23 de febrero de 2022

SOBRE LA TRAICIÓN DE LOS PROPIOS COMO RASGO NATURAL DE LA POLÍTICA

Por Marat

Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.” (William Shakespeare)

Por definición, la traición no viene del enemigo declarado sino del aparente amigo. Del enemigo, incluso del adversario no hay motivo para esperar lealtad, salvo que su nobleza le impida ejercer su papel con la eficacia que se le supone en la destrucción o, cuando menos, la victoria sobre el oponente.

Esas personas marcan la diferencia moral frente a la norma y la media estadísticas. Desafortunadamente no gobiernan el mundo en cualquiera de las áreas en las que se ejerce el liderazgo.

Pero el amigo, el compañero, las personas en las que confiar, debieran ser aquellas con las que se puede contar no cuando el tiempo es favorable sino especialmente cuando la tempestad arrecia.

Esto raramente se encuentra en la vida en general y, salvo muy sorprendentes excepciones, en lalan política interna de los partidos.

Efialtes traicionó a Leonidas y sus 300 espartanos, Marco Junio Bruto apuñaló a Julio Cesar, el carnicero de Cádiz, Fernando VII, traicionó al idiota y cornudo de su padre, Carlos IV; Adolf Hitler se deshizo de las SA en la noche de los cuchillos largos. Es una historia interminable.

Y sin salir de Europa que, si miramos a Norteamérica, Latinoamérica, África o Asia, descubrimos que en la esfera política la humanidad en su conjunto está a la merced de miserables políticos quen su papel de gregarios agradecidos a la cooptación hoy adulan al líder ungido pero mañana le matan si pueden pactar su supervivencia económica, siempre por encima de la media del vulgo.

En eso estamos.

La defenestración de un mediocre oportunista sin ideología concreta dentro del espectro de la derecha como Casado es la evidencia del comportamiento indecente de quienes hasta ayer eran sus fieles.

Compartieron con él sus vaivenes, le aplaudieron cuando oscilaba a la extrema derecha casi fascista lo mismo que cuando amagó enfrentarse a VOX y ahora le han abandonado como si nunca hubiesen sido tan oportunistas como él.

Pero cuando caminas hacia el rincón más profundo de tu propia vergüenza, saber que te acompañan tres compañeros que no ocultan publícamente que lo son (Ana Beltrán, González Terol y Pablo Montesinos) está muy bien. Hay dignidad en ellos cuando dar la cara sale caro.

Tranquilo que vas a pillar mucho cacho sin necesidad de inventar más currículum.

El capital al que has servido torpemente agradece los servicios prestados

Son la troupe de las universidades privadas, los lobeznos de la misma burguesía que con Casado chupaba la sangre a la clase trabajadora. Ahora nos exanguina con amor y fantasía el gohierno progre PSOE-Unidas Podemos

Para quienes lo hacen es una cuestión secundaria porque todos ellos defienden los mismos intereses del capital pero el peligro, abierto por el PP y VOX de que el fascismo entre en el gobierno no es broma. Está ahí delante y no lo frenará la izquierda porque no puede frenar una realidad que es popular pero no entiende porque sus posiciones, cuando toca serlo, no son revolucionarias sino conservadoras.

Sigamos en la gracieta de Twitter y en la mierda de los gavilanes, que nos va a ir de puta madre.

Vayamos despidiéndonos.

A quienes puedan creer que desde el marxismo coinciden en algo con quien escribe voy a decepcionarles.

No creo que si cambiamos las instituciones cambie el mundo porque aquellas las hacen los seres humanos.

En todo lo demás sigo siendo marxista con toda la contradicción que viene después de haber dicho lo anterior

Y me alegro de que existan pijos leales y nobles como Pablo Montesinos porque si hay quien ve las relaciones humanas así quizá quepan dentro de un partido

PS

Cuidado Ayuso, quizá la mierda te inunde.

20 de febrero de 2022

ISABEL DÍAZ AYUSO AL TERCER DÍA RESUCITÓ

Por Marat

Espero que sean ustedes lo bastante amables como para no echarme en cara si hubo menos de 72 horas entre la crucifixión de Ayuso y su salida victoriosa del sepulcro.

¿Qué les voy a contar que no hayan leído ustedes con ansiedad morbosa sobre la muerte de Casado en medio de su reyerta con Belén Esteban; perdón con Isabel Ayuso.

Frente al padecimiento de ambas mártires a manos cercanas el mundo se ha sobrecogido. El espectáculo mediático ha alcanzado el nivel de la pornografía ante públicos muy similares que han compartido la exhibición urbi et orbi” de sus fingidos dolores.

Tras la mentira de Aznar ante la masacre del terrorismo islámico del 15M al PP sólo podía quedarle la opción de un perfil bajo que no ofendiese.

A pesar del Prestige, un asunto gallego, Rajoy era la opción. Un tipo amable y pragmático.

Nadie como él para ampliar la operación contra la clase trabajadora que a Zapatero no le dio tiempo a completar: pensiones, paro, desregulación laboral absoluta.

Cumplió todos los objetivos del capital menos el ideológico. No estaba en su programa inmediato.

Faltaba una labor por hacer.

Pablo Casado era el tonto intermedio como lo fue Hernández Mancha. Da igual la fecha de dimisión o cese de Casado. Ya está muerto. Su pretensión de agotar su mandato como Presidente de un partido que puede entrar en descomposición es tan irreal como el intento de Macbeth de frenar el avance del bosque de Birnam sobre su castillo. A cada hora que pasa las cañas se le vuelven lanzas y las lealtades inquebrantables se tornan abandonos y traiciones. Está desnudo e inerme y lo sabe. Carece del carácter de un Sánchez que convirtió su amarga derrota en victoria aplastante. No pasará a la historia sino como paréntesis inútil.

¿Qué  queda por hacer después después de que en un partido abra una comisión de investigación para saber si es corrupta tu presidenta autonómica y al día siguiente la cierra para decir que no lo es?

¿Qué periódico de papel envolverá una tuerca llena de grasa en la que aparezca PABLO CASADO HA DIMITIDO?

Ninguno. Cualquier cosa en internet dura menos que los egos doloridos

Ahora queda Ayuso en pie. Veremos si el PP da el paso definitivo a VOX o si opta por volver sólo a ser derecha reaccionaria. Puede que sea cosa de meses.