22 de mayo de 2014

MÁS DE CIEN ORGANIZACIONES PIDEN A LOS CANDIDATOS A LAS EUROPEAS QUE RECHACEN EL TTIP

La Campaña “No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones” irrumpe en la campaña electoral para rechazar el acuerdo de libre comercio entre EE UU y la Unión Europea.

Diagonal

"A cuatro días de las Elecciones al Parlamento Europeo y con ocasión de la quinta ronda de negociaciones del Tratado Comercial UE-EEUU, más de 120 organizaciones, ecologistas, sociales y sindicales de Europa denuncian el proyecto como un ataque a los derechos y a la democracia". De este modo, pretenden incluir en la agenda electoral una denuncia de un tratado, que, en caso de firmarse: "será la mayor transferencia de poder al capital que hemos visto en generaciones". En España, el rechazo de someter a referéndum el acuerdo de la Alianza Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) entre la Unión Europea y los Estados Unidos ha posicionado a PP y PSOE, junto a CiU, PNV y UPyD,  como garantes de dicho acuerdo, que en el Congreso de los Diputados solo ha contado con la oposición de la Izquierda Plural.

Con motivo de esta quinta ronda de negociaciones, en curso entre el 19 y el 23 de mayo en Arlington (Virginia, EE UU), una amplia coalición de movimientos sociales de toda Europa ha rechazado en un comunicado conjunto "la agenda corporativa del TTIP".Durante esa quinta ronda, la UE y EE UU intentarán acercar posturas en asuntos de inversiones, marco regulador, normas fitosanitarias, contratos públicos, derechos de propiedad intelectual, medio ambiente, energía y materias primas.

El manifiesto está firmado por grupos ecologistas, asociaciones de consumidoras/es, organizaciones de defensa de la democracia y los derechos humanos y sindicatos, y respaldado por la Campaña “No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones” del Estado español. Las organizaciones reprochan a la Comisión Europea "la falta de transparencia y el proceso antidemocrático de las negociaciones, que buscan la eliminación y armonización a la baja de normas sociales, laborales y ambientales que aún por el momento son garantes de la protección y de los derechos de las poblaciones y del medioambiente".

"Se está viendo un aumento en la resistencia popular a este proyecto en toda Europa y en los EE.UU. por igual, ya que la gente está asimilando lo que significaría para su futuro. Los candidatos que esperan ser elegidos al Parlamento Europeo el próximo domingo deberían tomar nota de este asunto y rechazar el TTIP”, avisa la Campaña “No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones”.

En la declaración conjunta publicada hoy exigen la suspensión de las negociaciones y cargan contra el mecanismo de solución de controversias entre inversor y Estado (ISDS), una polémica disposición legal que se encuentra en cerca de 3.000 tratados comerciales y que permite a las corporaciones transnacionales demandar a los gobiernos por aquellas políticas públicas que pudieran significar un detrimento en sus beneficios económicos esperados. Otra de las demandas que se hace en esta declaración a los negociadores es la de que "se abandone la propuesta de constituir un Consejo de Cooperación Regulatoria que daría a las corporaciones y los tecnócratas no electos poderes sin precedentes de determinar la regulación europea, estatal y local".

21 de mayo de 2014

21 MILLONES DE ESCLAVOS. EL TRABAJO FORZOSO GENERA GANANCIAS ANUALES ILEGALES DE 150.000 MILLONES DE DÓLARES

Nueva Tribuna

El trabajo forzoso en la economía privada genera ganancias anuales ilegales de 150.000 millones de dólares de los que dos terceras partes, es decir 99.000 millones, provienen de la explotación sexual comercial, según el último informe de la Organización Mundial del Trabajo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publica un nuevo informe, "Ganancias y pobreza. Aspectos económicos del Trabajo Forzoso", que actualiza datos anteriores y estima que el trabajo forzoso en la economía privada genera ganancias anuales ilegales de 150.000 millones de dólares, alrededor de tres veces más de la cifra estimada anteriormente.

 Del total estimado, dos terceras partes, es decir 99.000 millones, provienen de la explotación sexual comercial, mientras que 51.000 millones de la explotación forzosa con fines económicos,  que abarca el trabajo doméstico, la agricultura y otras actividades económicas.

 “Este nuevo informe lleva nuestro conocimiento sobre la trata, el trabajo forzoso y la esclavitud  moderna a un nivel superior”, señala el Director General de la OIT, Guy Ryder. “El trabajo  forzoso es nocivo para las empresas y para el desarrollo, pero sobre todo para sus víctimas.  Este informe añade un nuevo carácter de urgencia a nuestros esfuerzos para erradicar cuanto antes esta práctica altamente rentable pero fundamentalmente nefasta”.

Las nuevas cifras se basan en los datos de la OIT publicados en 2012 que estimaban el número de personas víctimas del trabajo forzoso, de la trata y de la esclavitud moderna en 21 millones, la gran mayoría el 90% en la economía privada. “Mientras se están registrando progresos en la reducción del trabajo forzoso impuesto por el Estado, debemos dirigir ahora nuestra atención sobre los factores socieconómicos que hacen las personas vulnerables al trabajo forzoso en el sector privado”, señaló Beate Andrees, Directora del Programa Especial de Acción para Combatir el Trabajo Forzoso de la OIT.

La repartición de las ganancias generadas por la explotación forzosa con fines económicos es la siguiente:

-34.000 millones de dólares en la construcción, la industria, la minería y los servicios.
-9.000 millones de dólares en la agricultura, incluyendo la silvicultura y la pesca.
-8.000 millones de dólares ahorrados por los hogares privados que o no pagan o pagan menos de lo debido a los trabajadores domésticos sometidos al trabajo forzoso.

Es importante destacar que las nuevas estimaciones indican que más de la mitad de las víctimas del trabajo forzoso son mujeres y niñas, principalmente en la explotación sexual comercial y el trabajo doméstico, mientras que los hombres y los niños son sobre todo víctimas de la explotación económica en la agricultura, la construcción y la minería.

El informe identifica las crisis de los ingresos y la pobreza como los principales factores económicos que empujan a los individuos hacia el trabajo forzoso. Otros factores de riesgo y de vulnerabilidad comprenden la falta de educación, el analfabetismo, el género y las migraciones.

Beate Andrees ha instado a adoptar una serie de medidas dirigidas a reducir la vulnerabilidad al trabajo forzoso, que incluyen:

  • Reforzar los pisos de protección social a fin de evitar que los hogares pobres contraigan préstamos abusivos en caso de una pérdida imprevista de los ingresos; Invertir en la educación y en la formación profesional para incrementar las oportunidades de empleo de los trabajadores vulnerables;
  • Promover un enfoque de la migración basado en los derechos a fin de prevenir el trabajo clandestino y los abusos contra los trabajadores migrantes;
  • Apoyar la organización de los trabajadores, incluso en los sectores e industrias vulnerables al trabajo forzoso.

“Si queremos producir un cambio significativo en las vidas de los 21 millones de hombres, mujeres y niños víctimas del trabajo forzoso, debemos adoptar medidas concretas e inmediatas”, ha declarado el Director General de la OIT. “Esto significa colaborar con los gobiernos para reforzar la legislación, las políticas y su aplicación, con los empleadores para fortalecer la diligencia necesaria contra el trabajo forzoso, incluso en sus cadenas de aprovisionamiento, y con los sindicatos para que representen y capaciten a las personas en situación de riesgo”.






Fuente OIT

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Buscar la colaboración de las empresas contra el trabajo forzoso es tan ingenuo o indecente como buscar la cooperación víctima-verdugo, creerse ese invento para lavar la cara al criminal capitalismo llamado Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o tragarse esa promoción de la filosofía del Bien Común, inventada por el lobbista Christian Felber al servicio de las empresas que lo aplican. Con la que está cayendo, continuar pretendiendo que empresarios y trabajadores, explotadores y explotados compartan objetivos comunes, por loables y éticos que estos parezcan a primera vista, es pretender lobotomizar a las victimas de los explotadores. 

La única respuesta que cabe dar al trabajo forzado es la denuncia permanente desde un sindicalismo no colaboracionista y desde organizaciones y movimientos de izquierda o progresistas que estén dispuestos a dañar a las multinacionales, a los grandes, medianos y pequeños empresarios y a las marcas que explotan en régimen de esclavitud a sus trabajadores forzados. Ejemplos de estas denuncias existen y funcionan. Lo harían aún con mayor eficacia si se conociera más y si el consumidor medio no fuera tan indecente y canalla en los casos en que conoce que hay marcas que usan la esclavitud como forma de producción y continúa comprándolas. 


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