8 de marzo de 2012

OPTAMOS POR CRITERIOS CLASISTAS. LA IZQUIERDA EN MÉXICO Y LOS COMUNISTAS

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

El presente artículo coincide en buena parte con el diagnóstico que hace tiempo realicé en relación a las izquierdas: POR UNAS IZQUIERDAS QUE NO NOS AVERGÜENCEN (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/12/por-unas-izquierdas-que-no-nos.html)

No entro a evaluar la trayectoria del PCM (Partido Comunista de México) pues no conozco apenas su historia posterior a la disolución del Partido Comunista Mexicano para integrarse en la formación de lo que luego fue el PRD.

En todo caso, del partido original no olvido a Alfaro Siqueiros y su incalificable intento de asesinato a Liev Davidovich Bronstein (Trotsky) –no soy trotskista ni estalinista y tampoco me sitúo en una posición equidistante entre ambos- Sucesos como aquellos significaron terribles escisiones dentro del movimiento comunista mejicano, por no hablar de otros de envergadura internacional, surgidos en la URSS posterior a Lenin, que aún hoy pagamos los comunistas en el mundo entero y, peor aún, la clase trabajadora mundial.

Sí me parece valioso, coherente en términos del marxismo revolucionario (aunque ellos se declaren marxistas-leninistas) y plenamente compartible su apuesta clara por un anticapitalismo que pretende la construcción del socialismo, alejado de las meras declaraciones, abstractas y oportunistas, contra el capitalismo que no definen el modelo de sociedad por el que se apuesta y que son ajenas a una posición nítidamente asentada en la clase trabajadora.

La gran mayoría de las que hoy se inscriben en la denominación de izquierdas –reformistas y supuestamente radicales- no son sino partes de lo que desde hace tiempo denomino como “izquierdas sistémicas”; esto es, izquierdas dentro del sistema que no pretenden acabar con él para construir una sociedad sin clases sino que se asientan en un programa puramente keynesiano (léase “CONTRA KEYNES Y LOS KEYNESIANOS”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2012/01/contra-keynes-y-los-keynesianos.html) y cuyo discurso ideológico blando, laxo y carente de un proyecto de ruptura contra el capital hace tiempo que renunció al proyecto de asalto al poder capitalista y de control social y colectivo de los medios de producción y distribución por los trabajadores.

Tengo la firme convicción de que es cada vez más necesario desenmascarar a esas izquierdas de su falaz planteamiento ideológico y de su entreguismo a los intereses de la burguesía. Ello sin menoscabo de que, cuando sea necesario y convenga a los objetivos de hacer avanzar los proyectos hacia la confrontación entre capital y trabajo, sea posible establecer alianzas puntuales con dichas “izquierdas sistémicas”.

De cualquier modo, la coherencia de unos planteamientos políticos se valida o refuta en la relación entre teoría y praxis política, entre táctica y estrategia, como modos de comprobar si determinadas posiciones ideológicas y de clase permiten avanzar hacia el socialismo o, por el contrario, ocultan nuevos oportunismos o, tal vez, férreos sectarismos.

Sin más, les dejo con la declaración política del primer secretario del nuevo PCM.


OPTAMOS POR CRITERIOS CLASISTAS. LA IZQUIERDA EN MÉXICO Y LOS COMUNISTAS

Pável Blanco Cabrera. La Haine
En 1995, al reunirse la Conferencia de la Izquierda Socialista, un intento por coordinar los múltiples destacamentos que se reivindicaban del marxismo para la acción común, nuestra organización –con el nombre aún de Partido de los Comunistas Mexicanos- planteó a través de Héctor Colío Galindo, que la noción izquierda era ya insuficiente para definir a los marxistas-leninistas, a los partidarios de la revolución y de un proceso anticapitalista. Recientemente el PRD se había definido en sus documentos básicos como un partido de izquierda, precisamente cuando su presidente era Porfirio Muñoz Ledo, un ex-priista, colaborador muy cercano de Luis Echeverria, y como Presidente del PRI orquestador de escandalosos fraudes electorales; aún no atestiguábamos su apoyo a Vicente Fox, en el 2000, ni la reaccionaria idea del voto útil, pero bastaba saber que el concepto izquierda empezaba a manosearse y a prostituirse.
Por supuesto que todos estos años de confusión ideológica, de transfuguismo, de una nueva arquitectura del lenguaje hasta invertir los conceptos, llevaron a que el de izquierda terminase laxo, indefinido.

Como sabemos el origen del concepto izquierda se encuentra en la Gran Revolución Francesa, la revolución burguesa clásica, ya que en la Convención de 1792 era el espacio donde se sentaban los Jacobinos, La Montaña, dirigidos por Robespierre, que eran los representantes de la radicalización del proceso en oposición a los Girondinos, ubicados en la derecha, moderados, conservadores; y existía también un centro, un pantano, La Marisma, los indefinidos. Desde entonces esa clasificación devino en referencia incuestionable dentro del accionar político, de tal manera que el movimiento obrero y socialista era la izquierda, en tanto que a los conservadores, la reacción, los defensores del orden capitalista se les ubicaba sin duda como la derecha. El movimiento obrero socialista moderno, el marxismo, el comunismo, ganó sin cuestionamientos durante muchos años después de la Revolución de Octubre de 1917 el ser identificado con la izquierda. Debemos ser claros en que Marx, Engels, Lenin, no asumían comunismo e izquierda como sinónimos, pero en tanto en aquellos años izquierda era sinónimo de lucha y oposición al capital, tampoco emplearon tiempo en deslindes. Para los clásicos del marxismo, la posición comunista es ante todo clasista; el criterio clasista, sin ir más lejos, rebasa los límites de una geografía política con izquierda y derecha. Más aún, Lenin y los bolcheviques plantearon que en la sociedad estaban los de abajo y los de arriba.

Los movimientos de las capas medias, la oposición a la construcción socialista y la acción ideológica de la burguesía lograron que sobre todo a partir de los años 60 el concepto de izquierda, hasta ese momento solamente asociado con los comunistas, asumiera contornos confusos. Hasta se habló de la “nueva izquierda” en oposición a lo que representaban los partidos de la clase obrera. Irrumpieron -y como hoy está demostrado, financiados por los centros imperialistas-, un sinfín de organizaciones y dejó de ser claro lo que expresaba ser de izquierda.
Sin embargo, después de la contrarrevolución de los años 90, el capital, los centros de pensamiento del orden burgués, se empeñaron en administrar ese concepto. La socialdemocracia, desde la descomposición de la II Internacional pasó a integrarse a la maquinaria de dominación de la clase dominante en la sociedad capitalista, pero los laboristas ingleses y otros socialdemócratas, sobre todo los que provenían del eurocomunismo, reinventaron una noción que se reduce a la administración, a la gestión gubernamental, a ser una sección del capital. Simultáneamente reinventaron el centro, como la “madurez”, como el equilibrio y hasta la derecha tuvo sus retoques para que no fuera asociada al fascismo, al racismo, al golpismo militar, todo un nuevo maquillaje.

Es así como vemos desfilar gobiernos que dicen representar a la izquierda y no hacen sino aplicar las medidas que dictan los monopolios y los instrumentos internacionales del imperialismo. En nombre de la izquierda atestiguamos en Brasil privatizaciones, una reforma laboral lesiva al trabajador y favorable a la patronal, intervención militar en Haití, devastación selvática para cumplir con los EEUU en la producción de agrocombustibles.

Sin ir más lejos. Por izquierda hoy se nos presenta la gestión de Marcelo Ebrard en la Ciudad de México, así como las anteriores de López Obrador [ahora candidato a Presidente por el PRD] y Cuauhtémoc Cárdenas. Destacamos de estas dos últimas la colaboración y ensamble de intereses con grupos del capital monopolista, como el de Slim. Tanto Obrador como Ebrard se basaron en el modelo del ex-alcalde de Nueva York, Giulianni, en cuestiones de seguridad: la cero tolerancia, desatando una verdadera persecución a los pobres que afean la ciudad, considerándolos por sus condiciones de miseria responsables de la delincuencia; y Mancera es el más consecuente representante de esa política antipopular y ahora su candidato al Gobierno del DF. Obrador y Ebrard, diciéndose los representantes de la izquierda, reprimieron al movimiento social, amordazando las manifestaciones de la juventud y encapsulando humillantemente las marchas justas de obreros, campesinos y organizaciones políticas. No es necesario hablar de la corrupción, que en nada difiere de la de años y años de priismo; basta hablar que desde el punto de vista clasista, Obrador y Ebrard gobernaron a favor de los monopolios, y el rostro social asistencialista que quisieron poner en primer plano es admisible en la gestión capitalista.

Por si no bastara lo programático, sigue la práctica política a favor del capitalismo, de ésta llamada izquierda por los medios de comunicación; basta ver la biografía de todos éstos que hoy la representan, que ayer eran los representantes del Estado, de la corrupción, de la represión, del corporativismo, del fraude, de las privatizaciones, los enemigos del pueblo y la clase trabajadora: desde Bartlett, Ebrard, hasta Arturo Núñez, Monreal, Camacho Solis, Juan Ramón de la Fuente, para nombrar sólo unos cuantos.

Ahora bien, ¿se trata sólo de un montaje ideológico para apropiarse del concepto en una estrategia para reproducir los consensos que requiere la clase dominante para mantener su poder, o es que la noción es ya insuficiente para expresar la alternativa de las transformaciones profundas y radicales?

Los comunistas, en primer lugar consideramos que no es sólo insuficiente hoy, sino que en el pasado también lo fué y optamos por criterios clasistas. Ahora bien, si para amplias capas la idea de izquierda sigue expresando la voluntad transformadora, señalamos que hoy ésta sólo es materializable en la revolución socialista, en el poder obrero y popular y no en el llamado “rostro humano” del capitalismo, en regulaciones keynesianas, en gestiones con rostro de asistencialismo.

Pero una cosa es clara: en la hoy llamada izquierda, designada así por el establishment, el Partido Comunista de México no se inscribe, y considera su deber combatirla como una sección del partido del capital, el partido del orden burgués.

7 de marzo de 2012

LIBIA ORIENTAL DECLARA SU INDEPENDENCIA DE TRÍPOLI

RT.com

La región de Cirenaica, en el oriente de Libia, declaró su independencia de la capital, Trípoli, tras un congreso regional.

Centenares de líderes de las grandes tribus libias y los comandantes de las milicias acudieron a una ceremonia especial para celebrar la decisión en Bengasi, en el centro regional, según la agencia AP.

Cirenaica pretende crear su propio Parlamento y ministerios de Finanzas, de Defensa y de Petróleo.

Se trata de una región entre la ciudad de Sirte y la frontera con Egipto donde se concentran hasta 66% de los yacimientos de petróleo libio.

El Consejo Nacional de Transición (CNT) en Trípoli se ha pronunciado en contra de la autonomía regional de estos territorios porque temen que conduzca a la desintegración de todo el país.

El petróleo de Bengasi en juego
Precisamente, los recursos del crudo que tiene Cirenaica representan un “gran interés económico” tanto para el CNT como para los países occidentales que buscan aumentar su influencia en Libia, opina el periodista internacional, Flavio Signore.

Además, “en este momento en Libia hay una gran confusión, un caos y se están desarrollando muchos movimientos que exigen independencia, que están en duda tras estos meses de gobierno del CNT”, dijo Signore en una entrevista con RT.

La falta de alimentación, suspensión de pagos de salarios y cortes de electricidad en el país demuestran, según el periodista, que “el Consejo no es capaz de mantener la unidad de Libia”.

De esto pueden aprovecharse países occidentales y cuánto “más dividida esté Libia, mejor”.

En el país del norte de África comenzaron a registrarse numerosos conflictos étnicos tras la caída del régimen de Muammar Gaddafi que fue asesinado en octubre de 2011 tras unos nueve meses de guerra civil.

En los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes participó también una coalición internacional bajo el mando de la OTAN que, en virtud de una resolución de la ONU, realizó bombardeos aéreos apoyando a las fuerzas opositoras.

6 de marzo de 2012

HOMO MÓVIL

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:



El inteligente, inquietante y desasosegador artículo que les presento quisiera dedicárselo a esos “homo ludens” del móvil, los iPad, los iPhones, los smartphones y cualquier otro de esos achiperres tecnológicos que se han convertido en servidores del negocio de las maquinitas para imbéciles.

Desgraciadamente esa variante de tontos de los cojones, a los que Marx, más piadosamente, llamaría seguramente alienados por la tecnología de consumo no leerán este artículo que avisa de la deshumanización, la pérdida de la empatía comunicacional con el otro, las ludopáticas dependencias, el aislamiento en sus burbujas individualistas y, yo añadiría con gusto, la idiotización profunda, porque están ocupados chateando tonterías en sus wassup u obligándonos a los demás ocupantes del vagón del metro a compartir la odiosa “música”, por llamarla de algún modo, que se filtra por sus auriculares.

Llámenme carca y viejo por pensar así. Me importa una higa. Al menos no moriré de estupidez inducida como sucederá inevitablmente con los bobomóviles

¡Ah, por cierto! El artículo también avisa de los efectos nocivos del abuso de Facebook y de Twitter. Así que usémoslos con prudencia y mesura. Parece ser que nos convierten en algo así como ratones de Skinner buscando el queso, ese que se ha llevado el capital, cuestión ésta de la que muchos no se enteran porque les divierte más ser siervos de la maquinita que levantar la cabeza, mirar a su alrededor, quemar su iPad y seccionarle la yugular a un banquero o a su jefe –hablo en sentido figurado, por imperativo legal-, que está más a mano y que es otro de los que se está llevando su puñetero queso.

Sin más, les dejo que disfruten del artículo. Espero que a alguno le haga cuestionarse, aunque sólo sea por unos segundos, quién/es se beneficia/n de tanta atomización social y de tanta incomunicación real en un mundo de aparente comunicación. Señores, lo que importa no es el medio –negocio- sino el mensaje o el contenido –comunicación y relación humana reales-, si lo quieren llamar así.

HOMO MÓVIL

Rodrigo Fresán. Página/12
Desde Barcelona

UNO Trasnoches atrás, en ese insomnio voluntario que es la contemplación de los Óscar, Rodríguez –minutos después de que Rodríguez pensase que el actor protagonista de The Artist era algo así como la insoportable versión gala del insoportable Roberto Benigni– se rió un poco con un chiste del retornado Billy Crystal. El maestro de ceremonias se refería al cine como ese lugar donde uno “va a soñar, a reír, a llorar, a enviar mensajes de texto” y se burlaba de “esos tontos que ven películas en las pantallitas de sus móviles pudiendo disfrutarlas mucho más en las inmensas pantallas de sus iPads”. Horas después, lo de Crystal perdía algo de gracia, porque se anunciaba a la humanidad toda la maravilla mixta y mutante y mitológica de algo llamado Padphone. En la Barcelona, orgullosa, que volvía a abrir sus brazos y abrirse de piernas para recibir –27 de febrero al 1º de marzo, y por los próximos seis años– al Mobile World Congress. Joya de la corona congresística planetaria para una metrópoli –seguida por Viena y Estocolmo– considerada capital mundial de un género turístico/profesional que es económico factor clave. Más de 1400 expositores, 2000 empresas, 3300 periodistas acreditados, 70.000 visitantes (muchos de ellos chinos aterrizando en más de doscientos jets privados), a la hora de pagar las cuentas (se dejarán 300.000.000 euros) y mantener felices a gobernantes, funcionarios, hoteleros, bares y restaurantes, puticlubs y escorts de alto vuelo, taxistas y gente que pasa por ahí, se saca una foto con su móvil junto a ese icónico Pegaso construido con móviles y después la cuelga en su perfil social y...

DOS ... el logo 2012 del Mobile World muestra un granhermanístico ojo que todo lo ve y su lema es “Redefiniendo el móvil”. Como si alguna vez hubiera dejado de redefinirse, piensa Rodríguez de paso por ahí –70.000 metros cuadrados que superan a los 59.000 del año pasado–, hijito en mano con las pupilas dilatadas por tanta electricidad en el aire. La hija de Rodríguez –embutida en un vestidito que acelera los pulsos– trabaja en el stand que lleva su madre, ejecutiva más o menos top en un negocio más bien macho (hay pocas mujeres) de una marca que no mencionaremos aquí, pero que ella no deja de mencionar como si se tratase de un mantra imbatible. La donna è mobile, sonríe triste Rodríguez y apunta mentalmente (no en una BlackBerry) sugerirle a su mujer que use lo de Verdi como tono para su aparatito en el que hay almacenada una foto de un tipo que no sabe quién es, pero está seguro de que no es él. Y Rodríguez aguanta el bombardeo de modelos. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo soportar tanta radiación? Fácil pero no tanto: retroceder, hacer memoria. Recordar pesados teléfonos con lentos discos giratorios (de tanto en tanto, Rodríguez sonríe ante una película antigua, pero no vieja, en la que el héroe entra a una cabina telefónica y pierde valiosos minutos de celuloide a la espera de que la operadora lo comunique con ese otro no tan lejano pero igual de distante más allá); evocar épocas en que toda distancia era larga distancia; extrañar tiempos en que uno hablaba menos POR teléfono y no hablaba tanto DEL teléfono.


TRES Porque, de verdad, Rodríguez hace fuerza pero no le sale entender cómo es que el teléfono ha evolucionado tanto más (y en tan poco tiempo) que los aviones. Cómo puede ser que el teléfono sea el más excitante objeto del deseo y del status (1.000.000.000 de personas tendrán o serán tenidos por un “móvil inteligente” para este diciembre) cuando, se suponía hasta hace poco, ser inaccesible y que otro atendiera tus llamadas era sinónimo de haber triunfado. Cómo es que se llama móvil a ese aparatito que inexorablemente te conduce a la inmovilidad de hacer todo desde ahí, desde casa, con teléfono: trabajar, comprar, vender, tener un millón de amigos, mentir, insultar... Y, ah, ese glam por la velocidad del ingenio sin darse cuenta de que la máquina humana sigue siendo tan lenta como en la Antigua Grecia; que seguimos leyendo y –si hay suerte y concentración– comprendiendo a la misma velocidad que Aristóteles: unas 450 palabras por minuto. Rodríguez pasa frente a un vendedor que –su rostro combina el éxtasis divino con el orgasmo terreno– explica que “¡¡¡Con esta aplicación podrás conectarte con Facebook y Twitter al mismo tiempo!!!”. Otro ofrece “¡¡¡Un teléfono proyector para que puedas ver películas en cualquier pared de tu casa!!!”. Alguien habla solo y dice “Windows 8... Windows 8...”, mientras otro le responde “Pantallas flexibles... Pantallas flexibles...”. Dos adictos comentan el duelo titánico entre Apple y Android casi como si se tratase de un problema de familia y, más allá, se anuncia con trompetas triunfales que el Barça ha sido fichado como imagen publicitaria por el Mobile World Congress para “apoyar aplicaciones para teléfonos móviles desarrolladas por jóvenes emprendedores”. Afuera, otros jóvenes –estudiantes indignados con los recortes y con problemas de recepción para emprender cualquier cosa en los próximos años– se enfrentan a la policía en un redial de manifestaciones con infiltrados antisistemas. Un agente del orden ve que lo están filmando con un teléfono y allá va y, ay, qué hacer si el móvil se inmoviliza, se rompe, se pierde y no hay tiempo que el de enviar ese mensajito de 140 caracteres exactos donde se lee: “Mami: no me esperes a cenar esta noche porque un antidisturbios con look Darth Vader me está moliendo los huesos a palos y saludos a papá”.


CUATRO Las noticias de la noche tienen que ver con que lo de los neutrinos más rápidos que la luz parece que no era como lo pintaban (alguien envió un tweet demasiado pronto, demasiado rápido); con que un pobre tipo fue detenido en un aeropuerto intentando pasar como contrabando treinta iPhones; con alguna de las ya habituales poluciones de YouTube con las que los directores de noticieros trufan y rellenan la desinformada abundancia de información. Hoy es un tape de un cámara de seguridad de una estación de metro. Miren: a una madre en el andén se le escapa el cochecito de y con bebé y un tipo que pasa por al lado, consultando su móvil, en lugar de detenerlo, da un elegante y perfectamente coreografiado rodeo mientras no despega sus ojitos de la pantallita. El cochecito cae a las vías, pero a no preocuparse: el bebé resultó ileso. Y el hombre del móvil es famoso, por quince minutos, por todas las razones incorrectas. Pero quién le quita lo bailado, lo visitado. Lo siguiente tiene que ver con que se ha comprobado que Facebook y Twitter despiertan más deseo que beber o fumar, que su uso libera la misma hormona que se produce a la hora de besos y de abrazos, que ya existe algo llamado “Depresión Facebook” y que el sitio favorito para usar el iPad es el baño, allí donde solían leerse libros. Lo siguiente –antes de meterse con el déficit creciente y las lluvias que no llegan y la epidemia de gripe– tiene que ver con la nueva moda en Nueva York y mañana en todas partes: ir a trabajar en pijama.
Rodríguez –Óscar al Mejor Extra– apaga el televisor y, para no ser menos, se mete vestido en la cama. Y tiembla. Y no es gripe. Y no está para nadie.


Fin de las noticias del fin del mundo.

4 de marzo de 2012

LA REFORMA LABORAL SUSTITUIRÁ SÉNIORS POR JÚNIORS

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:


Ruego a los lectores disculpen el ridículo título de la noticia pero estoy obligado a respetar el dado por la fuente original. Frente al pernicioso hábito, cada vez más extendido, de usar un idioma ajeno para expresar algo que el propio bien podría hacer, sustituyendo la palabra "sénior" por mayor y "júnior" por joven, parece que en la colonizada culturalmente sociedad española cotizan al alza los gilipollas en varios idiomas, además del nativo. Debe ser cosa de que los extranjerismos dulcifican las realidades sociales haciéndolas más tolerables.

Sin más, les dejo con el artículo.


R. Pascual / L. Ansorena. Cinco Días

La reforma laboral puede tener "efectos perversos" en su aplicación. Así lo empiezan a advertir distintos expertos del mundo de la judicatura, a medida que los despachos de abogados van recibiendo las demandas empresariales para aplicar la nueva ley. "La inmensa mayoría de los requerimientos de empresas que hemos recibido estas últimas semanas son para despidos y no para aplicar medidas de flexibilidad interna", aseguraron ayer desde Abdón Pedrajas & Molero.
Precisamente el director de formación de este despacho de abogados y catedrático de Derecho del Trabajo, Tomás Sala, hizo ayer un análisis crítico de los posibles efectos inmediatos de la aplicación de la reforma y advirtió sobre el riesgo de que muchos empresarios tomen la decisión de despedir a los trabajadores "más mayores y más caros" y sustituirlos por "jóvenes con un nuevo contrato de emprendedores bonificado, que les hace más baratos".
Este efecto pernicioso podría darse, según Sala, por la falta de equilibrio en la reforma, ya que en lugar de poner exclusivamente el acento en aumentar la flexibilidad interna, facilita con la misma intensidad los despidos y las contrataciones baratas de los más jóvenes.
En su opinión, es algo objetivo que la reforma facilita y abarata el despido por la reducción de la indemnización general de 45 a 33 días con un máximo de 720 días de indemnización; la clarificación de las causas objetivas de despido y la eliminación de la autorización administrativa en los ERE, y la erradicación del despido exprés y de los salarios de tramitación.
Si a esto se le suman los incentivos fiscales y de cuotas para contratar a un joven menor de 30 años a través de uno de los nuevos contratos de emprendedores para empresas de menos de 50 trabajadores (el 99% de las compañías en España), la ecuación es sencilla: muchos empresarios pueden aprovechar para hacer procesos de sustitución de plantillas de trabajadores mayores con elevados salarios por otros jóvenes bonificados y de menores remuneraciones.
Es más, Sala aseguró que el periodo de prueba de un año de estos contratos "es a todas luces abusivo" y, a su juicio, con ello se ha intentado "justificar por la puerta de atrás" la libertad total de despido durante los primeros 12 meses de la relación laboral.
El propio presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha reconocido que es posible que "en un primer momento" algunos empresarios "no hagan un uso exquisito" de la reforma laboral. De lo que se desprende que incluso los dirigentes empresariales esperan que se produzcan efectos perversos de la nueva norma como el que se acaba de explicar. No obstante, desde el entorno del Gobierno se descarta que esto vaya a ocurrir. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, cree que los empresarios no prescindirán de los trabajadores con mayor edad porque ofrecen "experiencia y valor añadido". "Y si lo hacen, estos empleados tienen ya sus derechos consolidados. En caso de despido, cobrarán 45 días por año trabajado".
Igualmente, desde Empleo se justifica que la reforma, además de las bonificaciones para menores de 30 años, incluye asimismo incentivos para la contratación de parados de larga duración mayores de 45 años.
A tenor de la configuración de las nuevas bonificaciones, los expertos apuntan que esos incentivos pueden dejar en desventaja al resto de los aspirantes, fundamentalmente los desempleados que tienen edades comprendidas entre 30 y 45 años. Pero Hidalgo también rechaza esa posibilidad y subraya que no hay que preocuparse por estos colectivos, ya que están fuera de "los tramos de edad con más problemas de integración laboral".

Perfil del desempleado
Sin embargo, al contrario de lo que asegura Hidalgo, el perfil del parado de larga duración en España es el de un varón de entre 30 y 34 años que lleva dos o más años sin trabajar, según el último informe regional del mercado laboral de la patronal de las empresas de trabajo temporal, Agett.

Dicho informe, basado en datos oficiales de la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre de 2011, señala que, desde el tercer trimestre de 2007, los parados de larga duración se han incrementado un 570,9% y que las personas que llevan más de un año buscando trabajo han pasado de 393.200 al inicio de la crisis a 2,6 millones.

Más dudas sobre la aplicación de la norma
Los despachos de abogados han recibido con ciertas dudas la reforma laboral. A falta de que se concrete en el Parlamento, los expertos se preguntan cómo se interpretarán algunos artículos del cambio normativo.
La reforma establece que los expedientes de regulación de empleo ya no requerirán de autorización administrativa. Solo un juez podrá detenerlos si no se ajustan a derecho. "¿Qué pasará en ese caso?", se pregunta Fernando Bazán, del despacho de abogados CMS Albiñana & Suárez de Lezo. "¿Los despidos se declararán nulos o improcedentes?".
El cambio legal elimina los salarios de tramitación (los correspondientes al periodo transcurrido entre el despido y el fallo judicial). Los juristas se preguntan qué pasará con las rescisiones anteriores a la reforma y pendientes de sentencia.

3 de marzo de 2012

SEGÚN MEDVÉDEV, LAS ELECCIONES DE 1996 NO LAS GANÓ YELTSIN SINO ZIUGÁNOV

Giulietto Chiesa. Megachip

Traducido por G.L.

"Las elecciones presidenciales de 1996 no las ganó Boris Yeltsin." Si lo hubiera dicho un opositor de los actuales, se podría dudar de ello, aunque las cosas sucedieron efectivamente así. Sin embargo, el autor de estas declaraciones es nada menos que Dmitri Medvédev, presidente ruso en funciones aún durante algunas horas. A ver si nos aclaramos. En 1996 Boris Yeltsin tenía un índice de aprobación del 6%. Lo volvieron a candidar gracias a una campaña pagada por varias fundaciones estadounidenses, bajo la dirección de Anatoli Ciubais (quien mantuvo una poltrona como ministro de Putin y también de Medvédev).

Pero, por lo que sabemos ahora - según las palabras del propio Medvédev- por más dinero y golpes bajos que se emplearon,no habría sido suficiente si no hubiera habido fuertes "retoques" de las cifras oficiales. Boris Yeltsin, según los datos oficiales, obtuvo un 35,3%, mientras que Guennadi Ziugánov, líder de los comunistas, tuvo que conformarse con el 32%. Así llegaron a la segunda vuelta, eliminando un montón de contrincantes, entre los que se encontraban Alexander Lébed y Mijail Gorbáchov (a quien se reconoció un 0,5%).

Yeltsin ganó la segunda ronda con el 53,8%, mientras que Ziuganov se quedó estancado en un 40,3%.

Muchos observadores, incluyendo quien escribe estas líneas, dudaron de ese resultado y lo pusieron por escrito. El análisis de la votación en varias regiones revelaba fraudes evidentes. Por ejemplo, de unos 600.000 votos en Tatarstán Yeltsin parecía haber perdido en el recuento en papel, mientras que los ordenadores lo daban como ganador. Pero no fue posible hacer ningún control.

Al cabo de unas semanas, las papeletas fueron destruidas.

Reconstruir la verdad fue imposible entonces, pero no ahora. Así pues, ¿qué está pasando y por qué? Veamos las circunstancias. Dmitri Medvédev, se reúne el 20 de febrero con líderes de los partidos que no fueron admitidos a las elecciones parlamentarias en el pasado mes de diciembre. Quiere discutir con ellos, a puerta cerrada, sus propuestas para reformar el sistema electoral. Es un gesto conciliador pocos días antes de las elecciones y su salida de la escena, mientras las protestas continúan en el país. La frase en cuestión no aparece en el versión oficial, pero inmediatamente se la dicen a los periodistas algunos participantes.

Medvedev dijo, al parecer, también otras cosas. "¿Hasta ahora no se habían dado cuenta? ¿Acaso las elecciones anteriores fueron todas modélicas? ". Como diciendo: no hagan como si nada, que ustedes también lo sabían. De modo que no exageren ahora con sus quejas: estamos aquí para hablar de ello pero sin montar tanto escándalo.

A continuación se dirigió a Boris Nemzov, que estaba entonces en el gobierno de Yeltsin, y le recordó que él había sido uno de los organizadores de esa victoria manipulada.

El Kremlin, donde todavía reside Medvedev, lo ha desmentido. Sin embargo, los testigos son demasiados y ha habido reacciones que confirman la magnitud del escándalo. Y que han intentado pararlo antes de que se propague. El primero en hablar ha sido precisamente Anatoli Ciubais, hombre de los oligarcas, artífice de la privatización, que mantuvo su poltrona como ministro y cerebro, como guardián de la operación, tanto bajo el gobierno de Putin como bajo Medvédev. No podía quedarse callado, puesto que era el jefe del equipo electoral de Yeltsin en esa época, y si hay alguien que sabe todo, ese es él. Pues bien: Ciubais desmintió todo, con tono algo amenazante. "Si se toma en serio la afirmación de que en 1996 ganó Ziugánov y no Yeltsin, entonces habría que reconocer la ilegitimidad de los dos mandatos presidenciales del presidente Putin y de Medvédev".

Atención, pues, a quienes toquen estos cables de alta tensión porque se muere: este es el mensaje. Se trata de un mensaje simultáneo a Putin, quien será el seguro ganador en estas nuevas elecciones.

Poner en tela de juicio la historia electoral de Rusia "democrática" significa reabrir el capítulo de la privatización, es decir, la rapiña que se hizo tras aquellas elecciones regalando a un puñado de bandidos las inmensas riquezas del país.

Queda por comprender el significado y el propósito de las revelaciones de Medvédev. ¿Fue una metedura de pata, o hay detrás un plan?

Sorprenden dos cosas: todos los medios, los amigos así como los enemigos del Kremlin, han silenciado una noticia de semejante calado.

El silencio de los periódicos y cadenas de televisión en 2012 no es menor que el que rodeaó, en Rusia y en todo el mundo, el fraude electoral que se perpetró contra la población rusa. El temor de que la verdad salga a la luz es lo suficientemente grande para petrificar todos los lugares donde reside el poder. Igual que entonces, el consenso de los oligarcas y de Occidente consiste en impedir a toda costa la elección de un comunista como presidente de la "nueva Rusia". Incluso a costa de clavar una última punta en la tapa del ataúd de la democracia rusa.

La segunda cosa curiosa es, bien vista, la más impresionante. Es el silencio del Partido Comunista de la Federación Rusa. El partido del candidato que, como entonces, en caso de segunda vuelta, competiría con Vládimir Putin. La única reacción de ese lado se la han asignado a uno de los secretarios del Comité Central, Sergei Obujov, el cual se la ha tomado con Medvédev, en lugar de aplaudirlo.

Obujov - que no estaba presente en la reunión susodicha- dijo: "Enseñe los documentos. No tenemos esos datos". Muy extraño que los ganadores de entonces se nieguen a aceptar la victoria, por tarde que se la hayan reconocido. Obujov luego se olvida de que en aquel momento Ziugánov protestó con vehemencia, aunque de pronto todas las protestas se amortiguaron, para después acabar desapareciendo de la agenda.

En vísperas de las elecciones, sin embargo, una noticia como ésta, podría no ayudarle ni siquiera a Ziugánov. Se le podría preguntar por qué aceptó la derrota sin luchar, sabiendo que había ganado. Se le podría preguntar por qué su oposición en los últimos años ha sido "leal" hasta tal punto de no haber hecho sentir su fuerza real en el país.

Pero sería como pedirle a Al Gore, que ganó las elecciones presidenciales de 2000 contra George W. Bush, por qué aceptó la derrota, decretada por la Corte Suprema por mayoría de votos.

A veces sucede que, con una pistola en la sien, uno descubre de pronto que es muy miedoso.

LA REPETICIÓN DE LA PROMESA

Walter Mignolo. Página/12

Es común hoy escuchar o leer en discusiones sobre la crisis y el (des)orden global referencias a la relación entre tecnología y economía. Pero no se habla de qué tipo de economía. Se asume que hay una sola. En esas discusiones hay un tema que interesa explorar: la idea de que la “innovación” (palabra mágica) tecnológica para el desarrollo económico sustentable, y el empleo de energías renovables que eviten la polución y el envenenamiento de campos y agua en la agricultura y la minería, nos aseguran un futuro sano y próspero. El paraíso. Estamos presenciando la repetición y renovación de la retórica de la Modernidad que promete llegar al paraíso mediante la tecnología. La “tercera revolución industrial” la denomina Jeremy Rifkin, consejero de la Unión Europea. Para explicarla se apoya en cinco columnas (toda semejanza no es intencional):


1) el cambio en el uso de la energía no renovable por la energía renovable;

2) la transformación de cada continente en microplantas para recoger y almacenar energía renovable en cada lugar;

3) el despliegue de hidrógeno y otras tecnologías de almacenamiento a través de toda la infraestructura para almacenar energía intermitente;

4) el empleo de la tecnología de redes para transformar la matriz de poder energético en cada continente y poder así compartir energía intermatricialmente. “Compartir” energía funcionará como Internet: cuando millones de unidades generen pequeñas cantidades de energía en cada lugar, será posible vender el excedente a la matriz y compartir la electricidad con los continentes vecinos;

5) convertir la flota de transporte en vehículos eléctricos que pueden comprar y vender electricidad.


Todo esto Rifkin lo anuncia como “un nuevo paradigma económico” que integra y armoniza. Es así que “la tercera Revolución Industrial” ofrece la esperanza –según él– de que podamos llegar a una era sostenible post-carbón para mediados de siglo.


Hay varios aspectos que merecen atención en esta propuesta.

El primero y más urgente es su orientación económica: presupone la economía de acumulación. La economía de la que se trata es la economía que acumula, margina y controla. La estructura propuesta estará incrustada en una estructura matricial de poder, que la tecnología no cambiará.

En segundo lugar, queda fuera de toda consideración que el horizonte social futuro sea poner la economía en primer plano y no las condiciones para vivir en plenitud y para la reproducción de la vida en y del planeta.

En tercer lugar, la propuesta no menciona quién tendrá el control de la estructura matricial intercontinental que hace circular energía como información en Internet. En este caso, el almacenamiento e intercambio de energía será como el almacenamiento e intercambio de información.

En cuarto lugar, la promesa y la esperanza hacia el futuro es una renovada retórica de la modernidad. No es, en realidad, un nuevo paradigma, sino el antiguo, renovado en su vocabulario y en sus tecnologías.


Por lo tanto se trata de una propuesta que, al mismo tiempo, mantiene la lógica de la colonialidad y reorganiza las piezas del tablero sobre la base de:


a) las necesidades energéticas de los países industriales;

b) la crisis económica de los países industriales (la Unión Europea y los Estados Unidos); y

c) la necesidad de controlar la innovación tecnológica para que China no vaya a la delantera.


Durante los años álgidos de la invasión a Irak y sus devastadoras consecuencias, asistí a una conferencia, en Duke University, dictada por una profesora de Stanford que era parte de un equipo cuyas investigaciones versaban sobre el caos y la necesidad de una organización democrática en Irak. La presentación en PowerPoint mostraba fórmulas lógico-matemáticas. Durante toda la conferencia no pude dejar de pensar cómo se había llegado a una situación en la que un grupo de académicos y académicas en Stanford proponían soluciones para la crisis interior de Irak provocada por la invasión apoyados en fórmulas lógico-matemáticas... La propuesta de Rifkin me hizo recordar aquella conferencia y me hizo volver a pensar en los malabares conceptuales y las ficciones que se construyen para mantener una creencia: la fe y la sacralización de las ideas de progreso y desarrollo que generan las crisis, y las ideas de progreso y desarrollo que se mantienen para resolver esas crisis. Lo alarmante es no sólo la incapacidad sino la falta de voluntad para aceptar que hay otras maneras de pensar y de vivir. Pero, en fin, ésa no es la tarea de Rifkin y los líderes de la Unión Europea, sino de la sociedad política global: de quienes viven/vivimos las consecuencias de castillos construidos en el aire, montados sobre metáforas que esconden consecuencias nefastas detrás de la esperanza.

2 de marzo de 2012

¡DEMASIADO!

Pierre Verhas. La Haine

Nunca en la historia europea, fuera de periodos de ocupación extranjera, un país ha soportado un «diktat» semejante proveniente del exterior. Los drásticos planes de austeridad impuestos a Grecia por lo que se llama la «troika» (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) han sido ratificados casi inmediatamente por una mayoría de parlamentarios que se han visto forzados a hacerlo.


Este fenómeno inquietante quebranta los principios de base de la vida común. Primero el de la soberanía, segundo el del proceso democrático de decisión, tercero el de la solidaridad.
Ningún tratado no dio hasta ahora poderes a la «troika»… Es una especie de gobierno supranacional nacido de la crisis de la deuda soberana, que en realidad sirve para decidir lo necesario para pagar a los acreedores -es decir los bancos privados- de los Estados endeudados, actualmente Grecia. Impone planes de pago acompañado de «curas» de austeridad, sin ningún poder de control del Estado deudor, practica el chantaje respecto a la ayuda financiera vital para este país virtualmente en quiebra. No acepta ninguna discusión. En realidad, este gobierno no tiene ejército, pero posee un arma de destrucción masiva: el dinero.

Así, la soberanía está muerta y el proceso democrático de decisión paralizado, ante el chantaje a la ayuda financiera, las instancias democráticas se ven obligadas a inclinarse.

El bocazas de Daniel Cohn Bendit que, a pesar de estar muy mediatizado, no representa más que un grupo minoritario en el Parlamente Europeo, ha denunciado «los talibanes neoliberales que reinan en Europa». ¡Muy bien! Ya ha tardado en darse cuenta: olvida que ha militado en favor del modelo liberal europeo presente en todos los tratados desde el de Maastricht. Además, sabe muy bien que ninguna formación política importante representada en esta Asamblea le tomará en serio. Es ese tipo de contradicción que debilita cualquier oposición a la doctrina dominante. ¡El tiempo de la demagogia se ha acabado! Sobre todo si se tiene en cuenta que Dany justificó unos días más tarde el famoso MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad, es decir, la segunda parte del tratado «Merkozy»)…

El 12 de febrero, el Parlamente griego adoptó el nuevo plan de rigor preparado por el ministro de Finanzas Evangelos Venizelos a la demanda de la «troika» para desbloquear un nuevo préstamo de 130 mil millones de euros a Atenas. El plan será presentado el 15 de febrero en el Eurogrupo, cuya aceptación es necesaria para que Grecia pueda lanzar una oferta pública de reestructuración de su deuda con sus acreedores privados el 17. El plan prevé una reducción del 22% del salario mínimo (que será de 586 euros brutos para 14 meses), la supresión de 15.000 empleos públicos en 2012, nuevos recortes en las jubilaciones complementarias y en los salarios de los funcionarios, así como la reducción del presupuesto de la seguridad social, del ejército y la privatización de cuatro empresas del Estado.

¿Es algo voluntario? Reducción de salarios, supresión de empleos públicos, privatizaciones. Estos planes se aplican por donde pasan los «talibanes neoliberales». En efecto, esto no es nuevo. Cada vez que se han impuesto desde fuera planes de reestructuración van en la misma dirección. Empezó en 1973 después del golpe de Estado en Chile. Los «talibanes» eran en esa época los golden boys de la escuela de Chicago.

La austeridad impuesta a la fuerza a Grecia, pero también, muy pronto, a todos los Estados de la zona euro es absurda. El economista Jean-Paul Fitoussi en Le Monde del 16 de febrero explica: «Esta cabeza de cola de las estrategias europeas -luchar contra una insuficiencia de la demanda a través de una política de austeridad con el fin de aumentar la oferta- es, lo mínimo que puede decirse, enigmática». ¡No tanto, Sr. Fitoussi! ¿Esta política absurda, violenta, destructora no forma parte de una estrategia muy elaborada? Difícil de contestar, pero está claro que todo va en la misma dirección y que ninguna fuerza política intenta cambiar nada de nada.

En todo caso, todos están de acuerdo en admitir que el última plan impuesto a Grecia es el más violento de todos. Algunos, como el italiano Monti, piensan incluso que se ha ido demasiado lejos. Lógico: ¡nadie tiene ganas de ver estallar una revolución en su país!

Pero, en una bella unanimidad, el mecanismo es adoptado por el Eurogrupo el 21 de febrero.

¿Estos tratados, estos planes, estas nuevas medidas, para qué sirven exactamente?
El plan «Merkozy» estaba inscrito en la evolución europea desde hace tiempo. Se encontraba en el pacto «de estabilidad y de crecimiento» (PSC) adoptado por el Consejo Europeo de Amsterdam en 1997, cinco años después del tratado de Maastricht que fundó el euro.
Este pacto es un instrumento de coacción y de coordinación de políticas presupuestarias de los países de la zona euro para evitar los déficit presupuestarios excesivos. Impone a los Estados de la zona euro tener presupuestos próximos al equilibrio o excedentarios. El PSC comporta dos tipos de disposiciones:


La vigilancia multilateral, disposición preventiva: los Estados de la zona euro presentan sus objetivos presupuestarios a medio término en un programa de estabilidad actualizado cada año. Un sistema de alerta rápida permite al Consejo Ecofin, que reúne los ministros de Economía y de Finanzas de la Unión, de dirigir una recomendación a un Estado en caso de derrapaje presupuestario.

El procedimiento de déficits excesivo, disposición apremiante, ver represiva, se pone en marcha desde el momento en que un Estado sobrepasa el criterio de déficit público, es decir el saldo presupuestario acumulado de las administraciones centrales, locales y de la seguridad social, fijado en el 3% del PIB, excepto en circunstancias excepcionales. El Consejo Ecofin dirige entonces recomendaciones para que el Estado acabe con esta situación. Si no lo consigue, el Consejo puede decidir sanciones: presentar la situación ante el BCE que puede decidir una multa a pagar al Tesoro Público, siendo la cantidad fijada por la ley (de 0,2 a 0,5% del PIB del Estado en cuestión) si el déficit excesivo no desaparece.

Una declaración anexionada al Acta final del tratado de Lisboa prevé una reforma del Pacto de estabilidad y de crecimiento, sin que eso signifique que se cuestiona el futuro de este Pacto. Este Pacto de estabilidad nunca ha sido aplicado hasta la crisis griega a petición de Alemania y de Francia… los dos países que habían sido los inductores. Sin embargo, el PSC queda en vigor según el modelo inicial.

La crisis de la deuda soberana lo ha despertado. El 28 de diciembre de 2011, el Parlamente europeo aprobaba seis textos -el famosos «six packs»- que fueron oficialmente adoptados el 16 de noviembre por el Consejo y que refuerzan el pacto de estabilidad. Se habló en ese momento de la fundación de una «gobernanza económica europea». Este «six packs» está compuesto por seis textos que comportan tres disposiciones principales.

1) Reforzar el pacto de estabilidad y de crecimiento así como la parte de las sanciones
Los tres primeros textos buscan a mejorar el pacto de estabilidad y de crecimiento y de reforzar las sanciones inherentes a este pacto.
2) Creación de un procedimiento de desequilibrio macro-económico

Seguidamente, dos textos añaden nuevos instrumentos, puesto que las reglas de vida en común en la zona euro no cubrían las realidades macro-económicas. Por ejemplo, en lo que se refiere a España e Irlanda que respetaban muy bien la disciplina presupuestaria impuesta por Europa y que se han encontrado en dificultades a causa del endeudamiento privado después de que estallara la burbuja inmobiliaria en España y del endeudamiento de un banco en Irlanda. Se trata del control de los desequilibrios macro-económicos.

3) Aumentar los marcos presupuestarios nacionales

El sexto texto es una directiva que los Estados miembros deberán trasladar a su derecho interno. Se les invita a mejorar su marco presupuestario nacional. Por ejemplo: tener institutos estadísticos independientes, órganos de control de la hacienda pública independientes para verificar que las hipótesis de crecimiento planteadas por el gobierno son realistas, etc.
Además, aumentar las sanciones en materia presupuestaria, estas disposiciones tienen por objetivo socializar las deudas privadas. Es lo que pasó con las deudas de los bandos en 2008 y que tuvo como consecuencia un aumento considerable de la deuda pública, y por consiguiente el aumento de la deuda aumenta el déficit del Estado.

Todo está orientado hacia la problemática de la deuda, es decir del interés del sector bancario. Así, se ha introducido una noción de «umbral de alerta» en relación a ciertos indicadores económicos. Este umbral de alerta tiene por objetivo prevenir y corregir los desequilibrios macroeconómicos susceptibles de perjudicar la sacrosanta estabilidad de la Unión Europea.
Así, en materia de intercambios comerciales, el umbral se ha fijado en el 4% del PIB para la balanza deficitaria, y del 6% del PIB en el caso contrario, en el caso en el que Estado tuviera un excedente corriente. O sea, que hay clemencia hacia los países exportadores. Esto concierne sobre todo a Alemania.

Los umbrales se han fijado por los flujos de créditos al sector privado (25%), el aumento anual del precio inmobiliario (6%), la tasa de paro, etc.

La última parte se refiere a los instrumentos de vigilancia económica, como los institutos de estadística, por ejemplo, que deben ser «independientes», es decir privados.
Este famoso dispositivo «six packs» no constituye una política europea común. Enmarca la política económica de cada Estado miembro en límites que constituyen garantías en el único interés de los bancos. No constituye en ningún momento un instrumento europeo de recuperación económica. El PSC reforzado por el «six packs» implica la palabra «crecimiento». Este término no aparece en ningún momento en esta nueva caja de Pandora reglamentaria. ¡Y no es un azar! Por otra parte, los mecanismos de vigilancia son privatizados y por lo tanto están únicamente al servicio del sector bancario.

Con tales disposiciones, es inútil chillar como una rata ante las famosas agencias de notación…
Se puede ver claramente qué es esta mentalidad bancaria, lo increíble que es, en este ejemplo.
Veamos la respuesta puramente tecnócrata del francés Benoît Cœuré, nuevo miembro del directorio del BCE, en la entrevista de Jean Quatremer, corresponsal de Libération en Bruselas, a la pregunta sobre la injusticia de la diferencia de intereses de los préstamos de la BCE a los Estados y a los bancos privados denunciado hace algunas semanas por Michel Rocard y el economista Pierre Larrouturou: «Los préstamos de la BCE a los bancos no son de la misma naturaleza que los que los bancos comerciales conceden a la economía o a los Estados. Los primeros son, esencialmente, préstamos a corto término […]. Sobretodo, son préstamos perfectamente securizados […]. En cambio, los préstamos a los Estados son muchas veces a largo término, algunas veces a treinta o cincuenta años. Y presentan riesgos…». ¡Cuando se ve la situación de algunos bancos en Europa, especialmente de Dexia, es bastante audaz hablar de «seguridad»! En estas declaraciones se nota el odio visceral hacia el Estado considerado como un factor de riesgo. Más grave, el interés general está ausente en este análisis financiero que no tiene en cuenta más la situación a corto término.

El salvamento no puede venir de esa gente. La independencia del BCE acordada por el tratado de Maastricht es un grave error. El señor Cœuré habla como un banquero del sector privado, como si la Institución que codirige fuera un organismo financiero ordinario.
En realidad, todo esto no tiene nada que ver con la construcción europea. Es la puesta en marcha de un poder supranacional asociado al todo poderosos sector bancario. Su embrión ya existe: se le llama la «troika».

Un tratado inútil y peligroso
Además, todo esto no funciona. Estos nuevos reglamentos no aportan ninguna solución al crisis de la deuda soberana. Solo sirven para garantizar la supervivencia del sector bancario y los intereses de algunos Estados miembros de la Unión. La negativa obstinada de Merkel de poner en marcha los euro-bonos, las dificultades de puesta en marcha del Fondo Europeo de Solidaridad financiera han llevado el tándem «Merkozy» a imponer la adopción de un nuevo tratado, el Tratado sobre la Estabilidad, la Coordinación y la Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (TSCG) y el «Mecanismo Europeo de Solidaridad» (MES) que se discutieron después de julio de 2011 y que fueron aprobados por el Consejo el 2 de febrero de 2012.
Este nuevo tratado es inútil y peligroso. Es inútil porque el «six-packs» ya ha reforzado el poder coercitivo de la Comisión en materia de «disciplina» presupuestaria.


Es peligroso porque poner en marcha un sistema intergubernamental y rompe el método comunitario y todo lo que podía ser común a escala de la Unión Europea. La Comisión Europea cuyo papel era la de ser la «guardiana de los tratados» se convierte, a la vez, en policía y tribunal de los Estados miembros. Esto es algo que molesta a ciertos comisarios, como el finlandés Olli Rehn, encargado de los asuntos económicos.

Este proyecto de Tratado prevé:
- bajar el nivel de déficit presupuestario al 0,5% del PIB, dejando sin embargo el procedimiento de sanción por déficit excesivo aplicable a los únicos déficit superiores al 3% del PIB;
- obligar a los Estados firmantes a aplicar una regla de oro constitucional que les obligue a respetar el nivel del 0,5%;
- enviar, por parte de los Estados que estén bajo una tramitación por déficit excesivo, a la Comisión un programa de asociación económica;
- reforzar el nuevo procedimiento de decisión, llamado de «mayoría invertida»[1], aplicable únicamente a los miembros de la zona euro;
- un procedimiento con el objetivo de que todas las grandes reformas de política económica consideradas por los Estados miembros de la zona euro sean debatidas y coordinadas a escala de la zona euro.

El MES es la «troika»
Al segunda parte es el Mecanismo Europeo de Estabilidad, o MES, adoptado definitivamente el 2 de febrero de 2012. Completa el TSCG y para estar en él los Estados están obligados a aplicar las medidas de austeridad presupuestaria inscrita en el Tratado.


Dotado de personalidad jurídica, el MES podrá entablar un acción judicial. El MES, que tiene la sede en Luxemburgo, está dotado de estatutos propios de una institución internacional beneficiando de las inmunidades propias a las instituciones internacionales. Por lo tanto no debe rendir cuentas al Parlamento Europeo, ni a los parlamentos nacionales, ni a los ciudadanos de los Estados miembros y no puede ser en ningún caso objeto de ningún tipo de diligencias. Está eximido de cualquier obligación impuesta por la legislación de un Estado miembro. El MES, sus bienes, fondos y haberes gozan de inmunidad ante cualquier procedimiento judicial.
El objetivo del MES es de «movilizar recursos financieros y de proveer, bajo unas estrictas condiciones» un apoyo a la estabilidad de uno de sus Estados miembros que tuviera graves dificultades financieras susceptibles de amenazar la estabilidad financiera de la zona euro. A este fin, está autorizado a pedir fondos. Su capital se fija en 700 mil millones de euros.
Los Estados miembros, por este tratado, se comprometen «de manera irrevocable e incondicional» a proporcionar su contribución al capital del MES. Se comprometen a abonar los fondos pedidos por el MES.

Cuando un Estado miembro solicita una petición de apoyo a la estabilidad, es la Comisión Europea conjuntamente con el Banco Central Europeo (BCE) quien se encarga de evaluar el riesgo para la estabilidad de la zona euro, de evaluar, en colaboración con el FMI -es decir la «troika»- la viabilidad del endeudamiento público del país demandador y de evaluar las necesidades reales de financiamiento de este último. Vemos bien que, a través del MES, la «troika» es institucionalizada.

Cuando el MES decide conceder una ayuda a la estabilidad, es la Comisión Europea, conjuntamente con el BCE y el FMI, la que negocia las condiciones para esta ayuda. Esta negociación debe inscribirse en el respeto del pacto presupuestario (TSCG). La «troika» se encarga de que se respeten las condiciones impuestas.

Los gobiernos signatarios de este tratado han creado un monstruo institucional contra el cual los Estados mismos y “a fortiori” los pueblos se encuentran completamente impotentes. Así, se continúa, bajo la presión del mundo de las finanzas y de los negocios, el desmembramiento de la sede de la soberanía popular, el Estado, en beneficio de las instituciones que escapan a su control.
Este proyecto significa simplemente el fin de lo político. Limitar los déficit al 0,5% del PIB por una disposición constitucional -la famosa regla de oro- es lo mismo que obstaculizar cualesquier poder político. Es fundamentalmente contrario a los principios democráticos de base que defiende que una asamblea elegida por sufragio universal -por lo tanto, representando al pueblo- pueda decidir sobre todas las disposiciones que juzgue necesaria a su política. La limitación del déficit inscrita en las leyes fundamentales es lo mismo que excluir las inversiones públicas, cualquier disposición nueva relativa a la seguridad social, por ejemplo.

Estos dos tratados, el MES y el TSCG, confirman que la construcción europea se ha alejado definitivamente del ideal democrático. Instauran que los Estados y los pueblos estén bajo una total y completa tutela financiera y presupuestaria, sin que haya a cambio una soberanía europea.

Un federalismo de coacción
Continuamente se repite que esta avalancha de nuevas reglamentaciones «refuerza el federalismo». Sería necesario ponerse de acuerdo sobre esta palabra. El «federalismo» no es simplemente transferir la soberanía nacional hacia una entidad supranacional.
Esta política refuerza el déficit democrático, especialmente por la regla de la «mayoría inversada» que da a la Comisión poderes exorbitantes (véase la nota 1) sin ningún tipo de control. Además de poner bajo tutela los Estados miembros que tengan déficit estimados demasiado elevados, divide Europa en dos, puesto que el proceso de decisión no será el mismo para los Estados miembros de la zona euro y para los otros. Finalmente, según numerosos juristas, este nuevo tratado no respecta los tratados europeos existentes. Esto puede significar simplemente el fin de Europa.


En realidad, la crisis financiera desemboca en la perspectiva de una Unión Europea a dos niveles: uno federal (la Comunidad) con los Estados que escogen la moneda única al precio de perder una parte más grande que nunca de su soberanía; la otra confederal (la Unión) con todos los otros Estados que han preferido quedarse en una simple zona intergubernamental de librecambio. Este poder «federal» militado a los Estados de la zona euro sería en realidad un «federalismo de imposición» dando todo el poder a los mercados ayudados por una policía «eurócrata», sin ningún control parlamentario, lo que es contrario a la idea federalista.

¿Hacia el final de Europa?
El proyecto de los tratados «Merkozy» anuncia ya una división de la Unión puesto que dos países no se han adherido: la Gran Bretaña y Chequia. El verdadero-falso balón de oxígeno acordado a Grecia el 20 de febrero no cambiará sin duda nada. Los «diktats» de la «troika» llevarán sin duda a Grecia a salir de la zona euro, el gobierno alemán lo desea manifiestamente. Esto significa la expulsión de un Estado miembro, puesto que las disposiciones relativas a la moneda única son la base del tratado de Maastricht confirmado por los tratados siguientes hasta el de Lisboa. la ausencia de dos Estados miembros en el proyecto del nuevo tratado y la expulsión de otros no significa más que el fin de la Unión Europea. Otros Estados están amenazados de expulsión de hecho como Italia y Portugal.


El nuevo «big brother» se llama «mercados financieros». Es peor que todos sus predecesores.
Pierre Verhas
24 de febrero de 2011
http://www.legrandsoir.info/trop.html
Traducido del francés por Boltxe kolektiboa.
[1] Mientras que antes una recomendación de la Comisión debía, para ser adoptada, estar explícitamente apoyado por el Consejo, ahora es la lógica inversa la que predomina.
En efecto, mientras que la mayoría cualificada sirve para adoptar una posición «en favor de alguna cosa», la regla de la «mayoría inversada» significa que las sanciones propuestas por la Comisión no pueden ser impugnadas por el Consejo que por mayoría cualificada. Esta nueva forma de decisión, no prevista en los tratados ha sido anunciada por Herman Van Rompuy el 27 de septiembre de 2010:
«Siempre que sea posible, las reglas de toma de decisión respecto a las sanciones deberán ser automáticamente basadas en la regla de la mayoría invertida, lo que implica que una proposición de la Comisión es adoptada excepto si es rechazada por el Consejo».
Esta automaticidad excluye cualquier deliberación parlamentaria de cualquier tipo que sea. Es una negación pura y simple de los principios más elementales del federalismo que prevé una cámara de representación de los ciudadanos con poderes esenciales.
Esto significa además que un recurso contra una sanción de la Comisión es casi imposible. Si los déficit de las finanzas públicas son prohibidos y se hace al precio del déficit democrático.

1 de marzo de 2012

DE LA REFUNDACIÓN DEL CAPITALISMO A LA REVOLUCIÓN CONSERVADORA

Enrique Tordesillas. Nuevatribuna.es


La crisis económica, si las movilizaciones de la ciudadanía no consiguen evitarlo, va a tener unas consecuencias tremendas. El capital, descolocado en un primer momento (el anterior presidente de la CEOE, Díaz Ferrand, pedía hacer un paréntesis en el capitalismo), se ha recuperado rápidamente y viendo la desorientación y la debilidad de la izquierda, ha tomado la iniciativa y en colaboración con la derecha política han emprendido una batalla por recuperar el terreno perdido en las últimas décadas. Hemos pasado de la necesidad de refundar el capitalismo a la revolución conservadora iniciada por el PP.

La derecha española está empezando a desmantelar el Estado del Bienestar. No es cuestión de que en tiempos de crisis sea necesario recortar, es que, mientras se transfieren actividades y recursos a la iniciativa privada, ya se anuncia (la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, lo decía hace unos días) que en el futuro no se va a poder mantener el actual sistema de servicios y prestaciones públicas. Esta afirmación solo se sostiene si se acepta la descapitalización del Estado, si se apuesta por mantener la tendencia de estos últimos 10 años en el reparto de la riqueza nacional, que ha llevado a incrementar en 6 puntos del PIB las rentas empresariales a costa de las salariales y la recaudación de impuestos.

Paralelamente se preparan leyes que recortan o eliminan derechos (aborto, píldora poscoital, políticas de igualdad); se diseña una reforma para hacer de la enseñanza un instrumento de formación de trabajadores, no de ciudadanos; se pretende resolver los posibles conflictos recurriendo al autoritarismo, se dota de “autoridad” al personal docente y sanitario…El tercer eje de este proyecto involucionista es la reforma laboral, una reforma orientada a facilitar la competitividad de nuestra economía en base a la reducción de costes laborales, una reforma de escaso recorrido (no podemos competir en costes con los países asiáticos) y apropiada para el sector más conservador, menos dinámico del empresariado español. Para facilitar esta rebaja se reduce la capacidad de defensa de los trabajadores, debilitando el carácter protector que debe tener el Derecho Laboral y restringiendo enormemente los ámbitos de negociación colectiva.

Pero a los empresarios todavía les parece poco, reclaman también limitar el derecho de huelga (que el Gobierno ha dicho que va a estudiar, a lo mejor considera que crea empleo) y retirar la prestación por desempleo a quien rechace un trabajo “aunque sea en Laponia”. Cuantos menos derechos y más miedo tengan los trabajadores más sencillo le resultará al empresario obtener beneficios, Lo importante, en palabras de Jesús Morte, presidente de los empresarios aragoneses, es el orden y la disciplina.

Las aportaciones de la CEOE, aceptadas por el Gobierno, para superar la crisis se limitan a recortar derechos e introducir el autoritarismo en las relaciones laborales. Los trabajadores junto con los estudiantes y cualquier colectivo que reivindique sus derechos somos díscolos y pendencieros a los que solo se puede tratar con mano firme, con autoridad. No es de extrañar que algún jefe de policía nos considere el enemigo.

Los populares, amparándose en la legitimidad de las urnas, se consideran con derecho a gobernar como les plazca y en esa deriva de criminalizar a quienes osen oponerse a su política, no dudan en retomar la campaña contra los sindicatos en cuanto estos han rechazado frontalmente la reforma laboral y han convocado movilizaciones. Una campaña en la que, a falta de otros argumentos, recurren permanentemente a la mentira y la demagogia, como es el atribuirle al Secretario General de UGT-Madrid un salario que no cobra. Parece ser que para la derecha, como en la dictadura, los sindicalistas tienen que demostrar su inocencia.

Aunque el objetivo no son CCOO y UGT, ni siquiera el movimiento sindical en general. No es una batalla contra los sindicatos sino contra los trabajadores, para limitar su capacidad de acción. Por eso, a pasar de las críticas que se les pueda hacer, de los errores y deficiencias de las organizaciones sindicales, hay que secundar sus convocatorias. No podemos olvidar que siguen siendo el instrumento más útil para la defensa de los trabajadores y la mayoría de la sociedad, especialmente en estos momentos en los que son el único dique de contención de las políticas liberales. No quiero pensar de lo que sería capaz la derecha sin contrapoder sindical.

Las líneas maestras de la política del Partido Popular están claras, solo nos falta saber con qué profundidad las pretende desarrollar. Los recortes que se deriven de los próximos Presupuestos Generales clarificarán el panorama, pero lo más importante será la capacidad de movilización ciudadana, no solo sindical, contra la estrategia involucionista de la derecha. No podemos olvidad que destruir es mucho más fácil que construir y que lo que perdamos ahora nos puede costar décadas recuperarlo.