13 de febrero de 2022

LA CONSTRUCCIÓN MEDIÁTICA DE LA MENTIRA: CUATRO EJEMPLOS PRÁCTICOS

Por Marat

El antónimo de mentira, según cualquier diccionario del mundo, es verdad. El concepto de “verdad” encierra una forma de pensamiento mágico: nos salva para siempre del engaño. Pertenece a la categoría de las creencias. Ese modo de categorizar el mundo que nos rodea es una forma tranquilizadora de cerrar el camino hacia el conocimiento científico.

Por el contrario, el término realidad remite siempre a una búsqueda, a la voluntad de acercarse a lo material, a los hechos, siendo conscientes de que estos han de ser probados (“quod erat demostrandum”) y de que la aproximación a esa realidad requiere una permanente dialéctica entre teoría y práctica, que requiere de la sospecha como método de cuestionamiento de lo percibido.

Peter Ludwig Berger y Thomas Luckmann, el primero teólogo luterano, el segundo interesado en la teoría de la religión, ambos sociólogos, escribieron en 1966 una obra extraordinariamente valiosa del pensamiento sociológico: “La construcción social de la realidad”.

La tesis central de su intento de fundamentar una teoría del conocimiento se asentaba en dos elementos básicos: el lenguaje, con toda su carga simbólica y de significados en la interacción social y el modo en el que las relaciones sociales se institucionalizan, generando pautas de comportamiento.

Más allá de la carga idealista que conlleva una interpretación de la comunicación que remite al mundo de las percepciones frente a la realidad objetiva está la ausencia del análisis de la importancia de los medios de comunicación en la visión del mundo en el que vivimos y en nuestra opinión sobre lo que sucede en él.

No obstante, “La construcción social de la realidad” continua siendo una fuente valiosa de conocimiento respecto a las formas en las que se producen las influencias respecto a la conformación de las opiniones dentro de los marcos sociales micro y de menor potencia difusora mediática.

Por mucho que se hayan fragmentado los medios de comunicación, continúan siendo de masas y de una influencia decisiva: tan poderosos son los periódicos digitales como twitter, el cuál sería menos sin ellos, que son el eco que expande su relevancia, del mismo modo en que tik tok es tan poderoso como las televisiones generalistas o youtube tanto como el conjunto de las radios. Sus impactos y audiencias se segmentan y se replican según afinidades.

La multiplicación de medios no los ha hecho más plurales. Sólo ha segmentado las audiencias por fidelidades ideológicas, cerrando posibles tránsitos con sentido crítico por parte de lectores no dogmáticos que están desapareciendo.

La aparición de redes sociales no ha generado menos autoritarismo y respeto en ellas. El odio y la incapacidad de intercambio amable está desapareciendo. No nace de las redes sino de un magma social intencionadamente alimentado por el fascismo, a partir de un malestar social despreciado por la progresía.

Tampoco las redes sociales han potenciado la influencia del pensamiento libre. Son redes de propaganda de contratados, bots y ociosos cuyos mensajes son sólo reproducidos por los medios afines e ignorados por los contrarios.

Y ahora vayamos a los ejemplos de cómo se construyen las mentiras en los medios de comunicación clásicos, que las redes reconstruirán, convenientemente dirigidos a sus fieles según corrientes de estupidez

1.- “EL MUNDO” SOBRE ÁNGEL GABILONDO

En la versión digital, el periódico El Mundo ha puesto una flecha apuntando a la cabeza del ex candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid. En papel cuadricularon su nombre.

Tanto esfuerzo para insinuar que un candidato a un cargo de tan ridícula influencia como la de Defensor del Pueblo fue pederasta o cómplice porque en el colegio en el que fue fraile pudieron haberse cometido abusos sexuales de los que ninguna supuesta víctima le ha señalado

Menos mal que no hablamos del juez Enrique Arnaldo, nuevo miembro del Tribunal Constitucional, salpicado por los casos Palma Arena y Lezo, que enchufó a su hijo y al hijo del ex fiscal general del Estado en la Universidad Rey Juan Carlos y que fue elegido para su cargo por el PP, el PSOE y Unidas Podemos. Y eso son hechos probados.

Los hechos deben ser lo que marque una línea informativa. Quien sea culpable ha de pagar por ello. La insinuación previa, sin pruebas, debiera llevar aparejada la misma condena de quien la pretende o seremos víctimas de indeseables y linchadores profesionales. Y esto sin poner la mano en el fuego por un político hacia el que no siento simpatía alguna.

2.-LA MALDAD DE RUSIA Y LA BONDAD DE LA DEMOCRACIA OCCIDENTAL

Podríamos entrar en un lío de explicaciones sobre lo que pasa en Ucrania y sobre rusos y americanos (el resto a uno y otro lado sólo son países lameculos), salvo Alemania y Francia que tienen frío en invierno, por eso del gas,pero esto es sólo cosa de dos superpotencias -los rusos siguen siéndolo, como cuando también les llamaban rusos, en lugar de soviéticos. Porque lo de soviet no les gustaba nada a los americanos y el soviet no era tan soviet porque era muy imperio – y conviene darse cuenta de que la amenaza no está sólo de un lado.

Veamos la foto de la CNN, que es el canal de los demócratas de Biden


Tampoco hay necesidad de gritar ¡NO A LA GUERRA! porque si no se lo han gritado los progres faranduleros a Pedro Sánchez en los Goya es que sólo hay riesgo si gobierna el PP

3.-PENSIONISTAS Y BANCOS

Este domingo 13 de febrero me encuentro un anuncio a toda página en varios periódicos de los que se atreven a declararse de derechas, no como todos los demás, que son los únicos que leo porque la Santa Madre Iglesia me enseñó que el camino del dolor es el que conduce a la salvación espiritual.

Total, que la foto es ésta


Explíquenme ustedes, que son jóvenes, inteligentes y universitarios qué significa la foto de una chica joven, si digo que está buena me sale una feminista imbécil y me llama señoro, y debajo la frase “estamos abiertos”.

Menos mal que el anuncio no es de una empresa de pompas fúnebres, en cuyo caso tendría algunas dudas en entrar, y sí de un banco como el Santander porque todos ellos aseguran en su publicidad que son lugares amigos.

Y seguramente lo sean por lo que dice el anuncio que les he puesto más arriba.

Lo que no dicen es que en el tercer trimestre de 2021 cerraron en España 553 oficinas bancarias y que entre enero y septiembre del pasado año lo hicieron 1.156.

Si en los pueblos de la España vaciada ya no hay sucursales, en los barrios de las grandes ciudades están desapareciendo.

Esto sucede en un país en el que si una cuenta no está vinculada a una nómina los bancos cobran entre 160 (BBVA) y 240 (Bankcaixa) por “guardar” nuestro dinero. Son delincuentes y extorsionadores.

La banca española fue rescatada por los gobiernos del PP (Rajoy) y PSOE (Zapatero) por un coste de 65.000 millones. Ni hay memoria ni hay voluntad en un país de españoles de mierda que sólo lo son para acusar a 1000 a inmigrantes de cometer 3000 asesinatos diarios, 100000 si son adolescentes, o para culpar a un político de lo que su falta de dignidad no hace.

4.-SI YOLANDA LA DEFIENDE, LA REFORMA LABORAL ES BEAUTIFUL

¿A ustedes les parece normal que una Ministra de Trabajo, de la que nos dicen que es comunista, se haya entendido tan bien con los grandes empresarios de este país?

Sugerí hace un par de meses que para hacer lo que iba a hacer prefería su estilo al de Iglesias. Hasta para eso que no falten las formas. Tiene “savoir faire”. También lo tenía Lenin pero para todo lo contrario. De los que vienen del PCE ya sólo quedan cutres y traidores de clase. Y de eso hacen muchos decenios. Para unos es cosa de Carrillo y para otros después de Cayo Lara. Otro día hablamos de la política de coexistencia pacífica.

Hay muchas razones para oponerse a la reforma laboral del PSOE, de la que ahora Yolanda Díqz ha sido su artífice.

33 días por año trabajado, igual que la reforma laboral de 2012

Salarios de tramitación, lo mismo

Coste del despido igual al del PP

¿Qué me está contando esta señora, que cuando rebrote el paro su reforma laboral será la misma que la del PP? ¿Es eso lo del entendimiento con la gran patronal? A esta gente ya la conocí desde que entré en el PCE en1976 y a les de Unimes Jodemes les olí a kilometres

6 de febrero de 2022

VIEJOS PERO NO MUERTOS NI RESIGNADOS

Por Marat

Cuando se llega a los 60 años uno puede sentirse viejo o joven. Es cuestión de perspectiva respecto al tiempo vivido y la expectativa del que pueda quedar de descuento y del estado anímico y/o físico de cada uno.

Pero lo cierto es que la esperanza de vida del ser humano se ha ampliado enormemente y también que si los 60 años ya no son la decrepitud propiamente dicha nos acercamos a marchas aceleradas hacia una etapa en la que se experimenta el menosprecio y el abuso. Cualquiera que trabaje en una empresa sabe lo que es ir sintiéndose laboralmente arrinconado por la dirección, del mismo modo en que cualquier viejo -merece la pena reivindicar ese término en un mundo de hipócritas eufemismos y en el que abuelo es sólo quien tiene nietos, anciano es una condescendiente palabra y boomer un neologismo con sabor a chicle- sabe del desprecio adolescente y no tan juvenil hacia los viejos.

Afortunadamente para quienes lo hacían, y ya no se atreven a expresarlo, los viejos ya no somos señalados como parásitos que vivimos de sus impuestos vía pensiones, sanidad cada vez menos pública y más intencionadamente degradada, y viajes del Imserso. En un país como España en el que la población mayor de 64 años era a 1 de enero de 2021 de 9,38 millones de personas, muchas de las cuáles han sostenido la supervivencia de hijos y nietos desde la crisis de 2007, hay que tener cierto cuidado antes de evacuar según y qué rebuznos por parte de quienes, si las circunstancias no lo impiden, llegarán a viejos y no desearán escuchar cómo se echan sobre ellos ciertas genialidades.

A partir de los 60 puede uno seguir considerándose joven o ya entrando en la vejez pero, mientras las condiciones físicas y mentales no lo impidan, hay razones para seguir peleando por la vida y la dignidad.

En la escuela nos enseñaron que el 9 era más que el 8 y que todos los demás números que lo precedían. Los números son importantes, mucho más cuando están organizados.

Lo han demostrado las coordinadoras en defensa del sistema público de pensiones, que llevan más de tres años sacando a la calle a muchas decenas de miles de pensionistas y jubilados y de futuros candidatos a serlo, peleando por lo que ha sido un derecho arrancado al capital y a todos y cada uno de sus gobiernos durante más de un siglo.

Sin esas protestas se hubiera acelerado mucho más la voladura de las pensiones públicas y el avance hacia su privatización. Han tenido que reducir la marcha. Si el golpe no se ha parado en seco es porque entre los inmediatamente afectados y en las generaciones posteriores domina la moral del esclavo pero quienes mantienen la lucha son infinitamente más útiles que aquellos que jamás la inician. Nada nos ha sido dado; todo fue arrancado.

El pensionista Carlos San Juan ha iniciado recientemente una protesta contra el maltrato recibido por los viejos -en este caso el atributo es mío - por parte de los bancos, al dejar de dispensárseles una atención personal y obligárseles a utilizar los servicios bancarios vía cajero electrónico o aplicaciones. La medida bancaria es general en un doble sentido: se aplica a toda la población con cuentas en entidades de crédito y la hacen todos los bancos.

Entrar en una cuestión como las capacidades de cada uno y según edades es comprensible pero es un error ¿Acaso no hacen lo mismo las gasolineras y cada vez más supermercados? ¿No se está perdiendo cada vez más servicio en un creciente número de grandes empresas, mientras los precios de sus productos o de sus comisiones bancarias suben? El capital sólo sabe de beneficios, aumentando sus precios, en lugar de rebajárselos por un servicio que ha dejado de darnos. Si en el pasado recibíamos algo más (intereses, “regalos”, que eran un modo de darnos menos intereses, servicios,... ¿por qué hemos de aceptar recibir ahora menos por más?

La iniciativa de Carlos San Juan está muy bien. Era necesaria, aunque la haya hecho a través de Change, una página en la que, si quieres que tu petición tenga mayor alcance, debes pagar. En cualquier caso, alguien tenía que empezar a elevar la voz.

Pero hace falta más porque si estos días los medios de comunicación se hicieron eco de la protesta de Carlos y de las casi 600.000 personas que han firmado su denuncia, lo que pasa en internet se queda en internet, y al cabo de unos días la demanda virtual desaparece de los medios, que son los que le dan vida, si no hay organización ni presencia en la calle y que golpee donde más le duele a los bancos, en su cuenta de beneficios.

Somos los clientes de los bancos quienes podemos tener esa posibilidad. Los mayores por la pérdida de atención personal, quienes no tienen cuentas vinculadas por el atraco en comisiones, los jóvenes por ser considerados clientes de alto riesgo.

Las protestas de los viejos pueden ser resumen y acicate de otras luchas, si se entiende que, de un modo u otro, tienen que ver con motivos más amplios.

Hace mucho tiempo los trabajadores renunciamos a la conciencia de clase y a asumir que somos los auténticos creadores del beneficio empresarial mediante nuestro trabajo. Si también renunciamos a conquistas y derechos sólo nos quedará Netflix, mientras podamos pagarlo.