10 de febrero de 2012

HOSPITAL GRIEGO BAJO CONTROL OBRERO

La ocupación se da en respuesta a la aceleración de las impopulares medidas de austeridad en Grecia

Rebelión.

Las y los trabajadores del Hospital de Kilkís en Grecia han ocupado su hospital y han declarado públicamente que a partir de ese momento el hospital se encuentra bajo control obrero.

El hospital general de Kilkís en Grecia (Macedonia central) se encuentra bajo control obrero. Las trabajadoras y trabajadores del hospital han declarado que los problemas que arrastra desde hace tiempo el sistema de salud nacional (SNS) no encuentran solución.

La ocupación se da en respuesta a la aceleración de las impopulares medidas de austeridad y el hospital se encuentra bajo control directo y total del personal del hospital. En adelante todas las decisiones serán adoptada en asambleas generales.

El hospital declaró que "El Gobierno no está exento de cumplir con sus obligaciones económicas de proveer de personal y suministros al hospital. Si no lo hace, nos dirigiremos a las autoridades locales para obtener el máximo apoyo posible a fin de garantizar un servicio público gratuito y echar abajo al gobierno y sus políticas neoliberales".

Desde el 6 de febrero, el personal del hospital sólo atiende las urgencias hasta que sus salarios y las cantidades que se les adeuda sean pagadas. También exigen que la recuperación de sus niveles salariales tenga prioridad frente a las medidas de austeridad. La próxima asamblea general tendrá lugar el 13 de febrero y la conferencia de prensa se realizará el día 15.

Declaración de los trabajadores y trabajadoras del Hospital de Kilkís:
1. Consideramos que los problemas actuales y los que arrastraba de antes el Sistema Nacional de Salud y las instituciones con las que colabora no se pueden resolver a partir de nuestras particulares demandas concretas dado que estos problemas son el fruto de una política gubernamental antipopular más general y del neoliberalismo global.
2. Consideramos, asimismo, que insistiendo en estas reivindicaciones concretas no hacemos más que el juego a unas autoridades despiadadas. Autoridades que para hacer frente a su enemigo, que no es otro que el debilitado y dividido pueblo, hacen todo lo posible para impedir la creación de un frente unido y popular que plantee a escala nacional y global exigencias comunes contra el empobrecimiento social al que conducen las políticas gubernamentales.
3. Por todo ello, enmarcamos nuestras reivindicaciones en reivindicaciones políticas y económicas planteadas por una gran parte del pueblo griego que actualmente está sometido al ataque del capitalismo más brutal. Para obtenerlas deberán ser defendidas conjuntamente por las clases medidas y populares de nuestra sociedad.
4. La única manera de obtenerlas es poniendo en cuestión, a través de la acción, no sólo la legitimidad política sino también la legalidad del poder arbitrario, autoritario, antipopular y jerárquico que avanza a pasos agigantados hacia el totalitarismo.
5. Las trabajadoras y trabajadores del hospital de Kilkís respondemos a este totalitarismo con la democracia. Hemos ocupado el hospital y lo ponemos totalmente bajo nuestro control directo. A partir de ahora, el hospital de Kilkís será auto-gestionado y el único medio legítimo para tomar decisiones será la asamblea general de trabajadores.
6. El Gobierno no está exento de cumplir con sus obligaciones económicas de proveer de personal y suministros al hospital, pero si continúa ignorando estas obligaciones, nos veremos obligados informar públicamente de la situación y pedir el apoyo de las autoridades locales y, sobre todo, de la sociedad civil, para:
a. Garantizar el futuro del hospital.
b. Defender el derecho a una sanidad y cuidados públicos y gratuitos.
c. Echar abajo, a través de la lucha popular conjunta, al actual gobierno y las políticas neoliberales que impulsa.
d. Exigir una democratización profunda y radical, es decir una democratización que permita a la sociedad, y no a terceros, tomar las decisiones sobre su futuro.

7. A partir del 6 de febrero, el sindicato del hospital de Kilkís impulsará una huelga, garantizando los servicios de urgencia, hasta que sean abonadas el total de las horas trabajadas y que los salarios sean aumentados hasta el nivel a que estaban hasta la llegada de la troika (UE-BCE-FMI). Mientras tanto, conscientes de nuestra responsabilidad social y nuestras obligaciones morales, protegeremos la salud de los ciudadanos y ciudadanas que acudan al hospital, realizaremos una atención gratuita a quienes lo necesiten y exigiremos al gobierno que se haga cargo de sus responsabilidades y, aunque sea en el último minuto, renuncie a su inmoderada crueldad social.

8. La próxima asamblea general tendrá lugar el 13 de febrero en el hall del nuevo edificio del hospital a las 11 h, con el objetivo de adoptar las medidas necesarias para poner en marcha de forma eficiente la ocupación de los servicios administrativos y realizar con éxito la auto-gestión del hospital, que comenzará a partir de ese día. Las asambleas generales tendrán lugar todos los días y serán el instrumento primordial para la toma de decisiones en lo que concierne a los empleados y al funcionamiento del hospital.

Llamamos a la solidaridad del pueblo griego y de todos los trabajadores y trabajadores del resto de los sectores, a la colaboración de todos los sindicatos obreros y las organizaciones progresistas, así como al apoyo de todos los media que optan por contar la verdad. Estamos decididos a continuar hasta que los traidores que venden nuestro país se vayan. ¡O ellos o nosotros!

Haremos públicas las decisiones adoptadas a través de una conferencia de prensa, a la que invitamos a todos los medios de comunicación, el miércoles 15/02/2012 a las 12:30 h. Las asambleas diarias comenzarán el 13 de febrero. Informaremos a la ciudadanía de cada hecho importante que acontezca en nuestro hospital a través de comunicados y conferencias de prensa. Además de eso, utilizaremos todos los medios disponibles para dar a conocer estos hechos con el fin de lograr el éxito de esta movilización.

Llamamos
a) A la ciudadanía a solidarizarse con nuestro movimiento
b) A todos los ciudadanos y ciudadanas maltratada de nuestro país a oponerse a través de acciones de protesta a sus opresores y opresoras.
c) A nuestros colegas de otros hospitales a adoptar decisiones similares.
d) A los empleados de otras áreas del sector público y privado, a la afiliación de las organizaciones sindicales y a los miembros de asociaciones progresistas, a actuar de la misma forma con el objetivo de que nuestra movilización pueda transformarse en una resistencia obrera y popular general, y levantarnos hasta la victoria final contra la elite económicas y política que oprime nuestro país y el mundo entero.

9 de febrero de 2012

CRISIS, CLASE MEDIA Y HASTA SAMPEDRO (JOSE LUIS) INDIGNADO

El blog de la sala de máquinas. Rebelión

Hay una gran ficción que se ha activado con fuerza en el entorno de la crisis económica: la vilipendiada clase media. Fíjense que, gracias a las teorías económicas humanistas a lo Sampedro, la dicotomía clásica de la modernidad (esa que nos diferenciaba según la distinción fijada en el contrato de trabajo, obrero/empresario) se ha transformado ahora, como en una deslumbrante reconcepción mágica del panorama, en la dualidad cuasi-ética super-especulador-multimillonario-hijodeputa / ciudadano normal que solo quiere vivir en paz y tranquilo. Esta dicotomía, que funciona porque es muy fácil de aprender y porque puede ilustrarse con mucho gracejo en las redes sociales, nos convoca a todos en esa clase media abocetada por el estado del bienestar. Nuestra labor, si acaso, pasa por añorar sus buenos tiempos y empeñarnos en demandar la integridad de aquellas leyes del trabajo, en general, que protegían la dignidad de los ciudadanos medios, nosotros, casi todos.

Lo que las teorías humanistas de Sampedro, el indignado, no cuentan es que el nuevo orden productivo hace tiempo que viene dejando atrás cualquier dicotomía formal en su funcionamiento, inhabilitando, así, la consiguiente trasposición cuasi-ética: por un lado Botín y por el otro nosotros, la clase media, sí, aunque... tal vez no haya que irse hasta Botín para encontrar los desajustes del sistema, porque... ¿de qué clase media hablamos? Están ustedes rodeados por una clase media que, gradualmente, imperceptiblemente, sin hacer ruido, sin grandes fallas, sin mucho lustre, acumula derechos, salarios, dividendos y otros beneficios que, de repente, la transfiguran en clase alta… altísima: asalariados exitosos, ahorradores con varios inmuebles en la cartera, personal que medra y acumula diez cargos, personal estatutario que asienta derecho subjetivo tras derecho subjetivo, jefes de servicio, de sección o de baldosa, directores generales o directores en general, responsables de esto o de eso otro aún más importante, catedráticos meritorios y eméritos como Sampedro… buena gente, en definitiva (tan buena gente que los sindicatos solo se toman en serio su causa y no la de esos otros indeterminados, el resto). Ellos son el corazón de la clase media. Visto que el resto compartimos con ellos ciertas características (el teléfono móvil, no tener un yate de más de 8 metros de eslora y no ser máximos accionistas de multinacionales), y visto que todos queremos alcanzar su estatus (algunos lo conseguirán y otros caerán desde él), consideramos que, tras oír a Sampedro, puestos a trazar dicotomías, ellos, la clase media que nos rodea –esos con los que tomamos café de vez en cuando– son de los buenos. No nos enteramos, gracias a clasemedistas como Sampedro, de que las contradicciones del capital han deshabilitado ya cualquier estructura real de economía global –en la que unos pocos príncipes maquiavélicos moverían los hilos– para habilitar tantas economías como individuos, es decir, tantas clases sociales como sujetos jurídicos.

Es en esta batalla caótica donde cada uno defiende su propia valía, cada uno construye su victoria y cada uno lucha por esos ya escasos derechos laborales como por una camiseta que lanza el futbolista estrella a la grada… Y una vez construida y asentada la victoria, todos la llaman derrota para que la despistada izquierda siga luchando por leyes formales que aboceten el utopos soñado: un lugar de trabajo común y homogéneo. Se trata de leyes que, aplicadas, garantizan el bienestar de algunos –los que ya son estables–; se trata de leyes inadaptadas e incapaces de poner freno a la colonización capitalista de otros muchos –los inclasificados–. Porque hace tiempo que las dicotomías no agotan la complejidad social y laboral. Porque hace tiempo que deberíamos luchar por un derecho social que trascienda estabilidades privilegiadas y selectas, como las de la alta clase media. Pero ni Sampedro, ni la izquierda, se quieren enterar.

8 de febrero de 2012

LA USAID EN BOLIVIA

José Steinsleger. La Jornada

La notable entrevista con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera (Luis Hernández Navarro, La Jornada, 7/2/12), sacudió al yermo escenario político de México y llenó de enseñanzas a las conciencias del país que reconocen su identidad nacional en la única América posible: la triétnica, la insurgente.

En la misma edición, Luis publicó un sentido homenaje a quien fue látigo del México envilecido y entreguista, y brújula del digno y combativo: el insobornable Luis Javier Garrido.

García Linera habló en nombre del presidente Evo Morales, gran tlatoani que tuvo el coraje de expulsar al embajador de Washington Philip Goldberg, a la oficina antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés) por conspiración y narcotráfico, y a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) por el desvío fondos multimillonarios hacia los grupos separatistas que buscan la desestabilización del país andino-amazónico.

Para el vicepresidente de Bolivia, la USAID es una entidad racista, de derecha e imperialista (19/6/10), y para el presidente una agencia de penetración ideológica-política en organizaciones sociales que buscan consolidar intereses específicos del imperialismo en territorio nacional (23/6/10).

Pese a ello, ninguna de esas fuerzas del neocolonialismo imperial ha dejado de operar. Según los alcaldes del departamento amazónico de Pando, la USAID y sus agentes violan leyes financieras y están involucradas en el lavado de dinero.

Añaden: Decenas de organismos no gubernamentales, colonizadas y colonizadoras, operan en nuestros territorios y varios millones de dólares circulan clandestinamente por las comunidades.

¿Es muy probable (como relativizó un chamán de los movimientos sociales), o la USAID categóricamente alienta por la izquierda a ciertos movimientos que se oponen a proyectos del gobierno boliviano?

Juan Ramón Quintana, ex ministro de Evo, aseguró que la caminata de un millar de indígenas amazónicos que en 2011 recorrió 600 kilómetros con rumbo a La Paz, en protesta por el trazado de una ruta que divide en dos una reserva ecológica, fue financiada por la USAID.

William Mozdzierz, el encargado de negocios de la embajada estadunidense, negó la acusación, al tiempo de reconocer que sus funcionarios recababan información directa de los movimientos sociales (Afp y Dpa, 25/8/11).

Documentos desclasificados del gobierno yanqui prueban que la USAID fomenta conflictos entre partidarios del desarrollo (¿extractivistas?) y defensores del medio ambiente (imperialismo verde).

Legítimas (o no), las demandas de ambos grupos se dirimen en territorios ricos en petróleo como los del Parque Nacional Aguaragüe, donde Petróleos de Venezuela (PDVSA, asociada a la boliviana Petroandina) invirtió 115 millones de dólares de un total de 888 millones en la búsqueda de nuevos campos de gas y petróleo.

Las riquezas de Aguaragüe representan, casualmente, 90 por ciento de las exportaciones de gas y constituyen una fuente vital de fondos que el gobierno utiliza para encarar la pobreza y desarrollar la economía del país (Federico Fuentes, Bolivia Rising, septiembre 2011).

Por otro lado, ningún boliviano ignora que Mark Feierstein, el director de USAID para América Latina y el Caribe, fue uno de los asesores electorales del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, prófugo de la justicia por una masacre de campesinos.

Empresas contratistas de USAID en Bolivia, como Casals & Associates Inc (asociada a la llamada Oficina para las Iniciativas hacia una Transición (¿?, OTI), cuentan con clientes como Radio Martí, Voz de las Américas y Worldnet Televisión (Televisión Martí).

Durante tres años (2004-07), Casals repartió 18.8 millones de dólares a más de 450 organizaciones bolivianas que trabajaron en las iniciativas de la Asamblea Constituyente, el fomento del separatismo en Santa Cruz y Cochabamba, y algunas comunidades indígenas que, por equis causa, mantienen sus diferencias con el gobierno.

En un artículo de la revista cubana Entorno (julio 2007), Néstor García Iturbe anticipó que la estrategia de Washington en Bolivia se encaminaba a dividir las fuerzas revolucionarias, aplicando la política de regresión que tuvo éxitos en tiempos de Ronald Reagan: poner de manifiesto la ingobernabilidad del país, para instaurar la intervención humanitaria de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

El objetivo principal de este plan apuntaría a la eliminación de la coalición de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA). García Iturbe precisa: Cada gobierno que caiga será un golpe contra Cuba, sus relaciones internacionales, sus posibilidades de desarrollo económico y el bienestar de su pueblo.

En enero pasado, el senador Isaac Ávalos manifestó sentirse molesto porque la USAID continúa conspirando en Bolivia. Ávalos denunció la formación de una bancada de seis diputados indígenas liderados por Pedro Nuni y dos legisladores de la oposición, que se desmarcarían del Movimiento al Socialismo, la coalición de partidos y movimientos que respaldan a Evo Morales

6 de febrero de 2012

EL GOBIERNO REGIONAL QUIERE PRIVATIZAR METRO DE MADRID

06.02.2012 Miles Johnson. Financial Times

La Comunidad de Madrid prepara un macroprograma de privatización que incluirá la empresa de aguas Canal de Isabel II y el metro de la capital.

Madrid, la más endeudada de entre las grandes ciudades españolas, espera vender una participación minoritaria del Canal antes de verano y ha comenzado a explorar la privatización del metro, uno de los diez mayores del mundo por extensión.

La venta del sistema de aguas, valorado en entre 3.000 y 3.500 millones de euros, se encuentra en una fase más avanzada, según fuentes cercanas a la operación. Mientras, las administraciones local y regional siguen discutiendo el destino del metro y aún no habrían tomado una decisión formal.

El metro de Madrid facturó 1.100 millones de euros en 2009 y su valoración en la actualidad rondaría los 2.000 millones, después del incremento del precio de los billetes acometido el año pasado.

La administración es consciente del coste político que podría tener la venta parcial del metro, o un posible nuevo incremento de los precios, con lo que podrían buscar otras vías para recaudar financiación.

LA "ERA DE LA DECLINACIÓN DE EU" Y EL "CAOS GLOBAL" QUE VIENE, SEGÚN BRZEZINSKI

Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada

El connotado geoestratega Zbigniew Brzezinski, quien fue asesor de Seguridad Nacional del presidente James Carter y es íntimo de Obama, anda muy nervioso (con justa razón) –artículo en DeDefensa.org (La cólera de Brzezinski, 15/12/11)– expresa cosas muy interesantes que nadie se atreve a decir en la cúpula del poder en Estados Unidos, hoy en franca decadencia, y que aborda en su próximo libro: “Visión estratégica: EU y la crisis del poder global”, sintetizado en un artículo para Foreing Policy (diciembre 2011 /enero 2012, "Después de EU: ¿cómo se ve el mundo en la era del declive estadounidense peligrosamente inestable?").

Mas allá de que la condescendiente visión del mundo de Zbigniew Brzezinski provenga de la otrora superpotencia unipolar, su abordaje, aunque ultrarreduccionista (muy parecido al síndrome Sansón: me caigo pero los demás se caen conmigo), es muy significativo, porque representa la asimilación de la triste realidad por la que atraviesa Estados Unidos de parte de un sector muy influyente de los hacedores de su política exterior.

De los supuestos 4 mil millones de años que lleva de vigencia el planeta y los alrededor de 5 millones desde la aparición del ser humano (de los cuales solamente cuenta con 6 mil años de presunta civilización), Estados Unidos únicamente tiene un magro historial de 236 años. La vida humana, con o sin civilización, ha transcurrido la mayor parte del tiempo sin la existencia y/o participación de Estados Unidos. Este dato trascendental se le pasa totalmente por alto a Brzezinski quien juzga que la declinación de Estados Unidos desembocará ineluctablemente en el caos global, lo cual es sumamente discutible.

Cita que no hace mucho, un funcionario chino de alto rango –seguro de la inevitable decadencia de Estados Unidos y el ascenso de China– deseaba que el declive de Estados Unidos no ocurriese tan rápido.

Afirma que si Estados Unidos se tambalea, el mundo es improbable que sea dominado por un único sucesor prominente, ni siquiera China. La moneda está en el aire y, según parece, todo dependerá del grado cualitativo del descenso de Estados Unidos y el ascenso de China, lo cual determinará la nueva correlación global de fuerzas.

Considera que la incertidumbre internacional, la tensión incrementada entre los competidores globales y aun el pleno caos serán de lejos los epílogos más probables. Quizá este escenario suceda en la fase de ajuste del finiquito del caduco orden unipolar al incipiente nuevo orden multipolar, lo cual, como ha sucedido en etapas similares de la humanidad, tomará su tiempo de ajuste, en donde emergerán los correlatos de la nueva supremacía.

Mi tesis anterior versaba en un reducido orden hexapolar –Estados Unidos, Unión Europea y el BRIC (Brasil, Rusia, India y China)–, pero el desempeño europeo ha sido decepcionante, y probablemente nos dirijamos más bien hacia un orden pentapolar, sin la Unión Europea, al borde de la balcanización, ni Japón, sobredimensionada por los geoestrategas anglosajones.

Zbigniew Brzezinski aduce que otra crisis financiera masiva de Estados Unidos produciría una reacción vertiginosa en cadena llevando a un desorden económico y político global. De nuevo la obsesión con el síndrome Sansón, que elimina la posibilidad de regeneración del resto del mundo.
Arguye que una deriva continua de Estados Unidos a un decaimiento expansivo o la ampliación de una guerra sin fin con el islán sería improbable que produzca, aun en 2025, a un sucesor global efectivo. Aquí Brzezinski se equivoca: el mundo no pasará, ni lo desea, de la unipolaridad de Estados Unidos a otra unipolaridad, como por ejemplo la de China. El mundo es ya multipolar (ver el libro “El híbrido mundo multipolar: un enfoque multidimensional”, Orfila, 2010) y los dolorosos ajustes serán multivectoriales.

Le asiste la razón cuando sentencia que ningún poder único estará listo entonces a ejercer el papel que el mundo, a la caída de la URSS en 1991, esperaba que Estados Unidos jugaría: líder de un nuevo orden mundial globalmente cooperativo. La desgracia es que el unilateral belicismo global de Baby Bush dilapidó toda la esperanza que el mundo había invertido en Estados Unidos para reordenar con mayor justicia la vida en el planeta. Estados Unidos, al contrario, pretendió adueñarse del mundo entero mediante su bárbara globalización.

Vaticina que ocurra con mayor probabilidad una fase prolongada de alineamientos inconclusos tanto del poder global como regional, sin grandes (sic) vencedores y muchos más perdedores, en un entorno internacional de incertidumbre y de riesgos potencialmente fatales al bienestar global.

No puede haber mayores perdedores en el incipiente orden multipolar, que los que hubo en el caduco orden unipolar donde Estados Unidos fue el único gran vencedor y el resto del mundo fue orillado al parasitario papel de eterno derrotado.

La cosmogonía futura de Zbigniew Brzezinski es fatalista: más que un mundo donde los sueños de democracia florezcan, puede advenir un mundo hobbesiano de seguridad nacional mejorada (sic) basada en fusiones variadas de autoritarismo, nacionalismo y religión. ¿No es acaso el choque de civilizaciones que abogó su ex asociado Samuel Huntingon desde 1993, en pleno paroxismo de la unipolaridad de Estados Unidos y su tóxica globalización?

Mientras que unos avizoran regionalismos creativos (v.gr. Unasur), Zbigniew Brzezinski apuesta implícitamente a la balcanización global, lo cual también es muy discutible. Es evidente que por imperativos geopolíticos la dupla anglosajona (Estados Unidos y Gran Bretaña) busque la balcanización de sus adversarios geoeconómicos con el fin de prolongar estérilmente el caduco orden unipolar. Los regionalismos creativos en todos los rincones del planeta pueden constituir el óptimo antídoto para descarrilar los planes aviesos de la balcanización global.

Un tanto despectivamente, define a los “lideres de las potencias mundiales de segundo rango" (se infiere que China se encuentra en el primer rango, pero, obviamente, debajo de Estados Unidos): India, Japón, Rusia y algunos países europeos, quienes ya están evaluando el impacto potencial de la declinación de Estados Unidos para sus intereses nacionales respectivos. Vuelve a sobredimensionar a Japón, a quien coloca absurdamente por delante de Rusia (a quien por fin se digna clasificar), mientras desprecia a Brasil.

Maneja dos conceptos (a discutir en artículos ulteriores): 1) Las ocho especies geopolíticas en vías de extinción (Georgia, Taiwán (sic), Corea del Sur, Bielorrusia, Ucrania, Afganistán, Pakistán, Israel y el gran Medio Oriente); y 2) El peligro de la asociación estratégica de Estados Unidos con México.

A mi juicio, más que manejar el síndrome Sansón en forma determinista, los geoestrategas de Estados Unidos deberán admitir con humildad y resignación (lo cual no es fácil para una superpotencia acostumbrada a la arrogancia unilateral) y adaptarse a la tesis del ex presidente Clinton, quien formuló que Estados Unidos tiene la capacidad de posicionarse como “primum inter pares” (el primero entre iguales), lo cual, a mi juicio, pudiera representar la matriz operativa para asentar el nuevo orden multipolar y así evitar el caos global. Porque también es cierto que ninguno de los grandes actores multipolares exhibe la capacidad de liderazgo global que posee Estados Unidos, quien por desgracia lo ha usado para sus fines egoístas y plutocráticos.

5 de febrero de 2012

LAS RAZONES DE LA CRISIS QUE NO NOS CUENTAN, O CÓMO SE HACE LA LUCHA DE CLASES DESDE ARRIBA

Andrés Piqueras. Rebelión

En las sociedades europeas centrales a finales de la década de los 60 del siglo XX y muy especialmente a partir de la quiebra económico-energética de 1973, se evidenciaría el cierre del modelo de crecimiento keynesiano, ligado a lo que se llamó el “capitalismo organizado”, que entrañaba a su vez la prevalencia de la opción reformista o “socialdemócrata” en las relaciones Capital/Trabajo.


Dan cuenta de esa quiebra un par de razones estructurales, nunca aludidas en las pseudo-explicaciones de la crisis que machaconamente nos proporcionan desde todo tipo de plataformas y de medios de difusión de masas.

Por un lado, la automatización o, en general, la tendencia al desarrollo de las fuerzas productivas, que se supone inherente a la acumulación capitalista, tiende a la mayor utilización de (e innovación en) tecnologías intensivas en capital. Estas últimas entrañan una significativa menor utilización de fuerza de trabajo por unidad de capital invertido, lo que además de provocar una tendencia hacia la eliminación de empleos implica una consecuencia realmente grave para el funcionamiento capitalista, que es la sobreacumulación de capital invertido por unidad de valor que se es capaz de generar (digamos que al reducirse la masa de valor representada por la fuerza de trabajo, se restringen cada vez más los impactos de los aumentos de la productividad en la elevación de la tasa de plusvalía, y se limita también la conversión de plusvalía extraordinaria en ganancia extraordinaria, que es el objetivo básico de la inversión capitalista). Este proceso transcurre paralelo a otro de igual calibre, y es que la tecnificación de los procesos productivos va dejando cada vez menos tiempo de trabajo excedente del que apropiarse para la obtención de plusvalía, ya que el trabajo necesario de los seres humanos (la mano de obra) va quedando más y más reducido con el desarrollo tecnológico. Esto implica que con cada aumento de composición orgánica de capital el aumento proporcional de la plusvalía es menor.

Por otra parte, se desata una feroz batalla en torno al I+D, que deviene cada vez más onerosa, dado que la rápida caducidad tecnológica no permite la satisfactoria amortización del capital invertido.

Estos procesos están en la base de la crisis de valorización del capital, que es la causa profunda o histórica de la crisis que padecemos en la actualidad, que no es sino la prolongación angustiosa de aquélla.

En todo este tiempo el capitalismo se ha desorganizado de nuevo a través de su versión “neoliberal”, dejando de lado la reforma progresiva de sí mismo y emprendiendo una ofensiva unilateral de clase en todos los frentes contra la población que vive de su trabajo.

Toda una trama de recetas “neoliberales” se pusieron en marcha, si no para salir de esa crisis (que en sí misma el capital no puede exorcizar), al menos para huir de ella hacia adelante. Entre las más importantes:
1. Aumentar la explotación de la fuerza de trabajo. Tanto extensiva (duración de la jornada, horas extras, aumento de días de trabajo anuales, elevación de la edad de jubilación…), como intensiva (a través del propio proceso de tecnificación de los procesos productivos y, en general, de desarrollo de fuerzas productivas).
Esto se hizo con relativa escasa resistencia de la población gracias a la alta capacidad de sustitución de la fuerza de trabajo que proporcionaron al capital principalmente tres factores: a) el incremento del ejército de reserva mundial que se produjo con la entrada del Segundo Mundo (URSS, China, etc.) en la órbita capitalista, con una fuerza de trabajo enormemente más barata; b) una fuerza de trabajo migrante a escala global, lista para desempeñar el papel de ejército de reserva a discreción; c) la deslocalización empresarial, que significa que son las empresas las que emigran allá donde los costos de capital variable y circulante son menores y las exacciones fiscales mayores.

Con ello el poder social de negociación de la población trabajadora se fue a pique, y la fortaleza sindical (de unos sindicatos que además habían adaptado sus estructuras y estrategias a la época de los pactos y a la institucionalización del conflicto) quedaba seriamente mermada.

Esto queda patente en la pérdida de poder adquisitivo de la fuerza de trabajo en general, así como en el reparto de la riqueza social. En el Reino de España, la participación depurada de los salarios bajó de casi el 75% al 61% del PIB, calculado según costes de factores, entre 1967 y 2007, lo que es congruente con el hecho de que el salario promedio real esté prácticamente estancado desde principio de los años 80.

En cuanto al aumento del tiempo de trabajo, para los años 1999 y 2002, según el CIS (Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo”), un 46,4% de los trabajadores prolonga su jornada laboral más allá de la jornada nominal, y la quinta parte del conjunto de la población asalariada (un 22,3%) lo hace sin compensación económica. Los asalariados a tiempo completo, según Eurostat1, trabajan un promedio de 8,5 horas extra a la semana, de las cuales 4,7 horas no son pagadas (lo que quiere decir que más del 10% de la jornada laboral regular acordada por convenio se le regala a la patronal). No hablemos ya de la temporalidad o en general precariedad laboral del mercado de trabajo español.
2. Recortar la parte de contribución al conjunto social que aporta el gran empresariado. En general, eximir de impuestos a los ricos, al tiempo que se aumenta la carga impositiva sobre la población trabajadora.

Así, tomando de nuevo el ejemplo español, si en 2005 las rentas del trabajo sufrían una carga impositiva del 16,4%, las rentas del capital sólo tenían un 7,4%, es decir, menos de la mitad. Trece años después, en 2008, la situación apenas ha variado: 16,7% para las rentas del trabajo, 8,6% para las del capital. Esto hace que lo recaudado en la actualidad de la población trabajadora sea más de 9 veces el monto total recaudado del mundo del capital. Todo ello sin contar la evasión fiscal consentida, como consentidos están los paraísos fiscales.

Según el GESTHA, organismo de los cargos técnicos e inspectores de Hacienda (http://www.gestha.es/), las grandes fortunas y empresas españolas evadieron 42.771 millones de euros sólo en 2010. Si a ello añadimos la evasión de la pequeña y mediana empresa, según esa misma fuente, obtenemos 59.032 millones. Sumando a esto el fraude a la seguridad social que se realiza a través de la economía sumergida, nos da la enorme suma de unos 90.000 millones de euros. Los recortes sociales impuestos por el gobierno del PSOE para el periodo 2010-2013 ascienden a 50.000 millones de euros. Es decir, se podría no hacer un solo recorte si los ricos pagaran lo que les corresponde (que ya de por sí es proporcionalmente muy poco en comparación con lo que paga el resto de la sociedad).
3. Reducir los servicios y gastos sociales en el conjunto de la población
Ya antes de la crisis de finales de la primera década de los 2000, si miramos los datos del Reino de España en protección social, entre 1994 y 2005 se redujeron esos gastos del 22,8 al 20,8% del PIB2. En la UE, a pesar de estar mucho más altos, como promedio también descendieron esos gastos: entre 1993 y 2002 pasaron del 27,4 al 26,9% del PIB3.
4. Apropiarse privadamente de los bienes públicos (esto es, la reprivatización o lo que se ha llamado también acumulación privada por desposesión colectiva).
Esto afecta tanto a los servicios públicos (sanidad, educación, transporte, comunicaciones, etc.), como a las infraestructuras (red viaria, instalaciones…), como a la riqueza natural o ecológica (territorios, recursos naturales, patentización del genoma de las especies…), etc.
5. Reducir sustancialmente el capital destinado a la inversión en producción, dado que ésta ya no es tan rentable por sobreacumulación, y dedicarlo al préstamo y al ‘juego’ bursátil, esto es, básicamente a la especulación. Como si imparablemente el dinero pudiera generar dinero por sí mismo, fuera de la producción. Pero como eso sólo era un espejismo lo que se generó fue una enorme pirámide invertida de capital de crédito-deuda y especulativo en relación al capital real. Es decir, se creó una ingente suma de capital ficticio.

El Bank for International Settlements en su Quarterly Review de junio de 2011, reportaba haber recibido datos bancarios hasta diciembre de 2010 por un total de 601 billones de dólares en derivados emitidos, lo que supone más de 10 veces el PIB mundial. Otras fuentes consultadas por el Observatorio Internacional de la Crisis (http://www.observatoriodelacrisis.org/), sin embargo, estiman ese monto de capital ficticio en torno a 30 veces la riqueza mundial “real” (es decir, ¡en torno a los 1200 billones de dólares!).

Esto ha sido posible gracias a la desregulación del sistema bancario y de las finanzas, que ha permitido crecer a costa de endeudamiento (proceso que recibe el nombre de “apalancamiento”). En este caso hablaríamos de “crecer ficticiamente” (dado que el apalancamiento ha sido a costa de un capital “ficticio”). Al mismo tiempo, los Estados hacen dejación de su soberanía, permitiendo que los Bancos Centrales se independicen de ellos, mientras que ellos mismos pasan a emitir títulos de deuda en los mercados financieros mundiales, con lo que entran como cualquier otra entidad en el “rating internacional de riesgo” dictaminado por agencias privadas, obligándose a llevar a cabo políticas ortodoxas monetarias y fiscales subordinadas a los intereses del capital financiero internacional.

A pesar de todo ello, el intento de resolución de la crisis de valorización a través del empobrecimiento de las poblaciones y del detraimiento del gasto público, ha venido generando más y más obstáculos para la realización de la ganancia (que sólo se puede consumar mediante la venta). Esto se conoce como crisis de realización que, por mucho que se haya intentado regatear a costa del crédito, la caducidad cada vez más prematura de los productos o el consumo de lujo entre otras opciones, no ha hecho sino agudizarse con los crecientes recortes salariales y sociales, agravando aún más, consecuentemente, la ya cronificada crisis de valorización, pues se entra en un bucle de sobreproducción-subconsumo, como causa derivada, del que en otros momentos históricos sólo se salió a través de la guerra o la expansión económica a nuevos territorios.

Lejos de atacar ese bucle, las medidas que se toman son sólo de evasión, destinadas a dar un poco más de tiempo a los grandes capitales. Porque en sí mismas son procíclicas, esto es, tendentes a perpetuar y reforzar la crisis. Así el creciente retraimiento de la inversión del Estado, la disminución de los servicios sociales, la bajada de salarios, el aumento de impuestos a la población trabajadora, la pérdida general del poder adquisitivo de las poblaciones y la drástica disminución del consumo conllevan la acentuación de la crisis de realización (esto es, a dificultar la venta que es como se realiza la ganancia capitalista). Socavan tan drástica como patentemente, además, los ingresos del Estado y por tanto su capacidad para intervenir como agente económico.
De todo esto se percata cualquiera. El capitalismo histórico no pudo salir de ninguna gran depresión sin una fuerte inyección de gasto público, sobre todo desde que alcanza su fase de monopolización en el último cuarto del siglo XIX. Sólo el fortalecimiento de los servicios y, en general, de la economía pública, podría dar algo más de margen a la acumulación capitalista. Luego, la pregunta clave es ¿porqué se están llevando a cabo políticas económicas procíclicas, esto es, tendentes a la depresión?

No valen las respuestas que apelan al “despiste” o a la “falta de cordura”, como se repiten por doquier últimamente cuando ya no parecen quedar otras “salidas” para explicar la crisis sistémica en la que nos encontramos.

Mejor ofrezcamos aquí algunas otras posibilidades de respuesta, que pasan por distintas claves:

I. Claves de relación de clase
1. Hay un profundo cambio en la composición interna del poder mundial y de los poderes en cada formación socio-estatal. La lucha de poder entre las clases dominantes y entre las distintas expresiones del capital, nos llevan a un escenario en el que el capital financiero mundial trata de hacerse con el mando del sistema, estrangulando el poder del capital productivo, y en que las entidades estatales siguen actuando para sí, más allá de la dimensión universal del capital, con la consiguiente pugna de intereses también entre las distintas burguesías estatales, combinada con la tradicional supeditación de las burguesías de las formaciones más débiles (lumpenburguesías y burguesías delegadas) a las de las más fuertes.
2. Sin embargo, ambos capitales (productivo y de interés-especulativo), junto al rentista, así como unas y otras burguesías estatales, se coordinan y aprovechan la coyuntura para reestructurar el poder de clase y golpear la fuerza histórica conseguida por el Trabajo, rebajando al máximo su poder social de negociación y desbaratando todos los dispositivos de preservación de esa fuerza y de regulación de la relación Capital/Trabajo, así como las formas institucionalizadas de pacto de clases, propias del “capitalismo organizado” keynesiano, e incluso del Estado popular o populista de muchas de las formaciones periféricas. Deprimiendo en general, más allá de ciertas excepciones que merecen análisis aparte (el grupo ALBA en América Latina, por ejemplo), las condiciones sociolaborales de las poblaciones.

II. Claves económico-estratégicas y geoestratégicas (político-militares).
Asistimos también a una lucha entre Estados vinculados al capital financiero-especulativo (los anglosajones, especialmente) y los ligados al capital productivo-extractivo (Alemania, China, Rusia, sobre todo).

Cruzándose con ella, se da la pugna del hegemón actual (EE.UU.) y países centrales subordinados (buena parte de la UE occidental, Japón, Canadá, Australia), con el potencial hegemón del siglo XXI (China), más sus posibles aliados (¿Rusia?). Las claves pasarán por un lado, por la toma de postura de unas y otras formaciones periféricas (especialmente India y los países decisivos de América Latina). Por otro, esas claves estarán vinculadas a la evolución de las crecientes rivalidades entre las potencias centrales y la decantación estratégica futura de la Gran Alemania (que puede ser la sustituidora de la UE, una vez que haya terminado de adueñarse de Europa o al menos de desencuadernar la capacidad agencial del resto de formaciones estatales europeas).

Estas medidas o procesos tienen, no obstante, al menos dos grandes elementos contradictorios y una constatación de gran importancia.

Las contradicciones:
1. El permanente socavamiento del capital productivo implica el estrangulamiento del propio modo de producción capitalista, pues sólo de él se genera la acumulación de capital.
b) Al mismo tiempo, al destruir la capacidad adquisitiva de los productores, se destruye, como hemos indicado ya, la de los consumidores (pues en el sistema capitalista unos y otros son los mismos y constituyen el único sustento final de la producción capitalista, dado que tanto las entidades empresariales como estatales son sólo consumidores intermedios del consumo final, que es el de la población).

La constatación es que no hay nadie al frente de la nave capitalista, no hay una entidad de comando. Lo cual ha sido el gran déficit de la universalización del sistema capitalista como Sistema Mundial: su incapacidad de desarrollar una entidad rectora del tipo del Estado que generó para su fase de acumulación socio-nacional.

A partir de todo ello, además, podemos atrevernos a formular algunas posibles implicaciones, aunque sea (todavía) en forma de preguntas.

La ruina consciente de sus propias bases de existencia, ¿quiere decir que de alguna manera el Capital está haciendo las maletas hacia otra forma de dominación? Si es así, ¿cuál?:
· ¿Una forma de extremación del capitalismo salvaje a escala mundial, funcionando a partir de un todavía muchísimo más reducido número de consumidores que en la actualidad?
· ¿Un postcapitalismo, con otras formas de acumulación-dominación y de apropiación de los (cada vez más escasos) recursos?

Para ambas salidas necesitaría de medidas drásticas frente a la Humanidad, y éstas pasarían de forma necesaria por la opción bélica a gran escala. Podría estar combinada con otros procesos catastróficos de carácter sanitario-epidémico y ecológico.

Irreformismo del sistema
En cualquier caso, y de momento, esta guerra de clases desde arriba, unilateralmente desatada por el Capital cuando en las formaciones centrales el Trabajo más amodorradamente integrado en el orden capitalista de consumo se encontraba (por más que en las últimas décadas fuera gracias al crédito –también en gran parte “ficticio”-), y en las periféricas ese consumo y niveles de vida se habían convertido en la aspiración legitimadora del sistema, no hace sino proclamar el agotamiento de las posibilidades del reformismo, parejo a la crisis sistémica y civilizatoria a que con toda probabilidad conducirá el colapso de la acumulación capitalista en sus núcleos centrales.


El acoplamiento de las formaciones periféricas y la crisis ecológica nos dirá hasta qué punto y hasta cuándo será posible que esa acumulación se traslade a éstas.

Mientras tanto, el resultado es una acentuada deslegitimación del orden socioeconómico que la alternancia de dos partidos en las diferentes elecciones presidenciales no podrá frenar por mucho más tiempo4. Entramos, forzados por el desgaste del sistema y la ofensiva del gran capital, en una más que probable nueva era de enfrentamientos de clase. Estos se verán adaptados, más pronto o más tarde, a los nuevos contextos de dominación y de acumulación del capitalismo degenerativo. Su dinámica antagónica y sus resultados irán proporcionando los elementos constructivos del mundo del siglo XXI.

Se hace, en cualquier caso, cada vez más probable que en su desesperada salida cortoplacista, el mundo rico despierte al monstruo que dormía, al que tanto ha temido siempre: las fuerzas del trabajo organizado (y sublevado).

* El autor es miembro del Observatorio Internacional de la Crisis
Notas:
1 Ver para los datos citados aquí, Hans Schweiger y Antonio Rodríguez, “La participación de los salarios”, en Taifa, seminari d’economia critica, nº 4. Barcelona, 2007.
2 Colectivo IOE. Barómetro social de España. Análisis del periodo 1994-2006. Traficantes de sueños. Madrid, 2008.
3 Vicenç Navarro. El subdesarrollo social de España. Ediciones de Diario El Público. Madrid, 2009.
4 La creciente ilegitimidad e ingobernabilidad de las expresiones sociopolíticas capitalistas irán probablemente aconsejando a las clases dominantes hacer gobiernos de “concertación nacional”, e ir asumiendo directamente la dirigencia del Estado, desplazando al cuerpo de gestores-administradores intermediarios entre ellas y el resto de la población.

DE LA DEMAGOGIA RACISTA A LA DISCRIMINACIÓN INSTITUCIONAL

Inmigración, servicios públicos y prestaciones sociales

Vidal Aragonés. Mientras tanto

En los últimos años viene imponiéndose un mensaje que caracteriza la inmigración desde la negatividad, estableciendo la misma como oportunista respecto a prestaciones sociales y no como una posibilidad de alejarse de la pobreza y conseguir una vida digna.

Esta construcción se inició con el discurso de algunos medios de comunicación sobre el concepto “inmigrante ilegal”, estableciendo una imagen peyorativa sobre trabajadores y trabajadoras extranjeros: curiosamente, nunca hemos escuchado que refieran “empresa ilegal” o “conductor ilegal” para esos sujetos cuando cometen ilícitos administrativos. “Ninguna persona es ilegal” no es tan solo una consigna en defensa de la igualdad, sino rigurosidad jurídica: tan sólo los actos son ilegales. Además, instrumentos jurídicos internacionales establecen la migración como un Derecho. Se ha transformado un mero ilícito administrativo, la falta del permiso de trabajo o de residencia, en una construcción de ilegalidad. Esta realidad no combatida en su día ha logrado parcialmente la fragmentación de la clase trabajadora, según país de origen, a la vez que puso las bases para que la derecha y la extrema derecha lanzasen un discurso demagógico sobre la inmigración, en el cual se transformaba a los sectores más explotados en supuestos aprovechados de ayudas y prestaciones sociales, cuando la realidad demuestra que el uso es inferior al que por su participación en el total de población con menos recursos les correspondería. Curiosamente los mismos que establecen el demagógico discurso sobre inmigración y prestaciones nunca protestan por los recortes que sufren en conjunto de los derechos sociales.

El populismo racista traslada que los inmigrantes realizan un uso desproporcionado de los servicios públicos, como si tener que recurrir a la educación o la sanidad pública fuese una opción viciosa y no una necesidad. Desde el rigor todos los estudios sobre la cuestión van en sentido contrario. Por citar el de una empresa privada separada de cualquier visión progresista, La Caixa, en Inmigración y Estado del bienestar en España indicaba: “Menos del 1% de los pensionistas son extranjeros” “Los inmigrantes consultan un 7% menos el médico de cabecera y un 17,5% a especialistas” “Tan sólo el 6,8% de las intervenciones de los servicios sociales y el 11,2% de rentas mínimas de inserción se dirigen a inmigrantes” y todo ello teniendo en cuenta que el 30% de los inmigrantes están situados en lo que son considerados umbrales de pobreza, siendo el porcentaje de los nacionales españoles del 18%.

Debería no ser necesario afirmarlo, pero no existe ninguna ayuda, prestación o subsidio sobre el que la inmigración tenga un derecho preferente; más bien lo contrario: existen diferentes prestaciones de las que son privados algunos extranjeros. Así, a los inmigrantes que no cuentan con permiso de trabajo se les niega la prestación de desempleo, con independencia que hayan trabajado el tiempo requerido para la misma y se haya procedido a levantar las correspondientes actas de cotización. De la misma manera, es excusa para no aprobar el subsidio para mayores de 52 años o las pensiones de invalidez por enfermedad común el carecer de permiso de trabajo y residencia. En un paso más, según denuncian diferentes asociaciones, desde el SPEE se está procediendo a enviar instrucciones para que se requiera pasaportes a inmigrantes de determinadas nacionalidades con el objeto de controlar sus periodos de ausencia del Estado español y retirar así las prestaciones que perciben, lo que supondría en todo caso un acto de discriminación directa. De la misma manera se empieza a establecer para ayudas sociales requisitos de hasta 5 años de residencia, lo que supone una vulneración de los principios de libertad de circulación y puede ser constitutivo de una discriminación indirecta por razón de nacionalidad. En todo caso, más allá del análisis jurídico, tendrá como efecto la imposibilidad de acceder a esas ayudas a un sector importante de la inmigración.

Difícilmente se podrá ahora solicitar ese confuso discurso de la integración a quien se discrimina. Al poder político le correspondería establecer medidas para evitar actuaciones discriminatorias en las prácticas privadas, evitando así una construcción del gueto por el cual, con independencia del esfuerzo y el trabajo, se margina por origen nacional y de clase. Por el contrario empezamos a encontrar regulaciones públicas que suponen actos discriminatorios. Mañana, los populistas de las tertulias se preguntarán por qué arden los barrios de la periferia.

4 de febrero de 2012

EL AÑO DE TODOS LOS PELIGROS

Ignacio Ramonet. Le Monde Diplomatique

¿Será 2012 el año del fin del mundo? Es lo que vaticina una leyenda maya que incluso le pone fecha exacta al apocalipsis: el 12 de diciembre próximo (12-12-12). En todo caso, en un contexto europeo de recesión económica y de grave crisis financiera y social, los riesgos no escasearán este año, que verá además elecciones decisivas en Estados Unidos, Rusia, Francia, México y Venezuela.

Pero el principal peligro geopolítico seguirá situándose en el Golfo Pérsico.¿Lanzarán Israel y Estados Unidos el anunciado ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes? El gobierno de Teherán reivindica su derecho a disponer de energía nuclear civil. Y el presidente Mahmud Ahmadineyad ha repetido que el objetivo de su programa no es en absoluto militar; que su finalidad es simplemente producir energía eléctrica de origen nuclear. También recuerda que Irán firmó y ratificó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), mientras que Israel nunca lo hizo.

Por su parte, las autoridades israelíes piensan que no se debe esperar más. Según ellas, se acerca peligrosamente el momento en que el régimen de los ayatolás dispondrá del arma atómica, y a partir de ese instante ya no se podrá hacer nada. El equilibrio de fuerzas en Oriente Próximo se habrá roto, e Israel ya no gozará de una incontestable supremacía militar en la región. El gobierno de Benjamín Netanyahu estima que, en esas circunstancias, la existencia misma del Estado judío estaría amenazada.

Según los estrategas israelíes, el momento actual es tanto más propicio para golpear cuanto que Irán se encuentra debilitado. Tanto en el ámbito económico, a causa de las sanciones impuestas desde 2007 por el Consejo de Seguridad de la ONU, basadas en informes alarmantes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), como en el contexto geopolítico regional, porque su principal aliado, Siria, a causa de la violenta insurrección interna, se halla imposibilitado de prestarle una eventual ayuda. Y esta incapacidad de Damasco repercute en otro socio local iraní, el Hezbolá libanés, cuyas líneas de aprovisionamiento militar desde Teherán, han dejado de ser fiables.

Por estas razones, Israel desea que el ataque se lleve a cabo cuanto antes. En aras de preparar el bombardeo, ya hay infiltrados en Irán, efectivos de las fuerzas especiales. Y es muy probable que agentes israelíes hayan concebido los atentados que, estos dos últimos años, causaron la muerte de cinco importantes científicos nucleares iraníes.

Aunque Washington acusa igualmente a Teherán de estar llevando a cabo un programa nuclear clandestino para dotarse del arma atómica, su análisis a propósito de la oportunidad del ataque es diferente. Estados Unidos está saliendo de dos decenios de guerras en esa región, y el balance no es halagador. Irak ha sido un desastre y ha quedado finalmente en manos de la mayoría chií, la cual simpatiza con Teherán... En cuanto al lodazal afgano, las fuerzas estadounidenses se han mostrado incapaces de vencer a los talibanes, con los cuales la diplomacia norteamericana ha tenido que resignarse a negociar antes de abandonar pronto el país a su destino.

Estos costosos conflictos han debilitado a Estados Unidos y revelado a los ojos del mundo los límites de su potencia y su incipiente declive histórico. No es hora de nuevas aventuras. Menos en un año electoral en el que el presidente saliente, Barack Obama, no tiene la certeza de ser reelegido. Y cuando todos los recursos están siendo movilizados para combatir la crisis y reducir el desempleo.

Por otra parte, Washington está tratando de cambiar su imagen en el mundo árabe-musulmán, sobre todo después de las insurrecciones de la “primavera árabe” del año pasado. De cómplice de dictadores –en particular del tunecino Ben Alí y del egipcio Mubarak– desea ahora aparecer como mecenas de las nuevas democracias árabes. Una agresión militar contra Irán, en colaboración además con Israel, arruinaría esos esfuerzos y despertaría el antinorteamericanismo latente en muchos países. Sobre todo en aquellos cuyos nuevos gobiernos, precisamente surgidos de las revueltas populares, están dirigidos por islamistas moderados.

Una importante consideración complementaria: el ataque contra Irán tendría consecuencias no sólo militares (no se puede descartar que algunos misiles balísticos iraníes alcancen el territorio israelí o consigan golpear las bases norteamericanas de Kuwait, Bahréin u Omán) sino, sobre todo, económicas. La réplica mínima de Irán a un bombardeo de sus sitios nucleares consistiría, como sus responsables militares no cesan de prevenir, en el bloqueo del estrecho de Ormuz. Cerrojo del Golfo Pérsico, por él pasa un tercio del petróleo del mundo y unos 17 millones de barriles de crudo cada día. Sin ese aprovisionamiento, los precios de los hidrocarburos alcanzarían niveles insoportables, lo cual impediría la reactivación de la economía mundial y la salida de la recesión.

El Estado Mayor iraní afirma que “nada es más fácil de cerrar que ese Estrecho” y multiplica las maniobras navales en la zona para demostrar que está en condiciones de llevar a cabo sus amenazas. Washington ha respondido que el bloqueo de la vía estratégica de Ormuz sería considerado como un “caso de guerra”, y ha reforzado su V Flota que navega por el Golfo.

Es muy improbable que Irán tome la iniciativa de ocluir el paso de Ormuz (aunque siempre podría intentarlo en represalias a una agresión). En primer lugar porque se daría un tiro en un pie, ya que exporta su propio petróleo por esa vía, y que los recursos de esas exportaciones le son vitales.

En segundo lugar porque dañaría a algunos de sus principales socios, quienes le apoyan en su conflicto con Estados Unidos. Principalmente China, cuyas importaciones de petróleo, que alcanzan un 15%, proceden de Irán; y su eventual interrupción paralizaría parte de su aparato productivo.

Las tensiones están pues al rojo vivo. Las cancillerías del mundo observan minuto a minuto una peligrosa escalada que puede desembocar en un gran conflicto regional. Se verían implicados en él no sólo Israel, Estados Unidos e Irán, sino también otras tres potencias de Oriente Medio: Turquía, cuyas ambiciones en la región vuelven a ser considerables; Arabia Saudí, que sueña desde hace decenios con ver destruido a su gran rival islámico chií; e Irak, que podría romperse en dos partes, una chií pro-iraní, y otra suní pro-occidental.

Asimismo un bombardeo de los sitios nucleares iraníes causará una nube radiactiva nefasta para la salud de todas las poblaciones de la zona (incluidos los miles de militares estadounidenses y los habitantes de Israel). Todo ello conduce a pensar que si los belicistas están alzando con fuerza la voz, el tiempo de la diplomacia aún no ha terminado.

MUJERES MILITARES

Osvaldo Bayer. Página/12
Desde Bonn, Alemania

El ser humano no aprende de sus fracasos. Evidentemente. Abro la revista Der Spiegel (El Espejo). Tal vez la mejor revista europea de actualidad. Me encuentro con un aviso a toda página. Desde él me sonríen un joven varón con la boina de las tropas de infantería, una hermosa mujer con gorra de la marina de guerra y otra mujer con el birrete de la fuerza aérea. Hacen propaganda para que jóvenes hombres y mujeres ingresen en las fuerzas armadas de la Alemania Federal. El texto del aviso no tiene desperdicio: (textual) “Fuerzas Armadas Federales. Nosotros servimos a Alemania. Una carrera con futuro”. Luego, en letras grandes como título: “Estudiar con sueldo”. En el medio, las fotos y este texto: “¿Usted busca una profesión interesante con responsabilidad de mando y exigencias especiales así como un compromiso con la República Federal Alemana? ¿Usted se interesa por una educación académica bajo condiciones óptimas?”. Y entonces con letras que resaltan: “Ofrézcase ahora como oficial”. Y después de las direcciones para más información, algo que verdaderamente sorprende: “Se desea el ingreso de mujeres: ellas tendrán prioridad en caso de calificaciones iguales”.

Repaso los textos y las sonrisas de las fotos del aviso varias veces. Para el ejército son preferidas las mujeres. Tengo que abrir la ventana y tomar aire. Pienso: un país que en las dos últimas guerras mundiales perdió a millones de jóvenes en batallas absurdas ahora prefiere a las mujeres para ser soldados.

Pienso en esos libertarios y libertarias que hace ya dos siglos salieron a las calles de todo el mundo para pedir la eliminación de los ejércitos y lograr la paz eterna en el mundo. Recuerdo cuando llegué a la Alemania de posguerra con sus ciudades totalmente convertidas en ruinas y a sus mujeres levantando los ladrillos sueltos y tratando de reconstruir lo destruido por los hombres mientras sus hijitos las tomaban de las piernas para que no los olvidaran. Y ahora, las nuevas generaciones las quieren hacer soldados y las prefieren a los hombres, según el aviso oficial.

Sabemos ya que esto no es nada bueno, hace años que las puertas de los cuarteles se abrieron para las mujeres en casi todos los ejércitos del mundo, pero que ahora las prefieran a ellas como soldados antes que a los hombres, no, no es ni siquiera imaginable, ni se puede interpretar como una fantasía de la realidad humana. “Ahora prefieren a las mujeres porque dicen que son más obedientes que los hombres”, me responde un sociólogo ante mi desesperación.
No, me digo, no pueden ser obedientes a la muerte. En el diario de esta mañana viene un reportaje a un octogenario que luchó en Stalingrado. Allí murieron 150.000 jóvenes soldados alemanes. Jóvenes, recién salidos a la vida. Me imagino sus rostros. Muertos destrozados por las balas de fusiles, de ametralladoras, de cañones; destrozados por bombas. Destrozados. Algunos ya habrían llegado a la edad del amor y habrán pensado en esos últimos momentos en los rostros de sus amadas que los esperaban en la lejana patria. ¿Y ahora? Ahora también han sido enviadas a Afganistán mujeres uniformadas que hacen la venia mejor que los hombres. Ya en casi todos los ejércitos del mundo hay mujeres en uniforme.

Voy a mi biblioteca, tengo más de veinte libros de autores pacifistas. Páginas inolvidables, plenas de generosidad y de almas emocionadas. La paz eterna. Como contrapartida, hoy, mujeres en uniforme. A las que traen la vida en sus cuerpos les enseñan a matar. Voy a ir a golpear las puertas de las feministas, me digo, y les voy a llevar los libros de los pacifistas. Miro el aviso de mujeres sonrientes en uniforme. Sí, el aviso dice que las mujeres tendrán prioridad en el ingreso militar a los hombres en el caso de calificaciones iguales. Si lo leyera Kant, si lo leyera Schopenhauer...

No, no puede ser. Sí, lo es. Pienso en los pacifistas que se negaron a ir a la guerra y fueron presos o fusilados. Pienso cuando me negué en el servicio militar a ir a la instrucción militar y fui destinado a barrer y encerar pisos de los despachos de los señores oficiales durante dieciocho meses.

¿Qué hago con los libros pacifistas? ¿Los beso? ¿Los pongo abiertos en la mesa del comedor, hago cuadros con los retratos de sus autores para llenar las paredes de la casa donde vivo?
Salgo a caminar por el bosque, hay árboles de más de cien años que nos miran. Me acerco y acaricio sus cortezas. Pasan corriendo unos niños que pegan gritos alegres. Vuelvo y me pongo a escribir esta nota. Ojalá la lean mujeres y que salgan después a la calle con carteles: “La mujer trae la vida, no la muerte”.

Porque ahora vamos a otra realidad indiscutible y publicada por la mayoría de los diarios: los niños bajo el nivel de pobreza en Europa. Una discusión profunda que se ha iniciado en la Unión Europea. Comenzó con el plan alemán de aprobar una ayuda a los hogares con niños, un dinero de “asistencia”, es decir, una ayuda de cien euros por niño menor de tres años que no son enviados a jardín de infantes porque la madre no trabaja afuera. Esto se debe a que se ha comprobado que en Alemania –el mejor país europeo de nivel económico–, en Berlín, el 36,3 por ciento de los niños está bajo el nivel de pobreza; en Hamburgo, el 24 por ciento; en Baden-Württemberg, el 11,2 por ciento; en Sajonia, el 26,4 por ciento, etc. Este estudio ha sido realizado por la Fundación Bertelsmann. El otro plan es construir lo más rápido posible jardines de infantes para la totalidad de los niños. Y, por supuesto, con comedores infantiles.

Sorprende, de pronto, esta realidad. Sería muy informativo que también, países europeos como España, con alto grado de desocupación, Grecia, Portugal, etc. realizaran un estudio así. Los niños son lo más sagrado de la vida humana y a ellos tiene que estar destinado lo necesario para darles un futuro digno. Y no emplear el dinero que les corresponde en construir aviones de guerra, tanques blindados y armas cada vez más sofisticadas. Pareciera que la humanidad no aprende, pese a los grandes pensadores. Es que se hace cada vez más necesario discutir el sistema. Hasta Francis Fukuyama, el politólogo norteamericano defensor acérrimo del capitalismo, ha puesto en duda el sistema en sus últimas declaraciones, donde considera “amenazado el sistema actual de las naciones industriales occidentales” y exige “un cambio firme en la política”. “Pienso en la búsqueda de un justo crecimiento de la economía –sostiene Fukuyama–; nuestro modelo social occidental ha caído fuertemente por la erosión de la clase media. Eso es muy malo para la democracia. Cuando las ganancias sean repartidas de manera igualitaria, la ciudadanía confiará más en sí misma y no existirá entonces una elite que goce de una entrada privilegiada entre los políticos que hacen valer sus intereses.”

Aunque mínima la reacción, se nota que hasta los más fieles al sistema están preocupados por la crisis tanto en Estados Unidos como en Europa.

Pero no todo suena como para entrar en depresiones ni desconsuelos. En Francia acaba de ocurrir un episodio que nos llena de orgullo. El Senado francés aprobó una ley que pena con un año de prisión y 45.000 euros de multa a todo aquel que niegue el genocidio armenio cometido por los turcos. El gobierno turco, en vez de aprender de la historia, tomó las represalias de siempre: retiró su embajador de Francia, no permite la entrada de aviones militares franceses a su territorio ni tampoco barcos de guerra franceses a sus aguas ni realizar maniobras militares conjuntas. Cuando no se puede responder a la verdad se toman esas medidas sin ningún sentido humano. Como decimos siempre, la verdad tarda a veces mucho tiempo, pero finalmente llega. Francia recibió en 1915 a miles de armenios que pudieron salvarse del genocidio. Hoy la colonia armenia en tierras francesas cuenta con más de 600.000 habitantes.

Mujeres soldados, niños en la pobreza en esa Europa que hace ya más de dos siglos comenzó a cantar aquel: “Libertad, Igualdad, Fraternidad” de la revolución de 1789. Pero entre lo injusto, de pronto la ventana de aire fresco que se abre: no al genocidio de pueblos

3 de febrero de 2012

EMPIEZA A OLER A CONFLICTO ARMADO...Y LA GUERRA COTIZA AL ALZA EN WALL STREET

María Igartua. Cotizalia.com

Huele a conflicto armado y eso cotiza al alza en Wall Street. Si hay algo que ha enseñado la historia es que todas las grandes crisis han sido precursoras de una guerra capitaneada por Estados Unidos y las crecientes tensiones del avispero árabe hacen sospechar que no será ahora cuando se rompa la regla.

La posibilidad de un conflicto armado de mayores proporciones de lo que ha supuesto finalmente la revolución libia cobra estos días fuerza con el cruce de acusaciones, amenazas y tensiones entre Estados Unidos e Irán con el programa nuclear de este último como punto de partida.

De hecho, el primero ya ha comenzado una gira de contactos por Asia para allanar el terreno aconsejándoles alternativas a sus importaciones de petróleo procedentes del país de oriente medio por lo que pueda pasar. Por su parte, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha buscado el apoyo de líderes afines a su antiamericanismo en América Latina en un tour en el que se ha reunió, entre otros con su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quién expresó su apoyo político y económico a su hermano árabe.

La situación tiene todos los ingredientes para que prenda la mecha y el sector armamentístico se frota las manos, más después de la retirada de las tropas estadounidenses de Iraq y la pérdida progresiva de intensidad de la guerra en Libia una vez muerto el dictador Muamar el Gadafi el pasado mes de octubre.

Basta con echar un vistazo al gráfico de las mayores compañías de defensa en EEUU para ver que su comportamiento en bolsa se ha calentado al mismo ritmo que las tensiones entre oriente y occidente. De hecho, desde verano -cuando registraron sus mínimos de 2011 tras el fuerte subidón del primer semestre de la mano de la primavera árabe- todas ellas registran ganancias de dos dígitos.

Y es que 2011 ha supuesto un punto de inflexión para estas empresas, que venían de experimentar tres años de fuertes caídas. Así, desde sus mínimos de agosto, Lockheed Martin, el mayor fabricante armamentístico del mundo por ventas según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, acumula una subida superior al 21% y los analistas fijan su precio objetivo en los 81,92 euros, un 17% más de lo que cotiza a día de hoy.

Lockheed Martin es el artífice del primer cazabombardero del mundo indetectable, el F-35 Joint Strike Fighter y de la bomba racimo M30, que tiene un alcance de 70 km.

Pero no es la única, Raytheon que es el sexto fabricante de armas y está especializado en sistemas inteligentes utilizados en escudos antimisiles sube más de un 24% en los últimos seis meses y no parece que vaya a pisar el freno. “Esperamos que la acción se muestre relativamente mejor que sus competidoras en términos de ganancias”, asegura el último informe sobre el sector de JP Morgan.

También General Dynamics se ha unido al rally que vive el sector en los últimos meses. Con una subida del 26,8% desde octubre, los analistas de JP Morgan esperan que “la mayoría de la atención de los inversores recaiga tanto en los resultados como en la dirección del segmento aeroespacial y de combate”. Así, según la estimación media de los analistas recogidos por Bloomberg, la acción tiene un potencial de revalorización del 11%.

En cuanto a otro ‘clásico’ del sector armamentístico, Northrop Grumman, las posibles operaciones llevadas a cabo en el golfo pérsico pueden ser un filón para su división naval, aeroespacial y de radares. Sus títulos se anotan una subida del 19,45% desde agosto.

Y es que el sector sabe que después de una crisis siempre se ha producido un conflicto bélico. Aunque no hay ninguna teoría escrita al respecto, casualidad o no lo cierto es que la I Guerra Mundial, la II gran guerra, la del golfo, la de Vietnam… todas han seguidos a periodos de depresión económica.

Pero no hace falta irse tan lejos. Tras el pinchazo de la burbuja tecnológica en el año 2000, que desencadenó una recesión de la Economía estadounidenses en 2001, Estados Unidos respondía a los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas el 7 de octubre, estallando así la guerra de Afganistán, que precedió a la II Guerra del Golfo, en marzo de 2003, más conocida como la Guerra de Irak.

2 de febrero de 2012

RECESIÓN Y CRISIS DEL CAPITALISMO MUNDIAL

Adrián Sotelo V. Rebelión

Las draconianas medidas de austeridad y precariedad social, impuestas en los países avanzados por el gran capital internacional y el Estado en los últimos años, han sido completamente insuficientes para "resolver" la profunda crisis de la Unión Europea, de la cual son corresponsables el FMI y el BM. Estos han encendido los focos rojos para "alertar" sobre la posibilidad real de que la economía mundial entre en recesión en este año de 2012, afectando severamente, por vez primera, al conjunto de la economía capitalista y ya no solamente a alguna de sus regiones macroeconómicas.

Según estos organismos, la crisis obedece a los déficits financieros que exhiben los países de la Unión Europea, en especial, los que constituyen la llamada eurozona. "Crece el riesgo de colapso", "Amenazada la leve recuperación de la economía mundial", "Europa: a un paso de la recesión", "En América Latina la desaceleración es mayor a la esperada", son algunas de las consignas proclamadas por los voceros de dichos organismos internacionales. Incluso, el megaespeculador de las finanzas internacionales, George Soros, alertó que existe un riesgo real de "desintegración" de la Unión Europea, a la par que criticó la gestión imperialista de Alemania en la crisis financiera y recomendó la intervención del Estado para "salvar" al capitalismo (véase: La jornada on line: http://www.jornada.unam.mx/2012/01/26/politica/002n1pol, 26 de enero de 2012).

El FMI y el BM coinciden en que la desaceleración de la economía mundial es todavía más profunda y articulada que la que ocurrió en la pasada crisis de 2008-2009, ya que en esa oportunidad afectó principalmente a la economía de Estados Unidos.

Hoy todos los pronósticos de crecimiento económico están disminuyendo, incluso, los relativos a la economía China, la cual a partir de 2011 también ha ingresado en el camino de la desaceleración —aunque más lenta y con menor intensidad—, lo que va a afectar de manera importante a países que se han vinculado, como los del Cono Sur de América Latina, a través de su comercio exterior con ese país.

Si bien en la crisis de 2008—2009 los países más afectados fueron aquellos que, como México y los de Centroamérica, estaban más fuertemente vinculados a la economía norteamericana la cual constituyó el centro de la crisis, en la actual coyuntura internacional todos salen afectados, pero ahora se agregan los que dependen en buena medida de las importaciones Chinas, como Brasil y Argentina. Estos, que venían presentando ascensos importantes en sus tasas de crecimiento económico, están resintiendo los efectos de la crisis y, al igual que en la coyuntura anterior, tendrán que impulsar políticas de recuperación del mercado interno que soporta la recesión mediante programas que por lo menos no disminuyan el poder de compra de la población. Pero este objetivo, en la actual situación, está muy lejos de conseguirse dado que uno de los recursos para contrarrestar la caída de las tasas de ganancia del gran capital en todo el mundo, particularmente en los países de la Unión Europea, en Estados Unidos y Japón, consiste justamente en reducir los salarios, aumentar las tasas de explotación del trabajo —mediante procedimientos como el incremento de su intensidad (a lo que coadyuvan el toyotismo y la automatización flexible del proceso de trabajo)—; el aumento de la jornada laboral y, finalmente, mediante la reducción de los salarios reales y los ingresos medios de la población por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Es decir, auspiciando la superexplotación, categoría esta última que se convierte en la tablita de salvación del gran capital internacional y la refuerza en los países dependientes.

Esta hipótesis gana credibilidad frente a los pronósticos pesimistas de los propios organismos internacionales que son corresponsables de la crisis del capitalismo contemporáneo. Es así como el FMI asienta que: "En 2012 la economía mundial crecerá 3,3%, 0.7 puntos menos que lo previsto en septiembre pasado. Por primera vez desde que comenzó a agudizarse la crisis de deuda pública en Europa, la eurozona caerá en recesión este año. Su producto interno bruto (PIB) se contraerá 0,5%, después de haber crecido 1,6 en 2011. En septiembre pasado, se había previsto que el PIB de los países del euro avanzaría este año 1,1%. América Latina y el Caribe crecerán este año, 3,6%, 0,4 puntos menos que lo previsto en septiembre. El PIB de México repuntará (¿?) en 2012, a una tasa de 3,5%, una décima menos que el cálculo de hace cuatro meses. Estados Unidos, la mayor economía del mundo y principal socio comercial de México, tendrá este año de 2012 un crecimiento de 1,8%, el mismo nivel considerado en septiembre pasado" ("Véase: "Crece el riesgo de colapso. Amenazada, la leve recuperación de la economía mundial: FMI", en: La Jornada on line: http://www.jornada.unam.mx/2012/01/25/economia, 25 de enero de 2012).

En el caso de México su situación es extremadamente complicada debido a que, junto a la tradicional dependencia histórico-estructural de la economía norteamericana, se agrega hoy la caída que viene observando en sus tasas de crecimiento, las cuales desde el desplome del PIB en 2009 en el orden de -6,3%, y la leve recuperación de 2010 (5,6%), en 2011 vuelve a descender para situarse en 4% y proyectar un descenso aún mayor en 2012 que se situará en alrededor de 3% o menos. Situación que, en las condiciones estructurales de la crisis de la economía mexicana fuertemente dependiente de las importaciones de Estados Unidos y de los flujos hacia este último país de sus exportaciones en más de 80%, redundará en menor creación de empleos productivos, en el aumento inusitado del desempleo y de la informalidad —que en la actualidad bordea alrededor del 60% de la población económicamente activa— y en mayor aumento de la pobreza y pobreza extrema, en un contexto de grave crisis social y de violencia que afectan fundamentalmente a las clases proletarias mayoritarias del país.

Mientras que los pueblos sufren las perniciosas consecuencias de la crisis del capitalismo, el capital y los gobiernos de la Unión Europea implementan una serie de medidas que consisten, entre otras, en el recorte de los déficit fiscales —con cargo en la disminución del gasto social— para recuperar la confianza de los inversionistas; "achicar" el tamaño de los gobiernos para hacerlos más "eficientes" y "competitivos"; alentar y presionar a los trabajadores para que prolonguen sus jornadas laborales, en muchas ocasiones sin la debida compensación salarial y en buscar, con la implementación de leyes y reglamentos sancionados jurídicamente por el Estado, penalizar el retiro temprano del mundo del trabajo con el objetivo de que el trabajador promedio obviamente produzca más valor y plusvalía para el capital.

La recuperación o la "salida" de la crisis no se consigue mediante medidas circulacionistas y monetarias que operan en la esfera de los mercados, tales como reducción del déficit y de la tasa de interés; redistribución de las inversiones públicas y privadas en beneficio de estas últimas mediante privatizaciones, fusiones y adquisiciones de las empresas del Estado, como está ocurriendo en países como Grecia, España o Portugal; reducción de las deudas soberanas a partir de su recolocación en otros instrumentos financieros como pueden ser los bonos gubernamentales que no hacen más que fortalecer el capital ficticio. Tampoco mediante recomendaciones tipo FMI-BM que plantean que las economías que tienen grandes déficit deben apoyarse en la "demanda externa", mientras que las que acusan superávit externos —como las de los países llamados "emergentes"—deben hacerlo en función de la "demanda interna". Estos son sólo paliativos cortoplacistas que no producen otro resultado sino el de postergar la crisis y proyectarla en el futuro con mayor intensidad. Y allí está como ejemplo la crisis de 2008 -2009 que, al amparo de estas políticas circulacionistas y neoliberales, efectivamente consiguió una cierta recuperación, pero muy débil, en 2010 para entrar de nuevo en la senda de la desaceleración en el curso de 2011 y en una marcada tendencia a caer en la recesión y el desplome estructural en el curso de 2012.

Los intentos de recuperación y salida, relativa, de la crisis sólo se consigue, en la economía capitalista global sustentada en un modo de producción y reproducción de capital, mediante la explotación de la fuerza de trabajo asalariado, incrementando la cantidad y el volumen de la plusvalía extraída, la cual se convierte en una fuente adicional de ganancias extraordinarias para el capital. Así, una mayor explotación constituye la verdadera y real fuente de valorización que puede incrementar, cuantitativa y cualitativamente, la composición orgánica del capital que redunde en una auténtica recuperación de la tasa promedio de ganancia en escala global con cargo en la desvalorización del capital constante y del aumento del variable, es decir, de la cuota de explotación del trabajo.

El desarrollo tecnológico, la aplicación de la ciencia y la técnica a los procesos productivos y de trabajo, las inversiones en fuentes de materias primas, recursos naturales y alimentos, en sí mismas, no producen ni un átomo de valor tal y como demostró Marx en sus obras fundamentales. Sólo la fuerza de trabajo colectiva de la humanidad, articulada a dichos desarrollos e instrumentos, puede producir ese resultado. Y lo más contradictorio de la actual crisis del capitalismo mundial es justamente la reducción cuantitativa y cualitativa de la fuerza promedio de trabajo por la que pugnan los empresarios y las políticas neoliberales del Estado —que el Banco mundial reconoce se habrá de reducir en 1 millón de efectivos de la fuerza laboral cada año en las próximas décadas en Europa. El resultado de este proceso a largo plazo es, evidentemente, —si no ocurre una profunda y radical revolución social— la reducción de la masa y de la magnitud relativa y absoluta de la plusvalía social que sumergirá al capitalismo en una crisis aún más difícil de superar.

LA USAID EN VENEZUELA

José Steinsleger. La Jornada

El castigado contribuyente de Estados Unidos (tan celoso de su bolsillo) podría preguntarse qué sentido tiene el despilfarro oficial de millones de dólares para acabar con el ultrademocrático presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Desde el fallido golpe de abril 2002, la ecuación no ha sido refutada: a mayor ayuda para fortalecer la oposición, mayor popularidad del líder bolivariano.

El año entrante Chávez cumplirá 15 años al frente del architolerante proceso que viró de raíz el falso republicanismo del país andino-caribeño. Y en la actualidad, cuando se apresta para la tercera reelección, los sondeos de opinión dan a Chávez más de 60 por ciento de popularidad.
¿Qué hizo la oposición con los 57 millones de dólares que recibió de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés)? ¿Cómo se financia hoy, cuando la Ley de Defensa de la Soberanía Política y la Autodeterminación Nacional prohíbe desde finales de 2010 el financiamiento externo para fines políticos?
La impetuosa investigadora y abogada estadounidense Eva Golinger nos recuerda que en enero 2002, cuando el señor Russell Porter llegó a Venezuela para dirigir la Oficina de Iniciativas hacia una Transición (sic, OTI, división de la USAID dedicada a la promoción de transiciones en países estratégicamente importantes para Washington), su tarea era ayudar con una transición hacia la democracia (sic).
Venezuela contaba desde finales de 1998 con un gobierno democrático que apoyaba la mayoría del país. Mas no a la medida del imperio… ¿Se entiende? Y a pesar de que Mark Feierstein (actual titular para América Latina de la USAID), tras mucho investigar descubrió (sic) que Chávez era “…extremadamente popular entre sus partidarios, aunque muchos se sienten incómodos con él” (sic). ¿Se refería a los que anhelaban radicalizar la revolución, o a los que lucran con el discurso revolucionario?
Porter no quiso ser menos, y luego de consultar a la oposición, escribió en un informe de 2002 (luego del golpe): “Hay un consenso de que Chávez no terminará el año como presidente. Para preservar la democracia, un apoyo inmediato es necesario para los medios independientes y la sociedad civil… Una de las grandes debilidades en Venezuela es la falta de una sociedad civil vibrante” (sic).
Según informes públicos emitidos en España por la Fundación de Relaciones Internacionales y Diálogo Exterior (FRIDE) –vinculada a la ingerencista National Endowment Democracy (NED)–, la USAID/OTI desembolsó 10 millones de dólares (2001-05) para financiar alrededor de 64 grupos y programas.
La USAID aumentó su presupuesto y reorientó la estrategia de su gestión enfocándola en la juventud (sector que no había sido explotado), con talleres sobre cómo utilizar redes como Twitter y Facebook. Desde 2006, USAID gastó más de 34 por ciento del presupuesto en el país (15 millones), hasta completar 57 millones de dólares en 2010.
El patrón de financiamiento ha sido más o menos igual al de otros países peligrosos (Ecuador, Bolivia, Nicaragua…): apoyar a líderes e instituciones calificadas de moderadas, pero que en la práctica buscan la desestabilización de los gobiernos democráticos.
Documentos desclasificados del gobierno estadounidense revelan que en los meses previos al golpe de 2002, seis oficinas del Departamento de Estado gastaron 695 mil dólares para financiar conferencias y seminarios que favorecían a la oposición. La NED tenía un programa de 900 mil dólares que trabaja con el Instituto Demócrata (NDI), el republicano (IRI) y el Centro de Solidaridad Laboral, para fortalecer a la central sindical CTV.
Los programas de la USAID/NED/OTI, o sellos no lucrativos como Transparencia Internacional, de Alemania (TI), y Development Alternatives Inc (DAI, contratista del Departamento de Estado), financian y asesoran a partidos políticos, organizaciones no gubernamentales (ONG) y medios de comunicación vinculados al antichavismo.
El bosque de siglas y grupos mercenarios que viven de la USAID es frondoso. Sólo el Plan Consenso País aglutina organizaciones como Alianza Bravo Pueblo (Antonio Ledezma), Fedecámaras (Hugo Fonseca y Jorge Botti), Asamblea de Ciudadanos (Maxim Ross), RCTV (William Echeverría), Sinergia (Jorge Reyes), Cedice (Aurelio Concheso), la Iglesia Católica ( Mikel de Iana), Gente de Petróleo (Nelson Benítez), Alianza Cívica (Elías Santana), COPEI (Eduardo Fernández), Un Solo Pueblo (William Ojeda), Coordinadora Democrática (Diego Urbaneja), Asamblea de Ciudadanos (Axei Carriles), Acción Democrática (Ramón Rangel), CTV (Alfredo Padilla), Liderazgo y Visión (Alonso Domínguez), Red Democrática Universitaria (Tomás Páez), Visión Emergente (Cipriano Heredia) y Bandera Roja (Carlos Hermoso).

Lo cierto es que más allá de lo que se opine sobre Chávez, los expertos de la USAID que entrenan y capacitan a la oposición democrática, aseguran el futuro exitoso de la revolución bolivariana. Pues los unos han probado ser más torpes y brutos que los otros. Y hasta la fecha, no han podido encontrar un solo líder que los represente.

1 de febrero de 2012

LA AMARGURA DEL POLICÍA ALEMÁN HENSCH

Un testigo evoca la manipulación con la que el gobierno alemán fabricó el consenso belicista para intervenir en Kosovo

Rafael Poch. La Vanguardia
Henning Hensch, un policía alemán retirado con carnet del SPD, se declara aun dolido por lo que vivió en 1999, pero, ¿a quien le interesa hoy la guerra de Kosovo, si ya nos hemos olvidado de la de Libia y preparamos la de Irán? Este jubilado de la localidad de Lütjenburg, en el extremo norte de Alemania, continúa dándole vueltas.
En 1998 fue uno de los seleccionados por el ministerio de exteriores para engrosar los equipos de observadores de la OSCE en Kosovo. En esa calidad actuó como perito en Rachak y Rugovo, dos localidades albanesas en las que su gobierno, socialdemócrata, engañó a la opinión pública escenificando dos masacres que no lo fueron. La primera guerra con participación de Alemania desde Hitler, comenzó con esas mentiras.
"Este era un país opuesto a la guerra y consiguieron que, por primera vez en más de cincuenta años, se metiera en una", explica por teléfono Hensch, que confiesa que, "antes de esa experiencias nunca imaginé que en mi país pudiera pasar algo así, es decir que el gobierno y la prensa mintieran al unísono y engañaran a la población".
Todavía hoy, trece años después, se confiesa "amargado" por ello. El día 15 Hensch explicó su historia en un documental de la televisión NRD. En 1999 habría sido una bomba, pero ¿hoy?

La masacre que no fue
Rachak y Rugovo son dos pueblos del noroeste de Kosovo, al sur de la capital de distrito de Pec. Con la frontera albanesa muy cerca, en 1998 la región era zona de acción de la guerrilla albanesa UCK, sostenida y financiada por la OTAN, la CIA y el servicio secreto británico.
Aquel año la UCK cometió tantos desmanes con civiles serbios, gitanos y albaneses "colaboracionistas" que su jefe local, Ramush Haradinaj, luego primer ministro de Kosovo, hasta llegó a ser juzgado en La Haya por crímenes de guerra por un tribunal que era comparsa de la OTAN.
Haradinaj fue absuelto, entre otras cosas porque diez de los nueve testigos que debían declarar contra él fueron eliminados antes de que pudieran hacerlo, unos en "accidentes de tráfico", otros en "peleas de bar", otros en atentados. Así hasta nueve.
En cualquier caso, a principios de 1999 el ejército yugoslavo respondió con gran fuerza a aquella ofensiva de la UCK teledirigida por la OTAN, con una contraofensiva.
Cerca de Rachak y de Rugova varias decenas de guerrilleros albaneses cayeron en emboscadas ante el ejército. Hensch estuvo allí. Vio a los guerrilleros muertos con sus armas, carnets y emblemas de la UCK cosidos en sus guerreras. En Rugovo, los yugoslavos juntaron los cadáveres en el pueblo y los observadores de la OSCE hicieron fotos.
"Esas fotos, convenientemente filtradas de todo rastro de armas y emblemas de la UCK, hicieron pasar lo que fue un enfrentamiento militar con grupos armados, por pruebas de una masacre de civiles", dice Hensch. "Ambos bandos cometían exactamente los mismos crímenes, pero había que poner toda la responsabilidad sólo sobre uno de ellos", dice el policía jubilado.
El 27 de abril el entonces ministro socialdemócrata de defensa alemán, Rudolf Scharping, presentó en rueda de prensa aquellas fotos en las que se veía los cadáveres de los guerrilleros amontonados en el papel de civiles inocentes masacrados.
Al día siguiente, el diario Bild publicaba una de ellas en portada con el titular: "Por esto hacemos la guerra".

Cambiar un consenso pacifista
La generación de Hensch estaba cansada de guerras. Hasta los años ochenta en la sociedad había un enorme consenso pacifista, algo que atravesaba incluso a los partidos de la derecha y por supuesto al SPD, el partido de Hensch.
"Teníamos una guerra terrible a nuestras espaldas y decíamos "nunca más", así fuimos socializados", recuerda Albrecht Müller, antiguo funcionario de la administración de Willy Brandt, que desempolva el programa de su partido de diciembre de 1989:
"Nuestra meta es disolver los bloques militares mediante un orden de paz europeo. El hundimiento del bloque del Este reduce el sentido de las alianzas militares e incrementa el de las alianzas políticas (...) se abre la perspectiva para un fin del estacionamiento de las fuerzas armadas americanas y soviéticas fuera de su territorio en Europa".
"El Bundeswehr tiene que limitarse exclusivamente a la defensa del país". Desde la guerra contra Yugoslavia ese estado de ánimo se ha cambiado por un nuevo catálogo: El uso del ejercito es posible sin haber agotado los escenarios de negociación, la OTAN puede ser utilizada fuera de su área, el Bundeswehr ya no limita su función a la defensa del país, sino que puede usarse en Kosovo o en el Hindukush, y el ejercito puede utilizarse para proteger las rutas comerciales, el abastecimiento de materias primas, explica.
Para cambiar ese consenso nacional la OTAN, el gobierno de socialdemócratas y verdes (1998-2005) y los medios de comunicación, se tuvieron que emplear a fondo.
El "Media Operation Center" de la OTAN dirigido por el infame Jamie Shea, fue una fábrica de mentiras, que los periodistas retransmitían. Shea, un hombre deshonesto, decía que el truco era, "mantener a los periodistas lo más ocupados posible, alimentándoles constantemente con briefings, de tal manera que no tengan tiempo para buscar información por si mismos".
Años después Shea dijo que, "si hubiéramos perdido la opinión pública alemana, la habríamos perdido en toda Europa".

Fabricar la versión del conflicto
El relato del conjunto de la guerra en los Balcanes se basó en una fenomenal sarta de mentiras, amnesias y omisiones. Primero los croatas, luego los bosnios y finalmente el UCK, utilizaron los servicios de la misma empresa de relaciones públicas norteamericana, Ruder Finn, que entre los años sesenta y los noventa había sido contratada por Philip Morris para enturbiar la evidencia de los nocivos efectos del tabaquismo. La opinión pública europea fue intoxicada.
Como hoy se conoce perfectamente, antes de la intervención de la OTAN no había en el conflicto de Kosovo la "catástrofe humanitaria" que las potencias se inventaron para intervenir, sino una violencia que en 1998 partió de la UCK y a la que el ejército yugoslavo respondió con la misma violencia, explicaron miembros del equipo de la OSCE como el general alemán retirado Heinz Loquai y la diplomática estadounidense Norma Brown en el documental de la cadena de televisión alemana "Es began mit einer Lüge" (comenzó con una mentira).
Los medios alemanes ignoraron tres datos fundamentales: la tradicional hostilidad de su país hacia Yugoslavia, que medios como el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Der Spiegel y Die Welt consideraban una "creación artificial".
El hecho de tanto croatas como bosnios musulmanes, liderados en los noventa por dirigentes de la misma calaña que Milosevic, habían sido aliados de la Alemania nazi en la segunda guerra mundial y partícipes, junto con los alemanes, del genocidio de un millón de serbios desencadenado entonces por los nazis.
Y en tercer lugar, la naturaleza ilegal de las acciones militares de la OTAN desde el punto de vista de la ley internacional. El ministro de exteriores verde Josef Fischer comparó a "los serbios" con los nazis y al conflicto de Kosovo con Auschwitz, comparaciones que el General Loquai califica de monstruosas, "espacialmente en boca de un alemán". Algunas de las mentiras concretas y puntuales fueron las siguientes:

Mecanismo con futuro
El ministro de defensa Rudolf Scharping dijo antes de la intervención que los serbios habían matado a 100.000 albaneses en Kosovo. La realidad es que se contabilizaron entre cinco mil y siete mil, entre muertos y desaparecidos, todos los bandos juntos e incluidas las víctimas de bombas de la OTAN.
-Scharping suscribió la leyenda del "plan herradura" de Milosevic: rodear a la población albanesa y deportarla antes del inicio de los bombardeos. Mencionó la "expulsión de millones" y "400.000 refugiados" albaneses antes del inicio de la operación de la OTAN.
La realidad fue que para verano de 1999, a las pocas semanas de la ocupación de Kosovo por la OTAN, 230.000 serbios, montenegrinos, gitanos y albaneses "colaboracionistas" fueron expulsados de Kosovo mientras en la región había 46.000 soldados de la OTAN, es decir uno por cada cuatro expulsados.
-Pueblos que habían sido destruidos después de iniciada la guerra por la OTAN se presentaron como destruidos antes, como incentivo para iniciarla.
-Se ocultó que la miseria de los refugiados albaneses y su estampida también era consecuencia de los ataques de la OTAN.
-Scharping informó del inexistente "campo de concentración" de Milosevic en el estadio de Pristina con "varios miles de internados". Diez años después, el ministro dijo que sólo eran "sospechas".
-Se informó falsamente de "cinco dirigentes albaneses" ejecutados y de "veinte profesores" albaneses fusilados antes sus alumnos.
Todo ello se hizo para justificar más de 6000 ataques de la OTAN sin mandato de la ONU cuyo sentido era demostrar que la OTAN tenía razón de ser y aprovechar las violencias –agravadas por la intervención de las potencias – para disolver Yugoslavia, un estado anómalo en el nuevo orden europeo posterior al fin de la guerra fría. Ningún político y medio de comunicación se ha disculpado y la misma constelación actúa, y está preparada para actuar, en los conflictos del presente y el futuro.