzamiento vertical Mk 41 –que, como ya vimos, está instalado en los navíos lanzamisiles Aegis y también en la base de Deveselu–, Lockheed Martin subraya que ese sistema es capaz de lanzar «misiles para todo tipo de misiones: antiaéreas, antinavíos, antisubmarinos y de ataque contra objetivos terrestres». Cada tubo de lanzamiento es adaptable a cualquier tipo de misil, incluyendo «los más grandes para la defensa contra los misiles balísticos y los de ataque de largo alcance». Lockheed Martin especifica incluso los tipos de misiles: «el Standard Missile 3 (SM-3) y el misil de crucero Tomahawk».

A la luz de esta explicación técnica, la precisión que aporta Stoltenberg, cuando afirma que la instalación misilística de Deveselu está «demasiado cerca de Rusia» y que por eso no puede interceptar los misiles balísticos intercontinentales rusos, no resulta nada tranquilizadora. El hecho es que nadie puede saber qué tipo de misiles se han instalado en los lanzadores verticales de la base de Deveselu y en los que llevan los navíos que navegan al borde de las aguas territoriales rusas. A falta de poder verificar eso, Moscú da por seguro que hay misiles nucleares de ataque.

La inauguración de la instalación misilística estadounidense en Deveselu puede significar el fin del Tratado sobre las Fuerzas Nucleares Intermedias, firmado por Estados Unidos y la URSS en 1987, documento que permitió la eliminación de los misiles basados en tierra y con un alcance de entre 500 y 5 500 kilómetros, o sea los SS-20 desplegados en la URSS y los Pershing 2 y Tomahawk estadounidenses desplegados en Alemania e Italia.

Europa vuelve así a un clima de guerra fría, lo cual beneficia a Estados Unidos, que de esa manera puede reforzar su influencia sobre sus aliados europeos. No fue casualidad que, en el encuentro de Washington, Obama resaltó el consenso europeo en cuanto a mantener las sanciones contra Rusia, elogiando especialmente a «Dinamarca, Finlandia y Suecia que, como miembros de la Unión Europea, apoyan fuertemente el TTIP, tratado sobre el que yo reafirmo mi voluntad de concluirlo antes del fin de año».

En los lanzadores verticales de Lokheed, también cabe el misil TTIP.


18 de mayo de 2016

EN PRIMERA LÍNEA DEL FRENTE ANTIFASCISTA

Fotografía Greg Butterfield
Greg Butterfiled. Slavyangrad.es

Mirando a través de la mirilla de un arma antitanque experimenté un momento de profunda comprensión de lo que está en juego en la lucha antifascista en Ucrania. Ocurrió cuando visitaba la base de Prizrak, la milicia antifascista Brigada Prizrak, en las afueras de Kirovsk, en la parte noroeste de la República Popular de Lugansk independiente.

Allí estaba rodeado de soldados voluntarios, no solo de Donbass y de Rusia, sino de India, España, Italia, Noruega y varios países más, tanto hombres como mujeres. Jóvenes comunistas y antifascistas, internacionalistas viviendo en las condiciones más duras que se puedan imaginar, con sus dormitorios cavados en la tierra, a merced de lluvias torrenciales o granizo, rodeados de metralla, restos de bombas y vehículos quemados en batallas pasadas.

Varios días antes, las fuerzas ucranianas habían atacado una parada de autobús cercana tratando de avanzar. El ataque fue repelido. Ahora, los soldados de Prizrak cavaban trincheras para prevenir otro ataque de fuerzas enemigas mejor equipadas.

A través de la mirilla tuve una mejor visión de la base ucraniana justo al otro lado de la tierra de nadie, visible al ojo humano desde nuestra posición. Además de tiendas de campaña y vehículos y personas en movimiento, pude ver dos banderas. Una era la bandera ucraniana. La otra, la bandera roja y negra del fascista Praviy Sektor.

Era 8 de mayo.

El segundo momento que me abrió los ojos llegó al día siguiente, el 9 de mayo. Celebrada como el Día de la Victoria en toda la antigua Unión Soviética, marca la derrota final de la Alemania nazi ante el Ejército Rojo y las fuerzas partisanas en 1945, a costa de 27 millones de vidas soviéticas.

En Lugansk, capital de la República, participé en el desfile del Día de la Victoria junto a los comunistas y el Komsomol de Lugansk. Al salir de las oficinas del Partido Comunista en el centro de la ciudad, vi a decenas de miles de personas que se dirigían, por la calle principal, al lugar de reunión: jóvenes, mayores, veteranos, trabajadores, padres con niños, adolescentes. Prácticamente todos portaban imágenes de sus antepasados que habían luchado o muerto en la Gran Guerra Patria, como se denomina la lucha antifascista soviética de la Segunda Guerra Mundial. Muchos portaban también la Bandera de la Victoria, la bandera con la hoz y el martillo de la división del Ejército Rojo que entró en Berlín e izó la bandera roja en el Reichstag.

Cuando me integraba entre la multitud, pensé lo difícil que sería explicar esta experiencia en mi país. He participado en numerosas manifestaciones, incluyendo algunas de gran tamaño, probablemente de mayor tamaño que esta, pero ese sentimiento de unidad y determinación fue algo que no había sentido antes.

Recordé que este no era solo un día importante de la Historia, la tragedia y el triunfo compartido contra todo pronóstico hace siete décadas. Recordé que hace solo dos años, los fascistas volvían a estar a las puertas de la ciudad otra vez: las bombas destruían edificios de apartamentos, colegios y hospitales. Una mujer fue hecha pedazos en plena calle, frente al edificio del Gobierno ocupado por los antifascistas. Los tanques circulaban por las calles y los tiroteos se escuchaban en las calles.

Camino a Lugansk, habíamos parado ante un memorial junto a la carretera: un tanque destrozado a apenas dos kilómetros de la ciudad. En la primavera de 2014, el personal del tanque se ofreció voluntario para mantener la línea frente a las tropas ucranianas en su avance, dando así tiempo a la resistencia antifascista para preparar la defensa de la ciudad. Los cuatro murieron, quemados vivos en el tanque.

En los pocos minutos que nosotros, los visitantes extranjeros, paramos para fotografiar el memorial, al menos media docena de vehículos de población local pararon también. Las familias llevaban flores y lazos que depositaban frente al tanque, ofrendas de agradecimiento y recuerdo que se acumulaban ante las docenas anteriores.

Pasé el Día de la Victoria junto a Lisa Chalenko, de dos años. Solo era un bebé cuando Lugansk se encontraba sitiada. Sus padres recuerdan ese tiempo demasiado bien. Miles de padres y madres, niños, adolescentes o abuelos de Lugansk lo recuerdan también. Para ellos, y para muchos en las Repúblicas de Donbass, en Odessa, en Ucrania, la lucha contra el fascismo no es historia. Es su vida actual.

9 de Mayo. Fotografía: Greg Butterfield


Y mientras aquí, en el corazón del imperialismo, en las tripas de Wall Street, es difícil encontrar a alguien que haya oído hablar de la guerra en Donbass y muchos autoproclamados izquierdistas o progresistas prefieren ignorar, o incluso condenar, la resistencia de Donetsk y Lugansk, allí todos comprenden que la junta ucraniana, las bandas fascistas y las constantes infracciones del alto el fuego no podrían continuar un solo día más sin el apoyo de Estados Unidos.

Ya es hora de que el movimiento contra la guerra se ponga serio y comience a apoyar esta lucha y que haga ver a la clase trabajadora y a los movimientos juveniles y progresistas esta realidad.

Porque esta guerra, esta lucha, está aquí para quedarse.

Ruinas de la guerra

Todas y cada una de las personas con las que hablé en mis ocho días de visita a Donbass estuvieron de acuerdo en ello, ya fueran soldados, activistas políticos, estudiantes, padres, periodistas o taxistas.

Visité la ciudad de Donetsk, capital de la República Popular de Donetsk, unos días antes de llegar a Lugansk para el Foro Internacional Antifascista en Krasnodon el 7 de mayo. En mi estanca allí, tuve la oportunidad de ver en primera persona lo que significa el apoyo estadounidense a la junta de Kiev.

Donetsk es una bonita ciudad soviética, llena de cultura y amplios bulevares, parques y universidades construidas para que la clase obrera, en esta región formada principalmente por mineros y trabajadores del metal, pudiera disfrutar de ellas. Antes de la guerra, esta era la región más obrera de Ucrania, con una población que, pese a dos décadas y media de ruina capitalista, aún mantenía aspiraciones socialistas.

Los líderes de la República Popular de Donetsk han trabajado duro para reconstruir y establecer cierta normalidad para la población de la ciudad al margen de la guerra y del bloqueo económico. Pero a un trayecto de pocos minutos en coche, ya se está otra vez en la primera línea del frente de la guerra.

Junto a Janus Putkonen, director de la Agencia Internacional de Noticias de Donetsk, llegué a las afueras de Donetsk. Me mostró la autopista y las vías del tren que antes conectaban Donetsk y Lugansk, ahora cortadas por las fuerzas de ocupación ucranianas. El sonido de las armas se oía de cerca.

Condujimos hasta Oktyabrsky, un barrio de las afueras de Donetsk. Mercados, apartamentos, un teatro, todo quemado o demolido. Filas y filas de pequeñas casas y comercios destruidos por los bombardeos ucranianos: tejados colapsados, partes enteras de los edificios arrancados, un cementerio bombardeado.

Y a lo lejos, los destruidos restos del aeropuerto de Donetsk.

Quienes siguen viviendo aquí, principalmente en grandes bloques de pisos, han tapado con madera las ventanas rotas en lugar de sustituirlas, porque todos comprenden que la destrucción volverá.

El sonido de los bombardeos continúa por la noche. Las cosas estaban relativamente tranquilas durante mi visita, la primera semana de mayo, por un informal alto el fuego durante la semana de Pascua. Pero los bombardeos de Donetsk y otras ciudades se han reanudado e intensificado esta última semana.

La guerra no ha acabado ni hay un final a la vista. ¿Por qué? Desde luego, los residentes de Donetsk y Lugansk están hartos de la guerra y del bloqueo. Pero no están dispuestos a rendirse ante Kiev. Saben que si lo hicieran el resultado sería un genocidio, el programa de los batallones fascistas que soportan a la junta neoliberal y de los neo-nazis del Gobierno como el presidente del parlamento Andriy Parubiy.

Las tropas ucranianas cuentan con más armas, más soldados, más vehículos. Pero los soldados reclutados para sus filas están desmoralizados. Solo los batallones neo-nazis, que reciben entrenamiento militar de Estados Unidos, están motivados para luchar.

Los ejércitos populares de Donetsk y de Lugansk, formados principalmente de residentes locales, están motivados para defender su tierra y a sus familias. Pese a que muchos soldados ya han sido desmovilizados, decenas de miles pueden volver a tomar las armas en cuestión de 72 horas si fuera necesario.

La única posibilidad de Ucrania de ganar la guerra, dice Putkonen, es con bombardeos de la OTAN como ya hiciera contra Yugoslavia. Pero esto supondría bombardeos aéreos en la misma frontera de la Federación Rusa.

Ninguna de las partes puede rendirse, insiste Putkonen. Si el Gobierno ruso retirara su promesa de ayudar a las repúblicas de Donbass, saben que serían los siguientes en la lista de Washington. Si Estados Unidos y la OTAN dan marcha atrás, sería el inicio de un efecto dominó de resistencia en la región.

Solo hay una solución aceptable y en ella jugamos una parte importante. Es el derrocamiento del régimen neoliberal, de inspiración neo-nazi y oligárquico de Kiev apoyando la creación de un potente movimiento contra la guerra en Estados Unidos para impedir que el Pentágono y la OTAN intervengan.

Los niños de Lugansk, los ancianos que viven en sótanos cerca de la línea del frente y los trabajadores de las repúblicas de Donbass ya están haciendo su parte. Y esperan que nosotros hagamos la nuestra.