SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
PROPUESTA DE EXIGENCIAS AL POSIBLE PRÓXIMO GOBIERNO DE AMPLIAS ALIANZAS
HASTA LOS COJONES DEL ASUNTO LUIS RUBIALES Y DE TODO EL SHOW
TIEMPO DE PESIMISMO (NO EXAGERAR LOS ADJETIVOS), TIEMPO DE ESPERANZA
SUMAR Y PODEMOS JUNTOS A LAS GENERALES ¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
30 de noviembre de 2013
LA OCDE ALERTA SOBRE EL DETERIORO DE LA SALUD DE LOS ESPAÑOLES
Joaquín Mayordomo. Cuarto Poder
No hay que ser muy listo para darse cuenta de que los
recortes sanitarios no le traerán nada bueno a una gran mayoría de españoles. Ahora
le ha tocado emitir su veredicto a la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), un órgano que
aglutina a los 24 países más industrializados del mundo. La OCDE analiza los
“hachazos” que un día sí y otro también le está dando el Gobierno al
presupuesto sanitario y, de paso, al Sistema Público de Salud. La
conclusión a la que esta organización llega es que el Gobierno, con su política
y recortes, está poniendo en peligro la salud de los españoles. Sin entrar
en detalles, cifras o porcentajes, cabe decir que la OCDE, en su informe Panorama
de la salud 2013 alerta del rápido aumento que en España están
teniendo las listas de espera quirúrgica, con el consiguiente riesgo de que
haya personas que jamás lleguen a operarse (sobre todo, si son pobres) pues “morirán antes de que les toque pasar por
quirófano”, añado yo, a la vista de alguna experiencia últimamente
conocida.
Ahora mismo, en nuestro país, las personas pendientes de
una operación podrían rondar las 600.000 si tenemos en cuenta que a
finales del pasado año eran ya 571.395 los usuarios de la sanidad
pública que aguardaban una llamada para pasar por quirófano. En cuanto
al tiempo de espera, éste supera los 100 días de media, con picos de más de 150
días en alguna especialidad. Sobre esto la OCDE también pone ejemplos;
ejemplos que bien podrían sacarle los colores a la ministra Ana Mato.
Mientras en Holanda el tiempo de espera para una operación de cataratas es de
30 días y una intervención de cadera, de 45, aquí, en España, la espera para
estas intervenciones supera los tres y cuatro meses respectivamente.
No es baladí este tema, no, porque, ya se sabe, al
PP lo que le interesa es que usted pase a ser un cliente en lugar de paciente,
que es lo que era hasta ahora. Y si ya es un cliente, lo lógico es que usted
pague. ¿Pague? Sí. Pague por operarse suscribiendo un seguro privado, o pague a
toca teja… ¡Pero pague! También puede usted aceptar operarse en un
hospital privado —nada de acudir a su hospital de referencia como
es su derecho— como ya se le viene ofertando a multitud de pacientes en la
comunidad de Madrid y en otras comunidades gobernadas por los populares. En
este caso, si usted acepta esta derivación al hospital privado, no pagará —que
ya lo pagó por adelantado con sus cuotas a la Seguridad Social—, aunque el
beneficio de ese trabajo no revertirá en la sanidad pública, como sería lo
lógico —y dado que usted es un ciudadano con derecho a una asistencia gratuita
a cargo del Sistema Nacional de Salud—, sino en el negocio privado que es ese
hospital (o clínica) al que usted ha aceptado acudir para operarse.
Pero volviendo al informe de la
OCDE, en general, este organismo señala que toda Europa ha reducido su gasto en
salud algunas décimas, un 0,2% de media en los períodos 2009-10 y
2010-11, al verse obligados algunos países, como es el caso de España, a
imponer importantes recortes para reducir el déficit presupuestario y la deuda
pública que arrastran. Pues… Para muestra un botón: en la
ley de Presupuestos Generales para 2014, el Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad reduce un 35,6% su dotación. Si a esto se le añade
que ya ese gasto se redujo, de media, en los tres ejercicios anteriores, un
106% (6.700 millones de €), a nadie le extrañe que las luces de alarma
se hayan encendido hasta en la misma OCDE.
Y aquí surge la inevitable pregunta: ¿qué sistema sanitario
le aguarda a los españoles si no hay más que recortes? Pues, según la OCDE, lo
que va a suceder tras este recorte espectacular de dinero es que aquellas
personas pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos van a renunciar —están
renunciando ya— a la medicación por no disponer de recursos y, lógicamente
también, a someterse a un seguimiento y control de las enfermedades crónicas
que padecen. Esto es lo que dice la OCDE, nada sospechosa, por otra parte, de
ser una organización demagoga o de izquierdas. Y también apunta esta
institución, “portavoz” de los países más ricos del mundo, que, a la larga,
tanto copago, tanta disminución de la cartera de servicios, tanto reducción de
personal al no ser sustituidos los profesionales que se van jubilando, y tanto
cierre de centros y supresión de horario de tarde, están generando ya, y van
a generar más todavía en el futuro, graves problemas de salud pública,
consecuencias económicas graves para los más pobres, y un coste añadido a las
arcas del Estado, se mire como se mire, a corto, medio y largo plazo.
El espectacular incremento que se ha dado en las listas de
espera quirúrgicas en España —incremento al que no escapan otros países como
Portugal, Inglaterra o Irlanda; algo que a los españoles no le servirá,
supongo, de mucho consuelo—, es el indicador más real, más fidedigno, de que en
el Sistema Público de Salud español algo va mal; yo diría que muy mal. La
asfixia económica que están suponiendo para pensionistas y jubilados las
distintas medidas de copago o la guerra entablada por el Gobierno autonómico de
Madrid, en su intento de privatizar gran parte de la sanidad madrileña, no son
más que puntas del iceberg de un proyecto más amplio y de más calado que no es
otro que el modelo sanitario que el Partido Popular está dispuesto a imponerle
a los españoles. Y éste es: si la salud puede ser un negocio, se dicen, lo
único que tenemos que hacer, desde el Gobierno, es convertir al usuario en
cliente. Así de fácil.
26 de noviembre de 2013
CON LA NUEVA ÉPOCA DE CRISIS GLOBAL ¿SOBRE QUÉ DEBERÍAN ESTAR PENSANDO L@S REVOLUCIONARI@S?
Larry Holmes. workers.org
El ataque a los conductores de autobuses escolares de
Boston por la antisindical empresa Veolia es un ejemplo del final de las normas
en la lucha de clases

Basado en una charla dada por Larry Holmes, Primer
Secretario del Partido Workers World-Mundo Obrero, en una reunión del liderazgo
el 20 de octubre.
El trabajo de masas y el trabajo político e ideológico deben
basarse en una comprensión común de las formas en que la totalidad de la crisis
global actual del sistema capitalista ha cambiado la dinámica de la lucha de
clases a nivel mundial.
La base analítica para tal entendimiento común no es algo
nuevo para much@s revolucionari@s. En los últimos años se ha escrito sobre
ella; WW-MO ha publicado varios libros sobre el tema. El desarrollo de la
crisis capitalista y sus consecuencias para la lucha de clases es un proceso
vivo. En consecuencia, una evaluación marxista de ello también debe ser un
trabajo continuo.
Tener una comprensión de las características de lo que hemos
denominado “el capitalismo en un callejón sin salida” es un punto de partida.
Por si solo este entendimiento no proporciona un modelo de cómo l@s revolucionari@s
deben responder a todos los acontecimientos de la lucha de clases diaria contra
el capitalismo y el imperialismo. Pero no puede haber discusión sobre qué hacer
si no estamos reaccionando a la misma crisis.
“El capitalismo de bajos salarios” y “El capitalismo en un
callejón sin salida”, escritos por el compañero Fred Goldstein son considerados
ejemplares por much@s en el movimiento progresista, e incluso por algunos
miembros de la clase dominante. Goldstein muestra cómo la producción
capitalista y la división del trabajo están globalizadas; por qué la crisis de
sobreproducción capitalista es permanente; por qué la tecnología que se ha
utilizado para desplazar y empobrecer a l@s trabajador@s, será no obstante, uno
de los grandes clavos en el ataúd del capitalismo y cómo el papel del capital
financiero ha crecido en relación a la producción de las cosas y los servicios
útiles a la sociedad.
Pero, ¿qué pasa con el significado político e ideológico de
estos cambios para la lucha de clases?
Sin una comprensión común de la imagen global y la forma en
que han cambiado las normas de la lucha de clases en todo el mundo, muchas
fuerzas progresistas serán como pequeñas embarcaciones en una terrible tormenta,
navegando en círculos porque no son capaces de ver a través de la lluvia. Para
adaptarse a las necesidades de la lucha de clases hoy, se necesita ser capaz de
ver y cambiar las concepciones que se han vuelto obsoletas.
A lo largo de las formaciones revolucionarias, hay
diferentes niveles de conciencia, diferentes experiencias y puntos de vista de
lo que es más importante hacer. Estas incluyen algunos que se consideran a sí
mismos comunistas revolucionarios y tienen una visión del mundo similar a la
nuestra.
Un punto decisivo en la lucha de clases
Todas las organizaciones que invierten en la lucha de clases
se han acostumbrado, en un grado u otro, a las normas que rigen en gran medida,
el curso de la lucha de clases a nivel mundial y la lucha por el socialismo y
el comunismo. Estas normas superficialmente, parecían ser inalterables durante
mucho, mucho tiempo. Sin embargo, estas normas han llegado a un punto decisivo.
¿Cuáles son estas normas?
En un sentido relativo, la dinámica de la lucha de clases
está en constante cambio. La clase capitalista siempre está librando una lucha
en contra de l@s trabajadores y de l@s oprimidos. La única variación es el
alcance y la intensidad de los ataques capitalistas. Del mismo modo en un
sentido relativo, la clase obrera, sus organizaciones y sus organizaciones de
vanguardia también están cambiando constantemente.
Pero incluso con estos cambios constantes hasta hace muy
poco, las normas de la lucha de clases no parecen haber sido afectadas. ¿Qué
significaría un cambio en las normas de la lucha de clases? Desde la
perspectiva de la clase obrera, las normas cambiarían si hubiera un cambio
sustancial, generalizado y constante en la voluntad de la clase obrera de
participar en la lucha de clases, junto con un aumento igualmente fundamental
en la conciencia de clase, la conciencia política e incluso la ideológica de
amplios sectores de la clase obrera.
Es evidente que, a pesar de las tremendas luchas en
Wisconsin, Chicago y Carolina del Norte, no se puede decir hasta el momento que
la clase obrera en su conjunto, haya roto con las viejas normas. Por otra
parte, la escalada en la ofensiva de la clase dominante capitalista contra la
clase obrera en la mayor parte del mundo ya no puede ser descrita como fases
meramente episódicas de explotación y opresión más profunda. Por el contrario,
el nivel actual del asalto capitalista no tiene precedentes, es generalizado,
más o menos permanente y en aumento.
La norma principal que persiste obstinadamente, pero no
puede persistir indefinidamente, es que la evolución ideológica de la clase
obrera y sus organizaciones todavía se encuentra muy por detrás de la evolución
de la crisis del sistema capitalista. La contradicción entre el desarrollo
económico y la conciencia política nunca ha sido mayor de lo que es hoy. Pero
eso también está cambiando.
La convención de la AFL-CIO en Los Ángeles mostró que el
movimiento obrero organizado [en EE.UU.] se esfuerza por llegar a un acuerdo
con la realidad de que las normas de la lucha de clases han cambiado. En
particular, hay una conciencia de que el movimiento obrero organizado no puede
sobrevivir defendiendo solo a una parte cada vez menor de la clase obrera
contra la ofensiva capitalista.
Hay por lo menos el comienzo de la comprensión de que el
destino del movimiento sindical depende en gran parte de su capacidad para
abrazar plenamente – en lo que respecta tanto a la organización como al
programa – el hecho de que un porcentaje mucho mayor del clase obrera no está
organizada y que cada vez una parte más grande de la clase trabajadora está
desempleada o marginalmente empleada.
La principal lección de la reciente convención de la AFL-CIO
fue que mostró a parte de su liderazgo, que el movimiento sindical en su forma
actual sería destruido por el capitalismo mundial si no se hace un cambio
fundamental.
Sin embargo, las propuestas planteadas en la convención de
LA fueron, como mucho, medias tintas e insuficientes para extender el alcance
de los sindicatos a las decenas de millones de trabajador@s oprimid@s que
necesitan ser organizados y movilizados. Más importante aún, no hubo ningún
indicio en la convención de que el movimiento sindical se mueva en una
dirección anticapitalista, de organización de masas, y clasista, lejos de las
inhibiciones impuestas por el Partido Demócrata liderado por capitalistas.
Algunos sindicalistas muy buenos y militantes creen que si
el sindicalismo fuera más militante y rechazara el sindicalismo empresarial y
la colaboración de clases, se podrían remediar todos los problemas. Esto es
cierto por supuesto, pero es sólo una parte de la verdad.
La otra parte de la verdad la resumió nada menos que Karl
Marx, cuando habló hace más de 150 años sobre la dirección que el movimiento
obrero debe tomar eventualmente:
“Aparte de sus propósitos originales, [los sindicatos]
deben ahora aprender a actuar deliberadamente como centros organizadores de la
clase obrera para su completa emancipación. Deben ayudar a todo movimiento
social y político que tienda en esta dirección. Deben considerarse y actuar
como abanderados y representantes de toda la clase obrera”. Extraído de un
documento escrito por Karl Marx en 1866 titulado “Los sindicatos: su pasado,
presente y futuro”.
Perspectiva revolucionaria y la lucha de clases
El ataque a los conductores de autobuses escolares de Boston
por la antisindical empresa Veolia con sede en Francia, es un ejemplo del final
de las normas en la lucha de clases. La grave situación de l@s trabajador@s y
l@s oprimid@s en Detroit es otro.
Hay una contradicción inherente entre un programa de lucha
mínimo y el programa máximo que esta crisis exacerba.
Ya se trate de la lucha contra la destrucción de los
sindicatos o de la lucha de lxs trabajadores para ganar el derecho básico a
organizarse en el sur, como marxistas revolucionarios nunca podemos perder de
vista el hecho de que nuestra clase no puede conseguir victorias en la lucha o
que sus necesidades sociales se realicen bajo el capitalismo.
De hecho, una característica distintiva de la actual crisis
capitalista – aunque sea una característica general y fluida a la que puede
haber y habrá muchas excepciones – es que mientras más profunda y permanente
sea la crisis económica capitalista, más probable es que la lección más
importante que la clase obrera obtenga, es que todo el sistema capitalista debe
ser abolido. Esta es una conclusión inevitable de que los sectores importantes
de nuestra clase y sus organizaciones de vanguardia tienen que llegar, aunque
sea desigualmente. Esta conclusión es la revelación ideológica central.
Si no hay una perspectiva revolucionaria, sin un objetivo
socialista, la lucha de clases se convierte en un callejón sin salida para
nuestra clase.
Al mismo tiempo, l@s revolucionari@s deben involucrarse en
la lucha del día, ya sea local o internacional, y participar en la lucha con el
entusiasmo, la táctica y la energía necesaria para llevar la lucha hasta su
límite – ganando a veces incluso.
Pero el resultado de cualquier lucha es temporal. Esto es
cierto si l@s trabajador@s salen temporalmente victoriosos o si nuestra clase
sufre una derrota temporal. Todo es temporal, porque la lucha continúa y va y
viene, al menos hasta que el capitalismo se haya depositado con seguridad en el
basurero de la historia.
Ni que decir, la crisis del capitalismo en un callejón sin
salida obliga a lxs revolucionarios presentar el programa máximo de la
revolución socialista. Igual de importante es que las destrezas para orientar
la lucha de clases desde un nivel menor a uno superior – una tarea que requiere
una gran experiencia para llevarla a cabo – siempre deben ser refinadas,
revisadas y renovadas.
Una cosa obvia que puede deducirse de los cambios en la
dinámica de la lucha de clases global, es no permitir que cualquier subdivisión
de nuestra clase – sobre una base geográfica, organizada, no organizada o
cualquier otra – -libre su propia batalla con el establecimiento capitalista
que más que nunca está centralizado (centralizado por el mayor papel global del
capital financiero). Incluso donde no se pueda efectuar una solidaridad
generalizada de clase, tiene que ser dado a conocer que la estrategia de la
lucha contra un sinnúmero de batallas por separado con el capital es una
estrategia perdedora para nuestra clase.
La lucha ideológica por el comunismo no puede ser disminuida
o totalmente olvidada en medio de la lucha diaria de masas.
Entre un programa mínimo y uno máximo, se pueden desarrollar
las reivindicaciones de transición, así como los objetivos que tejan un puente
entre los dos extremos. La solidaridad de clase y el internacionalismo de la
clase obrera se convierten en algo más que consignas, son decisivas en este
periodo. Lo mismo sucede con la necesidad de aumentar la organización de masas
de nuestra clase en el nivel político más alto.
Si hubiera habido una gran pancarta en el escenario de la
convención de la AFL-CIO — una bandera que reflejara que la única forma de que
la lucha de l@s trabajador@s triunfe, es destruyendo el capitalismo – eso
habría sido una gran contribución al movimiento por un mundo socialista.
La construcción de asambleas populares y asambleas de l@s
trabajador@s es útil porque las asambleas impulsan la necesidad de organización
de clase masiva. La característica más insidiosa de la crisis capitalista
mundial es que plantea, de la manera más nítida y más decisiva, una crisis
política para el movimiento obrero. ¿Qué crisis? La más simple: si la
perspectiva no es que nuestra clase se organice tanto en la base más amplia y
más ideológica posible dadas las circunstancias, la crisis capitalista se
utilizará para enfrentar a trabajador/a contra trabajador /a en una escala cada
vez mayor.
Incluso si las asambleas de trabajador@s no se entienden completamente,
la concepción de una asamblea de trabajador@s, automáticamente, intuitivamente,
será vista por much@s como ideológica. Se entenderá como un audaz intento de
organizar a la clase obrera sobre una base más ideológica y política, además de
organizarse por las demandas básicas y en defensa contra los ataques.
No se puede luchar contra el capitalismo sobre la base de
una vieja concepción del sindicalismo en la lucha de clases, de confiar en las
reformas capitalistas, o en una política que aborde sólo una parte de nuestra
clase.
25 de noviembre de 2013
DE LA BALCANIZACIÓN DE MÉXICO, SEGÚN STRATFOR, AL MAR MEDITERRÁNEO DE EE.UU. DE SPYKMAN
![]() |
Remoción de escombros en el complejo administrativo
B2 de la
Torre de Pemex, el primero de febrero de 2013
Foto Carlos Ramos Mamahua
|
Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada
Pareciera que México se encuentra atrapado sin salida en el juego geoestratégico que libra Estados Unidos para controlar el Golfo de México y el Mar Caribe, como parte de su nuevo rediseño militar/energético y de seguridad, cuando se ha replegado a su primera línea defensiva después de la fallida guerra contra Siria y el advenimiento del nuevo orden tripolar que hoy comparte con Rusia y China.
Llama poderosamente la atención la espada de Damocles que pende sobre la cabeza de México mediante ominosas amenazas financieras –fuga de capitales (a la que Carstens, del Banco de México, se prepara afanosamente, de su propia confesión), caída bursátil y devaluación del peso, expuestas por Bloomberg (Bajo la Lupa, 24/7/13), el cordobista zedillista presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez Kuenzler, y Rozental & Asociados (Bajo la Lupa, 10/11/13)–, al unísono de perturbadores planteamientos del portal israelí-estadunidense Stratfor sobre La guerra de las drogas en México: balcanización que conduce a desafíos regionales (18/4/13).
¿A quién conviene “la balcanización de los cárteles” de México?
Tristan Reed, analista táctico (sic) de Stratfor, aborda el organigrama, cronograma y flujograma de los cárteles y la tendencia a su fracturación (sic) a redes regionales del crimen geográficamente más compactas, a partir de la desaparición en la década de los 80 del cártel de Guadalajara que controlaba las rutas del narcotráfico a Estados Unidos a través de la mayor parte de México.
A juicio de Tristan Reed, la nueva tendencia a la balcanización ha continuado “por más de dos décadas y ha impactado a la mayoría de los grupos carteleros en México” cuando se escindieron la Federación de Sinaloa y el cártel del Golfo.
Stratfor oculta la bidireccionalidad de los cárteles con sus operadores financieros en Estados Unidos, como el quebrado banco Stanford y su pestilente consejo de administración (Bajo la Lupa, 4/3/09, 16/12/09 y 12/6/11;http://sunlightfoundation.com/press/articles/2009/03/12/financier-was-well-connected-dc-internationally/print/ yhttp://www.proceso.com.mx/?p=113163) y el blanqueo generalizado de la banca nacional cuando fue expuesta la Operación Casablanca (http://www.nytimes.com/1998/05/19/world/us-indicts-26-mexican-bankers-in-laundering-of-drug-funds.html), previamente a su adquisición por la banca trasnacional.
Stratfor oculta también el blanqueo del hoy desaparecido banco Wachovia fusionado en Wells Fargo (http://www.theguardian.com/world/2011/apr/03/us-bank-mexico-drug-gangs ), que lavó asombrosamente cerca de 400 mil millones de dólares.
Hoy tanto la Federación de Sinaloa como Los Zetas (provenientes del cártel del Golfo), según Stratfor, enfrentan desafíos regionales crecientes con el advenimiento de nuevos actores regionales que profundizan la balcanización (http://es.scribd.com/doc/185604937/Balcani-Zac-i-On ).
¿La balcanización cartelera de México se reflejaría en la otra balcanización de la federación política mexicana cuando el caso sui generis de Michoacán se puede volver paradigmático en medio de extrañas solicitudes de separación política en el norte del país (Baja California y Chihuahua)?
Por cierto, de nueva cuenta Stratfor (http://www.stratfor.com/analysis/mexico-rumors-surround-pemex-explosion ), basado en rumores sin confirmar, maneja la perturbadora posibilidad de que el estallido en la Torre de Pemex haya sido un atentado por motivos políticos o perpetrado por los cárteles.
A menos que desee enviar un mensaje subliminal, ¿por qué Stratfor expone en forma desaseada rumores sin confirmar?
En forma perturbadora, The Financial Times plantea que una de las consecuencias del estallido en la Torre de Pemex habría sido el alejamiento entre Pemex y Petrobras (http://blogs.ft.com/the-world/2013/02/the-consequences-of-pemexs-explosion/ ohttp://www.ft.com/intl/cms/s/0/eb947824-6c88-11e2-953f-00144feab49a.html#axzz2l97hqenS ).
Nos encontramos así ante un tablero de ajedrez global/regional/local donde la otrora superpotencia unipolar, Estados Unidos, mueve sus fichas para la consecución de sus objetivos primordiales: la seguridad energética de Norteamérica, al unísono de la seguridad del hogar de Norteamérica, como requisitos para la incrustación del “México neoliberal itamita” al Comando Norte/Norad.
En la mira se encontrarían los pletóricos yacimientos de hidrocarburos en el Golfo de México, que se desea rebautizar como Golfo de Estados Unidos, lo cual parece revivir el concepto del geoestratega estadunidense/holandés Nicholas John Spykman en referencia al Mar Mediterráneo de Estados Unidos, un mare nostrum similar al del imperio romano, que integra la superficie del Golfo de México/Golfo de Estados Unidos (1.55 millones de kilómetros cuadrados) y del Mar Caribe (2.754 millones de kilómetros cuadrados) que en su totalidad arrojan una superficie de 4.304 millones de kilómetros cuadrados.
Ante el retroceso unipolar estadunidense y el ascenso del nuevo orden mundial tripolar (Estados Unidos /Rusia/China) –que se selló con el acuerdo de un nuevo condominio entre Washington y Moscú en el Medio Oriente, en sustitución del caduco Sykes-Picot del colonialismo franco-británico–, la administración Obama repliega sus banderas y refuerza su primera línea defensiva vital en el resucitado Mar Mediterráneo de Estados Unidos, donde se juega el devenir de los pletóricos hidrocarburos de México en el Golfo de México/Golfo de Estados Unidos, sin contar la estruendosa declaración del secretario de Estado, John Kerry, sobre el deceso de la Doctrina Monroe, que había adelantado Bajo la Lupa hace dos años (11/12/11).
¿Le beneficia a Estados Unidos la balcanización de México, por la vía de los cárteles, quienes se abastecen obscenamente de armas en los quioscos transfronterizos?
Es obligado tener en el radar varias hipótesis, desde las angelicales hasta las infernales. Una versa sobre la gran bondad de la seguridad energética de Norteamérica –con Canadá (con libre paso de canadienses WASP: blancos, protestantes, anglosajones) y México (sin los brownies y con muro de la ignominia, drones y patrulla fronteriza)– que servirá para el prometido ASPAN y sus elusivas seguridad y prosperidad que no han beneficiado en lo absoluto al “México neoliberal itamita”. El tiempo lo dirá.
Pero otra hipótesis obligadamente antipódica se centra en los juegos pérfidos de los poderes de todos los tiempos, en específico, en referencia a México, cuyo proceso de balcanización, por la vía de los cárteles de la droga, es explotado sin rubicundez por Stratfor, muy vinculado a los complejos militares de Tel Aviv y el Pentágono, por cierto, hackeado por Anonymous, quien expuso sus redes tanto en México (Ver Bajo la Lupa, 28/12/11) como en el mundo occidental.
¿Para qué serviría balcanizar a México después del obsequio de las aguas profundas del Golfo de México financierista por la entreguista/masoquista contrarreforma Peña/Videgaray/Aspe a las cuatro grandes petroleras anglosajonas?
¿Con la balcanización de México se podría gestar, entonces, el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos para que no quede rastro arqueológico alguno de Pemex?
23 de noviembre de 2013
EUROPA EN RIESGO DE DEFLACIÓN
Entrevista a Simon Tildford, del Centre for European Reform
Según el experto, la baja en la tasa de interés del BCE no
alcanza. En Europa el panorama apunta a uno de los fantasmas más temidos: una
combinación de estancamiento y deflación como la vivida por Japón desde los
’90.
Marcelo Justo. Página/12
A nadie le gusta que suban los precios, pero hoy los 17
países de la Eurozona temen lo contrario: la deflación. En octubre, la
inflación interanual se redujo hasta el 0,7 por ciento, el nivel más bajo desde
2009, muy lejos de la meta del 2 por ciento que tiene el Banco Central Europeo.
Si a esto se le suma que, según los datos difundidos, el crecimiento descendió
a un 0,1 por ciento, el panorama apunta a uno de los fantasmas más temidos: una
combinación de estancamiento y deflación como la vivida por Japón desde
principios de los ‘90. El Banco Central Europeo sorprendió a los mercados hace
más de una semana bajando la tasa de interés de 0,5 a 0,25 por ciento, y dio un
respiro a su sector exportador. Pero en entrevista con Página/12, Simon
Tilford, subdirector del Centre for European Reform, en Londres, consideró que
no será suficiente.
–La Eurozona salió de la recesión en el segundo trimestre
de este año con un crecimiento del 0,3 por ciento. Los datos de
julio-septiembre bajan ese nivel a un 0,1. ¿Estamos en esa doble trampa de
estancamiento económico y deflación?
–El crecimiento que se dio hasta ahora ha sido por el sector
exportador, pero la Eurozona es demasiado grande para que esto sea suficiente.
Su dinámica económica precisa el mercado doméstico y el crecimiento del
consumo. Normalmente luego de períodos tan prolongados de recesión hay un
efecto rebote por el que las economías tienen varios trimestres consecutivos de
crecimiento real. Eso no está sucediendo en la eurozona porque no hay una
recuperación en la demanda doméstica debido a que los salarios están
planchados, y las empresas no saben si invertir porque con salarios planchados
no hay garantía de que las inversiones sean rentables.
–El presidente del BCE, Mario Draghi, consiguió
neutralizar el ataque especulativo sobre España, Italia y el euro diciendo que
el BCE haría todo lo que estuviera a su alcance para evitar una desintegración
de la Eurozona. Ahora acaba de bajar las tasas de interés para neutralizar el
peligro de una deflación. ¿Es suficiente?
–Por mucho tiempo el BCE consideró que el problema era la
inflación. Es un paso positivo que se hayan dado cuenta de la gravedad del
tema, pero no es una solución. El corte de las tasas de interés va a favorecer
un poco a los exportadores, va a ayudar a los deudores, porque abarata un poco
el costo de los préstamos, pero hasta ahí llega.
–¿Cuál es el problema con la deflación?
–En toda economía hay momentos de deflación o inflación. Por
ejemplo, el precio de las computadoras ha bajado durante mucho tiempo. Pero
cuando el precio general de los productos baja puede tener efectos
devastadores, porque la deuda pública y privada tiene que ser pagada con un
Producto Interno Nominal que está bajando. Para darle un ejemplo, cuanto más
bajo el nivel de inflación, mayor el superávit fiscal que se necesita para
pagar la deuda. Y el problema es que la tasa de interés, ahora en un 0,25 por
ciento, no puede caer mucho más: no puede bajar del cero por ciento. De manera
que no hay mucho margen de maniobra.
No se ve que vaya a haber más inflación el
próximo año porque la recuperación económica es muy débil, la política fiscal
es contractiva y no es posible devaluar el euro, que está muy fuerte. La
Eurozona tendría que estar creciendo alrededor de un 2 por ciento para evitar
la deflación. Eso no está sucediendo.
–La inflación del 0,7 por ciento es un promedio. En
Grecia, los precios cayeron un 2 por ciento, en Alemania subieron un 1 por
ciento. El desempleo en Alemania es del 5,2, en España del 26,6 y en Grecia del
27,7 por ciento. ¿Cómo se hace para actuar entre tantas necesidades?
–La Eurozona necesita una mayor inflación en Alemania. Esto
le permitiría a Italia y España, los dos países clave en este momento de la
crisis del euro, ganar competitividad frente a los alemanes. En los primeros
ocho años del euro, Alemania tuvo una inflación del 1,5 por ciento mientras que
en otros países era del 3.
Necesitamos ahora que ocurra exactamente lo
contrario. Si no sucede, no se ve cómo la deuda de los países del sur europeo
será sostenible. Siempre se habla de los problemas estructurales de los países
del sur, pero no se habla de los problemas estructurales de Alemania. La
demanda doméstica germana crece apenas un 0,5 por ciento, algo que no es
suficiente para generar inflación. Tampoco estamos viendo un incremento fuerte
de salarios o del consumo y la inversión empresaria está empezando a caer.
Alemania tiene que resolver estos problemas para que haya una salida para la
eurozona.
–¿Hay peligro de deflación como sucedió en Japón?
–Muchas veces se habla del peligro de que Europa sufra una
década perdida como la que padeció Japón. Pero en muchos sentidos las cosas
parecen peor en Europa, sobre todo en términos de crecimiento económico, porque
la eurozona tiene menos herramientas para combatir la deflación que Japón. Los
japoneses tienen su propia moneda, su banco central. En España o Italia, si los
precios caen, no pueden hacer mucho. Lo que se necesita en estos casos son
herramientas heterodoxas para bajar el valor de la moneda y combatir la
deflación.
–¿Es posible todavía una desintegración del euro?
–Tal como están las cosas creo que veremos un aumento de los
niveles de deuda y mayores tensiones políticas y sociales. Los pronósticos del
FMI y de la Comisión Europea son preocupantes. Ambos coinciden en que habrá
bajo crecimiento y baja inflación, lo que hará muy difícil bajar los actuales
niveles de deuda. El peor es que la deuda aumente mucho más y que la gente
empiece a perder la paciencia que ha tenido hasta ahora. El peligro allí es que
los gobiernos no pueden compaginar la democracia con los requisitos de su
programa político y los riesgos de manejar el euro.
–Se habla mucho de si América latina está preparada para
un remezón externo. Se podría hacer la misma pregunta sobre Europa. El mismo
Draghi advirtió que podía haber shocks externos.
–Muchos políticos pensaron sinceramente que los problemas
del euro se solucionarían y que volvería el crecimiento económico. Esto no ha
sucedido. No cabe duda de que la crisis continuará por bastante tiempo. En
principio, con las tendencias actuales, creo que el euro va a sobrevivir. Pero
esto puede cambiar si hay un shock externo, por ejemplo, una fuerte
desaceleración de la economía mundial, porque la economía europea depende cada
vez más de sus exportaciones. Si Estados Unidos abandona su programa de
flexibilización cuantitativa también sería un gran impacto.
22 de noviembre de 2013
QUIEREN ACABAR CON EL DERECHO DE HUELGA
nuevatribuna.es
Mariano Rajoy quiere regular por ley los servicios mínimos.
Para ello ha encargado a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que se ponga
manos a la obra. El anuncio llega tras la huelga de limpieza en Madrid y el
pronunciamiento de algunos dirigentes del PP como la alcaldesa Ana Botella para
reformar la actual normativa. Oposición y sindicatos no han tardado en criticar
este nuevo recorte de derechos que califican de "reforma encubierta"
y de "ataque" a la actual legislación. También recuerdan que la ley
de 1977 ya regula los servicios mínimos bajo la premisa de que sean negociados
por los agentes sociales.
En una semana con el foco puesto en la ley de seguridad ciudadana que este viernes aprobará el Consejo
de Ministros (*)y que penalizará los escraches, el presidente del
Gobierno se descolgó este jueves con un nuevo recorte de derechos al anunciar
una ley de servicios mínimos para, según dijo, conciliar el derecho a la huelga
y el derecho a la libertad de los ciudadanos.
El debate ha surgido tras la huelga de limpieza en Madrid,
en donde, según el ayuntamiento, no se cumplieron los citados servicios
mínimos. Mariano Rajoy responde así a las peticiones de algunos dirigentes de
su partido, principalmente del PP de Madrid, que vienen meses pidiendo a la
claras que se reforme la Ley de Huelga, vigente desde 1977. Entre ellos, el
presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (antes
los hizo Esperanza Aguirre); la delegada del Gobierno, Cristina
Cifuentes; o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha salido
muy tocada por la huelga de basuras en la capital.
Sin embargo, la Ley de Huelga ya regula el procedimiento a
seguir para fijar los servicios mínimos obligando a que haya un acuerdo, una
negociación entre los poderes públicos y los agentes sociales. Si el acuerdo no
es posible, es la Administración la encargada de dictar un decreto de servicios
mínimos que en la mayoría de las ocasiones son abusivos en opinión de los
sindicatos.
En la huelga general del 14 de diciembre de 2012 lograron
pactarse los servicios mínimos del transporte (Iberia, Renfe) vía negociación
con el Ministerio de Fomento que dirige Ana Pastor. Pero no siempre
se llega a un acuerdo. En la Comunidad de Madrid, el conflicto y descontento
social creciente por los recortes han imposibilitado en varias ocasiones pactar
dichos servicios que, incluso en algunos casos, han sido a posteriori
declarados ilegales por los tribunales.
Las reacciones no se han hecho esperar tras el anuncio de
Rajoy. Desde el PSOE, la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez,
acusó al presidente de querer hacer una "nueva
ley de huelga encubierta", pero "no
tiene valentía para decirlo" y por eso ha anunciado una ley de
servicios mínimos.
La dirigente socialista ha recalcado que los servicios
mínimos "vienen regulados en la ley
de huelga" y ha subrayado que "no
es el momento" para abordar cambios en esta regulación. En su opinión,
el anuncio de Rajoy tiene que ver con las declaraciones de "su
alcaldesa" en Madrid, Ana Botella
Desde la Izquierda Plural también se han mostrado muy
críticos. El portavoz de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso de los
Diputados, José Luis Centella, ha reclamado al Gobierno que "si quiere acabar con la Ley de Huelga,
lo diga claramente". En opinión de Centella, el Ejecutivo "está intentando acabar con las huelgas
y criminalizar la protesta" y se está "saliendo claramente del derecho constitucional a la huelga".
LOS SINDICATOS TAMPOCO LA VEN NECESARIA
Legislar a golpe de calentones y jaleado por los sectores
más ultras de su partido no es la mejor manera de buscar un acuerdo
Por su parte, los sindicatos tampoco ven oportuno el anuncio
de Rajoy. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández
Toxo, lo ha calificado de "un
claro ejercicio antidemocrático" y ha recalcado que no es partidario
de tal regulación ya que se trata de un "calentón" tras la huelga
protagonizada por los trabajadores de la limpieza y jardinería de Madrid.
"Legislar a golpe
de calentones y jaleado por los sectores más ultras de su partido no es la
mejor manera de buscar un acuerdo sobre la regulación de los servicios
mínimos", ha advertido Toxo al presidente del Gobierno. Así pues, CCOO
cree "muy inoportuna" la iniciativa del presidente del Gobierno y no
parece que obedezca a la voluntad del Ejecutivo de encontrar bases de acuerdo
con los sindicatos. "Más bien, hay
que inscribir la iniciativa de Rajoy en su obsesión por controlar y limitar
derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución, en un claro ejercicio
antidemocrático de la acción de Gobierno", recalcan.
El secretario general de CCOO, recuerda que el movimiento
sindical se ha mostrado dispuesto en numerosas ocasiones a discutir "en
frío" todo lo relacionado con los servicios mínimos, o lo que es lo mismo,
la necesidad de atender los servicios básicos de la ciudadanía ante la
convocatoria de una huelga general.
"Lo
que no vamos a aceptar son golpes de pecho y proyectos autoritarios más
preocupados por eliminar o entorpecer un derecho constitucional como el derecho
de huelga, que por pactar la conciliación de intereses ante un conflicto
laboral", concluye Toxo.
La Unión General de Trabajadores (UGT) ha
calificado de "sorprendentes"
las declaraciones del presidente del Gobierno y afirma que no es
"prioritaria". Asimismo, UGT ha advertido de que cualquier regulación
de un derecho fundamental exigiría la participación de los interesados, en este
caso de los sindicatos, pues imponer este tipo de normas sería "claramente antidemocrático e ineficaz
socialmente".
El sindicato confía en que no se reproduzca el
comportamiento del Gobierno con la reforma laboral y ha tildado de
"desacierto" plantear reformas legislativas "en caliente",
en respuesta a sucesos recientes, tratando de que una nueva ley solucione los
problemas sociales provocados por "la
mala gestión de los poderes públicos". Por último, ha remarcado que
para conciliar los distintos intereses entre los diferentes afectados, en caso
de huelga que afecte a los servicios públicos esenciales, lo mejor es la autorregulación,
para lo que ha puesto como ejemplo la experiencia con el sector "tan
importante" como el de los transportes.
NOTA DEL EDITOR DE
ESTE BLOG:
(*) De momento, el anteproyecto de Ley Orgánica de
Protección de la Seguridad Ciudadana ha sido demorada, oficialmente por
cuestiones “técnicas”, en ser enviada al Consejo de Ministros para el viernes
de la próxima semana. Sigamos con el rechazo a esta ley fascista de un gobierno
fascista.
FRANCIA: LAS QUIEBRAS DE EMPRESAS EN UN "MÁXIMO HISTÓRICO"
Michel Waintrop. La Croix
Los últimos 12 meses,
Coface ha observado más de 62.000 quiebras de empresas, un incremento de 4.3%.
Cerca de un tercio de
las quiebras golpea al sector de la construcción.
El número refleja el impacto brutal de la crisis en la
creación de riqueza. Las estimaciones de Coface , líder mundial en seguros de
crédito, señala que en el año 2013 arrojará el saldo de 62.500 quiebras de
empresas en Francia, es decir, que irán a la rehabilitación o a la liquidación.
El resultado, indica la Coface, ser á "históricamente alto" y refleja
un empeoramiento de la situación: el año pasado habían fracasado 60.500.
Los
datos medidos no son menos preocupantes que los estimados. En los últimos
doce meses (noviembre 2012-octubre 2013), Coface señaló 62.431 quiebras de
empresas, un aumento del 4,3% respecto al período que va de noviembre de 2011 a
octubre de 2012. Los primeros diez meses de 2013 también marcaron un fuerte
aumento en el número de empresas en crisis.
En términos de empleo, estas fallas reflejan la "continua fragilidad de la estructura
de las empresas francesas" y representan un poco menos de 200 000 puestos
de trabajo amenazados.
LAS PYME EN EL TORNADO
El aumento del 4,3% en el número de quiebras "enmascara realidades diferentes
dependiendo del tipo de negocio", señala Coface. Por lo tanto, las
PYME son las más afectadas por las quiebras en el otoño (+ 8%), empresas más
pequeñas, 5,7% y las microempresas en un 4,2%.
La empresa también es muy diferente en los distintos
sectores. Las quiebras aumentan en más de un 8% en distribución, marcado por la
contracción del presupuesto familiar. Consumo lento es también una de las
razones por las cuales el sector textil y de la confección en problemas.
CONSTRUCCIÓN A MEDIA HASTA
Coface da la voz de alarma respecto a la quiebra de empresas
y al sector de la construcción golpeado en una tercera parte. Este último es
casi más del 18% de las empresas francesas ... pero casi un tercio de los
fracasos en los últimos 12 meses. En el apogeo de la crisis en junio de 2009, el
porcentaje de fracasos llegó a alcanzar el 36%.
La situación se explica por la fuerte caída de los permisos
de construcción (16% al cierre de septiembre, doce meses), que parece depender
de las perspectivas de una recuperación en el mercado de casas nuevas y de una
caída de la demanda debido a la desactivación en la rehabilitación de los hogares.
EL DESAFÍO DE 2014
De acuerdo con el estudio de Coface, el ejercicio del
próximo año continuará siendo "delicada" para las empresas. La estabilización
de los indicadores tendrá un pequeño efecto sobre el crecimiento del consumo,
debido a un incremento cercano al 0,6% del PIB, lo que conduciría a una
estabilización del número de quiebras en 62 000.
19 de noviembre de 2013
STIGLITZ Y KRUGMAN, DOS DE LOS PRINCIPALES MENTORES ECONÓMICOS DE LA "PROGRESÍA"
Alejandro
Teitelbaum.
La Haine
No dicen que el problema es la concentración en
pocas manos (gran capital y capital financiero parasitario) de las riquezas
producidas por el trabajo humano
Con matices ligeramente diferentes pero con rasgos
ideológicos similares, Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y
Paul Krugman (formador de opinión que difunde sus ideas desde el año 2000 en su
columna bisemanal del «New York Times») ambos consagrados con el premio «Nobel»
de Economía, son dos de los principales mentores en materia económica de la
«progresía» a escala mundial. Tienen en común que critican algunos efectos y, a
veces, aspectos del sistema vigente pero se abstienen de criticar al sistema
mismo.
I. Joseph Stiglitz, muy solicitado en tribunas
académicas y políticas de todo el mundo, recibió en 2001, junto con Akerlof y
Spence, el llamado Premio Nobel de Economía (en realidad Premio en Ciencias
Económicas del Banco de Suecia creado en Memoria de Alfred Nobel) por su
contribución a la teoría de la asimetría de la información, que sostiene que
las fallas del mercado capitalista no se deben a la inexistencia en la práctica
de una competencia «pura y perfecta» («la mano invisible del mercado») sino que
es el resultado de una información asimétrica e imperfecta que, dice, podría “tener
profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía”.
Escribe Stiglitz:
…”Durante
doscientos años los economistas utilizaron modelos económicos simples que
asumían que la información es perfecta, por ejemplo, que todos los
participantes tienen el mismo transparente conocimiento de los factores
relevantes. Ellos sabían que la información no era perfecta, pero tenían la
esperanza de que un mundo con moderadas imperfecciones en la información sería
semejante a un mundo con información perfecta. Nosotros mostramos que esa
noción estaba mal fundamentada: incluso las pequeñas imperfecciones en la
información podrían tener profundos efectos en la forma en la que se comporta
la economía (nuestro el subrayado). El Comité del Premio Nobel citó nuestro
trabajo acerca de la "asimetría de la información", un aspecto de las
imperfecciones causadas por el hecho de que distintas personas en un mismo
mercado saben distintas cosas. Por ejemplo: el vendedor de un auto puede saber
más sobre su auto que el comprador; quien compra un seguro puede saber más
sobre sus posibilidades de tener un accidente (tales como la forma en la que
maneja) que quien vende el seguro; un trabajador quizá sepa más acerca de sus
habilidades que un patrón potencial; la persona que pide prestado tal vez sepa
más sobre sus posibilidades de pagar un préstamo que quien otorga el crédito.
Pero las asimetrías de la información son sólo una faceta acerca de las
imperfecciones de la información, y todas ellas -incluso cuando son pequeñas-
pueden tener fuertes consecuencias.” ( http://www.project-syndicate.org/commentary/asymmetries-of-information-and-economic-policy/spanish)
En la misma línea de pensamiento, Stiglitz también
formuló con Shapiro la teoría del salario de eficiencia y explica la existencia
del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo. (http://links.jstor.org/sici?sici=0002-828).
Entre otras cosas, Stiglitz sostiene que la
productividad está principalmente determinada por el nivel del salario del
trabajador (el empleador tiende a pagar un salario más elevado a fin de
incentivar al trabajador a ser más productivo: salario de eficiencia). Si bien
es cierto que un salario más elevado motiva al trabajador no hay que ser muy
experto para saber que no es el salario el que determina la productividad sino
a la inversa: la productividad (bienes o servicios producidos por hora
trabajada) es uno de los determinantes del nivel del salario: por eso un
trabajador calificado que produce más valor por hora trabajada que un
trabajador manual sin calificación gana más que este último.
Cabe agregar que la productividad ha aumentado
enormemente en los últimos decenios, como consecuencia del progreso técnico y
del aumento de la intensidad en el trabajo y de la jornada laboral y sin
embargo los salarios reales no han seguido – ni aproximadamente- el mismo ritmo
de crecimiento. Esto vale también para los cuadros profesionales, cuyos
salarios se mantienen congelados y sus condiciones de trabajo no cesan de
deteriorarse.
No hace falta haber recibido el premio “Nobel” del
Banco de Suecia para darse cuenta que no es la asimetría de la información o la
información imperfecta la causa de los males del sistema capitalista (entre
ellos el desempleo). Las víctimas del sistema saben –o deberían saber- que las
verdaderas causas son la concentración en pocas manos (gran capital y capital
financiero parasitario) de las riquezas producidas por el trabajo humano.
Con el aumento de la productividad el desempleo
tiende a aumentar y no a disminuir por la sencilla razón que menos trabajadores
activos pueden producir más bienes y servicios.
Es la política que prefiere el gran capital para
aumentar su tasa de beneficio y mantener una alta tasa de desocupación que
presiona a la baja el salario real de los trabajadores activos. Una prueba de
la ineficacia de las teorías y de los métodos de Stiglitz para analizar la
economía real es un informe que elaboró en 2002, encomendado por los grupos
financieros Fannie Mae y Freddie Mac, donde afirmó que la actividad de dichos
grupos, que garantizaban los préstamos hipotecarios concedidos por los Bancos a
clientes poco solventes, no implicaban prácticamente ningún riesgo para el
sistema bancario. Según Stiglitz el riesgo era del orden de entre uno y medio
millón y uno y tres millones (sic). Concluía el informe: This analysis shows that, based on historical data,
the probability of a shock as severe as embodied in the riskbased capital
standard is substantially less than one in 500,000 – and may be smaller than
one in three millions. Given the low probability of the stress test shock
occurring, and assuming that Fannie Mae and Freddie Mac hold sufficient capital
to withstand that shock, the exposure of the government to the risk that the
GSEs will become insolvent appears quite low.» (Implications of the New Fannie
Mae and Freddie Mac Risk-based Capital Standard. Joseph E. Stiglitz, Jonathan
M. Orszag and Peter R. Orszag).
Contra las «previsiones» de Stiglitz, basadas en
modelos matemáticos, las políticas de Fannie Mae y Freddie Mac contribuyeron en
buena medida a desencadenar la crisis financiera que dura hasta hoy.
II. Paul Krugman, otra figura mediática muy
apreciada y citada por la “progresía”, fue miembro del Consejo de Asesores
Económicos (Council of Economic Advisers) de la administración de Reagan de
1982 a 1983. En 1999 fue consultor en el Consejo Asesor de Enron, el gigante
transnacional de la energía que quebró en 2001 reconociendo una deuda de 40 mil
millones de dólares y dejando en la calle a su personal (12000 personas), al
que, por añadidura, despojó del capital previsional de su jubilación, invertido
en acciones de la propia empresa.
Desde el año 2000 Krugman tiene una columna
bisemanal en el New York Times y recibió el premio «Nobel» de economía en 2008.
En 2012 publicó un libro titulado «Acabad ya con esta crisis». Subrayamos esta.
Es decir no se trata de acabar con las crisis en general, con su cortejo de
concentración de las riquezas y expansión de la miseria, sino de acabar con
esta crisis.
El enfoque de Krugman aparece claro en la
Introducción (Y ahora ¿qué hacemos ?) de su libro. Allí dice que muchos se
preguntan «¿Cómo ha pasado esto ?» Y
que él, en cambio se pregunta: «Y ahora
¿qué hacemos ?». Y continúa: «Cada
vez que leo artículos, académicos o de opinión, que analizan lo que deberíamos
hacer para prevenir futuras crisis financieras …me despiertan cierta
impaciencia». Más claro imposible: salir del pozo actual como fuere, pero
sin cuestionar el sistema.
Comentando este libro de Krugman, Michael Hudson
escribe: “Por desgracia, la incapacidad
de Krugman para contemplar el problema económico de hoy como una cuestión de
deflación de la deuda refleja su fracaso (que sufre la mayoría de los
economistas, a buen seguro) a la hora de reconocer la necesidad de reducciones
de la deuda, de reestructurar el sistema bancario y financiero, y de volver a
transferir los impuestos del trabajo a las ganancias de la propiedad, de la
renta económica y de los precios de activos (de “capital”). El efecto de este
estrecho conjunto de recomendaciones consiste en defender el statu quo y, pese
a su reputación como liberal, eso convierte a Krugman en conservador… Haciendo
uso de la prestidigitación neoclásica de dar gato por liebre, restringe el
significado de “reforma estructural” en el sentido de los economistas de la
Escuela de Chicago que culpan al desempleo actual por ser “estructural,” en el
sentido de que los trabajadores ocupan empleos que no corresponden a su
formación. Con ello se desvía la atención de los apremiantes problemas que son
genuinamente estructurales».
Esta “explicación” de Krugman sobre las causas del
desempleo se relaciona con la teoría del “salario de eficiencia” de Stiglitz,
mencionada más arriba, que explica la existencia del desempleo por las
deficiencias en la estructura informativa del empleo.
En el curso de su libro, Krugman, con un estilo de
serie B estadounidense, acumula sofismas y datos falsos.
Por ejemplo en el párrafo “Comprender las tasas de interés”, en la página 147 de la edición
argentina escribe: “Recordemos que, como
vimos en el Capitulo 2, la trampa de liquidez se produce cuando, incluso con
tipos de interés cero, los residentes del mundo, en su conjunto (el
subrayado es nuestro), no están
dispuestos a comprar tantos bienes como están intentando producir. O, lo que es
equivalente: la cantidad que la gente desea ahorrar – es decir los ingresos que
no desean gastar en consumo corriente - es superior a la cantidad que las
empresas están dispuestas a invertir”.
En este párrafo Krugman mete en la misma bolsa al
ahorro familiar (que en las clases modestas tiende a ser inexistente) y al capital
financiero improductivo y parasitario (que alcanza cifras siderales) con el
denominador común de “residentes del mundo” para intentar ocultar la raíz de
las crisis: la transferencia de la mayor parte de las riquezas producidas por
el trabajo humano al gran capital, al financiero en particular, que se ha
acentuado enormemente en los últimos treinta años. (A Krugman le “impacienta”
que se hable de las crisis en general).
Su presunta preocupación por la situación de las
clases populares queda al descubierto cuando en el párrafo “El problema esencial en Europa” (páginas 192 y siguientes) escribe
que para hacer más competitiva la economía (por ejemplo de España, véase pág.
182 de su libro) hay que reducir los salarios manteniéndose en la zona euro o
salir del euro y devaluar la moneda nacional. Según Krugman, en este último
caso los salarios reales no caerían. Sólo se devaluarían con relación al euro.
Todo el mundo sabe, menos Krugman, que una devaluación de la moneda nacional
afecta negativamente el nivel del salario real, pues no existen economías
nacionales cerradas.
Comenta Hudson: “El punto ciego de Krugman con respecto a la deuda general hace
descarrilar también la teoría del comercio. Si Grecia abandona el euro y
devalúa su moneda (el dracma), por ejemplo, las deudas cifradas en euros o en
otra divisa fuerte aumentarán de modo proporcional. De manera que Grecia no
puede marcharse sin repudiar sus deudas en la en la litigiosa economía global
de hoy. Sin embargo, Krugman cree en el viejo sinsentido neoclásico según el
cual todo lo que se necesita es la “devaluación” para rebajar el coste laboral
interno. Es como si se mostrase indiferente al sufrimiento que impone esa
austeridad, como la que sufrieron los países latinoamericanos a manos de los
planes de austeridad desde 1970 en adelante. Los costes se pueden “poner bajo
control ajustando los tipos de cambio”. El problema es sencillamente, por lo
tanto, una cuestión de tipos de cambio (que se traduce al poco en costes
laborales). La depreciación de la moneda reducirá (según la teoría del comercio
de Krugman) los costes laborales y otros costes internos hasta un punto en que
los gobiernos puedan exportar lo bastante no sólo para cubrir sus importaciones
sino pagar sus deudas en divisas extranjeras (que se dispararán en términos de
moneda local)».
Krugman insiste con la necesidad de aumentar el
gasto gubernamental y en su libro (ver pág. 250) no parece desdeñar como
“solución” el llamado “keynesianismo armado” es decir una carrera armamentista
o la guerra. Que practican periódicamente las grandes potencias.
-----------------------------------------------------
Un análisis crítico de las ideas de Stiglitz y
Krugman puede verse en Paulo
Nakatani y Rémy
Herrera, Crise financiere ou… de surproduction? http://www.ucm.es/info/ec/jec12/archivos/A1FUNDAMENTOS%20ECONOMIA%20CRITICA/ORAL/NAKATANI-HERRERA/NAKATANI-HERRERA.pdf
- http://www.lahaine.org/index.php?p=36958
Sobre Stiglitz también puede leerse de Jean-Marie
Harribey: Commission Stiglitz: l'économie, la montagne et la souris. http://alternatives-economiques.fr/blogs/harribey/2009/09/16/commission-stiglitz-l%E2%80%99economie-la-montagne-et-la-souris/
Sobre Krugman puede leerse: de Michael Hudson, Las
anteojeras económicas de Paul Krugman, Theleme, 13/06/2012 y http://www.lahaine.org/index.php?p=62230
13/06/12. El mismo texto en inglés: www.nakedcapitalism.com 14/05/12; de
Vincenç Navarro Por qué Paul Krugman está equivocado en sus recetas para
España. en SistemaDigital, 15 de abril de 2010. Y en el blog de economía del
profesor Rafael Hernández Núñez, La incapacidad intelectual de un Nobel de
economía.
18 de noviembre de 2013
¿POR QUÉ EL FORO SOCIAL MUNDIAL SE HA AGOTADO?
Emir Sader. La Jornada
El Foro Social Mundial (FSM) fue la primera gran reacción
internacional a la ola neoliberal que pasó a devastar el mundo en las últimas
décadas del siglo pasado. Era una ola tan destructiva, que el lema del FSM era
minimalista –otro mundo es posible. Se estaba buscando afirmar la
disconformidad con las tesis del fin de la historia y el Consenso de
Washington.
Esas tesis, nacidas en la derecha –con Reagan y Thatcher–,
se habían difundido hacia otras corrientes –socialdemocracia, nacionalismos–,
revelando su capacidad hegemónica. El FSM nació en la contramano de esa ola,
teniendo un éxito inmediato al demostrar el potencial que la resistencia a esa
ola suscitaba.
Su auge fueron las movilizaciones en contra de la guerra de
Irak, las más grandes manifestaciones conocidas hasta ahora, donde el FSM tuvo
un rol importante en su convocatoria. A partir de ese momento se inició un
declive del FSM.
El mismo hecho de no haber realizado un balance de las
manifestaciones ni discutido la forma de dar continuidad a la lucha por la
solución pacífica y no violento de los conflictos mundiales ya revelaba una
debilidad fundamental del FSM. La hegemonía de las ONG y de algunos teóricos
vinculados con las concepciones de esas entidades fue la responsable de la
decadencia del FSM.
El FSM había nacido en el marco de una ambigua reacción
ideológica y política al final de la guerra fría y la posición
frente al Estado fue determinante para esa ambigüedad. Hay que recordar que el
lema central de Reagan era el de que el Estado no era la solución, sino el
problema. Se descargaban sobre el Estado las baterías fundamentales de la nueva
derecha, a lo que se sumaban las ONG y sus teóricos.
El lema reaganiano hacía parte de la nueva hegemonía liberal
en el mundo, con su vertiente del Estado mínimo –con la correspondiente
centralidad del mercado– y la política de promoción de la sociedad civil,
con contornos imprecisos y fuertemente permeables a interpretaciones ambiguas. ONG y visiones teóricas vinculadas con
ellas dentro del propio FSM centraban su fuego en contra del Estado. En ese
campo ambiguo se confundían ONG, intelectuales eurocéntricos y el propio campo
neoliberal (1)
No por casualidad las
ONG consideraban cuestión de principio la no participación de los partidos
políticos en el FSM (2). Postura que llegó al absurdo de que presidentes
latinoamericanos, como Hugo Chávez, Lula, Rafael Correa y Evo Morales, tuvieron
que presentarse en un acto paralelo, externo a la programación oficial del FSM
de Belén, en 2009.
El FSM perdía el hilo de la lucha real en contra el
neoliberalismo, que se hacía desde gobiernos, con estados y partidos políticos
como partes indispensables en esa lucha.
El FSM y los intelectuales vinculados con las visiones de
las ONG, hegemónicos en la organización de los eventos, se separaban de la
construcción del otro mundo posible, llevada a cabo por los gobiernos
progresistas latinoamericanos. Gobiernos que rompían con la centralidad de los
ajustes fiscales del neoliberalismo, imponiendo la prioridad de las políticas
sociales. Gobiernos que priorizan los procesos de integración regional y los
intercambios Sur-Sur, en lugar de los tratados de libre comercio con Estados
Unidos.
Gobiernos que, además, rescatan el rol del Estado como
inductor del crecimiento económico y como garante de los derechos sociales de
todos.
Las mismas propuestas del FSM, como la recuperación de los
derechos sociales expropiados por el neoliberalismo y la regulación de la
circulación del capital financiero, sólo podrían ser realizadas a través del
Estado. Al rechazar el Estado en favor de la sociedad civil, las ONG y los
intelectuales vinculados con ellas –en general, europeos o latinoamericanos con
visiones eurocéntricas– han quedado reducidos a la impotencia política y al
aislamiento de los movimientos populares.
Mientras, América Latina, que había sido víctima
privilegiada del neoliberalismo, elegía y consolidaba gobiernos
antineoliberales, el FSM, al perder sintonía con la historia real, se fue
vaciando. Las ONG caracterizan a los foros como lugar apenas de intercambio de
experiencias entre distintos movimientos, sin plantearse alternativas a la
construcción del postneoliberalismo. Ni siquiera reservan lugar para el debate
necesario entre gobiernos progresistas y movimientos sociales.
Las ONG y los teóricos de la sociedad civil han visto
su paradigma liberal, antiEstado, superado por la realidad. Varios de ellos pasaron a tomar gobiernos
progresistas, como los de Evo Morales, Rafael Correa, Lula o Rousseff, como sus
enemigos fundamentales, latinoamericanos, prestándose a servir a la derecha de
esos países. (3)
Los errores teóricos son pagados de forma grave por la
realidad concreta, relegando el FSM a la intranscendencia y a visiones
equivocadas, que perdieron el sendero de la construcción del otro mundo
posible, encarnados por los gobiernos postneoliberales de América Latina.
NOTAS DEL EDITOR DE
ESTE BLOG:
(1) ¿Les suena a ustedes este discurso en España?
(2) ¿Y éste otro?
(3) Algo
sobre esto escribí desde este blog hace unos meses por el modo en que
determinadas izquierdas han jaleado los objetivos de la indignación globalista y globalizada de
derribar gobiernos progresistas en América Latina
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)