26 de diciembre de 2016

TÚNEZ: LA POLICÍA ALERTA CONTRA EL PELIGRO DE LA "SOMALIZACIÓN"

Télam.com.arg

Los policías exhortan al gobierno a tomar "medidas excepcionales", que incluyen la pérdida de la ciudadanía, para impedir que se reagrupen con las "células dormidas" del yihadismo en el país.

El sindicato nacional de la policía tunecina aseguró en un comunicado distribuido este domingo que "el retorno a Túnez de terroristas desde focos de tensión es alarmante y puede conducir a la somalización del país", donde ya el sábado, cientos de personas se manifestaron ante el parlamento contra esos regresos desde Siria, Irak y Libia.

El hecho de que los autores de los atentados de Niza y de Berlín hayan sido yihadistas de nacionalidad tunecina ha ampliado el debate desde el periodismo, donde se viralizó e intensificó a medida que pasaban los días, a los medios políticos.

De hecho, el sábado la policía de Túnez detuvo a tres supuestos islamistas radicales, entre ellos el sobrino del tunecino sindicado como autor del atentado de Berlín, Anis Amri, muerto el viernes en un tiroteo con la policía en Italia.

Los tres, de edades comprendidas entre 18 y 28 años, fueron arrestados en el pueblo de Fuchana, junto a la capital tunecina, y en el pueblo natal de Amri, Oueslatia, en el centro del país, precisó el Ministerio del Interior en un comunicado.


En pleno debate llegó extraditado el sábado a la capital el yihadista Moez Fazzani presunto implicado en atentados terroristas entre los que destacan los del museo de El Bardo que causó el pasado año la muerte de una cincuentena de turistas.

Fuzzani fue entregado por las autoridades sudanesas según precisó el portavoz del polo judicial de lucha antiterrorista, Sufian Selliti.

El portavoz añadió que "es uno de los dirigentes de la organización terrorista y mantiene relaciones con la mayoría de los terroristas del Estado Islámico que se han orientado a Siria y libia para recibir entrenamiento militar".




Hay al menos 5.000 tunecinos en las filas de organizaciones yihadistas en el extranjero, según un grupo de trabajo de la ONU citado por el portal France24, y crece la inquietud ante la perspectiva de su regreso. Ya han retornado 800, según informaciones brindadas por el ministro del interior, Hédi Majdoub.

Túnez fue el primer país que, después de una rebelión popular desencadenada en 2011 por el suicidio de un joven debido a su situación económica, vio aparecer un movimiento yihadista armado, que asesinó más de cien soldados y policías, así como 20 civiles y 59 turistas extranjeros.

Tampoco quedó nunca en claro qué participación pueden haber tenido estos grupos en los magnicidos de al menos dos populares dirigentes progresistas y laicos durante la etapa de la transición democrática del país en la que el islamista partido Ennahda tuvo las riendas del gobierno.




NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG
De “rebelión popular” tiene tanto lo que ocurrió en la “Revolución de los Jazmines” como los Cascos Blancos sirios de instrumentos de la paz. No hay que hacer mucho esfuerzo para ver el papel que jugaron los servicios secretos norteamericanos, en primer lugar la CÍA, así como las fundaciones globalistas CANVAS u Open Society Foundations y sus cursos de formación de jóvenes ciberactivistas tunecinos, que tan importante papel jugaron en la convocatoria y organización de las manifestaciones contra el gobierno tunecino. La constitución de una "Liga Árabe del Net" (de la red) indica hasta qué punto estaban orquestadas globalmente estas "revoluciones". Igualmente es sabida ya la disputa entre los servicios secretos franceses (DGSE) y los norteamericanos (CIA) para echar a Ben Alí del poder, una vez que ya no garantizaba sus intereses en aquél país y reconducir la situación hacia un gobierno “amigo”, que continuara las políticas neoliberales en aquel país, como así ha sucedido. No siempre las masas protagonizan la historia; a veces son títeres de quienes juegan detrás de las bambalinas, como ha sucedido tanto en las “revoluciones árabes” como en las de colores.

En cualquier caso, tanto el “entrañable” sicario del imperialismo norteamericano, Santiago Alba Rico, como su patrón estarían de enhorabuena si surgiese otro Estado fallido más en África, al estilo de Somalia o Libia, donde los asesinos yihadistas controlen buena parte del territorio.