La red social atendió solicitudes de datos de 19.000 usuarios en el segundo semestre de 2012
Tan sólo apostillar dos comentarios en relación con esta noticia:
1) Si los proveedores de servicios onlaine negaron primero haber satisfecho las demandas de las autoridades de Washington para acceder a sus servidores y ahora admiten que lo hicieron, ¿por qué hemos de pensar ahora que es cierto que la cifra que ahora dan algunos de ellos es real y no absolutamente exigua respecto al número de personas que efectivamente fueron espiadas en todo el mundo? ¿Por qué hemos de pensar que dichos permisos fueron concedidos para un número determinado de personas concretas, con nombre y apellido, y no para un control sistémico y sistemático de la red?
2) De verdad esos lumbreras que cuelgan en redes sociales sus negaciones de permisos para que la red haga uso de la información que cuelgan o piden a sus contactos que mantengan la información que cuelgan en sus muros como privada, al haber cambiado Facebook sin sus permisos la configuración de su privacidad, ¿creen que su postura es coherente? ¿Acaso no saben que Facebook se reserva el derecho a hacer con la configuración de la información de su red social lo que le dé la gana, afecte o no a terceros? ¿Creen, de verdad, que Facebook no les está tomando el pelo e invadiendo su privacidad desde hace mucho tiempo, por ejemplo cuando les pregunta (no sólo esa red sino el correo electrónico de gmail y tantos otros proveedores) si conocen a fulano o mengana o si desean incluir a tal persona o cuál entre sus contactos?
Señores, denunciar el modo en que nuestra intimidad es violada por el Gran Hermano es correcto y necesario. Ser imbécil es prescindible. Si ustedes no quieren dar al Estado de Vigilancia permanente información sobre ustedes que no le darían de buena gana, no lo cuelguen en la red. Ni siquiera usen la red para según qué temas sensibles porque, con y sin permisos de los proveedores de servicios, las redes de control de la información se harán con esos datos, entre otras cosas porque son los propios proveedores de servicio los que les espían desde hace mucho.
Cuando uno accede a la red debe saber en qué condiciones lo hace, decidir qué grado de riesgo asume y qué grado no y hasta dónde colabora como conejillo de indias en lo que le suministra a la red. Una vez evaluado esto, uno es muy libre de saber hasta dónde llegar pero el papel de inocente abusado es realmente ridículo, salvo que se sea tonto sin paliativos. Incluso desde el cinismo de decir yo no sabía cuánto riesgo asumía, esa posición acaba por ser ridícula porque expresa una candidez que sobrepasa la cuota de estupidez media que todos llevamos dentro.
Aún así, por mucho que usted o yo intentemos ser cautos y no dar más datos de nosotros de los que deseemos, datos que siempre serán excesivos y en muchos casos imprudentes (en ese nivel algunos hace mucho que rompimos ya el contador geiger de nuestra propia estulticia), habrá terceros (amigos, enemigos, pelotudos, anunciantes, agencias de comunicación y publicidad, mercaderes de datos, los propios proveedores o la administración) que ya se encargarán de desbaratar todas nuestras precauciones.
Cinco Días.
El escándalo provocado por la publicación de los programas de espionaje de Estados Unidos ha pasado a un nuevo capítulo. Dos de las grandes empresas tecnológicas, Facebook y Microsoft, de las que, supuestamente, el programa de espionaje estadounidense PRISM accedía a sus servidores, han reconocido que durante el segundo semestre de 2012 recibieron peticiones por parte de Washington sobre información de sus usuarios.
Ambas empresas, que junto con Google, solicitaron hace unos días permiso a las autoridades estadounidenses para poder publicar datos vinculados con la filtración con el objetivo de recuperar la confianza de sus clientes, han publicado las peticiones de información que recibieron en los últimos seis meses del año por parte de Estados Unidos, pero han lamentado no poder ofrecer más información a sus usuarios y clientes para poder cumplir con las exigencias de Washington y no han concretado cuántas de estas peticiones fueron atendidas.
Facebook ha reconocido a través de un comunicado firmado por su consejero legal de Facebook, Ted Ullyot, que en el los últimos seis meses de 2012 ha recibido entre 9.000 y 10.000 peticiones de información privada por parte de las autoridades estadounidenses, desde solicitudes de la policía local, a nivel estatal, federal o relativa a la seguridad nacional, que habrían afectado a entre 18.000 y 19.000 cuentas, una cifra que según la red social supone una “una pequeña fracción” de su más de 1.100 millones de usuarios.
Con esta explicación, Facebook pretende poner "en perspectiva las falsas afirmaciones” que han aparecidos en ciertos medios, según ha declarado. Ullyot asegura que la empresa siempre intenta proteger la privacidad en estas peticiones, hasta el punto que “a veces se rechazan o se pide que se rebajen”. Facebook además ha insistido en que "vamos a seguir vigilantes en la protección de los datos de nuestros usuarios y de las solicitudes gubernamentales injustificadas, y vamos a seguir impulsando todos los gobiernos a ser lo más transparente posible".
Unas declaraciones que llegan días después de que en el caso de Facebook, Mark Zuckerberg, afirmara que la empresa nunca había formado parte de un programa que diera acceso a las autoridades a sus servidores.
Por su parte, Microsoft ha comunicado que en el segundo semestre del pasado año recibió entre 6.000 y 7.000 peticiones de información por parte de las autoridades estadounidenses, que habrían afectado a entre 31.000 y 32.000 clientes. Su vicepresidente y consejero general adjunto, John Frank, ha asegurado que pese a la información que las autoridades estadounidenses les han permitido ofrecer, "seguimos creyendo que lo que se nos permite publicar sigue siendo inferior a lo que se necesita para ayudar a la comunidad a entender y debatir estas cuestiones".
La pasada semana, los diarios The Guardian y The Washington Post publicaron la existencia de dos programas de espionaje, en los que participaba la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), uno afectaba a registros telefónicos (apuntando a la compañía Verizon) y un segundo a empresas de internet, conocido como PRISM. Programa con el que supuestamente EE UU accedería a los servidores de Google, Facebook, Microsoft, Apple, Yahoo, Skype, YouTube, AOL y PalTalk, que habrían accedido a ello voluntariamente, circunstancia que todas ellas negaron en un primer momento.
Bruselas pide más transparencia a EE UU
La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, y el secretario estadounidense de Justicia, Eric Holder, se reunieron ayer durante el transcurso de una cumbre bilateral entre EE UU y la Unión Europa y analizaron la protección de datos después del escándalo de espionaje desvelado por Edward Snowden. Reding aseguró al término de la reunión que cualquier operación de vigilancia de individuos o grupos se lleva a cabo con la autorización de los tribunales y siempre de acuerdo con “sólidas evidencias”.