SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
28 de noviembre de 2017
A QUIEN CONMIGO VA. A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (5)
Por Marat
405
muertos en los centros de trabajo en lo que va de año. Como l@s
trabajador@s no tienen lobbies subvencionados y su realidad no es
interclasista miráis para otro lado, identitarios postmodernos y
burgueses.
El
izquierdismo útil al sistema capitalista reivindica su democracia,
condena una represión contra los que no son sus explotados y
encuentra razones de combate ajenas siempre a los trabajadores.
Poneos una camiseta que diga NO AL GENOCIDIO DE LAS MUSARAÑAS.
Hoy
27 de Noviembre casi toda la prensa deja atisbar las intenciones del
capital y de su gobierno actual (todos los del parlamentarismo
burgués lo son) la liquidación de las pensiones públicas pero tú
prefieres hablar de fútbol, procés o postmoderneces. Pueden
permitirse el lujo de ser sinceros. Tú se lo permites con tu
indiferencia o con tu cruel estupidez de desclasado que siempre tira
en contra de quienes debieran ser los tuyos.
¿Sabéis
lo que significa «las kellys»? Las-kellys: “las-que-limpiamos”.
Son camareras de hotel, con dignidad de trabajadoras, al viejo estilo
que ya no se lleva, identidad de clase y no de vuestras horteradas
pijas y con un impresionante sentido de porqué luchan.
El
Black Friday de estos días es el mismo engaño de las rebajas de
antaño, que subían los precios antes de reducirlos. Pero en inglés
idiotiza tanto como el Halloween o la posibilidad de que un día
convirtamos en fiesta nacional, de vieja raigambre, el día de
“acción de gracias”. Para la clase trabajadora, el Black Friday
es la oportunidad de un jersey, que pronto se dará de sí y le
saldrán pelotillas, para los días de frío. Para los más
desclasados, el engaño de algo que no necesitan, por eso de lo que
un día muchos se tragaron el cuento de la “democracia de consumo”.
Cada
día mayor acoso al trabajador por parte de los empresarios, con la
complicidad de tu indiferencia de desclasado progre al que cualquier
identidad que no sea de clase le interesa mucho más. Espiar al
trabajador es algo tan antiguo como la relación contractual del
empresario con él pero ahora
ya se hace persiguiéndole por GPS y además es legal porque la
ley es siempre la del explotador que decide que servidores del Estado
son de su gusto.
¡Qué
viejos me resultáis los niñatos pequeñoburgueses que reclamáis
«democracia», siempre burguesa, en lugar de socialismo. Para ser
tan modernos y postmodernos volvéis a 1776 (Declaración de Independencia en la revolución americana) y
1789 (revolución francesa). La que tiene muchos menos años, la de
1917 (revolución socialista de octubre) os parce casposa. ¡Qué
despreciables sois!
En
el proceso hacia la Revolución de Octubre Lenin no se definió de
izquierdas. Sus lemas eran pan, paz y tierras. Su concepto del Estado
el de los sóviets, la única democracia que no era un sarcasmo. La
que nacía del poder de los trabajadores en las fábricas y de los
soldados por encima de sus oficiales zaristas, de la tierra para los
campesinos pobres y la fuerza de los kombéds. El socialismo no era
de izquierda. Ésta siempre fue una plañidera ante los crímenes del
capital.
Cuanto
más reivindiquéis unos y otros vuestras patrias más os
despreciaremos los trabajadores conscientes que sabemos que en su
defensa nos destináis a ser los que hemos de morir por ellas.
Huidas
al extranjero de quienes dicen ser exiliados, inventos de la teoría
de la masacre, aceptaciones del 155 para seguir en el machito indepe,
europeismo y antieuropeismo con un mes de diferencia, dinero empleado
en cuestiones ajenas a los servicios públicos,...suma y sigue.
Los
indepes y su troupe han logrado instalarse en una realidad tan
paralela que han conseguido que sus delirios burgueses nos importen a
quienes no lo somos un carajo.
Los
demócratas de una y otra tribu pactarán el reparto del botín que
obtienen de expoliar a la clase trabajadora y a muchos os parecerá un
logro de paz social.
21 de noviembre de 2017
TAXI (EN RECUERDO DE HILARIO CAMACHO). A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (4)
Por
Marat
"Y
gritas:
“¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí! ¡No puedo,
no, no, seguir así!
¡Lléveme por la ruta de la paz
dirección prohibida sin parar hasta el mar”!.
Y gritas:
“¡Taxi!
¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí!”.
“¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí! ¡No puedo,
no, no, seguir así!
¡Lléveme por la ruta de la paz
dirección prohibida sin parar hasta el mar”!.
Y gritas:
“¡Taxi!
¡Taxi!
¡Sáqueme de aquí!”.
(Hilario
Camacho)
¿Cuándo
se jodió la esperanza de un mundo más justo, humano e igualitario?
¿Cuándo los monstruos de las patrias enloquecieron a los seres
humanos? ¿Cuándo se sustituyó la denuncia de la explotación por
la reivindicación del identitarismo de la tribu? ¿Cuándo se
decidió perseguir a la razón en beneficio de la locura? Cuando
los explotadores descubrieron que era más sencillo manejar a la masa
estúpida que reprimir directamente a los subversivos.
Les echaron encima a los borregos hasta que pasaron por encima
de ellos y ahogaron su voz.
Empezaron
por envenenar a los supuestos representantes de los parias diciéndoles que había miles de matices intermedios entre el opresor y el oprimido y que faltaban muchas otras “liberaciones” por hacer antes de que
el esclavo se liberase.
Les convencieron de que su camino sería más fácil empezando por
pequeñas batallas de microopresiones, creando nuevas identidades que
importaban mucho a las clases intermedias, porque
sus demandas estaban muy lejos de la realidad del
oprimido. Del multiculturalismo al postgénero, del postmodernismo al
relativismo, de la idea de pueblo, que enmascara opresiones más
profundas, a la de nación, de la gente, que mezcla clases, al
animalismo como nuevo sujeto, del democratismo
del progre al relato, del feminismo reformista al antagonismo que
sustituye clases por odio entre mujeres y hombres.
¿Cuándo
dejamos de reconocer al compañero, al igual en humillación para
sustituirlo por el desconocido “amigo”, tantas veces intoxicador a sueldo, de redes antisociales? ¿Cuándo los nuestros se pasaron al campo del opresor,
disfrazado de rebelde? ¿A cambio de qué y, sobre todo, por cuánto
para sus mesías?
¿Cuándo
los que decían sostener el hilo de la emancipación se convirtieron
en estatua de sal, en farsa, en mueca de sí mismos, en mentira?
¿Cuándo
lo indómito se convirtió en dulce gatito obediente y en servidor
del orden de nuestros opresores? ¿Cuándo empezaron a traicionar lo
que fueron un día?
Vendrán
de nuevo los bárbaros. Ya están aquí con sus horcas y sus
uniformes de muerte, están entre nosotros, muchos los lleváis
dentro de vosotros. No sois capaces siquiera de reconocer cómo os
han transformado por dentro. No los culpéis. Os transformasteis en
los monstruos que jurasteis un día combatir.
Ahora
todo se ha vuelto micro. Dentro de cada una de esas reivindicaciones, que ha fomentado, alimentado y subvencionado el capital, han nacido
nuevos antagonismos. Gais que demandan el derecho a la paternidad mercantilizando el útero de las mujeres, defensoras de la prostitución frente al derecho de la
mujer a no ser tratadas como sexo con patas,
tribus contra tribus, ateos anticatólicos pero feroces censores de
cualquier crítica al islam, con la amenaza de anatema de que
cualquier crítica hacia lo que representa es islamofobia,
trabajadores desclasados que odian
a quienes conquistaron mejores
condiciones laborales y salariales. Todos contra todos hasta el
individualismo salvaje más guerracivilista y feroz.
Quisisteis
ser modernos y os habéis convertido en los más antiguos salvajes,
aquellos que ni siquiera disponéis del corpus social porque vuestro
intento de evitar el antagonismo básico explotador-explotado,
capital-trabajo, os ha conducido al darwinismo social más cruento, el
de que cada uno se busque la vida como pueda, contra todos pero
principalmente contra sus iguales, contra quienes soportan similar
condición de galeotes.
Ya sois unos perfectos liberales pero no en la cúspide de la pirámide social sino en el barro. El capital os tiene donde quería.
Ya sois unos perfectos liberales pero no en la cúspide de la pirámide social sino en el barro. El capital os tiene donde quería.
15 de noviembre de 2017
GATOPARDISMO Y PASTELEO EN EL REINO DE ESPAÑA Y EN LA REPÚBLICA SIMBÓLICA DE CATALUÑA.
Por
Marat
El
exPresident Puigdemont de la República virtual, perdón, proclamada
simbólica de Catalunya, en la que no dejó de ondear ni un segundo
la bandera rojigualda española, creada a partir de una bandera de
señales marítimas de la antigua Corona de Aragón, ha declarado al
diario belga Le Soir que “otra relación con España es
posible”. De modo más concreto afirmó: "Estoy
dispuesto y siempre lo he estado a aceptar la realidad de otra
relación con España". En palabras propias dejó claro que
él ha trabajado durante décadas para lograr otro "anclaje"
de Cataluña en España.
Unos
días antes, el Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno español
Alfonso Dastis había expresado la posibilidad de que el Estado
modifique la Carta Magna con el fin de que en un futuro se pueda
llegar a celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
"Hemos creado un comité en el parlamento para explorar las
posibilidades que existen de reformar la Constitución para poder
amoldarla mejor a las aspiraciones de algunos catalanes".
Las
manifestaciones del gobierno español, expresando una voluntad
benévola respecto a los “insurrectos” catalanes, en la semana de
la declaración de los miembros del la Mesa del Parlament ante el
Supremo, indicaban la voluntad del pasteleo que ahora empieza a
configurarse entre los partidos de la mediana y pequeña burguesía
catalana, en un bloque, y del gran capital catalán y español, en el
otro.
La
declaración de Carme Forcadell en su comparecencia ante un Tribunal
Supremo que había manifestado sus intenciones - “Tranquilos,
esto no es la Audiencia Nacional”, en palabras del magistrado
de este órgano Pablo Llaneras-, allanó el camino hacia el
reconocimiento de una proclamación de independencia inexistente por
parte de la Presidenta de la Mesa del Parlament, Forcadell, para la
cuál aquella fue puramente “simbólica”. Y era muy cierto: en
ningún momento el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya
recogió que se hubiera producido dicha independencia. Y, vamos al
detalle, veremos que la parte resolutiva del acuerdo del 27 de
Octubre, en el que supuestamente se declaraba la independencia de
Cataluña respecto al Estado español, se limitó a pedir a
Puigdemont que buscase la manera de implementar la ley de
transitoriedad jurídica. Es ahí donde debemos entender la carta de
Puigdemont a Rajoy, tras la exigencia del segundo de retractación al
primero, tan reacia a admitir sus propias limitaciones, tan poco
enunciativa respecto a la declaración, y tan sobrada de soberbia.
La
vía Forcadell ha sido anunciada por los voceros mediáticos del
gobierno español como la idónea para la salida de la cárcel de
los consellers y el vicepresident encarcelado e incluso para los
“solidarios” con los presos huidos a Bélgica, Puigdemont y su
cuarteto de la tocata y fuga. Tanta manga ancha presenta esta vía
que ni Puigdemont ni Junqueras, ni ninguno de los consellers,
encarcelados, huidos o en libertad provisional, ni ninguno de los
miembros de la Mesa del Parlament han sido inhabilitados hasta el
momento para presentarse a las elecciones catalanas del 21D.
Llama
la atención que PP y PSOE hayan rechazado la propuesta de Ciudadanos
de multar a
los miembros del PDeCat y de ERC por
su incomparecencia a las sesiones del Parlamento español,
los cuáles por coherencia política y decencia personal debieran
haber abandonado dichas instituciones, toda vez que, una vez
declarada la República catalana, no tenía sentido sentarse en los
escaños de representación de otro parlamento nacional distinto al
suyo. Claro que, tanto a ellos como al gobierno español les cabe
argumentar que dicha
proclamación fue puramente simbólica y no ejecutiva. Si el partido
del gobierno español y el PSOE hubiesen
esgrimido este argumento
habrían admitido
tácitamente que tanto ellos como los independentistas jugaron a
una performance, algo
tan común en tiempos de política virtual, guerrillas digitales y
hasta manifestaciones
de hologramas. La
política convertida en la cultura del simulacro muestra ya que la
mentira se ha instalado en una especie de reino de Matrix.
Entre
tanto, los dos “paros país”, en el que el primero fue convocado
por más sindicatos que el segundo, contaron con el beneplácito de
una Omnium Cultural y de una ANC, de las que algún día sabremos
todas sus conexiones con la burguesía catalana, todas sus
subvenciones y sus vínculos con sectores ultracatólicos, de algunas
asociaciones de PyMEs y de sectores altos funcionarios de la
Generalitat, junto con el pequeño y mediano comercios. Pero por más
que se empeñe el diputado del PDeCat, Lluis Llach, estas dos veces no
le compró la clase trabajadora catalana su “estaca”. No paró
porque, en ambos casos, supo que la fiesta no iba con ella y que no
tenía que nada que ganar en una lucha entre burguesías.
Llamativamente,
no hubo ni un solo detenido en el llamado “paro país” porque no
podían llamar huelga, ya que el ordenamiento jurídico lo limita a
la reivindicación de derechos laborales, que la burguesía catalana
ha destruido tanto o más que la española, ni general porque ni lo
era ni tenía legalidad, por la falta de representación de los
convocantes, para serlo. En las huelgas generales de los últimos
años en España ha habido cargas policiales (también de mossos),
heridos, detenidos, tiros de la policía, represión salvaje y más
de 200 amenazados con cárcel, alguno de ellos llevado preso (Alfon,
entre ellos).
Tiene
sentido preguntarse por los motivos reales y no declarados del
procés. Distinguir entre catalanismo, soberanismo, independentismo e
identidad nacional o colectiva es académicamente sugerente pero, en
el contexto de una globalización que debilita a los Estados, y que
encuentra su terreno abonado en países que, como España, no han
resuelto satisfactoriamente el encaje de buena parte de los
territorios que integran su Estado, la lógica de las patrias, con
discursos sobre naciones que exigen sus propias soberanías
estatales, se irá imponiendo progresivamente con componentes
identitarios cada vez más reaccionarios y excluyentes. En cualquier
caso, y más allá de este análisis de urgencia, la clave de las
razones por las que hoy determinados partidos nacionalistas e
independentistas se han lanzado a este simulacro de independencia se
me escapa por el momento y está en algún lugar que hoy por hoy
nadie está en condiciones de explicar porque su complejidad tiene
forma de ovillo sin un hilo suelto único que deshaga la madeja. El
argumento de que pretenden tapar sus propios asuntos de corrupción o
de que intentan chantajear al Estado me parece insuficiente para
explicar tanto la polvareda como los lodos actuales.
Es
evidente que el catalanismo necesitaba su propio clientelismo o masa
social. Omnium Cultural y la ANC eran una parte de esa base pero esa
base ya existía sin ellos. Estaba en la iglesia católica, la
cultura popular, las tradiciones, los casals, el asociacionismo
catalanista, la educación. Lo obtuvo también en la administración
autonómica.
Es
evidente que el catalanismo siempre ha buscado una intervención en
relación al Estado español claramente interesada en lo económico y
que la redistribución del poder entre una y otra burguesías era uno
de sus objetivos más deseados. Pero fue el propio Govern de la
Generalitat el que renunció a una forma de financiación similar al
cupo vasco. No obstante, conviene no ignorar que Artur Mas lanzó en
2012, en un momento especial de la crisis económica su exigencia al
gobierno del PP de un pacto fiscal para Cataluña para no sacar los
pies del tiesto constitucional.
Es
evidente que la corrupción de CiU (3%) y de su patriarca (Pujol)
desestabilizaba su futuro pero cuesta entender que un partido
aparentemente limpio como ERC aceptase unirse en su proyecto
político, siquiera tácticamente, con dicho partido.
Es
evidente desde la aparición de la coalición CiU que existía una
competencia brutal entre una pequeña y mediana burguesías más
pactistas, representadas por aquella, y la de ERC, aparentemente más
radical. Y que hemos conocido el abrazo del oso de ésta sobre la
heredera de la primera, el PdCat.
Es
evidente que la suma de Junts x Sí (PDeCat y ERC) era insuficiente
parlamentariamente para el proyecto independentista y que eso les
entregó en parte a la dependencia de las CUP pero éstas se
rindieron en términos de sometimiento a un proyecto burgués mucho
más que al de uno rupturista en términos socializantes.
Y,
sin embargo, algo me hace pensar que faltan algunas claves, que aún
no se han desvelado, y que tienen que ver con la posición de
determinados estratos de la pequeña y la mediana burguesías
catalanas respecto a las expectativas de futuro que éstas esperaban
en el juego de un órdago a la grande que, sin embargo, no era
realmente independentista.
Mi
tesis es la siguiente:
-
La lucha entre los diferentes intereses y estratos de las burguesías busca una permanente recomposición en la correlación de fuerzas de los sectores que la componen.
-
La afirmación de Marx y Engels en “El Manifiesto Comunista” de que “Hoy, el poder público viene a ser, pura y simplemente, el consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa” nunca ha sido más cierto que en el presente. En ese sentido se entiende el uso de los mecanismos institucionales de las administraciones políticas para sus propios objetivos tanto de las burguesías que sostuvieron y pactaron después con el nuevo poder triunfante tras la guerra civil española sus hegemonías dentro del bloque del capital como de las periféricas, reforzadas al calor de las administraciones autonómicas posteriores a 1978.
-
Durante cerca de 40 años la administración de la CAV (Comunidad Autónoma Vasca) o Gobierno de Euskadi fue conformando un nuevo sujeto burgués, nacido de las oportunidades que creaba la reconversión industrial de las grandes empresas del INI, las Kutxas (Cajas de Ahorro vascas), la Universidad de Deusto y las apuestas milmillonarias del Gobierno Vasco hacia una I+D+i en proyectos de innovación y desarrollo industrial dentro de los cuáles los parques tecnológicos fueron su punta de lanza. El capital de Neguri, franquista y pactista con el franquismo fue arrollado.
-
En su lugar, la economía catalana, ha pasado por una tensión entre los intereses del antiguo INI y del modelo de supercajas de ahorro actuando como grandes bancos de empresas industriales y de servicios privatizados y convertidos en punta de lanza del capitalismo español y los de una pequeña y mediana burguesías amamantadas por el clientelismo institucional, al modo en el que sucedió en el franquismo con las grandes fortunas, y de un modo también “estufero” y dependiente pero con la diferencia de que los tiempos han cambiado. Hoy el capitalismo necesita una mundialización creciente y el catalán de la pequeña y mediana burguesías intenta su supervivencia, ya que ha llegado tarde a su consolidación. Es desde aquí desde donde quizá podríamos entender la revuelta burguesa de las clases medias catalanas, su conexión con los estratos de la burguesía que representan la ANC, Omnium Cultural y ERC antes que un PDeCat que ha dejado de ser el referente de los Brufau, los Carceller o los Vilarasau, por citar solo tres ejemplos. Es la hora de los condotieri (capitanes de mercenarios) y los aventureros, tipo Oriol Soler, hombre clave en la sombra del procés (recomiendo la lectura del artículo que enlazo) y de sujetos como Jaume Roures (Público), un personaje que haría las delicias de Marx al describir al perfil de ambiciones que entronizaron a Luis Bonaparte.
Tras
la imposición por el gobierno español, sin auténtica resistencia,
del artículo 155, el encarcelamiento de algunos consellers, la
convocatoria electoral por parte del citado gobierno, el acatamiento
de todos los partidos independentistas de dicha convocatoria (la
actuación de la CUP decidiendo participar en unas elecciones que
considera “ilegítimas” es digna de mención), la admisión de
que Cataluña no estaba preparada para la independencia (Mas y el
resto), vemos cuál es la fase actual del esperpento catalán.
La
reciente rehabilitación de la propuesta de la “interdependencia”,
esbozada por Puigdemont en Enero del presente año, y relanzada ahora
por el mismo, no deja de ser una variante de la teoría del Estado
vasco asociado al español, o plan Ibarretxe. Todos sabemos el
recorrido que tuvo. No deja de ser una pose hacia el posibilismo y la
retirada táctica hacia aguas menos turbulentas para el
independentismo.
El
intento de portavoces y del entorno social y mediático
independentista de esconder que sus instituciones y los líderes del
procés habían engañado al pueblo catalán, al admitir hace unas
semanas que Cataluña no estaba preparada para la independencia, con
la nueva teoría de que no es que no estuvieran preparados para la
independencia sino que no estaban preparados para desarrollar la
república catalana “haciendo frente a un Estado autoritario sin
límites para aplicar la violencia”, en
palabras del portavoz de ERC Sergi Sabrià, les devuelve la imagen de
su indignidad y de la estupidez de sus propios argumentos. Si durante
años el entorno soberanista e independentista ha estado difundiendo
la idea del “déficit democrático” del Estado español, de su
carácter franquista y fascista, no
cabe la salida de la ingenuidad respecto al comportamiento
del aparato represivo del Estado español. Y tampoco vale acudir a
que esperasen que las instituciones de la UE limitasen su actuación
represora, por cuanto sus demandas independentistas no tuvieron eco
alguno que no fuese el de determinados sectores identitarios de
algunos grupos políticos europeos ligados a la extrema derecha.
Las
declaraciones del portavoz de
ERC en el Congreso, Joan Tardá, admitiendo
que en Cataluña no hay aún una mayoría social que quiera
independizarse de España (“todavía
no somos independientes porque no ha existido una mayoría de
catalanes que así lo hubieran querido”),
cuando con un 47% quisieron imponerse a un 53% de la sociedad
catalana y entonces no ser mayoría no era un problema para las
aspiraciones independentistas, remachan la evidencia del engaño. Y
lo ha dicho sin despeinarse ni soltar el brazo del cabestrillo, con
el que seguirá en campaña hasta pasado el 21-D, cual manco de
Ciutadella.
Pero
lo cierto es que ha habido una rendición indigna de los promotores
del procés, que estamos ante una fase de pasteleo que pronto se
volverá empalagoso entre los representantes políticos de una y otra
parte (el catalán y el español) de la burguesía, que ésta es que
la impone los acuerdos, que vamos a conocer un quinto pacto de ambas
élites políticas (la primera la de Cambó, la segunda la de
Compayns, la tercera la de Tarradellas y la cuarta la de Pujol) y que
la frustración catalana es sólo parangonable al comportamiento
históricamente posibilista de sus élites políticas, como lo fue
tras la guerra civil con un franquismo al que su burguesía se
entregó, como agradecimiento al aplastamiento fascista de una
revolución proletaria que temió su burguesía desde finales del
siglo XIX y el primer tercio del XX.
Esto
no acabará ni con las demandas de una Cataluña que 5 siglos después
no ha logrado un acomodamiento satisfactorio dentro del Estado
español, ni con los objetivos de su burguesía que ha dejado en
pañales a los impugnadores de un “régimen del 78” pero no de un
sistema capitalista al que burgueses y pseudoradicales acatan, unos
por convicción, otros por incapacidad política de oponerlo.
La
derrota actual y sin paliativos del independentismo puede incluso
encontrarse con una vuelta a la casilla de salida tras unas
elecciones que pudieran ser ganadas por los hoy derrotados pero, en
ese caso, veremos, con sorpresa de muchos a un Junqueras actuar como
un hombre con visión de Estado (burgués), quizá como un Íñigo
Urkullu, con altura de miras y capacidad de aunar voluntades en pro
del bien común...del capital catalán y español ¿Quién se lo iba
a decir a él, ex Conseller d'Economia i Hisenda de la Generalitat de
Catalunya? Al fin y al cabo, él
es un hombre que cree necesario que haya misas por televisión.
Casi estoy por llamarle Jordi...Pujol. Quien tenía el objetivo primero y fundamental, antes que cualquier otro, de sobrepasar a un partido concreto del catalanismo y de abrir camino a la burguesía pequeña y mediana era él, quien más responsabilidades tuvo en que fuera posible poner en marcha los procedimientos del día siguiente a la declaración que nunca se implementaron era él, quien siempre aparecía en las fotos del procés con cara de distancia y hasta de cierto disgusto también era él.
En
el presente, esas burguesías ya no tienen nada que temer. La clase
trabajadora ha vuelto a ser solo clase en sí. Sobrevive en su
cotidianedad como puede, ha dejado de ser peligrosa hace mucho
tiempo, se ha vuelto descreída. No tiene hacia dónde volverse, ni
banderas que la representen, ni esperanza futura a la que agarrarse,
ni quien eleve su voz desde dentro de ella,...ni siquiera desde
fuera. Eso sí, de momento, miren ustedes donde están las esteladas
y las rojiguldas en los balcones y verán que los que lo pasan mal no
les compran esa película que ustedes los patriotas de cada tribu
intentan imponer. Y ahí están, desde luego, muy por encima y lejos
de sus supuestos voceros, hasta ahora y afortunadamente.
Pero,
a pesar de todo este pasteleo, apaño y arreglo y entre las
burguesías de uno y otro lado del Ebro, hay un hecho positivo que
nace de su dominio del escenario político e ideológico. Se trata de
la derrota de las izquierdas. Sin ella la clase trabajadora podría
empezar a crear su propio relato autónomo y a generar sus propias
organizaciones porque lo que hoy se llama izquierda no responde ni a
sus necesidades ni a sus demandas.
Solo
quien cree en la quimera de que la II República fue revolución y
que una III sería socialismo, solo quien cree en que una revuelta
democrático-burguesa pueda abrir camino a una revolución obrera,
sin querer ver la realidad del poder absoluto que hoy tiene la
burguesía, solo quien cree que democracia equivale a igualdad,
cuando la primera es siempre burguesa, solo quien cree que cambiar
las figuras políticas del parlamentarismo puede cambiar la realidad
social de verdad, puede esperar otra cosa que la que hay.
Las
“izquierdas” podemitas y las más soberanistas de los Comunes se
han enredado en la miseria del catalanismo independentista.
El
papel de Ada Calau, cada vez más próxima al independentismo
catalán, tendrá su respuesta en un buen sector de sus votantes. No
es que sea una política que ha abandonado una posición social,
que nunca de clase, en beneficio del soberanismo. Es que para un
demócrata burgués progresista y bienintencionado empieza a no ser
demasiado confiable, tras cada uno de sus juegos que empezaron por la
ambivalente equidistancia y han acabado en un discurso del gusto de
ERC e incluso del PDeCat.
Su partido, En Común, con sus constantes juegos de una cosa y la contraria, ha acabado por jugar en el terreno de la burguesía catalanista, con un perfil progre cada vez menos definido y una capacidad de interlocución en España cada vez más débil. Sus alianzas con Podemos se resistirán en un futuro próximo pues sus intereses electorales van a ir difiriendo cada vez más claramente.
Su partido, En Común, con sus constantes juegos de una cosa y la contraria, ha acabado por jugar en el terreno de la burguesía catalanista, con un perfil progre cada vez menos definido y una capacidad de interlocución en España cada vez más débil. Sus alianzas con Podemos se resistirán en un futuro próximo pues sus intereses electorales van a ir difiriendo cada vez más claramente.
Si
Iglesias intenta ahora desligarse, no lo logrará sin perder pelos en
la gatera y sin la consecuencia en Cataluña de las contradicciones
entre lo que dejó hacer y lo que ahora intenta reconducir. En el
resto del Estado, el precio que pagará Podemos, al intentar restañar
las heridas catalanas, le irá conduciendo hacia la evidencia de que
ni es un partido de clase ni tampoco es ya siquiera un partido
democrático radical burgués sino un grupo cuyas contradicciones
internas le harán saltar en pedazos o le conducirán a una IU bis
pero con una base más inestable.
Su
alianza con la IU actual está comprometida a medio plazo. El intento
de Garzón de marcar diferencias en relación a Cataluña es un paso
más en lo que ya se observa en cuestiones como la la gestión
municipal en Madrid y otras cuestiones que se irán marcando con el
tiempo. Los restos de IU se irán disolviendo en un piélago de
miserias cada vez más contradictorio, reformista y agotado.
El
PSC podría cosechar a muy corto plazo algunos réditos en el marasmo
del catalanismo no radical pero, a medio plazo, generará muevas
contradicciones con el PSOE, por la diferencia de intereses
espuriamente electorales y tácticos dentro de la dinámica
contradictoria Cataluña-España.
El
resto, la llamada izquierda radical o izquierda a la izquierda de la
izquierda, es nada hoy. Mañana será menos aún. Su incapacidad
teórica, su sectarismo, su naftalina ideológica, su tendencia al
coyunturalismo oportunista, dispuesta a encontrar crisis de
legitimidad del Estado burgués desde los propios agitadores
burgueses, antes que construcción de organización autónoma de
clase, desde la clase y para la clase trabajadora, les ha convertido
en prisioneros de Zenda del soberanismo independentista, primero del
idealizado vasco, luego del catalán. Atrapados entre la teoría de
un febrero que conduce a un octubre, hace ya muchos años que habían
demostrado ser inoperantes desde una teoría del antiimperialismo
incapaz de operar en terreno propio contra el capitalismo más
inmediato y de acercarse a la realidad de la clase trabajadora
realmente existente y no fantaseada en sus ritualizadas
conceptualizaciones.
La
izquierda reformista y la que se autodenomina revolucionaria serán un deshecho a medio plazo, por muchos más motivos, y quizá, más profundos
que el hecho catalán. Desde hace decenios ni tienen función
transformadora ni poseen utilidad real para una clase a la que o han sustituido por “la gente” o solo ritualizan. Son “izquierdas morralla”. Su vacío no dejará necesidad de la misma sino
oportunidad de un nuevo comienzo absolutamente distinto.
Pero esa,
como dijo Kipling, es otra historia.
8 de noviembre de 2017
“EPPUR SI MUOVE”: A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (3)
Por Marat
Bershka.
Un sector de las muchas mujeres explotadas por Amancio Ortega se ha
rebelado simplemente porque su salario era de mierda ¿Querían algo
más? No, simplemente algo más que 10 € más al mes. Y sin duda lo
que Marx proclamó hace ya muchos años de que “el obrero
[hoy por muchos motivos la obrera] tiene más necesidad de respeto
que de pan”
Los
trabajadores de recogida de basuras en Madrid han impuesto una
segunda victoria contra la patronal y contra un ayuntamiento de
progres podemitas y de IU qie impuso un 50% de servicios mínimos. La
señora Botella y el PP cabalgan de nuevo en sus posiciones
antisindicales a través de Carmena y de su coalición instrumental.
La misma que hoy hace especulación urbanística, como antaño
intentaron PSOE y PP en la Operación Chamartín, ahora ejecutada.
La
conquista ahora lograda es realmente exigua y solo salarial pero lo
cierto es que vuelve a señalar que hay otras realidades más allá
de la ópera bufa catalana y el patrioterismo rancio español.
La
realidad de una clase trabajadora que no llega a final de mes se
impone en un país con millones de parados, más millones aún de
pobres, aunque tengan empleo (miserable) y un gran sector de
españoles con los que no parecen ir las angustias de muchos que ya
han quedado descolgados para siempre del espejismo del tren de la
prosperidad para todos. Hasta que la próxima crisis, que llegará
antes que las anteriores (la declinación senil del capitalismo es
imparable porque hace tierra quemada incluso de la que pisa y
domina), incremente el número de desheredados. Y los hoy
indiferentes reclamen una solidaridad que tanto rechazaron.
En
estos días de celebración del Octubre Rojo, aquel que vino
anunciado por las ideas de Lenin y Rosa Luxemburgo de la necesidad de
una revolución socialista porque toda conquista obrera era parcial,
provisional y perecedera, nos ha dejado una izquierda de mierda; lo
que siempre fue la izquierda, la monja plañidera y compasiva
del capitalismo. No
fueron quienes hicieron
la revolución los
que nos fallaron sino quienes solo querían una revolución
democrática al
estilo de las revoluciones burguesas de 1849.
Por algo Lenin en el período
hacia la revolución no se reivindicó de izquierda. Se limitó a
levantar como bandera las demandas sociales de la clase trabajadora y
campesina rusa y ha hacerlas reales: ¡pan, tierra, y paz! Hoy el pan
no puede seguir esperando si no es por la burla de un progresismo
desclasado que quiere vender conquistas democráticas de un febrero
travestido de octubre que solo es garopardismo. La tierra no es otra
cosa que el derecho a no ser desalojado de la vivienda, también bajo
el gobierno de los progres. La paz ha de serlo entre los pueblos,
jamas con sus burguesías que intentan enredar a la clase trabajadora
en sus trampas de banderas y patrias, el último refugio de los
canallas.
El
febrero que una parte de la burguesía, la catalana, ha vendido, se
agota pero lo hace a costa de la victoria de la burguesía española.
Jugar
en el campo de ambas, aceptar la lógica de las patrias y de las
banderas es suicida para los sectores minoritarios de la clase
trabajadora que lo aceptan y y cómplice del crimen para la mayor
parte de ese engendro que se reconoce bajo el nombre de las
izquierdas y que en unos casos pactó en su día con los sectores
aperturistas del franquismo y en otros intentó vendernos que una
república, que sería inevitablemente burguesa por hegemonía
social, habría de ser la tierra de promisión de los desheredados.
En
este día posterior al Centenario en el que los cañones del Aurora
anunciaron un nuevo amanecer el mejor homenaje al camino que abrió
aquel Octubre socialista es mantener la bandera de la clase, el
principio de la lucha de clases como motor de la historia, la
necesidad de aplastar a la burguesía bajo una dictadura del
proletariado con más legitimidad que la que hoy ejerce la burguesía
contra nuestra clase y el aprendizaje de los errores de aquella
revolución para no volver a repetir que la próxima pueda morir por
falta de trabajadores que la defiendan.
Sin
formar cuadros comunistas, sin educar a nuestra clase y organizarla,
sin defender su independencia frente a los intereses de todas las
fracciones de la burguesía, sin preparar cada batalla rechazando el
aquí y ahora parlamentario, porque en ese terreno debiéramos haber
aprendido que ya no hay nada que conquistar, solo tendremos a
demagogos y fantoches progres, pseudoradicales o fascistas intentando
pastorearla.
3 de noviembre de 2017
A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (2)
Por
Marat
Creo
no ser sospechoso de simpatía hacia el independentismo catalán. He
mostrado mi rechazo hacia su carácter reaccionario y burgués en
varios artículos, por algunos de los cuáles he recibido
determinadas caricias tanto de trabucaires nacionalistas como de
comunitaristas identitarios mal disfrazados de comunistas. Nada que
reprocharles. Como ellos, yo tampoco hago prisioneros.
Pero
hay algo que me daba miedo: el despertar de verdad, no el de ese que
aún no había mostrado toda su oreja, del nacionalismo español más
bárbaro, cafre, vengativo y odioso por su sed de sangre.
La
declaración virtual de independencia del 1 de Octubre, y el irse a
cenar y de finde inmediatamente posterior de los indepes, sin
siquiera detenerse a quitar la rojigualda del Palau de la
Generalitat, junto con la patética huida de Puigdemont y todo lo que
vino después, creó desconcierto, vergüenza mal disimulada y
sensación de derrota, reforzada por la obediencia funcionarial al
155.
El
desfonde del procés e incluso su descrédito ante la opera bufa que
éste había representado hacía aconsejable un perfil bajo del
Estado para reconducir la situación. La huida insolidaria del
President de la Generalitat con la mayoría de los Consellers que se
había quedado en España y que sí se presentaron ante la jueza de
la Audiencia Nacional este jueves 2 de Noviembre reforzaba, en mi
opinión, esta tesis.
En
una red social anuncié ayer a primeras horas de la tarde mis temores
a que no fuera así. Lo expresé en dos ideas:
-
“La inteligencia de la ley está en que sus acciones reparen más de lo que dañen”.
-
“En manos de la juez está no dar un espaldarazo al independentismo. Encarcelar a los miembros del exGovern sería echar gasolina al fuego”.
La
decisión de la jueza Lamela de atender a lo requerimientos del
fiscal Maza del “todos a la cárcel", enviando a la de Estremera a 7
Consellers y un vicepresidente de la Generalitat demostró lo
acertado de mis temores.
El
fiscal José Manuel Maza ya había demostrado ser un personaje
parcial a favor de los corruptos y con tendencias a una parcialidad
absoluta, dentro una visión de la ley guiada por su ideología y las
deudas políticas con quienes le han nombrado. No, desde luego, por
un sentido del equilibrio.
La
jueza Carmen Lamela, una individua bisoña en un papel que le venía
grande, ha demostrado que ni es inteligente ni tiene sentido de la
ponderación, ni capacidad para ser otra cosa que el brazo ejecutor
del españolismo más rancio y vengativo.
Hay
una lógica de lo jurídico que no tiene porqué coincidir con la
lógica de lo político, pero quien olvida el momento en el que
actúa, el equilibrio necesario en sus decisiones judiciales, hace
que éstas dañen más de lo que reparan. Ha dado alas y, peor aún,
razones a la sinrazón del independentismo.
Lo
peor no es que el independentismo pueda ganar de nuevo las
elecciones, ya que tiene muy difícil lograr sus objetivos, tal y
como lo han demostrado hechos previos. Pero ahora logrará hacer real
el papel de víctimas a sus promotores e incluso ha redimido a
Puigemont del ridículo de su huida, al demostrar que había algo de
fundamento en su desconfianza hacia la justicia española.
Lo
peor es que el ensañamiento en el choque de cabestros nacionalistas de uno
y otro lado del Ebro se enconará aún más, acercándonos a
situaciones de previsible violencia entre comunidades y entre
catalanes, que hasta el momento no se había producido.
Lo peor es que, si ambas burguesías logran enrolar a sectores importantes de las clases trabajadoras en sus aventuras patrióticas, serán estos segmentos de las clases trabajadoras quienes paguen aún más caro lo que ya significa el choque entre nacionalismos: el fin de la voz propia que haga oír sus necesidades y realidades, mayores recortes sociales, que ya se anuncian, y una represión que será mucho menos clemente con ellos, como ya ha sucedido a tantos sindicalistas que aún esperan condenas por sus participaciones en las luchas obreras y en las huelgas.
Lo peor es que, si ambas burguesías logran enrolar a sectores importantes de las clases trabajadoras en sus aventuras patrióticas, serán estos segmentos de las clases trabajadoras quienes paguen aún más caro lo que ya significa el choque entre nacionalismos: el fin de la voz propia que haga oír sus necesidades y realidades, mayores recortes sociales, que ya se anuncian, y una represión que será mucho menos clemente con ellos, como ya ha sucedido a tantos sindicalistas que aún esperan condenas por sus participaciones en las luchas obreras y en las huelgas.
Siempre
he pensado que debe de haber un círculo del infierno de Dante
especialmente dedicado a periodistas y gentes de las leyes. Espero
que el que reciba a determinados jueces y fiscales conlleve el peor
de los tormentos para ellos.
PD:
Espero que ningún nacionalista intente usar este texto en su favor
porque mi asco y mi desprecio de internacionalista hacia ellos
sigue intacto.
1 de noviembre de 2017
A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (1)
Por
Marat
“A
distinguir me paro las voces de los ecos,
y
escucho solamente, entre las voces, una”
(Retrato.
Antonio Machado)
Disculpen
que haya puesto un 1 entre paréntesis. Ignoro si habrá un 2. Soy
persona al que las ideas le brotan, como los hombres en los bancales
de “Amanece que no es poco” de tarde en tarde.
Hace
tiempo que mi mente se secó. No se pierde gran cosa. De aquellos
textos de taitantas páginas a los actuales ha menguado la cosa, como
lo ha hecho la frecuencia de sus entregas.
Y
creo que, a la vez que se dilaten las entregas, se irán haciendo más
breves mis reflexiones, no tanto por capacidad de síntesis como por
incompetencia evidente para decirles algo que supere una simplicidad.
A
pesar de todo, compartiré con ustedes, mientras las ganas y la
energía me lo permitan, lo que acuda a mi mente en estos tiempos
oscuros de mendacidad (no es errata, no es mendicidad), miserias
morales, estupidez colectiva y tendencia al pensamiento sectario del
tipo “mi medio de comunicación me miente como me gusta”.
¿Qué
decirles hoy, como inauguración de este apartado? Poco.
Que
a los seres humanos les acunan los cuentos.
Que
cuando no se es honrado se busca la mentira que a cada uno le
conforte y le permita seguir siendo indigno.
Que
los miserables siempre abusan de la credulidad de los incautos.
Que
detrás de toda bandera patriótica está la hacienda.
Que
los abanderados conducen siempre a una legión de gilipollas
Que
el esclavo lo es no solo por la opresión sino también por el
consentimiento.
Que
la democracia, siempre burguesa, es el mejor modo de cerrarte la boca
porque, al fin y al cabo, te da la oportunidad de saber los apellidos
del tipo al que el auténtico poder, el del capital, designó para
que creyeses que el verdadero malo era él.
Que,
como decía Marx, “nadie combate la libertad; a lo sumo
combate la libertad de los demás”. Y que es muy cómodo
encontrar el modo de sustraerse a las propias miserias descubriendo,
agrandando y manipulado las ajenas.
Que
lo que hoy se presenta como tragedia, mañana es farsa y al día
siguiente es solo ridículo o esperpento.
Que
ningún padre de la patria, ni del proletariado debe hablar por ti,
sobre todo para no dejarte en ridículo.
Que no es posible ser comunista sin ser librepensador y sin entender que el pensamiento no puede ser eterno, que el pensamiento es estar siempre de paso y sin admitir que el marxismo es la luz que ilumina nuestras ideas, jamás la farola a la que se agarran el borracho o el fanático.
POR SI FUERA DE SU INTERÉS: “EPPUR SI MUOVE”: A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (3) https://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2017/11/eppur-si-muove-distinguir-me-paro-las.html
Que no es posible ser comunista sin ser librepensador y sin entender que el pensamiento no puede ser eterno, que el pensamiento es estar siempre de paso y sin admitir que el marxismo es la luz que ilumina nuestras ideas, jamás la farola a la que se agarran el borracho o el fanático.
POR SI FUERA DE SU INTERÉS: “EPPUR SI MUOVE”: A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS (3) https://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2017/11/eppur-si-muove-distinguir-me-paro-las.html
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