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1 de septiembre de 2023

PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS

 

Por Marat

Ya que la iniciativa reivindicativa nace de lo individual tiene todo el sentido que sea abierta a aportaciones ajenas.

No obstante, y dado que parte de necesidades vitales para la clase trabajadora, creo que dichas exigencias no debieran variar significativamente en contenidos. Aunque sí podrían hacerlo en extensión, entendiendo que fuera de un límite no memorizable perderían su eficacia como puntos asumidos y defendidos por amplias capas de trabajadores.

Por otro lado, si las reivindicaciones no fueran socialmente lo bastante comunes, se disolverían en un un espacio de particularidades sin fuerza de presión y movilización.

No nos toca a nosotros definir cómo deben satisfacerse nuestras demandas sino que nuestras reclamaciones sean cumplidas porque son nuestras vidas las que están en juego.

Allá donde sean ignoradas se verá que el capitalismo, y cualquiera de sus gobiernos que las nieguen son nuestros enemigos de clase:

1) Salarios reales actualizados a la inflación tradicional y la subyacente.

2) Control de los despidos colectivos, de los individuales, de los abusos en los contratos indefinidos discontínuos. Incremento del número de inspectores y de sus inspecciones.

3) Pensiones públicas reales actualizadas a la inflación tradicional y la subyacente. Blindaje constitucional de la actualización exclusivamente pública de las mismas. Cierre a cualquier entrada privada en su financiación. No a la mochila austriaca. Límite de edad de jubilación a los 65 años. Ninguna pensión por debajo del Salario Mínimo Interprofesional.

4).Sanidad pública ajena a intromisiones de la privada en ella, Recuperación de las áreas privatizadas para lo público. Fin de la cooperación público-privado. Eliminación de cualquier forma de copago sanitario o farmaceútico. Incremento de la inversión sanitaria en personal y recursos.

5) Legislación que impida las subvenciones a la enseñanza privada en sus distintas formas. Incremento de la inversión en enseñanza pública.

6) Legislación que limite las viviendas turísticas. Fin a la orgía de las agencias de alquiler vacacional como Airbnb y su competencia. Leyes estatales que impidan la gentrificación. Despenalización de la ocupación por familias de viviendas no habitadas. Políticas nacionales de protección del suelo público y que exijan a autonomías y ayuntamientos construcción de vivienda pública. Limitaciones al precio del alquiler a precios no superiores al 25%. Aval estatal para alquiler y compra de vivienda para familias pobres. Prohibición de los lanzamientos por parte de bancos de familias en situaciones de exclusión.

7) Fin de la colaboración de España con el FRONTEX y abandono del Espacio Schengen en cuestiones relacionadas con la inmigración. Convenio del Estado con los barcos de ONGs que recogen a personas en el mar y protocolo con ellos de puertos españoles seguros. Rol de sindicatos, iglesias y ONGs como valedores de sin papeles. Refuerzo de la seguridad laboral del inmigrante por sindicatos. Favorecimiento del asociacionismo inmigrante destinado a la mejora de sus vidas. Mejora y agilización de los procesos de asilo y refugio.

8) Elaboración de una ley contra el fascismo, el odio y el antisemitismo. Ilegalización de las organizaciones fascistas. Expulsión de individuos de las mismas en Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en el Ejército. Control de estas cuestiones en la seguridad privada.

Todo lo anterior es inútil frente a un hipotético gobierno progre-liberal con derecha autonómica, que es reaccionaria, sin la organización de clase, la presión y la movilización permanente.

No debemos engañarnos. En el momento presente, y los progre-liberales lo saben, lo que podemos arrancarles es muy poco. Ya no hay comunistas. Pero también ellos son débiles. Quitémosles la careta y lo que podamos lograr para nuestra clase.  

Y, al fin y al cabo el comunismo es el movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual”. Pongámonos a ello.

25 de agosto de 2023

TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA

Por Marat

Si creyésemos a conspiranoicos, cenizos que insisten en que sólo nos espera una nueva forma de esclavitud, sectarios que anuncian el Apocalipsis, agonistas a los que imaginar un mundo distópico se la pone dura, convencidos de que el colapso de la humanidad es la expectativa imaginable y segura, debiéramos rezar para que la destrucción nuclear fuese un acto misericordioso y rápido.

Pero esto es algo propio, en unos casos, de seres con conflictos personales no resueltos, cuyas angustias personales, proyectan en forma de odio sobre la humanidad. Se ve mucho en redes sociales y foros más privados. El fascismo tiene sus canales.

Hay incluso quienes desde posiciones humanistas y hasta progresivas sólo nos han pintado un negro horizonte.

Es cierto que pintan bastos ahora mismo para quienes deseamos un mundo de igualdad, de emancipación de los seres humanos respecto al dolor, la pobreza y la explotación laboral, y de que civilización y naturaleza sean a la vez posibles.

También lo es que las resistencias frente a la desaparición de lo público (la sanidad, la enseñanza, las pensiones, las coberturas sociales ante el paro,…) abren cuestionamientos respecto al sistema económico y de dominación que acabarán por negar al capitalismo y quizá, si hubiesen comunistas abiertos de mente, a plantear de nuevo el socialismo.

El miedo al futuro hace posible que muchos trabajadores busquen en inmigrantes con y sin papeles sus enemigos inmediatos. Sus enemigos son los empresarios que calculan los salarios según necesidad de supervivencia del trabajador.

Seguirán viniendo los sin papeles, cada vez más, (ningún gobierno fascista, liberal o progre podrá impedirlo) porque la razón ya no es sólo la guerra o el hambre sino la desertificación de zonas cada vez más amplias del planeta

¿Seguimos deseando su muerte en el mar o, abandonando la pose de beatos de ONG, consideramos que unos y otros somos clases subalternas hermanadas por la necesidad de pan y trabajo que exigen al capitalismo que se quite la careta del bien común?

En cuanto al terrible fin de la humanidad que se nos anuncia y a las políticas supuestamente ecológicas, destinadas a evitarlo, puedo asegurarles que van a conocer una rebelión de la clase trabajadora, contraria a pagar el negocio capitalista de la descarbonización, como no han conocido a lo largo de la historia del capitalismo. No porque el planeta no necesite desahogarse sino porque la transformación industrial del proceso implica costes que debe pagar el capital que generó el problema y nunca los obligados a consumirlo.

Y, sí, hay razones para la esperanza porque nunca la desesperanza tuvo tantas razones para el rechazo de lo sufrido en el pasado, atacado en el presente y amenazado ante el futuro.

Frente a ello el “comunismo (como) movimiento real que supera y anula al estado de cosas actual” (Karl Marx, Friedrich Engels. “La ideología alemana”)

26 de julio de 2023

ELECCIONES 23J, EL PP Y VOX A PASTAR,...DE MOMENTO

Por Marat

La noche del 23J el balcón de Génova 13 mostraba el patetismo de los rostros de sonrisa forzada de unos vencedores derrotados. El intento de expresar unos gestos de victoria por parte de un candidato derrotado en su victoria contrastaba con la cara de mármol de quien ya sólo estaba allí en cuerpo presente. Su mente volaba hacia los días previos a las urnas. La ráfaga infinita de mentiras del primer debate le había golpeado como un boomerang por las televisiones y radios del país. Su incomparecencia en el segundo a tres le había dejado sonado.

Los insultos a lo largo de toda la legislatura por parte de los chicos de la gasolina del PP y VOX, el indigno slogan jo oficial de campaña, y vaya slogan, “que te vote Txapote”, las difamaciones a cargo de los esbirros mediáticos de la derechuza, las amenazas de cárcel contra enemigos políticos y de ilegalización de partidos, la inquina contra las mujeres y los homosexuales, las demandas empresariales de jubilación a los 70-72 años y de endurecimiento para recibir las prestaciones y subsidios de desempleo, despertaron la respuesta de los sectores democrático-formales de la sociedad española que resistieron a la vuelta a la caverna

Resultado, como en el título de la novela de Graham Greene, “el perdedor gana”. Lo hace porque tiene muchos candidatos a ser socios. El escollo de Junts será salvable sin demasiados rotos. Y el ganador pierde porque sólo cuenta con los energúmenos de Abascal y un requeté de UPN.

Como a Consuelo Ordóñez, una señora a la que nada me une en la política, me importa poco quiénes han derrotado a la reacción, que ella llama la indignidad. Lo tiene claro Otegi, que ya ha ofrecido su apoyo a un gobierno alternativo a los facciosos “sin líneas rojas”, un mensaje que ha trasladado a Junts.

Al contrario que los revolucionarios de salón que encontraban más motivos para salvar su virginidad política o que ese grupúsculo que pidió el voto nulo o su escisión que cosechó 16.000 votos en todo el territorio del Estado, no confundo cuál es en el momento presente el enemigo principal y cuál el secundario. El enemigo principal son la reacción y el fascismo. El secundario el socioliberalismo y los progres. Esto lo comprendieron muy bien las miles de personas que la noche del 23J gritaron la vieja consigna de resistencia “No pasarán”.

Digo todo esto a toro pasado porque, si vamos a unas segundas elecciones hay que tener las cosas mínimamente claras. Lo contrario es tan estéril como la del comportamiento del niño de tres años que dice “que se fastidie mi mamá que yo me cago en los pantalones”.

No estaría de más que se pregunten de qué modo ha contribuido su postura a reforzar una posición de clase y a frenar las posibilidades de llegada al gobierno de la reacción y el fascismo.

Al día siguiente de la presentación del programa del futuro gobierno de coalición PSOE/Sumar es el momento de continuar denunciando cada una de las políticas antisociales que haga, de exigir la derogación del Código Penal, de rechazar su reforma laboral y de pensiones, de desenmascarar su falsa política de igualdad,...Algunos llevamos muchos años ejerciendo nuestra crítica a socioliberales y progres y lo seguiremos haciendo, porque sabemos que siempre traicionan a la clase trabajadora. pero sabemos también lo que toca en cada momento.

No quiero olvidarme de los 46.000 votos que han ido a parar a los rojipardos de Frente Obrero. Sólo los tiempos confusos que vivimos, la ignorancia y la incultura política más completa, junto con la publicidad que se les ha hecho desde medios de ultraderecha, incluido Jiménez Losantos. Quien crea que el Frente Obrero es una organización de clase sustentada desde una organización comunista, el Partido Marxista-Leninista (Reconstrucción Comunista), actúa con la misma lógica que quien cree que el NSDAP (los nazis) eran socialistas porque llevaban esta palabra en su nombre. Vayan a las fuentes, lean a Marx y Engels directamente, sin mediadores que los interpreten para tergiversarlos. Se dan de bofetadas el nacionalismo españolista, el racismo y la xenofobia, el rechazo a los derechos sexuales de este grupo y su führercito con el pensamiento de los padres del socialismo científico. La clave que explica esta involución está en el estalinismo más rancio como pasarela argumental hacia el rojipardismo.


Piensen por un momento en qué hubiera pasado si la pandemia y sus consecuencias económicas las hubieran afrontado un gobierno del PP y VOX ¿O es que ya no recuerdan que en la región de Madrid murieron unos 8.000 ancianos en sus camas ante la negativa de una Ayuso a atenderles, mientras culpaba de ese asesinato colectivo al entonces vicepresidente del Gobierno, cuando las competencias eran autonómicas? El mismo exvicepresidente que ahora hecha cuentas de los votos que les han faltado a sus socios, tan progres como ellos, respecto a 2019, cuando en las autonómicas y locales de Mayo Podemos se convirtió en un cadáver político, más por deméritos propios que por exclusiones de ajenos.

En cualquier caso, Feijóo está ya amortajado. Caerá tan rápido como Casado. Se lo dijeron sus hordas desde la calle cuando, al comparecer junto a miembros de la dirección nacional del PP y la mujer de rojo, gritaron “Ayuso, Ayuso”. Se lo ha dicho la marquesa consorte Aguirre y lo ha expresado el supuesto lapsus de García Margallo, al afirmar sólo dos días después de las elecciones que el candidato mejor actual del PP es Ayuso. Saben que ella es la líder natural tanto de su partido como de VOX.

12 de enero de 2023

EEUU, ALEMANIA, BRASIL...¿SEGUIMOS TOLERANDO AL FASCISMO?

Por Marat

La democracia liberal (burguesa) está herida de muerte, por su flanco derecho y por su ala izquierda.

Por la derecha por la involución ideológica de gran parte de la misma, su complicidad reflejada incluso en sus gobiernos de coalición con organizaciones fascistas y la similitud programática, en muchos casos nacionales con determinados postulados de la extrema derecha, como las posturas antiinmigración.

De la izquierda, a la que cabe denominar como “los progresistas”, solo queda fracaso.

La social-liberal fue la que apostó tras el fin del modelo de Estado intervencionista, por la globalización, la deslocalización de empresas y los recortes de lo público y las coberturas sociales. Su gran preocupación se concentró en lo que llaman las clases medias.

La otra izquierda, la “radical”, es la izquierda postKumbayá, la que está transitando entré su amor al último bosquimano y su maravilloso descubrimiento de que la clase trabajadora aún existe.

Unos están siendo abandonados por segmentos de las llamadas clases medias, patrimoniales y profesionales que se descomponen o temen deshacerse hacia lo que Marx denominó como lumpemproletariado (quédense con la definición que hace Marx en El 18 Brumario porque indica con claridad lo que son determinadas clases sociales cuando se fragmentan) en brazos de la peor derecha.

Otros sin saber cómo reconquistar a la clase trabajadora ignoran aún si el camino a seguir es el de radicalizar los derechos derivados de la Revolución Francesa o la de Octubre, ignorantes de que una es heredera de la que la otra no realizó y de que su único destino lógico es asumir ambas y no limitarse a ser una socialdemocracia 2.0.

En este instante preciso, solo de un breve tiempo de oportunidad, lo que puede unir a las izquierdas pasa por actuar frente al fascismo de forma clara y decidida.

Básicamente:

  • Decreto Ley Antifascista

    • Ilegalización de las organizaciones, grupos y partidos fascistas

    • Depuración y cárcel de los elementos fascistas de la policía, el ejército, la judicatura, el empresariado, las iglesias, el funcionariado, los miembros del legislativo y del aparato mediático.

    • Identificación, persecución y represión a los trolls fascistas en redes sociales.

    • Cierre de webs, blogs y foros de debate fascistas.

    • Actuación destinada hacia las grandes redes sociales consistente en la exigencia de cierre de todo tipo de propaganda ultraderechista/fascista, so pena de que dichas redes sean bloqueadas en los países democráticos.

  • Creación de órganos específicos de unidades policiales y de inteligencia formados por elementos democráticos de amplio espectro ideológico destinados a cumplir los objetivos anteriores.

  • Apoyo, promoción y fortalecimiento de las redes democráticas antifascistas.

  • Políticas sociales que amplíen la base democrática popular de la llamada democracia liberal: ampliar las ayudas a los segmentos más depauperados de la clase media patrimonial (pequeño comercio, PyMes, pequeños agricultores,…)

  • Lucha ideológica destinada a los segmentos señalados.

  • Impedir desahucios a la clase trabajadora.

  • Ampliar los medios sanitarios hospitalarios

  • Ofrecer salidas de supervivencia a los jóvenes y viejos sin opción laboral: NO MÁS MENTIRAS FORMATIVAS Y DE EMPLEO.

  • Evitar que el cambio de modelo productivo hacia la descorbanización lo pague la clase trabajadora. En patinete o en bicicleta que vayan los empresarios, no los trabajadores

Solo con la mitad de represión al fascismo y con el 50% de las medidas sociales se salvaría la democracia liberal, lo cuál es importante para la clase trabajadora porque allá donde se impone el fascismo es dicha clase la víctima de su triunfo.

De la izquierda , la que siempre falla, porque la derecha no engaña, me queda ver lo que hará.

Las cosas no están como para una revolución proletaria….de momento.

Pero el mundo se va a poner peor que una revuelta fasciobolsonaroevangélica. Y quizá mientras piensan los burgueses en el tiempo que les queda arranquemos algo para nuestra clase.

28 de noviembre de 2022

RUIDO Y ODIO EN EL MUNDO...PARA IMBÉCILES

Por Marat

Las tripas de la humanidad se revuelven. Ojalá fueran los cerebros pero el deseo de olor a sangre es más poderoso que la admiración hacia los científicos que se empeñan en encontrar la curación del cáncer o hacia quienes pretenden encontrar la racionalidad de un mundo cooperativo en el que los parias dejen de serlo.

Por todas partes encontramos la huella criminal de los instigadores del odio. Haciendo un ruido estruendoso que inunde el planeta y confunda las mentes logran su objetivo: idiotizar al mundo.

Elon Musk, después de exigir a sus empleados entrega esclava al trabajo, despide a la mitad de ellos por twitter y a parte de los que se rindieron también.

La prensa del mundo capitalista dosifica la información sobre la salvaje represión que sufre el pueblo iraní (horca a la protesta social) a manos de unos clérigos asesinos, pero no fanáticos porque son cínicos, debido a que Irán sigue bombeando petróleo para las “democracias de libre mercado”. Geopolítica lo llaman los canallas de opciones aparentemente enfrentadas, mientras siervos y tarados de ambos bandos los jalean y celebran sus monstruosidades.

Hay muchas cosas asquerosas en una guerra: la destrucción de los seres humanos, el odio antes durante y después, la propaganda de cada bando, la miseria moral que lo justifica todo y el modo con el que se intenta destruir al enemigo. El gobierno de Ucrania negando el derecho a existir del disidente. Rusia golpeando sobre la población civil ucraniana.De batallones nazis de cada lado hablamos otro día pero no con los hooligans idiotas o asalariados.

En el país del mundial de fútbol, Qatar, miles trabajadores extranjeros viven bajo un sistema de esclavitud. Sus contratadores se adueñan de sus pasaportes, impidiéndoles salir del país, sus salarios no son los previamente pactados, sus horas de trabajo tampoco, duermen  hacinados en cuchitriles infectos, muchos de ellos no han podido moverse del estadio de Jalifa que construyeron porque  sus empleadores no les han renovado el permiso de residencia. Los medios de comunicación españoles han contado bastante de eso. Pero a la borregada indecente y patriotera española se la suda. No soy nacionalista español ni indepe de ningún tipo. Los desprecio por igual. Pero las pasiones futboleras y los regüeldos de tribu reforzaron mi mentalidad  de apátrida internacionalista.

En España los fascistas de VOX acusan a una ministra de haber llegado a su cargo por la vía oral hacia su pareja. No siento ninguna simpatía hacia el partido de la ministra. Los considero juguetes del capital y su sistema de representación política. Pero los fascistas de VOX llevan tiempo dando razones para ser ilegalizados o, cuando menos, para inhabilitar a algunos de sus jabalíes parlamentarios. La progresía está siendo cómplice del fascismo al pretender obtener rédito de las salvajadas parlamentarias y mediáticas de esta gentuza. Desgraciadamente nadie ve lo evidente: la relación entre lo que ahora dicen y Auschwitz. El mundo real no es twitter. Hay que acabar con ellos por la legalidad o por la liquidación. Desprecio profundamente a quienes creen que en tiempos de locura se combate al fascismo con ironía o con tolerancia. Ellos combaten. Los antifascistas debemos hacerlo también.

Están echando de nuevo a la gente de sus casas, en realidad nunca pararon. Hasta los curas, perdón, frailes, amenazan con ello.

En su día critiqué aquella bazofia que vendía la PAH, y su líder Ada Colau, de la dación en pago: reconozco la superioridad del derecho empresarial de los bancos y me voy a la puta calle. Pero nunca negaré la combativa solidaridad de la PAH en intentar impedir los desahucios. Y ahora son necesarios de nuevo.

Instrumentos del capital como Antena 3 y La Sexta han jugado un papel, junto a la alarmista publicidad antialarmas, para asustar a propietarios de viviendas. A nadie que tuviera una sola residencia le gustaría que nadie se metiera en ella por sus cojones morenos per la inmensa mayoría de las ocupaciones se producen en viviendas de la SAREB (el llamado banco malo que se ocupó de viviendas no vendidas) y abandonadas.

Pero qué gran negocio para los vendedores de alarmas, alarmismo ideológico y para esa empresa de odio y quincalla llamada VOX y asociados. Esa gente sí que sabe vivir gracias a los gilipollas.

Decía Gardel que “al mundo le falta un tornillo”. Creo, más bien, que se ha vuelto a salir del eje en el que nunca estuvo bien engranado. La dominación de una clase sobre otra, la explotación y la sobreexplotación del capital sobre el mundo obrero, la necesidad de acumulación mundial del capital, sus crisis encadenadas, la alienación del ser humano, el agotamiento de la civilización y del planeta, producen monstruos. Las respuestas son siempre las mismas: el odio, la estupidez de la especie, la guerra .

El ser humano sólo puede salir de su eterna prehistoria alcanzando otra sociedad, a la que teme dar nombre porque una vez ese intento fracasó, olvidando que su propia historia ha sido desde cientos de miles de años una derrota permanente.

De él depende abrir un camino distinto o permanecer atrapado en la eterna noria del asno.

27 de septiembre de 2022

MUSSOLINI CABALGA DE NUEVO A LOMOS DE MELONI

 Por Marat

La victoria electoral de Georgia Meloni encabezando la coalición de la peste - una heredera política de los últimos criminales de la República de Saló, un mafioso putero de la televisión privada y un asesino de los huidos por mar de la guerra, la muerte y el hambre- representa un salto cualitativo enorme respecto al avance del poder fascista en la UE.

Hasta ahora, la ultraderecha era antes una amenaza que se extendía sobre Europa que una realidad de Gobierno, con la excepción de Polonia y Hungría, donde habían asido fuertemente la dirección de ambos Estados, haciendo retroceder las libertades civiles y políticas y amedrentando a sectores de sus poblaciones. Antes los fascistas habían estado en gobiernos de coalición con los conservadores en Austria y en Finlandia, saliendo de los mismos tiempo después.

Pero ni Austria, ni Finlandia, como tampoco Polonia o Hungría son países que lideren la UE.

En cambio Italia pertenece al núcleo duro de los países que lideran la Unión, con Alemania y Francia.De Gasperi fue uno de los padres precursores de la Europa unida, integró a su país en la CECA e incentivó la creación de la Comisión Europea de Defensa, pilar continental de la OTAN. Quien presentó su dimisión el pasado 21 de julio como primer ministro italiano, Mario Draghi, abriendo la caja de Pandora en el Lacio, meció antes la cuna de la inestabilidad política europea y del malestar social con sus políticas procíclicas (las que agudizan la recesión en las crisis económicas) y el empobrecimiento de las clases trabajadora populares, mediante la subida de los tipos de interés, que encarecieron las hipotecas y menguaron el consumo. Ante, entre 2002 y 2006 como vicepresidente para Europa de Goldman Sachs se ocupó de asesorar a Kostas Karamanlis de como ocultar ocultar los niveles reales del déficit griego. Luego la crisis de la deuda estallaría en forma de empobrecimiento planificado de la clase trabajadora helena. Y mucho antes se había encargado de las privatizaciones de empresas y servicios públicos italianos.

Italia ha prestado de largo un papel relevante a las políticas liberales de la UE.

Con la salida de Gran Bretaña de la Unión, la pérdida de liderazgo político (Scholtz no es Merkel) y económico de Alemania y el debilitamiento de la proyección continental de un Macron, internamente cuestionado, el papel europeo de Italia se acrecienta, también como estimulador de las disidencias en el interior de la Comisión Europea.

El grupo de Visegrado – Polonia, Hungría Chequia y Eslovaquia -defensores de un catolicismo ultra, partidarios de la Europa de las Patrias antes que de un proyecto común, por qué no socialista, practicantes de violentas políticas antiinmigración, contra sus minorías étnicas y contra los homosexuales y ultranacionalistas – se verá reforzado con una primera ministra fascista y con representantes ante la UE que no cuestionarán el carácter liberal económico de la misma (el 135% de deuda pública italiana lo impide) pero que jugarán a poner todos los palos en las ruedas posibles de una política común.

Si a Salvini, un asesino de masas que amenazaba con hundir pateras e impedía a ONGs marítimas rescatar náufragos de la desesperación humana y llevarlos a puerto, si a Orban le ha permitido durante 12 años y ahora sólo le reprende, pasarse los derechos humanos por su entrepierna ¿por qué van a impedir que Georgia Meloni y su gobierno de fascistas y corruptos no restrinjan un poco el derecho al aborto, no financien grupos ultracatólicos, no acosen a inmigrantes o no promuevan leyes antipatrióticas, por ejemplo?

Pero con una Italia díscola, que incentivará, de palabra desde sí misma, desde sus alianzas con el fascismo europeo, la UE ha recibido la puñalada por la que se irá desangrando: ya no será más la Europa de la integración, la Europa de acogida, la Europa de las libertades, ni de la nivelación socialdemócrata de la desigualdad.

Con el tiempo, las tensiones entre los partidarios de una integración completa de los países de la UE y del principio de subsidiareidad de los Estados respecto a la Comisión Europea y los euroescépticos de la "Europa de las patrias", opuestos a ello y deseosos de una voladura controlada o no de la Unión, se acentuarán.

Es muy cierto que las políticas económicas ultraliberales de la UE han creado la base social de una ira que hoy dirige el fascismo, ante la pasividad de una izquierda que, en el mejor de los casos, se limita a dar pomada y poner tiritas a la creciente pobreza europea, de la que en gran medida  ha sido cómplice, al aplicar dichas políticas allá donde ha gobernado; pero quienes desde posiciones supuestamente antagónicas brindan por la desaparición de la UE harían bien en preguntarse por qué cosa que facilitase la cooperación entre los países europeos, evitando la aún velada pero creciente confrontación entre los mismos, la sustituirían. Si además, esa respuesta fuese realista y no un brindis al sol de los hermosos deseos, sería útil.

Vivimos el tiempo de entreguerras de los nacionalismos, de las banderas, las identidades y los odios, del individualismo atroz y del culto a un odio que será un boomerang contra las clases populares que lo sienten.

Hablar de fascismo hoy parece para esa derecha emboscada y para los ignorantes una exageración. Segun ellos asistimos a la expansión  del populismo pero no del fascismo. Dicen que ya no hay escuadristas que den palizas a sus enemigos - ¿en qué galaxia alejada de querer saber lo que pasa los fines de semana en las ciudades europeas viven?-, que ya no visten de uniforme y que estamos en un tiempo distinto ¿Saben estos cráneos privilegiados que entre que Mussolini llegó al gobierno  y metió a su país en la II GM pasaron 17 años? Quizá con tanto tiempo  de por medio crean que les merece  la pena votar fascista varias veces.

Pregúntense quienes creen en otro mundo más humano si en su idea de tolerancia cabía el respeto a todas las ideas, también a las que destruyen vidas y esperanzas. Esas ideas siguen siendo compatibles con el capitalismo porque el fascismo es su hijo natural.

De las causas por las que el fascismo es la ola que levanta la rabia, en lugar de hacerlo una alternativa comunista y del porqué el reformismo es parte del problema y no de la solución, ya hablé un millón de veces. Carece de sentido hacerlo una vez más.


6 de mayo de 2022

POR QUÉ EL FASCISMO TRIUNFARÁ

Por Marat

No es la primera vez que me acusan de derrotista. No será la última.

Sospecho que habrá quien me señale como profeta o justificador del fascismo. No me siento con ganas de justificarme. Creo que éste llegará...por precipitado de todo lo que le abrió la puerta, el liberalismo económico, y de todo lo que debió combatirlo e hizo justamente lo contrario, favorecerlo, la izquierda.

El fascismo actual ya no viste uniformes negros, grises o azules. Sólo pegan palizas cachorros del mismo de los que él reniega oficialmente. Pero eso no se ve en los medios de comunicación.

La mal llamada memoria histórica es una ficción. Quienes  podían sostenerla desde la experiencia del pasado ya han muerto. Hoy hablar de torturas, cámaras de gas, fusilamientos y cárceles es de mal gusto. 

Cuando habla de la inmigración como problema plantea la cuestión en los barrios de falsa clase media venida a menos, y de descomposición obrera donde quienes necesitan del Estado “benefactor” se enfrentan por los restos de la beneficiencia contra los que se buscan la vida conociendo todos los trucos de cómo hacerlo.

No es culpa del extranjero crear redes naturales de solidaridad. Es lo mejor de la naturaleza humana. Así aprenden los débiles a apoyarse y a encontrar su puerta de entrada al sistema; ese que les niegael derecho  a la supervivencia que proclama en sus leyes superiores.

Eso es algo que hemos perdido los de aquí. Nos va más ir a nuestra bola y, si al amigo (ya no hay vecinos) le va mal, que le den por el culo.

Hay una lógica del todos contra todos. Y una ira, mal dirigida que, si es contra el más débil, es criminal porque desprecia su condición y la causa que le hace ser lo que es, y que si es contra el fuerte sólo lo hace contra el estado de la situación y no contra lo que está detrás.

La inteligencia del fascismo está en dar respuestas simples para mentes torturadas con poca exigencia argumental. La irá no quiere saber de razones y motivos sino de culpables y horcas.

El fascismo de hoy ya no parecece una amenaza. Se habla de él como si no lo fuera, se  les normaliza y presenta como personajes que forman parte del menú de cada día.

Cuando el Huffington Post y Wyoming hacen coñas de quienes frivolizan el dolor, la muerte y los asesinatos políticos blanquean al fascismo por la vía blanda de ridicularizarlo cuando con ellos ya no toca broma alguna sino limpiar de ratas el sitio.

Ni Hitler, ni Mussolini, ni Franco, ni Putin son cómicos. Sólo los monstruos correspondientes a las sociedades que les hicieron posibles.

Enfrente tenemos a una izquierda que defiende un Estado del Bienestar que ya no existe. Una parte de esa izquierda fue artífice de su voladura.

La otra parte de esa izquierda ya no intenta asaltar el Estado capitalista (sólo los imbéciles de izquierda y derecha hacen como si creyesen tal cosa). Se conforman con mantener la ficción de Estado redistribuidor que ya no es ni siquiera benefactor.

La ira ante un futuro cada vez más precario, inseguro y de fin de la democracia de consumo, que se inició con la indignación de las clases medias, ya está llegando a las trabajadoras. Es reaccionaria. Abrazará el fascismo porque la izquierda no va a dirigirla sino a tratar de pararla mediante parches.

Si en el pasado el comunismo fue la esperanza de la humanidad quienes hoy usurpan su memoria son un fraude, sea como socialdemocracia bastarda o como el estalinismo más casposo.

Enfrente, una larga noche de oscuridad y repliegue.

La esperanza sólo podrá sostenerse sobre lo pequeño de cada acto solidario

26 de abril de 2022

PRESIDENCIALES FRANCESAS: CUANDO EL ABISMO SÓLO SE POSPONE

Por Marat

Podemos contar con Francia cinco años más”

(Tuit del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras conocer la victoria de Macron en las presidenciales francesas)

La cuestión no es si sucederá sino cuándo.

Hay frases como la del belga Charles Michel que delatan el temor premonitorio de la amenaza que se acerca en el horizonte europeo.

Si hace cinco años Macrón casi dobló en porcentaje electoral a Le Pen, el pasado domingo la distancia entre ambos se redujo casi a la mitad.

La desinflada victoria de Macron no se explica por las simplezas con las que algunos periodistas sentencian su figura. No es su soberbia, su prepotencia, su frialdad o su distanciamiento respecto a la realidad de los graves problemas de la sociedad francesa los que han menguado su apoyo electoral (hay que remontarse a 1969, 52 años atrás, cuando aún la familia Le Pen estaba iniciando su andadura política con un grupo más nazi que fascista absolutamente maeginal, para encontrar un nivel de abstención semejante).

El desencanto con Macron viene de lejos y es anterior a él. Es el desencanto primero con los partidos de la representación y hoy con la democracia liberal, lo más próximo a cualquier ficción democrática que hoy se represente en cualquier lugar del mundo. Viene al menos desde Sarkozy y Hollande, aunque el problema empezó a dar la cara con los acuerdos de Maastricht y del déficit 0 de la UE y con las políticas de recortes sociales y empobrecimiento de las clases trabajadora y populares en toda Europa.

Mucho antes Miterrand y su programa común de la izquierda con el PCF habían mostrado los límites de esa izquierda con el límite de campo de juego que le había marcado el orden jurídico constitucional del capital. Recuerdo una frase de la mujer, Danielle, de François Miterrand, ya Presidente: “si no podemos ser pan, seamos al menos levadura”. Para entendernos, si no vamos a hacer ninguna revolución, cantemos, mechero encendido, el “no nos moverán”. Consecuencia, un cuarto de siglo más tarde, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, y candidata en la primera vuelta de las presidenciales francesas, obtiene un 2%; eso sí, con muchos carriles bici para posmodernos y obreros que no pueden pagar sus carburantes ni coches eléctricos y multitud de restaurantes veganos para neopijos progres. Eso es el PSF. Del PCF ya sólo queda un lejano recuerdo por su pasado peso en la CGTF.

Mientras la democracia liberal de Macron, que ha mantenido la deslocalización de empresas francesas, precarizado empleo, desempleo, pensiones y sanidad pública y ha penalizado con impuestos a los carburantes a las clases trabajadora y populares hace vías de agua, Marine Le Pen ofrece soluciones sencillas para sectores asustados: renacionalizar Francia, aunque ello signifique un discurso chauvinista hacia un enemigo que buscará primero fuera de Europa y luego en el continente, como en el período previo a las dos guerras mundiales, luego dentro de Francia contra los no nacidos en ella y contra los franceses hijos de inmigrantes, sin olvidar a aquellos franceses de pura cepa que se le opongan.

Marine Le Pen tiene un programa. Es el de envolverse en el patrioterismo francés excluyente, el de propagar el odio buscando al enemigo externo e interno y lograr una Francia en la que todos sospechen de todos y en la que la policía deje de estar sujeta a los derechos constitucionales del ciudadano.

Una vez logrado esto, veremos cómo sus políticas de protección social son tan falsas como las polacas, húngaras o rusas. No serán mejores que las de Macron pero sí aún más represivas sus actuaciones policiales porque las pocas garantías constitucionales que él no destruyó ya no existirán. Y no, la lucha contra el fascismo no es más fácil que contra el liberalismo de su Estado policía. El matiz diferencial puede ser el que está entre la vida y la muerte.

Cuando la resistencia casi no existe o está en las catacumbas, distinguir entre el grado de velocidad en la que el liberalismo se convierte en reaccionario y el fascismo asumido de los Le Pen y los Abascal es fundamental. Nos va la vida en ello.

Y ahora me toca comportarme como un traidor para algunos. Me importa una MIERDA su opinión. A estas alturas de como viene la cosa no me van a hacer ni concejal de Illán de Vacas (4 habitantes)

Parece que las posibilidades de que Mélenchon gane las generales francesas (tercera vuelta) es limitada pero no imposible.

Defiende a la clase trabajadora, aunque también al mundo woke. Me quedo con lo primero.

He combatido desde 2011 a los agitamanitas del 15M. A Podemos le he abofeteado hasta agotarme. Hoy ya no dan ni pena. Sólo vergüenza ajena.

Pero mi pregunta es muy sencilla, la misma que cabe hacerles a quienes pensaron que abstenerse en la segunda vuelta  de las presidenciales francesas era una decisión digna: ¿Vais a dar una lección al PSOE o a Podemos favoreciendo que de su derrota salga el VOX imparable?

Y mi pregunta a los que van dando lecciones: ¿,creéis que es mejor experimentar el fascismo para que la gente aprenda lecciones? En ese caso creo que sois basura

Siempre tenemos la posibilidad de defender a la clase trabajadora mostrando que nuestra revolución es pura y que la haremos en. . .2570


22 de noviembre de 2021

LAS CAMPANAS DEL 20-N DE LA MISA POR FRANCO SUENAN POR PABLO CASADO

Por Marat

Pablo Casado es un soplapollas. La RAE define esta palabra como la que corresponde a una “persona tonta o estúpida”.

A pesar de tener el viento a favor en un país en el que gran parte de la sociedad está encabronada por motivos que van desde la mala hostia tras las medidas de control del covid, pasando por la subida de la electricidad o los carburantes hasta la broma macabra del gobierno con unas medidas sociales frente al empobrecimiento de amplias capas de la población que han resultado una tomadura de pelo, el PP es un partido que vuelve siempre sobre sus fueros: una dirigencia cretina en momentos en los que la realidad nacional requiere inteligencia y unos líderes absolutamente impresentables.

El PP siempre que ha ganado las elecciones lo ha hecho por el desinfle de un PSOE abrasado por la crisis capitalista y sus medidas antisociales para afrontarla o por su debacle en casos de corrupción, nunca por éxitos propios ni por la capacidad de generar entusiasmo con sus propuestas o por la brillantez de sus candidatos a presidente de gobierno.

Lo más brillante que ha tenido el PP se remonta a la época de AP. Manuel Fraga Iribarne era un tipo intelectualmente brillante, algo eclipsado por su tenebroso y criminal pasado franquista, su carácter volcánico y su capacidad de producir miedo a una sociedad que sólo quería vivir amnésicamente en paz, haciendo tabla rasa del pasado.

Todos los demás presidentes del PP han sido capullos impresentables.

De Hernández Mancha nadie se acuerda porque Piolín nunca ha sido un personaje de ficción demasiado atractivo y fue designado a dedo para asegurar la vuelta de Fraga a la presidencia del PP ante la evidente distancia entre un alfeñique y un cañón tipo Gran Berta. Lo de Fraga era un ni contigo ni sin ti pero convirtió al PP en el gran partido de la oposición tras el hundimiento de la UCD.

Aznar fue ungido por el patrón gallego para ser su sucesor, dada la evidencia de que por muchas convocatorias electorales que hubiera, y aunque el PSOE hubiera podido poner de candidato a Javier Gurruchaga, Fraga no hubiera ganado las elecciones.

Aznar era un acomplejado que necesitaba poner las botas encima de la mesa en el rancho del hijo retarder de George Bush senior para reafirmarse como líder mundial, imitaba acentos tejanos y acabó por ser tan resentido como Miguel Primo de Rivera tras su vergonzosa salida del gobierno. Al menos a este le sirvió para tener unos abdominales en la vejez a prueba de bomba y no le condujo, al contrario que al otro, a las peores consecuencias de su viejo alcoholismo, del que el diputado Balbontín ya hizo un acróstico.

Rajoy, mi predilecto, ha sido un hombre enormemente discreto en su gobierno -no se le notaba. Sólo las consecuencias de la reunión de su consejo de ministros -. Un hombre capaz de ocupar el gobierno sin dejar su impronta personal, alguien tan insustancial como un chupachús de Fontvella, un tipo que sería capaz de dormirse sobre una mesa de billar con todas las carambolas a la vez, justo lo que sucedió en su contra al final de su gobierno. Ese es mi campeón. Fue presidente del gobierno de España durante 7 años sin mover un dedo en medio del caos del país y de la más absoluta incompetencia de una oposición con la inteligencia de chimpancés borrachos.

Y, por fin, Pablo Casado, la gran promesa blanca del PP, aunque pugilísticamente sea una mierda pinchada en un palo.

Hagamos abstracción de su meteórica carrera de derecho, propia de quienes eligen el negocio antes que el intelecto. Al fin y al cabo, he sido demasiado generoso con la biografía de sus predecesores.

Casado, un hombre capaz de hilvanar dos frases seguidas bien construidas, en la que puede llegar a incluir un sustantivo o un atributo no demasiado soez, antes de cagarla en la tercera locución, es una especie de ciclador rápido, propio de la bipolaridad. En dos telediarios puede pasar de reivindicar el centro y su trayectoria en la historia de España, y su puñetera madre, a considerar ocupa al gobierno actual.

El PP era el partido de la derecha extrema que disimuló su condición en el pasado y aglutinó toda la derecha, del extremo centro a la fascista, hasta que se fragmentó y salió todo su viejo detritus fascista en forma de VOX.

Hoy VOX tiene su dirección dentro del PP mardrileño. La sociópata Ayuso es el elemento de descomposición no tanto de su partido, lo será como consecuencia de sus luchas internas, como del fin de un presidente sin estrategia política, que no sea su propia supervivencia, sin capacidad de liderazgo interno, porque ya está absolutamente cuestionado, sin posibilidad de ganar unas elecciones si no vienen de la posible, no segura, descomposición del bloque político progre, si es que Casado es capaz de llegar a Enero.

Pero la realidad es que la mentira progre de políticas de igualdad (feminismo de cambio de sexo), política social (ya hay 11 millones de pobres en la España en la que 3 de cada 4 candidatos al Ingreso Mínimo Vital han sido rechazados) y convivencia (poder de la propaganda política) está volviendo a funcionar. El mundo de la izquierda, los progres, no da tanto miedo ni a la mayoría de la sociedad ni a un capital que necesita crecimiento y, para ello, consumo, como una derecha que, sin decirlo abiertamente, sólo busca el sacrificio económico de las clases que siempre han sido sacrificadas.

Esto es algo que un incompleto mental como Casado no entiende. Por mucha ira social que haya generado el gobierno progre, la derecha da más miedo. Dudar entre cortar la cabeza a una liberal-fascista como Ayuso o intentar recomponer el bloque que ella lidera desde dentro, lo peor del PP y VOX, es ya tiempo pasado. Casado está muerto y el que le llevó a traición a la misa del 20N sólo fue el brazo ejecutor, demostrando que era un soplapollas. Lo peor de este hombre no es que fuese a una misa tan escandalosamente fascista y tan explotable políticamente por lo mismo. Al fin y al cabo, Fraga estrechó la mano efusivamente a un maniquí en una campaña electoral. Lo malo de Casado es que se crea el sobrino de dios, sólo sea un puto monaguillo temporal y aún no se haya percatado de ello.

Hace 3 años escribí, por diferentes motivos, sobre el fin de Pablo Casado. Los relojes parados alguna vez podemos dar la hora, aunque por en medio del camino hayamos demostrado toda nuestra inoperancia y dejado huella de nuestras propias estupideces.

21 de agosto de 2021

IMBÉCILES AFGANÍSTOLOGOS

Por Marat

Si algo sobra en medio de la marcha triunfal de la locura asesina talibán es la estupidez de los “expertos” de urgencia en diarios, televisiones, radios y el lugar natural de los cuñados todólogos, twitter.

Que si Biden ha dejado tiradas a las mujeres afganas, cuando ha reconocido que a su país solo le interesaba que la cosa no se saliera de madre y no hacer una democracia, como si fuera posible por decreto del invasor, que si ahora la UE está ante la encrucijada de demostrar que le interesan los derechos humanos o entenderse con la bestia parda del islamismo. Otro día, cuando las ranas críen pelo, hablamos de su versión moderada. Igual es que no se han enterado de que aún andan los hijos de Alá en el medievo. Ah, que si Averroes, que si la escuela de traductores de Toledo, que el diálogo de civilizaciones del perjudicado Zapatero pero todo eso me recuerda a algunos poetas occidentales que viajaron a oriente en busca de niños chaperos pobres. Vale, sigan un sector de los progres diciendo que no se debe imponer una visión unilateral de la civilización desde occidente al resto del mundo, sigan aceptando algunas feministas el pañuelo como señal de sumisión, que igual es de libertad frente a la idea de sexualización de la mujer, como dicen algunas feministas orientales, y compran algunas de aquí.

Más allá de que el invasor se equivocase en su misión civilizatoria, a sangre, fuego y coimas de corrupción comprada a precio barato desde el Presidente del país, hasta los colaboradores con la invasión, pasando por los sinvergüenzas de los dirigentes mundiales de las grandes ONGs, lo que sucede en ese conglomerado que no es siquiera un país sino un sindiós de tribus a las que le quedan muchos siglos para civilizarse, mucho más allá de que hubiese corrupción tanto desde el Estado afgano como desde sus supuestos benefactores, lo cierto es que Afganistán es uno de los mayores estercoleros de la indecencia humana respecto a la que el resto del mundo hubiera debido tirar de la cadena desde hace siglos sino es porque las potencias occidentales estaban tan podridas como la sociedad afgana desde entonces en la búsqueda los primeros del gran negocio del opio y la mierda con la que se colocan los yonkis occidentales.

¿A quien leches le interesa la situación de la mujer afgana, cuando en España, salvo a las víctimas, no le interesa a nadie más que para hacer rédito político? ¿De verdad son ustedes tan gilipollas como para pensar que el mundo capitalista occidental se iba a preocupar demasiado por cuántas mujeres iban a asesinar esos hijos de puta del talibán, que ya están matando de nuevo a las heroínas que les están haciendo frente?

Lo que pasa en ese agujero infecto llamado Afganistán es que, además de ser unos salvajes criadores de cabras y opio, sí de la amapola con la que se coloca la basura blanca occidental a través de la aguja por la que pasa el caballo, son un pueblo dirigido por señores de guerra mafiosos organizados por una omertá llamada la Loya Jirga, que unas veces se hacen la guerra, otras pactan cómo se la hacen y la mayor parte del tiempo se lo pasan en repartirse el botín del negocio, el opio.

Franceses, británicos, portugueses y otras casas de putas del capitalismo desarrollado vienen metiéndose en dos guerras del opio desde hace siglos y es que la líndisima amapola ha dado para varios subproductos, empezando por la morfina de los yonkis heridos de la I G.M. y pasando por los enfermos de la heroína, eso sin contar toda la mierda con la que la farmacopea mundial está enfermando a sus sociedades.

Sin el opio, primer medio de aprovisionamiento económico de los talibán, no son talibanes, el plural es talibán, señores analfabetos del perrodismo, ni Afganistán existiría como elemento que nuclea un país inexistente, ni los talibán hubieran tenido un armamento tan sofisticado que les hubiera permitido ganar dos veces ese simulacro de guerra pactada entre los jefes tribales de la Loya Jirga.

No es posible el tráfico de centenares de miles de millones de dólares derivados del opio sin que en ese negociete intervenga la banca mundial, en un momento de dificultades de acumulación capitalista mundial ¿Que hay lucha mundial de los Estados contra el blanqueo de capitales, la droga, el armamento y la madre que lo parió? Es usted tonto u oposita para el cargo. Lo de que haya que pasar por banco cualquier transacción superior a 1.000 € eso es para comemierdas como usted y yo. El capitalismo mundial necesita un excedente de crecimiento y ese no viene siempre por la producción ni pasa por ventanilla, ni siquiera por un director de sucursal.

El viejo chocho Biden, referente hasta la semana pasada de un Errejón mudo ahora, del progresismo mundial, lo mismo que de un Sánchez que ha actuado bien en relación con los refugiados afganos pagados por los invasores pero no ha dicho esta boca es mía durante días, ha dicho que no fueron a Afganistán a hacer democracia sino a combatir al enemigo. Ahora las potencias de la UE dan la cara por él y dicen que hay que reconocer el poder de los monstruos. Vale.

Los soviéticos se equivocaron, como lo hizo Gengis Kan. Invadieron Afganistán en previsión de lo que se les venía encima antes de la descomposición, que ya preveían, de la URSS, con sus futuras repúblicas islámicas. Crearon un gobierno moderno, progresista en ideas y el más avanzado para la mujer afgana pero olvidaron que la modernidad no se sostiene sobre los tanques del invasor y que intentaban un cambio forzado de mentalidad en un país de podrido de ignorancia deseada y voluntaria. Los americanos abrieron con su apoyo antisoviético a la reacción de los cabreros y cultivadores de droga lo que luego habría de venir.

Luego los tanquistas soviéticos regresan a su país colocados de droga y derrota y unos años después, Mohammad Najibulá, el último presidente progresivo del país sería castrado y asesinado a tiros por una chusma indecente de asesinos ignorantes.

La inmundiciá infrahumana talibán se alimenta del peor Mahoma, se alimenta del odio, como el cristianismo más indecente se ha alimentado del Antiguo Testamento, razón por la que a los de la Torá les sobró un sacerdote llamado Jesús, que hablaba del amor, de su predilección por las putas, los pobres y los lisiados. El cristianismo de hoy aún está entré el Jesús del amor y el Jahvé sádico.

Las élites burguesas de un Afganistán no estructurado en clases sino en tribus hubieran podido ser la esperanza para ese espejismo de país pero su peso siempre fue ínfimo en relación a la población y a su influencia social real, a la vez que estaban contaminadas del peor pecado contra la puta sharia de la peor porquería musulmana, el occidentalismo de la amenaza opresora. Tanto a la mafia medieval como al pueblo esa culpa era muy conveniente para cerrar fronteras al pensamiento.

Cualquier religión es un despojo que se alimenta del miedo y las miserias del ser humano pero algunas, como el fundamentalismo religioso, son solo la expresión del odio, la mafia de la acumulación de dinero y poder, el machismo más salvaje y la fundamentación de la ignorancia más estúpida.

Ni un cruzado más a oriente pero sí a combatir en nuestros países al fascismo, sean predicadores musulmanes o integristas cristianos

Y, sí, en eso estoy con Macron, sin darle carta blanca en absoluto para que cualquier árabe o musulmán moderado sufra en sus derechos humanos y ciudadanos, algo muy distinto a lo que pretende la gentuza criminal de VOX, que es que cualquier víctima árabe o musulmán del yihadismo más asesino no reciba nuestro apoyo, acogida e integración.

28 de abril de 2021

EL ESTADO SIGUE SIENDO LA CUESTIÓN CENTRAL


Por Marat

Creyó que si trabajaba duro estaría protegido en su vida ,cuando se quedase en paro, al enfermar, en la vejez, cuandosus hijos necesitasen aprender. Pero habían cambiado las reglas del juego y nadie se lo había advertido”

(El texto es mío pero alguien lo convertirá en un meme y se lo atribuirá a un personaje histórico o un periodista se lo apropiará como suyo. Son cosas de Internet)

Hablar de lo que pasa hoy en términos de cómo le va a la clase trabajadora y a los sectores populares – esas clases medias que, a lo largo de la historia, siempre han querido verse reflejadas en la clase dominante y nunca en las subalternas y que ahora están siendo laminadas por la concentración del capital que acaba con el trabajo profesional autónomo- puede parecer algo propio de arqueólogos o de nostálgicos de la historia. Pero la historia es terca y devuelve a la realidad lo que antes nació de sus cimientos.

Cuando en 1973 empezó a quebrarse el crecimiento capitalista basado en inversiones del Estado en coberturas sociales y en consumo de masas como medio de expansión de los mercados, los Estados empezaron a involucionar sus políticas sociales y a crecer, en paralelo las tendencias autoritarias y la vigilancia tanto por parte de las empresas como de aquellos.

Los años posteriores han ido haciendo que los recortes, primero tentativos y muy finos, al Estado del Bienestar capitalista fueran casi imperceptibles. De hecho, creo que las protestas sindicales de los 70 y 80 en Europa fueron más producto de la capacidad de movilización sindical del momento que de la conciencia de la clase trabajadora en aquella época.

Más tarde las lonchas del salchichón social han ido siendo cada vez mayores y afectando a lo nuclear sobre lo que la socialdemocracia asentó su pacto social con el capital y su Estado: la sanidad pública, las coberturas de desempleo y las pensiones. Todo hacia la privatización, nada hacia su mantenimiento. Tampoco con los gobiernos social-liberales de los Partidos Socialistas ni con los de coalición europea de socialistas y excomunistas”, aunque llamar tal cosa a estos últimos sea como admitir que algún día lo fueron...y eso sería exagerar mucho, no para el neofascismo, que combina violencia política en sus proclamas y ultraliberalismo en sus propuestas económicas, y para el que un liberal compasivo como el Presidente de Canadá, como Justin Trudeau es un comunista.

Pero todas esas políticas antisociales han sido aplicadas por el Estado y éste es un Estado de clase, de la clase capitalista.

Confundir Gobierno y Estado puede ser fruto de la ignorancia o de la intencionada voluntad de la izquierda, la progresía.

No hace falta recurrir a Marx ni a Lenin para entender la esencia del Estado bajo el capitalismo. Debieran bastar casi 50 años de retrocesos de los derechos de la clase trabajadora, de recortes sociales y de privatizaciones para entender que el Estado responde a los intereses del capital y que las Constituciones que dicen proteger los derechos sociales y económicos de los más débiles no encuentran obstáculos del poder judicial para ser violadas por las nuevas leyes.

Retrocedemos como clase, no de un modo disciplinado sino en desbandada, vemos cómo los neutrales economistas nos venden el regreso hacia formas laborales neoesclavistas, aprendemos a pensar al modo en el que nos enseñan los medios de comunicación, sean los tradicionales o las redes sociales, aceptamos como válido el modelo ideológico de nuestros sobreexplotadores, porque explotados somos desde el momento en que aceptamos vender nuestra capacidad de trabajar a quien obtiene un beneficio por ello. Toda esa normalidad es parte del Estado capitalista porque él organiza la enseñanza, paga a las religiones, sostiene con subvenciones a todos los medios de comunicación, independientemente de su ideología, da legitimidad a los jueces que justifican el derecho de pernada de los peores salteadores de la política y del mundo empresarial, protege o hace la vista gorda ante sectores golpistas militares y ante policías criminales y fascistas porque algún día los necesitará ¿Ven ustedes muchas diferencias entre derecha e izquierda en estás cuestiones? Yo no y sé porqué no y porqué creo que confundir izquierda y comunismo es insultarnos a los comunistas.

Ayer, en un contexto que no viene al caso, me tocó hacer de ambulancia para una señora mayor de Getafe a la que las ambulancias privadas contratadas por la Comunidad de Madrid le habían dejado claro que no llegarían a atenderla hasta pasados 20 ó 25 minutos. No tenía buen aspecto la señora como para esperar tanto tiempo. Afortunadamente el Hospital Universitario estaba cerca, no tanto Urgencias, que estaba lo más alejado posible de la entrada. Me pregunto porqué se diseñan así muchos hospitales. 

En cualquier caso, la inexistencia de un servicio de medicina de urgencia, en lo referente a ambulancias rápidas cuando se necesitan, es lo que pasa cuando recortas y privatizas los servicios públicos y la lógica del mercado se impone por encima del derecho a la salud y la vida.

También es cierto que la señora afectada era mayor y, ya que la pandemia en Madrid ha sido una oportunidad para matar viejos en residencias, señora Ayuso, tampoco es cuestión de dejar pasar las posibilidades que se nos presentan en la vida para corregir el coste de las pensiones, ¿verdad? Matar viejos se va a convertir en un deporte federado en no demasiado tiempo. Lástima que los edadistas, los que odian a los mayores, no se suiciden, en coherencia con su fobia, antes de llegar a esa jodida etapa de la vida. 

Por todo lo anterior creo que para combatir al capitalismo no valen las tiritas que la progresía de izquierda le pone a las situaciones terribles de la clase trabajadora y los sectores populares. Hasta el grado del parche, siempre inútil, absolutamente insuficiente e insultante para quien sufre las peores condiciones de vida, es una burla patética porque está sujeto a la política partidaria de quien gobierne.

Ahora que la pandemia ya va acercándose a lo que los países venden como nueva normalidad, el capital, sus gobiernos de turno, pero siempre sus Estados permanentes, están preparando las peores recetas por parte del capital que puedan caber en la mente de los trabajadores y de los sectores populares.

Si ustedes siguen creyendo que cambiando el gobierno se cambian las políticas sociales realmente y no se limita la cuestión a una mera exhibición de algunos éxitos que no son ni para el conjunto de la clase ni le cambian el futuro real; si ustedes siguen creyendo que un gobierno cambia a un Estado, a ustedes no tengo nada que decirles. Sigan con su mentira.

El coletas tenía razón en una cosa, lo de que el cielo no se toma por consenso sino por asalto. Ahora solo falta decirle que su mentira es obscena porque la frase de Marx de tomar el cielo por asalto, referido a la Comuna de París, aludía a la necesidad de destruir el Estado burgués para construir, en su lugar, otro proletario y lo de Iglesias se limitaba a ocupar electoralmente esferas del gobierno y de otras áreas de influencia. Ahora su asalto se limita a sobrevivir. Es lo que pasa cuando disfrazas de transformación social la mera ocupación temporal, durante cuatro años, del gobierno y no del Estado.

Y es que de eso se trata, amiguitos progres de izquierda. De tomar, violentamente, porque no existe otro modo, el Estado burgués, y luego ya hablamos de tofu con sabor a pollo, de tíos embarazadEs, o de combatir al fascismo (ya veremos luego que solo es en campaña), nenes.

Ah, y vais a perder frente a Ayuso y VOX, no solo por impresentables de derechas como Gabilondo sino porque los barrios son para vosotros los lugares que visitar en campaña para hacer algo guayy ellos han sido capaces de transformar el cansancio y la frustración en fiesta y en su concepto de “libertadsin que vosotros, los progres, hayáis sido capaces de ofrecer una esperanza que valga en el aquí y ahora.

Tomar por la fuerza el Estado haría que la situación de los trabajadores fuese respetable, sencillamente porque, en el peor de los casos, el capital empezaría a estar interesado en pactar. En el mejor se abriría la posibilidad de aplastarlo. A partir de ahí vendrían las victorias que arrancásemos, si quisieramos hacerlo y nos importasen.

Pero es posible que estuviéramos hablando de elecciones y no de la realidad del Estado capitalista y de cómo acabar con él, ¿verdad?