14 de noviembre de 2014

IZQUIERDA ANTICAPITALISTA ABRE UN BOQUETE EN EL MURO DE BERLÍN

A. Zorín. La Haine

¿Realmente cree I.A. que esos países donde sucumbió la experiencia socialista recuperaron realmente "la libertad y la democracia"?

En el curso de estos días, en los que algunos conmemoran gozosamente los 25 años de la caída del Muro de Berlín, los medios de comunicación realizan un denodado esfuerzo por reproducir, como si estuviera sucediendo hoy, una segunda versión mediática de lo acaecido en el Este europeo hace cinco lustros.

El despliegue no debiera resultar extraño si se tiene en cuenta la grave crisis que ahoga a las sociedades capitalistas, cuyas clases dirigentes se muestran incapaces de sacar  del atolladero a sus respectivas economías.

Este enorme despliegue propagandístico cobra sentido e intención si nos atrevemos a mirarlo desde diferentes perspectivas. En primer lugar, porque la alharaca es coincidente con el hecho de que los ciudadanos que conocieron aquella experiencia socialista malograda, sienten ya la amargura de haber perdido las conquistas sociales obtenidas por aquellos regímenes . Les pesa también la ausencia de cosas tan elementales como el trabajo seguro y la feliz ausencia del terrible monstruo del paro. Añoran la gratuidad de la Educación en todos sus niveles y de la sanidad. Echan de menos que  ya no puedan contar con la estabilidad de un futuro garantizado por el Estado. Notan la ausencia de sus logros en el terreno de los Deportes y de la ciencia. Contemplan con pavor el desarraigo que supone ser arrastrados por la pobreza a "escoger la libertad" de emigrar hacia otros países donde no serán ni bien acogidos, ni mejor pagados, Miran a su alrededor y solo son capaces de contemplar el obscuro panorama de un futuro incierto y sin ninguna esperanza.

Quienes habitaban en los países del socialismo del Este europeo han podido constatar por sí mismos con estupor que el sistema capitalista no era más que un encandilante escaparate lleno de luces centelleantes, del que sólo habían podido disfrutar hasta hace bien poco, aquellos países que fueron pioneros en la revolución industrial, y que lograron implantar a través del colonialismo y el neocolonialismo un humillante intercambio desigual, en el que las mercancías que ellos vendían resultaban altamente cotizables en los mercados internacionales, mientras que aquellas otras que adquirían a los países más pobres eran compradas a los precios que ellos imponían. En la actualidad, ya ni siquiera las denominadas "clases medias" de las sociedades occidentales pueden participar de las efímeras dádivas del cuerno de la fortuna que hasta hace relativamente poco tiempo ofrecía el sistema capitalista.

Ciertamente que quienes trataban de ensayar la primera experiencia socialista mundial posiblemente se alegraran en aquellas fechas de hace 25 años, de ver desaparecer por fugazmente de sus vidas a los burócratas que hicieron del socialismo una aburrida rutina. Pero, sin embargo, pronto pudieron constatar con estupefacción cómo aquellos mismos burócratas se transmutarían velozmente  en mercaderes capitalistas sin escrúpulos, que terminarían usurpando propiedad colectiva conquistada por la revolución y convirtiéndola en propiedad privada.

Por eso, y por decenas de otros sólidos argumentos que no tienen cabida en esta breve reflexión, apena e indigna que una organización política española que se autodenomina con el pomposo nombre de "Izquierda Anticapitalista" celebrara también estos días a coro con los medios de comunicación, la "caída del muro de Berlín" con este insensato párrafo:

"Se cumplen 25 años de la caída del muro de Berlín, un momento de simbolismo ante el desgaste de la burocrática URSS, cuyo telón no resistía el clamor popular de la ciudadanía y la clase trabajadora por recuperar las libertades y la democracia".

¿Realmente cree I.A. que esos países donde sucumbió la experiencia socialista recuperaron realmente "la libertad y la democracia"? ¿Es este el tipo de "libertad y la democracia" por la que los integrantes de Izquierda Anticapitalista nos están instando a luchar?

Pero la verdad es que el desatino de la denominada "Izquierda" Anticapitalista no debería sorprendernos a estas alturas. Hace tan solo unos pocos años, subidos al carro de las potencias de la OTAN, los de I. A instaron a acabar con el régimen político de Muamar el Gadafi, que sin ser un arquetipo para nuestras predilecciones, había hecho de Libia el país en el que más conquistas sociales se lograron de todo el continente africano. Gracias a aquella arrolladora intervención imperialista, Libia transita hoy en el camino de su propia desaparición como Estado, acosada por el doble frente constituido por el yihaidismo ultraconservador y la expoliación petrolera occidental.

Pero las "incursiones" en política internacional de Izquierda "Anticapitalista" no concluyeron con el apoyo ideológico a la intervención militar concertada de la OTAN en el Norte de África.
Transcurridos apenas unos meses de la aventura libia, esta organización política no perdió la ocasión para mostrar predilección por las bandas terroristas del yihaidismo ultraconservador en Siria. A la vista están las consecuencias de tan desatinadas simpatías de estos militantes del izquierdismo "anticapitalista".

Los mensajes que Izquierda "Anticapitalista" envía a la sociedad y a los trabajadores parecen estar  impregnados de una suerte de entropía política e ideológica que algún día convendría empezar a analizar en profundidad y detectar cuales son sus raíces. Por lo pronto se nos ocurre que el abultado número de errores y desatinos son demasiados para tan corta, sinuosa y escuálida trayectoria histórica.