TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
25 de mayo de 2016
NEOLIBERALES Y “PROGRESISTAS”
José
Valenzuela Feijóo. alainet.org
1.-
Neoliberalismo: afanes de legitimación
El
modelo neoliberal genera un impacto en la distribución del ingreso
que es brutalmente regresiva: a los pobres los hace más pobres y a
los ricos más ricos. Por lo mismo, no puede extrañar que su
implantación vaya asociada a regímenes autoritarios o del todo
dictatoriales (caso de Pinochet). Estos fenómenos obviamente no
operan a favor de legitimar al sistema: muy pocos son los
beneficiados y, por lo mismo, muy pocos los que pueden estar
satisfechos. En consecuencia, una vez que las fuerzas de izquierda
han sido aniquiladas por la represión y dejan de ser un peligro, la
orden de mando ha sido la de ensayar una vuelta –bastante tímida–
a los cánones de la democracia formal.
Asimismo,
se empezaron a ensayar algunas políticas de gasto social con cargo a
las cuales se busca suavizar la situación de los grupos más pobres.
O sea, los ubicados en el escalón de la “pobreza extrema”.
Se trata de apagar los posibles incendios que puede provocar la
dureza neoliberal. Al final de cuentas cuando no existe ya una
oposición peligrosa para la estabilidad del sistema, seguir
aplicando la represión abierta, como lo dijera el astuto Talleyrand,
“más que un crimen sería una estupidez”.
En
cuanto a los movimientos “progresistas” y lo que antes
pudo ser una izquierda política, como regla apuntaron sus críticas
al aspecto distributivo del neoliberalismo. Y se olvidaron por
completo del aspecto producción (1).
Por
lo mismo, tuvo lugar una especie de convergencia entre las nuevas
políticas neoliberales (recomendadas por organismos internacionales
como el FMI, la OCDE, algunos segmentos de las clases dominantes y el
mismo Estados Unidos) y las políticas que empezó a enarbolar y
proponer la oposición. Más aún, cuando estos grupos lograron
acceder al gobierno (como Lula en Brasil, Bachelet en Chile, Mujica
en Uruguay), concentraron sus esfuerzos en políticas sociales de
corte redistribuido (2).
A
la vez, dejaron intocados los cimientos del modelo neoliberal: en el
plano de la producción, del relacionamiento externo y de la política
económica. O sea, aplican un esquema neoliberal con algunas
“aspirinas” o dosis de redistribución. De fondo, lo que se ha
perseguido, por la derecha y por la seudo-izquierda, ha sido la
legitimación del patrón neoliberal.
2.-
El gasto social
El
llamado gasto social es variado y multiforme. De él, deben restarse
el gasto que se aplica en educación y salud públicas.
Significativamente, este tipo de gastos, vis a vis las necesidades de
la población, se han des-privilegiado cediéndole espacio al sector
privado. O sea, hay un proceso de mercantilización acelerada de la
educación y de la salud. En estos rubros, empieza a imperar el lucro
capitalista y, por lo mismo, si el dinero no alcanza, la gente se
queda sin salud y sin educación.
Los
gastos que ahora nos preocupan, son de tipo diferente. Primero, son
gastos que buscan apoyar a los segmentos más pobres de la población.
Segundo, como regla no implican crear u ofrecer empleos productivos a
esos segmentos. Tercero, no exigen contrapartida, vg. en términos de
un trabajo equivalente.
Algunos
gastos operan como ayuda monetaria directa a personas y familias. En
otras, el apoyo se da en términos que favorecen a la llamada
“micro-empresa”: semillas, fertilizantes, créditos de
costo casi nulo, etc. El impacto que estos apoyos tienen en términos
de producción es prácticamente nulo y lo que sí consiguen es
ayudar a la subsistencia de los grupos que reciben su apoyo.
Una
segunda línea de acción apunta al manejo de precios subsidiados. Es
decir, se fijan precios que están incluso debajo de los costos de
operación. En México, un ejemplo muy conocido es el precio del
transporte por el metro de la ciudad. Aquí, el precio ha girado
entre la mitad o cuarta parte del costo de operación por pasajero.
En
otros rubros como electricidad, agua y otros servicios básicos, se
dan situaciones parecidas. Los problemas que acarrean estas políticas
son mayores: al no cubrir los costos de operación, estas empresas
deben endeudarse y pasar a pagar los intereses del caso. Además, si
tratan de expandirse, sólo lo pueden hacer con cargo a nuevos
endeudamientos. Con todo lo cual, se va avanzando a una carga
financiera que, a la larga, resulta imposible de solventar.
En
este marco, surge la obvia pregunta: ¿no sería más racional
generar ocupaciones productivas bien remuneradas, y aplicar una
política de salarios reales crecientes que le permitan a la
población trabajadora pagar los costos reales de los
correspondientes servicios? En realidad, no hay que ser muy avisado
para percatarse que esas políticas a la larga no se pueden mantener
y sólo buscan ocultar los males que va generando una estructura
económica que, por lo visto, no se puede o no se quiere modificar.
Al
final de cuentas, lo que tenemos es una gran limosna estatal. En la
cual se gastan fondos que no son menores y que, al final de cuentas,
nada importante resuelven. Para mejor dimensionar el problema no se
debe olvidar el telón que es estructural y de fondo: el estilo
neoliberal no genera empleos productivos y lo que se observa es el
incesante crecimiento de la población desplazada y marginal:
cesantes abiertos, precarios, ambulantes, ilegales, sectas
criminales, narcotraficantes, etc. Lo que antes pudo ser una mancha,
ahora es un océano gigantesco que ya abarca a más de la mitad de la
población económicamente activa (PEA).
El
gasto estatal de marras genera otras consecuencias que se deben
subrayar: a) en el personal que administra la distribución de los
fondos tienden a irrumpir prácticas corruptas y clientelares. Al
parecer, una parte nada despreciable de esos fondos no llega a las
familias de destino sino que va a parar a los bolsillos de los
funcionarios que administran la ayuda estatal; b) en los que reciben
esos fondos, claramente se genera una mentalidad servil, propia de
los que viven de limosnas.
En
otros tiempos, el espectáculo era más visible: los domingos, al
salir de misa, las señoras más empingorotadas y esposas de
hacendados, lanzaban al aire una buena cantidad de monedas. Los
pobres y lazaretos, arrodillados, peleaban por esas monedas y con la
cabeza agachada gritaban el “dios se lo pague, buena y santa
señora”. En breve, se asume la mentalidad del pordiosero y se
pasa a depender de la voluntad de otros. Los cuales, además, son los
mismos causantes de esa miseria de pordiosero.
La
pregunta obvia es: ¿no será mejor, más eficaz y más digno,
financiar desarrollos industriales que generen empleos productivos,
calificados y bien pagados? Pero, ¿es posible esa reorientación del
desarrollo sin alterar profundamente los parámetros centrales del
estilo neoliberal? Ciertamente no se puede y el que no se siga ese
camino es la confesión más prístina de que no se busca sepultar al
neoliberalismo sino respetarlo y, dentro de lo poco que se puede,
embellecerlo con una pequeña “manita de gato”.
En
lo anotado también se expresa un error teórico mayor: pensar que se
puede dar una transformación sustantiva en la distribución sin
alterar el espacio de la producción. Es lo que pasamos a discutir.
3.-
Un alcance teórico sobre una antigua controversia
La
ignorancia esgrime frases que, a veces, tienen un eco malsano. Por
ejemplo, cuando se dice, con gran desprecio, que “eso es pura
teoría”. De fondo, se manifiesta aquí un rechazo por la
teoría (por ende del pensamiento y la razón), que es propio de la
más crasa estupidez. La discusión no va por ahí sino por el
enfrentamiento entre las teorías correctas (verdaderas, profundas,
verificadas empíricamente) y las teorías erróneas (lógicamente
incongruentes y/o empíricamente falsas). Además, ese aserto es
también reaccionario pues ninguna transformación medianamente
importante puede darse sin el auxilio de una buena teoría (3).
¿Habrá que recordar, una vez más, eso de que sin una teoría
profunda no hay revolución posible? (4)
En
el caso que nos viene preocupando, resulta útil efectuar un breve
recordatorio teórico. Concentremos la atención en el sistema
económico, el que es parte del sistema social. En el sistema
económico se pueden distinguir cuatro grandes subsistemas: a) la
producción; b) la distribución; c) el cambio; d) el consumo
personal. Entre estos cuatro grandes espacios o subsistemas, tienen
lugar: i) relaciones de influencia mutua: un aspecto influye sobre
los otros y viceversa; ii) tales relaciones son asimétricas: la
influencia de un subsistema sobre los otros suele ser más potente
que el que opera en sentido inverso. O sea, hay espacios económicos
que son más importantes (poseen un poder regulador mayor) que otros;
iii) en el caso que nos preocupa, que es el del sistema económico:
la hipótesis más plausible y comprobable es la que sindica al
espacio de la producción como el más importante y decisivo.
O
sea, es el que tienen mayor poder causal. Por ejemplo, al revés de
lo que sostiene la teoría neoliberal, no es el consumidor individual
el que determina qué tipo de bienes se va a producir sino que, muy
al contrario, son las grandes empresas de producción, las que
definen qué se va a producir y luego, qué se va a consumir. La
Coca-Cola, por ejemplo, se consume no por una decisión primaria de
los consumidores sino por la presión de las grandes corporaciones
que producen esa bebida y por la vía de una propaganda que atosiga,
terminan por convencer (u “obligar”) al consumo de tal refresco.
Entre
producción y distribución también existen relaciones asimétricas.
Y que van, en el sentido del poder causal (o “poder de
determinación”), desde el espacio de la producción al espacio
de la distribución. Como bien apuntaba Marx, “es equivocado en
general, tomar como esencial la llamada distribución y hacer
hincapié en ella, como si fuera lo más importante.” (5)
Precisemos
los conceptos. Por esfera de la producción entendemos el conjunto de
relaciones sociales que organizan y regulan la actividad de los
hombres en el proceso de producción (6). Por distribución se
entiende la forma y proporción en que se reparten los resultados de
la producción, ente los diversos grupos sociales. Más precisamente,
entre las diferentes clases sociales. Por ejemplo, entre asalariados
y capitalistas. Marx, en este respecto, escribía que “por
relaciones de distribución se entiende aquí los distintos títulos
que autorizan a percibir la parte del producto destinado al consumo
individual”.(7) Contemporáneamente, se habla de distribución
del Ingreso Nacional.
Sobre
las relaciones de causalidad entre producción y distribución, valga
insistir sobre el punto, Marx es muy terminante. En su célebre
comentario al programa de los socialistas alemanes, escribía “la
distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un
corolario de la distribución de las propias condiciones de
producción. Y esta distribución es una característica del modo
mismo de producción.
Por
ejemplo, el modo capitalista de producción descansa en el hecho de
que las condiciones materiales de producción le son adjudicadas a
los que no trabajan bajo la forma de propiedad del capital y
propiedad del suelo, mientras la masa es solo propietaria de la
condición personal de producción, la fuerza de trabajo.
Distribuidos de este modo los elementos de producción, la actual
distribución de los medios de consumo es una consecuencia natural.
Si
las condiciones materiales de producción fuesen propiedad colectiva
de los propios obreros, esto determinaría, por sí solo, una
distribución de los medios de consumo distinta de la actual. El
socialismo vulgar (y por intermedio suyo una parte de la democracia)
ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la
distribución como algo independiente del modo de producción, y, por
tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira
principalmente en torno a la distribución.” (8)
El
espejismo de la distribución ha contaminado a procesos de corte más
radical. En el Chile de Allende, por ejemplo, se empezó (fines de
1970 y a lo largo de 1971) con un fuerte impulso a la participación
salarial (salarios sobre Ingreso Nacional) y ya hacia 1972, surgieron
presiones inflacionarias y sobre el balance de pagos muy difíciles
de controlar.
La razón era muy clara: la oferta no respondió en la
medida necesaria.
Es
decir, la variable producción no se acomodó a la variable
distribución y se generaron desequilibrios inmanejables. Se desató
la inflación y un fuerte déficit en el balance de pagos. En este
contexto, el gobierno de Allende, que en plano político no fue más
allá de la ocupación del aparato estatal tradicional, no fue capaz
de controlar algunos centros de producción vitales y buscando
controlar la inflación, corto de cuajo la capacidad de acumulación
del incipiente sector productivo estatal.
La
moraleja que se pudo extraer parece nítida: la distribución se
puede mover sólo en la medida que lo hace la producción. Esta es la
que precede y regula. Si este principio no se respeta, emerge algo
parecido a un caos económico.
En
otras experiencias latinoamericanas, se han observado, en mayor o
menor grado, fenómenos parecidos. Señaladamente éste parece ser el
caso de Venezuela, la que en los últimos años (Chávez-Maduro)
viene experimentando un fuerte proceso inflacionario (que ya es
hiper-inflación). En este país, las políticas de gasto social
fueron muy fuertes. Pero, a la vez, se observa un fracaso total en
materias de desarrollo productivo, industrial y agrario.
Al
cabo, tenemos que no hubo ninguna sustitución de importaciones (no
se agilizó la oferta interna), se despilfarró el excedente
petrolero y hoy (mediados del 2016), el gobierno de Maduro aborda una
situación económica gravísima y que lo puede llevar a su
revocación. Con un más o un menos, y con los matices del caso,
estos afanes se repiten en otros países y muestran a una izquierda
muy contaminada por el reformismo distributivo e, incluso, con el
ideario neoliberal.
En
el modelo neoliberal, los afanes de legitimación, se traducen en los
conocidos programas de “superación de la pobreza”. Estos
afanes, pueden asumir alguna importancia en tanto la capacidad para
importar del país sea alta. Lo cual, va muy asociado a un eventual
boom en las exportaciones de bienes primarios.
Sea
por el lado de las cantidades (fuerte demanda internacional, vg.
impulsada por compras de China), o por el lado de los precios, lo que
para Brasil sí tuvo lugar durante el gobierno de Lula. En este caso,
el sector exportador, al generar las divisas que permiten importar
los bienes de consumo que reclaman trabajadores y capas medias
beneficiadas por los aumentos salariales, pasa a operar como si fuera
un sector productor de bienes de consumo. ¿Cuánto puede durar el
auge exportador? Como ya lo expusiera la antigua y clásica Cepal
(Prebisch, Pinto, etc.), el que se especializa en productos
primarios, más tarde o más temprano se hunde en el subdesarrollo y
la dependencia estructural que lo acompaña.
Esto,
es algo que Dilma, la sucesora de Lula, ha empezado a pagar con
creces. Y es también importante subrayar: en el Brasil de Lula,
mejoró la situación de algunos grupos en extrema pobreza, pero la
distribución del ingreso no se alteró. En Chile, sucede algo
parecido.(9)
Conviene
subrayar: cuando se elevan sustancialmente los salarios (y en
general, el ingreso de los segmentos populares), no sólo se eleva la
demanda en términos inusitados. También, se altera fuertemente su
composición. Luego, tenemos que la respuesta de la oferta no sólo
debe apuntar a fuertes y rápidos incrementos en la producción de
bienes-salarios. También es necesario que opere un cambio en la
composición del producto, el que debe pasar a corresponderse con la
nueva composición de la demanda. Ninguna de estas exigencias es
sencilla. Elevar la producción difícilmente tiene lugar de un día
para el otro: requiere elevar la inversión y que esta madure, algo
que es lento y difícil.
Cambiar
la composición exige fuertes traslados de recursos y también un
fuerte esfuerzo de acumulación. Nada que sea sencillo e inmediato.
Si
la capacidad para importar (disponibilidad de divisas) se expande
(vg. se dispara el precio del petróleo, suben precios de materias
primas, etc.) el problema se puede suavizar o, más bien, disimular.
Pero éstos no son más que cortos “veranitos de San Juan”.
Las dificultades crecen si se piensa que en el marco de un gobierno
popular y con masas radicalizadas, el sector privado difícilmente va
a impulsar y ejecutar las inversiones adecuadas. Lo que en realidad
hacen los capitalistas es incurrir en una especie de huelga
productiva. O, si se quiere, paralizan la inversión.
Por
lo mismo, si la dinamización de la oferta no la hace el Estado,
nadie la va a hacer. Como sea, el punto a subrayar es: si la variable
producción no se mueve y transforma de cuajo, todo intento por mover
la distribución con un mínimo de vigor, estará fatalmente
condenado al fracaso. Y claro está, los cambios estructurales
apuntados sólo pueden ser impulsados si existe un vigoroso y amplio
bloque popular, dirigido por la clase trabajadora. Es decir, lo que
debe realizar el Estado, también exige que éste sufra un reajuste
de fondo, que sea expulsado el actual bloque en el poder y que en su
reemplazo, surja una nueva clase hegemónica.
¿Qué
clases o fracciones de clase pueden asumir ese papel? ¿La burguesía
industrial nacional y no monopólica? ¿La clase trabajadora anclada
en la gran industria? ¿Otros grupos? Como vemos, esto abre una
problemática bastante compleja y que aquí no vamos a abordar.
Pero
hoy (2016) la situación de países como Argentina, Brasil, Chile,
Venezuela y otros, pareciera que obliga a plantear una exigencia
mayor: retomar el gran proyecto histórico de avanzar más allá del
capitalismo.
De
seguro, esto plantea otras interrogantes aún más complejas: ir más
allá del capitalismo, ¿qué significa en términos del modelo
socioeconómico que lo debe reemplazar? ¿Puede darse un proceso en
términos “aislados”, a nivel de tal o cual país
particular? ¿Se puede avanzar en el tercer mundo sin que se mueva el
primero?
De
momento baste decir: la profundidad de la crisis del capitalismo
contemporáneo, obliga a pensar con mayor profundidad, rigor y
radicalidad en los problemas de hoy y en las eventuales rutas que se
pudieran seguir.
Notas
1.
El partido Socialista en Chile, el PT en Brasil, el antiguo PRD (el
de hoy es pura basura de tránsfugas) en México, son claros ejemplos
de esta “adaptación”. Del chileno se dice que practica y
predica un “socialismo neoliberal”(!!!). Este
distanciamiento ha ido muy unido a otro que transcurre en el plano
ideológico: el olvido (y hasta repudio) de los fundamentos de la
teoría esgrimida por Marx.
2.
Ver artículos de Roberto Pizarro (sobre Chile), de Severo de Salles
y N. Ouriques (sobre Brasil) y de O. Mañán (sobre Uruguay), en V.
Palacios y J. Valenzuela, “Crisis neoliberal y alternativas de
izquierda en América Latina”, Ciestam (UACH), Escuela Superior
de Economía (IPN), INIFPCPP, PRD; México, 2013.
3.
“Aquel que bien pretende obrar / tiene que usar la mejor
herramienta”. J. W. Goethe, “Fausto”.
4.
López Obrador, el destacado dirigente mexicano, en mayo del 2016, ha
declarado que “ser de izquierda no es levantar el puño de esa
mano o leer a Carlos Marx, sino ser buena persona. Si no sientes el
sufrimiento del prójimo y de los que necesitan apoyo, de qué sirve
ser de izquierda. Hay que tenerle amor al pueblo para serlo”
Según La Jornada, 17/05/2016. Este tono de pastor evangélico o de
cura de aldea no es nuevo en este dirigente. Y adviértase: nos habla
de “apoyo” y de “amor” en vez de luchar por la
organización independiente y consciente del pueblo trabajador. Y nos
ofrece, como gran aporte teórico, su teoría: la sociedad se divide
entre “personas buenas” y “personas malas.” En
un dirigente que siempre ha manifestado gran temor ante la clase
obrera políticamente independiente anclada en la gran industria,
este llamado a “la caridad cristiana” y no a la lucha de
clases, amén de ridículo, es bastante revelador. En cuanto al
analfabetismo teórico que predica y practica este sedicente “cordero
de Dios”, si uno fuera una “mala persona” y por ende no
estuviera en el bando de los “buenos”, podría recordar
los planteos muy similares que en su tiempo hicieran algunos
generales franquistas. O los del cura Saturnino, párroco del pueblo
de Chiripungato, allá por las haciendas de Don Pancho Francisco: “no
lean, no lean, que por allí se nos llega Lucifer.”
5.
C. Marx, “Crítica al Programa de Gotha”, en Marx-Engels,
Obras Escogidas, Tomo 3, pág. 16. Edit. Progreso, Moscú, 1974.
6.
Producción = actividad que genera productos. Entendiendo por
productos los resultados que son útiles en cuanto son capaces de
reproducir la vida de los humanos y/o los medios de producción que
utilizan en su trabajo.
7.
C. Marx, “El Capital”, tomo 3, página 812. FCE, México,
1974.
8.
C. Marx, “Crítica al programa de Gotha”, pág. 16.
Edición citada.
9.
El coeficiente de Gini, calculado al modo tradicional (encuestas de
ingreso y gasto), a veces muestra una mejoría. Pero calculado con
más rigor (declaraciones tributarias), se altera en favor de una
peor distribución. En el caso de Brasil, recientes estudios muestran
que no se ha dado ningún cambio sustantivo y se mantiene la muy
regresiva distribución del ingreso. Para Chile y Uruguay, se da algo
similar. Según Cepal, “en el Brasil el coeficiente corregido
permaneció estable entre 2006 y 2012, con valores alrededor de 0.7
en todos los años, lo que contrasta con los resultados obtenidos
usando solamente las encuestas de hogares que muestran
una baja en la concentración del ingreso entre 2006 y 2011.”.Cf.
Cepal, “Panorama Social de América latina, 2015”, pág.
16. Santiago de Chile, 2016.
22 de mayo de 2016
SOROS Y GARZÓN, UNA MISMA PASIÓN
Por
Marat
Dice
Alberto Garzón que es comunista. George Soros tampoco. En realidad
estamos ante dos anticomunistas.
El
segundo, Soros, lo ha demostrado sobradamente, promoviendo en 1989, a
través de sus organizaciones “filantrópicas”, actividades
contrarias al sistema político y económico de países socialistas
como la RDA, Polonia y la ex Checoslovaquía . Lo mismo haría en el
2.000 en Serbia para provocar la caída de Milósevic financiando, en
colaboración con otras agencias injerencistas, al movimiento OTPOR
y, más recientemente, a través de su Fundación IRF (International
Renaissance Foundation)
y de otras organizaciones ligadas a la Open Society (matriz de
diversas franquicias que llevan la marca inicial)
al Maidan
de 2013, que dio lugar a un gobierno filonazi en Ucrania y a la
prohibición del Partido Comunista ucraniano.
El
primero, Garzón, lo ha evidenciado repetidamente marginando a
dirigentes comunistas en la cúpula de IU contrarios a la alianza con
el partido-movimiento neoperonista Podemos y a la absorción
definitiva de la citada coalición socialdemócrata (IU lo es aunque
haya en ella militantes y dirigentes que se declararan comunistas)
por los podemitas.
¿Qué
comunista aceptaría ir en coalición con un partido -Podemos- que
lleva en sus listas al exJefe del Estado Mayor de la Defensa del
Gobierno de Zapatero que diseñó en 2011 la intervención militar de
España, dentro de las operaciones militares de la OTAN, en Libia?
Cierto que desconozco que haya dirigentes comunistas de IU o
militantes de la misma que, ante tal villanía de Alberto Garzón,
hayan roto su carné y dado un portazo, abandonando tal organización,
lo que dice muy poco o nada de ellos como comunistas.
¿Qué
comunista se quedaría de brazos cruzados cuando el indigno mentecato
de Podemos, Pablo Echenique, ex militante de Ciudadanos, ex
neoliberal (según él)
y ex partidario de la
invasión de Irak, tres cuestiones que el mismo ha admitido, declaró
aquello de “el
comunismo es algo viejo, que se demostró que no funcionó, como la
OTAN, que se diseñó para un mundo que ya no existe",
después de que Garzón hubiese mezclado una mentira con una verdad
en su frase “yo
soy comunista. Unidos Podemos no lo es”
Era
obvio que la frase de Garzón estaba destinado a cubrir una parte del
espectro electoral, que no ideológico, del engendro-coalición
todoterreno Unidos Podemos, del mismo modo que Echenique, Julio
Rodríguez y Errejón cubren el lado “opuesto”.
De
igual modo, es también palmario que si Echenique no es tonto del
haba, lo disimula a la perfección, al poner en el mismo plano de la
comparación a la ideología comunista y a su archienemigo, la OTAN.
O al demostrar, si no su ignorancia política, la baba de mala fe que
destila cuando confunde ideología (comunismo) con sistema
político-económico-social (socialismo defendido por los comunistas)
porque, si tuviera el rigor científico del que suele alardear,
sabría que el comunismo es una sociedad sin Estado, algo de lo que
difícilmente puede decirse que no ha funcionado cuando no ha sido
puesto en práctica.
Pero
sobre todo ¿qué comunista hablaría de este modo tan respetuoso de
George Soros?:
“Soros
es también un filántropo, es decir, una persona que dona gran parte
de sus ingresos y riqueza a causas solidarias. Al estilo Bill Gates.
Cabría esperar que, en cualquier caso, Soros fuera un fanático
defensor de un sistema y de una forma de concebir la economía que
tanto beneficio le ha proporcionado en las últimas décadas. Sin
embargo, en realidad Soros se declara adversario del pensamiento
económico convencional y de la desregulación financiera desmedida.
Pero sobre todo, Soros realza el valor explicativo de la teoría
económica marxista. Ni más ni menos.
Soros
no es comunista ni es mi ideal de economista, por supuesto, pero sabe
distinguir entre la herramienta para entender el sistema económico
capitalista (la teoría económica marxista) y la aplicación
práctica de políticas socialistas basadas en la crítica al
capitalismo (el comunismo real o como cada uno prefiera llamarlo).
Sorprende, de hecho, que como economista hable de “sistema
capitalista”, algo que hoy en día casi ningún economista no
heterodoxo hace (revisen los periódicos o los blogs de economistas
liberales y busquen el concepto en cuestión).
Quizás
todo esto debería hacernos reflexionar acerca de por qué el
marxismo dejó de ser estudiado como teoría económica válida en
las facultades de economía, y desapareció incluso de asignaturas
optativas o de libre elección, y sin embargo existen economistas
liberales que una vez se han hecho millonarios, aplicando las
enseñanzas de Marx, reclaman el estudio del marxismo como vía para
comprender mejor el mundo en el que vivimos. ¿No es por lo menos
paradójico?”
Para
que no digan que me invento la cita o que sólo aludo a la parte de
la declaración de Garzón sobre George Soros que me interesa, les
pongo enlace
a la entrada completa en el blog del primero. Llamativamente, la
parte filantrópica del señor Soros a la que el señor Garzón alude
no habla nada de las andanzas golpistas y anticomunistas del
archimillonario norteamericano de origen húngaro.
Este
texto de Alberto Garzón pertenece a una entrada en su blog de Junio
de 2011, cuando se desempeñaba en las plazas como “indignado 15M”
e iniciaba su carrera política dentro de IU. Del 15M y su conexión
con élites globalistas y sus fundaciones, tipo las que monta el
señor Soros, escribí
hace tiempo Llamativamente, en el texto al que hago referencia
aparece también la Open Society Institute de George Soros, entre
otras fundaciones globalistas.
Pero
si estos elogios acerca del especulador Soros- a Garzón se le
“olvidó” el papel de Soros en la crisis financiera de los
“tigres asiáticos” (Tailandia, Indonesia, Filipinas, Malasia,
Taiwan y Corea del Sur, teniendo sus repercusiones en Hong-Kong) en
los años 90 del pasado siglo, lo que provocó millones de nuevos
pobres en el continente asiático- fueran una “inocente” boutade
de bisoño líder juvenil, más cercanamente (abril de 2015), Garzón
volvía a hablar de Soros en términos casi “rehabilitadores” del
aludido.
A
ver si es que el señor Soros va a ser tan marxista como el señor
Garzón...y aplicando el método dialéctico de la contradicción
están promoviendo la revolución socialista por la vía de
combatirla. Es que a veces, algunos somos tan obtusos que se nos
escapan las sutilezas por falta de “finezza”, que diría algún
político italiano de los 80.
Al
final, detrás de tanta coincidencia “teórica” entre ambos acaba
por emerger algo más tangible, material diríamos: la economía en
forma de dinero.
Uno
se pregunta por qué Soros y Garzón acaban por defender una cuestión
tan concreta como la emisión de eurobonos por parte del BCE (Banco
Central Europeo).
El
diario La Vanguardia recogía en Septiembre de 2012 unas
declaraciones de Soros urgía a “Angela Merkel, a que
impulse una agenda por el crecimiento económico, acelere en el
establecimiento de una autoridad fiscal europea y que garantice
la creación de los eurobonos”
En el mismo año, aunque en
Enero, Garzón
expresaba en su facebook lo siguiente:
“Hasta el banco mundial
pide eurobonos, que aunque sea una medida claramente insuficiente...
algo es. http://t.co/9j4L27yf”
Por si al candidato a
Coordinador Federal de IU tuviese la tentación de borrar esta
entrada, se la pongo en captura de pantalla.
Se les olvidó tanto a Soros
como al economista Garzón explicar un pequeño detalle en relación
con los eurobonos, una cosa “sin importancia”: que la emisión de
eurobonos necesita el respaldo
de los “mercados privados”; esto es, de los especuladores que
compran deuda pública.
No hace falta ser un lince para
darse cuenta de que el objetivo de Soros cuando presionaba para la
edición de eurobonos era con el objetivo de, tras su aprobación,
dar otro de sus formidables pelotazos especulativos.
Y en relación con los eurobonos, el joven Garzón no duda en seguir aireando la importancia de las opiniones de uno de los mayores fabricantes de "revoluciones de colores" del mundo.
Y en relación con los eurobonos, el joven Garzón no duda en seguir aireando la importancia de las opiniones de uno de los mayores fabricantes de "revoluciones de colores" del mundo.
Si siguen ustedes el relato que hasta el momento va haciendo el político sobre el fabricante de disidencias controladas, verán que insiste tanto en destacar los "méritos" de Soros que su condición de "especulador", que siempre señala porque de lo contrario sería muy descarado, acaba pareciendo "peccata minuta". Quizá es de lo que se trata.
Cuando se hacen méritos en
favor de los intereses globalistas como los que ha estado haciendo el
señor Garzón, no debe uno sorprenderse de que le traten bien.
La web Acces Info, un
“influencer” mediático sobre otros medios, trata especialmente
bien al político español. Veamos algunas entradas que hablan de él:
- “El diputado
Alberto Garzón pide
al congreso la entrega de los presupuestos en formato abierto y
reutilizable”
- “Alberto
Garzón: "El puesto 64 no es la liga de campeones de la
transparencia”
- “Actualización sobre
destino de las donaciones
de la campaña de los 3.000 euros” (en la última parte del
artículo se alude a diversas iniciativas parlamentarias de Garzón)
Pero ¿quiénes están detrás
de la web Acces Info? Lo cuentan ellos mismos aquí.
Pero por si ustedes se
despistaran, les señalo yo algunas de ellas:
-Open Society Health Program
-Open Society Human Rights
Initiative
-Open Society Information
Program
-Open Society Media Program
Esas cuatro organizaciones
entre las más evidentes de la factoría globalista de George Soros
pero además debemos añadir otras como ALTER-EU o Transparency
International, ambas financiadas, entre otros, por la Open Society
Institute.
Si
se toman ustedes la molestia de continuar investigando verán más.
Un
caso particular es el de
la National
Endowment for Democracy (NED),
ligada
al
Partido Republicano de EE.UU, y con conexiones con la CIA.
Hay
formas más sutiles de impulsar la carrera de Alberto Garzón. Desde
los medios de la “progresía”, por
ejemplo, que
sólo un ignorante o un reaccionario tildarían de rojos o
comunistas.
Me
refiero a dos que son particularmente amables con el joven político:
a)
La Sexta: en cuyo accionariado participa el grupo inversor Gala
Capital, propiedad de George Soros.
b)
El Diario, cuyo subdirector Juan
Luis Sánchez, es
miembro
del Consejo Asesor Europeo de la Open Society Foundations.
También es colaborador de La Sexta.
¿Les sorprende a ustedes, que Jordi Vaquer, director de la Open Society Initiative for Europe de George Soros ayude a dar aires a la coalición organizada entre Garzón e Iglesias? A mí no
Tras todo lo anterior sólo me queda volver a hacer una pregunta muy similar a la que hice recientemente en relación con el señor Anguita: ¿Cómo es posible que el señor Garzón haya sido no ya diputado de IU, sino miembro de su Presidencia, candidato a la Presidencia del Gobierno por el mismo grupo, verdadero Coordinador Federal de IU, en lugar del pusilánime Coordinador nominal que ha permitido por acción y por omisión durante dos años este proceso, organizador del pacto IU-Podemos, alma mater de la expulsión de 5.000 afiliados de IU y preparador de la desaparición próxima de la misma dentro de Podemos sin que su militancia se haya levantado y expulsado de la organización a patadas? Tengo mi respuesta pero prefiero conocer la de ustedes.
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20 de mayo de 2016
LOS QUE TIENEN FE EN LA ACUMULACIÓN
A Calcagno se le apodó "el obispo Rambo" por su pasión por las armas |
Elena
Llorente. Página12
Mientras
el papa Francisco insiste en sus homilías y mensajes en que el
“dinero y el poder ensucian a la Iglesia”, que hay que
“dejar de lado los bienes no necesarios”, que hay “una
tentación que destruye la Iglesia: el deseo de poder, la envidia y
el querer llegar alto”, esta semana un cardenal italiano era puesto
bajo investigación por la justicia de la península por presunta
malversación de fondos cuando era obispo de la ciudad de Savona
(noroeste de Italia), entre 2002 y 2007. Se trata del cardenal
Domenico Calcagno, que desde 2011 ocupa un cargo de importancia en el
Vaticano: es presidente del APSA ( Administración del Patrimonio de
la Sede Apostólica), un ente creado en 1967 por Paulo VI pero que a
lo largo de las décadas ha acumulado gran poder porque maneja los
miles de propiedades que la Santa Sede posee en Italia y en el mundo.
Según algunas estimaciones publicadas por la prensa italiana, se
trataría de cerca de un millón de inmuebles en todo el mundo, por
valor de dos billones de dólares. Desde 2014, por las reformas
iniciadas por el papa Francisco, buena parte de las actividades del
APSA pasaron a depender de la Secretaría de Economía, una suerte de
ministerio de Economía que hoy dirige el cardenal australiano George
Pell.
Calcagno,
durante su estadía en Savona era también el máximo dirigente del
Instituto de Sustentación del Clero de esa diócesis y al parecer
habría avalado una serie de operaciones inmobiliarias que habrían
causado una pérdida de un millón de euros en el balance del
instituto. Según el diario de Génova –ciudad muy cercana a
Savona– Il Secolo XIX, el ex obispo de Savona es acusado de
malversación –junto a otros tres dirigentes de esa institución–
por haber avalado la estrategia de los dirigentes del instituto que
lo transformaron en una suerte de “agencia inmobiliaria” que
hacía inversiones muy arriesgadas. El cardenal, que ha sido
descripto por algunos diarios italianos como un personaje particular
con una gran “pasión por las armas”, se ha declarado
“sereno”. “Confío en el accionar de la magistratura
italiana. Espero con confianza los resultados de la investigación”,
declaró.
Según
el diario romano La Repubblica, el cardenal tenía una suerte de
arsenal privado en su casa, con pistolas y fusiles, por lo que había
sido apodado “el obispo Rambo”. Pero además contaba en su
haber con una serie de denuncias no escuchadas –pero que sí
llegaron a la justicia–, de casos de pedofilia en la diócesis de
Savona. Hasta 2014 era miembro además de la Comisión de Vigilancia
del IOR (Instituto para las Obras de Religión o banco vaticano) pero
fue alejado de ese cargo por Francisco, al mismo tiempo que otro
cardenal, Tarcisio Bertone, que fue secretario de estado vaticano, es
decir número dos de la Santa Sede, durante el papado de Benedicto
XVI. Calcagno y Bertone habían trabajado muy cerca el uno del otro
cuando uno era obispo de Savona y el otro de Génova, aproximadamente
en el mismo periodo, entre 2002 y 2006. Bertone ha sido objeto de
muchas críticas últimamente porque, al contrario del propio papa
Francisco, ocupa un departamento inmenso y lujoso dentro del
Vaticano. Departamento que se hizo restaurar -según el libro
Avarizia del periodista Emiliano Fittipaldi, hoy bajo proceso en el
Vaticano- con fondos de la Fundación Bambino Gesú, del único
hospital infantil de Roma, que es propiedad de la Santa Sede. El
cardenal Bertone por su parte niega que su departamento sea tan
grande (se habló de más de 700m2) y lujoso como dice la prensa y
hace algunos meses devolvió parte del dinero de la reestructuración
al hospital.
El
caso Calcagno salió a relucir esta semana en coincidencia con la 69a
Asamblea de la Conferencia Episcopal Italiana que se hizo hasta ayer
en el Vaticano, y ante la que el Papa, en su discurso de inauguración
siendo él el obispo de Roma, insistió en lo mismo: renunciar a los
bienes no necesarios, manteniendo “sólo lo que puede servir
para la experiencia de fe y la caridad hacia el pueblo de Dios”.
Las
cifras sobre las posesiones vaticanas que la prensa italiana y varios
libros recientemente publicados vienen difundiendo desde hace algunos
meses, son impresionantes. La Iglesia sería dueña de un millón de
inmuebles en todo el mundo, por valor de dos billones de dólares, de
los cuales 115.000 se encontrarían en Italia, lo que representa casi
el 20% del patrimonio inmobiliario de toda la península. En este
total italiano estarían incluidos entre otras cosas, según La
Repubblica, 4.700 centros de asistencia sanitaria o clínicas, 8.770
escuelas y 50.000 parroquias y decenas de Bed and Breakfast
alimentados por el turismo religioso. B&B y hoteles han ocupado
el espacio dejado libre por conventos y residencias a causa de la
notable disminución de las vocaciones religiosas.
Se
estima que un cuarto de los edificios de Roma son de propiedad de la
Santa Sede. Puede parecer una exageración. Pero no lo es tanto si se
sabe que cada año entre 8.000 y 10.000 personas dejan por testamento
sus propiedades a la Iglesia. En Roma se habla de más de 5.000
departamentos lujosos que el Vaticano ha dado en alquiler a precios
bajísimos, a personajes de relieve de la política o del mundo
empresarial italiano, o gratuitamente, principalmente a sus
cardenales. El libro Via Crucis del periodista italiano Gianluiggi
Nuzzi, que está siendo procesado junto a Fittipaldi y otras personas
dentro del Vaticano precisamente por los documentos reservados que
usaron para sus libros, incluyó una larga lista de inquilinos de
numerosos departamentos vaticanos, incluyendo la superficie de cada
uno de ellos. Allí aparecen cardenales de todo el mundo, varios
latinoamericanos, entre ellos el argentino Leonardo Sandri, el
mexicano Javier Lozano Barragán y el colombiano Darío Castrillón
Hoyos, cuyos departamentos oscilan entre 521 y 326 m2.
19 de mayo de 2016
MISILES ESTADOUNIDENSES EN RUMANÍA: EUROPA EN EL FRENTE NUCLEAR
Manlio
Dinucci. Il Manifesto
Al
contrario de lo que afirma la OTAN, los misiles que Estados Unidos
está desplegando alrededor de Rusia sí apuntan contra este último
país. Por supuesto, no se trata de interceptar los misiles rusos
intercontinentales para poner fin al “equilibrio del terror”
y poder golpear a Rusia sin temor a su respuesta. La realidad es peor
que eso…
En
su primer encuentro con los gobernantes de Suecia, Dinamarca,
Finlandia, Islandia y Noruega, el 13 de mayo, en Washington, el
presidente Barack Obama denunció «la creciente presencia y la
postura militar agresiva de Rusia en la región báltico-nórdica»,
reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la «defensa
colectiva de Europa». Compromiso precisamente demostrado con hechos
el día anterior, cuando se inauguró, en la base aérea de Deveselu,
en Rumania, el «Aegis Ashore», instalación terrestre del
sistema de misiles Aegis de Estados Unidos.
El
secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg –presente en la
ceremonia junto al vicesecretario del Departamento de Defensa Robert
Work y el primer ministro de Rumania Dacian Ciolos– agradeció a
Estados Unidos porque con esa instalación, «la primera de ese
tipo con una base terrestre», ese país incrementa notablemente
la capacidad para «defender a los aliados europeos ante los
misiles balístico exteriores al área euro-atlántica». Y
seguidamente anunció el inicio de los trabajos para instalar en
Polonia otro «Aegis Ashore», similar al que acaba de entrar
en funcionamiento en Rumania. Esas dos instalaciones terrestres se
agregan a 4 navíos lanzamisiles del sistema Aegis desplegados por la
US Navy en la base española de Rota, que ya navegan en el
Mediterráneo, el Mar Negro y el Báltico, y a un poderoso radar
Aegis instalado en Turquía, así como a un centro de mando en
Alemania.
Afirmando
que «nuestro programa de defensa misilística representa una
inversión a largo plazo contra una amenaza a largo plazo», el
secretario general de la OTAN asegura que «esa instalación en
Rumania, al igual que la de Polonia, no está dirigida contra Rusia».
Y después aporta una explicación técnica: la base de Rumania, que
«utiliza una tecnología casi idéntica a la utilizada en los
navíos Aegis de la marina de guerra estadounidense», está
«demasiado cerca de Rusia como para poder interceptar los misiles
balísticos intercontinentales rusos».
¿A
qué tecnología se refiere Stoltenberg? Tanto los navíos como las
instalaciones terrestres Aegis están dotados de lanzadores
verticales Mk41 de Lockheed Martin, o sea son tubos verticales (en la
estructura del barco o en un bunker subterráneo) que lanzan los
misiles interceptores SM-3. Esto es lo que se ha designado como
«escudo», aunque su verdadera función es ofensiva. Si
Estados Unidos lograra instalar un sistema capaz de interceptar los
misiles balísticos, podría poner a Rusia bajo la amenaza de un
primer golpe nuclear, confiando en la capacidad del «escudo»
para neutralizar la represalia.
En
realidad, eso es imposible en la actual situación ya que Rusia e
incluso China están adoptando una serie de contramedidas que hacen
imposible la intercepción de todas las cabezas nucleares en caso de
ataque con misiles. ¿Para qué sirve entonces el sistema Aegis
basado en Europa, sistema que Estados Unidos está reforzando?
La
explicación viene de la propia firma Lockheed Martin. Al ilustrar
las características técnicas del sistema de lanzamiento vertical Mk
41 –que, como ya vimos, está instalado en los navíos lanzamisiles
Aegis y también en la base de Deveselu–, Lockheed Martin subraya
que ese sistema es capaz de lanzar «misiles para todo tipo de
misiones: antiaéreas, antinavíos, antisubmarinos y de ataque contra
objetivos terrestres». Cada tubo de lanzamiento es adaptable a
cualquier tipo de misil, incluyendo «los más grandes para la
defensa contra los misiles balísticos y los de ataque de largo
alcance». Lockheed Martin especifica incluso los tipos de
misiles: «el Standard Missile 3 (SM-3) y el misil de crucero
Tomahawk».
A
la luz de esta explicación técnica, la precisión que aporta
Stoltenberg, cuando afirma que la instalación misilística de
Deveselu está «demasiado cerca de Rusia» y que por eso no
puede interceptar los misiles balísticos intercontinentales rusos,
no resulta nada tranquilizadora. El hecho es que nadie puede saber
qué tipo de misiles se han instalado en los lanzadores verticales de
la base de Deveselu y en los que llevan los navíos que navegan al
borde de las aguas territoriales rusas. A falta de poder verificar
eso, Moscú da por seguro que hay misiles nucleares de ataque.
La
inauguración de la instalación misilística estadounidense en
Deveselu puede significar el fin del Tratado sobre las Fuerzas
Nucleares Intermedias, firmado por Estados Unidos y la URSS en 1987,
documento que permitió la eliminación de los misiles basados en
tierra y con un alcance de entre 500 y 5 500 kilómetros, o sea los
SS-20 desplegados en la URSS y los Pershing 2 y Tomahawk
estadounidenses desplegados en Alemania e Italia.
Europa
vuelve así a un clima de guerra fría, lo cual beneficia a Estados
Unidos, que de esa manera puede reforzar su influencia sobre sus
aliados europeos. No fue casualidad que, en el encuentro de
Washington, Obama resaltó el consenso europeo en cuanto a mantener
las sanciones contra Rusia, elogiando especialmente a «Dinamarca,
Finlandia y Suecia que, como miembros de la Unión Europea, apoyan
fuertemente el TTIP, tratado sobre el que yo reafirmo mi voluntad de
concluirlo antes del fin de año».
En
los lanzadores verticales de Lokheed, también cabe el misil TTIP.
18 de mayo de 2016
EN PRIMERA LÍNEA DEL FRENTE ANTIFASCISTA
Fotografía Greg Butterfield |
Greg Butterfiled. Slavyangrad.es
Mirando
a través de la mirilla de un arma antitanque experimenté un momento
de profunda comprensión de lo que está en juego en la lucha
antifascista en Ucrania. Ocurrió cuando visitaba la base de Prizrak,
la milicia antifascista Brigada Prizrak, en las afueras de Kirovsk,
en la parte noroeste de la República Popular de Lugansk
independiente.
Allí
estaba rodeado de soldados voluntarios, no solo de Donbass y de
Rusia, sino de India, España, Italia, Noruega y varios países más,
tanto hombres como mujeres. Jóvenes comunistas y antifascistas,
internacionalistas viviendo en las condiciones más duras que se
puedan imaginar, con sus dormitorios cavados en la tierra, a merced
de lluvias torrenciales o granizo, rodeados de metralla, restos de
bombas y vehículos quemados en batallas pasadas.
Varios
días antes, las fuerzas ucranianas habían atacado una parada de
autobús cercana tratando de avanzar. El ataque fue repelido. Ahora,
los soldados de Prizrak cavaban trincheras para prevenir otro ataque
de fuerzas enemigas mejor equipadas.
A
través de la mirilla tuve una mejor visión de la base ucraniana
justo al otro lado de la tierra de nadie, visible al ojo humano desde
nuestra posición. Además de tiendas de campaña y vehículos y
personas en movimiento, pude ver dos banderas. Una era la bandera
ucraniana. La otra, la bandera roja y negra del fascista Praviy
Sektor.
Era
8 de mayo.
El
segundo momento que me abrió los ojos llegó al día siguiente, el 9
de mayo. Celebrada como el Día de la Victoria en toda la antigua
Unión Soviética, marca la derrota final de la Alemania nazi ante el
Ejército Rojo y las fuerzas partisanas en 1945, a costa de 27
millones de vidas soviéticas.
En
Lugansk, capital de la República, participé en el desfile del Día
de la Victoria junto a los comunistas y el Komsomol de Lugansk. Al
salir de las oficinas del Partido Comunista en el centro de la
ciudad, vi a decenas de miles de personas que se dirigían, por la
calle principal, al lugar de reunión: jóvenes, mayores, veteranos,
trabajadores, padres con niños, adolescentes. Prácticamente todos
portaban imágenes de sus antepasados que habían luchado o muerto en
la Gran Guerra Patria, como se denomina la lucha antifascista
soviética de la Segunda Guerra Mundial. Muchos portaban también la
Bandera de la Victoria, la bandera con la hoz y el martillo de la
división del Ejército Rojo que entró en Berlín e izó la bandera
roja en el Reichstag.
Cuando
me integraba entre la multitud, pensé lo difícil que sería
explicar esta experiencia en mi país. He participado en numerosas
manifestaciones, incluyendo algunas de gran tamaño, probablemente de
mayor tamaño que esta, pero ese sentimiento de unidad y
determinación fue algo que no había sentido antes.
Recordé
que este no era solo un día importante de la Historia, la tragedia y
el triunfo compartido contra todo pronóstico hace siete décadas.
Recordé que hace solo dos años, los fascistas volvían a estar a
las puertas de la ciudad otra vez: las bombas destruían edificios de
apartamentos, colegios y hospitales. Una mujer fue hecha pedazos en
plena calle, frente al edificio del Gobierno ocupado por los
antifascistas. Los tanques circulaban por las calles y los tiroteos
se escuchaban en las calles.
Camino
a Lugansk, habíamos parado ante un memorial junto a la carretera: un
tanque destrozado a apenas dos kilómetros de la ciudad. En la
primavera de 2014, el personal del tanque se ofreció voluntario para
mantener la línea frente a las tropas ucranianas en su avance, dando
así tiempo a la resistencia antifascista para preparar la defensa de
la ciudad. Los cuatro murieron, quemados vivos en el tanque.
En
los pocos minutos que nosotros, los visitantes extranjeros, paramos
para fotografiar el memorial, al menos media docena de vehículos de
población local pararon también. Las familias llevaban flores y
lazos que depositaban frente al tanque, ofrendas de agradecimiento y
recuerdo que se acumulaban ante las docenas anteriores.
Pasé
el Día de la Victoria junto a Lisa Chalenko, de dos años. Solo era
un bebé cuando Lugansk se encontraba sitiada. Sus padres recuerdan
ese tiempo demasiado bien. Miles de padres y madres, niños,
adolescentes o abuelos de Lugansk lo recuerdan también. Para ellos,
y para muchos en las Repúblicas de Donbass, en Odessa, en Ucrania,
la lucha contra el fascismo no es historia. Es su vida actual.
9 de Mayo. Fotografía: Greg Butterfield |
Y
mientras aquí, en el corazón del imperialismo, en las tripas de
Wall Street, es difícil encontrar a alguien que haya oído hablar de
la guerra en Donbass y muchos autoproclamados izquierdistas o
progresistas prefieren ignorar, o incluso condenar, la resistencia de
Donetsk y Lugansk, allí todos comprenden que la junta ucraniana, las
bandas fascistas y las constantes infracciones del alto el fuego no
podrían continuar un solo día más sin el apoyo de Estados Unidos.
Ya
es hora de que el movimiento contra la guerra se ponga serio y
comience a apoyar esta lucha y que haga ver a la clase trabajadora y
a los movimientos juveniles y progresistas esta realidad.
Porque
esta guerra, esta lucha, está aquí para quedarse.
Ruinas
de la guerra
Todas
y cada una de las personas con las que hablé en mis ocho días de
visita a Donbass estuvieron de acuerdo en ello, ya fueran soldados,
activistas políticos, estudiantes, padres, periodistas o taxistas.
Visité
la ciudad de Donetsk, capital de la República Popular de Donetsk,
unos días antes de llegar a Lugansk para el Foro Internacional
Antifascista en Krasnodon el 7 de mayo. En mi estanca allí, tuve la
oportunidad de ver en primera persona lo que significa el apoyo
estadounidense a la junta de Kiev.
Donetsk
es una bonita ciudad soviética, llena de cultura y amplios
bulevares, parques y universidades construidas para que la clase
obrera, en esta región formada principalmente por mineros y
trabajadores del metal, pudiera disfrutar de ellas. Antes de la
guerra, esta era la región más obrera de Ucrania, con una población
que, pese a dos décadas y media de ruina capitalista, aún mantenía
aspiraciones socialistas.
Los
líderes de la República Popular de Donetsk han trabajado duro para
reconstruir y establecer cierta normalidad para la población de la
ciudad al margen de la guerra y del bloqueo económico. Pero a un
trayecto de pocos minutos en coche, ya se está otra vez en la
primera línea del frente de la guerra.
Junto
a Janus Putkonen, director de la Agencia
Internacional de Noticias de Donetsk, llegué a las afueras de
Donetsk. Me mostró la autopista y las vías del tren que antes
conectaban Donetsk y Lugansk, ahora cortadas por las fuerzas de
ocupación ucranianas. El sonido de las armas se oía de cerca.
Condujimos
hasta Oktyabrsky, un barrio de las afueras de Donetsk. Mercados,
apartamentos, un teatro, todo quemado o demolido. Filas y filas de
pequeñas casas y comercios destruidos por los bombardeos ucranianos:
tejados colapsados, partes enteras de los edificios arrancados, un
cementerio bombardeado.
Y
a lo lejos, los destruidos restos del aeropuerto de Donetsk.
Quienes
siguen viviendo aquí, principalmente en grandes bloques de pisos,
han tapado con madera las ventanas rotas en lugar de sustituirlas,
porque todos comprenden que la destrucción volverá.
El
sonido de los bombardeos continúa por la noche. Las cosas estaban
relativamente tranquilas durante mi visita, la primera semana de
mayo, por un informal alto el fuego durante la semana de Pascua. Pero
los bombardeos de Donetsk y otras ciudades se han reanudado e
intensificado esta última semana.
La
guerra no ha acabado ni hay un final a la vista. ¿Por qué? Desde
luego, los residentes de Donetsk y Lugansk están hartos de la guerra
y del bloqueo. Pero no están dispuestos a rendirse ante Kiev. Saben
que si lo hicieran el resultado sería un genocidio, el programa de
los batallones fascistas que soportan a la junta neoliberal y de los
neo-nazis del Gobierno como el presidente del parlamento Andriy
Parubiy.
Las
tropas ucranianas cuentan con más armas, más soldados, más
vehículos. Pero los soldados reclutados para sus filas están
desmoralizados. Solo los batallones neo-nazis, que reciben
entrenamiento militar de Estados Unidos, están motivados para
luchar.
Los
ejércitos populares de Donetsk y de Lugansk, formados principalmente
de residentes locales, están motivados para defender su tierra y a
sus familias. Pese a que muchos soldados ya han sido desmovilizados,
decenas de miles pueden volver a tomar las armas en cuestión de 72
horas si fuera necesario.
La
única posibilidad de Ucrania de ganar la guerra, dice Putkonen, es
con bombardeos de la OTAN como ya hiciera contra Yugoslavia. Pero
esto supondría bombardeos aéreos en la misma frontera de la
Federación Rusa.
Ninguna
de las partes puede rendirse, insiste Putkonen. Si el Gobierno ruso
retirara su promesa de ayudar a las repúblicas de Donbass, saben que
serían los siguientes en la lista de Washington. Si Estados Unidos y
la OTAN dan marcha atrás, sería el inicio de un efecto dominó de
resistencia en la región.
Solo
hay una solución aceptable y en ella jugamos una parte importante.
Es el derrocamiento del régimen neoliberal, de inspiración neo-nazi
y oligárquico de Kiev apoyando la creación de un potente movimiento
contra la guerra en Estados Unidos para impedir que el Pentágono y
la OTAN intervengan.
Los
niños de Lugansk, los ancianos que viven en sótanos cerca de la
línea del frente y los trabajadores de las repúblicas de Donbass ya
están haciendo su parte. Y esperan que nosotros hagamos la nuestra.
14 de mayo de 2016
ANGUITA, ¡LA PASTILLITA!
Por
Marat
Soy
de los que pega patinazos gloriosos. Con él pegué uno antológico.
Fui uno de los delegados de Madrid al XII Congreso del PCE y, aunque
en este partido el voto por delegación no era algo inflexible (los
elegidos por un territorio no tenían porqué llevar una posición en
bloque), al menos en mi época, en ningún momento oculté que
apostaba por él como Secretario General del PCE.
Me
reservo para mí lo que en ese congreso vi y cuánto me enseño, a
mis 26 años, sobre las pequeñeces de la política.
Mi
primer contacto personal con Julio Anguita, en la Puerta del Sol
-faltaba mucho para lo de las manitas- me hizo caer los palos del
sombrajo y me demostró que, si no tonto con avaricia, yo era un
ingenuo de marca mayor.
El
PCE tenía ya por entonces una pirámide de edad de su militancia muy
envejecida y Anguita, como todo político vendecrecepelos -todos los
“buscavotos”-, quería darse un baño de masas juvenil
repartiendo octavillas, como presentación callejera ante “el
pueblo soberano”, como le gustaba decir.
En un momento del reparto se dirigió a mí y me dijo, clavando
su pupila en mi pupila, “Fíjate.
Me piden autógrafos. Como
si fuera
Jesucristo”,
seguramente tomándome por más gilipollas de lo que era. Es decir,
un tío que ha sido
Alcalde de Córdoba,
por mucho que la ciudad sea pequeña y el edil sea un tanto vecino,
¿no está acostumbrado a las manifestaciones de admiración popular?
Aquello, para alguien que siempre
le ha asqueado el culto a la personalidad de dirigentes, líderes y
lidercillos, me produjo
una decepción infinita mezclada con una sensación de que estaba
ante alguien con un ego estomagante.
Por entonces yo ya había leído
aquello del esclavo que iba tras los desfiles de César diciéndole lo de “respice
post te, hominem te esse memento”
(“Mira hacia atrás
y recuerda que sólo eres un hombre”). Unos años después, su mesianismo de chiflado narcisista ("Hay
que llevar a don Quijote a los Presupuestos Generales del Estado". Y a ti al manicomio, majo), junto con el hartazgo por las broncas internas que había vivido desde 1976, me condujeron marcharme en silencio.
Luego
ya tuvo piezas inigualables como aquella, recién elegido candidato
de IU a las elecciones generales de 1986, que aunque la sacó de su postración electoral, no era precisamente como para afirmar “me
siento psicológicamente presidente de gobierno”.
Fue entonces
cuando el periodista Fernando Poblet, de RNE, dijo en su programa
libre y anárquico “Las mil y una”, dentro de su
aguijoneante sección “Prensa hidráulica”, aquello de “con
Anguita se cumple la máxima de que un interesante político local
llega a Madrid y un extraño hechizo de la capital hace que se
comporte como un gañán”.
Tampoco
se quedó manco Anguita cuando dijo "Soy inmune al
desaliento, cómo los antiguos falangistas antes de ser corrompidos
por Franco, con quien coincido además en la reforma agraria y en la
nacionalización de la banca". Lo de la querencia por la
Falange le venía de muy lejos, tanto que de joven recibió el premio
José Antonio Primo de Rivera por un texto hagiográfico sobre el
personaje. Él mismo admite que en su juventud vistió la camisa azul
mahón.
A
partir de ahí la cosa fue a peor, a pesar de que su carisma aún
lograse tiempos dulces para
su formación política
(1993 y 1996 que, aún así, no le permitieron a IU quitarse de
encima la maldición de no
ser capaz de romper el
límite de los 23
diputados logrados por
el PCE en 1979). Difícil
embate para una
Izquierda Unida que quería hacer del sorpasso
al PSOE su objetivo y que, retóricas aparte sobre el famoso hilo
rojo anguitiano, fiaba su proyecto al triunfo electoral.
Llegaría por esa época su jugueteo con Pedro Jota Ramírez. No hablo de
ninguna pinza. El PSOE se la habría ganado a pulso, si la hubiese
habido. Digo que si EL PAÍS te niega el pan y la sal, se construye
poder por la base, pero no te entregas a la derechuza mediática más reaccionaria.
Eran
tiempos en los que Anguita soltaba perlas del tipo “Algún día
el alma inmortal del PCE transmigrará en IU”, mientras parecía
levitar a dos palmos del suelo. Profética frase: hoy el PCE e IU,
escoltados por sus direcciones, transmigran en Podemos. Pero de alma
inmortal nada. Los han matado desde el reformismo y el oportunismo
más zafios.
Su
mejor acierto fue la posición que abanderó contra el Acuerdo de
Maastricht, origen de de la Europa de contención del déficit que
hoy tenemos, más allá e independientemente de la crisis capitalista
actual. Bien porque se adelantó a su tiempo, bien porque IU no supo
transmitir el significado real de lo que se nos venía encima, fue un
potencial de lucha no explotado por esta organización.
Luego
la crisis de los social-liberales de Nueva Izquierda (toda involución
ideológica tiende a reivindicar la palabra “nuev@”), que tuvo
como una de sus coartadas precisamente la diferencia de posiciones
respecto a Maastricht, de la que él no fue responsable, sino los
propios liquidadores en su camino hacia el PSOE y sus sucesivos
infartos que le dejarían fuera de combate como Coordinador General
de IU. Ese fue un momento que Paco Frutos aprovechó para demostrar,
una vez más, una de tantas, su soberana incompetencia; esta vez en su función
de sustituto a la candidatura de Presidente del Gobierno (2.000),
pactando a lo Garzón, con Joaquín Almunia (PSOE) y llevando a IU a
un fracaso electoral estrepitoso (8 diputados). Otros vinieron que hicieron bueno a Paco Frutos, ¡eh Garzón! (2015, 2 diputados).
A
Anguita su retirada tras el infarto no le sentó bien. En lugar de
aprovechar su retiro de la primera línea de la política para estar callado, por "no despejar las dudas definitivamente", que decía Groucho, y aprender
un poco de humildad, fue cuando empezó con aquello de la gran
importancia de la Constitución y los Derechos Humanos, cuestiones de
las que enseguida hablaremos.
Quizá
por su pasado profesional como pedagogo, quizá por su extraordinario
ego, le pasó lo que al “maestro Siruela (no ciruela), que
no sabía leer y puso escuela”. Negar que tras su ampulosidad
retórica haya una cierta pátina de erudición sería estúpido por
injusto -otra cosa muy distinta es que sepa de verdad de qué
habla, que es lo que hace al culto- pero a partir de entonces, y
quizá por la falta de organización que le respaldase, quedó
patente que Anguita era uno de esos con mucho empaque y poco fondo.
Sus
grandes “aportaciones teóricas” vinieron después de dejar sus
cargos en IU y en el PCE
La
primera de ellas fue la idea de que “cumplir
la Constitución”
era revolucionario, precisamente de una Constitución que consagraba
la economía capitalista, la Monarquía y “la
unidad indisoluble de la nación española”.
Para Anguita la parte de derechos sociales de la Constitución
(trabajo, vivienda, sanidad, educación, pensiones,…) era la base
de su potencial “revolucionario”.
Volvamos
a la cuestión de ser erudito o culto. Si Anguita tuviera suficiente
cultura política sabría que en una Constitución hay artículos
imperativos (les acabo de citar tres) y otros que son potestativos.
Es decir, que están ahí para hacer bonito y pasárselos por...Salvo
que el señor Anguita sea un cínico y un demagogo peronista
como su amigo Pablo
Iglesias, al que no hace mucho comparó con Lenin ("Pablo
Iglesias es un sabio adaptador de Lenin a las circunstancias
actuales"). Hace poco, como se da cuenta, de que le hacen poco caso, por no decir menos que el lobo a la zanahoria, ha vuelto con la matraca constitucional: "Muchos
rojos imbéciles hablan de cambiarla. No, tío, primero cumple esta y
luego la cambiamos" Dí que sí, campeón, haciendo amigos.
Pero
para demagogia, la perla que acaba de regalar al mundo.
En
pleno estado de “delírium trémens”, ha comparado al también
militante OTANista de
Podemos, hombre
de confianza de Washington, según reveló Wikileaks, y
ex JUJEM con Zapatero, con el comandante Chávez. Interrogado
sobre la negativa de la dirección de IU Almería de que Julio
Rodríguez fuese en la lista común con Podemos, respondió: "También
hay militares de izquierdas, como Chávez"
y se quedó, como siempre que suelta una de sus necedades,
más ancho que largo.
Otra
aportación anguitiana es considerar que con el cumplimiento de los
derechos humanos se cambia radicalmente el mundo: "Yo, que
soy comunista, hace tiempo renuncié a plantear el comunismo como
alternativa o el socialismo, porque eso no llega a la gente. A la
gente sí le llega un derecho humano". Aquí entramos ya no
en la erudición vs. cultura sino directamente en la burrície.
Además de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es
puramente potestativa, salvo en los artículos que a USA le interese
exigir a otros países, mientras los viola ella misma, es que Anguita
olvida lo principal: que aunque el articulado de dicha declaración
consagra derechos sociales (consecuencia del pacto entre los aliados
tras la II G.M., entre los que la URSS era claramente la potencia que
derrotó al nazismo, a la que era inevitable conceder un
reconocimiento en lo “social”), lo cierto es que el componente
económico de esta “constitución universal” deja claro qué
sistema consagra:
Artículo
17
1.
Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y
colectivamente.
2.
Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad
¿Quién
define qué es arbitrario? ¿La expropiación sin indemnización de
los medios de producción en un proceso revolucionario lo sería?
A
pocas entendederas que se tenga, se comprende fácilmente que la
consagración del capitalismo como sistema económico basado en la
lógica del beneficio y la acumulación, es la causa principal por la
que los derechos sociales se convierten en puramente potestativos. Y
ya no les digo en épocas de crisis capitalista y trasferencia a
cascoporro de las rentas del trabajo al capital.
La
tercera aportación teórica del gran Julio, quizá la más relevante
de todas ellas, por su riqueza paradigmática, plagada de "significantes vacíos" a rellenar -doy las gracias a Laclau (de forma
póstuma) y a su monaguillo Errejón por tamaña boutade- con lo que
a usted le salga del níspero, fue la siguiente:
"Lo
único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen,
por el ejemplo, y aunque sea de la extrema derecha, si es un hombre
decente y los otros son unos ladrones, votad al de la extrema
derecha. Eso me lo manda mi inteligencia de hombre de izquierdas.
Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el
martillo."
Este
tipo de argumentos, válidos para cuñados en cenas de Navidad son,
además de rastreros y fascistas, de una simpleza desgarradora.
Veamos:
a)
Admitir a un sujeto de extrema derecha como modelo a votar porque es
“honrado” es burlarse del sufrimiento humano causado por los 40
años de fascismo en España o del carácter intrínsecamente
perverso y asesino del nazismo. No me sorprende este tipo de
argumentaciones en alguien que fue falangista en su juventud. Me
sorprende mucho más, aunque no hasta el punto de hacerme caer de
espaldas, que este señor llegase a ser secretario general del PCE,
Coordinador General de IU y candidato por esta coalición a la
Presidencia del Gobierno. Y digo que no me hace caer de espaldas
porque IU siempre fue socialdémócrata, lo mismo que el PCE desde
1956 (“política de reconciliación nacional”).
b)
El comunista que es ladrón no es comunista, por mucha hoz y martillo
que se ponga, porque demuestra no ser coherente con sus supuestos
principios, contrarios a la apropiación privada de lo público, que
es de lo que está hablando el señor Anguita.
c)
Sitúa a Anguita, en la práctica, en la creencia de que las urnas
son el camino para cambiar el mundo y a la honradez como una cuestión
personal y no cómo algo que tiene que ver con la “acumulación
(capitalista) por desposesión” de la que habla Harvey y que
explica las razones profundas de los procesos de de privatización no
sólo de servicios sino también de funciones que hacía en el pasado
la administración y que hoy subcontrata a empresas privadas. Busquen
aquí las causas de la mayor parte de la corrupción institucional, y
en el carácter de clase del Estado, y déjense de atender a la
moralina de charcutero del señor Anguita.
La
mayor parte de estás “anguitadas” de don Julio pertenecen a la
época en la que, no pudiendo vivir sin practicar el mangoneo y el
liderazgo, creó el Colectivo Prometeo (un guiño la pedantería de
su frase “la izquierda disputa a dios la capacidad de crear”,
en línea con Prometeo que robó el fuego sagrado a los dioses para
dárselo a los hombres).
De
ahí arrancaría el Frente Cívico Somos Mayoría, conocido como
Frente Cívico, y uno de cuyos fines era expandir el ciudadanismo y
la transversalidad,
no sólo social sino también ideológica, al estilo del 15M,
para lo que contó con la inestimable colaboración de personajes
como el cómico Juan Carlos Monedero (el de “Podemos
es una maquina de amor”,
el
tránsfuga intrigante Manuel
Monereo y otros tan
turbios y de extraños tránsitos políticos, que no ideológicos,
como el nazi Jorge Verstrynge, hoy en Podemos. Verstrynge,
ex asesor de Paco Frutos, admirador de Marine Le Pen, como él mismo
ha confesado (escúchenle en este vídeo
a partir del minuto 12:43), escribió un informe
en 2008 sobre inmigración donde además de regarlo
de absurdeces (y quién sabe de qué cosas más) mostró su lado más
abiertamente racista.
Y
así llegamos hasta sus abrazos últimos con Pablo Iglesias y
su defensa del ex JEMAD Julio Rodríguez
No
sé a ustedes pero a mí me ha hastiado demasiado hablar tanto de
este personaje y sus “anguitadas” o “anguiteces” y sólo me
queda decirle “Anguita, ¡la pastilla!”
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