5 de noviembre de 2015

LOS “50 JAMES BOND DE OBAMA” EN SIRIA: ¡PARA COMBATIR A 230.000 YIHADISTAS!

Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada

En coincidencia con el estreno de la película Spectre, de James Bond (http://www.007.com/), mata de risa el montaje hollywoodense del envío por Estados Unidos de 50 "soldados especiales" en la región kurda de Siria para combatir a 230 mil yihadistas sunitas que operan en Levante.

Como los bienes raíces, la geopolítica es ante todo ubicación, y no pasa inadvertida la sinergia de Estados Unidos con los kurdos sirios.

Funcionarios de Estados Unidos se jactan del "efecto multiplicador" que tendrán sus 50 "soldados especiales", catapultados sin el permiso formal de nadie: ni del Congreso de Estados Unidos ni de la ONU ni del gobierno sirio ni de la Liga Árabe de 22 países ni de la Organización para la Cooperación Islámica de 57 países (http://goo.gl/dt0AlG).

A finales de 2014, Fuad Hussein, jefe de la oficina de Massoud Barzani, presidente de la región autónoma kurda en Irak, en entrevista con Patrick Cockburn –considerado entre los óptimos comentaristas de Medio Oriente–, evaluó el número de combatientes yihadistas sunitas en 200 mil: "ocho veces mayor que las estimaciones de los servicios de inteligencia occidentales (léase: la CIA), que los colocan en 31.500" (http://goo.gl/UxDuho).

¿Por qué conviene a la CIA subestimar exageradamente el número de yihadistas sunitas que deambulan entre Irak y Siria?

Fuad Hussein pondera que Daesh/Isis/Isil "gobierna en la tercera parte tanto de Irak como de Siria, que comprende en su totalidad una población de entre 10 y 12 millones que viven en un área de 250.000" kilómetros cuadrados, el mismo tamaño que Gran Bretaña", lo cual "otorga a los yihadistas una extensa mancomunidad de reclutas potenciales".

Con las recientes y vastas adquisiciones territoriales de los yihadistas en Siria, la cifra enunciada por Fuad Hussein sobre el ejército irregular de yihadistas sunitas se ha abultado sustancialmente en el lapso de un año con la adicional llegada de otros 30 mil provenientes de la extensa geografía islámica, que comprenden específicamente 3 mil combatientes de Chechenia (Cáucaso ruso), según The New York Times (http://goo.gl/Ynje9g), y a quienes habría que agregar otro tanto de la región islámica de Xinjiang en China (http://goo.gl/ajhTkD).

Según Al-Quds Al-Arabi (12/8/14), solamente los "escuadrones de la muerte yihadistas", los siniestros dhabbihah, alcanzarían 15 mil verdugos (http://goo.gl/yrf3Fe).

¿Por qué la CIA se habrá "equivocado" en forma tan burda en sus estimaciones?

Ya había advertido sobre el Yihadistán, en lo que "Putin tuvo razón en Siria" (http://goo.gl/vrv3vD).

El proyecto irredentista del califato yihadista (Califato Qoqaz), el Yihadistán, comprende la península ibérica (Al-Andalus), todo el norte de África, el cuerno de África (Somalia) y el sub Sáhara, pasando por los Balcanes y el Cáucaso (frontera con Rusia), hasta Khurasan (Asia Central), frontera con el subcontinente indio y China (http://goo.gl/ygZstq).

Hoy existen "batallones islámicos repletos de chechenos que ayudan a Ucrania en su guerra contra los rebeldes secesionistas", según NYT (http://goo.gl/JwTpwX), lo que conecta los dos teatros regionales simultáneos de guerra: Ucrania con el binomio geográfico de Siria/Irak.

Según Marcus Papadopoulos, redactor en jefe de la revista británica Politics First, "El petróleo es uno de los componentes claves del auge de los terroristas. Si la coalición de Estados Unidos realmente quisiera deshacerse de los militantes, en primer lugar habría destruido la infraestructura petrolera de los terroristas, pero no lo hace. ¿Por qué? Porque los militantes sirven a los intereses de Occidente y, en particular, los de Estados Unidos, que, a su vez, entiende que si priva a los militantes de su principal fuente de financiación, los terroristas dejarán de obedecer, algo que ahora permite a Washington mantener la región bajo tensión" (https://goo.gl/mnaOlx).

Ni con sus 50 James Bond juntos –las "fuerzas especiales" de "efecto multiplicador"– podrá Obama combatir a más de 230 mil yihadistas sunitas, que se irán incrementando en forma exponencial y conforme a los intereses bursátiles de sus apostadores, lo cual constituye de dos cosas: una, repartirse el féretro de la balcanización en la región kurda del norte de Siria, como aprecia Réseau Voltaire (http://goo.gl/wVrGnk) –y, por extensión, la muy cantada pulverización de Irak (http://goo.gl/qphEbs)–, y/o servir "como escudo humano de protección" a sus impresentables "aliados" –los rebeldes sirios "moderados" de Al Qaeda, con todas sus mutaciones y disfraces hollywoodenses–, para inmunizarlos de los exitosos bombardeos rusos, como aduce el investigador británico Finian Cunningham: "La decisión de Obama de enviar fuerzas especiales a Siria es vista ampliamente como una escalada militar de Estados Unidos en ese país. El envío de tropas también señala que Estados Unidos trata de prevenir los éxitos rusos en borrar los instrumentos de Washington para el cambio de régimen en Siria" (https://goo.gl/zstSQU).

La deliberada confusión lingüística del gabinete de Obama, entre "moderados" (sic) de Al Qaeda y yihadistas, forma parte del "caos controlado" geopolítico que asedia las fronteras sunitas del RIC (Rusia, India y China).

Quizá debido a la Babel geopolítica y lingüística imperante en la Casa Blanca, Edward Luce, del Financial Times, no perciba "plan" ni "estrategia" en el envío de los 50 comandos por Estados Unidos, quien está perdiendo la partida en Siria frente a Putin, "mejor jugador de poker que Obama", cuando las primeras semanas de los bombardeos rusos han transcurrido conforme a su plan. El régimen de Assad ya no enfrenta el colapso y Rusia ha consolidado su relevancia geopolítica y ha revivido su presencia naval en el oriente del mar Mediterráneo (http://goo.gl/soi4Vp).

Cuando en Estados Unidos el electorado ha dado la espalda a Jeb, de la decadente "casa de los Bush" (http://goo.gl/fpUC9V), que llevó a la otrora superpotencia unipolar a su doble desastre geoestratégico (derrotas en Afganistán e Irak) y geofinanciero (quiebra de Lehman Brothers en 2008).

Edward Luce anhela el trasplante cerebral de Obama con los genes bélicos del nepotismo dinástico de los Bush y arremete contra su mentalidad de "abogado" que pierde la visión holística y actúa "caso por caso", con un "incremental manejo reactivo de las crisis".

Los circuitos bursátiles de la City (Londres) no saben nada de guerras nucleares ni de geoestrategia y uno de sus pugnaces portavoces, Edward Luce, cita sin desparpajo a Joseph Dunford, el jefe de las fuerzas armadas conjuntas de Estados Unidos, quien "tomó" (sic) su puesto un día después del inicio de los bombardeos aéreos rusos en Siria: "Si un país representa una amenaza existencial a Estados Unidos, debo señalar a Rusia".

La torre de Babel lingüística y geopolítica de Obama refleja el trilema geoestratégico de Estados Unidos: 1) la guerra termonuclear contra Rusia, donde nadie gana, y que ya fue evitada en Ucrania; 2) la descomposición caótica global en curso, y 3) el acomodamiento del nuevo orden tripolar de Estados Unidos con Rusia y China.

Obama deja la óptima decisión tripolar a su sucesor, mientras opta en forma transitoria por su torre de Babel geopolítica con los yihadistas.